Resumen: Actualmente las organizaciones dedicadas a la gestión de los gimnasios se encuentran en continua evolución y consolidadas dentro del sector ocio-deportivo, aunque cabe señalar que dentro de estas existen multitud de características susceptibles de ser analizadas y desconocidas hoy en día. Por ello, el objetivo principal de esta investigación fue estudiar las características estructurales: evolución, tamaño, antigüedad, personalidad jurídica y número de personas empleadas; así como conocer los efectos de la crisis económica en las variables sobre la evolución económica: total de activos e ingresos por explotación, de las empresas inscritas bajo el código nacional de actividades económicas como gestión de actividades de los gimnasios en España, segmentadas por los criterios de tamaño (micro, pequeña, mediana y grande) siguiendo los criterios establecidos por la directiva de la Unión Europea L124/36 (2003/361/CE). En general, se puede concluir diciendo que las organizaciones son de tamaño reducido, operan con personalidad jurídica de sociedad limitada en todo el territorio español, y las grandes están localizadas, principalmente, en la Comunidad de Madrid, en Cataluña y en Galicia. Se comprueba, además, que su tamaño tiene una relación directa con las variables económicas estudiadas, puesto que del análisis se obtiene que la crisis ha cambiado los resultados positivos, ya que antes de la crisis eran para las organizaciones de tamaño mediano y ahora son para las pequeñas.
Palabras clave: gestión, organizaciones, gimnasios, deporte, tamaño.
Apuntes para el siglo XXI
Organizaciones de gestión de los gimnasios españoles
Recepción: 03 Junio 2017
Aprobación: 12 Marzo 2018
El tamaño empresarial es un factor importante para la supervivencia de las organizaciones e imprescindible para el análisis de la rentabilidad y competitividad (Huertas, Contreras, Almodóvar, Navas, 2010; Grimaldi-Puyana Ferrer-Cano, 2016), sin embargo, clasificar las organizaciones por su tamaño es bastante complicado, ya que depende del marco institucional y jurídico de cada país (Boedo Calvo, 2001; Villalba, 2009). De ahí que para los estudios exista disparidad de criterios puesto que unas autorías se apoyan en el número de personas empleadas (Calvo Lorenzo, 1993; Fernández Gil, 1995; Illueca Pastor, 1996 Martin, 1995; Maroto, 1993; Mato, 1990), y otras, en las cifras económicas (Aybar, Casino, López, 2000).
Independientemente del criterio a seguir para su clasificación, y a tenor de los resultados, cabe destacar la relevancia del tamaño en el análisis de las organizaciones empresariales (Beck, Demirgüç-Kunt, Maksimovic, 2006; Cichello, 2005; Halkos Tzeremes, 2007; Haan, Kisperska-Morón, Placzek, 2007; Pla-Barber Alegre, 2007; Tsai, 2005). En el mismo sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 1985) destaca la aparición de numerosos trabajos encaminados al análisis de la evolución del efecto tamaño, y la relación con los factores que afectan a esta variable (Gutiérrez-Fernández, 2017), y que han sido analizados por diferentes áreas desde el siglo pasado (Huerta et al., 2010).
El tamaño empresarial se utiliza actualmente como variable independiente (Capar, 2009; Chakrabarti, Singh, Mamad, 2007; Grimaldi-Puyana Ferrer-Cano; Hull Rothenberg, 2008; Mesquita Lazzarini, 2008; Mielgo, Peón, Ordás, 2007; Tanriverdi Lee, 2008; Wiersema Bowen, 2008; Zott Amit, 2008).
Sin embargo, hay autores que aseguran que la medida de una organización no es importante, dado que empresas grandes y pequeñas tienen las mismas probabilidades de crecimiento (Gibrat, 1931). En sentido contrario, recientes trabajos afirman que las organizaciones pequeñas y medianas crecen en ocasiones más rápidamente que las grandes, encontrando una relación negativa entre el tamaño y crecimiento en grandes organizaciones (Carvalho, Maçãs, Serrasqueiro, 2016). Otros autores indican que el tamaño afecta al crecimiento de manera diferente en función del sector, siendo aplicable la teoría de Gibrat (1931) a organizaciones manufactureras, pero no a las del sector servicios (Audretsch, Klomp, Santarelli, Thurik, 2004).
También cabe señalar la importancia de la innovación y el tamaño empresarial. Carvalho et al. (2016) afirman que las empresas de reducido tamaño son más propicias a imitar que a innovar, todo lo contrario que en las organizaciones de grandes dimensiones. Sin embargo, a pesar de los aparentes beneficios de la innovación en una gran organización, tradicionalmente estas deciden reducir su tamaño de manera voluntaria, con el fin de mejorar la rentabilidad y productividad (SánchezBueno Suárez-González, 2003).
No obstante, cuando se habla de pequeñas organizaciones de gestión de actividades de los gimnasios en España (OGAGIME), los autores Carvalho, Maçãs y Serrasqueiro (2016) afirman que estas tienen características especialmente particulares, hallando resultados económicos realmente diferentes según en que servicios u organizaciones, y esto representa, que en tiempos de crisis, el acceso la financiación pueda ser muy complejo, dependiendo de la financiación de los socios y/o de subvenciones estatales. De ahí procede el interés a la hora de conocer la dimensión, sobre todo en la forma de comportarse ante el entorno que les rodea (Benito Platero, 2012). Precisamente el tamaño es de suma importancia ya que de este depende la configuración de la estructura, la comercialización y la profesionalización en las organizaciones deportivas (Amis Slack, 1996; Gómez, Martí, Opazo, 2007). Pero no debemos olvidar que además del tamaño en OGAGIME, se precisa analizar otras variables que pueden afectar al funcionamiento de la organización, ya sean internamente: gestión del capital humano, ingresos y clientes, competencia, rentabilidad, costes y calidad, o de forma externa: situación politicolegal, económica, cultural ambiental, sociodemográfica, tecnológica (Mata, Mestre, Pablos, Guijarro, 2013).
Las OGAGIME se deben situar en la clasificación nacional de las actividades económicas en un sector y entorno en continua evolución, y muy consolidado dentro del ocio deportivo (Boned, Felipe, Barranco, Grimaldi Puyana, Crovetto, 2015; Reverter Barbany, 2007). Se trata de una industria integrada en el sector servicios con grandes ingresos según la Dirección de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa (2015). Y a su vez con grandes problemas, como ha sido la subida del IVA, y la falta de fidelidad de los clientes que asisten a dichas instalaciones deportivas (García-Fernández, Grimaldi-Puyana, Gómez y Bernal-García, 2016). Aun así, las OGAGIME registraron un crecimiento del 1.9% en el ejercicio 2014 (DBK, 2015), con una facturación de 770 millones de euros en 2015 (Valcárcel-Torrente, 2016).
A pesar de los datos mostrados anteriormente, se encuentran pocas investigaciones que contribuyan al estudio de estas organizaciones. Este trabajo da a conocer sus características estructurales (evolución del tamaño, edad, y personalidad jurídica, número de personas empleadas) y económicas (total de activos e ingresos de explotación) de las OGAGIME. Para ello se siguen los criterios de segmentación marcados por la directiva de la Unión Europea L124/36 (2003/361/CE), donde se consideran cuatro tamaños de empresa (micro, pequeña, mediana y grande), dependiendo del total de activos, ingresos de explotación y el número de personas empleadas.
Para la selección de la muestra se llevó a cabo una búsqueda sistemática, en el sistema de análisis de balances ibéricos (SABI) sobre un total de 1386 OGAGIME registradas en el Código nacional de actividades económicas con el número 9313 entre los años 2005-2012. Se incluyeron todas aquellas que presentaron sus cuentas completas y tuvieron actividad entre el período de años indicado. Teniendo en cuenta estos criterios, el estudio estuvo formado por 339 empresas.
Para el análisis estadístico se utilizó el programa estadístico Statistical Package for Social Sciences (SPSS versión 21). Los datos descriptivos de las variables dependientes (total de activos, TA; ingresos de explotación, IE, y número de personas empleadas, NE) se presentan en medias y desviación típica para cada uno de los ejercicios económicos disponibles (2005-2012), de acuerdo con el tamaño de la empresa (micro, pequeña, mediana y grande) (tabla 1). En el estudio se ha fijado como año de inflexión el 2008, y se han comparado los datos del período previo al año fijado (2005-2008), con el posterior a este (2009-2012). Se ha elegido 2008 porque según el Banco de España fue el año que empezó la crisis financiera española, ya que del informe elaborado por Ortega y Peñalosa (2012), se deduce una caída de seis meses consecutivos del PIB español, lo que conllevó un descenso del consumo privado, la inversión en bienes de equipo, las exportaciones e importaciones, y un aumento exponencial del desempleo. Y el período de estudio seleccionado de cuatro años antes y después, responde a los años desde la crisis de 2008 hasta la subida del IVA (13 puntos porcentuales), con el objetivo de comparar períodos con el mismo tipo impositivo en las varíables económicas estudiadas.
Se analizó el efecto del ejercicio económico anualmente en dos períodos indicados y su interacción con el tamaño de la empresa siguiendo un modelo lineal general (análisis de la covarianza), donde las variables tamaño de la empresa y ejercicio se modelaron como efectos fijos, y el caso (la empresa) se interpretaron y modelaron como efecto aleatorio. Se consideró el nivel de confianza .<0.05 para todos los análisis estadísticos realizados.
El total de empresas que desarrollan su actividad bajo el código de las OGAGIME fue de 1386 organizaciones, inscritas en seis categorías según forma jurídica en el siguiente orden: sociedad limitada (95.9%); sociedad anónima (2.7%); sociedad civil (0.87%); cooperativas (0.29%); comunidad de bienes (0.22%) y asociaciones (0.07%). La media de antigüedad resultó ser de 5.7 años desde la fecha de constitución (DE = 2.5), siendo las microempresas las más antiguas (. = 5.9; DE = 2.4), seguidas de las pequeñas (. = 5.6; DE=2.5), grandes (. = 4.7; DE=2.7) y medianas (. = 4.6; DE = 2.2). En la tabla 2, podemos observar la distribución porcentual del universo y muestra por comunidades autónomas.
La figura 1 recoge el porcentaje según el tamaño de las OGAGIME seleccionadas por comunidad autónoma. Al observar los datos, se destaca la presencia de todos los tamaños de organizaciones en las comunidades de Cataluña y de la Comunidad de Madrid, por un lado, y la falta de OGAGIME en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, por el otro.
Cuando se analizan los datos por tamaños, solo en tres comunidades autónomas se observa la presencia de grandes OGAGIME, repartidas en idéntico porcentaje (33.3%): Cataluña, Galicia y Madrid. Mientras que las medianas solo se encuentran en cinco comunidades autónomas, dos de ellas también con grandes OGAGIME. Los porcentajes por CCAA son: Cataluña (47.1%); Madrid (29.4%); Islas Baleares (11.8%), y Aragón y Navarra con el mismo porcentaje (5.9%).
Las OGAGIME pequeñas y micro son las predominantes en casi todas las demás CCAA. Si se observan las pequeñas, estas se encuentran en 14 CCAA, con los siguientes porcentajes: Cataluña (38.8%), Andalucía (11.3%), Comunidad de Madrid (10%), País Vasco (7.5%), Aragón (6.3%), Galicia (5%), Comunidad Valenciana (5%), Principado de Asturias (3.8%), Islas Baleares (3.8%), Castilla y León (3.8%), Castilla-La Mancha, (1.3%), Canarias (1.3%), Cantabria (1.3%) y Extremadura (1.3%). Al observar las microempresas de las OGAGIME, se puede ver su presencia en todas las comunidades autónomas con el siguiente orden decreciente porcentual: Comunidad de Madrid (17.9), Cataluña (17.1%), Andalucía (12.9%), Comunidad Valenciana (10.4%), Castilla y León (7.1%), Castilla-La Mancha (6.7%), Galicia (6.3%), País Vasco (4.2%), Principado de Asturias (4.2%), Islas Baleares (3.8%), Aragón (2.9%), Canarias (2.1%), La Rioja (1.7%), Cantabria (0.8%), Extremadura (0.8%), Región de Murcia (0.8%) y Navarra (0.4%).
En la figura 2, se puede observar la relación del tamaño y personalidad jurídica de las OGAGIME de la muestra seleccionada. En este sentido se puede apreciar como todas las organizaciones operan bajo personalidad jurídica de Sociedad Limitada (SL) y Sociedad Anónima (SA), las cuales se reparten en porcentaje de orden decreciente según el tamaño en 70.8% microempresas, 23.3% pequeñas, 5% medianas y grandes 0.9%. Además, al analizar los resultados se comprueba que la mayoría de las OGAGIME en España son microempresas, cuyo 96.3% son SL, frente a un 3.7% de SA. Tras las microempresas, el segundo grupo que se encuentra son las pequeñas empresas, de las que el 83.5% son SL, frente a un 16.5% que son SA. En tercer lugar, se sitúan las medianas empresas, con un 82.4% de SL y un 17.6% SA. Y en cuarto lugar, finalmente, se encuentran las grandes OGAGIME, con un 66.7% de SL frente al 33.3% que opera como SA.
La tabla 3 muestra la evolución del TA, de los IE (ambos en miles de euros) y del NE (expresados en valores medios) de las OGAGIME representadas según su tamaño durante el periodo 2005-2012. Se puede comprobar como los valores medios del TA se comportan de manera diferente dependiendo del tamaño, encontrando una tendencia positiva del TA (2005-2008) en las medianas (∆2.8%). Por el contrario, esta tendencia es negativa en el mismo período para las grandes (–75.3%), las pequeñas (–21.3%) y las microempresas (–13.7%). De igual modo, los IE se ven reducidos en grandes empresas (–98.7%) y microempresas (–18.9%), mientras que las pequeñas y las medianas incrementan sus resultados en un 28.8% y 2.8% respectivamente. Por último, se puede observar como el NE aumenta en grandes y pequeñas OGAGIME, reduciéndose en las medianas, que se sitúan con cifras similares al NE de las microempresas.
Si se comparan las medias del segundo período analizado (2009-2012) en las OGAGIME, se observa una reducción del TA en las medianas (15.7%), grandes (–11.4%) y microempresas (–9.2%), y un aumento en aquellas de tamaño pequeño (∆0.1%). Respecto a los valores medios de los IE analizados en este segundo periodo, se observa que también se ven reducidos después de 2008 en el siguiente orden: pequeña (–19.9%), microempresa (–13.2%) y mediana (–7.7%) y por el contrario son las grandes las que obtienen valores medios positivos (∆10.1%). En cuanto al NE, se comprobó una reducción en todos los tamaños de OGAGIME para el segundo período.
Del análisis de las características de las OGAGIME se puede deducir que la mayoría (79.8%) son de pequeño tamaño, resultados que concuerdan con los mostrados por el Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio (2009), donde se indica que el 90% del tejido empresarial español está formado por empresas de reducido tamaño.
De acuerdo con los resultados obtenidos y coincidiendo con lo afirmado por Grimaldi-Puyana y Ferrer-Cano (2016), se puede comprobar como las organizaciones empresariales OGAGIME tienen una personalidad jurídica tipo SL con un perfil según el tamaño de pequeña empresa y microempresa. Precisamente, dichos autores encontraron datos similares a los aquí obtenidos sobre el perfil y la dimensión de las organizaciones de gestión deportiva, o los encontrados en el estudio empírico sobre el impacto de la crisis económica en la rentabilidad de las empresas de gestión de instalaciones de ocio deportivo según tamaño (Grimaldi-Puyana, Ferrer-Cano, Bravo, Pozo-Cruz, 2015).
A pesar de que otros estudios revisados también muestran que las organizaciones deportivas en general se caracterizan por su reducido tamaño (Arbizu-Echávarri, 2008; MECD, 2015; Ortín, 2010), los hallazgos de este estudio han manifestado diferencias en cuanto a porcentajes sobre personalidad jurídica (SL y SA). Así pues, estos datos coinciden con los aportados por el Ministerio de Industria y Economía (2015), que señalan que el tejido empresarial español está formado por personas físicas en primer lugar; por SL, en segundo, y por sociedades de bienes, en tercero; datos que coinciden a su vez con los recogidos por el Directorio nacional de empresas publicado por el Instituto Nacional de Estadística (2004), en el que se indica que las SL están situadas en segundo lugar con un 28.5%, por detrás de un 59.1% que opera como condición jurídica de persona física.
Los resultados hallados permiten afirmar que las OGAGIME están concentradas mayoritariamente en cuatro comunidades autónomas (Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid), operando bajo seis personalidades jurídicas diferentes (SL, SA, sociedad civil, cooperativas, comunidades de bienes y asociaciones). Estos datos son parecidos a los encontrados en las empresas de gestión deportiva respecto a la presencia en el territorio nacional y personalidad jurídica, dado que no existe ninguna organización bajo la personalidad jurídica de Comunidad de bienes (Grimaldi-Puyana, García-Fernández, Gómez-Chacón, Gonzalo Bravo, 2016). Las organizaciones deportivas también son similares a las recogidas en el III Censo nacional de instalaciones deportivas (Gallardo, 2007), así como los contemplados en el Anuario de estadísticas deportivas (MECD, 2016).
Se constata también que las variables TA, IE y NE en las OGAGIME anteriores y posteriores a la crisis económica tienen una relación con el tamaño, siendo de tendencia positiva anterior al 2008 en las medianas, y positiva en las pequeñas después de 2008. El resto de OGAGIME obtienen resultados negativos en sus valores medios tanto en los años anteriores como en los posteriores a 2008. De igual modo, se observa un comportamiento diferente en las organizaciones de gestión de instalaciones deportivas perteneciente al código CNAE 9311, aunque coinciden las variables estudiadas, siendo positivas en todos los tamaños en los estudios anteriores al 2008, y siendo estas negativas excepto para las de tamaño medio. Esta reflexión concuerda con las llevadas a cabo por Fernández (2015) y Huertas y Salas (2014), que el tamaño de las organizaciones es un factor determinante en la economía ante escenarios adversos.
Asimismo, este estudio muestra que no existe la misma tendencia según el tamaño de las OGAGIME en el primer período analizado; sin embargo, se aprecia un punto de inflexión en el año 2008, donde todas las variables pasan a tener una tendencia negativa, como se puede apreciar en la tabla 3, pudiendo afirmar que en España en todas las OGAGIME el año 2008 fue determinante en la ralentización del crecimiento.
A pesar de los hallazgos encontrados, este estudio presenta limitaciones, ya que se debería haber tenido en cuenta que las OGAGIME, al igual que empresas de otros sectores, se han diversificado en diferentes mercados españoles. Además, se debería haber contemplado que este tipo de organizaciones también han podido operar bajo otras denominaciones, como son Gestión de instalaciones deportivas (9311), Actividades de los clubes deportivos (9312) u Otras actividades deportivas (9319). Debe añadirse que los datos presentados dejan al margen a todos los autónomos o empresarios individuales por no incluirlos en los criterios de selección propuestos.
Por tanto, se presenta como futura línea de investigación el estudio de las variables internas y externas anteriormente mencionadas, que condicionan las características y funcionamiento de las organizaciones deportivas, así como el análisis y evolución del tamaño de las organizaciones de Actividades de los clubes deportivos (CNAE, 9312) y otras Actividades deportivas (CNAE, 9319). Aparte, debería realizarse un estudio de todas las empresas que operan bajo el código CNAE 93, analizando las características de las mismas, y si operan con códigos CNAE compartidos. También, como futura línea de investigación se presenta el estudio de las OGAGIME bajo personalidad jurídica individual o autónoma.
Este artículo ha descrito las variables y documentado los cambios ocurridos en la evolución de las variables TA, IE y NE que afectan al tamaño empresarial de las OGAGIME durante cuatro años antes y cuatro años después de la crisis económica. El principal hallazgo que proporciona este trabajo es la confirmación de que las OGAGIME son mayoritariamente pequeñas y microempresas, operan con personalidad jurídica de SL y están repartidas por todo el territorio nacional, localizando principalmente las de tamaño grande en Cataluña, Comunidad de Madrid y Galicia. Por el contrario, hay pocas en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Además, se puede afirmar que el tamaño determina y tiene relación directa con las variables económicas estudiadas, produciéndose múltiples resultados. En particular, cabe señalar que solamente las OGAGIME medianas obtienen resultados positivos antes de la crisis (2005-2008), y que solo obtienen resultados positivos las pequeñas después de esta (2009-2012). Así mismo, la evolución de los resultados negativos no ha implicado un cambio de dimensión en la OGAGIME después de la crisis.
Finalmente, este trabajo contribuye a conocer el perfil y evolución del sector en organizaciones deportivas, así como su comportamiento ante escenarios adversos. Estos resultados podrían servir como un buen indicador de gestión económica que ayude a realizar comparaciones entre organizaciones deportivas de otras regiones o países en futuras crisis económicas.