Resumen: El objetivo de esta investigación fue analizar las variables que influyen en las fases ofensivas del balonmano de alto rendimiento desde una perspectiva ecológica evaluando los diferentes sistemas tácticos ofensivos en ataque posicional y en contraataque, teniendo en cuenta: el marcador, el tipo de defensa, la simetría numérica, la zona de finalización y el tipo de finalización. Utilizando la metodología observacional y un sistema de observación ad hoc (SOCTO) introducido en el software Lince, se registraron un total de 19 partidos de las fases finales masculinas del Campeonato del Mundo 2011, Campeonato de Europa 2012 y Juegos Olímpicos 2012. El análisis descriptivo y de contingencia se complementó con la detección de patrones temporales ( T-patterns). Los resultados reafirman la autoorganización no lineal de la dinámica de juego ofensivo en el balonmano masculino de alto rendimiento, a partir de la utilización de medios tácticos básicos contra sistemas defensivos abiertos y de medios tácticos complejos contra sistemas defensivos cerrados. Estos medios tácticos complejos ofensivos son los más utilizados en igualdad numérica en la primera secuencia de ataque posicional desde la zona intermedia entre 6 y 9 metros y finalizando en golpe franco a favor del equipo atacante.
Palabras clave:interacción dinámica ofensivainteracción dinámica ofensiva,balonmanobalonmano,contextos sistémico-ecológico-competitivoscontextos sistémico-ecológico-competitivos,mixed methodsmixed methods.
Abstract: The purpose of this research is to analyse the variables that influence attacking play in high performance handball from an ecological standpoint to evaluate the various offensive tactical systems in positional attack and counterattack taking into account the scoreboard, the type of defence, numerical symmetry, the end zone and the type of completion. Using observational methodology and a system of ad hoc observation (SOCTO) entered in Lince software, a sample of 19 games from the men’s final stages of the 2011 World Championships, 2012 European Championships and 2012 Olympic Games were recorded. The descriptive analysis and contingency analysis using was was supplemented with an analysis of T-patterns. Our findings confirm the nonlinear self-organisation of dynamic attacking play in men’s high performance handball founded on the use of basic tactical means against open defence systems and complex tactical means against closed defence systems, the latter being the most used in numerical equality in the first sequence of positional attack from the middle zone between 6 and 9 metres and ending in a free throw to the attacking team.
Keywords: dynamic offensive interaction, handball, systemic-ecological-competitive contexts, mixed methods.
Interacción dinámica ofensiva en balonmano de alto rendimiento
Dynamic Offensive Interaction in High Performance Handball
Recepción: 23 Noviembre 2015
Aprobación: 16 Febrero 2016
Los deportes colectivos, teniendo en cuenta la complejidad de su dinámica de juego, deben ser estudiados con unos principios básicos: libertad de cambio del sistema, integración de los diferentes niveles, construcción de patrones estables en el sistema y la autoorganización (McGarry, Anderson, Wallace, Hughes, & Franks, 2002). Así, el análisis de la acción táctica considera que los principios de autoorganización no lineal pueden aumentar el rendimiento deportivo (Araujo, Davids, & Hristovski, 2006; Balagué, & Torrents, 2011). La característica no lineal de la autoorganización depende de los factores que controlan las coordinaciones y transiciones en la interacción en el juego de los jugadores y que están influidos por multitud de aspectos (Nevill, Atkinson, & Hughes, 2008).
La aplicación de la perspectiva ecológica en el análisis dinámico de los deportes colectivos requiere la interpretación de la toma de decisiones individuales y colectivas según los factores condicionantes del entorno (Araujo & Davids, 2009; Duarte, Araujo, Correia, & Davids, 2012).
Desde este enfoque, se considera el comportamiento colectivo como un proceso emergente de interacción entre las limitaciones individuales, del contexto en el que se desarrollan, y las características de la tarea que emergen en diferentes subfases colectivas y que condicionan las conductas funcionales y los patrones de juego del equipo (Travassos, Davids, Araujo, & Esteves, 2013)(Davids et al., 2008). La utilización de esta perspectiva ha hecho posible describir comportamientos deportivos y encontrar inferencias entre los datos registrados con el rendimiento (Reed & Hughes, 2006). Este enfoque ecológico nos proporciona no solo una interpretación de las interacciones de colaboración y oposición, bajo un punto de vista de la dinámica ecológica, sino también una descripción de las interacciones del equipo y de sus jugadores para lograr los objetivos de rendimiento desde una perspectiva más funcional (Travassos et al., 2013).
En la última década se han desarrollado numerosos estudios que analizan ecológicamente las variables o factores de rendimiento competitivo del balonmano y su influencia en la dinámica de juego (García, Aníz, Arellano, Domínguez, & García, 2004;González, 2012;Montoya, 2010;Montoya, Moras, & Anguera, 2013).
Los factores a tener en cuenta bajo esta perspectiva ecológica de la fase ofensiva son: el marcador final (Meletakos & Bayios, 2010; Álvaro et al., 1995); la posesión de balón como diferenciador del rol del jugador (Sevim & Bilge, 2007;Román, 2007;Volossovitch, 2008); el ataque posicional y el contraataque (Antón, 2000;Gutiérrez & Ruiz, 2013;Lago, 2002;Román, 2007); las secuencias ofensivas, que se producen debidas a las interrupciones de la acción de ataque (Prudente, 2006;Rogulj, Srhoj, V., & Srhoj, L., 2004; Salesa, 2008); la fase y tipos del contraataque (González, 2012;Montoya, 2010;Montoya et al., 2013); el sistema defensivo del equipo contrario (Espina, 2009;Lopes, 2011;Maia, 2009;Montoya, 2010; Montoya et al., 2013), eviden evidenciando que los equipos ganadores utilizan defensas más agresivas y con mayor actividad defensiva (García et al., 2004;Gutiérrez, 2006; Maia, 2009;Montoya, 2010;Montoya et al., 2013); la simetría o asimetría numérica debido a la peculiaridad reglamentaria de las exclusiones temporales (Maia, 2009;Silva, 2008); la zona de finalización (García et al., 2004;Gutiérrez, 2006;Daza, 2010); y, por último, las acciones finalistas de: lanzamiento, pérdidas de balón, golpes francos, siete metros, sanciones disciplinarias, etc. (García et al., 2004;Maia, 2009;Meletakos, Vagenas, & Bayios, 2011;Montoya, 2010; Montoya et al., 2013;Prudente, 2006;Salesa, 2008; Silva, 2008;Volossovitch, 2008).
Teniendo en cuenta estos factores, el objetivo de esta investigación fue analizar, desde la perspectiva ecológica, el comportamiento táctico ofensivo de equipos de alto nivel de balonmano en contextos reales de competición.
Para analizar la interacción dinámica ofensiva en balonmano desde la perspectiva ecológica se eligió la metodología observacional (Anguera, 1999;Anguera, Blanco-Villaseñor, & Losada, 2001), siendo especialmente válida en el ámbito de los deportes colectivos por su amplia utilización (Martín & Lago, 2005). Esta metodología requiere el cumplimiento de unos requisitos básicos: implementación sobre la conducta espontánea en contextos naturales, elaboración de un registro objetivo mediante instrumentos de observación ad hoc, y continuidad temporal del registro para obtener un análisis sistemático (Anguera, 1990,1999; Anguera et al., 2001).
Este estudio obedece a un diseño observacional nomotético, de seguimiento y multidimensional (Anguera et al., 2001). Nomotético, porque se cuenta con una muestra de varios equipos; de seguimiento, porque se analizan varios campeonatos a lo largo del tiempo y comparándolos entre sí; y multidimensional, porque se tienen en cuenta diferentes dimensiones. De este diseño N/S/M se derivan una serie de decisiones sobre la muestra, los instrumentos de observación-registro y el procedimiento de análisis.
En total se analizaron 19 partidos pertenecientes a tres competiciones internacionales de alto nivel: cinco partidos del Campeonato del Mundo 2011 (WC2011), seis del Campeonato de Europa 2012 (EC2012) y ocho de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (JJOO 2012) (tabla 1). Los equipos analizados fueron los cuatro mejores clasificados dentro de cada competición. Al analizar dos equipos dentro de cada partido, en total se registraron 38 sesiones de observación.
Para este estudio se construyó un sistema de observación multidimensional denominado Sistema de Observación del Comportamiento Táctico Ofensivo ( SOCTO) (tabla 2), validado a partir de un panel de expertos entrenadores de balonmano y compuesto por nueve criterios y 45 categorías, que describen las dimensiones que pueden influir en la interacción dinámica ofensiva en balonmano de alto rendimiento (Blanco-Villaseñor, Losada, & Anguera, 2003;Anguera, 1990).
Las categorías del criterio sistemas defensivos y zona de finalización del SOCTO las representamos graficámente en las figuras 1 y ..
El software libre Lince v.1.0 (Gabin, Camerino, Anguera, & Castañer, 2012) nos permitió, entre otras cosas: introducir el sistema de observación (SOCTO); visualizar y codificar simultáneamente las imágenes de los partidos(fig. 3); verificar el control de la calidad del dato; y exportar los datos a diferentes programas estadísticos, como el software Theme y SPSS (Hernández- Mendo et al., 2014).
Una vez validado el instrumento SOCTO, se inició el entrenamiento de los observadores (Jonsson et al., 2006,2010). La fiabilidad del registro se comprobó mediante el coeficiente de concordancia kappa de Cohen (Cohen, 1960), obteniéndose valores superiores o iguales a 0,96 en todos los criterios del instrumento en la fiabilidad intraobservador y un valor kappa de 0,93 (Blanco-Villaseñor et al., 2003;Anguera & Blanco-Villaseñor, 2003;Castellà, Hernández-Mendo, 2000;Prudente, 2006).
Se utilizó un diseño mixed methods que posibilita la transformación, para su complementación, de información cualitativa en datos tratables cuantitativamente (Camerino, Castañer, & Anguera, 2012). Seguidamente, el registro de las 38 sesiones de observación se exportaron en dos formatos: en formato .csv, para el análisis descriptivo y de contingencia en el software IBM SPSS Statistics v. 20.0 (IBM Corp., Armonk, NY); y en formato .txt, para el análisis de detección de T-patterns en el software Theme v.6 (Magnusson, 2000,2006).
Después de determinar la frecuencia de las acciones ofensivas de los 38 enfrentamientos de todos los equipos, se calculó el chi-cuadrado de Pearson (χ2) y los residuos ajustados o puntuaciones . de Allison y Liker (1982) para encontrar, respectivamente, relaciones significativas entre criterios y entre categorías del SOCTO a partir de tablas de contingencia bidimensionales.
Posteriormente se procedió a una detección de T- patterns (Magnusson, 1996) intersesional e intrasesional con el software Theme 6 (Magnusson, 2000,2006). Este análisis nos permitió obtener una relación cronológica y temporal de conductas no detectables con los métodos tradicionales de análisis de datos (Camerino, Chaverri, Anguera, & Jonsson, 2012;Jonsson et al., 2006,2010).
En total se registraron 3.245 acciones ofensivas (tabla 3). Las acciones de juego ofensivo más frecuentes en cada criterio fueron: el ataque posicional (AP), los medios tácticos complejos (MTC), la zona intermedia (ZIM) y la finalización en golpe franco (GF).
En las pruebas de chi-cuadrado (χ2), al cruzar todos los criterios del estudio (tabla 4), se han observado relaciones estadísticamente significativas (. < ,001) entre los medios tácticos utilizados y la defensa contraria (χ2 = 105,25, . < ,001), la secuencia de ataque posicional (χ2 = 158,83, . < ,001), la zona de finalización (χ2 = 31,92, . < ,001) y el tipo de finalización (χ2 = 29,03, . < ,001).
Los resultados obtenidos del análisis de residuos ajustados o puntuaciones . de Allison i Liker (1982) se presentan a partir de tablas de contingencia (tablas 5, 6, 7y .).
En primer lugar, entre el medio táctico y la defensa contraria (tabla 5), se detectaron relaciones significativas positivas entre las categorías de medio táctico complejo (MTC) y sistema defensivo 6:0 (SEIS) (. = 5,4, . < ,001), dándose únicamente en los equipos que logran la victoria (V) (z = 6,8, . < ,001).
En segundo lugar, entre medio táctico y ataque posicional (tabla 6), se encontraron relaciones significativas positivas entre las categorías medio táctico complejo (MTC) y la primera secuencia de ataque (S1) (. = 11,5, . < ,001), tanto para los equipos ganadores (V) (. = 8,7, . < ,001) y también para los equipos perdedores (P) (. = 7,7, . < ,001). En cambio, fueron los medios tácticos básicos (MTB) los que muestran patrones excitatorios en la segunda secuencia de ataque (S2) (. = 5,5, . < ,001), tanto para los equipos que logran la victoria (V) (. = 4,3, . < ,001) como para los equipos perdedores (P) (. = 3,5, . < ,001). Al igual que en las siguientes secuencias de ataque: tercera secuencia de ataque (S3) (. = 5,4, . < ,001), siendo para los equipos que logran la victoria (V) (. = 4,1, . < ,001) y también para los equipos perdedores (P) (. = 3,7, . < ,001); cuarta secuencia de ataque (S4) (. = 6,6, . < ,001), siendo para los equipos que logran la victoria (V) (. = 4,3, . < ,001) y para los equipos perdedores (P) (. = 5,1, . < ,001); quinta y siguientes secuencias de ataque (SA) (. = 3,8, . < ,001), siendo para los equipos que logran la victoria (V) (. = 2,8, . < ,001) y para los equipos perdedores (P) (. = 2,6, . < ,001).
En tercer lugar, entre medio táctico y zona de finalización (tabla 7), se encontraron relaciones significativas positivas entre las categorías medio táctico básico (MTB) y zona de 6 metros (Z6M) (. = 5,4, . < ,001), siendo para los equipos que logran la victoria (V) (. = 2,5, . < ,05) y para los equipos perdedores (P) (. = 5,1, . < ,001). Siendo igual con el medio táctico complejo (MTC) y la zona intermedia (ZIM) (. = 4,7, . < ,001), para los equipos que logran la victoria (V) (. = 2,4, . < ,05) y para los equipos perdedores (P) (. = 4,3, . < ,001).
Y, en cuarto lugar, entre medio táctico y tipo de finalización (tabla 8), se encontraron relaciones significativas positivas entre las categorías medio táctico complejo (MTC) y golpe franco (GF) (. = 3,5, . < ,001), siendo para los equipos que logran la victoria (V) (. = 2,2, . < ,05) y para los equipos perdedores (P) (. = 2,7, . < ,01).
Con la detección de los patrones temporales ( T-patterns) se visualizó la dinámica del juego ofensivo de los equipos analizados según los criterios: sistemas defensivos, fase ofensiva del ataque posicional y medio táctico ofensivo. A continuación se presentan los resultados obtenidos de estos T-patterns a partir de tres tipos de gráficos: plots, histogramas y dendogramas. Los plots .fig. 5, 8 . 11) son radiografías cronológicas de las conductas ofensivas que acontecen en cada uno de estos criterios y que distribuimos en puntos cronológicamente a lo largo de cada uno de los partidos; los histogramas (fig. 6,9 . 12) representan la acumulación de las frecuencias de estas mismas conductas ofensivas, según estos criterios; y los dendogramas (fig. 7,10 . 13) nos aportan la interrelación entre las conductas, que se interpreta como un diagrama de árbol de arriba hacia abajo y que nos permite conocer temporalmente en qué momento ocurren estos T-patterns mediante líneas que van de la parte superior a la inferior.
Los sistemas defensivos abiertos (5:1, 4:2, dos líneas, individual y mixtas) suelen utilizarse en situaciones de ventaja en el marcador parcial; en cambio, los sistemas defensivos cerrados (6:0) suelen utilizarse en situaciones de igualdad en el resultado en los partidos, coincidiendo con los estudios de Antón (2000), Espina (2009) y Lopes (2011).
Así, la utilización de comportamientos tácticos ofensivos que utilizan medios tácticos básicos, para superar los planteamientos defensivos abiertos anteriores, depende de la ventaja o desventaja en el marcador.
Las situaciones ofensivas de mayor dificultad (inferioridad e igualdad numérica) activan los patrones de comportamiento con finalización en golpe franco (GF) debido al éxito defensivo. En nuestro estudio no se han encontrado relaciones significativas entre las situaciones de inferioridad numérica y la victoria final, como sí que han aparecido en otros estudios (Gutiérrez & Ruiz, 2013;Salesa, 2008).
Contrariamente, las situaciones de juego que representan menor dificultad y que son las de superioridad numérica (SUP) excitan los comportamientos tácticos ofensivos de gol (GOL). Este resultado coincide con los hallazgos encontrados por Prudente (2006). Diversos autores explican este fenómeno por la mayor eficacia ofensiva en las fases de juego con superioridad numérica y con la relación de estos coeficientes con el resultado final de los partidos, que es estadísticamente significativa para los equipos ganadores (Gutiérrez, 2006;Gutiérrez & Ruiz, 2013;Maia, 2009;Prudente, 2006;Silva, 2008).
Así, se evidencia que el comportamiento táctico ofensivo utiliza un medio táctico complejo solamente en la primera secuencia de ataque y en el resto de las secuencias de ataque utiliza medios tácticos básicos (Antón, 2000;Lago, 2002;Salesa, 2008). También se constata como el éxito defensivo de la primera secuencia ofensiva obliga a finalizar las siguientes secuencias con malas elecciones de lanzamientos. Autores como Lozano y Camerino (2012), Maia (2009), Prudente, (2006) y Silva (2008) coinciden con estos resultados.
La situación favorable que aparece en la situación de contraataque de primera oleada conlleva finalizaciones en gol o buena elección de lanzamiento desde la zona de 6 metros, coincidiendo con lo que afirman los estudios de García et al. (2004), González (2012), Gutiérrez (2006), Montoya, (2010), Montoya et al. (2013), Rogulj et al. (2004), Salesa (2008) y Teles (2011).
El medio táctico básico es el más utilizado para lograr finalizaciones desde la zona de 6 metros, normalmente la más eficaz (Daza, 2010). Y la utilización de medios tácticos complejos solo logra finalizaciones en la zona intermedia, normalmente acabando en golpe franco.
Existen pocas investigaciones que analicen los medios tácticos ofensivos de alto rendimiento en balonmano. Algunos estudios utilizan índices y coeficientes de eficacia (Gutiérrez, 2006) que no alcanzan a profundizar en el tipo de comportamiento ofensivo de la alta competición. En cambio, son muchos los trabajos que analizan diferentes variables tácticas, estudiando su influencia en la eficacia y su relación con el resultado final (Meletakos et al., 2011;Montoya, 2010;Montoya et al., 2013; Salesa, 2008;Silva, 2008; Srhoj et al., 2001), aunque sin llegar a profundizar en el tipo de variable táctica utilizada. Aun así, Prudente (2006) y Román (2008) destacan la importancia de saber elegir los medios tácticos adecuados para resolver las exigencias de las diferentes estructuras colectivas defensivas, pero no concretan que medios tácticos son los más adecuados.
Así, las zonas de finalización próximas a portería son las más eficaces, coincidiendo con autores como García et al. (2004) y Gutiérrez (2006), que afirman que los equipos ganadores obtienen un mayor número de goles desde 6 m. Profundizando en estos estudios, descubrimos que no llegan a diferenciar entre lanzamientos producidos en la fase de contraataque de los producidos en la fase de ataque posicional.
En la finalización, son varios los autores que identifican como estadísticamente significativo el resultado final del partido con: la pérdida de balón (Meletakos et al., 2011); los errores de pase, interceptaciones y desposesiones en bote (González, 2012); los errores ofensivos y las pérdidas de balón (Teles, 2011).
El análisis de T-patterns corrobora el análisis de contingencia, mostrándonos en los diferentes gráficos plots, histogramas y dendogramas la aparición de las conductas de los comportamientos ofensivos más utilizadas a lo largo de todos los enfrentamientos y que se describe como: inicio de la acción ofensiva en ataque posicional, contra un sistema defensivo 6:0, en igualdad numérica, en la primera secuencia de ataque posicional, utilizando un medio táctico complejo, desde la zona intermedia entre 6 y 9 metros y finalizando en golpe franco (seis, igual, s1, mtc, zim, gf).
Este análisis nos ha permitido comprobar que esta configuración del comportamiento táctico ofensivo aparece en la línea de tiempo de todos los enfrentamientos y en los diferentes campeonatos que componen la muestra.
El análisis observacional de las conductas ofensivas nos ha permitido corroborar su persistencia a lo largo de todos los campeonatos que componen la muestra, independientemente del tipo de defensa al que se enfrentaban, el medio táctico utilizado y la zona de finalización.
Conclusiones sobre el análisis descriptivo y de contingencia
Con respecto a las posesiones del balón, no existen diferencias en el número de posesiones del balón entre equipos ganadores y perdedores. En cuanto a los sistemas defensivos, evidenciamos que el sistema defensivo 5:1 es contra el que más se enfrentan los equipos ganadores; y el sistema 6:0, los equipos perdedores. Es decir, el sistema defensivo 5:1 es utilizado en situaciones de marcadores adversos como primera alternativa defensiva al sistema defensivo 6:0.
En cuanto a la simetría numérica entre los jugadores atacantes y defensores, concluimos que en situaciones de igualdad numérica se utilizan sistemas defensivos cerrados (6:0) y que las situaciones de superioridad numérica conducen a que las secuencias ofensivas finalicen en gol. En situaciones de mayor dificultad en la simetría numérica, las finalizaciones de las distintas fases ofensivas se producen a mayor distancia en la zona de finalización.
En relación con la fase ofensiva de ataque posicional y los medios tácticos utilizados, concluimos que los medios tácticos básicos son utilizados con mayor frecuencia contra sistemas defensivos abiertos (5:1, 4:2, dos líneas, individual y mixtas), y los medios tácticos complejos son utilizados, con mayor frecuencia, contra el sistema defensivo cerrado (6:0).
Conclusiones sobre el análisis T-patterns
El análisis de los T-patterns sobre los comportamientos tácticos ofensivos en alto rendimiento en balonmano nos han permitido visualizar cada uno de los comportamientos tácticos ofensivos en una línea tiempo real permitiendo contextualizar de manera evidente su evolución a lo largo de los enfrentamientos. Al mismo tiempo corroboramos que el comportamiento táctico ofensivo más usual en la primera secuencia de ataque posicional contra el sistema defensivo 6:0 y con igualdad numérica es de medio táctico complejo, desde la zona intermedia entre 6 y 9 metros y finalizando en golpe franco (seis, igual, s1, mtc, zim, gf).
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Esta investigación se ha desarrollado gracias al apoyo institucional de los proyectos: (1) “Avances metodológicos y tecnológicos en el estudio observacional del comportamiento deportivo” (Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación del Ministerio de Economía y Competitividad), periodo 2015-2017 (PSI2015-71947-REDT; MINECO/ FEDER, UE); (2) “La actividad física y el deporte como potenciadores del estilo de vida saludable: evaluación del comportamiento deportivo desde metodologías no intrusivas” (Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación del Ministerio de Economía y Competitividad), periodo 2016-2018 (DEP2015-66069-P; MINECO/FEDER, UE); (3) Grupo de Investigación e Innovación en diseños (GRID). Tecnología y aplicación multimedia y digital en diseños observacionales. Grupo de Investigación Consolidado de la Generalidad de Cataluña (2014 SGR 971).