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Análisis funcional del desmarque en el fútbol
TONI DÍAZ LOSQUIÑO; JOSEP SOLÀ SANTESMASES
TONI DÍAZ LOSQUIÑO; JOSEP SOLÀ SANTESMASES
Análisis funcional del desmarque en el fútbol
Functional Analysis of Losing your Marker in Football
Apunts Educación Física y Deportes, vol. 34, núm. 132, pp. 60-71, 2018
Institut Nacional d'Educació Física de Catalunya
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Resumen: Las diferentes líneas de investigación que tratan de entender el comportamiento técnico y táctico del futbolista en la realidad del juego, se caracterizan por dos aspectos básicos. En primer lugar la evidencia de que la mayor parte del partido el jugador se encuentra sin la posesión de la pelota y, en segundo lugar, que el fútbol es un deporte que exige una constante interpretación táctica. Se trata de un deporte funcionalmente cambiante en cada una de sus acciones, provocando secuencias de juego siempre nuevas y diferentes entre sí. El objetivo del artículo es realizar una propuesta para desglosar el desmarque, uno de los conceptos más importantes para el atacante sin pelota. El desmarque es el concepto que debe permitir la continuidad del juego ofreciendo soluciones al poseedor, estando en condiciones óptimas para poder recibir el pase. El análisis del desmarque se realiza teniendo en cuenta la realidad cambiante en las secuencias de juego, desde el enfoque del modelo didáctico funcional, y a partir de los criterios de interacción que lo estructura Solà (2010): logro del objetivo físico (oposición), armonización técnica (colaboración) y modificación de la secuencia motriz (ataque y defensa). El desmarque se desglosa en dos fases de construcción: fase de acoplamiento y fase de pase.

Palabras clave:desmarquedesmarque,fútbolfútbol,tácticatáctica,modelo didáctico funcionalmodelo didáctico funcional.

Abstract: The lines of research which seek to understand the technical and tactical behavior of football players in game situations have two basic aspects: firstly, the fact that for most of the game a player does not have the ball in their possession, and secondly that football is a sport which calls for constant tactical interpretation. It is a functionally changing sport in each of its actions, always leading to new and different game sequences. The objective of this paper is to break down losing your marker, one of the most important concepts for an attacker not in possession of the ball. Losing your marker should bring continuity to play by providing the player who is in possession of the ball with options since the other player is ideally placed to receive the pass. Losing your marker is examined taking into account the changing situation of the game sequences using a functional teaching model approach and based on the interaction criteria which structure it (Solà, 2010): achievement of the physical objective (opposition), technical harmonization (collaboration) and modification of the motor sequence (attack and defense). Losing your marker is broken down into two construction phases: coupling phase and pass phase.

Keywords: losing your marker, football, tactics, functional teaching model.

Carátula del artículo

Pedagogía deportiva

Análisis funcional del desmarque en el fútbol

Functional Analysis of Losing your Marker in Football

TONI DÍAZ LOSQUIÑOa
Universidad Ramon Llull, España
JOSEP SOLÀ SANTESMASESb
Universidad Ramon Llull, España
Apunts Educación Física y Deportes, vol. 34, núm. 132, pp. 60-71, 2018
Institut Nacional d'Educació Física de Catalunya

Recepción: 28 Noviembre 2016

Aprobación: 06 Julio 2017

Introducción

La táctica deportiva “es un saber de oposición entre sujetos que utilizan secuencias de movimiento en ataque y en defensa encaminadas al logro de un objetivo físico final” (Solà, 2005a, p. 35). El jugador debe saber interpretar los parámetros de interacción: armonización técnica (colaboración) y modificación de la secuencia motriz (ataque y defensa), y como estos se condicionan entre sí durante las situaciones de juego y desarrollo de secuencias, en la lucha para lograr el objetivo físico final (en este caso, conseguir la correcta recepción de la pelota).

Las diferentes líneas de investigación para el análisis del rendimiento técnico y táctico del futbolista ayudan a mejorar la comprensión del juego. Los equipos ganadores tienen mayor posesión de la pelota (Casáis, Lago, Lago, Iglesias, & Gómez, 2011; Lago-Peñas & Dellal, 2010; Lago, Martín, & Seirul·lo, 2007), aunque también se observa que la posesión varía en base al resultado y el nivel del rival (Lago, Casáis, Domínguez, Martín, & Seirul·lo, 2010). Un gran número de goles tiene lugar tras el intercambio en la posesión de la pelota (Castellano, Perea, & Álvarez, 2009), en la mayoría de las ocasiones, provocada por la acumulación de acciones técnicas por parte del poseedor (Lapresa, Arana, Garzón, Egüen, & Amatria, 2010), aunque también se debe tener en cuenta que hay zonas en las cuales, tras la recuperación de la posesión la probabilidad de hacer gol es más elevada (Fernández Ponce & Pino Ortega 2003).

Se han realizado diferentes pruebas para valorar los movimientos básicos de táctica colectiva (Grehaigne, Godbout, & Bouthier, 1997; Oslin, Mitchell, & Griffin, 1998) e incluso se ha tratado de obtener información sobre la toma de decisiones de los futbolistas (González, García, Pastor, & Contreras 2011). La bibliografía nos presenta también algunas pruebas que tratan de evaluar los conceptos en base a una visión más global sobre el juego (Costa, Garganta, Greco, Mesquita, & Maia 2011).

Desde los autores considerados como los precursores en la pedagogía moderna, para la enseñanza de los deportes colectivos, Bunker y Thorpe (1982, citado en Kirk & McPhail, 2002), con su propuesta de Teaching Games for Understanding, se han desarrollado diferentes modelos pedagógicos bajo su influencia (Valero 2005; López & Castejón, 2005). En esta línea de pedagogía táctica, el análisis del desmarque se realiza en base al modelo didáctico funcional (Solà, 2010). El modelo propone tres convenciones de interacción. En primer lugar, la armonización técnica que define como los jugadores de un mismo equipo acoplan los movimientos y acciones, sincronizándose todos y cada uno de ellos en base al objetivo colectivo. La segunda, denominada la modificación de la secuencia motriz, significa la interacción que se produce entre los jugadores de diferentes equipos en ataque y defensa. Esta segunda convención es la más importante en deportes como el fútbol y permite diferenciar deportes tácticos de los que no lo son. Estas convenciones, que se establecen durante el desarrollo del juego, se ven condicionadas por los objetivos, tercera y última convención, que se quieren conseguir.

Según el Modelo Didáctico Funcional (Solà, 2010), los movimientos básicos de táctica colectiva (MBTC) son todos y cada uno de los componentes que conforman la táctica global de un sistema de juego. El contexto se considera crucial para la comprensión y desarrollo de juego (Read & Devis, 1990), debiendo seleccionar la respuesta adecuada en función de sus exigencias cambiantes e interactivas (Aguilar & Suárez, 2007, citado en García, Rodríguez, & Garzón, 2011).

El desmarque es un movimiento básico de táctica colectiva. Entender su funcionalidad y globalidad debe ayudar al jugador a adaptar sus acciones a la realidad del juego, basándose en la estructura y modelo de juego organizativo planteado.

Los roles del juego y el concepto de desmarque

Encontrarse un mayor porcentaje del partido en fase de ataque parece ser un dato significativo para poder ganar un partido Blommfield, Polman & O’Donoghue (2005, citado en Lago et al., 2007). Teniendo en cuenta que la mayor importancia recala en aquellos jugadores que se encuentran sin la posesión de la pelota (Costa et al., 2011; Oslin et al., 1998), debido a que el jugador pasa tan solo un 2% de la globalidad del juego con la posesión de la pelota en su poder (Silva, Sánchez Bañuelos, Garganta, & Anguera, 2005). Centrarse en el estudio de las fases del partido en las cuales se está sin la posesión de la pelota es altamente significativo para la comprensión del fútbol. Si a estos datos sumamos que el 20% de las acciones del juego acaban con un tiro a portería (Ardá & Anguera, 2000), centrarse en el 80% restante debería ser la base de la formación del jugador. El desmarque engloba a los jugadores que se encuentran sin la posesión de la pelota y en un gran porcentaje del juego. Aportar información científica sobre el desmarque, a la escasa encontrada, debe ayudar a comprender el juego del concepto a la totalidad y es que, la cantidad de jugadores existentes en un partido de fútbol hace que las relaciones entre ellos aumente el grado de incertidumbre.

El concepto de desmarque se puede asemejar al expuesto por Castelo (1999) cuando habla de desplazamientos ofensivos. El desmarque es el concepto ofensivo que permite al atacante sin pelota liberarse del defensor inmediato, tratando de minimizar el éxito de la acción defensiva y obtener ventajas espacio-temporales, ofreciendo soluciones al poseedor. Desmarcarse implica interpretar todos los movimientos que se están produciendo en el terreno de juego, con el objetivo de estar en situación óptima de recibir la pelota y preparado para la siguiente acción. Todos y cada uno de los jugadores se desmarcan pero solo uno será el receptor final. En la tabla 1, a partir de la interesante clasificación expuesta por Martín & Lago (2005), se exponen los roles de juego. Hay que tener en cuenta que estos variarán durante el desarrollo de las secuencias y que son una referencia inicial.

Tabla 1
Representación de la interacción de los roles del juego en el fútbol

Los roles del juego deben permitir conocer las relaciones que se establecen entre cada uno de los jugadores, ya que la lógica del juego obliga a la participación inteligente en las relaciones con otros jugadores (Alonso et al., 2011, citado en Duran, Lavega, Planas, Muñoz, & Pubill, 2014).

Interpretación táctica del desmarque

Debido a la influencia recíproca, durante el desarrollo del juego, entre los individuos Solà (2005b), lo más importante se encuentra en el momento de resolver el desorden producido en las situaciones de juego, fruto del enfrentamiento de los objetivos Silva & Scaglia (2007) y es que el éxito de la estrategia colectiva irá en función de la competencia individual del jugador (Daiuto, 1988; López Ros, 2011, citado en Muñoz, Serena, Daza, & Hileno, 2015).

Para el análisis, el desmarque se desglosa en fase de acoplamiento y fase de pase. El motivo que lleva a la segregación del concepto en dos es para realizar una propuesta más exhaustiva y porque, durante el pase, los jugadores siguen adaptando nuevos posicionamientos en el terreno de juego respecto al movimiento de la pelota. En la tabla 2se expone la interacción táctica del desmarque. En ella se muestran los objetivos que debe tener en cuenta el jugador que se desmarca en base a las interacciones motrices con otros jugadores.

Tabla 2
Interacción táctica del desmarque para el atacante sin pelota receptor (AsPR)

En las dos fases expuestas, el jugador que se desmarca deberá interpretar las diferentes interacciones que se producen a nivel de colaboración y en función de la dialéctica ataque-defensa, teniendo en cuenta que los objetivos tácticos se enfrentan de manera sincrónica.

Se han revisado otras propuestas, como Castelo (1999), en la que se exponen otros objetivos como equilibrar líneas u ocupar, crear y utilizar de forma eficiente los espacios y otros estudios, donde se exponen objetivos generales del ataque (Gréhaigne, Godbout, & Zerai, 2011).

Fase de acoplamiento

En esta fase no se conoce el receptor, puesto que todos los atacantes podrían serlo. Esto lleva a determinarla con una incertidumbre infinita. Teniendo en cuenta que el juego es interpretativo y se producen desequilibrios (González et al., 2011), la generación de movimientos en la búsqueda constante de nuevas opciones de pase, puede provocar desajustes en la organización estructural del juego, en concordancia con Roca (1998), y ajuste entre jugadores dentro del entorno competitivo. Las interacciones a analizar son la armonización técnica (colaboración) y la modificación de la secuencia motriz (ataque y defensa).

En la fase de acoplamiento, el jugador que se desmarca debe reflexionar constantemente sobre el dónde, cuándo, cómo y por qué. En cuanto al “dónde”, quiere decir cuál es el espacio diana sobre el que quiere actuar en un futuro a corto plazo. En relación al “cuándo”, se debe plantear entorno al momento idóneo para empezar los movimientos. Cuando habla del “cómo”, se refiere al conjunto de movimientos o, siguiendo a Solà (2010), trayectorias que realizará durante la carrera. Y en relación con el “por qué”, se refiere a los motivos que le llevan a realizar ese movimiento en concreto, teniendo en cuenta la situación de juego y la evolución de la misma. Todas y cada una de las preguntas están respondidas en base a las interacciones motrices que se están produciendo durante la secuencia del juego.

La armonización técnica

En la fase de acoplamiento, la interacción entre atacantes debe ser coordinada y fluida, con el fin de poder crear líneas de pase o mantener las creadas, adaptar líneas de pase, generar y aprovechar espacios y/o generar superioridad numérica.

A la hora de interactuar con otros atacantes sin pelota, el primer objetivo es ser capaces de acoplar las líneas de pase interpretando los movimientos de estos y las zonas que ocupan, evitando interferirse entre sí. El segundo es generar espacios para que algún otro compañero los pueda ocupar, o simplemente salir de una zona de aglomeración de jugadores. El tercer objetivo, relacionado con el anterior, es aprovechar el espacio generado, tratando de obtener ventajas o bien ocupar nuevas zonas del terreno de juego. El último es acumular jugadores generando situaciones de superioridad o igualdad numérica.

En la interacción con el poseedor, los objetivos establecidos son: generar líneas de pase al poseedor ofreciéndole suficientes soluciones en el juego, y el segundo es mantener las líneas de pase generadas, dándole continuidad a la acción previa.

Modificación de la secuencia motrizModificación de la secuencia motriz

La interacción que se produce en el terreno de juego en la lucha por el espacio y lograr desmarcarse, se enriquece en el momento en el que se produce la relación con objetivos opuestos: ataque y defensa. La interacción con los defensores se realiza en base a tres roles que aparecen en el juego.


Figura 1
Movimientos del atacante para lograr objetivos respecto al DAsPR

El primer rol a analizar es respecto al par defensor representado en la figura 1(nº 2 negro). El primer objetivo es ajustar el posicionamiento, consiguiendo ventajas a nivel espacial y temporal, para ser un posible receptor óptimo. El segundo objetivo es generar atención tratando que el defensor inmediato fije su marca, evitando posibles ayudas a otros defensores.

El siguiente rol a analizar es respecto a defensores no inmediatos con posibilidad de interacción. Es importante recalcar la posibilidad de interacción ya que, en ocasiones, con los jugadores que se encuentran en una tercera línea de pase es difícil interactuar. El primer objetivo es ajustar el posicionamiento a partir de los movimientos de marcaje que realiza este, en base a la información obtenida, sobre las zonas que ocupa y su actuación en la marca respecto al compañero; ángulo posicional respecto al juego. El segundo objetivo es generar atención tratando de minimizar la posible acción defensiva sobre otro atacante. (Fig. 2)


Figura 2
Acoplamiento de desmarque en interacción ataque y defensa

Tabla 3
Objetivos del atacante nº 9 en base a criterios de interacción táctica del desmarque


Figura 3
Movimiento para generar atención sobre el defensor par del atacante con pelota

En la tabla 3 se especifican los objetivos en base a la interacción del jugador número 9, respecto al resto de jugadores con los que interviene en la figura 2.

El último rol a analizar de esta fase es respecto al defensor del atacante con pelota. El objetivo es generar atención sobre este, tratando de liberar la defensa activa sobre el poseedor.

En la figura 3, el atacante nº 3 realiza un movimiento con el que intenta liberar del emparejamiento producido entre atacante-defensor (11-2).

Como se ha podido ver en el análisis expuesto de esta interacción, los objetivos de los atacantes se han producido tratando de acoplarlos a los defensores, muy en concordancia con lo expuesto por Gréhaigne, Godbout y Zerai (2011, citado en Castellano, Álvarez-Pastor, & Blanco-Villaseñor, 2013), cuando explican la necesidad de intentar generar incertidumbre y desequilibrar al equipo adversario sin posesión del balón.

Fase de pase

El pase es el elemento que más se produce en el juego (Silva et al., 2005). Hay que diferenciar entre si el atacante es receptor o no. Que el atacante no sea receptor, no implica que no se haya desmarcado. Esta fase se caracteriza por conocer al receptor, cuya idoneidad de la situación pasa por haber generado las mejores condiciones posibles para ello. El pase es un aspecto técnico, y como tal, el resultado de la ejecución no es siempre el deseado. El éxito o no de la acción de desmarque dependerá de la capacidad de readaptar los movimientos en base a la realidad que se produzca. Es importante interpretar la trayectoria de la pelota. A mayor distancia de pase, mayor interpretación de trayectorias.

Armonización técnica

El objetivo final de la acción del desmarque, para el receptor, es recibir la pelota. La interacción, respecto a compañeros del propio equipo, se ve resentida en esta fase, aunque sigue estando presente. El objetivo de esta fase es ajustar el posicionamiento, en cuanto a ángulos, orientación y distancias, estando siempre en disposición de jugar con la mayor brevedad en la siguiente acción, tras el control de la pelota, e incluso aprovechando espacios que se pueden generar con los movimientos de los atacantes no receptores. Tal y como afirma Wein (1995, citado en González, Gutiérrez, Pastor, & Fernández, 2007) saber posicionarse en el campo según la situación de juego, en función de la próxima acción.

El atacante no receptor volverá a la fase de acoplamiento, debiendo actuar en base a las interrelaciones de colaboración, y ataque y defensa. A estas se le suma el saber interpretar la trayectoria de la pelota, reajustando el posicionamiento ante la posible recepción, interceptación o pérdida de la posesión.

En esta fase no se contempla relación con el atacante con pelota. Al realizar el pase, su rol ha cambiado de atacante con pelota a atacante sin pelota, debiendo alcanzar los mismos objetivos que cualquier otro atacante.

Modificación de la secuencia motriz

La interacción se reduce, a excepción de ayudas entre defensores, prácticamente al uno contra uno. Hay que tener en cuenta que tras el pase, los objetivos de la defensa, pueden llevar a encontrarse en una situación diferente de la inicial. Por ejemplo, que el receptor, inicialmente emparejado, pase a no estarlo o a estarlo con más de un defensor. También puede suceder que pase de estar inicialmente desemparejado a encontrarse emparejado con uno o más defensores. En este último caso se debería obviar el desmarque, ya que no aparecería como concepto, porque no necesita deshacerse de una marca inicial, pero siguiendo a Castelo (1999), se puede entender como desplazamientos ofensivos.

Los roles que intervienen en esta fase respecto al receptor son dos. El primer rol a analizar es respecto a la defensa inmediata. El primer objetivo que aparece es proteger la zona de recepción, utilizando su cuerpo evitando que el defensor anticipe a la jugada o intercepte, para recibir el pase. El siguiente objetivo es ajustar el posicionamiento en base a ángulos, distancias y orientación, obteniendo o manteniendo ventajas espaciales y temporales inicialmente logradas.

El siguiente rol a analizar es respecto a defensores no inmediatos. Al igual que lo planteado con el anterior rol, también modifican su conducta desde el momento que se realiza el pase. El objetivo es, al igual que sucede en la fase anterior, ajustar el posicionamiento a partir de los movimientos de marcaje que realiza este. Esta información es válida sabiendo que deberá variar su posición para, en el momento de recepción, poder jugar con la mayor fluidez y eficiencia posible.

La figura 4 representa una situación en la que el jugador defensor nº 6, realiza una ayuda defensiva al jugador defensor nº 2, generando una situación de 1x2 (11 vs. 2+6). En la tabla 4 se desglosa la interacción para el AsPR (nº 11).


Figura 4
Representación de fase de pase e hipotéticos movimientos de ataque y defensa

Tabla 4
Interacción del AsPR en la fase de pase en función de lafigura 4

El jugador número 11 debe interactuar, siguiendo todos los criterios expuestos en el presente apartado, con los jugadores que se encuentran en su radio de influencia. Debe actuar consecuentemente con cada uno de los roles que se ve influenciado, dominando espacio tiempo de la secuencia, siempre en beneficio de la siguiente acción.

Conclusiones

La inestabilidad que presenta el fútbol provoca diferentes situaciones y secuencias de juego, aunque con similitudes entre sí. La base del juego es la interpretación de las diferentes variables de interacción entre ataque y defensa, la colaboración de los compañeros y el logro del objetivo.

En este artículo se ha propuesto el desglose del desmarque para, en posteriores investigaciones, valorar la realidad del juego. El desglose debe dar lugar a la construcción de indicadores que permitan evaluar el rendimiento. Las interacciones, que se producen en el juego, provocan inputs sobre el jugador que deberá resolver siempre en beneficio del colectivo. Son muchos los aspectos que influyen en la acción, son diferentes los factores que determinan la toma de decisión y esto, es de lo que se debería ocupar la investigación científica. Por este motivo entender la lógica interna del desmarque es una parte muy importante.

Los diferentes métodos de evaluación diseñados para el fútbol y deportes colectivos permiten obtener información global del comportamiento del jugador y del comportamiento del conjunto. La reflexión extraída de ellas es su validez cuantitativa, para seguir ahondando en la investigación e innovación deportiva, pero existe escasez de investigación cualitativa. La información cualitativa debe aportar información del “cómo” jugar correctamente al fútbol pudiendo establecerse criterios metodológicos. Hay que tener en cuenta que la calidad de la enseñanza recalará en reflexiones en torno al “qué”, “cómo”, “dónde”, “cuándo”, “por qué” y para qué realiza el jugador una serie de acciones tecnicotácticas, en base a la realidad que se le presenta en el contexto cambiante del juego.

Dominar el concepto significa dominar el juego. Este es el enfoque coherente que se persigue y el objetivo de futuras investigaciones basándose en lo que se ha expuesto en este artículo.

Material suplementario
Información adicional

Conflicto de intereses: Las autorías no han comunicado ningún conflicto de intereses.

Referencias
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Notas
Notas de autor
a Grupo de Investigación en Salud, Actividad Física y Deporte (SAFE). Universidad Ramon Llull, Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna (España)
b Grupo de Investigación en Salud, Actividad Física y Deporte (SAFE). Universidad Ramon Llull, Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna (España)
Tabla 1
Representación de la interacción de los roles del juego en el fútbol

Tabla 2
Interacción táctica del desmarque para el atacante sin pelota receptor (AsPR)


Figura 1
Movimientos del atacante para lograr objetivos respecto al DAsPR

Figura 2
Acoplamiento de desmarque en interacción ataque y defensa
Tabla 3
Objetivos del atacante nº 9 en base a criterios de interacción táctica del desmarque


Figura 3
Movimiento para generar atención sobre el defensor par del atacante con pelota

Figura 4
Representación de fase de pase e hipotéticos movimientos de ataque y defensa
Tabla 4
Interacción del AsPR en la fase de pase en función de lafigura 4

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