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Promoción de la salud y prescripción de ejercicio físico desde centros de atención primaria. Justificación y diseño del Programa CAMINEM (Andemos)
Health Promotion and Exercise Prescription in Primary Health-Care Settings – Rationale and Design of the CAMINEM Program (Let’s Walk)
Apunts Educación Física y Deportes, vol. 33, núm. 130, pp. 40-57, 2017
Institut Nacional d'Educació Física de Catalunya

Actividad física y salud


Recepción: 21/01/2016

Aprobación: 29/07/2016

DOI: https://doi.org/10.5672/apunts.2014-0983.es.(2017/4).130.04

Financiamiento

Fuente: Secretaría General del Deporte y del Departamento de Innovación, Universidades y Empresa

Beneficiario: Promoción de la salud y prescripción de ejercicio físico desde centros de atención primaria. Justificación y diseño del Programa CAMINEM (Andemos)

Resumen: La actividad física regular conlleva muchos beneficios para la salud, pero los aspectos técnicos y organizativos de las intervenciones centradas en la mejora de actividad física saludable son raramente difundidas. El objetivo de este trabajo es justificar y describir los protocolos del Programa CAMINEM (andemos). Este estudio pragmático de prescripción de ejercicio físico desde centros de atención primaria valora su aplicabilidad, una intervención más intensiva que el mero consejo sobre actividad física, basado en los principios del entrenamiento deportivo y en el marco de las cinco “as”, 5As (en inglés), de promoción de la salud. La aplicabilidad se evaluará mediante el marco RE-AIM, que contempla variables a nivel individual y de centro (representatividad y alcance, eficacia o efectividad, adopción, implementación y mantenimiento). Pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles que visiten su centro de atención primaria podrán participar en el programa de ejercicio aeróbico de intensidad moderada durante 12 meses, asesorados por especialistas en ejercicio físico. CAMINEM podría servir como ejemplo de un programa de ejercicio físico con evidencia basada en la práctica, llevado a cabo en un contexto real, además de poder comparar sus resultados con otras intervenciones. El equipo interdisciplinario y los protocolos detallados de la intervención son las piedras angulares que pueden servir para llevar a cabo este programa en otros contextos.

Palabras clave: actividad física, HEPA, RE-AIM, investigación basada en la comunidad, aplicabilidad, adherencia.

Abstract: Regular physical activity has many public health benefits, but technical and organizational aspects of interventions focused on health-enhancing physical activity are seldom disseminated. Our aim is to describe CAMINEM (Let’s Walk) Program study rationale and protocol. This pragmatic study on exercise prescription in primary health-care settings assesses the feasibility of the CAMINEM as a more intensive intervention than physical activity advice-only. It relies on the exercise training principles and the 5As framework for health promotion. Feasibility will be measured using the RE-AIM framework, which targets outcomes at individual and setting level (Reach, Effectiveness/Efficacy, Adoption, Implementation, and Maintenance). Patients affected by non-communicable chronic diseases attending their primary health care team will be invited to participate in a 12-month home-based moderate-intensity aerobic exercise program, counselled by an exercise physiologist. The CAMINEM study could be used as an example of practice-based evidence of exercise prescription in real settings and its outcomes compared with other interventions. Interdisciplinary teamwork and detailed procedures of the intervention are the keystones for its design to be developed in a real context.

Keywords: physical activity, HEPA, RE-AIM, community-based research, feasibility study, adherence.

Introducción

La inactividad física se ha identificado como el cuarto factor de riesgo de mortalidad para todas las causas (Organización Mundial de la Salud, 2010). La investigación científica reconoce el rol de la actividad física (AF) y el ejercicio físico (EF) en la prevención y tratamiento de algunas patologías cardiovasculares, respiratorias, metabólicas, del aparato locomotor como también en el control del peso, en la salud mental y en algunos cánceres (American College of Sports Medicine, 2010; Pedersen & Salten, 2006). Incluso niveles bajos de AF pueden reducir niveles de morbilidad, mortalidad y alargar la esperanza de vida (Wen et al., 2011). La promoción de AF ya consta en guías clínicas, incluyendo las no específicas de AF (Weiler, Feldschreiber, & Stamatakis, 2011).

Existen programas nacionales de promoción de AF por parte de equipos de proveedores de salud (Aittasalo, Miilunpalo, Kukkonen-Harjula, & Pasanen, 2006; Kallings, Leijon, Hellénius, & Ståhle, 2008; Swinburn, Walter, Arroll, Tilyard, & Russell, 1998). El Plan de actividad física, deporte y salud (PAFES) de la Generalidad de Cataluña (2007) sigue las recomendaciones de la OMS (2004) como también de los gobiernos catalán y español (Agencia Española de Seguridad Alimenticia y Nutrición, 2005; Generalidad de Cataluña, 2006). La promoción de AF para la salud contempla los centros de atención primaria (CAP) como espacios relevantes porque llegan a un elevado número de personas y, sobre todo, a personas inactivas y que pueden beneficiarse todavía más del programa (Aittasalo, 2008a). En España cerca del 87% de la población asiste a una consulta médica en su CAP al menos una vez al año (Ministerio de Sanidad y Consumo, 2006).

Hace falta que los equipos de profesionales desarrollen un trabajo sistemático para alcanzar un cambio de hábitos en los usuarios, como puede ser dejar el sedentarismo (Laitakari & Miilunpalo, 1998). Promover la AF y prescribir un programa de ejercicio físico individualizado (PEFI) por escrito se ha demostrado aplicable tanto por equipos clínicos como por pacientes de centros de salud (Aittasalo, 2008a; Leijon, 2009; J. B. Sørensen, Skovgaard, & Puggaard, 2006). Aun así las intervenciones que se pueden llevar a cabo en el estado español centradas en la promoción de AF raramente se publican. Un estudio catalán mostró que los médicos especialistas en medicina familiar y comunitaria raramente consideraban la promoción de AF como prioridad durante las visitas de 5 minutos con los pacientes (Puig-Ribera, McKenna, & Riddoch, 2005). Las limitaciones de tiempo, entre otros motivos, para no promover AF coinciden con los resultados reflejados en otros países (Aittasalo et al., 2006; Calfas et al., 1996; McKenna, Naylor, & McDowell, 1998; Petrella & Wight, 2000).

La aplicabilidad de diferentes intervenciones no tiene porque ser universal debido a diferencias culturales y estructurales de gestión. Los marcos políticos y legislativos difieren entre estados e, incluso, entre regiones de un mismo estado (como por ejemplo en España). El marco de evaluación RE-AIM (representatividad y alcance, eficacia o efectividad, adopción, implementación y mantenimiento) (Estabrooks & Gyurcsik, 2003; Glasgow, Vogt, & Bolas, 1999) surgió para estimar el impacto que tienen las intervenciones en salud pública, y se considera válido para evaluar la aplicabilidad de intervenciones de AF en el ámbito comunitario, como pueden ser los CAP (Estabrooks & Gyurcsik, 2003; Fortier et al., 2007; Gaglio, Shoup, & Glasgow, 2013; Paez et al., 2014). Últimamente se pueden encontrar intervenciones clínicas desarrolladas en algún CAP del estado español (Garcia-Ortiz et al., 2010; Giné- Garriga et al., 2013; Grandes, Sanchez, Montoya, Ortega Sanchez-Pinilla, & Torcal, 2011; Gusi, Reyes, Gonzalez- Guerrero, Herrera, & Garcia, 2008; Martin-Borras et al., 2014; Pardo et al., 2014; Serra-Paya et al., 2013), pero ninguno de ellos evalúa su aplicabilidad (validez externa), entendida como el punto en que una intervención se podría implementar en un contexto concreto más allá del diseño experimental (Wang, Moss, & Hiller, 2006).

Andar como actividad, o sea seguir un PEFI, se considera adecuado por razones como las siguientes:

Este estudio pragmático (en un contexto real) pretende dotar de herramientas evaluadas objetivamente a los profesionales para animarles a prescribir un PEFI para combatir algunas de las patologías crónicas no transmisibles más prevalentes. El objetivo de este artículo es detallar los procedimientos para desarrollar el Programa CAMINEM: una intervención interdisciplinaria de prescripción de ejercicio físico durante 12 meses en dos áreas socialmente desfavorecidas, y evaluar su aplicabilidad. Esta se evaluará atendiendo al marco RE- AIM, que incluye cinco dimensiones: 1) Alcance de la intervención (número de participantes del programa; 2) Efectos de la intervención (variables clínicas, calidad de vida, demanda asistencial); 3) Adopción (número de profesionales que utilizan el programa); 4) Implementación (retención, cumplimiento y adherencia de los participantes), y 5) Mantenimiento (derivaciones que realizan los profesionales una vez finalizada la intervención).

Materiales y métodos

La intervención pretende ser sostenible y basada en la práctica clínica habitual de los profesionales de atención primaria. Consiste en prescribir un PEFI orientado a la salud durante las visitas rutinarias de los pacientes en el CAP, con la inclusión de un titulado universitario en ciencias de la actividad física y del deporte (TUCAFDE). Este estudio se determina siguiendo las directrices sugeridas por Glasgow et al. (2013): (a) las variables a estudiar tienen que ser importantes tanto para los equipos clínicos como para los pacientes; (b) la investigación se debe desarrollarse en centros parecidos a la práctica clínica; (c) los criterios de exclusión deben ser pocos, y (d) los resultados se tienen que comparar con alternativas del mundo real, como puede ser la práctica clínica estándar. El asesoramiento cara a cara se basa en los principios de entrenamiento deportivo (García Manso, Navarro Valdivieso, & Ruiz Caballero, 1996; Harre, 1987) y en el marco de las 5As de educación para la salud (Aittasalo et al., 2006; Estabrooks & Glasgow, 2006; Fortier et al., 2007), cuyos componentes no difieren sustancialmente de algunos de los principios de entrenamiento deportivo. (Tabla 1)

Tabla 1
El constructo 5As y su relación con los principios de entrenamiento deportivo

(Fuente: elaboración propia, basado en Aittasalo, 2008b)

La individualización (p.e., siguiendo los principios de entrenamiento deportivo) y la entrevista motivacional centran la intervención en las necesidades del participante. Aun así, las características del ejercicio prescrito son: aeróbico, continuado, de intensidad moderada, no supervisado y con el volumen de trabajo individualizado, es decir, andar por alguna de las rutas urbanas específicamente diseñadas en el programa (Planas, Peirau, Pujol, & Farreny, 2010). La periodización del ejercicio sigue las guías enfocadas hacia la salud del American College of Sports Medicine y de la Guía de prescripción de ejercicio físico catalana (American College of Sports Medicine, 2010; Departamento de Salud. Generalidad de Cataluña, 2007). Los objetivos durante el periodo de acondicionamiento (hasta los dos primeros meses) son asegurar que los participantes alcancen las recomendaciones para adultos y personas mayores de sumar un mínimo de 150 minutos de AF aeróbica moderada semanales (American College of Sports Medicine, 2011; World Health Organization, 2010). El periodo de mejora (de dos a seis meses) se centra al aumentar el volumen total de ejercicio físico (primero frecuencia y después duración) y mantener la adherencia al programa. Los objetivos del periodo de mantenimiento (a partir de seis meses) serán mantener o aumentar el volumen de ejercicio físico.

El Programa CAMINEM (andemos)

El “Programa CAMINEM. Descubramos Lleida. Anda y haz salud” se centra en la promoción que pueden hacer los profesionales de atención primaria e incluye un conjunto de herramientas para poder preparar un PEFI. El año 2004 se diseñaron, en primer lugar, unos circuitos que facilitaron aconsejar AF y se testaron un año más tarde (“‘Senders’ al voltant dels CAP per promoure l’exercici físic” [‘Senderos’ cerca de los CAP para promover el ejercicio físico], 2005). La AF recomendada era andar por las rutas saludables en relación con: (a) longitud apropiada, que la distancia requiriera de un mínimo de 30 min a un ritmo de 4-5 km·h–1; (b) seguridad, que hubiera paradas de autobús cerca de la ruta, pavimentos anchos, iluminación apropiada y sin barreras arquitectónicas, y (c) conocidas, que hubiera una CAP como punto de referencia. La correlación entre el tiempo y la distancia (ruta urbana) es el núcleo de la intervención mediante el CAMINEM.

La segunda herramienta del programa fue la elaboración de un PEFI por escrito para entregar al participante y que este le sirviera de diario donde él mismo anotara la ejecución del programa. La tercera herramienta fue un cuestionario para valorar el hábito de AF, el ClassAF (©Manel Gonzàlez Peris), recomendado en la Guia PEFS para ser utilizado en la práctica clínica (Departamento de Salud. Generalidad de Cataluña, 2007). El ClassAF puede valorar el hábito de AF en menos de 5 minutos, lo que puede ser interesante para desarrollar estudios en contextos reales (Swinburn et al., 1998).

A los participantes se les indica seguir las rutas urbanas andando a un ritmo elevado pero por debajo de lo que se considera como intensidad elevada, controlada con el test del habla, un indicador de intensidad de ejercicio aeróbico relacionado con el umbral aeróbico (American College of Sports Medicine, 2011). Andar por las rutas específicas controlando el tiempo requerido asegura la monitorización de uno de los componentes del ejercicio: intensidad. Mantener una distancia constante variando el tiempo conlleva cambios en la intensidad. Lo contrario también es posible: la intensidad puede variar, puede cambiarse la distancia a andar y mantener el tiempo constante.

Centros y participantes

Se seleccionaron dos CAP situados en barrios socialmente desfavorecidos donde trabajaban los médicos de atención primaria que formaban parte de la coordinación del programa. Esta selección no aleatorizada se debe al hecho de que la administración pública ya tiene como objetivo promover intervenciones en determinados barrios (Departamento de Salud. Generalidad de Cataluña, 2009). Los criterios de inclusión para la participación de los profesionales eran trabajar en uno de los dos CAP integrado en un equipo de atención primaria (EAP). Los EAP están formados por un médico especialista en medicina familiar y comunitaria y por un profesional de enfermería.

La técnica de muestreo de los pacientes participantes era de casos sucesivos: se escogieron mayores de edad que visitaban su EAP. Aunque no había unos criterios de inclusión fijos, los profesionales se centraban en pacientes con patologías susceptibles de mejora mediante el ejercicio físico, es decir, sobrepeso/obesidad, hipertensión, diabetes mellitus, dislipemia, dolor musculoesquelético, patologías respiratorias y problemas leves de salud mental. Los criterios de exclusión eran padecer de patología cardiovascular, hipertensión o diabetes insulinodependiente no controladas, o bien de otras condiciones determinadas ya sea para el EAP o por el TUCAFDE que recomienden la no participación en un programa basado en andar.

Comunicación interdisciplinaria

El grupo coordinador de la intervención lo formaban tres médicos (dos especialistas en medicina familiar y comunitaria y uno en medicina de la educación física y el deporte), dos enfermeras de comunitaria y un/a especialista en ejercicio físico, TUCAFDE, que trabajaba en una consulta al lado de los profesionales sanitarios. Todos los profesionales de los EAP recibían un taller de formación de una hora sobre los procedimientos. Así mismo, el TUCAFDE enviaba informes periódicos a los EAP con información sobre el seguimiento del PEFI como también de los efectos secundarios, motivos contrarios a realizar esta práctica, o motivos de abandono.

Recursos materiales y humanos

Los TUCAFDE disponían de una consulta del CAP donde el acceso a los informes médicos y otra información era confidencial. La intervención no incluía ninguna valoración de la condición física ni de monitorización objetiva de la práctica de ejercicio físico, de esta forma solo se necesita material de oficina para la recogida de datos y derivaciones de los participantes. El TUCAFDE visitaba a los participantes en cada CAP durante 3,5 h semanales y dirigía caminatas grupales de 1 h una vez al mes. La intervención del CAMINEM formaba parte de la promoción de la salud que los profesionales de los CAP ejecutan habitualmente. Así, el TUCAFDE solo necesitaba 8 h semanales por realizar la tarea y no se añadía trabajo suplementario a los profesionales sanitarios en su práctica clínica diaria.

Protocolo de derivación

Los EAP podían derivar un paciente después de su visita habitual. Las derivaciones podían también provenir puntualmente de otros profesionales (como comadronas) o bien directamente por interés del propio paciente después de la aceptación de su médico, tal como sucede en otros programas (Isaacs et al., 2007; Jolly et al., 2009). Una vez el participante aceptaba verbalmente su participación, el profesional sanitario le entregaba un volante de derivación dirigido al TUCAFDE y le enviaba un correo electrónico con los datos de contacto del paciente. Entonces registraba la derivación en la historia clínica y, cuando se podía, lo relacionaba con el programa de prescripción de ejercicio físico que desde hace tiempo se lleva a cabo en todo el territorio catalán (PAFES) (Generalidad de Cataluña, 2007). Finalmente el profesional sanitario comprobaba que se dispusiera de los datos clínicos siguientes: altura, peso, perímetro de cintura, frecuencia cardíaca en reposo, tensión arterial y resultados de una analítica sanguínea con una antigüedad inferior a seis meses. En caso de que no se dispusiera de estos datos se implementaban los mecanismos para su recogida. Estos parámetros se controlan regularmente en la práctica clínica en Cataluña (Departamento de Salud. Generalidad de Cataluña, 2009).

Protocolo de la primera visita al TUCAFDE

La primera visita duraba 30 min y consistía en una entrevista individual al candidato realizada por el TUCAFDE para remarcar la implicación del profesional sanitario en la recomendación de seguir el programa CAMINEM recordando los beneficios potenciales para su condición médica.

El TUCAFDE confirmaba la elegibilidad del participante para seguir el CAMINEM a partir del volante de derivación y, en caso afirmativo, le entregaba el consentimiento informado por escrito. En caso de que este rechazara la participación, el TUCAFDE recomendaba mantener un estilo de vida activo y dejaba las puertas abiertas a una participación futura. Los datos personales y clínicas se registraban en una base de datos creada ad hoc (Microsoft® Access 2003). Si el participante manifestaba verbalmente padecer de otras patologías no explícitas en el volante de derivación, se tomaba nota para consultarlo con el miembro del EAP que lo había realizado.

Se valoraban la calidad de vida y el hábito de AF con el cuestionario en catalán SF-12v2 (Vilagut et al., 2008) y con la versión informatizada del ClassAF, respectivamente (©Manel González Peris). El SF-12v2 es el recomendado en la práctica clínica en los CAP de Cataluña (Departamento de Salud. Generalidad de Cataluña, 2009), lo que permitía que los profesionales pudieran utilizar los resultados obtenidos más allá de esta intervención.

A continuación se establecían los objetivos a corto plazo de la prescripción de ejercicio físico y se evitaba que el participante se centrara en variaciones inmediatas de variables como el control del peso. El PEFI resultaba de la negociación y no de una directriz unilateral (Harre, 1987; Patrick et al., 1994), y se definían los componentes del ejercicio físico: tipo, frecuencia, duración e intensidad. El participante recibía un PEFI por escrito, y se registraba una copia en la base de datos informatizada. El PEFI por escrito servía también como diario de práctica para registrar la frecuencia de ejercicio (día), la duración (tiempo al inicio y al final), y la intensidad (reflejar la percepción de fatiga al finalizar el ejercicio marcando con una cruz una línea). Se les invitaba a asistir a una caminata grupal al mes con otros participantes y profesionales, y se les animaba a fin de que quedaran con otros participantes para seguir el programa. Finalmente el TUCAFDE concertaba una nueva cita de seguimiento a las tres semanas. (Tabla 2)

Tabla 2
Relación entre el protocolo de primera visita, el marco 5As y los principios de entrenamiento deportivo

Protocolo de seguimiento

Al cabo de una semana el TUCAFDE mantenía una conversación telefónica de unos 5 min para valorar la ejecución del programa, prevenir posibles intentos de abandono y aconsejar la superación de posibles barreras.

Las visitas de seguimiento eran también entrevistas cara a cara donde el TUCAFDE y el participante comentaban el PEFI y elaboraban otro. Las visitas de seguimiento hasta el sexto mes duraban 15 min. Las visitas del sexto y noveno mes, además, incluían la recogida de datos clínicos y de calidad de vida. La intervención completa para los participantes que se adhieran al CAMINEM dura 12 meses, pero se puede alargar si hay interrupciones (por ejemplo, en el caso de que el participante no asista a las visitas durante tres meses la intervención empieza de nuevo).

El TUCAFDE y el participante comentaban el PEFI ejecutado para evaluar brevemente posibles barreras, efectos secundarios o aspectos motivacionales. Después se archivaba en la base de datos para un posterior análisis. Cualquier incidencia se trataba positivamente y la conversación remarcaba cualquier mejora hecha por el participante, por pequeña que fuera. En caso de que la ejecución de la EF registrada en el diario no fuera la recomendada se decidían los cambios tal como refleja la tabla 3. Se acordaba un nuevo PEFI a partir del registro hecho por el participante con el objetivo de aumentar gradualmente la carga de entrenamiento. Aun así, se consideraba que el aspecto más importante que se debería mantener es que la ejecución se hiciera a una intensidad moderada, es decir, por debajo del umbral aeróbico. (Tabla 4)

Tabla 3
Comentarios y retroalimentación sobre el ejercicio registrado en el diario

Tabla 4
Criterios de progresión en la prescripción de ejercicio

Si el participante faltaba a las visitas de seguimiento, entonces se le citaba nuevamente Si faltaba tres veces seguidas, o bien no se le podía contactar vía telefónica después de tres intentos, entonces se consideraba que había abandonado. Los motivos de abandono se registraban en la base de datos y se informaba el EAP.

Protocolo de alta

La cita correspondiente al doceavo mes duraba 30 minutos y empezaba como cualquier otra cita de seguimiento, pero terminaba con el alta del participante y el informe respectivo dirigido al EAP. En esta visita, se daba una máxima prioridad a comentar el diario para finalizar con el seguimiento periódico de los PEFI. El TUCAFDE informaba al participante de otros programas de AF o ejercicio físico organizados en la comunidad, fuera de los centros de salud. Finalmente, agradecía su participación a lo largo del año y le animaba a mantener un estilo de vida activo y a registrar su propia práctica de ejercicio físico saludable.

Recogida de datos

Se pretendía que la recogida de datos no generara trabajo añadido a la tarea habitual de los profesionales sanitarios. Los datos basales incluían: fecha de nacimiento, género, motivo de derivación, profesional que derivaba, medicación relevante y otras informaciones que los profesionales consideraban relevantes para la elaboración del PEFI. Se utilizaba el marco RE-AIM (Estabrooks & Gyurcsik, 2003; Glasgow et al., 1999) para evaluar su aplicabilidad. La tabla 5ilustra las variables primarias y secundarias y temporalidad de recogida de datos.

Tabla 5
Variables y temporalidad

Alcance. El índice de participación de los pacientes elegibles, obtenido de la base de datos del proveedor de salud, invitaciones a participar y pacientes que lo rechazan como también el número de pacientes finalmente derivados.

Efectos. Datos clínicos (peso, altura, perímetro de cintura, tensión arterial, frecuencia cardíaca en reposo y componentes bioquímicos extraídos de análisis sanguíneo con datos como glicemia, colesterol total, HDL, LDL, triglicéridos y hemoglobina glicada). Calidad de vida con el SF-12v2 y una pregunta sencilla comparando la percepción subjetiva de bienestar en dos momentos: “¿Cómo consideras que es tu salud en general: mejor, peor o igual que el día que empezaste el Programa CAMINEM?” Los datos sobre demanda asistencial, es decir, el número de visitas al EAP, se obtenían a partir de la base de datos del proveedor de salud y se evaluaban como la media del número de visitas por mes.

Para evaluar los efectos a nivel individual se distribuían los participantes en cuatro grupos a partir de dos variables: (a) hábito de AF basal, después de codificar el resultado del ClassAF en insuficientemente activo (de 0 a 5) o suficientemente activo (6 o mayor), y (b) adherencia a la intervención durante un mínimo de seis meses. Para tratar los datos se utilizaba el software Microsoft® Office Excel 2003 y el PASW Statistics (Release 18.0.0) para todos los análisis. Las variables continúas basales que eran estadísticamente significativas entre los grupos se utilizaban como covariables. Para las variables que siguen una distribución normal se aplicaban análisis de varianza y por otra parte se hacían tests no paramétricos para las variables que no seguían una distribución normal.

Adopción. El índice de participación entre todos los profesionales de los EAP que potencialmente podían participar. El número total se obtenía de la plantilla de cada CAP.

Implementación. Se evaluaba a nivel individual, valorando la adherencia por parte de los participantes, es decir, hasta qué punto los participantes seguían las prescripciones de ejercicio basadas en el Programa CAMINEM. La valoración de la adherencia incluía: (1) días de retención; (2) asistencia a las citas de seguimiento, y (3) el cumplimiento de las prescripciones. Para considerar a un participante adherido hacía falta que la frecuencia de ejercicio fuera, al menos, un 50% de lo que se había acordado, como también que la duración anotada en el diario, el tipo (caminata siguiendo la ruta) y la intensidad siguieran al menos un 50% de lo que se había acordado. El hábito de AF se evaluaba para llevar a cabo un seguimiento del cumplimiento antes y después de la intervención. Se registraban los motivos de abandono que manifestaban las y los participantes. La evaluación realizada el sexto mes era de máxima importancia dado que se considera que la mayoría de abandonos ocurren durante los seis primeros meses una vez se inicia un programa de AF (Robison & Rogers, 1994). Podría ser que un participante lo siguiera más de seis meses pero no necesariamente se hubiera adherido al programa, es decir que no siguiera el PEFI establecido. Por último, se valoraba la seguridad de la intervención teniendo en cuenta el número de efectos secundarios derivados del ejercicio que se comentaban, directamente con el participante o bien con algún profesional.

Mantenimiento. Se valoraban los PEFI elaborados en los CAP después de seis y doce meses, cuando el TUCAFDE ya había terminado toda la fase de intervención de 18 meses.

Resultados y discusión

Posiblemente este estudio sea el primero en evaluar la aplicabilidad de una intervención de prescripción de ejercicio físico llevada a cabo en varios CAP que se base en los principios de entrenamiento deportivo (individualización y progresión de las cargas, entre otros) y en los de la promoción de la salud. En otros estudios previos, las intervenciones realizadas en algún CAP se centraban principalmente en la efectividad o eficacia de intervenciones centradas en la promoción de AF (centradas en reducir sedentarismo más que en la dosis de ejercicio físico), tanto como en el estado español (Garcia-Ortiz et al., 2010; Grandes et al., 2011; Martin-Borras et al., 2014; Pardo et al., 2014), como en otros contextos (Aittasalo, 2008a; Aittasalo et al., 2006; Isaacs et al., 2007; Kallings et al., 2008; Leijon, 2009; Patrick et al., 1994; Smith, Bauman, Bull, Booth, & Harris, 2000; J. Sørensen, Sørensen, Skovgaard, Bredahl, & Puggaard, 2010; J. B. Sørensen et al., 2006; Swinburn et al., 1998; Van Sluijs et al., 2005).

Los resultados de esta investigación permitirán reflejar el impacto sobre la salud pública de este tipo de intervención, realizar el seguimiento objetivo de una prescripción de ejercicio físico individualizada más allá del simple consejo centrado en el hábito de AF, y también servirá para comparar los resultados con otras intervenciones de AF (Aittasalo et al., 2006; Elley, Kerse, Arroll, & Robinson, 2003; Giné-Garriga et al., 2013; Grandes et al., 2011; Isaacs et al., 2007; Leijon et al., 2008; Martin-Borras et al., 2014; Pardo et al., 2014; Smith et al., 2000; J. Sørensen et al., 2010; Van Sluijs et al., 2005).

Personal investigador recomienda obtener evidencia a partir de investigaciones basadas en la práctica en lugar de desarrollar protocolos a partir de estudios basados en evidencia (Green & Glasgow, 2006). Cualquier dirección que los equipos de gestores y de investigadores tomen precisa del establecimiento de puentes entre la investigación y la práctica profesional. El Programa CAMINEM surge de la colaboración entre profesionales en lugar de tratarse de una propuesta vertical planteada por gestores públicos y/o políticos. La adopción del CAMINEM por parte de los profesionales sanitarios es fundamental para implementar intervenciones que se puedan mantener a lo largo del tiempo. Por este motivo, el diseño del Programa CAMINEM responde a algunas de las barreras comentadas por parte de equipos profesionales de la atención primaria catalana (Puig-Ribera et al., 2005), como por ejemplo la falta de claridad en relación con la responsabilidad medicolegal de los profesionales, barrera que también han señalado profesionales británicos (Graham, Dugdill, & Cable, 2005). En el estado español no es clara la carga de responsabilidad en caso de que un participante tenga problemas de salud derivados del cumplimiento de una prescripción de ejercicio físico. Para diseñar este Programa se consultaron especialistas en derecho deportivo y profesionales del mundo del fitness y todos consideraron que esta intervención incluye la elaboración de un PEFI con seguridad siguiendo la normativa actual.

Conclusiones

Aunque se han publicado intervenciones parecidas en las que colaboran TUCAFDE y otros profesionales de la salud tanto en los CAP como fuera de estos, este modelo colaborativo, donde la figura de un TUCAFDE trabaja codo a codo con médicos de familia y profesionales de enfermería es, posiblemente, un modelo pionero en el estado español. Los resultados proveerán información relevante cuyo objetivo será que las políticas públicas y los protocolos hacia la promoción de AF y prescripción de ejercicio físico se adapten a una realidad cambiante, y su aplicabilidad puede interesar a los equipos de gestores de la administración sanitaria y deportiva de Cataluña y otras zonas con un organigrama de administración pública parecida. En cualquier caso, la intervención debe tener en cuenta a los profesionales responsables de la promoción de la salud y del ejercicio físico: médicos, TUCAFDE y profesionales de enfermería, entre otros.

Otras consideraciones

Este estudio ha sido aprobado por el Comité de Ética de Investigaciones Clínicas IDIAP Jordi Gol, Barcelona. Todos los protocolos e intervenciones siguen los principios éticos de la Declaración de Helsinki. El TUCAFDE es miembro del COPLEFC y cuenta con un seguro de responsabilidad civil de acuerdo con lo que dispone la Ley 3/2008, de 23 de abril, del ejercicio de las profesiones del deporte (DOGC núm. 5123, de 2.5.2008).

Los datos sanitarios que se requieren por este estudio son extraídos por personal de la administración sanitaria. Los documentos que contienen información médica se archivan en el CAP.

Agradecimientos

Este estudio se ha realizado con el apoyo de la Secretaría General del Deporte y del Departamento de Innovación, Universidades y Empresa mediante una beca predoctoral. Los autores agradecen las contribuciones especiales del profesor Carles Vallbona del Baylor College of Medicine, Houston TX, y de los colegas de la red HEPA-Europe Minna Aittasalo, Matti Leijon y Lena Kallings, que hicieron aportaciones de aspectos relevantes sobre salud pública. También se agradece su colaboración a los investigadores del INEFC, David Carreras y Francesc Corbi; al deportista y técnica de salud de la Diputación de Lleida, Divina Farreny, por las aportaciones en el diseño del estudio, y a las profesionales de atención primaria Inés Cruz, Mari-Àngels Revés y Dolors Tomás.

Referencias

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Aittasalo, M., Miilunpalo, S., Kukkonen-Harjula, K., & Pasanen, M. (2006). A randomized intervention of physical activity promotion and patient self-monitoring in primary health care. Preventive Medicine, 42(1), 40-46. doi:10.1016/j.ypmed.2005.10.003

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Notas de autor

Correspondencia: Sebastià Mas Alòs (smas@inefc.es)

Información adicional

Conflicto de intereses: Ninguno.



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