Resumen: Se realizó una intervención educativa con el objetivo de contribuir a mejorar el manejo y seguimiento de los pacientes con conducta suicida por los equipos básicos de salud del consejo popular No. 8, pertenecientes al Policlínico Universitario "Asdrúbal López Vázquez" en el periodo enero-diciembre de 2013. De un universo de 30 equipos básicos de salud se seleccionó una muestra de 20 por el método aleatorio simple representado por 20 médicos y 20 enfermeras. Se analizó: conocimientos de factores de riesgos y grupos vulnerables para la conducta suicida, de duración del seguimiento, criterios de alta, redes de apoyo y factores de protección. La información se resumió en tablas de distribución frecuencia. Se mostró desconocimiento de las redes de apoyo y factores de protección. Las acciones de promoción, prevención y seguimiento fueron seleccionadas solamente por el 15 % del personal. Los conocimientos adquiridos después de la intervención en los aspectos tratados fueron satisfactorios para todo el personal.
Palabras clave:intervención educativaintervención educativa,conducta suicidaconducta suicida,manejo de pacientesmanejo de pacientes,prevenciónprevención.
Abstract: An educational intervention was carried out with the aim of contributing to improve the management and follow-up of patients with suicidal behavior by the basic health teams of the popular council No. 8, belonging to the University Polyclinic "Asdrúbal López Vázquez" in the period January-December of 2013. From a universe of 30 basic health teams a sample of 20 was selected by the simple random method represented by 20 doctors and 20 nurses. We analyzed: knowledge of risk factors and vulnerable groups for suicidal behavior, duration of follow-up, discharge criteria, support networks and protection factors. The information was summarized in frequency distribution tables. There was a lack of knowledge about support networks and protection factors. The promotion, prevention and follow-up actions were selected by only 15 % of the staff. The knowledge acquired after the intervention in the aspects dealt with was satisfactory for all staff.
Keywords: educational intervention, suicidal behavior, patient management, prevention.
ARTÍCULOS ORIGINALES
Intervención educativa sobre conducta suicida
Educational intervention on suicidal behavior
Recepción: 07 Diciembre 2016
Aprobación: 03 Marzo 2017
El comportamiento suicida no sólo incluye el suicidio, sino que también los intentos de suicidio que no resultan en muerte del paciente, los impulsos suicidas, las planeaciones suicidas no consumadas y también son incluidos una gran variedad de comportamientos que son perjudiciales para la salud del paciente sin una declaración explícita previa de la intención suicida. La conducta suicida debe ser considerada como un hecho multifactorial.
Según los conocimientos actuales es la expresión de una falla de los mecanismos de adaptación del sujeto al medio ambiente, provocado por una situación conflictiva actual o permanente y que genera un estado de tensión.1,2,3,4,5
El suicidio (quitarse la vida) es un grave problema de salud pública que afecta hasta a los jóvenes. En los adolescentes y adultos jóvenes entre los 10 y 24 años de edad, el suicidio es la tercera causa principal de muerte y resulta en la pérdida de unas 4.300 vidas al año en el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que representa el 1.5 % de los fallecimientos en todo el mundo, con especial incidencia en los países menos desarrollados y clasifica las tasas de suicidio de una comunidad en función del número de suicidios por cada cien mil habitantes por año.
De modo que cifras inferiores a 5 suicidios por cada cien mil habitantes por año se consideran bajas, entre 5 y 15 medias, de 15 a 30 altas y por encima de 30 muy altas.6,7,8,9,10
A pesar de que la tendencia del intento suicida es nacionalmente descendente, en nuestra provincia en los 2 últimos años este ha aumentado de manera significativa al igual que la mortalidad por suicidio; situación que incide de manera preocupante en la edad de 15-18 años, con similar comportamiento en el municipio de Guantánamo y donde los adolescentes son los más afectados.
El año 2010 cerró con una tasa de mortalidad nacional por suicidio de 13.7 x 100 000 habitantes, la provincia Guantánamo con 10.7 x 100 000, aumentando considerablemente con relación al año 2009 (7.6 x 100 000).
El municipio Guantánamo culminó el 2010 con 14.4 x 100 000 habitantes, por encima del país y la provincia y también aumenta con relación al 2009 (6.13 x 100 000 habitantes).11,12,13,14,15
En la provincia y en particular en el municipio Guantánamo se han realizado numerosas investigaciones de corte epidemiológico sobre la conducta suicida y se ha investigado también con relación al conocimiento y correcta aplicación del programa de prevención de la conducta suicida, detectándose numerosas fallas, que quizás guarden relación con el aumento actual de la conducta suicida. En particular en el área sur, la Dra. Yaquelin Hodelin en su trabajo de terminación de residencia, realizado en el año 2000, encontró notables deficiencias y desconocimiento sugiriendo se capacite a los equipos de atención primaria.14,15
Se realizó un estudio de intervención educativa con el objetivo de contribuir al mejoramiento del manejo y seguimiento de los pacientes con conductas suicidas por los equipos básicos de salud del consejo popular No.8 durante el 2013.
De un universo de 30 equipos básicos de salud se seleccionó una muestra de 20 a través del método aleatorio simple, siendo representativa ya que constituye el 66.7 % del universo y quedó constituida por un total de 40 trabajadores del policlínico en la categoría de 20 médicos y 20 enfermeros.
El dato primario se recogió mediante la aplicación de un formulario confeccionado al efecto y así determinar sus necesidades de aprendizaje, se evaluó después de la capacitación el conocimiento adquirido.
Se analizó: conocimientos de factores de riesgos y grupos vulnerables para la conducta suicida, de duración del seguimiento, criterios de alta, redes de apoyo y factores de protección.
La información se resumió en tablas de distribución frecuencia.
Como se observa en la Tabla 1, donde se estudia el conocimiento de los factores de riego y grupos vulnerables para el desarrollo de la conducta suicida, el 60 % de los encuestados no reconoció adecuadamente los factores de riesgo para la conducta suicida.
En la Tabla 2 se explora el conocimiento del tiempo de seguimiento del paciente con conducta suicida, aquí se observa que el 85 % de los encuestados, representados por el 80 y 90 % de los médicos y enfermeros respectivamente no conocían el máximo de tiempo de seguimiento.
El criterio de alta del paciente con conducta suicida se refleja en la Tabla 3, específicamente quién es el responsable de esto, se observó que existió un 87.5 % con desconocimiento, el mayor porcentaje estuvo representado por el 100 % del personal de enfermería y 75 % del personal médico también respondió inadecuadamente. Ya después de la capacitación se observó un 100 % de respuesta correcta.
En la Tabla 4 se describe el conocimiento del personal objeto de estudio, de las redes de apoyo y factores de protección, se observa existe prácticamente un desconocimiento por todos los encuestados de las redes de apoyo con un 82.5 representado por 33 entrevistados y 95 % referente a los factores de protección con 38 entrevistado.
Ya realizada la intervención hubo un 95 % de respuesta positiva con respecto a las redes de apoyo, solo el 5 % del personal de enfermería respondió inadecuadamente, con respecto a los factores de protección el 100 % respondió adecuadamente.
La Tabla 5 explora la selección adecuada de las medidas o acciones a realizar, donde se observa que al inicio de la investigación el 90 % y 100 % de médicos y enfermeros respectivamente respondieron erróneamente demostrando su desconocimiento que al final representó el 95 % del total.
El conocimiento de los factores de riesgo y grupos vulnerables para el desarrollo de la conducta suicida, se observa que han aumentado considerablemente en la adolescencia y la juventud; los médicos y enfermeros desconocen el tiempo de seguimiento a los pacientes, esto puede traer consigo la repetición del acto suicida en este tiempo que es de un año, si persisten los riesgos y condiciones que le dieron origen y consumarse el suicidio.
Este es un aspecto muy negativo ya que, si el personal de salud no conoce las herramientas para la recuperación de estos pacientes, no se logra un restablecimiento emocional, social, familiar de este individuo.
En tiempo atrás el psicólogo al tener un papel protagónico en el seguimiento de estos pacientes, se le dio esta responsabilidad, porque era el que más se identificaba con el paciente, pero según lo que establece el programa no puede haber una disolución entre el equipo básico de salud comunitario y el de salud mental, donde todos de forma integral se ocuparán del seguimiento del paciente, pero el papel fundamental lo llevará el equipo básico de salud es decir el médico y enfermera de la familia que se encuentra en la comunidad, que conoce a profundidad los factores que puedan estar afectando al paciente y mantendrá una estrecha relación con el equipo de salud mental.
Por tal motivo es que puede existir todavía un subregistro de pacientes con conducta suicida, además que se consuma el suicidio en determinados pacientes que no hayan sido observados, ni dispensarizados.
El mayor porciento del personal médico y de enfermería no conocían las redes de apoyo y factores de protección con que se cuenta a la hora de evaluar, seguir y tratar un paciente con una conducta suicida, ni las principales acciones de salud a realizar tanto en los pacientes con riesgos como en sujetos supuestamente sanos.
Después de la intervención se demostro que hubo enriquecimento de los conocimientos acerca del programa de prevención y control de la conducta suicida.
De forma general el personal de enfermería presentó mayor dificultad con respecto a los aspectos a tratar en este programa. Luego de la intervención final se logró la totalidad de los conocimientos de actividades indispensables a realizar en pacientes con conducta suicida.
Continuar realizando capacitaciones en los profesionales acerca del manejo adecuado y aplicación correcta del programa, para así asegurar la prevención y seguimiento de pacientes con conductas suicidas.