Resumen: El presente artículo es una reflexión sobre la problemática de la interculturalidad crítica como una herramienta de emancipación y como presupuesto teórico y práctico de la decolonialidad del ser y del saber, de las formas del conocimiento, del capital y de las formas patriarcales en cuanto formas de opresión. En el presente artículo haremos énfasis también en algunos de los dilemas y obstáculos que están pasando con los primeros esfuerzos de construcción de las universidades indígenas. A partir de los principios de la epistemología de Thomas Khun, consideramos que la colonialidad del saber y las formas del conocimiento del capital y el patriarcado interiorizadas en nosotros operan de forma similar a lo que Khun llamo “ciencia normal”. Defendemos que el diálogo entre saberes y horizontes civilizatorios diferentes sobre el mundo supone rupturas epistemológicas y ontológicas profundas previas al “dialogo de saberes.”
Palabras clave:Cambio de paradigmas Colonialidad. Interculturalidad crítica. Rupturas epistemológicas. Universidad indígena.Cambio de paradigmas Colonialidad. Interculturalidad crítica. Rupturas epistemológicas. Universidad indígena..
Resumo: Este artigo é uma reflexão sobre a questão da interculturalidade crítica como uma ferramenta para a emancipação e como pressuposto teórico e prático da decolonialidade do ser e do saber, das formas de conhecimento, do capital e das formas patriarcais enquanto formas de opressão. Neste artigo vamos concentrar-nos também sobre alguns dos dilemas e obstáculos que se colocam aos primeiros esforços de construção das universidades indígenas. A partir dos princípios e conceitos da epistemologia de Thomas Khun, consideramos que a colonialidade do saber e as formas de conhecimento do capital e o patriarcado interiorizados operam de forma semelhante ao que Khun chama de "ciência normal". Defendemos que o diálogo entre saberes e horizontes civilizatórios diferentes e sobre o mundo supõe rupturas epistemológicas e ontológicas profundas, anteriores ao "diálogo entre saberes”.
Palavras-chave: Mudança de paradigmas Colonialidade. Interculturalidade crítica. Rupturas epistemológicas. Universidade indígena..
Abstract: This article is a reflection on the issue of critical interculturality as a tool for emancipation and as a theoretical and practical presupposition of the decoloniality of being and knowledge, forms of knowledge, capital and patriarchal forms as forms of oppression. In this article, we will also focus on some of the dilemmas and obstacles that are placed in the first efforts of the construction of indigenous universities. From the principles and concepts of Thomas Khun's epistemology we consider that the coloniality of knowledge and the forms of knowledge of capital and patriarchy internalized operate in a manner like what Khun calls "normal science." We defend that the dialogue between different knowledge and civilizational horizons about the world presupposes profound epistemological and ontological ruptures, prior to the "dialogue between different knowledge".
Keywords: Paradigm change Coloniality. Critical interculturality. Epistemological ruptures. Indigenous university..
Dossiê Temático
La lucha por rupturas y reconstrucciones ontológicas y epistemológicas profundas y generalizadas como problemática de fondo de las universidades indígenas
A luta por rupturas e reconstruções ontológicas e epistemológicas profundas e generalizadas como um problema fundamental das universidades indígenas
The struggle for deep and generalized ontological and epistemological ruptures and reconstructions as a fundamental problem of indigenous universities

Recepción: 10 Junio 2017
Aprobación: 10 Agosto 2017
El presente artículo está planteado siguiendo los lineamientos que fuimos desarrollando en el Instituto Internacional del Convenio Andrés Bello en los años 2009, 2010 y 2011. En esta enriquecedora experiencia fuimos aportando al debate de una interculturalidad crítica que se posiciona desde un punto de vista de tratar de tener más profundidad y más coherencia respecto a posiciones a las que claramente las veíamos y vemos basadas en supuestos muy deleznables y por lo tanto acaban siendo planteamientos que de una u otra manera caen en posiciones conservadoras, por eso la hemos denominado una poción de interculturalidad funcional. Desde aquellos años hemos desarrollado argumentos más sólidos y que tratan de mostrar lo planteado ejemplificando y haciendo analogías y paralelos que permitan claramente comprender los planteamientos fundamentales de la propuesta de Interculturalidad critica teniendo a la vista la comprensión de la interculturalidad como una herramienta de emancipación y no como un fin en si mismo en el corto plazo. Son estas analogías, paralelos y/o ejemplos, en especial con la ayuda de las investigaciones de T. S. Khun, que queremos compartir en el presente texto de forma sintética y condensada.
Son algunos de los avances de las ejemplificaciones y paralelos que creemos hace falta construir para poder luchar con mucha claridad y para poder desmontar la colonialidad del ser y del saber, las formas del conocimiento del capital y las formas patriarcales, todas ellas formas de opresión que debemos desmontar en los espacios educativos, y que no lo hacemos por no tener claridad de a qué cosa nos estamos enfrentando y como revertirlo. Esto es vital hoy en día si queremos construir universidades indígenas que sean auténticamente emancipativas y no reproducir las viejas dinámicas y viejas prácticas de la dominación. En esta última década y media se ha iniciado el camino de construir las universidades indígenas y hace falta un balance sustancial de cómo se replica y se tienden a repetir las formas de la educación para y desde la dominación. Pero, además, tener más claridad al nivel más profundo, de contenidos y esencia en el “como” avanzar. El presente artículo pretende aportar a estos objetivos.
Los grandes dilemas que están viviendo las universidades indígenas no son de orden administrativo ni formal y lamentablemente la gran mayoría de los textos que se escriben a nombre de “investigación” son formales y/o descriptivos. Los problemas más profundos ni se los ven ni se los discuten. Es de conocimiento general en los estudios sobre los límites y los tipos de conocimientos – epistemología – el dilema de si la elipse es un circulo mal hecho, un circulo achatado como lo era para la ciencia aristotélica o si por el contrario el circulo es una elipse empobrecida, una elipse cuyos focos se han aplastado entre sí como lo percibía la ciencia newtoniana. Entonces, es interesante pensar si la “elipse es un circulo mal hecho” o, al revés, “el circulo es una elipse empobrecida”.
Los dos no pueden ser “ciertos” por mucho “dialogo de saberes” que se intente predicar, la solución requiere ir más allá, o más bien más acá. A ciertos supuestos indelebles. Lo relevante del ejemplo es tratar de mostrar que dependen de los referentes, supuestos, creencias y visiones del mundo para que la “elipse sea un círculo mal hecho” o que “el círculo sea una elipse empobrecida”. Pero lo que definirá bajo ciertas reglas del campo “científico” cual sea la que “tiene” la razón será la que es capaz de aparecer como la voz autorizada y portadora de la enunciación legitima de la verdad. Para lo que a nosotros nos interesa ahora, la conclusión más importante es que entre la ciencia aristotélica y la newtoniana, en este punto como en muchos otros, no hay manera de “entenderse” o de “dialogar” a no ser que alguno renuncie a sus “certezas” y “conclusiones” tan preciadas y defendidas, incluso a costa de la irracionalidad que tan a menudo nos topamos a nombre de “ciencia”, “investigación” etc.
Peor aún, la que se constituye en “paradigma” dominante y generalizado ¿por qué tendría que renunciar a su estatus? ¿Será que renunciaran a sus certezas y creencias tan arraigadas? Está claro que es muy difícil, sobre todo si los referentes, creencias y certezas van acompañadas de poder y privilegios de todo tipo. Estamos apuntando mal. Esto es lo que parece estar pasando con los primeros esfuerzos de construcción de las universidades indígenas. Chocan con una cantidad tan grande de dilemas, paradojas y prejuicios que es muy difícil avanzar. En el presente artículo haremos énfasis en algunos de estos dilemas y obstáculos que además parecería que pasan relativamente desapercibidos por la presencia de tendencias “aliadas” que postulan planteamientos bien intencionados, pero bastante discutibles, con supuestos muy dudosos de un “dialogo de saberes” a priori y en abstracto y cosas por el estilo, que son el lugar más común y generalizado en estas discusiones. Por eso se hace urgente someter a una reflexión crítica estos posicionamientos que lamentablemente no dejan avanzar por buen camino.
Dan por supuesto y por existente la posibilidad de “entendimiento” y “enriquecimiento” a priori entre tendencias del conocimiento y concepciones del mundo tan antagónicos y contrapuestos que sorprende que puedan ser tomados enserio. Sin embargo, como se dijo lamentablemente son las corrientes dominantes hoy en día. Tal vez el más importante tema es la asimetría de poderes entre los que son portadores de la “enunciación legitima del mundo” y los que no lo son. Este debate nunca se lo lleva hasta las consecuencias más profundas y por lo tanto no se sabe cómo cambiar las cosas. Esperamos que el presente artículo aporte a esta tarea. No solo a la especulación filosófica.
Incluso dentro de una misma tradición de conocimiento y “horizonte civilizatorio” como el de la ciencia actual tenemos innumerables ejemplos de la ceguera y la sordera entre colegas del mismo campo científico. Daremos algunos ejemplos para poder luego plantear que si esto ocurre entre gente del mismo horizonte civilizatorio es todavía más difícil una verdadera “comunicación” y “dialogo de saberes” entre diferentes concepciones del mundo y horizontes civilizatorios, por mucha buena voluntad que exista. Como es de conocimiento de los que han estudiado los dilemas del conocimiento científico y la llamada epistemología lo fundamental para que se dé una revolución científica o una ruptura epistemológica previa, o las dos cosas, es el cambio del concepto del mundo como lo analizo T. S. Khun (1995, p. 25):
Lo que diferenciaba a esas escuelas no era uno u otro error de método – todos eran “científicos” – sino lo que llegaremos a denominar sus modos inconmensurables de ver el mundo y de practicar en el las ciencias.
De modo que gran parte de la gente que habla con mucha ligereza de cuestiones epistemológicas pasa por alto que en verdad es muy difícil que la gente “formada” cambie sus modos de ver el mundo como lo plantea T. S. Khun. O esto pasara parcialmente en algunos pocos agentes que puedan hacer una labor sostenida y sistemática durante muchos años para no actuar con su viejo “modo de ver el mundo”. Este es uno de los mayores dilemas de los “académicos” o “autoridades” e incluso “dirigentes” indígenas que toman las decisiones y definen los problemas de fondo y de contenido de las universidades indígenas. Veamos con mayor profundidad. Todos estamos vaciados en los moldes de la colonialidad y las formas de “conocer” que más convienen al capital y el patriarcado. Más aun los que se han ido domesticando y auto domesticando en los moldes académicos del mercado de maestrías y doctorados hoy en auge. Cuando Khun (1995, p. 176) está explicando “las revoluciones científicas como cambios del concepto del mundo”, está explicando algo muy profundo. Como si se tuviera que transportarse a otro planeta. De hecho usa esta metáfora tan fuerte, veamos:
Es algo así como si la comunidad profesional fuera transportada repentinamente a otro planeta, donde los objetos familiares se ven bajo una luz diferente y, además se les unen otros objetos desconocidos. (op.cit., p. 176)
Está claro que no hemos entendido – ni siquiera dentro de un mismo horizonte civilizatorio como el del ejemplo – cuán difícil es que podamos hacer un cambio del concepto del mundo: nadie quiere ser “transportado repentinamente a otro planeta”, nadie quiere quedarse sin sus referencias más preciadas y sus creencias más arraigadas. De alguna manera – brillante o mediocre – nos convertimos en robots replicadores de nuestras creencias y certezas. Y la experiencia una y otra vez nos muestra y exige que una buena parte de las personas e instituciones que se encargan de los temas de fondo y de contenido de las universidades vivan este cataclismo que yo llamo una ruptura ontológica-epistemológica profunda. En términos de T. S. Khun (op. cit., p. 177):
[…] la percepción que el científico tiene de su medio ambiente debe ser reeducada, en algunas situaciones en las que se ha familiarizado, debe aprender a ver de una forma nueva.
Esta es una de las cosas que se debería discutir profundamente como hacer el análisis profundo y tomar las medidas para cambiar esto: “Lo que ve un hombre depende tanto de lo que mira como de lo que su experiencia visual y conceptual previa lo ha preparado a ver.” (id.ib.) Imaginemos precisamente que la gran mayoría de las personas vinculadas a las temáticas indígenas, y más aún relacionadas a las cuestiones educativas relacionadas a los indígenas precisamente, no ven y su experiencia conceptual previa no lo ha preparado a ver la gran mayoría de las temáticas y los dilemas tan complejos que plantea la educación indígena.
Por mucho que casi todos tienen un cierto manejo discursivo relativamente afín, muchas veces paternalista, como podemos entrar a otro horizonte civilizatorio y comprenderlo sin casi ninguna experiencia profunda que le hubiera hecho ser “transportado a otro planeta” y luego haberse reeducado y cambiado su visión del mundo. O esta otra cita en la que, para el que quiere ver, estamos en “mundos diferentes”:
Al practicar sus profesiones en mundos diferentes, los dos grupos de científicos ven cosas diferentes cuando miran en la misma dirección desde el mismo punto. Nuevamente esto no quiere decir que pueden ver lo que deseen….ven cosas diferentes y las ven en relaciones distintas unas con otras. (op.cit., p. 233)
Insistimos: nadie quiere incomodarse como para aparecer en otro planeta, si lo hiciera – que ya es difícil – la mayoría de las veces no le sirve para reeducarse, ya que vuelve a sus viejas formas de ver el mundo, a pesar de la “incomodidad” vivida. El no querer no es de mala fe, es que muchas veces otras formas de ver el mundo nos parecen demasiado subversivas para nuestras creencias y concepciones y no es tolerable, incluso teniendo disposición de verlo de otra forma. Veamos como lo plantea Khun cuando explica la forma y el porqué de los científicos se aferran a lo que denomina “ciencia normal”: “La ciencia normal suprime frecuentemente innovaciones fundamentales, debido a que resultan necesariamente subversivas para sus compromisos básicos.” (op.cit., p. 26) La colonialidad del saber y las formas del conocimiento del capital y el patriarcado interiorizadas en nosotros – podríamos decir – operan de forma similar a lo que Khun llamo “ciencia normal” por mucho que formalmente en lo discursivo “comprendamos” o “compartamos” las demandas y las reivindicaciones indígenas etc.
Otro elemento que queremos hacer énfasis es que no se puede desmontar tan fácilmente las prácticas y los posicionamientos conservadores y coloniales porque están enredados en una trama de significados y significantes que se refuerzan unos a otros. Volvamos a poner el ejemplo de rupturas fuertes dentro de un mismo horizonte civilizatorio, la revolución copernicana, incluso ahí es muy difícil cambiar de concepción del mundo y no solo de algunos aspectos secundarios:
[…] la innovación de Copérnico no fue solo mover la Tierra; por el contrario fue un modo completamente nuevo de ver los problemas de la física y de la astronomía, que necesariamente cambian el significado de “Tierra” y de “movimiento”. Sin estos cambios, el concepto de que la tierra se movía era una locura. (op.cit., p. 232)
Lo más importante es que sin cambios en un conjunto de relaciones y relaciones de relaciones – que no son tal fáciles de hacer – justamente premisas elementales para una visión del mundo o paradigma, en este caso que la tierra se mueva, resultan siendo una locura, si es que no se cambiaban los significados de lo que es “tierra” y lo que es “movimiento”. Generalmente los agentes que se involucran con la temática indígena viven este parcial cambio de planteamiento y discurso conservando lo fundamental de sus prácticas, incluso discursos coloniales y del capital. Los cambios en la concepción de mundo, como se ve en el ejemplo, implican ver de un modo completamente nuevo la trama de relación de relaciones en las que esta imbricada una cosa o temática. Por eso no pueden muchas veces ni “esperar comunicarse”. O sea: hay muchísimas cosas por cambiar y desestructurar antes de poder “comunicarse” y o “dialogar”.
Por eso, así mismo, antes de que puedan esperar comunicarse plenamente, un grupo o el otro deben experimentar la conversión que hemos llamado cambio de paradigma. Precisamente porque es una transición entre inconmensurables. (op.cit., p. 233)
Incluso en la ciencia occidental, y estando en la misma disciplina los estudiosos más críticos como Khun, ven que “no pueden comunicarse plenamente” un grupo de astrónomos con otro. Deben experimentar una “conversión” que es a lo que Khun a denominado cambio de paradigma. De manera muy similar debe ocurrir un cambio profundo, entendido y generalizado respecto a los saberes y conocimientos indígenas.
La transición entre inconmensurables es el dilema de los esfuerzos por qué matrices civilizatorias diferentes puedan “comunicarse”, “dialogar”. No comprendemos el peso y la profundidad de que no podamos ver de la misma forma ni entendernos porque son concepciones de mundo diferentes. Esto es algo muy fuerte y estructural. No depende solo de la buena voluntad y la empatía o ciertas coincidencias parciales y secundarias con el movimiento indígena. Debemos trazar una ruta crítica para lograr este “cambio de paradigma” o “experimentar la conversión de nuestro mundo en otro mundo”.
Si se tiene diferentes visiones del mundo, son inconmensurables, intraducibles y muchas veces completamente antagónicas y si las cosas, las relaciones y las tramas de relaciones significan otras cosas completamente diferentes y las cosas, relaciones y tramas de relaciones del otro carecen de sentido para nosotros, ¿Cómo es posible dialogar? ¿Qué significaría dialogar? Es decir que no es un problema de discursos y buenas voluntades, como parecen plantear la mayor parte de las concepciones que hoy son dominantes del “dialogo de saberes” o de las “ecologías de saberes”, en abstracto, que se plantean de forma tan bien intencionada pero ingenua. Hay un paso previo y muy importante para poder plantearnos estos dilemas posteriores. Lo peor de todo, como veremos, es que ni siquiera somos capaces de verlo. Trataremos de ejemplificar con un simple ejemplo que nos da T. S. Khun como analogía y hacer un paralelismo.
La “capacidad de ver” o “no ver” que tenemos cuando estamos dentro de lo que se podría llamar la “ciencia normal”, que en términos epistemológicos implica estar preso al interior de ciertas “categorías perceptuales” interiorizadas, como se vio y se volverá a ejemplificar, tiene siempre puntos ciegos que no son posibles remontar. El descubrimiento de Urano por Herschel es un ejemplo muy significativo, ya que al menos en 17 ocasiones diferentes entre 1670 y 1781 una enorme cantidad de astrónomos vieron una “estrella” (op.cit., p. 182). Herschel anuncio que había visto un “nuevo cometa”, pero dudaba de que era cometa. No encajaba en las orbitas de un cometa y Lexell sugirió que la órbita era “probablemente planetaria´.” (KHUN, 1995, p 183) Así, Urano de “estrella” paso a ser vista con dudas como “cometa” y finalmente se sugirió que era “planeta”. Esta la interesante evaluación que hace Khun (id.ib.) para sacar las conclusiones ontológicas y epistemológicas:
Un cuerpo celeste que había sido observado varias veces, durante casi un siglo, era visto diferentemente a partir de 1781 debido a que como una de las cartas anómalas, no podía ajustarse ya a las categorías perceptuales (estrella o cometa) proporcionadas por el paradigma que había prevalecido antes.
Veamos como en términos generales ocurre que hay horizontes de época en los que las categorías perceptuales proporcionadas por un paradigma dominante impiden “ver” o “entender” o “descubrir” algo que es anómalo dentro del “paradigma” porque estamos atrapados por estas categorías perceptuales. Hoy recién se están – tibiamente – empezando a dar estos debates sobre “descolonización”, “buen vivir” etc. como discursos en construcción, pero – ni mucho menos – hemos logrado hacer una ruptura epistemológica y ontológica con la colonialidad del saber y del ser. Este es el gran dilema de fondo. Y como diría Khun, todavía no hemos cambiado de paradigma.
Es por esto que es tan relevante este debate. Hay una visión superficial que no entiende que debemos llegar a estas rupturas epistemológicas y ontológicas que recién se están preparando y germinando y para nada están logradas, o creen que ya se han dado con un poco de “dialogo de saberes” o cosas por el estilo, entre desiguales que acaban reproduciendo la colonialidad del ser y del saber en la mayoría de las prácticas pedagógicas y/o educativas, muchas veces sin siquiera quererlo. Se podría decir que es un proceso de construcción de estas rupturas y reconstrucciones de estas categorías perceptuales, hasta que los saberes y conocimientos inferiorizados y despreciados estén en igualdad de condiciones, que hoy en ningún lugar existe. Veamos cómo se dio este proceso en el ejemplo que dimos líneas arriba y que nos puede ayudar a pensar en nuestras tareas:
Herschel contribuyo a preparar a los astrónomos para el descubrimiento rápido, después de 1801, de numerosos planetas menores o asteroides. A causa de su tamaño pequeño los asteroides no mostraban el aumento anómalo que había alertado a Herschel. Sin embargo, los astrónomos preparados para ver planetas adicionales fueron capaces, con instrumentos ordinarios, de identificar veinte de ellos durante los primeros cincuenta años del siglo XIX. (op.cit., p. 183)
Este ejemplo nos puede servir para hacer la analogía de que primero tendría que haber, al menos, el “cambio menor del paradigma”, cosa que como hipótesis planteamos y no lo hemos logrado todavía en Latinoamérica. Casi todos los esfuerzos por construir otros tipos de conocimiento y educación van gradual o repentinamente cayendo en formas coloniales del saber o ni siquiera logran salir de este horizonte, insistimos, incluso con muy buenas intenciones e ideas. Lo “practico inerte” es muy poderoso y se impone. Necesitamos crear instituciones, autoridades, profesionales de la educación y formas profundas de entender la educación y la pedagogía “preparados para ver”, “preparados para entender” desde lo mas profundo de sus prácticas, despojados de todos los prejuicios modernos, mercantilistas, patriarcales. Cosa que como podrán entender los lectores más honestos y comprometidos es muy difícil, y es la tarea urgente hoy para poder avanzar en el establecimiento y consolidación de las universidades indígenas. Y por lo tanto una tarea no lograda en absoluto, aunque ya empezamos a andar, que es muy importante a la vez.
A todo esto es a lo que hemos denominado “cambio de concepción del mundo” que se encamina a “vivir en un mundo diferente”. En cuanto a estas analogías y paralelismos con la ciencia occidental podemos ver que sirven para pensar lo profundo de los dilemas de las universidades indígenas. Más útil todavía es cuando vemos un ejemplo que contempla una comparación entre diferentes matrices civilizatorias y no solo el debate de estos dilemas dentro de una sola matriz civilizatoria como lo habías vista hasta ahora. Veamos:
Los chinos, cuyas creencias cosmológicas no excluían el cambio celeste, habían registrado en fecha muy anterior la aparición de muchas estrellas nuevas en el firmamento. Así mismo incluso sin ayuda de telescopios, los chinos habían registrado sistemáticamente la aparición de manchas solares, siglos antes de que fueran observados por Galileo y sus contemporáneos. (op.cit., p. 184)
Las diferentes matrices civilizatorias según sus cosmologías y cosmogonías que condicionan sus formas de ver y estar en el mundo pueden implicar siglos de diferencia en el “descubrimiento” o poder “ver” o “entender” algo. Como en el caso que ponemos como ejemplo líneas arriba. El elemento central para poder tener un “cambio de percepción del mundo” es como queda claro en la siguiente cita en términos positivos, el “vivir en un mundo diferente” que hoy estamos recién empezando a construir muy germinalmente en Latinoamérica.
La facilidad y la rapidez mismas con que los astrónomos vieron cosas nuevas al observar objetos antiguos con instrumentos antiguos puede hacernos desear decir que, después de Copernico, los astrónomos vivieron en un mundo diferente. (op.cit., p. 184)
Solo si logramos en una praxis transformadora con grandes saltos cualitativos y rupturas ontológicas y epistemológicas que se dan por luchas políticas y cambios estructurales y además se generalizan en la sociedad y el Estado, podemos empezar a pensar recién y con reservas de “dialogo de saberes”, ya que no estaría planteado en abstracto sino cuando de forma concreta se han producido condiciones materiales y subjetivas de construcción de otro horizonte que va suprimiendo la colonialdiad del saber y del ser y de las formas mercantiles y patriarcales del “ser” y del “conocer” que son conexas a esta.
Las analogías y paralelos que hemos hecho pueden ser muy útiles, sin embargo son solo eso, paralelos que ayudan a pensar los modos inconmensurables de ver el mundo. Esto ocurre cuando dos matrices civilizatorias se enfrentan en las metodologías y formas de encarar y vivir sus saberes y de transmitirlos. Tal vez lo más importante fue mostrar como hace falta para “comprender” los paradigmas y modos indígenas mover y re-significar una constelación de conceptos, objetos, relaciones y relaciones de relaciones. No se pude en el ejemplo mostrado solo “mover la tierra” sino que había que tener la capacidad de ver de un modo completamente nuevo todos los problemas de la física y la astronomía – tenía que cambiar el significado de “tierra” y de “movimiento”. Esto requería una ruptura epistemológica que tardo siglos en concretarse.
Ya que, como se explicó, sin estos cambios de las relaciones y relaciones de relaciones de forma que complete una ruptura epistemológica el concepto de que la tierra se movía era una locura. Hoy de manera análoga muchos te los “temas indígenas” están atrapados por esta trama de lo que haciendo una analogía una vez más podemos llamar “ciencia normal”. Podemos ponerlo de una forma más sencilla: aprender a ver de una forma nueva. Las categorías perceptuales y conceptuales proporcionadas por los paradigmas en que nos movemos impiden parcial o totalmente realizar esta labor. Hay que pensar y profundizar cual es la mejor forma de avanzar más en esta transición entre inconmensurables.
El paralelo con la ciencia normal es interesante porque, de la misma forma que en una disciplina científica occidental que se mueve dentro de un paradigma, cuando se plantean cuestiones que rompen demasiado los paradigmas de la “educación “ moderna mercantil, patriarcal, inmediatamente son devaluadas o minimizadas justamente por que resultan muy subversivas; o directamente se las suprime, porque el paradigma no soportaría o podría defender sus compromisos, certezas y metodologías básicas y fundantes. Dentro de un paradigma de una disciplina occidental incluso ocurre como se mostró que – justamente cuando se ha interiorizado demasiado lo que Khun llama la ciencia normal – no es posible la comunicación con gente de su propia disciplina científica y de su propio horizonte civilizatorio.
Está claro que con diferentes horizontes civilizatorios es mucho más profunda esta imposibilidad, si no hay la conversión hacia otro paradigma que rompe con la ciencia normal no será posible la comunicación. Entonces la pregunta es cómo hacemos esta ruptura y esta conversión, previa a cualquier tipo de supuesto de “comunicación” entre inconmensurables y diferentes visiones y formas de vivir el mundo que puedan parir categorías perceptuales bañadas de esta conversión hacia otro paradigma.
Lo que generalmente pasa es que los gérmenes de otro paradigma o los fundamentos del paradigma indígena acaban más bien reconvirtiéndose o adecuándose a los paradigmas dominantes porque sus aspectos más subversivos no podrían ser tolerados por el paradigma moderno occidental y a la vez aceptar y acoger estos filos más agudos y cuestionadores que dinamitan y desmontan las propias bases del paradigma dominante. Si nos fijamos como se descubrió Urano, que paso de considerarse “estrella” a ser “cometa” y luego parecía que describía una “orbita planetaria”, para finalmente ser clasificado como planeta. Todo esto implicó un cambio del mundo, de la trama de significados y significantes, rupturas epistemológicas y ontológicas que tardo siglos en materializare.
Curiosamente y de forma paradigmática, como se vio, este nunca fue un problema en absoluto para la forma de ver el universo, la física, la astronomía, en ultima el mundo para el horizonte civilizatorio de los Chinos. Con toda seguridad podemos decir que estando equivocados todos los astrónomos occidentales que, creyendo que era una “estrella” o un “cometa” durante siglos, hubiera acusado de “no científico” o “anticientífico” a sus pares de la China. El ver o no ver no es tan fácil de verificar porque muchas veces ni siquiera vemos que no vemos. En esto consiste el dilema epistemológico y ontológico de hacer grandes rupturas epistemológicas que hoy recién están germinando tímidamente.
El que hagamos énfasis en los límites y las dificultades para hacer rupturas que realmente – por su alcance, profundidad y extensión – permitan avanzar significativamente y no vivir de simulaciones y de ilusiones bien-intencionadas, pero ineficaces, no quiere decir que no comprendamos que siempre existen posibilidades de desmontar o “poner el pausa” las relaciones de poder y desactivar momentáneamente la “red de coacciones cruzadas” que significa la dominación. Pero el énfasis lo hemos puesto en lo contrario por que la gran mayoría de las corrientes y tendencias actuales casi ni ven los limites estructurales y profundos completamente interiorizados en todos nosotros que es la dominación.
http://www.laplageemrevista.ufscar.br/index.php/lpg/article/download/376/587 (pdf)
[Artículo corregido , vol. 3, 65-73] http://www.laplageemrevista.ufscar.br/index.php/lpg/article/view/376/587