Resumen:
Objetivo. Determinar el nivel de conocimientos, actitudes y prácticas acerca del VIH y SIDA en adolescentes.
Métodos. Estudio correlacional de campo en 318 estudiantes de 13-21 años de edad, de noveno-undécimo de bachillerato de dos Instituciones Educativas representativas de la ciudad de Cúcuta, mediante muestreo probabilístico. Se implementó instrumento CAP validado y ficha sociodemográfica, para análisis descriptivo y correlacional.
Resultados. Se registró desconocimiento sobre transmisión, población susceptible y estabilidad de preservativos en 5-47% de los estudiantes, obteniéndose un nivel bajo para la dimensión conocimiento, en contraste con actitudes y prácticas adecuadas.
Conclusiones. No se encontró asociación entre variables edad, sexo, estrato, tipo familiar o escolaridad con las dimensiones de los conocimientos, actitudes o prácticas, hallándose homogeneidad en la muestra, lo que la proyecta como un grupo modelo a contrastar en futuros estudios con otras poblaciones buscando identificar aspectos mejorables en torno a estrategias de prevención global de la pandemia.
Palabras clave:(Decs): VIH(Decs): VIH,transmisióntransmisión,susceptibilidad a enfermedadessusceptibilidad a enfermedades,prevención y controlprevención y control,conducta del adolescenteconducta del adolescente,salud comunitariasalud comunitaria.
Abstract:
Objective. Determine the level of knowledge, attitudes and practices about HIV and AIDS in adolescents.
Methods. A correlational field study was conducted in 318 students of 13-21 years of age, between ninth to eleventh grade of two representative Educational Institutions of the city of Cúcuta, by probabilistic sampling. Validated CAP instrument (survey) and sociodemographic evidence were implemented for descriptive and correlational analysis.
Results. There was a lack of knowledge about transmission, susceptible population and condom stability in 5-47% of the students, resulting in a low level for the knowledge dimension, in contrast with appropriate attitudes and practices.
Conclusions. No association was found between age, sex, social stratum, family type or schooling with the dimensions of knowledge, attitudes or practices, being homogeneous in the sample, which projects it as a model group to contrast in future studies with other populations seeking to identify aspects that can be improved around global prevention strategies of the pandemic.
Keywords: HIV, transmission, susceptibility to diseases, prevention and control, adolescent behaviour, community health.
Artículos
Conocimiento, actitudes y prácticas frente al VIH/SIDA en estudiantes de bachillerato de Cúcuta, Norte de Santander, Colombia
Knowledge, attitudes, and behavior related to HIV/AIDS in high school students in Cúcuta, North of Santander, Colombia
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) causan morbi-mortalidad afectando el bienestar del individuo, así como los sistemas de salud territoriales, haciendo imperativo el conocer el comportamiento social de estas entidades para implementar acciones de promoción y prevención que permitan controlar su penetración en las distintas poblaciones susceptibles. Una de estas ITS es ocasionada el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), cuya infección constituye actualmente uno de los mayores retos para la salud global, con registro para el año 2017 de 36,7 millones de casos, incidencia y letalidad de 1,8 y 1,0 millones de casos, respectivamente1; sólo en población de 15-24 años se notificaron 590.000 de éstas nuevas infecciones según los estimados de UNAIDS2 América Latina reporta 100.000 nuevos casos anuales2, de los cuales Colombia para el año 2016 refirió 9.2473.
Existen diferentes vías de transmisión, siendo una de ellas las conductas sexuales riesgosas y pese a los grandes esfuerzos científicos y gubernamentales, esta enfermedad ha cobrado más de 36 millones de vidas desde 1983, a lo que se suma el contagio de 2.500 nuevos adolescentes con este virus cada día.. Se ha considerado que aspectos como los valores culturales impactan en riesgo de infección, por lo que, se requiere de esfuerzos continuados en aspectos económicos, sociales y científicos para favorecer el control de ésta grave problemática, que conlleva a una deficiencia de respuesta inmune celular y por ende a un gran número de condiciones patológicas de índole infeccioso y tumoral, en lo que se conoce como síndrome de Inmunodeficiencia Humana, SIDA, dado un descontrol viral5,6,7.
Dentro del plan global para acabar con el SIDA en el 2030, los países acordaron ante las Naciones Unidas en el 2016, diez compromisos de vía rápida para el 2020. En tal sentido se requiere asegurar que el 90% de la población joven tenga hábitos, conocimientos y capacidades de protegerse así mismo de la infección por VIH; por otra parte asegurar en un 75% de la población en riesgo se beneficie de la sensibilización como una medida preventiva, y por último la distribución de una cuarta parte de los recursos totales destinados a la prevención de la infección8. Por lo tanto, se deben sentar bases respecto al estado actual de conocimiento de aspectos básicos, así como de comportamientos frente a ésta infección en poblaciones susceptibles, que propicien el desarrollo de estrategias que se traduzcan en una mayor eficacia de las medidas adoptadas desde las directrices globales y teniendo en cuenta la comprensión de cada realidad social. Se ha considerado que cada individuo debe ser tanto consciente como libre para optar y acceder a métodos de prevención acordes a su modo de vida, promoviéndose en general la participación comunitaria en los programas de prevención del VIH, sin dejar a nadie atrás9.
En el departamento Norte de Santander en Colombia, una de las tres políticas diseñadas para enfrentar el incremento anual de casos de infección por VIH hace referencia a la implementación de cátedras obligatorias sobre educación sexual y reproductiva en los colegios públicos y privados, ya que es evento eminentemente prevenible; sin embargo, en nuestra región no se dispone de estudios actuales que permitan evaluar el conocimiento que tengan los jóvenes acerca del VIH/ SIDA, o más aún su actitud y práctica frente a este evento infeccioso.
Por lo tanto, en la presente investigación se evaluaron dichas dimensiones teniendo en cuenta aspectos relevantes como edad, género, tipo de familia, estrato socioeconómico y nivel educativo, en una población identificada como susceptible según la OMS, como son los adolescentes y jóvenes, como estudio pionero que permita identificar inicialmente aspectos mejorables que permitan en un futuro fomentar estrategias de control de ésta grave pandemia, desde la base educación y comportamiento humano por parte de las autoridades competentes.
Materiales y métodos: se realizó un estudio correlacional de campo.
Población y muestra: a partir de una población de 938 estudiantes de los grados noveno, décimo y undécimo de bachillerato de dos colegios públicos representativos de la ciudad de Cúcuta, se determinó una muestra de 318 (n=318) individuos, con nivel de confianza del 95%.
Se diseñó, validó e implementó un instrumento tipo encuesta consistente en 18 preguntas respecto a las dimensiones conocimientos (8 ítems), actitudes y prácticas (5 ítems cada uno) para indagar sobre diferenciación entre los eventos infección por VIH y enfermedad asociada, población susceptible, fuentes de información y mecanismos preventivos de transmisión sexual, entre otros. Se incluyó una ficha sociodemográfica para variables: edad, género, estrato socioeconómico, tipo familiar y grado de escolaridad (Suplemento 1).
Procesamiento estadístico de los datos y análisis de resultados: Los datos fueron almacenados en una base de datos para su tabulación y análisis mediante programa SPSS v22. Se evaluó correlación entre variables sociodemográficas y dimensiones conocimientos actitudes y prácticas, mediante prueba Chi-cuadrado, X. de Pearson; se aceptó significancia para un p<0,05 y un nivel de confianza del 95%. Se realizó análisis multivariado de componentes principales y prueba KMO y Bartletta para evaluar la confiabilidad de la matriz.
Consideraciones éticas: De acuerdo con los principios establecidos en la declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial (AMM), Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la UNESCO, Resoluciones N° 008430 de 1993 (normas técnicas científicas) y 2378 de 2008 del Ministerio de Salud y Protección Social sobre Buenas Prácticas Clínicas, se preservaron el bienestar y los principios de respeto a la autonomía, justicia y beneficencia, considerando a la presente como una investigación sin riesgo.
De los 318 estudiantes evaluados, 90 (28,3%), 123 (28,7%) y 105 (33%) pertenecían a los grados noveno, décimo y undécimo, respectivamente (observándose una distribución homogénea), con rango de edad de 13 a 21 años, con un 51,3% entre los 16-18 años. El 53,5% de la población analizada fue de sexo femenino, 46,2% masculino y 0,3% otro. Para características como estrato socioeconómico y tipo familiar se encontró a una amplia mayoría (89%) en estratos 1 al 3 con predominio de estrato 2 (38,1%) y una minoría en estratos 4 (10,7%) y 6 (0,3% para un único individuo); el 48,4% refirió pertenecer a familia nuclear, seguido de un contraste entre familia extensa y monoparental (22 y 21,4%, respectivamente). Así mismo, 23 (7,2%) manifestaron tener otro tipo familiar y sólo 3 estudiantes eran huérfanos (0,9%).
Conocimientos, actitudes y prácticas de la población adolescente
La cuantificación de la encuesta arrojó un nivel bajo para la dimensión conocimiento (dicotomización alto/bajo), para un 76,4% de la población, cuyo análisis revela que el 84 y 93% (para cada Institución) de la misma afirma conocer las vías de transmisión del VIH, aunque hasta el 33,3% considera que ésta pueda ocurrir a partir de mosquitos; la mayoría no considera como únicas, tanto a la vía sexual para adquirir la infección, como a la comunidad LGTBI en torno a susceptibilidad (64 al 73,2% y 90,5 al 95,3%, respectivamente) (Tabla 1). Si bien el 61,3-63,7% tiene claro que algunas veces durante el embarazo existe riesgo de transmisión, un 6,5-8,0% no reconoce el riesgo de transmisión materno-fetal. Cuando se indagó acerca del reconocimiento de síntomas relacionados con la infección, la mayoría señaló que varios o todos (Tabla 2), en reflejo de una capacidad de identificar señales clínicas de alerta. De manera preocupante, entre un 38 y 47% de los estudiantes considera que la fecha de vencimiento de un preservativo debe ser de apenas 1 año, similar a la frecuencia que refirió desconocer éste aspecto (35,1 y 48%); sólo 11,3 y 16,1% aciertan en una vigencia de 3 años.
En referencia a la dimensión actitudes, se obtuvo una valoración de buenas para el 85,2% de la población, resaltando que una notable mayoría de los estudiantes de bachillerato evaluados no reutilizaría un preservativo (95 y 99%), no reflejó indicios de discriminación respecto a población portadora del virus (concesión de un abrazo, 82 y 83%) y utilizaría condón durante su primera relación sexual (87,5 y 95,3%). De modo interesante, aproximadamente el 91% de los adolescentes y jóvenes evaluados expresó sentir temor de infectarse, en reflejo de autoconciencia frente a la susceptibilidad, como parámetro general. De igual manera, las prácticas fueron consideradas como buenas en el 71,1% de la muestra, refiriéndose acceso a diversas fuentes de información sobre el tema (Tablas 3 y 4). Finalmente se observó actitud hacia el uso de preservativo para evitar embarazos, VIH y otras ITS, en el 85,1 y 90,7% de los estudiantes.
Se empleó una escala tipo Likert para analizar si existían correlaciones entre las variables estudiadas, sin encontrar asociación alguna para la población estudiada (Tabla 5). La correlación de variables se llevó a cabo por medio de un análisis multivariado de componentes principales (empleando prueba de KMO y Bartletta para evaluar la confiabilidad de la matriz) para encontrar diferencias y similitudes respecto a las tres dimensiones y las variables escolaridad, edad y estrato socioeconómico. No se halló segregación de los grupos analizados lo que significa que ambos grupos son homogéneos para las variables estudiadas (figura 1).
La infección por VIH y todo el contexto de ésta problemática de salud pública constituye una prioridad en las agendas gubernamentales a nivel global, por directriz de la Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud, Programa de Naciones Unidas, ONUSIDA y la Asamblea General de Naciones Unidas, en busca de la prevención y atención del evento10. Siendo los adolescentes la población más susceptible a contraer la infección por el virus, la presente investigación buscó indagar sobre los aspectos conocimiento y comportamiento de la población adolescente de dos importantes Instituciones Educativas del sector público de la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander, Colombia. En general se determinó un nivel insuficiente o bajo de conocimientos contrastante con actitudes y prácticas favorables, lo que pone de manifiesto la necesidad de fortalecer los programas destinados a la promoción de la salud sexual y reproductiva de los jóvenes desde las Instituciones Educativas y el seno familiar, siendo necesario resaltar que hubo predominio de familia tipo nuclear en la muestra, lo que puede haber impactado positivamente en las dos últimas dimensiones. Lo anterior teniendo en cuenta que dichos programas pretenden promover el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de toda la población con especial énfasis en la reducción de los factores de vulnerabilidad y los comportamientos de riesgo, el estímulo de los factores protectores y la atención a los grupos con necesidades específicas11.
Nuestros resultados comparten similitud con el conocimiento insuficiente reportado en otro grupo poblacional del ámbito educativo, en Bolivia, a partir de docentes universitarios del área de salud, en el cual aproximadamente un 40% carecía de certeza aunque en aspectos como el reconocimiento de poblaciones susceptibles y percepción del riesgo, entre otras, a lo que se suma que igualmente las dimensiones actitudes y prácticas fueron adecuadas12. De resaltar, en ambos grupos poblacionales, pese a las diferencias culturales, de edad y formación, se encontró como factor común que alrededor de un 17% de los individuos no usa preservativo al sostener relaciones sexuales, aspecto y cifra que pueden resultar preocupantes e incluso son mayores en adolescentes de países como Estados Unidos13 o en el continente Africano, donde la infección se relaciona también con baja escolaridad14. En relación con éste último aspecto, nuestro hallazgo de actitudes adecuadas en el grupo de estudiantes y que consideramos un aspecto respaldado en la constitución familiar, contrasta con lo reportado en España donde precisamente la actitud favorable hacia el uso de preservativo sobresalió en hijos de padres divorciados, en lugar de aquellos con padres casados15.
Los hallazgos de nuestro estudio también son consistentes con lo referido en 336 adolescentes (14-25 años) de las ciudades de Asunción y Lambaré en Paraguay, cuyo nivel de conocimiento del tema fue encontrado inconsistente y considerado por los autores como causal de situación de riesgo de adquirir VIH y enfermedad asociada, SIDA. Dicho trabajo reveló aspectos preocupantes como que el 17,4% de la población desestimó totalmente el uso de preservativo en torno a protección frente a la infección, sumado a que el 45% de los estudiantes refirió ya sea nunca usar preservativo o sólo algunas veces al sostener relaciones sexuales ocasionales; todo lo anterior pese a que aproximadamente el 70% de la muestra provenía de familia nuclear y 53,3% citó al colegio como fuente de información en el tema16.
Nuestros resultados están en consistencia con lo referido a nivel nacional en escolares de noveno y undécimo grado en Medellín, en quienes se evidenció un conocimiento insuficiente (66,2%) acerca de los eventos VIH/SIDA, pero que, en contraste con nuestro trabajo, mostró relación entre ésta dimensión y las variables edad, sexo y fuente de información sobre el tema17. Igualmente en estudios en adolescentes y universitarios en la costa colombiana se evidencia desconocimiento del tema o malas prácticas18,19.
Todo lo anterior indica la necesidad urgente de establecer o fortalecer las estrategias de prevención de infección por VIH en adolescentes y población joven desde el marco de la salud sexual, ya que en la adolescencia los individuos son particularmente vulnerables a ciertos problemas de bienestar físico y psicológico, siendo un momento en el que se configuran estilos de vida que influenciaran la salud en el futuro; aquí también resultan relevantes el ambiente y los factores socioeconómicos20. En el contexto de la prevención de la infección por VIH en Colombia, actualmente se considera imperativa la necesidad de trascender del ámbito meramente asistencialista a aquel que promueva tanto el desarrollo humano, como el social y económico10, confiriendo importancia a la educación y el entorno del individuo, pero a su vez dando peso a las tres dimensiones evaluadas (de modo integrado), ya que se ha considerado que incluso un conocimiento sin prácticas, finalmente tampoco se traduce en conducta preventiva21.