Resumen: La diabetes mellitus (DM) representa una de las grandes epidemias de nuestra era, y se prevé que este comportamiento epidemiológico se prolongue durante varias décadas más. Este prospecto toma un tinte alarmante al considerar que en general, sólo un tercio de la población diabética logra alcanzar sus metas de control metabólico de manera consistente. Uno de los principales determinantes de esta falla parece ser la falta de adherencia a los tratamientos farmacológicos; lo cual a la vez se ha vinculado a frustraciones concernientes a la eficacia y tolerabilidad de las opciones actualmente disponibles. Por ende, la introducción de nuevas alternativas para el tratamiento de la DM es un objeto de estudio prioritario en la investigación biomédica básica y aplicada. Es urgente enriquecer el arsenal farmacológico antidiabético para ofrecer mejores resultados clínicos a esta población de pacientes. En este sentido, recientemente han nacido propuestas innovadoras como los inhibidores SGLT2, los agonistas GLP-1 y nuevas formulaciones de insulina. Además, se han resaltado algunos fármacos misceláneos con actividad significativa sobre la homeostasis de la glicemia que podrían representar la ventana a nuevos tratamientos en el futuro, como la ranolazina y los agentes secuestradores de fosfato. En esta revisión se presenta un resumen del cuerpo de evidencia preclínica y clínica actual en relación a nuevas propuestas de tratamiento farmacológico antidiabético.
Palabras clave:diabetes mellitusdiabetes mellitus,farmacoterapiafarmacoterapia,farmacología clínicafarmacología clínica,antidiabéticosantidiabéticos.
Abstract: Diabetes mellitus (DM) represents one of the greatest epidemics of our era, and this epidemiologic behavior has been projected to continue during several more decades. This prospect becomes alarming when considering that in general, only a third of the diabetic population achieves their metabolic control goals consistently. One of the main determinants of this failure may be the lack of adherence to pharmacologic treatments which may in turn be linked to frustrations concerning the efficacy and tolerability of the options currently available. Thus, the introduction of new alternatives for the treatment of DM is a priority study object in basic and applied biomedical research. Enriching the antidiabetic pharmacologic armamentarium is urgent in order to offer improved clinical results for this patient population. In this regard, innovative proposals have been put forward recently such as SGLT2 inhibitors, GLP-1 agonists, and new insulin formulations. Furthermore, miscellaneous drugs with significant activity on glucose homeostasis have been highlighted and may represent the window for new treatments in the future such as ranolazine and phosphate-sequestering agents. This review presents a summary of the current body of preclinical and clinical evidence on new proposals for antidiabetic pharmacologic treatment.
Keywords: diabetes mellitus, pharmacotherapy, clinical pharmacology, antidiabetic drugs.
Artículos
Explorando nuevas opciones farmacológicas en el tratamiento de la diabetes mellitus
Exploring new pharmacological options in the treatment of diabetes mellitus
En la actualidad, se estima que un aproximado de 422 millones de personas sufren de diabetes mellitus (DM) a nivel mundial, correspondiendo a una prevalencia general de 8,5% en la población adulta. Además, anualmente se registran 1,6 millones de muertes atribuibles a la DM e innumerables casos de enfermedad cardiovascular, enfermedad cerebrovascular, enfermedad renal crónica, ceguera y amputaciones de miembros inferiores asociadas a la DM, entre otras complicaciones1. Se calcula que alrededor del 85% de los pacientes diabéticos presentan DM tipo 2 (DM2), mientras que el resto corresponde a casos de DM tipo 1 (DM1) y otras formas menos frecuentes de este espectro de enfermedades2.
Este prospecto toma un tinte alarmante al considerar que en general, sólo un tercio de la población diabética logra alcanzar sus metas de control metabólico de manera consistente3. Uno de los principales determinantes de esta falla parece ser la falta de adherencia a los tratamientos farmacológicos; lo cual a la vez se ha vinculado a frustraciones concernientes a la eficacia y tolerabilidad de las opciones actualmente disponibles4. Estos factores suman a la carga de la DM como enfermedad, con un impacto severo en la vida cotidiana de los pacientes, el funcionamiento de los sistemas de salud pública e incluso la economía mundial5.
Por ende, la introducción de nuevas alternativas para el tratamiento de la DM es un objeto de estudio prioritario en la investigación biomédica básica y aplicada. Es urgente enriquecer el arsenal farmacológico antidiabético para ofrecer mejores resultados clínicos a esta población de pacientes6. En esta revisión se presenta un resumen del cuerpo de evidencia preclínica y clínica actual en relación a nuevas propuestas de tratamiento farmacológico antidiabético.
Inhibidores del SGLT2: nuevas promesas
Los inhibidores del cotransportador de sodio/glucosa 2 (SGLT2) constituyen la clase de fármacos más recientemente aprobada por la Food and Drug Administration (FDA) para el tratamiento de la DM. Las guías formales de tratamiento recomiendan el uso de esta clase farmacológica en los pacientes adultos con DM2, como coadyuvante a las modificaciones en el estilo de vida7. El SGLT2 es un complejo transportador que se ubica principalmente en el túbulo contorneado proximal de las nefronas, donde es responsable por la reabsorción de aproximadamente 90% de la glucosa filtrada en los riñones8. La inhibición de esta proteína resulta en mayor excreción renal de glucosa, lo cual resulta en disminución de la glicemia. Además, estos agentes pueden atenuar la hiperfiltración glomerular y reducir la presión arterial, confiriendo un efecto nefroprotector agregado9.
El canaglifozin fue la primera molécula en esta clase farmacológica en ser aprobada por la FDA. En un estudio aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo de 26 semanas de duración, se consiguió una reducción significativa en los niveles de HbA1C en los sujetos tratados con canaglifozin 100 mg y 300 mg en comparación con aquellos en placebo, además de reducciones significativas en la glicemia en ayuno, la glicemia posprandial, el peso corporal y la presión arterial sistólica10. Otros agentes en esta clase, como empaglifozin y dapaglifozin, han obtenido resultados igualmente satisfactorios, con abundante evidencia clínica11. Notoriamente, estos fármacos han mostrado beneficios moderados para la reducción de eventos cardiovasculares en pacientes con enfermedad ateroesclerótica establecida y reducción de la progresión de la enfermedad renal y las hospitalizaciones asociadas a insuficiencia cardíaca12.
Los inhibidores del SGLT2 se han asociado con una extensa lista de efectos adversos como mayor incidencia de cetoacidosis diabética, infecciones del tracto genitourinario, cáncer de vejiga, fracturas óseas y amputaciones de los miembros inferiores; no se recomienda su uso en pacientes con enfermedad renal severa, y aquellos en diálisis. Debido a la introducción reciente de estos fármacos, la evaluación estrecha de los efectos adversos en la fase post-mercadeo es aun altamente relevante y merece seguimiento cercano13. Otros agentes en esta clase, como ipraglifozin y tologlifozin, muestran mayor afinidad exclusiva por el SGLT2 y podrían mostrar menor incidencia de efectos adversos. No obstante, estos se encuentran aún en fases tempranas de estudio clínico y preclínico14.
Agonistas GLP-1: refinando opciones pre-existentes
El péptido similar al glucagón 1 (GLP-1) es una hormona perteneciente al grupo de las incretinas, cuyos efectos incluyen la potenciación de la liberación de la insulina y la inhibición de la secreción de glucagón, lo cual resulta en mejoramiento del perfil glicémico. Además, ralentizan el vaciado gástrico y el tránsito gastrointestinal, con efectos beneficiosos en el control del apetito y el peso corporal15. Los fármacos basados en las incretinas, como los agonistas GLP-1 y los inhibidores de la dipeptidilpeptidasa-IV han sido bien estudiados y tienen un lugar reconocido en los esquemas actuales para el manejo de la DM; en particular el exenatide, que representa el prototipo de los fármacos de la primera de estas categorías16. Sin embargo, investigaciones recientes han conllevado a cambios importantes e interesantes en las directrices de uso clínico de este grupo de fármacos17.
En la actualidad, cuatro agonistas GLP-1 han sido aprobados por la FDA para el tratamiento de la DM: exenatide, albiglutide, dulaglutide y liraglutide. Recientemente, fue introducida una nueva presentación de exenatide de liberación extendida, de administración semanal y preparación facilitada, que apunta a reducir las quejas relacionadas con las dificultades en la administración para formulaciones previas18. Aunque todos los agonistas GLP-1 se asocian con disminuciones comparables de los niveles de HbA1C, exhiben algunas características diferenciales. Por ejemplo, exenatide y liraglutide se han asociados con mayor pérdida de peso, pero también con mayor incidencia de reacciones cutáneas locales; y las presentaciones de vida media corta tienen mayor impacto sobre la glicemia post-prandial que las de duración prolongada19.
Adicionalmente, los agonistas GLP-1 podrían ofrecer beneficios agregados en el tratamiento de los pacientes con DM y otros factores de riesgo cardiovascular. Su uso se ha correlacionado con una disminución de hasta 22% en la incidencia de eventos cardiovasculares en los pacientes con DM220. Además de los inconvenientes con su preparación y administración, una de las principales barreras para el uso de los agonistas GLP-1 es la incidencia de efectos adversos gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarrea, y menos frecuentemente, pancreatitis21. Nuevas formulaciones y moléculas actualmente bajo estudio, como el semaglutide, efpeglenatide y lixisenatide, podrían aliviar esta problemática de forma considerable22.
Nuevas insulinas: la flexibilidad como prioridad
La adherencia terapéutica deficiente es un problema severo particularmente notorio en el tratamiento con insulina; típicamente vinculado con quejas relacionadas con la preparación y administración de los productos y su engranaje en la rutina de los pacientes y la ocurrencia de efectos adversos, especialmente la hipoglicemia23. Por lo tanto, las propuestas más recientes en insulinoterapia tienden a priorizar la flexibilidad práctica de los agentes para su uso diario, como ocurre con la insulina humana tecnoesfera, nombre comercial Afrezza. Esta es una insulina regular recombinante que se presenta como un polvo aerosolizado para inhalación, que requiere administración con cada comida y ejerce efectos comparables a las insulinas de vida media corta24.
Esta preparación de insulina ha demostrado ser comparable con las formas inyectables clásicas en relación a niveles de HbA1C en ensayos clínicos de 24 a 52 semanas, tanto en pacientes con DM1 como con DM2, sin mayor incidencia de efectos adversos25. Además, en reportes recientes se ha observado que se asocia con menor frecuencia de hipoglicemia y menor aumento de peso. No obstante, parece asociarse con incremento en la incidencia de tos y cambios reversibles en los parámetros de espirometría, específicamente un incremento en el volumen de espiración forzada en 1 segundo26. Hasta la fecha, la FDA recomienda restringir su uso en individuos propensos a eventos de broncoespasmo, y en aquellos con diagnósticos pre-establecidos de asma bronquial o enfermedad bronquial obstructiva crónica27.
La insulina degludec es otra preparación recientemente propuesta, descrita como una insulina basal de acción ultra-larga, y administración subcutánea. Debido a sus propiedades farmacodinámicas y farmacocinéticas, tiene la ventaja clínica de poder ser administrada a cualquier hora del día, en una dosis única28. En un meta-análisis de estudios de fase 3, la insulina degludec ha demostrado efectividad comparable con la de la insulina glargina, con menor incidencia de hipoglicemia nocturna29. Además, las dosis necesarias para alcanzar el control metabólico parecen ser menores con esta molécula, tanto en pacientes con DM1 como con DM230.
Fármacos reguladores del metabolismo glucídico emergentes: una mirada al futuro
Además de la expansión de las clases farmacológicas pre-existentes de antidiabéticos, se han resaltado algunos fármacos misceláneos con actividad significativa sobre la homeostasis de la glicemia que podrían representar la ventana a nuevos tratamientos en el futuro. En este sentido, se han señalado los efectos de la ranolazina. Este es un fármaco recientemente introducido para el tratamiento de la angina de pecho crónica; que actúa inhibiendo las corrientes de sodio tardías en el miocardiocito durante la repolarización, lo cual estabiliza el tráfico de sodio y calcio, y reduce la isquemia miocárdica31. Sin embargo, en la clínica, la ranolazina también se ha asociado con un decremento significativo de la HbA1C de manera dosis dependiente en comparación con el placebo, luego de la administración por 36 semanas32. El mecanismo mediante el cual la ranolazina modula el metabolismo de la glucosa no se ha dilucidado. Sin embargo, en modelos de ratas con DM inducida por estreptozotocina, se ha observado que el tratamiento con ranolazina se asocia con mayor preservación de la morfología de los islotes de Langerhans, mayor masa de células β pancreáticas con menos apoptosis y picos más elevados de insulina durante las pruebas de tolerancia a la glucosa33.
Otra droga que ha recibido atención en este sentido es el sevelamer. Este fármaco actúa como secuestrador de fosfato, y es utilizado en los pacientes con enfermedad renal crónica e hiperfosfatemia, en quienes se indica con las comidas para reducir la absorción del fosfato incluido en la dieta. Adicionalmente, el sevelamer también es un agente secuestrado de ácidos biliares34. Sin embargo, se ha observado que el tratamiento con sevelamer induce una disminución significativa en los niveles de HbA1C, colesterol total y triglicéridos35. Se desconoce el mecanismo de acción mediante el cual el sevelamer modula el metabolismo intermediario; sin embargo, se presume que involucre la menor absorción de colesterol dietario, de manera similar al colesevelam, otro fármaco secuestrador de ácidos biliares que ha sido aprobado recientemente por la FDA como coadyuvante en los pacientes con DM2 que no han alcanzados sus metas de control metabólico con metformina, sulfonilureas, o insulina36. Más allá de esto, se ha observado que estas moléculas pueden promover la secreción de GLP-1 en el intestino y reducir los marcadores circulantes de inflamación crónica37.
La DM representa una de las grandes epidemias de nuestra era, y se prevé que este comportamiento epidemiológico se prolongue durante varias décadas más. Por ende, la búsqueda de nuevas estrategias de intervención en esta patología sólo puede intensificarse en el futuro. Este es un prospecto altamente estimulante: con las nuevas tecnologías en biología molecular y la transición a la práctica de una farmacología clínica individualizada—propulsada por el florecimiento de la farmacogenética y farmacogenómica—se avizora el nacimiento de numerosas alternativas farmacoterapéuticas potencialmente revolucionarias.
En el entretiempo, es importante resaltar que las modificaciones en el estilo de vida, con los cambios en la dieta y el incremento de la actividad física, continúan siendo los pilares fundamentales del tratamiento de la DM. La promoción de estos componentes siempre será esencial en paralelo a la implementación de la farmacoterapia clásica y novel, asegurando los mejores resultados a largo plazo.