Resumen:
Introducción: El consumo de alcohol en adolescentes y jóvenes es un problema de salud pública, y sus creencias, son determinantes en el comportamiento del mismo.
Objetivo: Describir el consumo de alcohol y su relación creencias en adolescentes y jóvenes.
Metodología: Estudio descriptivo de corte transversal, con una muestra probabilística estratificada de 1.133 estudiantes adolescentes y jóvenes entre 11- 26 años, de tres instituciones educativas. Se realizó análisis estadístico con IBM SPSS (Statistical Package for the Social Sciences) versión 22.
Resultados: El 73.1% de los adolescentes y jóvenes consumen bebidas alcohólicas, iniciando entre 14.1±2.5 años. Existe relación entre consumo y sexo (p=0.000), y frecuencia de consumo y tipo de institución (p=0.000). Las creencias sobre el consumo de alcohol indican que éste sirve para compartir con amigos (49.5%), divertirse y relajarse (36.7%) y estar alegres (31.7%).
Conclusión: Las creencias se relacionan con el aprendizaje social y cultural del contexto del adolescente o joven. Debe ser una conclusión del trabajo, no una conclusión general.
Palabras clave:Consumo de bebidas alcohólicasConsumo de bebidas alcohólicas,creenciascreencias,adolescenteadolescente,adulto jovenadulto joven.
Keywords: Alcohol Drinking, beliefs, adolescent, young adult
Artículos
Consumo de alcohol y sus creencias en adolescentes y jóvenes
Alcohol use and beliefs among adolescents and young people
El alcohol es una sustancia psicoactiva con un alto consumo a nivel mundial1, y su consumo nocivo es un problema, que pone en riesgo el desarrollo individual, familiar y social2. Debido a que, produce 2,5 millones de muertes cada año y también causa daños tanto en la salud física y psicológica del bebedor2,3, siendo tercer factor de riesgo de muerte prematura y discapacidad, con un 4% de las muertes en todo el mundo.. La ingesta de alcohol se considera un problema de salud pública,2,4,5 pues su consumo excesivo en adolescentes y jóvenes trae como consecuencias: relaciones sexuales riesgosas, accidentes de tránsito, enfermedades médicas graves6 a largo plazo2,7,8 con un reporte de la Organización Panamericana de la Salud, de 20 enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol8, desarrollo de conductas disruptivas, dependencia al consumo de alcohol; dando impacto en la vida del sujeto a nivel personal, familiar, laboral, social y económico1,5 y el principal factor de muerte en adolescentes y jóvenes2,5.
En América Latina en especial en Colombia, existe una preocupación por el consumo nocivo de alcohol en esta población1,3colombiana en general o adolescente en particular, ya que existe una relación entre el consumo nocivo de alcohol y factores psicosociales de riesgo9. La adolescencia está comprendida en edades entre 11 y 20 años, y los jóvenes entre 20 y 26 años, quienes se encuentran en una etapa de transición y preparación para la vida adulta en la que se requieren compromisos, responsabilidades y una forma de pensamiento maduro, que facilite la toma de decisiones; sin embargo, se puede indicar que tanto en la adolescencia como en parte de los jóvenes no se ha logrado aún el desarrollo completo y sincrónico del cerebro entre el sistema límbico y la corteza prefrontal6,7. Dicha situación lleva a la existencia constante de preocupaciones en la sociedad actual a nivel mundial, debido a que estas edades se consideran difíciles5,10, por presentar en sus vivencias continuas presiones del medio, junto con “crisis” que viven, haciendo del adolescente y el joven una persona expuesta y vulnerable al riesgo de consumo nocivo de alcohol2,9,11, iniciando su consumo a temprana edad12,13.
Ahora bien, en la etapa de la adolescencia y la juventud, aparte de caracterizarse por poseer cambios emocionales, fisiológicos y cerebrales2,5, formación de la autoestima, desarrollo continuo de la cognición14,15, proceso de individualización como también la vulnerabilidad al riesgo y la búsqueda de sensaciones que los llevan a considerar creencias sobre el consumo de alcohol entre ellas, que permite relacionarse, compartir y estar con amigos, facilidad de expresión de sentimientos, y aceptación por el grupo de pares frente a la presión que puede haber en ellos16 y determinar momentos de alegría. Las creencias en si son un sistema de percepciones, juicios u opiniones en la que la cultura y el contexto social se involucran. Creencias que pueden ser positivas o negativas y que determinan la actitud del individuo17,18 e influye en el comportamiento de riesgo en el caso del consumo.
Las razones para el inicio del consumo de alcohol en adolescentes y jóvenes son múltiples, con varios factores relacionados, entre los cuales se encuentra el contexto social, la baja percepción de riesgo por parte de éstos, la influencia de amistades, dominio normativo inadecuado, representaciones sociales y creencias hacia el consumo, donde se justifica la posibilidad de relacionarse con otros y subir el estado de ánimo9. De acuerdo al contexto social donde se encuentre inmerso el joven, puede darse la normalización del consumo de alcohol en la que es un producto permitido, con una mirada más de tradición cultural, incluyendo el entorno familiar y que traduce en flexibilidad, frente a esta clase de comportamiento20-23, generando un aprendizaje por observación e imitación de modelos24. Sin embargo, el aprendizaje por observación no solo posee su base en las figuras parentales del sujeto, lo son también los pares del adolescente o joven y sus demás parientes mayores. Por otra parte, se encuentra que algunas familias incitan a probar el alcohol en la niñez25.
Es así como este consumo puede ser causa o consecuencia del funcionamiento familiar26,21 y social8. En ello intervienen diversos factores como la búsqueda de identidad27, presión grupal e importancia de los pares16, vulnerabilidad y fragilidad emocional entre otras. Estos factores pueden llevar a predisponer una posible dependencia al alcohol, e incidir en problemas de autocontrol2,3, accidentes y violencia2,28.
Este estudio arroja datos que puede aportar a programas de prevención y rutas de atención al consumo de alcohol, en especial en el manejo de las creencias que tienen los adolescentes y jóvenes sobre éste. Por tanto, el objetivo del presente estudio fue describir el consumo de alcohol y sus creencias en adolescentes y jóvenes de tres instituciones educativas de la ciudad de Cali.
La investigación de tipo cuantitativo y diseño descriptivo, de corte transversal en la que la población fue de 12.528 estudiantes matriculados en tres instituciones educativas de la ciudad de Cali. El tamaño de la muestra se calculó con un nivel de confianza de 95%, un margen de error de 2.8% y una proporción esperada de 50%. Se buscó una representatividad por institución, considerando la proporción de estudiantes matriculados en cada una. Se contó con una muestra probabilística estratificada de 1.133 estudiantes en total, donde en dos Instituciones de Básica Secundaria fueron 735 estudiantes y una Institución Educativa Superior con 398 estudiantes, que fueron seleccionados aleatoriamente a partir de que cumplían con los siguientes criterios de inclusión: edad de los estudiantes en las Instituciones de Básica Secundaria de 11 a 17 años (N= 3.422) y en la Institución Educativa Superior de 18 a 26 años (N= 9.106) con participación voluntaria.
La recolección de los datos, se realizó anónimamente a través de un cuestionario elaborado ad hoc. En éste, se recogió información sobre: características sociodemográficas, características del consumo de alcohol y las creencias que tienen del mismo. El cuestionario fue validado por cinco jueces expertos y un estudio piloto con 30 adolescentes.
Se obtuvo el aval del Comité de Ética y Bioética de la Universidad Santiago de Cali, institución que aprobó y financió la investigación a través de su Dirección General de Investigación – DGI; luego se contactó a los directivos de cada institución para contar con los permisos correspondientes y posteriormente a los estudiantes de las tres instituciones quienes al ser informados de la importancia y objetivos de la investigación y al haber respondido a todas sus inquietudes, se les solicitó a los menores de edad, firmar el asentimiento informado y llevar a sus padres o tutores una carta y consentimiento parental donde se les explicaba sobre la misma. Para los estudiantes mayores de edad, se les solicitó firmar el consentimiento informado. Para la aplicación del cuestionario, se organizaron en grupos de 40 estudiantes aproximadamente, donde respondieron de manera individual y personal encuesta, entrevistas con una duración promedio de 10 minutos.
En primera instancia, el cuestionario fue procesado en una hoja de cálculo de Excel, con toda la información que los participantes brindaron. Los datos se exportaron al programa IBM SPSS (Statistical Package for the Social Sciences) versión 22.
Antes de proceder al análisis se realizó una limpieza al conjunto de datos recolectados detectando y tratando aquellos datos perdidos, así como los valores aberrantes o atípicos. Posterior a ello, para dar cumplimiento a los objetivos y alcances propuestos, se utilizaron tablas de frecuencia y contingencia, que muestran frecuencias y porcentajes.
Para las variables cuantitativas, se utilizaron medidas de tendencia central y dispersión, como el mínimo, el máximo, la media y la desviación estándar. Se hizo uso de la prueba Chi-cuadrado, la cual sirvió para determinar la posible relación estadística entre el consumo de alcohol y factores como el sexo, los grupos de edad, y hábitos de consumo en los participantes estudiados. y borrar encias?. Finalmente se utilizó la prueba Mann-Whitney para contrastar las diferencias entre hombres y mujeres en relación a la edad y edad de inicio de consumo. Para la prueba estadística utilizada se utilizó un nivel de significación de 0.05 (5%).
En este estudio, el 50.6% fueron mujeres, resultando así una muestra homogénea en cuanto al sexo. Con respecto a la edad de los participantes, estuvo comprendida entre 11 y 26 años, con un promedio de 16.7±4.02 años. El promedio de edad de los hombres fue de 16.8±4.12 años y el de las mujeres fue de 16.7±3.9 años, resultando que no existen diferencias estadísticamente significativas en la edad entre ambos sexos (p=0.685), a partir de la prueba de Mann-Whitney.
Tabla 1. Conductas de consumo de alcohol en adolescentes y jóvenes
La tabla 1, reporta el porcentaje de algunas conductas de consumo de bebidas alcohólicas en los adolescentes y jóvenes. El 73.1% han consumido bebidas alcohólicas y su primera vez fue hace más de un año (59.1%). La frecuencia de consumo de alcohol, indica que el 42.0% consumen bebidas alcohólicas por lo menos una vez al mes, el 26.0% por lo menos más de una vez al mes, y sólo un 23.4% consumen una vez al año. Los estudiantes también reportan, que la última vez que consumieron bebidas alcohólicas fue hace un mes (39.1%).
La edad de inicio de consumo de alcohol en los adolescentes y jóvenes fue a los 14.09 ± 2.5 años. En cuanto a la edad más temprana de consumo de alcohol fue a los 13 años y la más tardía fue a los 21 años. Se evidenció que la edad de inicio de consumo de alcohol de los hombres fue menor a la edad de inicio de las mujeres (13.7 ± 2.5 años y 14.5 ± 2.5 años, respectivamente), puesto que a través de la prueba no paramétrica de Mann-Whitney, se encontraron diferencias significativas (p=0.000). La edad de inicio de consumo de alcohol más frecuente es a los 15 años de edad, tanto para hombres (19.7%) como para mujeres (22.6%).
Tabla 2. Bebidas alcohólicas que consumen los adolescentes y jóvenes
En la tabla 2, se muestra que la bebida que más consumen (casi siempre o siempre) los adolescentes participantes son: cerveza (20.7%), whisky, vodka, ron y tequila (16.3%) y aguardiente (12.9%). Las bebidas de menos consumo son las combinadas (alcohol más refrescos o energizantes) con un 7.7% y consumo de vino (8.8%).
Tabla 3. Frecuencia de consumo en función de algunas variables
Ahora la tabla 3, muestra la frecuencia de consumo: bajo (no consume o consume una vez al año o al mes), regular (consumo más de una vez al mes) y alto (consumo más de una vez a la semana), en función de algunas variables como el sexo y el tipo de institución. Se evidencia que existe una relación estadísticamente significativa entre la frecuencia de consumo y el sexo (p=0.000), el tipo de institución (p=0.000). Características como ser hombre, estudiar en la universidad son factores de riesgo para el consumo frecuente de alcohol.
Tabla 4. Creencia acerca de algunas afirmaciones sobre el consumo de alcohol.
La tabla 4 muestra las creencias acerca de algunas afirmaciones sobre el alcohol, donde se encontró que casi la mitad considera que está de acuerdo con que el alcohol le permite compartir con sus amigos (49.5%). Un 36.7% considera que el alcohol le permite divertirse y relajarse, y un 31.7% considera que le permite estar más alegre.
La presente investigación describe el consumo de alcohol en adolescentes y jóvenes de tres instituciones educativas de la ciudad de Cali. Por lo tanto, se halló en relación al sexo de los participantes, que el 72,9% de las mujeres, consumen licor y el 73,4% en los hombres, no encontrando una diferencia significativa. Similares hallazgos se encontraron en otras investigaciones, donde el 59,57% de los hombres y 57,57% de las mujeres consumen alcohol28, como también el 71.6% en hombres y el 79.9% en mujeres29, no existiendo diferencias significativas tampoco. Por el contario en otro estudio se expone que, de 368 estudiantes en edades de 12 a 18 años, la ingesta de licor se dio en mujeres con el 67,1%, y en hombres con el 32,9%, existiendo así una diferencia significativa4.
A partir de los resultados encontrados en los datos estadísticos, es posible decir que el consumo de alcohol en menores de edad y adultos jóvenes en las tres instituciones educativas de la ciudad de Santiago de Cali, se caracteriza por no hacer una diferenciación marcada de consumo entre hombres y mujeres, es decir, hace algunos años el consumo de alcohol era una actividad atribuida a lo masculino, sin embargo, los resultados estadísticos de este estudio muestran que hoy en día tanto hombres como mujeres consumen alcohol de manera similar, y que la edad de inicio de dicho consumo es diferente estadísticamente entre ellos y ellas, siendo ésta, entre los 14 y los 20 respectivamente.
Con respecto a la frecuencia del consumo de alcohol en los adolescentes y jóvenes participantes en la investigación, se presentó que el 42% de los estudiantes consumen bebidas alcohólicas por lo menos una vez al mes. Porcentajes relacionados, fueron encontrados en estudios donde el 53% de 172 estudiantes consumieron en el último mes30, y un consumo menor con un 37% en el estudio nacional de consumo de sustancias psicoactivas (SPA) en población escolar en Colombia13.
Frente al tipo de consumo, entre las bebidas con mayor ingesta se evidencia la cerveza con 87.4%, seguida de vino con 72,7% y aguardiente con 61.2%. Con relación a ello en otro estudio, se halló que las bebidas de mayor consumo fueron la cerveza con 91.6%, seguido del aguardiente con 67.2%13. En otro estudio, el 7,7% informa un consumo habitual de cerveza y 1,2% de consumo habitual de vino12.
Con respecto al tipo de bebida alcohólica identificada como de mayor consumo entre los adolescentes y los jóvenes encuestados está la cerveza. Una razón que puede indicar este resultado es la facilidad para el acceso o consecución de la bebida en supermercados, tiendas, bares, discotecas, fiestas, celebraciones familiares o en las propias casas. La otra razón está ligada al precio de la bebida y que se puede considerar, como la bebida alcohólica de inicio en los adolescentes.
En esta investigación, la edad promedio de inicio del consumo de alcohol fue los 14.09 ± 2.5 años, la más temprana fue los 13 años y la más tardía los 21 años. La edad de inicio de ingesta de licor más frecuente fue los 15 años, frente a ello, otros estudios refieren datos muy similares. En uno de ellos, se halló que en Colombia un 69.2% de los estudiantes manifestaron haber consumido alcohol en un promedio de edad los 13 años13. Por otra parte, en otro estudio, exponen que el 40% de los jóvenes iniciaron su consumo también a los 13 años12, divisando el inicio de consumo de bebidas embriagantes en edades tempranas.
Respecto al consumo por primera vez, se encontró que el 73,1% de los estudiantes que participaron en este estudio consumieron alcohol alguna vez en su vida, y que el 59,1% de éstos, su primera vez de consumo ocurrió en el último año de su edad actual. En otras investigaciones se encontró también que más de la mitad de los jóvenes consumieron alguna vez en su vida con un 69.2%13, 67.9%30 y 95%31.
Con respecto a las creencias de los adolescentes y jóvenes sobre el alcohol, se encontró que el 49.5% considera que está de acuerdo con que éste le permite compartir con sus amigos, un 36.7% y le permite divertirse y relajarse, y un 31.7% considera que le permite estar más alegre. Resultados en otros estudios similares, se encontraron en una muestra de 787 jóvenes, el 39% de los participantes refirieron consumir alcohol con el propósito de relajarse, el 5% mencionaron que el consumo de alcohol permite iniciar una relación de amistad, el 10% expresó lograr el olvido de sus problemas académicos, 5% problemas familiares y 5% problemas sentimentales32.
Las bebidas embriagantes se utilizan en espacios de relación social y celebración. Se considera como creencia que el consumo de alcohol sirve para solucionar los problemas o para divertirse y compartir con amigos, dando así solución a aspectos de su vida vinculados con las necesidades emocionales y las necesidades de interacción e inclusión social. Esto indica que esta clase de creencias se relacionan con un aprendizaje social y cultural del borrar adolescente o el joven.
maria.martinez11@usc.edu.co