Resumen:
Antecedentes y Objetivos: El bosque de galería (BG) del río Metztitlán tiene importancia ecológica en la Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán y contribuye al sostenimiento de la biodiversidad y al desarrollo de numerosos procesos biológicos. Los objetivos del estudio fueron realizar la lista florística del BG en la Reserva y determinar la composición de especies nativas y exóticas, su capacidad de distribución, hábitat y estado de riesgo según la NOM-059-SEMARNAT-2010 y la Lista Roja de Especies Amenazadas (IUCN).
Métodos: Las colectas botánicas se realizaron en la época de lluvia (2013) y de estiaje (2014), en ambos márgenes del río. La identificación taxonómica se efectuó con base en la Flora Fanerogámica del Valle de México y la Flora del Bajío y de regiones adyacentes y se confirmó con especialistas, y en el Herbario-Hortorio (CHAPA) del Colegio de Postgraduados. Mediante revisiones bibliográficas se determinó la capacidad de distribución de las especies así como su hábitat y estado de riesgo (NOM-059-SEMARNAT-2010 e IUCN).
Resultados clave: Se identificaron 122 especies de plantas vasculares pertenecientes a 38 familias y 102 géneros. Las familias representativas fueron Asteraceae (21 géneros y 24 especies) y Poaceae (12 y 17); los géneros con mayor número de especies fueron Cyperus (4) y Eragrostis (4). Del total de especies, 81 son nativas; cinco probablemente nativas de México; 34 exóticas; una de origen incierto; tres endémicas de México. Ninguno de los taxones se encontró en estado de riesgo.
Conclusiones: El BG en la Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán presenta alteraciones de origen antrópico, que favorecen el establecimiento de especies exóticas, las cuales integran 27% de la lista florística con predominancia en la cobertura vegetal.
Palabras clave: corredor biológico, plantas exóticas, plantas nativas, Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán.
Abstract:
Background and Aims: The gallery forest (GF) of the Metztitlán river is ecologically important within the Barranca de Metztitlán Biosphere Reserve and contributes to the sustainability of biodiversity and the development of numerous biological processes. The objectives of this study were to create a floristic inventory of the GF in the Reserve, and to determine the composition of native and exotic species, their distribution capacity, habitat and risk status according to the NOM-059-SEMARNAT-2010 and the Red List of Endangered Species (IUCN).
Methods: Botanical collections were carried out in the rainy (2013) and dry (2014) seasons on both sides of the river. Taxonomic identification was based on the Phanerogamic Flora of the Valley of Mexico and the Flora of the Bajío and adjacent regions, confirmed by specialists and in the Herbarium-Hortorio (CHAPA) of Colegio de Postgraduados. Through bibliographical revisions, we determined the distribution capacity of the species, their habitat and risk status (NOM-059-SEMARNAT-2010 and IUCN).
Key results: We identified 122 species of vascular plants belonging to 38 families and 102 genera. The most representative families were Asteraceae (21 genera and 24 species) and Poaceae (12 and 17); the genera with the highest number of species were Cyperus (4) and Eragrostis (4). Of the total species, 81 are native, five of them probably native to Mexico; 34 are exotic, one from unknown origin; and three are endemic to Mexico. None of the taxa was found to be in a risk status.
Conclusions: The GF in the Barranca de Metztitlán Biosphere Reserve shows anthropic alterations that favor the establishment of exotic species, which make up 27% of the floristic inventory and predominance in plant cover.
Key words: Barranca de Metztitlán Biosphere Reserve, biological corridor, exotic plants, native plants.
Artículos de investigación
Lista florística del bosque de galería del río Metztitlán, Hidalgo, México
Floristic inventory of the gallery forest of the Metztitlán river, Hidalgo, Mexico
Recepción: 18 Diciembre 2018
Recibido del documento revisado: 28 Enero 2019
Aprobación: 04 Marzo 2019
La representatividad biogeográfica de la Barranca de Metztitlán del estado de Hidalgo está en sus ecosistemas acuáticos y terrestres, como los matorrales xerófilo y submontano, así como en los bosques tropical caducifolio y el de coníferas. Lo anterior, aunado al buen grado de conservación de su biodiversidad y alto nivel de endemismo, permitió que se declarara como Área Natural Protegida con la categoría de Reserva de la Biosfera (RBBM) en el año 2000 (CONANP, 2003).
Dentro de la Reserva fluye el río Metztitlán (RM); al final de su trayecto desemboca en el lago Metztitlán, que es un sitio RAMSAR (RAMSAR, 2014). Esas características de la Reserva demandan la conservación de su riqueza natural y manejo de recursos asociados. Al respecto, algunas instituciones de enseñanza superior como el Colegio de Postgraduados, la Universidad Autónoma Chapingo y la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, realizan recolecciones florísticas en el matorral xerófilo, pero se carece de estudios acerca del bosque de galería (BG) del RM.
Un BG es una zona de transición entre los ecosistemas terrestres y acuáticos, que se caracteriza por la presencia temporal o permanente de saturación de agua y de procesos funcionales determinados por él; el intercambio permanente entre el ambiente superficial y el subterráneo y la existencia de comunidades bióticas particulares (Naiman et al., 2005). El BG tiene diversas funciones: actúa como filtro al evitar la erosión de las riberas, al procesar la materia orgánica, al retener nitrógeno y ciertos contaminantes, y mejorar la calidad del agua; es un regulador de la temperatura y de la cantidad de luz que ingresa a los sistemas acuáticos (Sirombra y Mesa, 2010).
El BG permite la protección de los ríos, ya que contribuye en la estabilidad de sus cauces (Chará et al., 2007): las plantas amortiguan la caída de la lluvia y absorben parte de la misma en sus tallos y hojas (Van Dam, 2003). La hojarasca que aportan los árboles y que se acumula en el suelo favorece la infiltración y enriquece el suministro de la materia orgánica y de nutrimentos (Chará, 2004), lo que repercute en la estructura y en la dinámica de los diferentes niveles tróficos (Kutschker et al., 2009).
Los BG funcionan como complejas fuentes que sustentan la biodiversidad, presentan patrones sucesionales y disposiciones verticales en estratos que son primordiales para mantener la calidad del agua; se constituyen como reservorios genéticos de las especies que los ocupan debido al gran número de hábitats y microhábitats especiales que albergan (Granados et al., 2006). En esto, la relación entre plantas nativas y exóticas influye en la cantidad y calidad del agua y en el suministro de otros servicios ambientales de los sistemas acuáticos (Mancilla et al., 2009).
Las especies nativas son aquellas que se desarrollan dentro de su área de distribución original (histórica o actual); según su potencial para dispersarse en forma natural se adaptan a las condiciones locales y mantienen relaciones evolutivas y ecológicas con las especies que comparten su historia. Las endémicas tienen su distribución actual restringida a un territorio, aunque ésta haya sido más amplia en otro tiempo (CONABIO, 2016). Las exóticas (conocidas también como especies introducidas) se extienden fuera de su centro de origen, carecen de vínculos evolutivos con los taxones que coexisten en su nuevo territorio y pueden ocasionar graves problemas al transmitir enfermedades y al competir o depredar a los taxones nativos (CONABIO, 2016).
Las especies invasoras (nativas o exóticas) poseen una gran capacidad para dispersarse y colonizar otros territorios, pese a las condiciones fluctuantes en los ambientes, por lo que aumentan en número poblacional y en su distribución geográfica (CONABIO, 2016). Las malezas (especies sinantrópicas) son plantas silvestres que se desarrollan en hábitats modificados sustancialmente por el ser humano. Ecológicamente, se diferencian en dos grupos: las arvenses, ligadas a los campos de laboreo con su remoción regular del suelo, y las ruderales, propias de los asentamientos humanos y otros ambientes transformados, ya que prosperan en huertos y jardines, lotes baldíos, basureros, escombros, grietas de los muros, tejados, ruinas, o bien, ocupan las orillas de vías de comunicación como caminos, carreteras y vías de ferrocarril (Villaseñor et al., 2003).
A pesar de la importancia ecológica del BG en la RBBM, su amplitud y cobertura vegetal se han alterado por diversos factores como la expansión del Distrito de Riego 08 (DR 08), los dragados del RM, inundaciones, por la apertura de veredas sobre la franja y el pastoreo de ganado, principalmente.
Por lo anterior, y debido a que no hay estudios con antecedente similar, este trabajo tuvo por objetivos: i) determinar la lista florística del BG del RM, mediante colectas botánicas y la identificación taxonómica de las especies y ii) evaluar el carácter nativo o alóctono y hábitat de las especies, con base en revisiones bibliográficas; así como su posible estatus en alguna categoría de riesgo de la NOM-059-SEMARNAT-2010 (SEMARNAT, 2010) y de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés) (IUCN, 2017).
El río Metztitlán (RM) se ubica dentro de la Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán (RBBM), la cual tiene una superficie de 96,042.94 ha y se enmarca entre las coordenadas 98°23'00" y 98°57'08" longitud oeste y 20°14'15" y 20°45'26" latitud norte. El RM nace al norte del estado de Puebla, fluye de sureste a noroeste en una área drenada de 289,400 ha y tiene una longitud total de 134.5 km (100 km dentro de la Reserva) (CONANP, 2003).
En el trayecto del RM se distinguen tres tramos: la entrada al sur de la Barranca donde confluyen los ríos Chico Tulancingo y San Lorenzo para formar el río Grande Tulancingo, la unión con el río San Sebastián, a partir del cual se conoce como río Venados, y donde inicia el DR 08 y adquiere el nombre de RM. Este trabajo se realizó en el último tramo del río (Fig. 1), donde el tipo de vegetación es, principalmente, matorral xerófilo y en menor grado, bosque tropical caducifolio (CONANP, 2003).

El clima de la región es seco semicálido (BS0hw), con régimen de lluvias en verano y precipitación invernal de 5-10% e invierno fresco (García, 2004); la precipitación media anual es <500 mm y las isotermas máximas de 22 °C; con una temperatura media anual >18 °C y hasta cinco días de helada al año. El tipo de suelo en las márgenes del río, es Fluvisol calcárico (GEH, 2001).
Con la finalidad de obtener la representatividad florística, las colectas botánicas se realizaron durante un año (agosto de 2013-julio de 2014), en ambos márgenes del río. Al considerar que el mejor estado de conservación del BG, la mayor amplitud y cobertura vegetal permitirían obtener más diversidad vegetal, se seleccionaron cinco sitios de colecta: Ayacazintla, Jilotla, San Cristóbal, San Sebastián y Venados (Fig. 1) entre 1243 y 1312 m s.n.m. Los sitios tuvieron una longitud de 100 m, medida que se considera suficiente para caracterizar la riqueza florística (Ferreira y Moreira, 1999). La amplitud se determinó en cada sitio mediante el criterio “área que se inunda de manera natural, al menos una vez en un periodo de entre dos y ocho años de acuerdo con la variabilidad del flujo” (González y García, 2006), misma que se identificó a partir de la línea de contacto del agua del río, por las coloraciones en las laderas, restos vegetales e inicio de la vegetación natural del sitio.
En los sitios se recolectaron ejemplares de las especies existentes, aunque solo se consideraron los especímenes con las características morfológicas necesarias para su identificación taxonómica. En cada caso se anotaron los siguientes datos: fecha, nombre de la localidad, altitud y coordenadas geográficas; con respecto a la especie vegetal, nombre común, color de la flor y del fruto, tipo de hojas y de tallo. Las especies se fotografiaron en vivo utilizando una cámara marca SONY Alfa 3500, lente 18-50; para registrar los detalles de los ejemplares, se empleó un adaptador de SONY macro Minolta AF 50 tipo E (SONY, Ciudad de México, México); ese fue material de apoyo en la identificación de las especies.
Los ejemplares recolectados se prensaron y se secaron, luego se determinaron con base en las claves de identificación taxonómica de la Flora Fanerogámica del Valle de México (Rzedowski et al., 2005) y de la Flora del Bajío y de regiones adyacentes (Fryxell, 1993; Rzedowski y Calderón, 2002, 2008; Daniel y Acosta, 2003; Carranza, 2007, 2008; Steinmann, 2008; Pérez-Calix, 2009; Rzedowski et al., 2010). Lo anterior se cotejó con especialistas en las diferentes familias y con ejemplares del Herbario-Hortorio CHAPA del Colegio de Postgraduados. Debido a la diferencia nomenclatural que existe entre las claves taxonómicas utilizadas, los nombres científicos de las especies que se reportan corresponden a los aceptados en las bases de datos de Tropicos del Missouri Botanical Garden (TROPICOS, 2015) y The Plant List del Real Jardín Botánico de Kew (TPL, 2013). Las categorías de familia, género y especie se dispusieron en orden alfabético en la lista florística (Apéndice), cuya clasificación sigue el criterio del Angiosperm Phylogeny Group IV (APG IV, 2016). El término “bosque de galería” es el sugerido por Rzedowski (2006).
A partir de las bases de datos de la CONABIO (2012), de entrevistas con pobladores de la zona y de las fuentes citadas (párrafo previo), se investigó el nombre común de las especies, su carácter nativo o exótico, endemismo y hábitat (arvense, cultivada, ruderal, silvestre). Para conocer su pertinencia en categorías de riesgo se consultó la NOM-059-SEMARNAT-2010 (SEMARNAT, 2010) y la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para Conservación de la Naturaleza (IUCN, 2017).
En el BG del río Metztitlán se identificaron 122 especies de plantas vasculares pertenecientes a 38 familias y 102 géneros (Apéndice). Las familias más representativas fueron: Asteraceae con 19.7% de las especies (24); Poaceae, 13.9% (17); Malvaceae y Solanaceae con 6.6% cada una (8). La tendencia fue similar en lo que respecta a los géneros, para las dos primeras familias: Asteraceae con 20.8% (21 géneros); Poaceae, 11.9% (12); Malvaceae, 6.9% (7); y Solanaceae, 5.9% (7) (Cuadro 1). Además, se registraron 22 familias con solo un género y una especie, entre ellas Acanthaceae, Commelinaceae, Musaceae y Rubiaceae.

Los géneros más representativos fueron: Cyperus L. (Cyperaceae) y Eragrostis Wolf (Poaceae), con cuatro especies cada uno, y Conyza Less. (Asteraceae) y Euphorbia L. (Euphorbiaceae) con tres especies cada uno. Los otros géneros identificados están representados por una o dos especies.
De las 122 especies identificadas, 86.9% son herbáceas, 9% árboles y 4.1% arbustos. El estrato herbáceo tuvo mayor cobertura en comparación con el arbóreo y el arbustivo, en el que destacaron el carrizo (Arundo donax L.) y el acahuale blanco (Bidens pilosa L.). En el estrato arbóreo, el sauce llorón (Salix humboldtiana Willd.) y el pirul (Schinus molle L.) fueron los más representativos, seguidos por el nogal (Carya illinoiensis K. Koch), la papaya (Carica papaya L.), el guamúchil (Pithecellobium dulce (Roxb.) Benth.) y la granada (Punica granatum L.). Los árboles frutales fueron introducidos por la población con fines de consumo; es el caso de la nuez (fruto del nogal) que es uno de los principales productos de valor económico en la región.
En el estrato arbustivo resaltaron por su amplia cobertura en el siguiente orden: higuerilla (Ricinus communis L.), huizache (Acacia farnesiana (L.) Willd.), jarilla (Baccharis salicifolia (Ruiz & Pav.) Pers.) y tepozán cimarrón (Buddleja parviflora Kunth).
De las 122 especies, 81 se identificaron como nativas (66.4%). De éstas, tres son endémicas de México: Heliopsis annua Hemsl. y Parthenium bipinnatifidum (Ortega) Rollins de la familia Asteraceae y Salvia mexicana L. (Lamiaceae). Se reconocieron cinco especies como probablemente nativas de México (4.1%), 35 exóticas (28.7%) y se desconoce el origen de Sida rhombifolia L. (0.8%).
Las proporciones de las especies nativas y exóticas en el estrato arbóreo fueron de 50 y 41.7% respectivamente, en el arbustivo 50 y 50% y en el herbáceo 67.9 y 26.4%. Los árboles y herbáceas de origen probablemente nativo representaron 8.3 y 5.7%.
Entre las especies nativas del estrato arbóreo se identificaron el sauce llorón (Salix humboldtiana) y el zapote blanco (Casimiroa edulis La Llave & Lex.); en las exóticas, el pirul y árboles frutales como el durazno (Prunus persica (L.) Batsch), el plátano (Musa paradisiaca L.) y el limón (Citrus x limon (L.) Osbeck). Entre los arbustos nativos, el huizache (Acacia farnesiana) y el tepozán cimarrón (Buddleja parviflora); entre los exóticos, el palito sobre palito (Euphorbia tirucalli L.) y la higuerilla (Ricinus communis). Entre las herbáceas nativas, el quelite (Amaranthus hybridus L.) y el acahuale blanco (Bidens pilosa); en las exóticas, los pastos rosados (Melinis repens (Willd.) Zizka) y la pata de gallina (Eleusine indica (L.) Gaertn.).
Las especies se identificaron con los siguientes tipos de hábitat: arvense (30.3%), cultivada (9.8%), ruderal (64.7%) y silvestre (15.6%)
Ninguna de las especies identificadas se considera en alguna categoría de riesgo en la NOM-059-SEMARNAT-2010 (SEMARNAT, 2010) o en la Lista Roja de especies amenazadas de la IUCN (IUCN, 2017).
La RBBM se encuentra en las provincias Altiplanicie y Sierra Madre Oriental en la región Xerofítica Mexicana del reino Neotropical (Rzedowski, 2006), alberga diversas comunidades vegetales de acuerdo con Rzedowski (2006): bosque de coníferas (7.44%), bosques de galería (1.23%), bosque tropical caducifolio (1.24%), matorral submontano (48.59%), matorral xerófilo (21.81%) y pastizal (1.42%) (CONANP, 2003).
El BG del RM tuvo una composición florística que corresponde a la descrita por Rzedowski (2006) para este tipo de comunidades vegetales, con los géneros Carya Nutt., Prunus L. y Salix L. en el estrato arbóreo, cuyos representantes en el RM son C. illinoiensis, P. persica y S. humboldtiana. El género Salix se distingue por su amplia tolerancia ecológica y distribución extensa en el país; Carya, es propio de ambientes frescos. En el estrato arbustivo de los BG se pueden encontrar los géneros Acacia Mill., Baccharis L. y Solanum L., que en el RM estuvieron representados por A. farnesiana, B. salicifolia y S. americanum Mill. Sin embargo, en el estrato herbáceo se identificaron especies que se relacionan con la vegetación terrestre adyacente, que no dependen de las fluctuaciones hidrométricas fluviales, ni de su proximidad con el río.
En el Programa de Manejo de la RBBM se establece que las familias con mayor presencia son Asteraceae (44 géneros y 70 especies), Cactaceae (17 y 57) y Fabaceae (22 y 42) (CONANP, 2003). En este trabajo Asteraceae tuvo mayor representatividad en el BG, al incluir 24 especies del total identificado (19.67%), mientras que Fabaceae incluyó cinco especies (4.1%).
De acuerdo con Villaseñor (2016), entre las 25 familias de plantas vasculares más representativas de México por su amplio número de géneros, se encuentran Asteraceae, Poaceae, Malvaceae y Solanaceae. Estas familias se identificaron en este estudio y su predominancia corresponde a regiones montañosas, áridas y semiáridas del país (Villaseñor, 2003). La familia Asteraceae tiene 176 géneros y 656 especies en el estado de Hidalgo (Villaseñor, 2018), de los que 11.9 y 3.7% se identificaron en este estudio, respectivamente. Cabe mencionar que de la riqueza florística del estado (175 familias, 983 géneros y 3239 especies), solo ocho taxones están presentes en los 32 estados de la República Mexicana (Villaseñor, 2003) y tres de ellos forman parte del BG del RM: Amaranthus hybridus, Anoda cristata (L.) Schltdl. y Phytolacca icosandra L.
Con base en Martínez et al. (2017), no se tienen registros de Nicandra physalodes (L.) Gaertn., Solanum americanum y S. rostratum Dunal de la familia Solanaceae para el estado de Hidalgo; en cuyo caso, este es el primer reporte para esas especies. Según los mismos autores, Datura stramonium L. y Physalis patula Mill, son endémicas de Hidalgo y están presentes en el BG del RM.
En este trabajo se identificaron cuatro de los géneros que tienen mayor número de especies en México según Villaseñor (2004): Euphorbia L. (E. cyathophora Murray, E. nutans Lag. y E. tirucalli), Ipomoea L. (I. purpurea (L.) Roth. e I. tricolor Cav.), Salvia L. (S. mexicana y S. tiliifolia Vahl) y Solanum L. (S. rostratum y S. americanum).
El BG presentó 28.77% de especies exóticas y 66.4% de nativas. De las familias con mayor diversidad taxonómica Asteraceae registró 25% de taxones exóticos y Poaceae 47%. Con base en Lyon y Sagers (2002), ambas familias tienden a establecerse en zonas con disturbios recurrentes, se relacionan con las alteraciones naturales que ocurren en los ecosistemas ribereños debido a las crecidas de los ríos.
Huber et al. (2010) mencionan que en las microcuencas con alto porcentaje de cobertura de plantas exóticas se produce un caudal menor en la época estival, en comparación con aquellas que tienen mayor cobertura de nativas. Particularmente donde el carrizo Arundo donax invade los márgenes fluviales, se generan marcados efectos en el consumo de agua y uso de la luz solar (Boose y Holt, 1999) porque A. donax requiere grandes volúmenes de agua para crecer, consume una cantidad entre tres y diez veces más que las especies nativas, lo que aumenta los niveles de evapotranspiración.
Los BG presentan una elevada relación área-borde que permite múltiples puntos de entrada para los propágulos de especies exóticas cuya invasión genera cambios en la estructura y composición florística del BG, provocando la pérdida de diversidad biológica (Ede y Hunt, 2009). Aunado a lo anterior, en el RM se desarrollan varias actividades humanas (agricultura, pastoreo, apertura de caminos y dragado del río) que han afectado la amplitud y cobertura vegetal de la franja ribereña, y en consecuencia, han favorecido la introducción fortuita (no intencional) de especies invasoras. En el Cuadro 2 se enlistan las especies exóticas identificadas en este estudio y que se consideran invasoras en México y de peligro para los ecosistemas (CONABIO, 2016). Entre ellas: el carrizo (Arundo donax), el zacate Johnson (Sorghum halepense (L.) Pers.), la mostaza negra (Brassica nigra (L.) W.D.J. Koch) y la higuerilla (Ricinus communis).

En el BG del RM se encontró un alto porcentaje de malezas (95%): arvenses (30.3%) y ruderales (64.7%) como Amaranthus hybridus, Chenopodium graveolens Willd., Mirabilis jalapa L., Melinis repens y Rumex crispus L., lo que se relaciona con la proximidad del BG al DR 08, a la zona rural, las veredas, carreteras y actividades agropecuarias. Futuros estudios podrían analizar la contribución particular de esos factores.
La lista florística de la franja ribereña del río Metztitlán representa una primera aproximación al conocimiento de ese ecosistema, y permitirá mejorar su entendimiento, manejo y conservación. Se determinaron 122 especies de plantas vasculares pertenecientes a 102 géneros y 38 familias. Las familias más representativas fueron Asteraceae, Poaceae, Malvaceae y Solanaceae. De las especies identificadas, 30.3% son arvenses, 9.8% cultivadas, 64.7% ruderales y 15.6% silvestres; ninguna especie se encontró en alguna categoría de riesgo de la NOM-059-SEMARNAT-2010 o de la Lista Roja de especies Amenazadas de la IUCN. El presente estudio constituye un marco de referencia para futuras investigaciones, que se pueden direccionar para complementar la lista y establecer la salud del ecosistema ribereño.

A los directivos y técnico operativo de la RBBM, Elimelec Anzures Vázquez, Edgar Hugo Olvera Delgadillo y Ma. Eugenia Mendiola González por las facilidades otorgadas en el desarrollo de la investigación. A Heike Vibrans Lindemann y Daniel Sánchez Sánchez del Colegio de Postgraduados, por su apoyo en la identificación taxonómica. A Enrique Rodríguez Cruz y Narciso Guadalupe Torres Estrada, por su apoyo en los trabajos de campo. A los revisores anónimos por las observaciones hechas a este documento.
3Autor para la correspondencia: maymc_zaragoza@yahoo.com.mx



