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Visibilidad de la producción de conocimiento
Miguel Gerardo Valdés Pérez
Miguel Gerardo Valdés Pérez
Visibilidad de la producción de conocimiento
Visibility of knowledge production: strategic component of University Management
Controversias y Concurrencias Latinoamericanas, vol. 11, núm. 20, pp. 353-363, 2020
Asociación Latinoamericana de Sociología
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Resumen: El trabajo expone algunas consideraciones en torno a la importancia que continúa distinguiendo a las revistas científicas como canales formales de comunicación para la visibilidad de la producción científica universitaria. Se recorren algunos de los indicadores formales y de contenido que contribuyen a que la producción de conocimiento de las universidades sea visible mediante las revistas y el artículo científico; se destaca el valor de los indicadores visibilidad e impacto como expresión de calidad de los dispositivos editoriales y como resultado de los procesos de gestión del conocimiento inherentes al postgrado y a la investigación universitarias. Se establece una relación sistémica y complementaria, entre la Gestión de los Procesos Universitarios y la Comunicación de la Ciencia como coordenada básica de los procesos sustantivos y como recurso estratégico para la visibilidad de la producción científica de las universidades. Se asume que la atención a los sistemas editoriales universitarios, a la preservación de las revistas científicas y a las adecuadas estrategias y gestión editoriales mantiene su vigencia como reto para la universidad contemporánea. También, que la visibilidad de la producción científica de las universidades es exponente, vector y complemento de la gestión de sus procesos, en especial, de aquellos que contribuyen a la Gestión del Conocimiento, de la Comunicación y la Información.

Palabras clave:comunicacióncomunicación,artículo científicoartículo científico,revistas científicasrevistas científicas,gestión editorialgestión editorial,procesos sustantivosprocesos sustantivos.

Abstract: The work exposes some considerations regarding the importance that continues to distinguish scientific journals as formal channels of communication for the visibility of university scientific production. Some of the formal and content indicators that contribute to making the knowledge production of the universities visible through the journals and the scientific article are reviewed and the value of the visibility and impact indicators is highlighted as an expression of the quality of the editorial and editorial devices as a result of the knowledge management processes inherent to university postgraduate and research. A systemic and complementary relationship is established between the Management of University Processes and the Communication of Science as the basic coordinate of the substantive processes and as a strategic resource for the visibility of the scientific production of the universities. It is assumed that the attention paid to university publishing systems, to the preservation of scientific journals and to adequate editorial strategies and management, remains valid as a challenge for the contemporary university. Also, that the visibility of the scientific production of the universities is an exponent, vector and complement of the management of their processes, especially those that contribute to the Knowledge and Information Management.

Keywords: communication, scientific article, scientific journals, editorial management, substantive processes.

Carátula del artículo

Artículos

Visibilidad de la producción de conocimiento

Visibility of knowledge production: strategic component of University Management

Miguel Gerardo Valdés Pérez
Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, Cuba
Controversias y Concurrencias Latinoamericanas, vol. 11, núm. 20, pp. 353-363, 2020
Asociación Latinoamericana de Sociología

Recepción: 29 Noviembre 2019

Aprobación: 18 Febrero 2020

1-Introducciòn

Aunque pudiera parecer improbable, transcurrido casi un cuarto de siglo, la interrogación lanzada al mundo editorial y científico por la investigadora Ana María Cetto (Cetto, 1993) ha mantenido la actualidad y el reclamo de respuesta a una problemática que no han dejado de enfrentar muchas instituciones generadoras de conocimiento científico, en especial, las universidades cuyas áreas disciplinares continúan estando menos representadas en el competitivo, excluyente y globalizado mundo editorial.

Desde finales del siglo XX, tomando como referente la llamada crisis de las revistas científicas y dada la escasa presencia y visibilidad de la producción científica de las áreas geográficas menos favorecidas, al analizar el comportamiento e inclusión en los repertorios internacionales de los artículos científicos de instituciones latinoamericanas, Cetto alertaba que, globalmente, de los artículos y revistas producidos en países en desarrollo, sólo la mitad de aquellos que cumplían rigurosamente los requisitos de calidad eran realmente seleccionados e incluidos en bases de datos y repertorios metodológicamente validados (Cetto, 1993).

Puede decirse que a pesar de la importancia histórica del artículo científico, su inclusión en bases de datos o revistas de reconocido prestigio internacional, actualmente, continúa dependiendo de un grupo de factores de carácter multidisciplinar y multifactorial.

El estudio del artículo científico, según Valdés Pérez, su interpretación y asunción como imprescindible vehículo de comunicación para la ciencia, la calidad formal y de contenido que este debe asumir, las adecuadas estrategias institucionales para su difusión y visibilidad; así como el papel de los editores en el diseño de políticas editoriales y en las estrategias inherentes a los procesos sustantivos universitarios que deben respaldarlos, continúan siendo coordenadas clave para el desarrollo y el éxito de estos fundamentales canales formales de comunicación de todas las ciencias y para el posicionamiento y reconocimiento de sus respectivas universidades (Valdés Pérez, 2012 p.37).

2- Desarrollo
2.1- Coordenadas para la visibilidad y la socialización

La importancia que para las universidades entraña la socialización de su producción científica a través de ese reporte tradicional de investigación no constituye novedad; por el contrario, es una práctica histórica. Casi simultáneamente a la fundación y desarrollo de las instituciones de investigación, así como de los diversos campos disciplinares del conocimiento en las universidades, surgieron -desde la segunda mitad del siglo XVII- los primeros reportes de investigación. En sus inicios, con un carácter primario de noticia o comunicación científica.

La evolución de los formatos o soportes para la difusión del conocimiento científico ha estado directamente relacionada con el desarrollo de la ciencia. Para el investigador Jorge Núñez Jover (2008) el conocimiento científico debe ser comprendido como una construcción en diálogo entre la razón y la experiencia, entre la teoría y el empirismo, con un alto nivel de complejidad subjetiva y objetiva como resultado de la construcción e implicación social, aspectos que ponen de relieve el fundamento interactivo del proceso.

Con la evolución y desarrollo de la ciencia, también como concepto de construcción social en constante renovación, el artículo científico y su soporte por excelencia y antonomasia reconocida: la revista científica, han ido transformándose, recorriendo y superando etapas. A veces, lamentablemente, por la falta de visión e inadecuadas estrategias o políticas editoriales o institucionales, retrocediendo hacia desventajosos estadios en una franca contradicción con el desarrollo contemporáneo que han generado las nuevas tecnologías y con los fundamentos de la planificación estratégica y la gestión por procesos; dos de los cuatro pilares que actualmente se reconocen como obligatorios para los Procesos Sustantivos Universitarios.

Conceptualmente, el artículo científico, ha continuado reconociéndose como una publicación primaria portadora de suficiente información y con un funcional diseño metodológico que –de ser asumido correctamente- permite la reproducción metodológica de sus planteamientos científicos y la medición o evaluación de los comportamientos o tendencias productivas 1 -dos aspectos, si bien diferentes, no antagónicos- presentes en la investigación científica y en la Gestión del Conocimiento y la Información.

Para quienes se han desempeñado como editores no resultaría ajena la premisa de que uno de los indicadores que más invalidan y comprometen desfavorablemente la competencia e inclusión del artículo científico en revistas de elevado prestigio editorial, es la pobreza científica del lenguaje empleado en ellos, la deficiente formulación y estructuración de sus partes y el mal diseño metodológico de la ciencia que ellos portan.

La actual evolución y el desarrollo tecnológico acelerado de los diversos soportes en que pueden ser editados los artículos y revistas científicas, la integración en colaboratorios internacionales de investigadores de distantes zonas geográficas, el buen diseño e implementación de los repositorios institucionales; los Opens Access,2 con sus correspondientes rutas y herramientas de inclusión y socialización, -más allá de la relación publicación/difusión- del conocimiento; los recursos de la Web 2.0, han superado con creces la propia definición tradicional de lo que es un artículo científico, descrita por Robert Day (2005), uno de los reconocidos investigadores en el mundo de las ciencias médicas que ha normado lo estructural de los componentes básicos del IMRYD; 3 pues, si bien es fundamental la publicación de los resultados científicos, el real y posible acceso a ellos y su socialización, deviene eje básico para los niveles de acceso a la información de las comunidades científicas y un recurso para la evaluación de las productividades ya mencionadas; así como para el monitoreo u observatorio de los procesos de gestión de la información y del conocimiento de las universidades.

La importancia de que el artículo y las revistas científicas universitarias cumplan con los requisitos formales establecidos es uno de los factores que influye en la representatividad y visibilidad de la producción del conocimiento que se aspira a ver representada en ellos. Aunque habría que reconocer que otros indicadores, en no pocas ocasiones de carácter sistémico-institucional, continúan impactando desfavorablemente en esos empeños.

En opinión del autor del presente trabajo, referente a los criterios de inclusión y visibilidad, obligatorio es considerar que mientras casi todos los estudios y evaluación de presencia e impacto de la producción científica, históricamente, han tomado como objeto de análisis a las Ciencias Médicas, a las Naturales y Técnicas -en ese orden de prioridad- las Ciencias Sociales han continuado en notoria desventaja desde todos los puntos de vista.

Como factor de innegable repercusión en la escasa presencia de las Ciencias Sociales en repertorios o bases de datos consideradas de alto impacto, puede señalarse el comienzo de un siglo XX heredero de los sesgos metodológicos y conceptuales que en no pocas ocasiones han contribuido a la subordinación a ultranza de los modelos que otras ciencias han validado en sus respectivos campos del conocimiento.

Los fundamentos anteriormente expuestos devienen razón para considerar lo esencial de que la información que se reporta en el artículo científico -y en las revistas científicas como su continente básico- cumpla con lo que al respecto las metodologías internacionales estipulan para su formulación, aceptación y competitividad, al menos, como un recurso de defensa y una alternativa de sobrevivencia.

No obstante, no podría dejar de tomarse en consideración -sin restarle importancia a lo imprescindible de defender los aspectos formales y de contenido necesarios para la competencia de la producción científica- que otros indicadores intervienen desfavorablemente en lo que ha sido caracterizada como “crisis del artículo y revistas científicas” (Russell Barnard, 2007, p. 5); pues a pesar de las alternativas que los recursos tecnológicos han ido propiciando, de la pertinencia y utilidad de comprender lo medular de la Gestión del Conocimiento, lamentablemente, no siempre las instituciones asumen el proceso con un enfoque sistémico-sinérgico. De igual manera, en ocasiones, los autores -fuente básica generadora de conocimiento- no se sienten suficientemente acompañados o asesorados por los dispositivos editoriales.

Y es que simultáneamente al cumplimiento de lo que establecen las metodologías para el artículo científico, debe existir una voluntad de apoyo por parte de las universidades y un reconocimiento de lo fundamental de que la producción científica de una universidad sea reflejo del éxito y funcionalidad de sus diversos procesos de investigación y desarrollo; así como de la relación sistémica-sinérgica entre estos aspectos, las estrategias comunicativas e informacionales, la cultura de la organización, la atención y rigor de sus políticas editoriales y el adecuado diseño y atención de la infraestructura y la gestión editoriales, tanto al nivel de la institución como de los consejos editoriales que son los encargados de establecer las normativas y de nombrar sus carteras de árbitros; indicadores obligatorios que los repertorios evalúan para también puntuar e incluir los artículos científicos en sus bases de datos de prestigio.

Si se analizan los elementos anteriormente relacionados no sería difícil establecer una relación entre ellos, la gestión de todos los procesos sustantivos inherentes a la universidad contemporánea, el desempeño de su responsabilidad social y el compromiso institucional que ello implica.

2.2- Conocimiento, información y compromiso institucional

No podría existir aproximación ninguna a lo anteriormente valorado sin el protagonismo y compromiso de la universidad contemporánea. Un fenómeno frecuente, descrito en los procesos evaluativos de los artículos científicos de las universidades, es que muchas de las causas que provocan la invisibilidad de su producción científica no están vinculadas al valor de la información y que por el contrario, en considerables ocasiones, la falta de posicionamiento está determinada también –como se analizó- por la deficiente calidad del formato o la inadecuada estructuración de sus contenidos y casi como una razón de lo anterior, por la ausencia de gestión estratégica o disfuncionalidad de dispositivos editoriales competentes o experimentados en la asesoría y edición especializada de publicaciones seriadas.

Referente a lo formal, tres son los criterios más generales para el análisis tradicional del artículo científico cuando es sometido a evaluación para su inclusión en bases de datos de alto prestigio: el planteamiento del título y de sus palabras clave o significativas y el análisis de sus resúmenes y de sus descriptores fundamentales, aspectos todos de carácter formal y sin lugar a la duda, metodológico.

En cuanto al sesgo disciplinar global, lamentablemente, y atentando contra la mejor disposición para el procesamiento de la información por parte de bases de datos y repertorios internacionales, la producción de los artículos de Ciencias Sociales, en no pocas ocasiones se caracteriza por la endeblez de su estructura, la no correspondencia entre el título, el diseño metodológico y hasta el propio contenido del trabajo, generando indefiniciones, ausencias documentales o confusiones en los epígrafes, por el empleo de títulos y subtítulos inapropiados que responden más a los cánones abstractos de la redacción literaria rebuscada y que poco distinguen a la propia ciencia que portan.

El liderazgo fundamental en la conducción y cuidado de estos indicadores, históricamente, ha estado en manos de los editores de revistas científicas y en sus equipos, quienes deben ser parte e indiscutibles componentes de los recursos humanos de interés en el Proceso de Apoyo y a quienes se les debe prestar especial atención en la gestión de procesos sustantivos de toda universidad, puesto que la “Salida” es la etapa final de esos procesos y la generación de conocimientos -uno de los fundamentos sustanciales- debe estar contemplada en los productos finales. Por lo tanto, la visibilidad e impacto de la producción de conocimiento no pueden asumirse como un indicador desvinculado del compromiso y atención sistémica a los dispositivos editoriales y de la interrelación instructiva directa o asesoría que estos generen con sus potenciales autores.

2.3 - Comunicación y gestión de procesos

Actualmente, se reconoce la importancia de la integración de los procesos directivos en todas las organizaciones -y por ende, de la gestión para su implementación y evaluación- como un recurso y una herramienta estratégica para el buen d

Actualmente, se reconoce la importancia de la integración de los procesos directivos en todas las organizaciones -y por ende, de la gestión para su implementación y evaluación- como un recurso y una herramienta estratégica para el buen desarrollo institucional.

El reconocimiento y posicionamiento del concepto Gestión de Procesos -importado de los estudios empresariales-, en sus esencias teóricas y prácticas debe asumirse como complemento de lo organizacional e informacional-comunicativo y no debe excluirse en él a los procesos que se generan en las universidades (Ortiz-Pérez y otros, 2015, p.26).

Toda gestión implica un diagnóstico que permita, posteriormente, la interpretación y análisis de los resultados con vistas a la planificación estratégica, la ejecución, el control, seguimiento y la evaluación del proceso. Mientras que todo proceso debe implicar la interrelación sistémica-sinérgica de los componentes que intervienen en él, y el éxito, radica en buena medida en la efectividad y empleo adecuado de canales y flujos, y en el nexo que es capaz de establecerse entre los diferentes niveles donde este tiene lugar.

Tomando en cuenta lo anterior, el enfoque de la Gestión de Procesos Universitarios, también conduce a la concepción y análisis de la universidad como un sistema organizacional dinámico en constante transformación e interacción con sus subsistemas y subprocesos, donde la gestión es asumida como un recurso estratégico que permita alcanzar la excelencia y la competitividad académica.

Valdría la pena no dejar de mencionar la tendencia creciente actual de crear en las universidades dispositivos para la evaluación de sus procesos en función de la calidad de los mismos y por ende, de la propia universidad. Como nivel central de esos procesos se ubica a la cultura de la organización que obligatoriamente involucra a los recursos y capital humano, y como un complemento obligado, al desarrollo y perfeccionamiento del conocimiento y de sus valores organizacionales.

Asimismo, habría que destacar que si bien es cierto que desde finales del siglo XX la Cultura Organizacional fue asumida como un indicador esencial de todas las organizaciones, 4 el perfeccionamiento sistémico que la universidad contemporánea ha ido demandando, la ha reconocido como una cualidad definitoria institucional y como un elemento portador y constructor de significados; así como del reflejo de todo el acervo de conocimiento, tanto científico como humanístico –sin prioridades ni exclusiones epistemológicas- que en el seno de ella se ha generado y se genera.

De igual manera ha sido validada como expresión de la memoria histórica, política y social de la universidad donde se han desarrollado las presunciones básicas y los valores de sus fundadores y líderes. Ella es expresión de los rasgos identitarios, sociales, científicos y culturales; y donde, abstracta y simbólicamente, se perfila y legitima la significación y connotación de su imagen y de su reputación.

La visibilidad de todos estos procesos e indicadores, sin dudas, también descansa en las competencias y herramientas organizacionales, tanto comunicativas como culturales, en las que se incluyen lo referente a la intracomunicación y a la comunicación productiva como factores contemporáneos de integración sistémica.

Habría además que expresar que en la revisión de Mapas de Gestión de Procesos para las universidades, se ha observado que la Comunicación es considerada un subsistema o subproceso fundamental, tanto como paso o Proceso de Apoyo para el ordenamiento y el control de los procesos, hacia el interior de la organización y como ejercicio e interacción con la sociedad (Giner y otros, 2010).

Igualmente, no podría dejar de expresarse que la interacción con la sociedad, establece de facto una relación de sinergia con el fundamento básico de la Responsabilidad Social Universitaria, cuya base debe comprenderse como una filosofía y expresión de com­promiso social no solamente con estudiantes, profesores, investigadores, trabajadores en general -públicos internos de toda universidad-; sino también, con el público externo: instituciones científicas, entidades, empresas, comunidades, que pueden necesitar de los conocimientos que se generan en la acade­mia, así como de los resultados de la investigación científica en los que se sostiene y consolida la formación profesional y de postgrado. Todo ello, en función de las políticas públicas y el desarrollo sostenible, la calidad de vida, el cuidado del entorno y la realización humana en su más amplio sentido.

Lo anteriormente expresado resulta suficiente para destacar la necesidad de diseñar y asumir estrategias de integración sistémica, informacionales y comunicativas que tomen en cuenta tanto los contextos internos como de las universidades.

3 - conclusiones

Desde una percepción no integradora, el acercamiento y análisis per se de la necesidad de que la producción de conocimiento científico que se genera en las universidades logre la mayor visibilidad e impacto posibles, pudiera parecer un tema desvinculado o ajeno a la Gestión de los Procesos Universitarios, a la Gestión de la Información y el Conocimiento o a la Responsabilidad Social Universitaria.

Clasificarlo -como en ocasiones ocurre- como un indicador exclusivo del universo editorial o informacional o circunscribirlo al análisis de los soportes en que la producción de conocimiento se asienta -evadiendo con ello, su real connotación de canales formales e institucionales de comunicación, y que todo proceso de comunicación implica la información y viceversa-, sería sesgar o restarle riqueza a la esencia y repercusión actual que la visibilidad e impacto del conocimiento científico entraña en su carácter dinámico y sistémico.

Los objetivos globales cardinales que deben estar contemplados para el diseño de la Gestión de Procesos Universitarios: misión, visión, identidad -de hecho, valores estratégicos o finales de toda Cultura Organizacional- son indicadores estrechamente relacionados con una de las funciones sustantivas de las universidades que es la gestión, generación, extensión y socialización de todo el conocimiento que en ella se produce.

La comunicación, como parte del proceso de gestión, no puede ser vista, solamente, como un componente o un nivel institucional más, por el contrario, debe concebirse en la bastedad conceptual y sinérgica, que el término en sí mismo entraña.

La producción científica universitaria es expresión de la investigación y al mismo tiempo, una de las salidas –output- de los Procesos de Gestión Universitaria. Su visibilidad e impacto se ponen de manifiesto en la presencia de ella en sus canales formales de comunicación científica, en especial, en las revistas científicas como soportes históricos y tradicionales para la comunicación científica y para la trasmisión y socialización del conocimiento científico, como se expresó, más allá del criterio difusión.

Tanto la visibilidad y el impacto –tema que ameritaría otras reflexiones- son indicadores obligatorios en las metodologías para evaluar a las revistas científicas y devienen reflejo de la integración sistémica de los procesos universitarios.

Cuando las revistas científicas cumplen con los requisitos formales y metodológicos que garantizan su presencia en repertorios y bases de datos internacionales contribuyen a la visibilidad de la producción de conocimiento que portan y dan respuesta a una de las funciones principales de la comunicación científica: la validación y socialización de los resultados del posgrado y la investigación -igualmente, pasos cardinales de la Gestión de Procesos Universitarios-.

Las áreas de conocimiento que tradicionalmente han mostrado una visibilidad desventajosa en su producción; así como los países menos favorecidos en el bloque global de las competencias editoriales y científicas están llamados a fomentar el trazado de estrategias y políticas editoriales que rompan con la “endogenecidad” y la pobre contribución internacional dada la deficiente visibilidad de sus producciones.

Investigaciones sobre el comportamiento de las revistas científicas universitarias y su importancia (Valdés Pérez, 2010 y 2003; Chong Carillo, 2004; Díaz Matos, 2007) -desde los inicios del presente siglo- analizaban y ponían de manifiesto el apoyo institucional que continuaba demandando la preservación y atención de esos canales de comunicación.

No podría hablarse del éxito de la Gestión de Procesos en las universidades sin la consideración de estos indicadores fundamentales para la gestión de la información y del conocimiento.

Para estos empeños, oportuno sería no perder de vista las líneas estratégicas del Sistema de Información Científica Redalyc (Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal) –por solo mencionar uno de los sistemas identificados como una herramienta de acceso abierto Open Access, cuyo fundamento es hacer visible la ciencia y construir una sociedad más equitativa y democrática desde la visibilidad de la producción científica y el impulso a los espacios que privilegien el conocimiento compartido; promoviendo el desarrollo social y el derecho universal a la ciencia y a la cultura (Redalyc), 5 todo lo que en su planteamiento conceptual y práctico, se corresponde con lo analizado en el presente trabajo para el desempeño de la Responsabilidad Social Universitaria.

La visibilidad y socialización del conocimiento que se genera en una universidad es indicador que permite evaluar y medir productividad 6 y resultados de investigación y desarrollo de autores, instituciones/universidades y simultáneamente, de los países a los que estos pertenecen.

Es también el reflejo de la identidad institucional y de sus estrategias de comunicación en correspondencia con la Cultura Organizacional y con la Cultura Científica.

Finalmente, podría expresarse que estos presupuestos y la interrogante: ¿Por qué publicar en América Latina?7, no han dejado de ser un reto y también, un obligado desafío a enfrentar.

Material suplementario
Referencias bibliográficas
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Díaz Matos, Bárbara Liudmila (2007). Las revistas Universidad de La Habana e Islas: análisis métrico del comportamiento de la producción de sus artículos científicos. Tesis de licenciatura en Ciencias de la Información. La Habana: Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana.
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Valdés Pérez, Miguel Gerardo (2017). Desafíos contemporáneos para la visibilidad de la producción científica universitaria. En: Comunicación y lenguaje de la ciencia, Pp. 79-97. Guayaquil: Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. ISBN-978-9942-904-91-1.
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Valdés Pérez, Miguel Gerardo (2003). Revista Universidad de La Habana: “…elevarse como los montes”. Estudio de satisfacción de intereses. Tesis en opción al título de Máster en Ciencias de la Comunicación. Mención Periodismo. La Habana: Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana.
Notas
Notas
1 Los estudios métricos de la información constituyen una herramienta de gran utilidad para medir productividad autoral, temática o institucional.
2 Aunque cronológicamente existen autores que relacionan el Movimiento de Acceso Abierto con el nacimiento de Internet, el Open Access tuvo sus inicios en el Budapest Open Access en diciembre del 2001 y su política fundamental radica en poner a disposición de todos, en línea, la producción de conocimiento conservando los derechos de autor y la integridad de contenidos (Valdés Pérez, Miguel G. Op. Cit. 2010:37)
3 Se alude a Introducción, Materiales y Métodos, Resultados y Discusión (IMRYD).
4 La Cultura Organizacional es otro de los conceptos que el mundo empresarial ha legado para bien de todo el universo de variadas instituciones (n.a.).
5 Información recopilada por el autor del presente trabajo en el Seminario Comunicación y evaluación de la ciencia: los retos de las revistas científicas cubanas ante la definición de parámetros internacionales. (Conferencia ofrecida por M. Sc. Eduardo Aguado López y Dra. Rosario Rogel Salazar, en el Instituto de Investigación Científico y Tecnológica (IDICT), 25 - 27 de junio del 2008).
6 Tanto autoral, temática, endógena, exógena.
7 Se alude al título de la investigadora Ana María Cetto declarado en las referencias bibliográficas.
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