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Múltiples abordajes para una sociología del arte de América latina. Un estado de la cuestión
Multiple approaches for a sociology of Latin American art. A state of affairs
Múltiplas abordagens para uma sociologia da arte da América-Latina. Um estado da questão
Cuadernos de historia del arte, núm. 31, pp. 47-102, 2018
Universidad Nacional de Cuyo

ARTÍCULOS

Los artículos enviados a la Editorial del Instituto de Historia del Arte, para ser publicados, los autores reservan su derecho de propiedad, pero otorgan a la Editorial del Instituto de Historia del Arte los derechos de impresión y aceptan la difusión tanto en papel, como en internet y en aquellos sitios y/o virtuales de las cuales los CHA formen parte.

Recepción: 11 Septiembre 2018

Aprobación: 19 Octubre 2018

Resumen: Desde sus comienzos, los estudios sobre arte y sociedad vienen siendo tematizadas desde distintas perspectivas y disciplinas que han aportado valiosos aportes que configuran miradas plurales.

Desde sus comienzos, los estudios sobre arte y sociedad vienen siendo tematizadas desde distintas perspectivas y disciplinas que han aportado valiosos aportes que configuran miradas plurales.

Los artistas y sus producciones en nuestro continente, las tradiciones y sus rupturas, pueden hacer del arte un objeto fecundo para producir conocimiento sobre la sociedad en el contexto latinoamericano. El aporte desde la sociología, como una de las ciencias sociales claves para nuestra contemporaneidad, puede aportar a la construcción de nuevas perspectivas y tratamientos sobre el arte latinoamericano como parte de los procesos sociales.

Con la intención de apoyar este desarrollo, proponemos un recorrido por las obras fundacionales de la sociología del arte, desde un dialogo con los corpus ya producidos por disciplinas vecinas y fundamentalmente, con la Teoría Social del Arte Latinoamericana, para conformar una agenda de temas y bibliografía desde una mirada sociológica sobre el arte.

Palabras clave: Sociología del arte, teoría social latinoamericana, bibliografía, arte latinoamericano.

Abstract: Since its inception, studies on art and society are being themed from different perspectives and disciplines that have provided valuable contributions that shape plural views.

The artists and their productions in our continent, traditions and ruptures can make art a fruitful object to produce knowledge about society in the Latin American context. The contribution from sociology as a social science key to our contemporary times, can contribute to the construction of new perspectives and treatments of Latin American art as part of social processes.

With the intention of supporting this development, we propose a tour of the foundational works of sociology of art, from a dialogue between corpuses produced by neighboring disciplines and with the Social Theory of Latin American Art, to form an agenda of issues and literature from a sociological perspective on art.

Keywords: Sociología del arte, latin american social theory, bibliography, latin american art.

Resumo: Desde seus começos, os estudos sobre a arte e sociedade veem sendo tematisados desde distintas perspectivas e disciplinas que tem aportado valiosos aportes que configuram miradas plurais. Os artistas e produções em nosso continente, as tradições e suas rupturas, podem fazser da arte um objeto fecundo para produzir conhecimentos sobre a sociedade no contexto latinoamericano. O aporte desde a sociologia, como uma das ciências sociais chaves para nossa contemporaneidade, pode aportar à construção de novas perspectiva e tratamentos sobre a arte latino-americana como parte dos processos sociais. Com a intenção de apoiar este desenvolvimento, propomos um percorrido pelas obras fundacionais da sociologia da arte, desde um diálogo com os corpus já produzidos por disciplinas vencidas e fundamentalmente, com a Teoria Social da Arte Latino-americana, para confromar uma agenda de temas e bibliografia desde uma mirada sociológica sobe a arte.

Palavras-chave: Sociología del arte, teoria social latino, americana, bibliografía, arte latino-americana.

I- Arte y sociedad, un encuentro posible para la sociología.

Las relaciones entre arte y sociedad vienen siendo tematizadas desde distintas perspectivas y diversas disciplinas han hecho valiosos aportes que configuran miradas y que se han llegado plantear como excluyentes. A los que provenimos de campos del arte y de las ciencias sociales nos interesa la mirada sociológica, en sus pasajes y coincidencias y también, en sus desencuentros y problemas, en la búsqueda por comprender la vida como un colectivo en creación continua, abierta a nuevas e indeterminadas posibilidades según las elecciones y a la vez, que parte de comprender al arte como el resultado de la práctica colectiva.

A partir de un iluminador artículo de la socióloga chilena Marisol Facuse (2010) en que constata que la sociología latinoamericana, a pesar de haber multiplicado sus focos de atención, “poco o nada se dice en torno a las prácticas artísticas y a su dimensión colectiva, o si se hace, estos trabajos no tienen una gran visibilización en el espacio científico” (p. 75).

Aunque por otra parte, es posible describir un amplio panorama de estudios teóricos y empíricos sobre el arte latinoamericano, o mejor dicho, las prácticas artísticas cuyo abordaje es eminentemente social y tiene en cuenta las dimensiones simbólicas, políticas, económicas, las relaciones y procesos que se desarrollan en torno a ellas. Pero esta autora en algo tiene razón, tales trabajos no provienen, en su mayoría, del campo sociológico propiamente dicho, sino que sus enfoques toman las herramientas metodológicas que requiera el objeto, con una gran libertad en torno a las fronteras disciplinares. Diríamos más bien que se trata de “teorías indisciplinadas” para un objeto de estudio “versátil y nómade” como el arte, aunque no exentas del rigor científico en lo que a provisión y procesamiento de datos se refiere.

Hay una idea clara, el tratamiento del arte como objeto de la sociología es provechoso, pues la mirada sociológica puede introducir nuevas perspectivas y tratamientos sobre la producción artística, y a su vez, el mundo del arte ofrece nuevas estrategias para describir y comprender la complejidad de nuestras contemporaneidad. Y este dialogo entre mundos cercanos pero distintos puede ser mas accesible si se recurre a corpus ya producidos por disciplinas vecinas.

Con la intención de apoyar este desarrollo proponemos un recorrido por las obras fundacionales de la disciplina, que además fueron fuertemente influyentes en el desarrollo de la teoría social del arte latinoamericano, con la que la sociología puede encontrar coincidencias.

II- Una biblioteca para principiantes

Sin ánimos de exhaustividad, esta propuesta registra algunos de los textos ineludibles para quien desee incursionar en este riquísimo campo. En general los autores coinciden en señalar los comienzos de la sociología del arte a mediados del siglo XX, en la segunda posguerra mundial. Ello no obsta para que reconozca también apreciables antecedentes en el siglo XIX y planteos valiosos sobre la función del arte y los artistas que han atravesado de la historia de occidente, desde Platón pasando por el Renacimiento y llegando a la Revolución Industrial. Pero es a partir de la segunda mitad del siglo pasado donde se verifica un trazado y una discusión fehaciente. Vamos a observar que el debate va cambiando los centros geográficos e ideológicos. Nacido en cuna marxista, que marcará su impronta materialista, va luego matizándose y tomando otros aportes. También es de notar que las distintas prácticas artísticas -artes plásticas, literatura, música, teatro- son abordadas ya como objeto de análisis, ya como paradigmas de acción.

Presentamos aquí una bibliografía anotada, ordenada a partir de un criterio espacial, según el territorio. Por una parte, la “Sociología del Arte clásica” proveniente de Europa, con algunos aportes estadounidenses; y por otro, la “Teoría social del arte de América latina”, dedicada al “análisis de las culturas de las culturas estéticas de América Latina” (Acha, 1993, p. 10) desde las distintas ciencias sociales, donde podemos localizar cómodamente los discursos y planteos de distintos teóricxs de nuestro continente.

1. Sociología del Arte clásica


















































































2. Teoría social del arte de América latina





































III- Trayectorias y constataciones particulares

1. Un recorrido clásico.

Hasta aquí recorrimos los textos y sus autores claves de la Sociología del arte europea y norteamericana, esto sin ánimos de exhaustividad, solo como un puntapié para conformar un catalogo de obras que podamos discutir y ampliar en nuestra presentación.

Al recorrer las biografías de estos autores clave nos encontramos con una curiosidad: la mayoría de los reseñados no provienen de la formación sociológica, arriban a ella historiadores del arte desde los estudios marxistas en los primeros tiempos (Antal, Hauser, Klingerder) y la teoría del reflejo y las grandes generalizaciones como clase y sociedad son el marco donde se desenvuelven las historias. Es la reacción a las estéticas idealistas, la necesidad de encontrar otras explicaciones que la del genio individual y la historia del arte como una sucesión de obras sin anclaje social, político y económico. Vemos luego emerger la reacción crítica y aflorar los matices que centrándose en las obras, pero saliendo del formalismo encuentran elementos de análisis de gran valor explicativo (el ojo de la época de Baxandall, la fortuna crítica de Hadjinicolau, por nombrar algunos).

El Instituto Warburg, antes y después de su exilio en Londres, fue un gran formador del pensamiento de la cultura visual, desde Benjamin como su precursor hasta la historia del arte –que no puede dejar de ser social- y llega a nuestros días a través de la obra de Gombrich y en la actualidad, en lengua española de Vincenc Furió.

Sin duda, el sociólogo más citado (según constataciones de Natalie Heinich) es Pierre Bourdieu y curiosamente, su formación de base no es la sociología. Su abordaje se produce a partir de la “magnitud de la filosofía insuficiente” (Criado, 2008) y luego de su experiencia en Argelia que lo convierte en etnólogo. Sus aportes lo convirtieron en cita obligada. Especialmente las categorías de campo y producción simbólica, han sido de lejos las más productivas del siglo XX. La contribución crítica de su obra permite desmitificar y comprender las relaciones sociales al interior del campo artístico. Ésta pone de relieve las situaciones de dominación implícitas en situaciones tan cotidianas como “el gusto” (Bourdieu, 1988).

La misma Nathalie Heinich, discípula rebelde de Bourdieu, tampoco proviene del campo disciplinar de la sociología, sino de la filosofía:

Para sintetizar, sin ánimo de simplificar, pero ateniéndonos a los autores reseñados, sólo los dos norteamericanos provienen disciplinariamente de la sociología: Becker y Zolberg, que a su vez analizan campos artísticos diferentes de las artes plásticas. Esto nos lleva a la pregunta de Nathalie Heinich: ¿qué le hace la sociología al arte? Y a la respuesta que se da a sí misma.

Desde el momento que hay un diseño de investigación sobre fenómenos empíricos; procedimientos de control sobre los enunciados; clara distinción entre la descripción, la interpretación y los juicios de valor; obligación de referirse a los trabajos existentes sobre el tema tratado; en síntesis, desde que se utilizan verdaderos métodos de investigación y de tratamiento de datos, el trabajo se vuelve mucho más apasionante y mucho más productivo.

Y continúa,

….los aportes de la sociología o de la antropología que perduran, provienen de trabajos de investigación, bien sea de diseños historiográficos y archivísticos como en Weber o Elías, o bien de diseños estadísticos como en Durkheim, o bien de compilaciones de trabajos etnográficos como en Mauss, o de trabajos de observación como en Goffmann. (Rasplus, 2011, p. 79)

¿Qué es lo que tratamos de expresar con esto? Que la sociología del arte es una disciplina de limites permeables y difusos, alimentada por tradiciones intelectuales heterogéneas (Heinich, 2002).

Por tanto, por sus problemas de estudio y por sus métodos de investigación, se acerca más a una transdisciplina, que a una disciplina autónoma. Y esto, a quienes nos acercamos a ella desde distintos campos de las ciencias sociales y el arte, esta constatación nos anima a participar y colaborar, dejando de lado reticencias y prejuicios ya ‘sociologistas’, ya ‘humanistas’ (Zolberg, 1990).

2. Una teoría para la liberación ¿Qué le hace el Arte a la Sociología?[1]

En nuestra bibliografía anotada, hemos reseñado los textos “cabeza de serie” en lo que se inscribe como la gran Teoría social del arte de América latina (en su amplitud y diversidad), que pensamos fundan la posibilidad de una sociología del arte en nuestro continente.

En términos generales, destacamos algunos posicioamientos caracteristicos:

  • La creencia en la excepcionalidad del don artístico.

  • La idealización del genio (es decir, la individualidad excepcional)

  • La “naturalización” de los criterios de belleza.

  • El autodidactismo del artista, de cualquier artista.

  • La creación inspirada (no construida).

  • La “naturalidad” de las disposiciones artísticas (el artista nace no se hace; lo mismo que el receptor).

Esta característica critica se encuentra en los principios fundantes de esta polidisciplina, y refieren al debate sobre los mitos e ilusiones que, como dice Mirko Lauer (1987), contribuyeron históricamente a la dependencia política y cultural:

Tales modos mantuvieron al arte vinculado a las ideologías dominantes, aislándolo de sus contextos reales, imponiéndolo como imagen de lo nacional y lo universal, y presentándolo al pueblo entero como paradigma de la creación visual en los diversos países, consideramos que esa tradición inmanentista ha sido pálido reflejo de su original: una teoría y una práctica calcadas, para enfrentar un arte generalmente calcado. Para esa crítica a la creatividad del continente fue en buena medida producto de su condición dependiente; hoy la visión de este problema tiende a ser cada vez más la diametralmente opuesta. (s.r.)

En la década del 70, cuando las dictaduras asolaban el Cono Sur, varios de los intelectuales de los países en regímenes dictatoriales emigraron a México. Tal es el caso del peruano Juan Acha y el argentino Néstor García Canclini, quienes producen desde allí textos considerados pilares y que, sentaron bases de un pensamiento social de forma empírica y documental.

Luego, continua una generación artístico intlectual, conformada por Mirko Lauer en Perú, Ticio Escobar en Paraguay, Nelly Richard en Chile, entre otros importantes referentes. Estos desarrollan un pensamiento crítico que incorpora elementos del marxismo, de la Escuela de Frankfurt, del estructuralismo, del psicoanálisis, de los estudios culturales con la meta puesta en la independencia cultural. Superando la aplicación de modelos hegemónicos acuñados desde el mainstream del arte.

En los 90, en pleno auge del neoliberalismo económico y con el debate de fondo modernidad-postmodernidad se profundizan los estudios teóricos, se comienzan a revisar las dictaduras pasadas, para enfocar las estrategias de resistencia de la producción simbólica. El mundo de las artes visuales encuentra en la figura del curador y en los textos curatoriales un género y una puesta en escena tanto de las historias como del arte contemporáneo.

Las instituciones propugnan estudios, y en Mendoza[2] se organiza la Maestría de Arte Latinoamericano, en la que concurren intelectuales de distintas regiones del continente. La historiadora del arte Elsa Flores Ballesteros ofició en este contexto como difusora de todos estos estudios. Inmediatamente siguieron los coloquios de Arte Latinoamericano que congregaron a gran parte de los integrantes más conspicuos de este movimiento. Revistas y libros circularon entre los ámbitos académicos y las instituciones museales.

La importancia del mercado del arte, de la gestión cultural y las industrias culturales comenzaron a ser objeto de estudio, algunos de marketing pero no pocos de gran solvencia académica. Todo ello continuó desarrollándose en la primera década del siglo XXI, atravesando las crisis y llegando al nuevo impulso de los programas de investigación.

La Teoría Social del Arte Latinoamericano ha echado mano de herramientas sociológicas para comprender su historia y sus aconteceres, y sus teorías son verdaderas transdisciplinas o indisciplinas según se mire.

IV- Para concluir, una invitación y un reconocimiento.

Sería muy bienvenida una sociología del arte en Latinoamérica. De hecho, entre nuestros doctorandos un pequeño grupo está desembarcando en sus orillas. Sociólogos y sociólogas, historiadores del arte pueden compartir y aportar conceptos y modos de encuadrar la realidad que den cuenta de la complejidad y los procesos de producción de las obras, de los públicos, de las instituciones y todo el complejo mundo de las disciplinas artísticas que se cruzan, que se desmaterializan y reconvierten. Hay una interesante gama de estudios que sirven de plataforma para este lanzamiento. Sólo hemos atisbado la punta del iceberg.

Hacemos propia la expresión de Marta Traba, para decir que la labor intelectual latinoamericana en arte debe asumirse como un campo minado (1972), lleno de tensiones y desafíos, todos ellos posibles de sortear desde un enfoque epistemológico plural, donde la sociología servida de la interdisciplinareidad, encuentre el modo de abordar al arte como un lugar de apropiaciones e intercambios, y como una herramienta de afirmación de practicas y representaciones sociales multiples y heterogéneas como las de nuestro continente

Bibliografía

Acha, J. (1979). Arte y Sociedad: Latinoamérica. El sistema de producción. México: Centro de Cultura Económica.

Arguello Grunstein, A. (2005). Redescubriendo la sociología del arte. Comentario a Lo que el arte aporta a la sociología, de Nathalie Heinich. Addenda, 12. México: Centro Nacional de las Artes.

Becker, H. S. (2008). Los mundos del arte. Buenos Aires: Universidad de Quilmes.

Bourdieu, P. (1995). Las reglas del arte. Génesis y estructura del campo literario. Barcelona: Anagrama.

Criado, E. M. (2008). Les deux Algéries de Pierre Bourdieu. Bellecombe en Bauges: Editions du Croquant.

Escobar, T. (1985) El mito del arte y el mito del pueblo. Asunción: Museo del Barro.

Garcia Canclini, N. (1979). La producción simbólica: teoría y método en sociología del arte. México. Siglo XXI.

García Canclini, N. (2009). El arte como laboratorio de la sociología (y a la inversa). Exit Book, Revista semestral de libros de arte y cultura visual, 10, Madrid.

Giunta, A. (2002). Sociología del arte. En Carlos Altamirano (director) Términos críticos en sociología de la cultura. Buenos Aires: Paidós, pp. 1-7.

Gombrich, E. (2003). Los usos de las imágenes. Estudios sobre la función del arte y la comunicación visual. Barcelona: Debate.

Facuse, M. (2010). Sociología del arte y América Latina: Un encuentro posible. Revista Universum, vol.1 (25). pp. 74-82.

Furió Galí, V (2012). Sociología del Arte. Barcelona: Cátedra.

Heinich, N. (2002). La sociología del arte. México/Buenos Aires: Editorial Nueva Visión.

Lauer, M. y Eder, R. (1987). Teoría Social del Arte Latinoamericano. México: UNAM.

Rasplus, V. (2011) Entrevista a Nathalie Heinich. Revista Colombiana de Sociología. Vol 34(1). Bogotá. Traducida por Jorge Enrique Gonzalez.

Notas

[1] Expresión que tomamos prestada del texto “El arte como laboratorio de la sociología (y a la inversa)”, de García Canclini (2009).
[2] En la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad de Cuyo. Mendoza. Argentina.


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