Dossier. China en el siglo XXI: rutas y desafios
Reseña. Londoño-Toro, B., & Peralta-González, L. (eds.). (2018). La voz de las víctimas: reto para la academia ante el posconflicto. Bogotá: Universidad del Rosario.
| Londoño Toro Beatriz, Peralta González Laly Catalina. La voz de las víctimas: reto para la academia ante el posconflicto. 2018. Bogotá DC. Universidad del Rosario. 9789587841145 |
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En Colombia, aunque muchos hayan vivenciado el conflicto armado sobre todo a través de la comodidad de la pantalla de la televisión, todos han sentido, con mayor o menor cercanía, los efectos de la guerra. El conflicto ha dejado huellas y heridas profundas en la cultura política, el sistema de gobierno y el tejido social. Pero, fundamentalmente, la violencia dejó una marca indeleble sobre las víctimas. Se han reportado más de ocho millones de víctimas, una cifra asombrosa que representa casi el 20% de la población del país. Asimismo, el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) confirió al tema de las víctimas un espacio central en la negociación y en el acuerdo. En este sentido, ellas ocupan un lugar de gran importancia en una sociedad que enfrenta los múltiples desafíos del posacuerdo con las FARC.
El libro La voz de las víctimas: reto para la academia ante el posconflicto, editado por Beatriz Londoño-Toro y Laly Catalina Peralta-González, de la Universidad del Rosario, tiene el valor de asumir esta realidad. Coloca a las víctimas en el centro del debate, como eje estructurador y principal foco de análisis, lo que es de gran pertinencia, no solo en términos académicos, sino en los ámbitos político, ético y social. Desde un enfoque multidisciplinario rescata distintas voces y miradas sobre las víctimas en el país, con contribuciones desde la psicología, la antropología o el derecho. La obra, además, posibilita un cuestionamiento y una reflexión profundos sobre lo que es y significa verdaderamente una víctima, y cómo esta noción es contingente a distintos contextos y realidades, así como a las lentes (políticas, jurídicas, sociales y filosóficas) que se colocan para analizarla.
Uno de los mayores aportes del libro es su enfoque crítico, que pone en entredicho discursos, etiquetas y categorías hegemónicas sobre las víctimas. En sus capítulos, se problematiza y complejiza las nociones de víctimay de hecho victimizante, poniendo en evidencia formas de victimización y violencia usualmente invisibilizadas, como los ataques con agentes químicos, la trata de personas y los efectos ambientales del conflicto armado. Además, pone de relieve situaciones particulares que merecen atención, como el limbo jurídico en que se encuentran las nuevas víctimas de después del posacuerdo de paz, los familiares de los desaparecidos o los niños reclutados forzosamente.
Este último caso suscita de hecho una cuestión fundamental, con ramificaciones en los contextos político, moral, social y jurídico: ¿puede un victimario ser también una víctima? Efectivamente, en el contexto complejo de la guerra los fenómenos difícilmente pueden ser interpretados en blanco y negro, pues la realidad dibuja una amplia paleta de grises. La frontera entre víctimas y victimarios puede ser más tenue de lo que usualmente se considera, especialmente en contextos de violencia estructural como los que presenta Colombia. Este libro contribuye a de-construir y problematizar las dicotomías simplistas sobre víctimas y victimarios, tan comunes en escenarios de guerra, que son proclives a visiones y narrativas maniqueas, así como a erigir muros políticos e identitarios infranqueables.
En esta medida, La voz de las víctimas: reto para la academia ante el posconflicto configura un claro aporte al estudio de las distintas formas de violencia y victimización en Colombia, que transcienden las líneas y fronteras del conflicto armado. Encierra una reflexión y discusión de gran pertinencia y utilidad para el momento político de posacuerdo que vive el país. Académicamente, es una obra de gran rigor y calidad, con una solidez teórica y empírica. Asimismo, el hecho que incluya referencias a varios casos de estudio internacionales como Argentina, Sudáfrica, Timor Oriental y Chile confiere términos de comparación que permiten ampliar y problematizar el panorama de las víctimas en Colombia.
Por último, es un libro que interpela al Estado sobre su responsabilidad frente a las víctimas, en sus distintas modalidades y expresiones, incluyendo algunas recomendaciones políticas muy válidas. Recomiendo vivamente su lectura.