Servicios
Descargas
Buscar
Idiomas
P. Completa
Los estudios de las ideas y las intelectualidades en América Latina-Caribe a inicios del XXI: cartografía, trazos característicos y evaluación. Un ensayo con perspectiva personal. Segunda parte: Trazos para un boceto y evaluación
Eduardo Devés
Eduardo Devés
Los estudios de las ideas y las intelectualidades en América Latina-Caribe a inicios del XXI: cartografía, trazos característicos y evaluación. Un ensayo con perspectiva personal. Segunda parte: Trazos para un boceto y evaluación
The studies of ideas and intellectualities in Latin America at the beginning of the 21st century: mapping, characterization and evaluation. An essay with a personal perspective. Second Part: Outlines for a sketch and evaluation
Wirapuru Revista Latinoamericana de Estudios de las Ideas, núm. 3, pp. 1-25, 2021
Ariadna Ediciones
resúmenes
secciones
referencias
imágenes

Resumen: Este ensayo se motiva a partir de la doble pregunta en torno a los trazos característicos de los estudios de las ideas en América Latina y el Caribe y a los aportes que realizan a sus propios ecosistemas intelectuales y más allá, a comienzos del siglo XXI. Consta de dos partes: en la primera, ya publicada, se trató de realizar una cartografía comprendiendo los principales grupos de trabajo y proyectos colectivos. En esta segunda, se intenta responder, sobre la base de la cartografía elaborada, a dos preguntas: una, sobre los trazos que definen los estudios eidéticos en la región, teniendo en cuenta temas-problemas, épocas, territorios, figuras, tendencias e inspiraciones teóricas; otra, sobre las contribuciones realizadas que permiten (o no) mejorar el quehacer, teniendo en cuenta su pertinencia, su capacidad para articularse a otras disciplinas y a las sociedades, su capacidad de aprender y adaptarse, sus aportes al desarrollo de las ideas y la “eidodiversidad”. Para terminar, se realizan algunas reflexiones y recomendaciones, sugiriendo una breve agenda de pesquisa.

Palabras clave:estudios eidéticosestudios eidéticos,cartografíacartografía,historia intelectualhistoria intelectual,historia de las ideashistoria de las ideas,siglo XXIsiglo XXI.

Abstract: This essay is motivated by the dual question of the characteristic features of the study of ideas in Latin America and the Caribbean and the contributions they make to their own intellectual ecosystems and beyond, at the beginning of the 21st century. It consists of two parts: in the first, already published, an attempt was made to map the main working groups and collective projects. In the second part, based on the mapping, we attempt to answer two questions: one, on the traces that define eidetic studies in the region, taking into account themes-problems, periods, territories, figures, trends and theoretical inspirations; the other, on the contributions made that allow (or not) to improve the work, taking into account their relevance, their ability to articulate with other disciplines and societies, their ability to learn and adapt, their contributions to the development of ideas and “eideodiversity”. Finally, some reflections and recommendations are made, suggesting a brief research agenda.

Keywords: eidetic studies, cartography, intellectual history, history of ideas, XXI century.

Carátula del artículo

Ensayo

Los estudios de las ideas y las intelectualidades en América Latina-Caribe a inicios del XXI: cartografía, trazos característicos y evaluación. Un ensayo con perspectiva personal. Segunda parte: Trazos para un boceto y evaluación

The studies of ideas and intellectualities in Latin America at the beginning of the 21st century: mapping, characterization and evaluation. An essay with a personal perspective. Second Part: Outlines for a sketch and evaluation

Eduardo Devés**
Universidad de Santiago de Chile, Chile
Wirapuru Revista Latinoamericana de Estudios de las Ideas, núm. 3, pp. 1-25, 2021
Ariadna Ediciones
Introducción a la Segunda Parte

La primera parte de este trabajo fue publicado en el primer número de Wirapuru, revista latinoamericana de estudios de las ideas, correspondiente al primer semestre de 2020. Llegaron numerosas reacciones. La mayoría con felicitaciones, muchas formales y de buena crianza, también llegaron, felizmente, varias con aportes, observaciones críticas y sugerencias. En esta segunda parte, intento dar cuenta de algunas falencias; de otras ha sido imposible, pues se refieren a aspectos muy específicos de la primera: si se hace una nueva edición que comprenda ambas partes, podré salvar varios de esos errores e imprecisiones.

Quizás la mayor falencia que se me observó se refiere a que esta perspectiva implica puntos ciegos; inevitables en cualquier perspectiva, es necesario ser consciente de su existencia y salvarlos lo mejor posible. Dentro de estos, quiero destacar uno que me parece de particular relevancia: no haber referido, por ejemplo, un libro tan destacado como Entre la pluma y el fusil. Debates y dilemas del escritor revolucionario en América Latina de Claudia Gilman*.1 Más ampliamente, la perspectiva asumida me impidió ver un conjunto de personas de obra significativa, que no trabajan asociadas a los grupos y proyectos que he relevado. En esta segunda parte, con cierta heterodoxia metodológica, intento salvar (en parte) tales falencias, intentando, desde ya, destacarlas.2

Recapitulando. En la primera parte de este trabajo se diseñó una cartografía del quehacer en estudios eidéticos en América Latina y el Caribe (ALC) sobre la base de dos formas de organización: grupos de trabajo y proyectos colectivos. Se detectaron nueve grupos y tres candidatos, a saber: CIALC-Cuadernos Americanos, COLMEX-Historia, CUYO, Intelligere-USP, Linajes-LuaNova, Prismas, Sanmarquinos-Solar, Universum-IDEA, UAM-Historia, los candidatos a grupo fueron UDELAR, CECLA-UChile y CEL-CEPIB-Valparaíso. Se detectaron también cinco proyectos colectivos y un candidato a proyecto, a saber: los Congresos de Historia Intelectual, El Corredor de las Ideas, La Condición Humana, CECIES-Pensamiento Alternativo, Iberconceptos, y, como candidato a proyecto, la revista Intelléctus. Se intentó responder a cuatro preguntas respecto de estos grupos y proyectos: antecedentes que permiten entender su constitución; personas que conforman su núcleo básico; personas cercanas; instituciones asociadas.

A partir de lo formulado en la primera parte, se tratará en esta segunda de responder a las preguntas quinta y sexta del temario inicial. Estas preguntas se refieren, por un lado, a los trazos característicos del quehacer de cada grupo o proyecto y, por otro, a las fortalezas y debilidades del quehacer. El ensayo se enfoca en proponer una síntesis que permita tanto formarse una imagen de conjunto como realizar una evaluación de lo hecho. Entiendo que es propio de la condición humana poseer una visión del propio quehacer más importante que la que tienen los demás, pero no podría evaluar si no fijara criterios (siempre discutibles) y pretendiera ocultar las falencias tapándolas con palabras de buena crianza, en especial sobre este ámbito disciplinar, que es también el mío.

Debe tenerse en cuenta que se han escrito numerosos trabajos, a comienzos del siglo XXI, intentando dar cuenta de lo que está ocurriendo. Tales trabajos son de muy diverso tipo, perspectivas diferentes y énfasis respectivos. Aquí y ahora, interesan en tanto formulan propuestas sobre desafíos y falencias (ver Devés 2004; Devés y Kozel 2018) o, dicho de otra manera, aquellos que se refieren a lo que se espera de los estudios eidéticos y de los aportes que deberían realizar.

Haciendo una síntesis, se detecta que una argumentación se refiere a la finalidad de recuperar zonas desconocidas o desaprovechadas del acervo eidético. De este modo, Carlos Marichal* y Aimer Granados*, reunieron una colección de ensayos “con el objetivo de recuperar la riqueza y diversidad de las múltiples contribuciones realizadas”; la idea era se propusieron recuperar ciertos “conceptos, visiones sociales y representaciones simbólicas, aglutinantes de una época, rastrearlos y explicarlos” (véanse: Granados y Marichal, 2004; Zárate 2015: 410; J. Pinedo*, 2012: 41).

Una segunda argumentación, emparentada con la anterior, pone en relieve conjuntos de ideas e intelectualidades, desaprovechadas e incluso marginadas. Claudia Zapata* (2017: 50) propone “dar cuenta de los contenidos de esta escritura y de situar a los intelectuales mapuches en su lugar de autores, dignos de ser escuchados y debatidos” y Francesca Gargallo (2014: 14), quiere dar “un primer paso (…) hacia la escucha de las ideas que se producen desde sistemas políticos y teorías del conocimiento no occidentales, por feministas que hablan una cualquiera de las 607 lenguas”. Pues “escuchándolas (…) me he abocado al intento de reconocer(las) en la historia de las ideas de Nuestra América (2014: 22) y ello también para “devolver a las compañeras sus ideas”.

La tercera plantea la búsqueda de autonomía intelectual, como otra de las cuestiones que dan sentido al quehacer como lo hace Fernanda Beigel* (2010). Para avanzar en un proyecto autonómico es necesario ampliar nuestro horizonte intelectual demasiado limitado a la producción nordatlántica, reconociendo nuestro acervo eidético, y para rebajar los grados de dependencia intelectual se ha propuesto una cierta pedagogía orientada hacia tres aspectos, que se intenta concebir como círculo virtuoso de “autonomía intelectual”, que contempla la “afectividad nuestramericana”, la “dimensión epistémica” y la “creación institucional” (ver Devés, 2015: 39).

Otra formulación desarrollada es la que desea crear, elaborar, destacar conceptos pertinentes, capaces de captar, en vez de ocultar, la realidad. Así Carlos A. López Jiménez (2011: 248-249) denuncia “el olvido del pasado filosófico colombiano” y la necesidad de superar “imaginarios que han sido y siguen siendo los más tenaces somníferos de la actividad intelectual en Colombia”.

Una quinta argumentación se encuentra en Dante Ramaglia* (2009: 378), en un trabajo muy informado sobre una de las manifestaciones más importantes de los estudios eidéticos. Al respecto, destaca que la historia de las ideas en la región ha estado estrechamente asociada al quehacer de la filosofía latinoamericana, señalando la figura de Arturo Roig* como quien ha tematizado mejor esta interrelación. Yamandú Acosta (2009: 39-40) incide sobre el mismo argumento, recordando y asociándose a las propuestas de Roig, donde se complementa el filosofar latinoamericano con la historiografía de las ideas. Escribe Acosta que el pensamiento de Roig “puede identificarse como el paradigma fuerte de la filosofía latinoamericana que, en relación a la Historia de las ideas en América Latina, no pretende ser ni su fundamento ni su corolario, sino la cara complementaria”. Ciryl Linch (2016: 114) defiende la posibilidad que los estudios del pensamiento político brasileño contribuyan al fortalecimiento de la teoría política, estableciendo por otra parte la tensión entre “pensamiento” y “teoría”. Una versión menos optimista es la de David Sobrevilla* (2011: 24) quien formula dos aprensiones: que la ocupación sobre historiografía de las ideas pueda inhibir el pensamiento propiamente tal y que el latinoamericanismo nos desconecte del resto del mundo.

Otra argumentación apunta a que tales estudios potencian o pueden potenciar la conciencia y la identidad de un pueblo. Ello, señala Damián Pachón-Soto (2014: 170), facilitaría su autonomía y su autodeterminación, y destaca como ejemplo a Pablo Guadarrama*, quien “ha dedicado su vida a la investigación de la filosofía latinoamericana [que] ha sido también una labor eminentemente política, pues reconocer que un pueblo puede pensar, es fundar a la vez su conciencia, su identidad y propiciar su autonomía y su autodeterminación”. Al argumento de la mayor conciencia, Marta Casaús* (2010: 11) agrega que este quehacer nos conduciría a “asumir nuestra conciencia histórica en el nuevo orden mundial”. En una línea similar, Adriana Arpini* (2010: 12-13) señala que contribuiría a “conocer, ordenar, clasificar, jerarquizar, interpretar, decidir, actuar sobre el mundo, sobre nosotros mismos y en relación con los demás”, y Carlos Altamirano* (2012: 162) argumenta que la historiografía intelectual debería ofrecer una “visión renovada” y que esa “mejor comprensión de nuestra historia puede ayudar a discernir con más elementos de juicio las posibilidades que encierra el presente para nuestros pueblos”.

Una séptima argumentación la entrega Antonio Brasil Junior (2015: 565-566), en relación a Elide R. Bastos (2010), subrayando que ella buscó “estender a perspectiva da ‘escola sociológica paulista’ para além de seus limites, mostrando como ela ainda pode ser potente para pensarmos os lugares e os efeitos das ideias na conformação da sociedade brasileira”. Ello, porque es necesario todavía “avançar muito no entendimento de como as ideias efetivamente se transformam em as ideias como forças sociais”.

Otra argumentación todavía se ha focalizado en la propia dinámica de este ámbito de estudios. Así, Elías Palti* (2005: 77) pone en relieve la necesidad de renovaciones metodológicas y conceptuales con el fin de superar un tipo de quehacer entendido como “historia de las ideas”, presentando al latinoamericanista francés François-Xavier Guerra*, como quien “introduce en la historiografía político-intelectual latinoamericana una nueva perspectiva centrada en los usos públicos del lenguaje”, rescatando la historiografía intelectual “de la postración a la que la había conducido el agotamiento de los esquemas interpretativos propios de la vieja escuela de historia de ideas” (2005: 79).

Ahora bien, dado que frecuentemente una posición construye su legitimidad o su validez en oposición a otra, se hace pertinente la “moraleja”, que formula A. Kozel* (2015: 172), a quien interesan “los tipos de vínculos que se establecen con la tradición intelectual y cultural en un ámbito como el de los estudios del pensamiento latinoamericano”, puesto que existiendo un relativamente escaso diálogo entre las constelaciones, “no han sido infrecuentes la promulgación de rupturas, parteaguas, giros y prefijos que se suceden algo frenéticamente, como si se tratara de manifestaciones de una suerte de incurable ‘síndrome de Copérnico’”.

Este conjunto de pareceres, sugerencias, provocaciones, exigencias y normas permiten plantear mejor la quinta pregunta/respuesta: ¿Cuáles son los trazos relevantes, aquellos que apuntan a entender aspectos que son significativos en los estudios eidéticos realmente existentes en la región? Y, sobre todo, la sexta: ¿Cuáles son sus fortalezas y debilidades en América Latina y el Caribe? Especialmente si se considera lo que numerosas figuras han propuesto qué debería o podría ocurrir.

Para dar respuesta a cada una de estas interrogantes se elaboró una metodología específica. Para la quinta, una ficha compuesta por siete ítems que permitieran desglosar la pregunta. Estos son: a-Ámbitos de interés a los cuales se aboca; b-Épocas; c-Territorios; d-Sectores socioculturales de los cuales se ocupa; e-Figuras, corrientes, escuelas o disciplinas abordadas; f-Inspiraciones teóricas; g-Cercanía con disciplinas o estudios de área.3

Respecto de la sexta pregunta, buscando evaluar fortalezas y debilidades, se elaboraron cuatro criterios: a- La condición de masa crítica, sea en su capacidad de generar una reacción en cadena, sea alcanzando gravedad para atraer suficiente cantidad de gente que permita mayor densidad; b- La pertinencia a los ecosistemas intelectuales y a las sociedades en que se desenvuelve, planteándose cuestiones interesantes, relevantes o significativas, en el sentido de conectar sus quehaceres con los temas-problemas existentes, sea como un quehacer, al decir de Kozel (2012: 30-31) capaz de “aportar algo a los debates relativos a la historia y al porvenir del latinoamericanismo”, en otras palabras, “vivo en nuestro tiempo, se entiende: vivo quiere decir, ante todo, reflexivo y autocrítico, pero también vigente, en el sentido de culturalmente relevante”, sea alimentando los ecosistemas intelectuales con otras voces (Gargallo, Zapata, Pinedo), sea contribuyendo a la conciencia de las sociedades (Pachón, Guadarrama, Arpini), sea interactuado con sectores sociales, recibiendo y entregando insumos (Gargallo); c- La capacidad de desenvolverse, aprender y adaptarse, como proceso consciente de autocrítica, para ir ampliando horizontes, buscando nuevos caminos, desplegando nuevas estrategias, acrecentando una agenda de investigación e interactuando con otros agentes (Acosta, Lynch, Ramaglia, Sobrevilla); d- La contribución al desarrollo eidético y la eido-diversidad: sea interactuando con otras disciplinas sea haciéndose gestor y partícipe de conversaciones en los ecosistemas donde se encuentran, sea contribuyendo a la eclosión de nuevas expresiones eidéticas, sea rescatando ideas (ver Devés, 2021).

Trazos característicos a inicios del siglo XXI

Se realizarán aproximaciones parceladas a cada uno de los casos. Me ha resultado imposible llegar a una respuesta completamente estandarizada y completa, que cubra todas las sub preguntas en cada caso. Por una parte, carezco de suficiente información; por otra, no estoy seguro de poder contener y verter en pocas páginas 126 pareceres originales (siete sub preguntas a dieciocho casos) sin generar tedio en las/os lectoras/es. Debe aclararse que solo se tendrá en cuenta la obra referida a los estudios eidéticos; numerosas personas envueltas se ocupan también de otros temas.

Grupos

CIALC-UNAM

La fortaleza institucional de este grupo, en el seno de la UNAM, le otorga un sello distintivo respecto a todos los otros. Originado desde dos décadas antes del período estudiado, entró al siglo XXI en total madurez, con un conjunto de investigador@s muy profesionales, con seguridad laboral y con financiamiento para llevar a cabo sus investigaciones, con docencia y postgrados regulares donde reclutar discipulado y con apoyos y convenios para realizar estadías en el extranjero y viajes sistemáticos a encuentros académicos.

a- Ámbitos de interés: filosofía de lo mexicano y lo latinoamericano (J. Sánchez MG*, M. Magallón*, H Cerutti*4); identidad (L. Weinberg*, M. Magallón); utopía (H. Cerutti, M. Magallón, M. del R. Ramírez*); cuestiones teórico-metodológicas (H. Cerutti, R. Mora); el ensayo (Liliana Weinberg); pensamiento de mujeres (F. Gargallo, M. del R. Ramírez); pensamiento brasileño (R. Crespo*).

b- Épocas: Los trabajos se han focalizado mayoritariamente en el siglo XX, excepción hecha de H. Taboada cuyos trabajos cubren diversos períodos, y S. Méndes R.* volcados más bien hacia el XIX, aunque ambos están solo parcialmente perfilados en los estudios de las ideas.

c- Territorios: México (todas las personas), Argentina (L. Weinberg, H. Cerutti, H. Taboada*); Brasil (R. Crespo); Centro América (L. Weinberg, A. Santana, H. Cerutti); Asia y África en sus contactos con ALC (H. Taboada),

d- Sectores socioculturales: Canon de los grandes intelectuales de la filosofía, las humanidades y el ensayo, excepción es el trabajo de F. Gargallo sobre pensadoras indígenas.

e- Figuras, corrientes, escuelas o disciplinas abordadas: Simón Bolívar, J. Vasconcelos, A. Caso, A. Reyes, O. Paz, historicismo, liberacionismo, marxismo latinoamericano, ilustración (Méndez Reyes), feminismo y pensamiento indígena (F. Gargallo), historiografía de las ideas (H. Cerutti, M. Magallón).

f- Inspiraciones teóricas: La herencia intelectual y personal de Leopoldo Zea ha marcado temas y orientaciones disciplinares. También ha sido orientadora la obra de Horacio Cerutti, como lo atestiguan M. Magallón, F. Gargallo y R. Mora. En todo caso, los trabajos de este grupo expresan una metodología mínima y pragmática, como los de varios otros grupos y proyectos: CUYO, Universum-Idea, Sanmarquinos-Solar, Condición Humana, CECIES-Pensamiento Alternativo.

g- Cercanía con disciplinas o estudios de área: filosofía, historiografía, estudios latinoamericanos y de género.

COLMEX-Historia

a- Ámbitos: pensamiento político (C. Marichal, A. Granados, C. Illades*, H Crespo*, E. Pani); redes intelectuales y revistas (A. Pita*, A Granados, Pablo Yankelevich*, R. Melgar-Bao*); exilio, memoria y diásporas (C. Lida*, P. Yankelevich, R. Melgar Bao, A. Pita,); Estado-nación y antimperialismo (T. Pérez-Vejo, A. Pita), asuntos teóricos de la disciplina (R. Breña).

b- La época más abordada ha sido el siglo XX, con menor preocupación por las últimas décadas del siglo XIX (excepción: E. Pani). Se han ocupado de la primera parte del XIX y fines XVIII quienes han trabajado la historia conceptual (R. Breña*, G. Zermeño*).

c- Territorios: Todas las personas se han ocupado de México, algunas de Argentina (H. Crespo, P. Yankelevich, A. Pita, R. Melgar), de Colombia (A. Granados), de Chile (F. Moraga*) de España (T. Pérez V., R. Breña).

d- Los sectores abordados comienzan con la intelectualidad canónica, algunos han trabajado sobre sectores políticos y sociales populares y la militancia de izquierda (R. Melgar, C Illades), diplomacia (A. Pita), élites (E. Pani), academia (R. Breña), estudiantado (F. Moraga).

e- Figuras, corrientes, escuelas o disciplinas abordadas: J. Vasconcelos (F. Moraga); J. C. Mariátegui (R. Melgar, F. Moraga); José Gaos (A. Valero); J. Aricó (H. Crespo), aprismo, comunismo, marxismo, anarquismo (C. Lida, H. Crespo, R. Melgar Bao, C. Illades); ensayo (C. Marichal, A. Granados), ilustración y liberalismo (R. Breña y G. Zermeño), liberalismo español (R. Breña); quehacer historiográfico (G. Zermeño).

f- Inspiraciones teóricas: Amplio materialismo histórico (C. Illades, H. Crespo, F. Moraga); historiografía intelectual de Cambridge, historiografía conceptual de R. Koselleck y J. Fernández Sebastián (especialmente R. Breña y G. Zermeño, asociándose a Iberconceptos).

g- Cercanía con disciplinas o estudios de área: historiografía política y social (la mayoría) y económica (C. Marichal); filosofía (A. Valero).

CUYO

a- Ámbitos de interés: Filosofía latinoamericana e historia de las ideas y allí, con mucha relevancia el pensamiento de Arturo Roig (A. Roig, A. Arpini, C. Jalif*, D. Ramaglia, M. Muñoz*); redes intelectuales y revistas (C. Maiz*, A. Paredes*); cientistas sociales y circulación de las ideas (F. Beigel, P. Bayle); asuntos teóricos y metodológicos (A. Roig, A. Arpini, A. De Oto*, C. Maiz, P. Ripamonti).

b- Épocas: 1850 al presente, con énfasis en la segunda mitad del XX

c- Territorios: Argentina y Cuyo en particular; todas las personas en mayor o menor medida se han ocupado del Cono Sur, varias personas se han ocupado del Caribe (A. Arpini, A. de Oto), varias de Chile (A. Roig, F. Beigel, C. Jalif, C. Maíz, M. Aranda*, A. Paredes,), de Perú (A. Arpini, F. Beigel, F. Ferreira*), Sur global (F. Beigel, P. Bayle).

d- Sectores: Intelectuales canónicos, académicos, cientistas sociales.

e- Figuras, corrientes, escuelas o disciplinas estudiadas: Arturo Roig (A. Arpini, D. Ramaglia, M. Muñoz), filosofía regional (casi todas las personas del grupo), filosofía de la liberación (A. Arpini, D. Ramaglia), ensayo desde 1850 en adelante (C. Jalif, A. Arpini, C. Maiz, M. Olalla*), cepalismo-dependentismo (F. Beigel, P. Bayle).

f- Inspiraciones teóricas: la escuela latinoamericana de historiografía de las ideas en su tronco central compuesto por Zea*, Ardao*, Miró Quesada y Roig; V. Voloshinov, las teorías feministas (E. Fernández*, M. Alvarado, A. Ciriza*, P. Ripamonti).

g- Cercanías (con disciplinas o estudios de área): filosofía, en primer lugar, también estudios literarios e historiografía, ciencias sociales, en tercero.

Intelligere-USP

a- Ámbitos de interés: historiografía, teoría de la historiografía y de la historia, historiografía brasileña (todas las personas del grupo); relaciones historiografía y literatura, filosofía política europea (S. Albieri*, J. Grespan*, L. Waizbort); historia de las ideas científicas y tecnológicas (G. S. Filho).

b- Épocas: Siglos XX y XIX al abordar algo del pensamiento brasileño, entre los siglos XVII y el XX, al ocuparse del pensamiento europeo.

c- Territorios: Alemania, Francia, Inglaterra, Brasil, escaso interés por el pensamiento del propio país y sobre sus grandes figuras intelectuales. Ello les singulariza respecto de todos los demás grupos y proyectos.

d- Sectores: Grandes figuras de la filosofía y de la historiografía occidental, figuras del ensayo y la historiografía brasileña. Excepción es E. T. Saliba*, que trabaja la cultura de masas.

e- Sobre figuras, corrientes, escuelas o disciplinas abordadas, debe señalarse un conjunto de referencias, con diferencia respecto a otras revistas que se enmarcan dentro de los estudios eidéticos, a Georges Canguilhem y a Jorn Rusen, a quienes se dedican sendos dossiers y David Armitage, que abre el primer número de la revista con su interesante artículo sobre el “international turn” en la historia intelectual; teoría y metodología de la historiografía (R. Glezer*, E. Rezende Martins*, S. Albieri, J. Grespan, M. Palmeira); enseñanza de la historiografía (R. Glezer, S. Albieri, E. T. Saliba); historiografía brasileña (R. Glezer, M. Palmeira, ); ensayo sobre Brasil, G. Freyre, Caio P. Junior, (R. Glezer, J. Grespan, L. Waizbort); pensamiento marxista (J. Grespan); historia de la cultura (E. T. Saliba); Utopía (E. T. Saliba), lectura, libros, revistas, diarios (R. Glezer, E. T. Saliba, M. Daecto).

f- Inspiraciones teóricas: J. Rusen, Annales, marxismo.

g- Cercanía con disciplinas o estudios de área: historiografía, enseñanza de la historiografía, estudios culturales.

Linajes-LuaNova

a- Los ámbitos abordados son pensamiento social brasileño, como interpretaciones del Brasil, como formación del Estado-nación, en primer lugar y es lo que otorga perfil al grupo y todas las personas de ocupan de esto; relación entre las ideas, intelectualidad y la realidad socio-política (E. Bastos, A. Brasil Jr); trayectoria de las ciencias sociales (S. Miceli, E. Bastos, A. Brasil Jr), pensamiento conservador (G. Brandao, A. Botelho, G. Ferreira); sociología de la intelectualidad (E. Bastos, S. Miceli, A. Botelho); raza y mestizaje (L. Schwarcz*).

b- Épocas: Muy preponderantemente siglo XX y particularmente mediados, (todas las personas del grupo); hacia 1900 (varias personas), mediados del XIX (pocas personas: L. Schwarcz, G. Ferreira).

c- Territorios: Brasil (todos los integrantes), Argentina (B. Ricupero, A. Brasil Junior), otros países muy escasamente.

d- Sectores: Ensayistas y pensadores canónicos (todas las personas del grupo), cuadros políticos, administrativos y burocracia (L. Schwarcz, R. B. de Araujo), cientistas sociales (S. Miceli), militantes (M. Ridenti).

e- Figuras,5 corrientes, escuelas o disciplinas abordadas: R. Faoro, G. Freyre, F. Fernandes, Buarque de H., C. Prado Junior (E. Bastos, G. Ferreira, B. Ricupero), Alberto Torres (G Ferreira, F. L. Fernandes), pensamiento conservador (A. Botelho, G. Ferreira, B. Ricupero, A. Ramos), marxismo (M. Ridenti); ISEB (R. B. de Araujo), ciencias sociales (S. Miceli, Botelho, G. Villas-Boas); estudios literarios (M. Chaguri); antropología (L. Schwarcz).

f- Inspiraciones teóricas han sido K. Marx, K. Mannheim, Gildo Brandao, quien fue mentor del grupo y en particular inspiró a Elide Bastos y, junto a ella, a la generación siguiente. Las mismas figuras estudiadas han ido dejando ver su capacidad de inspiración, en particular Florestan Fernandes, Celso Furtado y Raymundo Faoro.

g- Cercanía con disciplinas o estudios de área: ciencias sociales, sociología de la intelectualidad, historiografía, estudios género, antropología.

Prismas

a- Ámbitos de interés: intelectualidades, ensayistas, ensayo (C. Altamirano, J. Myers, M. Bergel), las ciencias sociales (A. Blanco), pensamiento político y nación (E. Palti, M. Garategaray*, G. Entin), la ciudad y lo urbano (A. Gorelik), la cuestión de la historia intelectual (C. Altamirano, E. Palti), postcolonialidad (M. Bergel).

b- Épocas: De preferencia 1850-1950, sobre otras épocas. A. Gorelik, A. Blanco y M. Garategaray han trabajado segunda mitad del XX y G. Entin que ha trabajado la época de las independencias.

c- Territorios: Buenos Aires todas las personas, México (E. Palti, J. Myers), Perú (M. Bergel),

d- Sectores: intelectualidades (todas las personas del grupo), ensayistas (C. Altamirano, J. Myers, M. Bergel*), figuras políticas (E. Palti), cientistas sociales (A. Blanco), personajes de la política (M. Garategaray).

e- Figuras, corrientes, escuelas o disciplinas abordadas: José Ingenieros (O. Terán*), T. Halperin* (G. Entin), A. Rama (C. Altamirano, J. Myers), Alfonso Reyes (J. Myers), J. C. Mariátegui (M. Bergel); ensayo (C. Altamirano, M. Bergel); positivismo (O. Terán), ilustración (G. Entin), ciencias sociales (A. Blanco), urbanismo (A. Gorelik), peronismo (M. Garategaray), cuestiones teóricas de la historiografía intelectual (E. Palti, C. Altamirano).

f- Inspiraciones teóricas: Todo el grupo se ha inspirado en la historiografía intelectual de Cambridge, historiografía conceptual R. Koselleck, P. Bourdieu, historiografía cultural francófona: R. Chartier, M. Angenot, J. F. Sirinelli, orientalismo de Edward Said (M. Bergel).

g- Cercanía con disciplinas o estudios de área: historiografía, estudios culturales, estudios de género, sociología de la cultura.

Sanmarquinos Solar

a- Ámbitos de interés han sido la filosofía peruana y latinoamericana para todas las personas del grupo, el pensamiento colonial peruano (M. L. Rivara*, J. C. Ballón*, R. Quiroz*), el pensamiento social peruano (D. Sobrevilla, E. Montiel*, Joel Rojas, Segundo Montoya).

b- Épocas: Siglos XVII, XVIII y primera parte del siglo XX. Escaso interés en el XIX.

c- Territorios: Perú todas las personas, otros lugares de ALC (David Sobrevilla y Edgar Montiel).

d- Sectores: Academia, miembros de órdenes religiosas, líderes sociales.

e- Figuras, corrientes, escuelas o disciplinas abordadas: J.C. Mariátegui (D. Sobrevilla, S. Montoya), P. Zulen y Dora Mayer (J. Rojas, S. Montoya, C. Reyes), Augusto Salazar Bondy (D. Sobrevilla, R. Quiroz, C. Reyes), escolástica peruana (M. L. Rivara, J. C. Ballón, R. Quiroz), filosofía de la liberación (D. Sobrevilla).

f- Inspiraciones teóricas: Tronco central de la historiografía de las ideas en ALC.

g- Cercanía con disciplinas o estudios de área: filosofía de modo muy preponderante, antropología.

Universum-IDEA

a- Los ámbitos de interés han sido la existencia de un pensamiento regional en términos generales o con especificaciones como económico (C. Ross*), filosófico (C. Sanchez*, J. Santos*), ambiental (F Estenssoro*), internacionalista (C. Ross, R. Bernal-Meza*), integracionista (J. Pinedo. C. Ross. E. Devés), interculturalidad (J. Santos), redes intelectuales (E. Devés), pensamiento periférico y circulación de las ideas (R. Bernal-Meza, Cesar Ross, E. Devés).

b- Épocas: Siglo XX en primerísimo lugar, en segundo XIX, en tercero XVIII y XXI

c- La mayoría de los trabajos se ocupan del propio país, aunque existe un mantenido esfuerzo por ocuparse de otros (J. Pinedo, F. Estenssoro, I. Lozoya*) y de subregiones como la caribeña, centroamericana y amazónica (A. Pizarro*, E. Devés), como también de otras partes del mundo periférico, sobre todo África (A. Pizarro, C. Ross, R. Bernal-Meza, G. Alburquerque*, E. Devés).

d- Sectores: Intelectualidades (todas las personas del grupo), filosof@s (C. Sánchez, J. Santos, R. Salas*), cientistas económico-sociales (Ivette Lozoya, C. Ross, R. Bernal-Meza, C. Friz*, E. Devés).

e- Figuras, corrientes, escuelas o disciplinas abordadas: Zea, Roig (J. Pinedo, C. Sánchez, R. Salas, E. Devés), R. Prebisch (R. Bernal-Meza, E. Devés), A. Rama (A Pizarro), H. Giannini* (C. Sánchez, J. Santos H., C. Friz), ensayismo (J. Pinedo, A Pizarro) filosofía en Chile (C Sánchez, J. Santos, R. Salas), cepalismo, dependentismo, ciencias económico-sociales y pensamiento sobre temas internacionales (C. Ross, F. Estenssoro, Raúl Bernal-Meza, E. Devés).

f- Inspiraciones: el tronco central de la historiografía de las ideas en ALC (J. Pinedo, E. Devés), la trayectoria de estudios sobre literatura y cultura de Antonio Cándido, Ángel Rama y Antonio Cornejo Polar (A. Pizarro), R. Fornet-Betancourt* (J. Santos, R. Salas).

g- La cercanía disciplinar es con la filosofía, historiografía, estudios literarios y culturales, estudios internacionales y geografía.

UAM-Historia

a- Ámbitos de interés: redes intelectuales, pensamiento teosófico y unionista centroamericano, el tema del racismo y los pueblos indígenas (Marta Casaus, como también en T. García* y Patricia Arroyo*), el pensamiento de las izquierdas (M. Pérez Ledesma*, A. Taracena*, la construcción del Estado-nación y lenguajes políticos (M. Pérez, J. Pro*, J. Mas*, M. Casaus, A. Taracena).

b- Épocas: Preferencia por la primera mitad del siglo XX.

c- Territorio: Centro América, Guatemala, España.

d- Sectores estudiados: Intelectualidades, clases medias, movimientos indígenas, obreros y sociales.

e- Figuras, corrientes, escuelas o disciplinas estudiadas: Alberto Masferrer (M. Casaus), ensayismo centroamericano (M. Casaus, T. García), pensamiento de las izquierdas en España (M. Pérez).

f- Las inspiraciones teóricas de este grupo, consisten parcialmente un amplio marxismo, en la historiografía intelectual, en su rama latinoamericana y española más que inglesa, en la historiografía conceptual, en el análisis del discurso de Teun van Dijk y en la escuela latinoamericana del estudio de redes intelectuales.

g- Cercanías con: historiografía, sociología, estudios indígenas, estudios de género.

Candidatos a grupo

En el caso CECLA-UChile, el liderazgo de Grínor Rojo*, la cercana presencia de Bernardo Subercaseaux* y Carlos Ossandón*, entre otros seniors, y el equipo que se ha formado allí, aunque no completamente orientado a los estudios eidéticos sino también literarios y culturales más ampliamente, se consolida con una presencia importante de lo eidético en su revista, las publicaciones en general y los encuentros organizados. Por lo demás, su dedicación hacia el pensamiento emergente, de intelectualidades femeninas, indígenas y afrodescendientes, aprovecha un nicho en el período estudiado. Debe destacarse igualmente la orientación preferente hacia el pensamiento no nacional, que le hace muy excepcional.

Lo que ha marcado al grupo CEL-CEPIB han sido las actividades en torno al marxismo de ALC, con énfasis en José Carlos Mariátegui y en la obra de Osvaldo Fernández*, uno de los inspiradores del proyecto; por otra parte, los estudios sobre el pensamiento de Enrique Dussel. Sus inspiraciones teóricas provienen de un amplio marxismo, sin mayor preocupación por las teorías y metodologías para el estudio de las ideas.

El quehacer del grupo UDELAR, se ha focalizado de modo importante en la historia de la filosofía y la ensayística de Uruguay, siguiendo la trayectoria marcada por Arturo Ardao, aunque otorgándole un carácter más político, por las preocupaciones sobre la democracia y los proyectos de país, cosa que se percibe principalmente en la obra de Yamandú Acosta, aunque también en la de Raquel García Bouzas* y Horacio Bernardo*. Para decirlo en las palabras del propio Acosta (2010: 10), se trata de una articulación entre los estudios de las ideas y una “filosofía de la práctica”. En torno al problema teórico acerca de cómo pensar en Uruguay y en ALC, se dialoga de modo permanente con el pensamiento de la región, especialmente argentino, chileno y mexicano.

Proyectos

CECIES-Pensamiento alternativo

a- Ámbitos de interés: pensamiento y filosofía de ALC, Foro Social Mundial, altermundismo, globalización

b- Época: primeras dos décadas del siglo XX y el período 1970 a 2020.

c- Territorios: Argentina, Chile, México, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela

d- Sectores: Gente que hace filosofía en/de ALC, intelectualidades, movimientos estudiantiles, juveniles y sociales en general.

e- Entre las figuras, corrientes, escuelas y disciplinas estudiadas deben notarse: H. Biagini*, A. Roig, el neoliberalismo, el liberacionismo, la filosofía de ALC (ver Oviedo 2021).

f- Las inspiraciones teóricas están constituidas por el tronco de la historiografía de las ideas en ALC y el altermundismo.

g- Disciplinas o estudios de área: filosofía, historiografía.

Congresos de Historia Intelectual

Siendo este un proyecto que agrupa en sus reuniones a cientos de personas es muy difícil hacer esta caracterización y no queda sino inspirarse en las convocatorias y en las figuras que han venido conduciéndolo.

a- Ámbitos de interés: el sentido de la historiografía intelectual y los modos del quehacer, en sus modalidades y facetas, las intelectualidades, las redes intelectuales, las militancias del progresismo y de la izquierda, revistas, industria editorial, pensamiento político de ALC, el ensayo, la circulación de las ideas.

b- Épocas: siglos XIX y XX muy predominantemente.

c- Territorios: En grado decreciente: Argentina, México, Colombia, Brasil, Chile, Uruguay, Perú.

d- Sectores socioculturales: siendo un grupo muy grande el que participa de estos encuentros, los sectores estudiados son múltiples, siéndome imposible señalar preferencias.

e- Figuras, corrientes, escuelas o disciplinas estudiadas: Idem anterior.

f- Inspiraciones teóricas: Escuela de historia intelectual de Cambridge, R. Koselleck, historiografía cultural francófona, y el propio grupo Prismas que ha tenido un liderazgo intelectual.

g- Cercanía con disciplinas o estudios de área: Historiografía, ciencia política, estudios sociales.

El Corredor de las Ideas

a- Ámbitos de interés: integración de ALC, integración intelectual, identidad, derechos humanos, movimientos sociales, globalización, altermundismo.

b- Épocas: Desde el presente hacia atrás, perdiendo progresivamente interés.

c- Los territorios son los de procedencia de quienes han participado. Una novedad ha estado dada por unos pocos estudios sobre el Paraguay, país casi ausente en los estudios eidéticos regionales.

d- Sectores socioculturales: académic@s, intelectualidades canónicas, movimientos sociales y estudiantiles, indígenas.

e- Figuras, corrientes, escuelas o disciplinas estudiadas: pensamiento integracionista, liberacionismo, interculturalidad, altermundismo, arielismo y derechohumanismo.

f- Inspiraciones teóricas: Tronco central de la historiografía de las ideas en ALC y amplio marxismo.

g- Cercanía con disciplinas o estudios de área: filosofía, historiografía, teología, antropología.

Iberconceptos

a- Ámbitos de interés: conceptos políticos, temas teóricos acerca del tratamiento de las ideas, su circulación y su recepción, construcción de los estados-nación.

b- Época: 1770-1870.

c- Territorios: principalmente Brasil (J. Feres Jr, J. P. Pimenta, C. Lynch); Chile (A. M. Stuven*, V. Castillo*, I. Torres D.*, C. Moyano*, A. San Francisco*); Colombia (F.A. Ortega, M. T. Calderón, C. Villamizar); México (A. Pita, G. Zermeño, R. Breña, R. Rojas); Perú (C. Aljovin, V. S. Rivera); Río de la Plata (N. Goldman, G. Caetano* E. Palti, F. Wasserman*, G. Entin); Venezuela (C. Leal Curiel, E. Plaza, C. Guerrero).

d- Sectores socioculturales: Pensadores y políticos de sectores sociales altos, eminentemente masculinos.

e- Figuras, corrientes, escuelas o disciplinas: pensamiento político ilustrado y liberal, pensamiento conservador, republicanismo.

f- Inspiraciones teóricas: Reinhart Koselleck, Javier Fernández-Sebastián, escuela de historia intelectual de Cambridge.

g- Cercanía con disciplinas o estudios de área: historiografía, ciencia política, filosofía política.

Proyecto La Condición Humana

a- Los ámbitos de interés son principalmente los clásicos de la filosofía y las humanidades en Europa hasta mediados del siglo XX, y su tratamiento en el pensamiento de ALC, agregando allí un espacio al tema de la integración latinoamericana.

b- Épocas: Período republicano y más bien siglo XX.

c- Territorios: Colombia, Cuba, México y Perú, habiendo avances sobre Argentina

d- Sectores socioculturales: figuras intelectuales canónicas.

e- Figuras, corrientes, escuelas o disciplinas: Son múltiples, pues el trabajo aborda a decenas y decenas de figuras.

f- Inspiraciones teóricas son el historicismo y un amplio marxismo.

g- Cercanía con disciplinas o estudios de área: filosofía en primer lugar e historiografía en segundo.

Figuras referenciales no titulares de los grupos y proyectos aquí considerados

No estaría completo este panorama si no se consideraran algunas figuras referenciales de este quehacer y que, por razones del procedimiento, no aparecen de modo relevante en los grupos y proyectos considerados: C. E. C. Lynch, Eduardo Posada-Carbó, Francisco A. Ortega, Gonzalo Cataño, Horacio Tarcus*, Iván Jaksic, Joao Paulo Pimenta, José Luis de Diego, José Murilo de Carvalho, Luis Tapia Mealla*, Marcela Croce*, Milton Lahuerta, Noemí Goldman, Rafael Rojas Gutiérrez, Raúl Bernal-Meza, Ricardo Bielschowsky, Ricardo Melgar Bao.6

a- Ámbitos: pensamiento social y político (R. Melgar-Bao, H. Tarcus, Joao P. Pimenta, F. A. Ortega, de Carvalho, E. Posada, R. Rojas, C. Lynch); circulación de las ideas y soportes impresos (R. Melgar, H. Tarcus, R. Rojas. J. L. de Diego); ciencias económico-sociales (R. Bielschowsky, G. Cataño, R. Bernal-Meza, L. Tapia); ensayo (M. Croce, F. A. Ortega, E. Posada); intelectualidades (M. Croce, M. Lahuerta).

b- Territorio: Sus propios países, en primerísimo lugar, otros muy disminuidos. R. Melgar y M. Croce ALC como conjunto, Bielschowsky mucho Argentina y Chile, Bernal Meza mucho Argentina y Brasil.

c- Época: el periodo que cubre la inmensa mayoría de los trabajos es siglo XX y segunda mitad del XIX. Quienes se ocupan de ciencias económico-sociales, lo hacen casi exclusivamente sobre de la segunda mitad del XX e inicios XXI. J. M. de Carvalho, R. Rojas, F. Ortega, I. Jaksic y N. Goldman, se han ocupado de forma importante sobre las primeras décadas del XIX.

d- Sectores: todas estas personas se ocupan de las intelectualidades en sentido amplio. Si se establecen diferencias con el grupo de expertos (R. Bielschowsky, R. Bernal-Meza, G. Cataño, M. Lahuerta); con el grupo de académicos (I. Jaksic); con el grupo de militantes y agrupaciones políticas (R. Melgar, H. Tarcus).

e- Figuras, corrientes, escuelas o disciplinas estudiadas: A. Bello, R. Prebisch, V. R. Haya, O. Fals-Borda, R. Zavaleta Mercado; estructuralismo latinoamericano, marxismo, socialismo, aprismo, cepalismo, dependentismo, positivismo, liberalismo, ilustración; economía, sociología, estudios internacionales.

f- Inspiraciones: Un amplio marxismo (R. Melgar, H. Tarcus, L. Tapia, M. Lahuerta); historia conceptual (J. Pimenta, F. Ortega, C.E.C. Lynch), la trayectoria estudios sobre literatura y cultura latinoamericana de Antonio Cándido, Ángel Rama y Antonio Cornejo Polar (M. Croce), estructuralismo (R. Bernal Meza, R. Bielschowsky, G. Cataño).

g- Cercanía con disciplinas o estudios de área: historiografía (J. M. de Carvalho, R. Melgar, I. Jaksic, H. Tarcus, J. Pimenta, R. Rojas, C.E.C. Lynch); ciencias económico-sociales (R. Bielschowsky. G. Cataño, R. Bernal-Meza, L. Tapia, M. Lahuerta); estudios literarios (M. Croce, E. Posada-Carbó); estudios latinoamericanos (M. Croce, R. Melgar, R. Rojas).

En síntesis

a- Sobre los ámbitos de interés debe marcarse el énfasis en el pensamiento social y político, pensamiento sobre género y etnia, redes intelectuales, el tema de la identidad, la modernidad, la globalización, las redes intelectuales, el carácter del pensamiento y la filosofía regionales. A lo largo de este breve período ha crecido el interés por estudios sobre pensamiento en asuntos internacionales y globales.

Se advierte predilección por un pensamiento cercano a lo socio-político, que se ha cultivado desde antes de 1950. Ello es particularmente el caso del grupo Linajes-LuaNova y del candidato a grupo CEL-CEPIB. Predilección, por tanto, por las ideologías, en el sentido estricto, sobre otras expresiones como el ensayo, las cosmovisiones y visiones del mundo, mentalidades, el pensamiento acerca de los paradigmas en ciencias, y cuestiones educacionales, tecnológicas, comunicacionales, lingüísticas y cognitivas.

Relativamente, poco interés en el pensamiento económico, excepciones son Ricardo Bielchovsky, Carlos Mallorquín y Hernán Ramírez*; en el pensamiento urbano o sobre las ciudades, excepción es Adrián Gorelik; escasísimo interés en el pensamiento en lenguas indígenas e incapacidad de estas redes para conectarse con intelectualidades que piensan en lenguas americanas, excepción es Ricardo Salas, y esto debe ser tratado también como debilidad.

b- Región: Énfasis, de modo muy notorio, en el país de nacionalidad de quien realiza la investigación, demasiadas veces identificando el país con las capitales; quienes trabajan en subregiones frecuentemente estudian su propia subregión. En este sentido, es excepcional el caso de Brasil, donde la capital no se cuenta entre las mayores ciudades, Sao Paulo, Río de Janeiro, Recife, Fortaleza, Belem, Salvador, aunque Rio de Janeiro lo fue hasta mediados del XX. Los grupos o proyectos más volcados a lo nacional son el grupo Prismas, el Sanmarquinos y el Linajes-LuaNova, que tiene por objetivo explícito el pensamiento social brasileño. Excepciones son el grupo Cuyo, el Universum-Idea y el candidato CECLA-UChile, por el relativamente alto interés en otros países de la región.

Muy pocas personas de estas redes se aventuran a investigaciones sobre otras regiones del mundo. Ahora bien, fuera de estas redes, aunque se trata de gente que hace estudios eidéticos en su versión ideas filosóficas, existe gran cantidad que trabaja sobre filosofía en España, Francia Alemania, Inglaterra y USA. Como excepción también debe aludirse a una buena cantidad de trabajos sobre Coimbra, a propósito de Boaventura de Souza Santos y su equipo. Por otra parte, poco se aproximan a estas redes quienes trabajan sobre pensamiento educativo, sobre pensamiento en lenguas americanas y sobre historia de la ciencia.

Se han continuado realizando trabajos panorámicos que cubren siglos y/o regiones, sean de autoría individual (Rivara 2000, Ballón 2011, Devés 2004) en otras ocasiones obras colectivas (Altamirano y Myers 2008, Dussel, Bohorquez* y Mendieta 2013, Berisso y Bernardo 2014), y los volúmenes del proyecto La Condición Humana (P. Guadarrama, H. Biagini, A. Saladino* y otros). Ello continúa una larga trayectoria de trabajos panorámicos que contribuyeron a constituir este ámbito disciplinar, desde la colección Tierra Firme del Fondo de Cultura Económica.

c- Época: Énfasis en el siglo XX. Menor importancia a la segunda mitad del XIX, salvo el importante proyecto Iberconceptos, que ha dedicado muchos esfuerzos al período que va entre 1780 y 1850. Se advierte una clara predilección por trabajos sobre el pasado, pero un pasado relativamente cercano, con poco énfasis sobre el presente y alta predilección por grandes figuras desaparecidas por sobre figuras vivas. Algunas excepciones notables sobre pensamiento del tiempo presente inmediato son trabajos como los de Claudia Zapata y el de Francesca Gargallo sobre intelectualidades indígenas, de R. Fornet Betancourt sobre filósofas latinoamericanas, algunos trabajos sobre Enrique Dussel y pocos más. Quienes provienen de los estudios literarios y de las ciencias sociales suelen abordar figuras e ideas más cercanas al presente (Ana Pizarro, F. Beigel, J. Pinedo, C. Maiz, G. Cataño, R. Bielschowsky). La gente que procede de la filosofía puede tratar figuras europeas vivas, pero con mucha dificultad, figuras vivas de la región. Muy poco interés por el pensamiento durante el período colonial, una de las pocas excepciones significativas es José Carlos Ballón. Esta orientación hacia el pasado se expresa particularmente en Cuba, con multitud de trabajos especialmente antes del período tratado, y muchos hagiográficos, sobre José Martí, proporcionalmente el caso más alto de la región. Entre los grupos estudiados, aquel con menor interés por el presente es el grupo Sanmarquinos-Solar, dedicado a estudios coloniales, del siglo XIX y hasta 1930, salvo excepciones. Despertar y proyecto de Miró Quesada que avanza algunas décadas, no corresponde al período que se trata.

d- Sobre los sectores socioculturales estudiados, debe ponerse largamente en primer lugar las intelectualidades profesionales, ensayistas y gente de academia, con ampliación a intelectualidades emergentes: mujeres, indígenas, afrodescendientes. Muy secundariamente líderes sociales y excepcionalmente gente anónima: opinión pública, mentalidades. La gran mayoría de los trabajos va a las intelectualidades canónicas, aunque un canon ampliado y me atrevería a señalar de entre 100 y 200 nombres para la región en los siglos XIX y XX, aunque en proporciones muy diferentes entre países e igualmente entre regiones, sexo y etnia.

Predilección enorme por el pensamiento formulado en español y portugués, francés e inglés en El Caribe, poco sobre las lenguas indígenas. Entiéndase bien: poco precolombino, poco sobre pueblos indígenas y cultura oral, más sobre las intelectualidades indígenas que han publicado en español. De hecho, los estudios sobre intelectualidades indígenas constituyen una relativa innovación durante este período (ver C. Zapata, F. Gargallo, Gustavo Cruz). En esto repercute la distancia entre las redes que se ocupan de estudios en lenguas de origen europeo y quienes están en el ámbito antropológico y trabajan pensamiento en lenguas americanas (excepciones: M. León-Portilla, Bartomeu Meliá). Escaso interés sobre lo pensado en latín durante la época colonial (excepción: J. Ballón).7

e- Entre las figuras: J. C. Mariátegui, Gabriela Mistral, A. Reyes, E. Dussel, G. Freyre, S. Buarque de Holanda, A. Roig; entre las corrientes y escuelas: liberalismo, ilustración, indigenismo, feminismo, liberacionismo, dependentismo; entre las disciplinas y áreas: ensayismo, ciencias económico-sociales, estudios de género. Alta cantidad de estudios sobre el pensamiento ilustrado que ha ascendido en importancia, como consecuencia de Iberconceptos. No ha ocurrido lo mismo con el pensamiento romántico, positivista, krausista y arielista. Ha crecido el tratamiento del pensamiento de mujeres y sobre el feminismo, sobre la decolonialidad y el buen vivir o sumak kawsay. Dentro del universo considerado, es notoria la escasez de estudios sobre el pensamiento neoliberal en ALC8, sus redes, sus thinktanks y fundaciones, excepciones son los trabajos de Hernán Ramírez, Daniel Mato* y María Paula de Büren (2020) y pocos más, entre los que puede mencionarse a Hugo Biagini y Diego Fernández P. (2013).

f- Respecto a inspiraciones teóricas, debe destacarse el énfasis en la antigua intellectual history (Pockok, Skinner), historia de los conceptos, enfoques de género del tipo J. Butler, un amplio marxismo, comprendiendo allí A. Gramsci y los subalternistas indios, lo que he denominado el “tronco central de la historiografía de las ideas en ALC” y “la trayectoria de estudios sobre literatura y cultura” e inspiraciones en M. Foucault, P. Bourdieu, F. Fanon, E. Said y C. Altamirano.

Pienso que existe predilección por trabajos de “metodología mínima” y baja conceptualización, con un tratamiento simple (no quiero decir “simplista”) del pensamiento. Dicho de otra forma, más que una metodología estricta, se asumen fórmulas que corresponden a una cultura y a un estilo de trabajo (CIALC, CUYO, Universum-Idea, Sanmarquinos-Solar, La Condición Humana, CECIES-Pensamiento Alternativo).

g- Sobre cercanía con disciplinas o estudios de área, en primer lugar, la historiografía: Prismas, COLMEX, Intellectus, Candidato Inteligere, proyecto Iberconceptos y CHIAL; luego la filosofía, también muy importante: Cuyo y Sanmarquinos, parcialmente CIALC-UNAM y Universum-IDEA, Condición Humana y CECIES-Pensamiento Alternativo, candidato UDELAR, CEL-CEPIB; ciencias sociales: LuaNova, parcialmente Universum-IDEA. Emparentado con esto, puede destacarse quienes estudian las relaciones internacionales (para un panorama de este espacio ver Devés y Álvarez 2020). Sobre estudios culturales, indígenas o de género, no me parece que haya un grupo o proyecto particularmente ocupado de algunas de estas áreas, salvo en candidato CECLA-UCHILE.

Fortalezas y debilidades

La sexta pregunta no se responderá de modo específico para cada grupo y proyecto. Se intentará hacerlo sobre la base de la síntesis de lo considerado hasta aquí.

Masas críticas

Las condiciones para constituir masas críticas, capaces de desatar reacciones en cadena, se han dado cada vez de modo más abundante, aunque existen grupos y proyectos considerados que se diluyen a fines del período y “candidatos” que no logran salir de esta condición por muchos años.

Para alcanzar la masa crítica se requieren de modo imprescindible tres condiciones necesarias, aunque no suficientes: un ecosistema intelectual grande (diré ciudades de al menos un millón de habitantes), un liderazgo intelectual poseedor de alta legitimidad académica y de características personales que permitan aglutinar especialistas y estudiantes, y condiciones institucionales que sostengan la iniciativa. Figuras como Carlos Altamirano, Pablo Guadarrama, Horacio Cerutti, Carlos Marichal, Hugo Biagini, Yamandú Acosta, Fernanda Beigel u Horacio Tarcus, por su visibilidad como referentes,9vienen siendo potenciadoras de grupos o proyectos, pues atraen miradas, contactos y discipulado; ello unido a la colaboración en la inserción institucional, guiando tesis, ubicando puestos de trabajo, facilitando publicaciones y participación en encuentros académicos. Esto es lo que hizo paradigmáticamente Arturo Roig en Cuyo y, en algo menor grado, Leopoldo Zea en el CIALC, y que también intentaron Francisco Miró Quesada y Arturo Ardao, teniendo en cuenta las diferencias y condiciones de los escenarios en los cuales se desenvolvían y sus propias condiciones personales, los cuatro además muy longevos y con cierta obra hasta el final de su vida. En la actualidad viene ocurriendo esto con el grupo Prismas y la figura de Carlos Altamirano que continúa sosteniendo el trabajo que realizaba junto a Oscar Terán, y el caso parecido del grupo COLMEX con Carlos Marichal, unidos a algunas personas unos veinte años más jóvenes, a un numeroso y productivo conjunto de personas que vienen incorporándose a la investigación y que publican sistemáticamente. No en vano el grupo Prismas muestra el mayor crecimiento y reconocimiento a nivel regional, sumando a esto alianzas importantes como, por ejemplo, con el proyecto Iberconceptos, el más exitoso de los primeros 20 años del siglo, aunque la gente de ALC haya participado en condiciones de subordinación, tanto en el plano epistémico y como económico.

Brasil no ha tenido figuras de gran prestigio internacional en este plano, pero la dupla Elide R. Bastos y Gildo Bradao inició el grupo Linajes-LuaNova que, a fines del período estudiado, vienen liderando y constituyendo personas 20, 30 hasta 40 años, más jóvenes, como Lilia Schwarcz, M. Ridenti, A. Botelho, B. Ricupero y otras, en el mismo eje Niteroi-RíoJ-SPaulo-Campinas, como S. Miceli, J. Feres Junior y J. P. Pimenta. A mi juicio, falta a este grupo transformar “pensamiento social brasileño” en latinoamericano-caribeño, por una parte, y acompañando esto con una gestión de redes internacionales, para lo cual sería conveniente una publicación específica y un encuentro académico periódico.

El grupo CUYO tiene porcentualmente la mayor cantidad de gente que ha estudiado de modo sistemático el pensamiento de diversos países (Chile, Cuba, Ecuador, México, Perú, Puerto Rico, Uruguay). Se hace notoria esta capacidad de trabajar en el largo plazo sobre otros países y regiones si lo comparamos con otros como Prismas, por ejemplo, cuya labor está muy focalizada en Argentina y en Buenos Aires, o si lo comparamos con Sanmarquinos-Solar, focalizado en Perú y Lima. Ha sido también mérito del grupo CUYO sostener ya por unos treinta años o más, publicaciones especializadas, la organización sistemática de eventos académicos donde los estudios eidéticos gozan de un espacio privilegiado y sobre todo la investigación, donde se van sistemáticamente incorporando nuevas personas. Ello muestra la madurez y consistencia de este grupo, tanto más cuando sigue creciendo muchos años después de la muerte de Diego F. Pro* y Arturo Roig.

El grupo Sanmarquinos-Solar sufrió tres pérdidas decisivas (F. Miró Quesada, M. Luisa Rivara y D. Sobrevilla), cosa que lo ha debilitado sobremanera, de modo que se le hará muy difícil recuperar su condición de referente latinoamericano. Lo mismo ha ocurrido al grupo UAM-Historia que ha sufrido pérdidas muy importantes por fallecimiento (M. Pérez L.) y por desmembración (M. Casaús y T. García). Ello ha significado su desarticulación, sin menoscabo que algunas de estas personas continúen produciendo académicamente. El proyecto La Condición Humana ha perdido su vuelo inicial, le faltaron recursos económicos y capacidad de gestión para ser equivalente al proyecto Iberconceptos, le faltó compromiso de algunos de sus impulsores y le faltó quizás un mejor foco, además del glamur que implica traer desde Europa hacia la región un proyecto intelectual, que además abrió un espacio a posiciones de centro y derecha, dentro de un ámbito disciplinar bastante copado por las izquierdas en la región. Iberconceptos realizó aportes importantes posibilitados por la buena gestión, al instalar temas-problemas y una propuesta teórico-metodológica como la historiografía conceptual, al cohesionar gente que se ocupaba de una época relativamente alejada y desde la historia política especialmente, creando nuevas redes y encuentros académicos, articulando especialistas de numerosos países, publicando rápidamente resultados. Para decirlo en pocas palabras: constituye un salto cualitativo sobre el pensamiento en torno al período de las independencias, respecto a lo que contábamos antes del 2000.

Respecto a los candidatos a grupo o proyecto, la clave ha sido no alcanzar reacción en cadena. Por una parte, la herencia de importantes figuras intelectuales que no han logrado aglutinar en torno a ellas suficiente masa crítica y, por otra, la ausencia de un grupo numeroso de gente joven de alto nivel, hace imposible que figuras promisorias puedan situarse en un escenario que les permita desplegar sus capacidades. El grupo © que he llamado CEL-CEPIV, que por el momento no es cabalmente una fusión, a mi juicio, solo puede alcanzar masa crítica, para transformarse en un grupo de referencia en ALC, fusionando su quehacer. La conurbación Valparaíso-Viña del Mar constituye un ecosistema intelectual suficientemente grande y con identidad para posibilitarlo y la extensa trayectoria de amistad entre S. Vuskovic* y O. Fernández lo facilita mucho, al menos visto desde fuera. Entre los “candidatos” mencionados el que veo con mayores proyecciones es el grupo CECLA-UCHILE y, entre los no mencionados en la Parte I, el grupo CEDINCI-UNSAM, en su reciente y creciente nuevo perfil, donde su trayectoria como archivo se complementa con la investigación y publicación sobre estudios eidéticos, con las características que señalé para destacar los grupos, en la parte I de este ensayo. Un tercer caso, del cual me informo recientemente es el proyecto “Jornadas de Pensamento Político Brasileiro”, que van por su cuarta versión. Allí convergen personas que recogen el legado de Wanderley Guilherme dos Santos y José M. de Carvalho, como Christian Lynch, André Kaysel*, Jorge Chaloub con otras que provienen del grupo Linhagens, como Vera Cepeda y Gabriela Nunes-Ferreira. Este joven proyecto posee la cantidad necesaria de figuras para obtener resultados exitosos, dependiendo ahora de una buena gestión y, mejor aún, si logra ampliarse hacia el Cono Sur, sin perder el liderazgo brasileño10. Correlativamente, debe señalarse que publicaciones sin un núcleo de alto reconocimiento e indexación, no pueden captar artículos de interés, viéndose obligadas a publicar numerosos trabajos de estudiantes, sin evaluación rigurosa por pares.

Pertinencia

La cuestión de la pertinencia es susceptible de múltiples evaluaciones y no solamente cortoplacistas. Una forma de pertinencia consiste en hacerse eco de las nuevas voces eidéticas y me parece que han gozado de importante crecimiento los estudios sobre intelectualidades emergentes y destaco los trabajos de Francesca Gargallo (2014), Claudia Zapata (2017) y Sandra Iturrieta* (2020). Pertinencia es también traer desde el mundo las ideas que desconocemos por nuestro inveterado eurocentrismo intelectual. Es significativa la preocupación por el pensamiento chino y del Medio Oriente, del mundo árabe e islámico, sostenida por Hernán Taboada (2009), sobre las conexiones eidéticas entre regiones del sur destaco unos pocos trabajos de Fernanda Beigel (2010), Germán Alburquerque (2014) y Fabricio Pereira*(2020) y conexiones con África específicamente, sobre lo cual son excepciones los trabajos de Gladys Lechini* (2008), Ana Pizarro (2014), Cesar Ross (2009), Daniel de Lucía*, con un trabajo de una erudición y profundidad poco usuales (2009), Paola Bayle (2015) y Marina Verdini* (2017), entre pocos casos más. Debe destacarse el nuevo esfuerzo emprendido por CLACSO en los últimos años al promover publicaciones sobre temas Sur-Sur y debe notarse que este afán viene en oleadas desde su misma fundación o muy poco después, aunque no es particularmente orientada hacia temas eidéticos.

Pertinencia alude a hacerse cargo de aquellos temas que las sociedades consideran relevantes y, por ejemplo, debe celebrarse el sostenido aporte de Fernando Estenssoro al estudio de las ideas sobre asuntos ambientales (ver, por ejemplo 2014, 2009). Pertinencia quiere decir también abordar temas de presente y de futuro, que interpelen a nuestros ecosistemas intelectuales y a nuestras sociedades en general. Espero no mover a escándalo, aunque sí a preocupación, con lo de futuro. Si numerosas ciencias económico-sociales hacen prospectiva ¿por qué los estudios eidéticos no podrían hacerla? Me parece que investigaciones sobre la base de “consulta a expertos” respecto de lo que pasaría con las ideas en ALC en los próximos diez años, no debería sonar ridículo. Lilia Schwarcz y André Botelho (2012) publicaron un interesante trabajo sobre la base de un cuestionario que presentaron a especialistas en pensamiento social brasileño preguntando, entre otras cosas, cómo veían el futuro del área y que proponían como cuestiones teóricas y metodológicas para su desarrollo. Ello podría ampliarse a la pregunta por los “modos de pensamiento” de las inteligencias artificiales y qué debemos esperar o hacer con estas en nuestro ámbito.

Lo señalado se riñe, en cierto modo, con el exclusivo interés por un pasado con cincuenta o más años. Dicha predilección se debe, en gran parte, a la orientación historiográfica, aunque no es solamente esto, sino también al hecho de concebir los estudios eidéticos como historia de las ideas o historia intelectual y conceptual que ha sido un trazo importante del quehacer de ALC. Correlativamente la mirada nacional y la pregunta por la constitución de los estados nación y de sus identidades confirma dicho perfil11 y ello incide sobre el desarrollo de una “conciencia”, que ha sido otra demanda asociada a la pertinencia. De hecho, las versiones historiográficas poseen gran fortaleza. Y entiéndase bien, esta observación no es una crítica al quehacer historiográfico, sino un reconocimiento a su labor, puesto que se trata del más fuerte en este ámbito interdisciplinar. La crítica se refiere a la relativamente baja capacidad por despertar interés en otros espacios disciplinares.

Pertinencia puede entenderse también como potenciar la agencia como import/export de las ideas entre ecosistemas de la región y con el exterior (ver Devés 2019). Lo más importante de nuestra producción intelectual de los últimos años, para el mundo, ha sido el sumak kawsay y la decolonialidad. Sin embargo, el conocimiento de estas tendencias no ha llegado a través de nosotros a oídos de las sociedades de ALC o extranjeras.

Capacidad de desenvolverse, aprender y adaptarse

Sobre la capacidad de desenvolverse, aprender y adaptarse, como proceso consciente de autocrítica. El conjunto de personas que nos ocupamos de estos asuntos en ALC de manera profesional, es de alrededor de una centena, se duplica o poco más si incluimos a personas que ocasionalmente se ocupan de esto y a quienes trabajan desde fuera de ALC. Ello sin contar estudiantes de postgrado que se van incorporando a este espacio, haciendo sus primeros ejercicios. Se trata, por tanto, de un ámbito académico pequeño y con un grado de auto reconocimiento relativamente alto. Ello se observa en la cantidad de trabajos citados al comienzo que se refieren al quehacer, que proponen, que cuestionan, que evalúan y así. En este marco, procede la pregunta por qué aprender, cómo nos adaptamos y cómo nos desenvolvemos para prosperar en un medio académico, donde representamos menos del uno por mil. Pienso, sin embargo, que es necesario proponernos esta pregunta de modo radical.

Esta necesaria adaptación a los procesos que se juegan en nuestros ecosistemas intelectuales pasa, en buena medida, por tomar decisiones acertadas lo que es imposible sin ciertos grados de autonomía y esta proviene, en parte, de la eidodiversidad, es decir, la autonomía no aumenta por cerrarse a influencias (salvo quizás que se posea una masa extraordinariamente grande), sino por conocer nuestra amplia y plural trayectoria eidético-cultural y por abrirnos mejor a la amplitud del mundo. A este respecto, debe decirse que en nuestro medio existe un casi completo desconocimiento de los estudios eidéticos en Europa del Este, en Rusia, en Asia -India, Japón, Turquía y China particularmente- en África y en Oceanía y que un mejor conocimiento de esta multiplicidad seguramente derivaría en un desarrollo de nuestro quehacer. Dicho de otra forma, la pluralidad de conexiones nos hace menos dependientes de cada una en particular. Debe notarse, además, que en algunos de los grupos y proyectos abordados no se advierten siquiera muestras de información acerca de cómo se practican los estudios eidéticos en otros países o ciudades de la región, mostrando un provincianismo de ombligo de ALC12.

Probablemente la mayor expresión del proceso de adaptación es el crecimiento en la cobertura de temas estudiados y, en especial, hacia el pensamiento femenino y de los pueblos indígenas, cuestiones de alto interés para la academia y mucho más allá. En todo caso, pienso que la cobertura se ha ampliado más que la aportación de nuevas preguntas e innovaciones conceptuales en nuestro quehacer, que puedan hacerlo más afín a las dinámicas de los ecosistemas y para desenvolverse allí, aunque existe relativamente poco interés por la creatividad y la innovación, asumiendo que esta tiene infinitas formas de manifestarse. Y una cuestión clave consiste en ser capaces de convertir nuestros aportes en insumos para otros quehaceres, dentro de cada ecosistema intelectual13. A propósito de esto, aludo a las aseveraciones de Y. Acosta, C. Lynch y D. Ramaglia, quienes apuntaban a los aportes de los estudios eidéticos para la filosofía o la teoría política.

Aportes al desarrollo eidético y a la eidodiversidad

Sobre las aportaciones al desarrollo eidético y a la eidodiversidad ‒y me refiero con “aportaciones” a hacer lo que otros no han hecho o mejorar lo que han hecho menos bien‒, Horacio Cerutti (2011: 33-34) destaca que la disciplina ha avanzado significativamente “logrando emancipación, protagonismo, interlocución e invención cada vez, con mayores rasgos de originalidad procurando no desconocer antecedentes”. A mi juicio, el mayor aporte ha sido ir dando a conocer el pensamiento regional a nosotros mismos y al mundo, aunque este poco se ha interesado; haber puesto en relación nuestro pensamiento con el de Europa Occidental y en paralelo nuestro pensamiento con el de otras regiones tanto periféricas como semi-periféricas; ha sido también una aportación significativa la creación de una conceptualización, en especial aquella para nombrar las especies eidéticas que no provienen inmediatamente de la trayectoria europea: “indianismo”, “arielismo”, “cepalismo”, “unionismo centroamericano”, “escuela de Brasilia”, “positivismo autóctono” entre otras muchas, como también una conceptualización para trabajar en este ámbito disciplinar: “normalidad filosófica”, “emancipación mental”, “a priori antropológico”, “filosofía de la historia americana” y tantos más; a través de ello se ha hecho manifiesto el enriquecimiento del acervo eidético global.

Pero la pregunta puede reformularse: ¿Cuáles han sido los aportes específicos durante el siglo XXI? ¿Cuáles los que pueden ponerse en contraste con las últimas décadas del siglo XX?

A nivel de la institucionalidad, se ha consolidado y diversificado el campo y una expresión de ello es la aparición de revistas, cátedras, postgrados, jornadas, congresos, nuevas colecciones y nuevas redes. Todo esto le ha dado visibilidad tanto como le ha ganado cierta consideración en múltiples espacios. A ello debe agregarse el importante protagonismo femenino, que ha crecido en términos correlativos a la presencia femenina en la docencia, en la investigación universitaria y en las publicaciones.

A nivel de los temas de investigación, se han destacado los estudios sobre intelectualidades emergentes, femeninas e indígenas, se ha aludido a trabajos sobre redes intelectuales y circulación de las ideas, se han destacado estudios sobre el pensamiento ambientalista y del buen vivir, se han mencionado estudios en relación a Asia o África y las investigaciones sobre pensamiento en relaciones internacionales. Todas estas son también innovaciones respecto a finales del siglo XX. Por cierto, se trabajan también temas tradicionales de formas renovadas por métodos y conceptualizaciones.

A nivel de los tratamientos, se han marcado escuelas que se pueden al menos dividir en tres: los tratamientos historiográficos, con subdivisiones: historiografía de las ideas, intelectual y conceptual y la aparición de discusiones que antes no existieron; los provenientes de las ciencias económico-sociales, donde pueden destacarse: economistas, cientistas sociales e internacionalistas; quienes provienen de los estudios de área: estudios latinoamericanos, de género, indígenas u otros, y que trabajan “eclécticamente”, noción que no defiendo, ni condeno. Dicho de otra forma, a nivel de las inspiraciones teóricas se ha marcado la presencia de las tendencias historiográficas, del lenguaje de la subalternidad, la postcolonialidad, la decolonialidad y del tratamiento sur-sur, de lo que se ha llamado el tronco o la trayectoria latinoamericana de la historia de las ideas, por una parte, y de los estudios sobre cultura y literatura, por otra. Esta diversidad, sin embargo, no deja de reconocer la pertinencia de los trabajos de unas y otras personas, como parte de un mismo ámbito disciplinar. Ello nos otorga cierta identidad a nivel global, que es lo que he pretendido englobar en la denominación “estudios eidéticos”. En relación a esto, creo que debe señalarse nuestro aporte a un pluralismo metodológico, prácticamente sin descalificaciones recíprocas, aunque sin evadir la toma de posiciones y el debate (ver Breña, 202114; Kozel, 2015). Y, al decir de Carlos Altamirano (2008: 22-23), que “la reciprocidad de perspectivas diferentes puede ser productiva. Una historia de los intelectuales debería activar la exploración de diversas canteras y alimentarse del aporte de varias disciplinas”. Es interesante notar que, entre las distinciones que se producen en este ámbito, acentuadas sobre todo por quienes trabajan en historia intelectual, es que habría una fuerte diferencia con la historia de las ideas.15

Termino señalando que, en coherencia con lo anterior, los estudios eidéticos deben asumir como una de sus tareas importantes propender al desarrollo de las ideas y la eido-diversidad, de modo que quienes las estudiamos no nos transformemos en “pequeños Torquemadas”, que van detectando y condenando errores ajenos, sino más bien como ambientalistas del intelecto, que asumen la diversidad y el desenvolvimiento plural de la vida de las ideas.

Material suplementario
Información adicional

Primera parte: http://www.wirapuru.cl/images/pdf/2020/ensayo01_100-119.pdf

Referencias
Acosta, Yamandú (2010). Pensamiento uruguayo. Estudios latinoamericanos de historia de las ideas y filosofía de la práctica, Montevideo: Nordan-Comunidad.
_____________ (2009). “Historia de las ideas e identidad”, en Estudios de Filosofía Práctica e Historia de las Ideas, Mendoza, vol. 11, núm 1, julio, pp. 33-43.
Alburquerque, Germán (2014). “ Tercermundismo en el Cono Sur de América Latina: ideología y sensibilidad. Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, 1956-1990 ”, en Revista Tempo e Argumento, 6 (13), pp. 140-173.
Altamirano, Carlos (2012). “Sobre la Historia Intelectual”, en Políticas de la Memoria, núm. 13, verano, pp. 157-162.
_______________ (2008). “Introducción” a Altamirano, Carlos y Jorge Myers (dirs.), Historia de los intelectuales en América Latina I. La ciudad letrada, de la conquista al modernismo. Buenos Aires: Katz.
Arpini, Adriana (2010) “Presentación” a Arpini, Adriana y Clara Alicia Jalif de Bertranou (coords.), Diversidad e Integración en Nuestra América, volumen I: Independencia, Estados nacionales e integración continental (1804-1880). Buenos Aires: Biblos.
Bastos, Elide R. (2010) “Gildo Marçal Bezerra Brandão (1949-2010). Um Analista do Pensamento Brasileiro” DADOS, revista de Ciências Sociais, Rio de Janeiro, vol. 53, núm. 1, 2010, pp. 5-10.
Ballón, José Carlos (2011) La complicada historia del pensamiento filosófico peruano: siglos XVII y XVIII (selección de textos, notas y estudios). Lima: UNMSM.
Biagini, Hugo y Diego Fernandez P. (2013). Neoliberalismo o neuroliberalismo. Emergencia de la ética gladiatoria. Lanús: Universidad Nacional de Lanús.
Brandao, Gildo (2005) “Linhagens do pensamento político brasileiro”, em DADOS, revista de Ciências Sociais, Rio de Janeiro, vol. 48 núm. 2.
Bayle, Paola (2015). “ Conectando sures. La construcción de redes académicas entre América Latina y África ”. Buenos Aires: FLACSO.
Beigel, Fernanda (2010). Autonomía y dependencia académica. Universidad e investi­gación científica en un circuito periférico: Chile y Argentina (1950-1980). Buenos Aires: Biblos.
Berisso, Lía y Horacio Bernardo (2014) Introducción al pensamiento uruguayo. Montevideo: Fin de Siglo.
Brasil Junior, Antonio (2015). “As ideias como forças sociais: sobre uma agenda de pesquisa”. En Sociologia & antropologia, Rio de Janeiro, vol. 5, núm. 2, pp. 553-574.
Breña, Roberto (2021). “Tensions and Challenges of Intellectual History in Contemporary Latin America”. En Contributions to the History of Concepts, vol. 16, Issue 1, Summer: 89-115, Berghahn Books. doi: 10.3167/choc.2020.160105
Büren, Paula de (2020). Contraofensiva neoliberal: La Escuela Austríaca de Economía en el centro estratégico de la disputa. Buenos Aires: UBA-CLACSO.
Casaús, Marta (2010). “Introducción” a El lenguaje de los “ismos”. Ensayo de historia conceptual en América Latina, siglos XIX y XX. Guatemala: F&G editores.
Cerutti-Guldberg, Horacio (2011). Pensando después de 200 años. Monterrey: CECyTE/NL-CAEIP.
Devés, Eduardo (2004). El Pensamiento Latinoamericano en el Siglo XX. Entre la modernización y la identidad. Tomo III. Las discusiones y las figuras del fin de siglo. Los años 90s. Buenos Aires-Santiago: Biblos-DIBAM.
_____________ (2015). “Pensar Nuestramérica desde y para sí, (lo internacional y lo mundial) pensando en grande” en SURES: https://ojs.unila.edu.br/ojs/index.php/sures, Año: 2015, feb, N: 5, pág. 34-45.
_____________ (2019). “La intelectualidad suramericana y su silencio global: circulación e inserción. La voz de Paulo Freire como método” en revista Mapocho, 84, n2, segundo semestre.
_____________ (2021). “El concepto “bio-diversidad eidética” o “eidodiversidad” como clave para estudiar las ideas, su historia y su futuro”, en Cuadernos Americanos, núm. 176, abril-junio, México: CIALC-UNAM.
Devés, Eduardo y Silvia Álvarez (coords.) (2020). Problemáticas internacionales y mundiales desde el pensamiento latinoamericano. Teorías, escuelas, conceptos, doctrinas, figuras. Santiago: Ariadna.
Devés, Eduardo y Andrés Kozel (2018). Estudios eidéticos. Una conversación desde el sur sobre la vida de las ideas y la reconfiguración de un espacio disciplinar. Santiago: Ariadna.
Estenssoro, Fernando (2014) Historia del debate ambiental en la política mundial, 1945-1992: la perspectiva latinoamericana. Santiago: Instituto de Estudios Avanzados, Universidad de Santiago de Chile.
_____________ (2009). Medio ambiente e ideología. La discusión pública en Chile, 1992-2002. Antecedentes para una historia de las ideas políticas a inicios del siglo XXI. Santiago: Ariadna.
Gargallo, Francesca (2014). Feminismos desde Abya Yala. Ideas y proposiciones de las mujeres de 607 pueblos en nuestra América, México: Editorial Corte y Confección.
Granados, Aimer y Carlos Marichal (coords.) (2004). Construcción de las identidades latinoamericanas: Ensayos de historia intelectual, siglos XIX y XX, México : El Colegio de México.
Iturrieta, Sandra (coord.) (2020). Diálogos compartidos en Nuestramérica: Actorías Intelectuales de indígenas, mujeres, jóvenes y afrodescendientes, Santiago: Ariadna.
Kozel, Andrés (2015). “El estudio del pensamiento latinoamericano en nuestros días. Notas para una caracterización” Prismas, revista de historia intelectual, UNQui, vol. 19, núm. 2, diciembre, pp. 163-172.
_____________ (2012). La idea de América en el historicismo mexicano José Gaos, Edmundo O'Gorman y Leopoldo Zea, México: El Colegio de México.
Lechini, Gladys (comp.) (2008). Los estudios afroamericanos y africano en América Latina: herencia, presencia y visiones del otro, Córdoba: Ferreyra Editor / CEA: Programa de Estudios Africanos; Buenos Aires: CLACSO.
López, Carlos Arturo (2011). “Reseña a Damián Pachón Soto. Estudios sobre el pensamientocolombiano”, en Memoria y Sociedad, Bogotá, vol. 16, núm. 33, julio-diciembre.
Lucía, Daniel de (2009). América en África. Movimientos de retorno y redes políticas y religiosas entre América y África (Siglos XVIII-XXI). Buenos Aires: GEU.
Lynch, Christian Edward Cyril (2016). “Cartografia do pensamento político brasileiro: conceito, história, abordagem”, Revista Brasileira de Ciência Política, núm.19. Brasilia, janeiro-abril, pp. 75-119.
Oviedo, Gerardo (2021). “Un Camino de Damasco, un programa bibliográfico”, en Perspectivas Metodológicas, vol. 21, núm. 4, Universidad Nacional de Lanús, dossier: ¿De qué hablamos cuando hablamos de historia de las ideas o historia intelectual?
Pachón-Soto, Damián (2014) “Pablo Guadarrama y la filosofía colombiana: un testimonio”, en revista Cultura Latinoamericana. Volumen 20, número 2, julio-diciembre.
Palti, Elías (2005) “De la Historia de ‘Ideas’ a la Historia de los ‘Lenguajes Políticos’. Las escuelas recientes del análisis conceptual. El panorama latinoamericano”, Anales, núm. 7-8, pp 63-81.
Pereira da Silva, Fabricio (2020). “The Community and the Paths of Critical Thinking in the Global Periphery: The Cases of sumak kawsay/suma qamaña and Ubuntu” en Rahma Bourqia y Marcelo Sili (eds.), Perspectives from the Global South, Springer (Sustainable Development Goals Series), pp. 169-178.
Pinedo, Javier (2012). “Metodologías para analizar lo que hemos pensado: historia de las ideas, historia de los intelectuales, estudios culturales, análisis de discursos, estudios eidéticos” Temas de Nuestra América, núm. 27, Universidad Nacional de Costa Rica.
Pizarro, Ana y Carolina Benavente (orgs.) (2014). África / América. Literatura y colonialidad. Santiago: FCE.
Ramaglia, Dante (2009). “La cuestión de la filosofía latinoamericana”. En Enrique Dussel, Eduardo Mendieta, Carmen Bohórquez (eds.) El pensamiento filosófico latinoamericano, del Caribe y “latino” (1300-2000): historia, corrientes, temas y filósofos. México D. F.: Siglo XXI, pp. 377-399.
Rivara, María Luisa (2000). Historia de las ideas en el Perú y Latinoamérica, I: Pensamiento prehispánico y filosofía colonial en el Perú. Lima: Fondo de Cultura Económica.
Ross, Cesar y Eduardo Devés (2009). Las ciencias económico-sociales latinoamericanas en África Sudsahariana. Santiago: Ariadna.
Sobrevilla, David (2011). “Nuevas tendencias en la historia de las ideas en América Latina”, en Solar, núm. 8, año 8, Lima, pp. 7-24.
Schwarcz, Lilia y André Botelho (2012). “Cinco cuestiones sobre el Pensamiento Social Brasileño” Andamios, Volumen 9, número 20, septiembre-diciembre, pp. 167-183.
Taboada, Hernán (2009). “El islam en América Latina: del siglo XX al XXI”, en Estudios latinoamericanos, México D. F. DOI: 10.22201/cela.24484946e.2009.23.49227
Verdini, Marina (2017). “Una aproximación al impacto de expresiones del pensamiento latinoamericano en Tanzania. El caso del paradigma cepalino-dependentista y la pedagogía freiriana”, en Perspectivas-Revista de Ciencias Sociales, núm. 4, julio-diciembre.
Zapata, Claudia (2017). Intelectuales indígenas en Ecuador, Bolivia y Chile. Diferencia, colonialismo y anticolonialismo. Santiago: LOM.
Zárate-Toscano, Verónica (2015) “La historia intelectual en México y sus conexiones” Varia Historia, Belo Horizonte, vol. 31, núm. 56, mayo/agosto, pp. 401-422.
Notas
Notas
1 Todos los nombres que llevan asterisco* son personas que he conocido presencialmente, de modo físico o virtual. Se coloca únicamente en la primera mención.
2 Por otra parte, no comparto todas las críticas y observaciones que me llegaron; incluso, algunas guardaban entre sí cierto grado de contradicción. Por ejemplo, alguna persona me señalaba no haber destacado al Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas en la Argentina; otra, haberme dejado llevar demasiado por mis simpatías o empatías con grupos o proyectos. Ambas son parcialmente contradictorias pues, si es verdadero que no destaqué al CeDInCI, no sería correcto que me dejé llevar por simpatías, pues ese proyecto me es altamente simpático. Por otra parte, es inevitable, al parecer no me hice entender suficientemente acerca del objetivo de este trabajo que no son las ideas, sino apenas lo estudios sobre las ideas y lo intelectual. En esta línea, se me ha observado también, lo que no es un punto ciego sino un sesgo que deriva de la pregunta y que consiste en cierto “librismo” o “academicismo” y que no se mencionen los esfuerzos por difundir nuestro pensamiento a través de las múltiples formas asociadas a internet, como YouTube y otras (debo esta sugerencia a Hugo Biagini). Este ya largo ensayo se refiere a los estudios sobre las ideas y lo intelectual, no a la difusión de esto, lo que podría ser parte de otro trabajo. Quizás todo ello motive una tercera parte.
3 Andrés Figueroa J. me ha sugerido que sería mejor si se pudiera estudiar igualmente las metodologías empleadas. Ello habría sido altamente deseable; sin embargo, este trabajo ya es demasiado largo y habría supuesto un gran esfuerzo discriminar entre metodologías declaradas y efectivamente empleadas. No he sido capaz de hacer esto.
4 Sobre esta forma de graficar lo que se va diciendo deben aclararse dos cosas: la primera que en cada paréntesis se anotan las personas que más abundantemente se han ocupado del asunto, pues de otra forma en cada paréntesis habría que reiterar a muchas personas, pues casi todas dedicaron algunas páginas a cada una de las subdivisiones que se van realizando. La segunda, que no se entregan referencias de este tipo de afirmaciones. Sería de nunca acabar. Como guía, puede ser aprovechada del siguiente modo: si en Internet se escribe “Liliana Weinberg ensayo latinoamericano” o “Mario Magallón filosofía latinoamericana”, aparecerá una cantidad de referencias mucho mayor que aquella que podría señalarse acá, cargando el texto con cientos y cientos de paréntesis con datos bibliográficos muy fáciles de obtener en la web.
5 Gildo Brandao (2005, 33) enumeró los autores que consideraba clásicos y que han marcado las opciones del grupo, mostrando sin embargo clara predilección por los que pensaron a mediados del XX: Paulino J. Soares de Sousa, Aureliano C. Tavares Bastos, Sílvio Romero, Joaquim Nabuco, Ruy Barbosa, Euclides da Cunha, Alberto Torres, F. Oliveira Vianna, Antonio J. Azevedo Amaral, Gilberto Freyre, Sérgio Buarque de Holanda, Nestor Duarte, Caio Prado Jr., Raymundo Faoro, Victor Nunes Leal, Alberto Guerreiro Ramos, Florestan Fernandes, Celso Furtado”. Ello imprimió a este grupo de gente proveniente de las ciencias sociales una impronta historiográfica.
6 Se seguirá el mismo proceso, solo por afanes de coherencia, sin suponer que habría algún carácter común entre estas figuras fuera de la importancia de su obra. Se insiste nuevamente que estas referencias son exclusivamente sobre los trabajos relativos a estudios eidéticos y en las dos primeras décadas del XXI.
7 Puede decirse que tanto este asunto, como el que menciono en la nota anterior son puntos ciegos para este trabajo, en gran parte afirmado implícitamente en la noción redes intelectuales. De este modo, el pensamiento abordado por otras redes se hace difícil de ver.
8 Entiéndase bien. No se trata que no se haya escrito sobre el neoliberalismo como sistema económico-social. Esto se ha hecho hasta la saciedad. A lo que apunto es a la escasez de trabajos de investigación, donde se aborden en profundidad las principales figuras del pensamiento neoliberal en ALC, tal como se ha estudiado el positivismo o a Rodó, por ejemplo.
9 Debe destacarse que poseemos índices de citaciones y referencias bastante más transparentes que antes del 2000, para determinar estas figuras. Me atrevo a señalar lo siguiente: personas en este reducido ámbito disciplinar que posean menos de mil citaciones y/o menos de índice 20 (por ejemplo, en Google Académico) es muy difícil que, por sí solas, logren atraer y cohesionar grupos o proyectos en torno suyo a lo largo de años, a pesar de altas dotes de gestión. Ello, sin embargo, no impide que tres o cuatro figuras que no alcanzan esos niveles de reconocimiento, puedan actuar como equipo y gestionar exitosamente un grupo o proyecto, aunque ello es extremadamente difícil de encontrar (según los criterios que se han señalado en la primera parte), siendo, a mi juicio, el grupo Cuyo el único exitoso en este sentido.
10 Debo esta información a Fabricio Pereira.
11 Debo esta última idea a Fabricio Pereira.
12 Un botón de muestra es la existencia de revistas de historiografía, que incluso tienen como ocupación relevante el estudio de nuestras ideas, y en cuyos consejos editoriales internacionales no hay una sola figura de ALC y ni qué decir de Asia y África. Una intelectualidad envanecida con su “compradorismo”, como diría Samir Amin. Me recuerdan, por otra parte, el caso de la Revista de Hispanismo Filosófico, publicada en Madrid y muy cercana a estas redes, en cuyos comités, en cambio, se encuentra gente de Argentina, Colombia, Cuba, Japón y México.
13 Advierto en cambio, en muchas ocasiones una predilección por lo que llamaré un “pensamiento amigable”, como es el reiterado tratamiento, casi ritual, de autores canónicos, tan fáciles de exponer como de criticar y que muestra un quehacer light, sin entusiasmo ni pasión, sin vocación heurística, sino orientado a satisfacer las demandas curriculares formales que no exigen innovación.
14 Este importante trabajo me llega apenas unos días antes de enviar el ensayo a la revista.
15 A mi juicio esta diferencia reside mucho más en las declaraciones que en los métodos mismos de trabajo. En todo caso debe notarse que cuando la gente que hace historia de las ideas trabaja o cita a los próceres de esa tendencia lo hace en los mismos términos, es decir, hace sobre ellos historia de las ideas, en tanto que quienes abogan por la historia intelectual, cuando trabajan sobre los próceres de dicha tendencia normalmente, no siempre, trabajan sobre ellos como historia de las ideas y no como historia intelectual. Quizás sea porque esos teóricos no forman parte de los lenguajes políticos.
Notas de autor
* Agradezco los aportes de Andrés Kozel, Fabricio Pereira da Silva, Hugo E. Biagini, Bernardo Subercaseaux, Christian Álvarez R, Andrés Figueroa J., y a quienes participaron en la sesión del SHIAL-México realizada en junio 2021, particularmente a Alexandra Pita y Mariana Canavese. Agradezco, también, a todas aquellas personas que me enviaron comentarios sobre la primera parte, publicada en el núm. 1 de Wirapuru.
* Chileno. Instituto de Estudios Avanzados, Universidad de Santiago de Chile.
Buscar:
Contexto
Descargar
Todas
Imágenes
Visor de artículos científicos generados a partir de XML-JATS4R por Redalyc