Resumen: El estudio realizado con un enfoque de género analiza la masculinidad que presentan los personajes varones de los narcocorridos. Los corridos han ido cambiando hasta convertirse en los actuales narcocorridos del movimiento alterado, cantos que relatan las vivencias de los traficantes de droga. Para encontrar en los narcocorridos el modelo de masculinidad de los personajes de sexo masculino se recurrió al análisis de contenido cualitativo. Los resultados permiten concluir que cuando los narcocorridos se escuchan por largos periodos crean una desensibilización, con una indiferencia hacia las acciones que realizan los capos de la droga, asimismo, los narcotraficantes muestran una masculinidad que se inclina hacia lo tradicional y heterosexual, usando la violencia para defender su territorio y demostrar su condición de hombres. Se invisibiliza tanto a las mujeres como a los hombres homosexuales, no se menciona en ningún narcocorrido la diversidad sexual que existe en la sociedad.
Palabras clave:masculinidadesmasculinidades, género género, narcotráfico narcotráfico, movimiento alterado movimiento alterado, narcocultura narcocultura.
Abstract: The study conducted with a gender focus analyzes the masculinity presented by the male characters of narcocorridos. The corridos have been changing to become the current narcocorridos of the altered movement, which are songs that relate the experiences of drug traffickers. To find the masculinity model of the male characters in the narcocorridos, it was resorted to qualitative content analysis. Results allow us to conclude that narcocorridos when heard for long periods, create a desensitization, with an indifference towards the actions carried out by drug lords, likewise, drug traffickers show a masculinity that leans towards the traditional and heterosexual, using violence to defend their territory and demonstrate their status as men. Both women and homosexual men are invisible, the sexual diversity that exists in society is not mentioned in any narcocorrido.
Keywords: masculinities, gender, drug trafficking, altered movement, narcoculture .
Masculinidad en narcocorridos del movimiento alterado en México
Masculinity in narcocorridos of the altered movement in Mexico
Recepción: 30 Abril 2018
Aprobación: 18 Octubre 2018
En México uno de los géneros populares musicales más conocidos es el corrido, el cual data del siglo XIX. Catherine Héau (1989, p. 100) lo describe como “el conjunto de cantos considerados como originarios de la tradición oral local o regional, o producidos por cantadores y letristas reconocidos local o regionalmente”.
La función tradicional de un corrido fue la de comunicar las noticias a las comunidades, en especial a los estratos sociales analfabetos del país y tuvo gran relevancia durante la Revolución Mexicana que ocurrió desde 1910 hasta 1917, que culminó con la promulgación de la Constitución política de México, vigente hasta nuestros días. Los corridos en sus inicios fueron generadores de opinión y fue un medio de comunicación muy importante en los primeros años del siglo XX. Los corridos fueron muy populares entre las comunidades y abordaban toda clase de temáticas.
Vélez (1990) clasifica los corridos en distintos subgéneros por su temática: a) de revolucionarios; batallas y traiciones; b) de braceras y chicanos; c) de amores y tragedias pasionales; d) de los temblores, la carestía y otros males; e) de rifleros; f) de padres, madre e hijos; g) de ciudades; h) de opresores, oprimidos y libertades; i) de bandoleros; j) de terremotos, ciclones, raptos y fusilamientos; k) de caballos; l) de fiestas, robos y otros sucesos y m) de la fiesta brava.
Según Pujals (s. f.), “el corrido es un género musical popular, de carácter fundamentalmente combativo y el más comprometido con las grandes causas sociales de aquel movimiento histórico”. Hoy día ha cambiado la finalidad del corrido, centrándose en la vida y aventuras de las personas inmersas en el tráfico de drogas. De acuerdo con Astorga (1997, p. 2), el traficante de drogas en México es una categoría social que empieza a cobrar forma a principios de este siglo, cuando son promulgadas las leyes que prohíben el cultivo y la comercialización de la marihuana.
El narcocorrido es definido por Massard (2005, p. 1) como “un género musical heredado de la Revolución y es ahora el vehículo de grupos musicales para difundir vida y obra de los narcotraficantes y de sus seguidores, originarios en su mayoría de zonas rurales y localidades del norte”. En otras palabras, el narcocorrido es una expresión musical del narcotráfico. Por su parte, Lara (2003, p. 228) puntualiza que es “más allá de su carácter informativo y de relator de los acontecimientos de la vida diaria, son formadores y reforzadores de ideologías e imaginarios colectivos”, además, su contenido ideológico es capaz de desarrollarse debido a la visión de la sociedad que legitima y va reproduciendo su cultura, la cultura del narcotráfico (Olmos Aguilera, 2002, p. 10).
Nery Córdova (citado por Mondaca Cota, 2004, p. 28) explica que estas obras musicales en estudio son un folclor local surgido de varios afluentes y géneros diversos, creando un collage de folclores, los cuales la radio se encargó de enaltecer y enarbolar. Mondaca Cota (2011) indica que “los narcocorridos conservan parte de la estructura de los corridos tradicionales, por lo que, se considera que son una evolución de éstos y no precisamente un nuevo género musical, con excepción de las temáticas cantadas”.
En 2008 surgió un subgénero del narcocorrido, denominado movimiento alterado. De acuerdo con Ramírez Paredes (2012, p. 206): “El tipo de corridos que generan los grupos del movimiento alterado (MA) generan una apología —musicalmente estetizada– de la violencia extrema, de la ingestión de sustancias dañinas, del delito y del machismo” y de igual forma exalta las ventajas de pertenecer a grupos delictivos del narcotráfico (figura 1).
La presente investigación se realizó con un enfoque de género debido a que en la revisión bibliográfica se encontró que no existen suficientes estudios de perspectiva de género enfocados a hombres en México y es necesario indagar en un tema
tan conocido en México como lo es el narcotráfico. El narcotráfico es un tema muy recurrente en los medios de comunicación, está presente en muchos aspectos de la vida cotidiana del país; en algunos estados con más fuerza que en otros, como Sonora, Sinaloa, Michoacán, Guerrero, Durango, Jalisco y Chihuahua.
Los estudios de género nacieron con las investigaciones sobre las conceptualizaciones sobre los hombres y las mujeres dentro de las distintas sociedades, lo que se les instruía ser y hacer dependiendo de su sexo, y las ideas preconcebidas que se tenían sobre los mismos. Así el género es definido por Lamas (2012) como el conjunto de ideas, representaciones, prácticas y prescripciones sociales que una cultura desarrolla desde la diferencia anatómica entre los sexos, para simbolizar y construir socialmente lo que es “propio” de los hombres (lo masculino) y lo que es “propio” de las mujeres (lo femenino). Las ideas y concepciones sociales del hombre y la mujer, el género, se construyen a partir de las diferencias biológicas de los individuos. El sexo es una característica en cada cultura para prescribir lo propio de las mujeres y lo propio de los hombres, haciendo que dichas actividades se separen en femenino y masculino.
Lamas (1999) explica que: “Si bien la diferencia sexual es la base sobre la cual se asienta una determinada distribución de papeles sociales, esta asignación no se desprende naturalmente de la biología, sino que requiere un trabajo de la cultura”. Las diferencias hormonales, procreativas, sexuales y biológicas llevan a una división del trabajo, poniendo al hombre en el ámbito público —lo social, político y económico- y a la mujer en el ámbito privado —la casa y cuidado de los hijos-, sin embargo, estos roles establecidos no son de índole biológica, sino cultural y social. En lo que respecta a los roles de género, son conductas que regulan las actividades de los hombres y de las mujeres en sociedad, transmitidas a través de las instituciones sociales como la familia y la religión, y dan pautas para cumplir los papeles establecidos como femenino y masculino dentro de las distintas culturas. Los roles de género cambian en cada cultura y en cada sociedad. Se asignan a partir del papel que juega cada uno en el proceso de la reproducción sexual, así el hombre tiene el rol de proveedor por la capacidad de fecundación que posee mientras que a la mujer se le deja en el hogar por la gestación y la lactancia, lo que minimiza su actuación en lo público y la relega de los sectores político, social y económico.
En la investigación fueron analizadas las masculinidades de los narcocorridos del movimiento alterado. Las masculinidades son estudios de la categoría de género que han cobrado importancia por los movimientos feministas de la década de los noventa y la necesidad de recrear la imagen del hombre debido a las transformaciones de la sociedad en los últimos decenios. La masculinidad es la construcción social y los roles que son inscritos para los hombres como los valores, creencias, actitudes, estereotipos y relaciones de poder.
Estudios realizados en España por Bonino (s/f, p. 13) destacan que la masculinidad tradicional se sustenta en cuatro ideologías: “la ideología patriarcal, la ideología del individualismo de la modernidad, la tercera ideología es la de la exclusión y subordinación de la otredad, con la satanización-eliminación del otro distinto, la cuarta, la del heterosexismo homofóbico”. Las ideologías de la masculinidad tradicional son producto de las transformaciones sociohistóricas de la cultura, sin embargo, este tipo de masculinidad ha prevalecido hasta la actualidad.
Las masculinidades alternativas proponen crear identidades más abiertas y versátiles, libres de discriminación y de las imposiciones inscritas en la masculinidad tradicional. Argumentan Guzmán Ramírez y Bolio Márquez (2010) que en el caso de México en el escenario social actual conviven distintas masculinidades que cada vez se hacen más visibles, reconociendo la diversidad de género que existe más allá de la masculinidad tradicional y sus valores.
El tráfico de drogas en México ha generado una cultura que va ligada a la predominante. La narcocultura se refiere a las expresiones, conocimientos, mitos e ideales que se desprenden del tráfico de drogas. La Secretaría de Seguridad Pública (2010, p.3) puntualiza que
El fenómeno del narcotráfico, con todo y la violencia que genera, ha dado pie a otro fenómeno que llama la atención por los alcances que puede tener: la narcocultura. Entre santos, música, ostentación de poder y de dinero se ha construido una identidad que muchos desean compartir.
El enfoque utilizado en la investigación es de tipo cualitativo y acorde a su alcance de tipo descriptivo. Por la recolección de datos este trabajo es una investigación transversal, ya que se analizaron corridos en el lapso comprendido desde noviembre de 2017 hasta abril de 2018. El método utilizado fue el análisis de contenido cualitativo, como técnica de recolección de datos es definida por Krippendorff (1990, p. 28) como: “una técnica de investigación destinada a formular a partir de ciertos datos, inferencias reproducibles y válidas que puedan aplicarse a su contexto”.
Se eligieron 10 narcocorridos pertenecientes al movimiento alterado para analizar las relaciones de los personajes descritos en la letra de los mismos, así como sus roles de género. Las canciones analizadas fueron: 1) Quinientos balazos, de Calibre 50 (Hernández, s. f.); 2) El cargo del cinco, de Revolver Cannabis (Niebla López, s. f.); 3) Ajustes Inzunza, de Calibre 50 (Pérez, s. f.); 4) El comando del diablo, de Gerardo Ortiz (Ortiz, s. f. a); 5) Iban por el de sombrero, de Revolver Cannabis (Revolver Cannabis, s. f.); 6) El junior del viejón, de El Komander (Ríos, s. f. b); 7) Cuernito Armani, de El Komander (Ríos, s. f. a); 8) Sangre de maldito, de El RM (Martínez, s. f.); 9) Dámaso, de Gerardo Ortiz (Ortiz, s. f. b) y 10) Disque buscado y jamás encontrado, de La Edición de Culiacán (La Edición de Culiacán, s. f.).
Personajes de los narcocorridos. Esta categoría sirvió para conocer la personalidad de los individuos descrita en los narcocorridos, así como el estilo de vida que llevan y lo que consumen. Los indicadores que se utilizaron fueron: a) apariencia, b) valor adquisitivo, c) armamento, d) consumo, e) posición y f) nexos con el gobierno.
Masculinidad. Esta categoría se utilizó para inferir cómo es la masculinidad que se practica en el ámbito del narcotráfico utilizando como referencia las letras de las canciones elegidas. Los indicadores son: a) figuras masculinas, b) funciones de los personajes masculinos, c) funciones de los personajes femeninos, d) relaciones de poder y e) violencia.
Creencias. Esta categoría fue pensada para ilustrar las creencias que tienen las personas inmersas en el narcotráfico. Los indicadores son: a) religión, b) creencias sobre la prisión y d) creencias sobre la muerte.
Valores. Esta categoría fue de ayuda para conocer cuáles son los valores más apreciados en las letras de los narcocorridos. Los indicadores son: a) agradecimiento y b) valores.
1) 500 balazos
Los sicarios descritos en esta canción son varones que usan pecheras (o chalecos antibalas), visten de negro y están encapuchados. Sus funciones son disparar, levantar a los enemigos y mantener a su jefe contento, como lo menciona el narcocorrido en la parte “…patrón satisfecho hay qué festejar…”. Los sicarios descritos tienen un adiestramiento especial, fueron soldados antes de entrar al narcotráfico; por tanto, saben utilizar los altos calibres, armas automáticas, las bazucas y lanzagranadas que menciona la canción como parte del armamento que se utiliza.
- Dichos exsoldados han estado en contacto con la violencia desde antes de convertirse en sicarios, se demuestra en la parte que dice “…se hicieron a tiros…”; esta violencia la llevan a su área de trabajo en las estrofas “…al que se atraviesa tumban la cabeza si es que bien les va…” u “… Obregón, Sonora de veras pensaba que andaba en Iraq…”, lo que implica que son capaces de recrear un lugar violento a donde vayan. En estas imágenes de guerra tampoco respetan a las personas que no están inmersas en el narcotráfico, esto se desprende de la estrofa que dice “…los altos calibres tumbaban civiles también por igual…”.
Sus figuras de poder son su patrón y el cártel para el que trabajan, a las cuales le son fieles pues sin ellas no reciben su paga. En cuanto a las figuras dentro del gobierno, el narcocorrido menciona: “… ya los del gobierno no quieren toparlos, si escuchan disparos, corren pa’ otro lado…”, lo cual denota que el gobierno no los puede detener porque son muy peligrosos y podrían pagar ese gesto con sus vidas, así que no se arriesgan.
2) Sangre de maldito
El personaje de esta canción es una persona que usa la inteligencia para ir elevando su status en el narcotráfico. Por la estrofa “…espera pa´ dar la orden de tumbar a aquellos que se le atraviesan…” se puede inferir que tiene gente a su cargo. Es violento, se muestra en varias estrofas de la canción como: “…no se cansa de ver sangre…”, “…tumbar a aquellos que se le atraviesan…”, “…los que no cumplen vuelan las cabezas…” y “…no se raja a los chingazos…”; se infiere que él y su equipo de sicarios utilizan la violencia para hacer su trabajo, asimismo “…y los que no cumplen vuelan las cabezas…” indica que ellos torturan a los que atrapan como parte de sus labores en el narcotráfico.
Las funciones del personaje son estar listo para atacar a los enemigos de la organización delictiva. El armamento descrito es el “cuerno de chivo” (o AK-47), bazuca y un arma 300, además de varias camionetas (o trocas) para moverse en Culiacán. En la frase “…un rosario de amuleto protege a creyente hasta de Satanás…” muestra que el personaje es de religión católica, ya que el rosario es un objeto característico de esta religión.
3) El comando del diablo
El personaje de este narcocorrido es varón que viste de botas, sombrero y tiene un chaleco antibalas ajustado. Sus funciones son cumplir las órdenes del jefe, estar al pendiente del negocio de las drogas todo el tiempo como lo demuestra esta parte “…24-7 al pendiente…”, defender el cártel y matar a los que están en su lista. En cuanto a la lista, allí están escritos los nombres de las personas que debe matar, ya sea porque han traicionado al jefe, no quieren pagar las cuotas que el cártel les impone o quieren apoderarse de la plaza como lo muestra esta parte del corrido: “…una lista me entregan a diario de todos aquellos los que se han pasado ya sea porque no quieren pagar, nos quieren brincar o nos han traicionado…”.
En su trabajo utiliza cuernos de chivo, lanza-granadas y chaleco antibalas para protegerse. El personaje tortura y mata a las personas que le estorban al cártel, que según el Diccionario de la lengua española de la RAE (2014) se define como “Organización ilícita vinculada al tráfico de drogas o de armas”. En la letra se menciona que el personaje se entretiene defendiendo a la organización delictiva y que le gusta su trabajo, lo cual muestra que es una persona que no se inmuta al matar. El personaje defiende el cártel y es leal, esto podría ser tomado como un valor; sin embargo, hay una condicionante para esta lealtad y es el pago: “… la lealtad para mí es prioridad, así solo llegan los billetes…”, nos habla de una persona que necesita el dinero y por ello no puede traicionar a quien le paga por su trabajo.
En cuanto a creencias, el personaje le da mucha importancia a la figura de la muerte como lo muestra la estrofa “…una veladora en honor a la muerte…”, lo que indica que posiblemente está inmerso en el culto a la Santa Muerte. Esta se trata de una creencia propia de México, que ha ganado territorio en EE. UU. y otros países de América. Muchas religiones no comparten la idea de adorar a la Santa Muerte y la Iglesia Católica condena este culto. Se le considera como la niña blanca, porque se trata de un esqueleto blanco con una túnica negra que lo cubre todo exceptuando la cara y las manos. Los elementos que se asocian a la Santa Muerte son la balanza, la guadaña, un mundo en sus manos y un reloj de arena. Sin embargo, se envalentona al hablar de su propia muerte, mostrándose más poderoso que la figura del mal en la religión católica y, asimismo, mofándose de la misma muerte.
4) Cuernito Armani
El personaje de la canción tiene un alto nivel adquisitivo, por lo mismo gasta su dinero en antros (palabra que denota una expresión peyorativa, como en las expresiones “antro de perdición” o “antro de mala muerte”; el Diccionario de la lengua española de la Real Academia de la Lengua Española (2014) define antro también como “Un local, establecimiento, vivienda, etc. de mal aspecto y reputación”), Buchannan´s (marca de vinos y licores que puede ser adquirido en establecimientos de venta de bebidas alcohólicas o en antros) y en camionetas como la Raptor (camioneta Pick up marca Ford, con exclusivo motor EcoBoost® de 3.5 l, en dos versiones: cabina y media o doble cabina) descrita en el corrido. Este personaje tiene enemigos que lo quieren ver muerto y por lo mismo lo embisten cuando sale de un antro; en esta situación sus funciones son matar a los oponentes con su cuerno de chivo, no rajarse y ser bravo.
Hace mención de una mujer que acompaña al personaje, su nombre no aparece y la llaman reina hermosa. La función de ella es conducir lo más rápido posible para que los oponentes de su acompañante no los alcancen, detenerle el Buchannan´s y pasarle el cuerno de chivo al mismo. El protagonista tiene buenas relaciones con un jefe del tráfico de drogas y por lo mismo le regaló el cuerno con el que pudo vencer a sus enemigos, como lo menciona la parte “…fue un regalo de un señor muy grande que es pieza importante allá en Culiacán…”. Le tiene respeto a esta persona ya que lo llama señor muy grande, asimismo le es leal a la organización delictiva en la que trabaja como lo muestra la frase “…sigo firme y macizo a la empresa…”.
Es algo violento, se muestra en frases como “… ya andaba emperrado tenía que matar…”, “…los hago pedazos…” y “…sabían que era bravo por eso querían venadearme…”. A pesar de la violencia descrita en el corrido, el personaje también muestra un miedo a la muerte en frases como “…presenciaba el miedo no puedo negar…” y “…lo confieso me sentí perdido…”, y al salvarse le agradece a su cuerno de chivo.
5) El junior del viejón
El personaje del corrido, el “Jota seis”, tiene un buen nivel adquisitivo, como lo menciona la frase “…mi chequera todo paga…”, su consumo consiste en contratar bandas, pasearse por Culiacán y comprar Buchannan´s 18. La posición que tiene dentro del narcotráfico es la de heredero de “la empresa”, y las figuras de poder que tiene son “El viejón” su padre, la familia Molina, la empresa y el “Compa Chino”, José Rodrigo Aréchiga Gamboa. El “Jota seis” tiene mucho poder dentro de la llamada “empresa”, tiene gente a su mando y en el corrido menciona que tiene apoyo incondicional de sus superiores: “…el apoyo de arriba siempre está al ciento veinte…”. Al mismo tiempo, al ser respaldado por la empresa de Culiacán, se da tiempo para festejar y no hablar de negocios.
6) Dámaso
El personaje es el apodado “Mini licenciado”, es presuntamente Dámaso López hijo, se le muestra como una persona con mucho valor adquisitivo. Este corrido no indica violencia descrita, así que las funciones del protagonista son estar alerta para cualquier peligro dentro de su organización, ser un hombre de palabra, ser una persona que gusta de enamorarse y saber tratar a las mujeres; lo que muestra que su participación dentro del narcotráfico no es ser un sicario. Su posición dentro del mismo es ser hijo del licenciado; en la letra aparece la frase “…yo estoy porque me pusieron les agradezco ese gesto…”, lo que implica que su padre estaba inmerso en el mundo del narcotráfico y el puesto lo heredó.
Las figuras de poder que aparecen en el narcocorrido son “El licenciado”, “El padrino” y el “Uno Cinco” (personaje de narcocorrido del movimiento alterado, contemplado en el corrido de Gerardo Ortiz (2015), titulado El Mini y el Uno Cinco). Asimismo, tiene el apoyo y respaldo de las personas de Culiacán que se dedican al narcotráfico como él, así como su gente, quienes lo protegen.
El “Mini licenciado” aparece en el corrido como una persona agradecida de ser parte de esa organización, lo cual lo hace ver como una persona que responde a los demás como lo tratan; de allí vienen los valores del “Mini licenciado”, los cuales son la lealtad y la amistad: la lealtad hacia la empresa y hacia su padrino a quien respeta, y la amistad hacia “El licenciado”, a quien le dedica la estrofa “…a usted y a su gente aquí los tengo presentes…”, lo que habla de que los recuerda en todo momento.
7) Ajustes Inzunza
El personaje de este corrido es Manuel Torres Félix, alias “El M1” o “El Ondeado”. Se encontró que la figura masculina es calmada y serena, sus funciones son matar a quienes les estorben en el cártel, los cuales son descritos como presas y se cataloga la actividad como cobrar las cuentas y deudas pendientes; las personas que van a ser asesinadas son mencionadas en el verso: “…Esa lista negra en mis manos la tengo…”, lo que implica que estar en esa lista es igual a una amenaza de muerte dentro del narcocorrido.
El personaje es muy violento y esto se denota en varias partes del narcocorrido, por ejemplo: “…raite a domicilio les llegó la muerte, y así en pedacitos colgando de un puente…”, “…lo agarro y encinto para que me dé tiempo de sacar el cuchillo. Lo tiro en un predio y una cartulina resalta el mensaje Ajustes Inzunza…”. El armamento que se menciona en el narcocorrido está compuesto por bazucas, granadas, chalecos antibalas y un cuchillo, que es el arma más mencionada en la canción, como si el personaje Manuel lo utilizara frecuentemente.
Las relaciones de poder de Manuel son comandar y dirigir a un grupo de sicarios; tiene amistades con “El Chino Ántrax”, cuyo nombre es José Rodrigo Aréchiga Gamboa y con Gonzalo Inzunza Inzunza, “El Macho Prieto” y los que conforman su gavilla (grupo de personas con reputación sospechosa). Con esta frase también se denota la lealtad que le tiene Manuel a las figuras de poder que lo rodean cuando se menciona que va al trescientos por ciento con ellos sin dudas.
Además de la lealtad, otro valor que se rescata en este personaje es el del respeto hacia los infantes, esto se menciona en el verso “…los niños no tienen la culpa de nada…”, lo cual contrasta claramente con la violencia expresada en las estrofas del narcocorrido, dejando entrever que su actividad delictiva tiene un límite y que tiene intenciones de respetar ese límite.
8) El cargo del cinco
El personaje del corrido es José Rodrigo Aréchiga Gamboa, alias “El Chino Ántrax”, es descrito como una persona que viste bien y usa pechera para protección, le gustan las calaveras, “Tony Montana”, “Scarface” y “El Padrino” y tiene una buena posición dentro del narcotráfico. En este personaje se pueden observar valores como la lealtad y el compañerismo en las frases “…aprecio y respeto y admiro a mis hombres…” y “…cumplo con el pacto…”.
Las funciones que tiene José en el corrido son proteger, ayudar y cuidar a la familia de Vicente Zambada, pelear por el bienestar de los hermanos de Vicente, luchar por la plaza, viajar por el mundo (brincar las fronteras) y defender su vida. El armamento descrito en el corrido se compone de rifles y escuadra al estilo de Tony Montana. El poder que ejerce es debido al ascenso que recibió, se habla de la confianza que le tuvieron al personaje, lo que retrata a una persona que no necesita contratos para ser digno de confianza.
José es un personaje violento, lo que se constata en las estrofas “…cayeron sin gloria…” y “…no nos derrotaron tantas agresiones…”. Las figuras de poder que muestra este corrido son Vicente Zambada, Joaquín “El Chapo” Guzmán, así como su hijo Iván Archivaldo Guzmán, Manuel Fernández Valencia, alias “El Animal” y “La Rana” de Tijuana.
9) Disque buscado y jamás encontrado
El personaje del corrido, Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, es una persona muy famosa dentro del narcotráfico en México; descrito como un hombre afamado, poderoso o “muy pesado”, influyente, millonario, inteligente, una persona que actúa con paciencia, el capo del milenio, “un genio”; que viste con pechera y cachucha (prenda de vestir diseñada para cubrir la cabeza y bloquear la entrada de rayos solares a los ojos del usuario en el caso de contar con una superficie delantera denominada visera) puesta, y que aunque bajito (de su estatura viene el apodo “Chapo”), es el más grande. Todas estas cualidades muestran a una persona cuya posición dentro del narcocorrido es estar al mando del cártel de Sinaloa, descrito como el más “pesado” (o el mejor).
El poder que posee Joaquín en el narcocorrido está dividido entre su gavilla y el gobierno. La canción menciona que Joaquín tiene mucha gente al mando y que su comando es muy fuerte, por lo mismo deja “temblando” a su competencia y a las autoridades. En cuanto al gobierno, la letra de la canción hace alusión a que tiene muchas influencias para poder salir de cualquier situación y que las mismas fueron utilizadas para salir de la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande. Como se reportó en una nota (“La espectacular fuga de El Chapo”, 12 de julio de 2015):
El 19 de enero de 2001 Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, escapó del penal de alta seguridad Puente Grande, Jalisco, en lo que muchos expertos definen como la fuga perfecta y, otros, la huida más espectacular, hasta ahora, antes del segundo escape el sábado del penal de alta seguridad El Altiplano.
Menciona que el personaje tiene un convenio con el gobierno, lo cual habla de una impunidad latente que existe en el gobierno de México y que se muestra en el corrido. Se puede observar la impunidad de la que se hace alusión en la estrofa “… de la justicia él se ha burlado o será que el gobierno está bien comprado…”, mostrando al gobierno como corrupto, más no a Joaquín. El corrido señala que Joaquín es tan poderoso que puede armar guerras con un solo dedo, ya que es mostrado como el mayor exportador de cocaína. Sus funciones dentro de la organización son negociar y exportar cocaína, además de dirigir el cártel de Sinaloa. La figura de poder a la que alude el narcocorrido es “el de sombrero”, Ismael Zambada García, también conocido como “El Mayo”.
10) Iban por el de sobrero
El personaje es Ismael Zambada García, alias “El Mayo” o “El de sombrero”. Se le describe como una persona muy tranquila que no utiliza la violencia para resolver sus problemas. No se menciona ninguna figura de poder en la letra de la canción más que él mismo, como si no hubiera nadie encima de él, además de que posee un nivel adquisitivo muy grande, se muestra en la frase “…les daré treinta millones…”. En una frase de la canción se muestra que busca la reciprocidad en sus negocios: “…favor con favor se paga…”.
En distintas frases del corrido se detecta un lenguaje en modo imperativo que busca mostrar el poder que tiene Ismael dentro del narcotráfico; esto presenta a una persona que no necesita un arma para ejercer el poder, ya que el corrido da a entender que el personaje es tan poderoso que sus palabras son las que pueden dañar. En sus relaciones con las autoridades, en el caso del narcocorrido con los soldados, se percibe una resistencia de un militar a ser dominado por Ismael, así como a ser sobornado, lo que implica una persona que no es corrupta. Sin embargo, cuando Ismael se comunica con el político para recordarle que está vivo por él, aquel opta por una actitud sumisa pidiéndoles a sus soldados que se retiren, lo que denota que su poder está presente en las esferas del gobierno.
Los corridos analizados tienen algunas similitudes entre sí; todos hablan sobre personajes del cártel de Sinaloa como Ismael “El Mayo” Zambada, Joaquín “El Chapo” Guzmán, José Aréchiga, alias “El Chino Ántrax”, entre otros. En los narcocorridos la violencia y la lealtad van de la mano, como si de la primera dependiera la segunda. La violencia que se ejerce hacia los enemigos del cártel es justificada bajo frases como “…todos aquellos los que se han pasado, ya sea porque no quieren pagar, nos quieren brincar o nos han traicionado…”, “…cobrando las cuentas y deudas pendientes…”, “…muchachos de arranque… se hicieron a tiros…”, lo que denota que las personas que los quieran detener o que estén en contra de ellos son asesinados.
Culiacán es parte del denominado “Triángulo dorado”, zona montañosa entre Sinaloa, Durango y Chihuahua donde se cultiva marihuana, por lo mismo, es un lugar importante para las operaciones del cártel de Sinaloa. El tipo de canciones analizadas muestran las relaciones que existen entre hombres del mismo cártel y la forma en que resuelven sus problemas con hombres de otros u organizaciones como el gobierno y la milicia. En las obras analizadas se pudo observar un pequeño organigrama en donde Joaquín Guzmán e Ismael Zambada quedan a la cabeza de la organización, seguidos por José Aréchiga, quien es jefe de sicarios y cuida al “Mayo” Zambada, y Manuel Torres Félix, otro jefe de sicarios. El siguiente en la escala sería Dámaso López, quien es ahijado de Joaquín Guzmán y no es tan activo en la organización como los jefes de sicarios. Al final están los sicarios que no tienen ningún título y no han subido de nivel en la escala, en las canciones analizadas no se muestran sus nombres.
Los corridos que hablan de los sicarios que no han subido de nivel son los más violentos, mencionan que ellos cumplen las órdenes del jefe, que no fallan al disparar, que se pueden fugar de la muerte y “al diablo asustar a balazos”. Las relaciones que tienen con sus contrincantes son agresivas; para ellos no hay lugar para palabras, sólo tortura y muerte. La mayoría no arreglan sus problemas con otros cárteles usando las palabras; ellos atemorizan, torturan, matan y a veces desmiembran a las organizaciones contrarias a la suya. Por lo mismo, las letras de los narcocorridos son explícitas y violentas.
En el caso del corrido Dámaso no hay una violencia explícita, ya que el personaje no se dedica a matar, sino que tiene un grupo de guardaespaldas que lo protegen y matan por él, así que solo se dedica a disfrutar del dinero que le paga el narcotráfico y a cumplir su palabra con “El Chapo” Guzmán. José Aréchiga protege a Ismael Zambada y a su familia. Él tiene una relación muy fraternal con los sicarios a su cargo, ello se muestra en la frase: “…aprecio y respeto y admiro a mis hombres…”, además de tener compañerismo con Joaquín Guzmán, Vicente Zambada y otros capos de la misma organización. En cambio, la relación con los grupos contrarios es similar a la que describen otros narcocorridos, muy cerrada al diálogo y con final funesto.
Joaquín “El Chapo” Guzmán es considerado el líder del cártel de Sinaloa. En la obra analizada sobre él no mencionaba agresiones explícitas a grupos contrarios. Sus relaciones están divididas entre los hombres que tiene a mando y los nexos que tiene con el gobierno; se menciona en el corrido que “El Chapo” es tan poderoso que apoyó a los dos pasados sexenios, refiriéndose a los de Vicente Fox y Felipe Calderón. Asimismo, menciona que tiene muchas influencias y que las utilizó para salir del penal de máxima seguridad de Puente Grande. El poder que tiene, según la canción, llega a esferas políticas incluso, lo que denota a un hombre poderoso que puede hacer lo que le venga en gana.
En el caso de Ismael Zambada, el corrido narra que tiene el poder para no inmutarse cuando hay una redada afuera de donde está para atraparlo. Él es el único que usa las palabras para negociar con los grupos contrarios a su organización; sin embargo, utiliza la manipulación; esto se narra cuando se dice que quiere sobornar a los soldados con 30 millones y cuando le dice al político que le debe un favor.
Su lenguaje es imperativo, coloquial y bastante agresivo, mostrando a otro hombre con mucho poder, aunque más cauteloso que Joaquín Guzmán.
Entre ellos, los sicarios y capos tienen buenas relaciones, descritas en los narcocorridos como parte de una empresa o parte de una familia; sin embargo, con los grupos que desafían su poder como otros grupos delictivos o el gobierno y la milicia, son agresivos y recurren a la violencia en la mayoría de los casos, a la negociación (con el gobierno sobre todo) y a la manipulación.
Se encontró que los personajes mencionados dirigen, comandan, disparan, asesinan, cumplen órdenes de sus superiores; uno de ellos es heredero, están al mando del cártel, algunos de ellos dan órdenes, usan la inteligencia para comandar, trabajan para obtener bienes, uno de ellos es líder, son encargados de la seguridad de la empresa, son fiesteros. En la mayoría los personajes disfrutan de cierta libertad para festejar al terminar un trabajo. Los sicarios comunes no dirigen gavillas, ellos cumplen con las órdenes que les dan los jefes para obtener dinero. Un ejemplo de esto lo da la canción El comando del diablo de Gerardo Ortiz: “…yo cumplo las órdenes del jefe…así solo llegan los billetes…”. Su función principal dentro del cártel es matar, se menciona que algunos de ellos fueron soldados. La labor que describen los narcocorridos es la de no fallar al momento de disparar un arma, defender el cártel, no acobardarse al momento de los tiroteos y estar pendientes ante cualquier suceso que pueda amenazar su estilo de vida. Esto genera que los hombres descritos en esas canciones se muestren muy violentos, envalentonados, indiferentes a la muerte y fiesteros, ya que su estilo de vida implica que en cada trabajo puedan terminar asesinados ellos también.
En los corridos El junior del viejón y Dámaso se muestra a dos hombres cuya función es dirigir personas y gastar dinero, son los hijos de padres inmersos en el narcotráfico que no han tenido que pasar por los eslabones bajos de la organización para conseguir poder y dinero, se les conoce como narcojuniors. En dichas canciones no se muestra violencia explícita; los personajes no son activos en los tiroteos; asimismo, su poder adquisitivo es muy grande, pagando por fiestas, viajes, bebidas alcohólicas costosas, ropa de marca y autos. Ellos también deben obedecer a los jefes del cártel, sin embargo, sus acciones están respaldadas por la misma organización.
En las canciones El cargo del cinco y Ajustes Inzunza se conocen las funciones que realizan José Aréchiga y Manuel Torres dentro de la organización. José Aréchiga, alias “El Chino Ántrax”, tiene la posición de jefe de sicarios, encargado de proteger a Ismael Zambada y a su familia, defender la plaza, así como el cártel y defender su propia vida; tiene más responsabilidades que los anteriores personajes. Posee buen poder adquisitivo, es violento y envalentonado, tiene gente a su mando; sin embargo, hay personas por encima de él a quienes debe respetar.
Manuel Torres Félix, alias el “M1” o “El ondeado” también comanda a otros sicarios de menor rango. Sus funciones dentro del cártel incluyen ubicar a los grupos contrarios, secuestrar personas, torturar y matar. A diferencia del “Chino Ántrax”, Manuel Torres es descrito como una persona más violenta, indiferente con la muerte de los demás, con gusto hacia la tortura, y poder adquisitivo. Ismael “El Mayo” Zambada, como uno de los líderes del cártel de Sinaloa, es descrito de distinta forma; en el corrido se expresa que es una persona que no se inmuta ante los problemas, ya que tiene el poder adquisitivo para salir de ellos, tiene mucha gente a su mando, influencias en la esfera política y se envalentona. En el caso de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, es mostrado como un hombre millonario, con influencia en la esfera política, al mando del cártel de Sinaloa, que sabe utilizar su inteligencia, negociador, y con un poder enorme en México, según el corrido “…puede armar guerras con un solo dedo…”.
Las actividades que realizan los personajes de las obras musicales analizadas son pertenecientes al ámbito público; cuanto más poder tenga la persona en el cártel mayor será su poder adquisitivo y las influencias que tenga fuera de la organización, así como la gente a la que mande. Los valores que presentan son escasos; los más comunes son la lealtad, el compañerismo y el agradecimiento. La lealtad en los narcocorridos se observa al momento de hacer los trabajos que los jefes mandan y al ser firmes al momento de hablar del cártel, por ejemplo: “…sigo firme y macizo a la empresa…”, “…cumplo con el pacto que hice con el niño…”, “…el cártel con mis manos defiendo…”. Sin embargo, esta lealtad está condicionada por el dinero que les pagan los jefes, como lo muestra esta estrofa del titulado El comando del diablo: “…la lealtad para mi es prioridad, así solo llegan los billetes…”, lo que vuelve un tanto falso este valor.
El compañerismo se muestra en la estrofa de El cargo del cinco en las partes donde habla de los hombres a su cargo y de los capos con los que trabaja. Asimismo, el corrido Dámaso también muestra el compañerismo que se tienen los personajes inmersos en el narcotráfico: “…tengo buenas amistades…”, además se refiere a la organización delictiva como “una familia”. En algunos se muestra un agradecimiento hacia los capos de la droga por haber contratado a los personajes en cuestión, por ejemplo: “…mi fiel amigo adorado le estoy muy agradecido porque me ha echado la mano, a usted y a toda su gente aquí los tengo presentes…”.
En el corrido Iban por el de sombrero se muestra una reciprocidad que es exigida por parte de “El Mayo” Zambada, al mencionar la frase “…favor con favor se paga…”, mientras que la canción Ajustes Inzunza muestra un respeto hacia los infantes en la parte “…y que no se olviden señores mi lema los niños no tienen la culpa de nada…”, llamando la atención a los sicarios que no respetan la vida de los niños al cumplir las consignas que se les dan.
Los personajes centrales en los narcocorridos son hombres, solo en uno de ellos refieren a una mujer cuya actividad se centra en conducir uno de los vehículos. De acuerdo con Bonino (s/f, p.13) la masculinidad tradicional se sustenta en cuatro ideologías. Según los resultados del presente estudio, la ideología patriarcal se muestra en el poder que tienen los líderes del cártel de Sinaloa (personajes de los narcocorridos), quienes son hombres con poder adquisitivo, que tienen influencia en esferas políticas y están en la cima del organigrama de la organización delictiva. De la ideología del individualismo algunos rasgos se observan en el poder adquisitivo que tienen algunos personajes de corridos, así como en la manipulación y la violencia ejercida hacia los grupos contrarios para defender su territorio y sus derechos sobre el mismo. En lo que respecta a la ideología de la exclusión y subordinación, se da en la incapacidad que tienen los personajes de los narcocorridos para resolver sus diferencias con los grupos contrarios usando el dialogo y la ideología del heterosexismo homofóbico.
Astorga (1997) indica que: "la mayor parte de los agentes sociales que conforman el campo del tráfico de drogas está representada en los corridos”, en este trabajo se intentó saber cómo se percibe la masculinidad de los narcotraficantes en sus canciones. Los narcocorridos describen a personajes varones, cuya masculinidad es catalogada como tradicional, con tendencias a la violencia y al asesinato en pos de cuidar su territorio y su organización. Son personas a quienes les gusta envalentonarse ante las situaciones peligrosas y cuyos valores están condicionados por el poder de los hombres que están arriba en la escala de poder y dinero. Sus funciones son matar, comandar sicarios, liderar el cártel, así como conseguir la influencia que necesitan para seguir con su organización. Están consideradas dentro del ámbito público, en cuyas esferas se mueven para hacer negocios y traficar con droga.
Estos sujetos son descritos como inteligentes, afamados, con buen poder adquisitivo, fuertes, indiferentes hacia la muerte y pacientes para matar. Su organización es patriarcal, donde sólo el más fuerte e inteligente puede ser el jefe; por lo mismo, los corridos de Joaquín Guzmán y de Ismael Zambada son distintos de los otros, ya que en estas figuras del cártel cuenta más la apariencia de líder nato, inteligente e influyente que la apariencia de un hombre violento.
Al iniciar los estudios de género, los movimientos feministas de la época hicieron que se redefiniera el hecho de ser mujer como un ser que es mucho más que una subordinación del sexo masculino y atada al ámbito privado de la repartición de trabajo. Esto dio como resultado que los hombres empezaran a repensar su propia masculinidad, buscando formas menos rígidas que la masculinidad tradicional.
Lo anterior se refiere a las masculinidades alternativas que proponen crear identidades más abiertas y versátiles, libres de discriminación e imposiciones inscritas de modo tradicional. Guzmán Ramírez y Bolio Márquez (2010) mencionan que en el escenario social actual conviven distintas masculinidades que cada vez se hacen más visibles, reconociendo la diversidad de género que existe más allá de la masculinidad tradicional y sus valores. En los narcocorridos analizados se invisibiliza este tipo de masculinidades y a la mujer.
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