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Ideaciones de paz. La formación profesional en educación física
IDEATIONS OF PEACE. PROFESSIONAL TRAINING IN PHYSYCAL EDUCATION
Eirene estudios de paz y conflictos, vol. 4, núm. 6, pp. 27-44, 2021
Asociación Eirene, Estudios de Paz y Conflictos A.C

Artículos


Recepción: 23 Noviembre 2020

Aprobación: 08 Febrero 2021

Resumen: El artículo es el resultado de la investigación: imaginarios de paz, que tuvo como propósito indagar sobre las ideologías y los entendimientos de la paz en los estudiantes de Educación Física. A nivel metodológico se privilegió la estrategia cualitativa propuesta por María Eumelia Galeano (2004), con apoyo en la estrategia didáctica del círculo analítico, la cual permite organizar significativamente el aprendizaje a partir de los momentos de: tema por estudiar, preguntas sobre el tema, registro de nueva información y conclusiones o ideas generales (Valenciano, 2015). Como resultados se destacan: ideaciones de paz desde la paz interior, los derechos sociales, la integralidad con los territorios y como una oportunidad para el contexto colombiano. A modo de conclusión, se resalta la necesidad de promover la descolonización de la cultura desde las universidades para dar paso a la configuración de sentidos colectivos y compartidos de realidades para la paz, a través de estrategias mediadas y negociadas para la transformación pacífica de los conflictos.

Palabras clave: Paz, educación física, formación profesional, contexto cultural.

Abstract: The article is the result of the research: imaginaries of peace, which had the purpose of investigating about the ideologies and understandings of peace in physical educations students. At the methodological level, the qualitative strategy proposed by María Eumelia Galeano (2004) was favored, with support of the analytical circle, which allows to organize learning significantly from the moments of: topic to study, questions of the topic, registrations of new information and conclusion of general ideas (Valenciano, 2015). As results the following stand out: ideations of peace from inner peace, social rights, integrality with the territories and as an opportunity for the Colombian context. By way of conclusion, the need to promote the decolonization of culture from the universities is highlighted to make way for the configuration of collective and shared senses of realities for peace, through mediated and negotiated strategies for the peace full transformation of conflicts.

Keywords: Peace, physical education, professional training, cultural context.

IDEACIONES DE PAZ. LA FORMACIÓN PROFESIONAL EN EDUCACIÓN FÍSICA [1]

1. INTRODUCCIÓN

Uno de los principales desafíos que enfrenta la universidad actual colombiana es el de contribuir a la construcción de una sociedad mejor, a partir de la promoción de una cultura de la participación y de respeto al pluralismo y la diversidad social, política, epistémica y ambiental. Esto es, un claustro a favor de la paz, del bienestar y del buen vivir de los diferentes pueblos que habitan el gran territorio nacional.

Desde estas intenciones, el escrito expone los resultados del estudio alrededor de las ideologías de la paz - en la perspectiva del buen vivir de los pueblos-, realizado en el curso de Contexto Social del pregrado en Educación Física de la Universidad de Antioquia, correspondiente al primer semestre del año 2017, y que estuvo articulado a dos cátedras abiertas, realizadas en el marco del mismo seminario, sobre Socialismo: realidad, vigencia, utopía y procesos de paz. Lecturas en diversidad.

El ejercicio tuvo como propósito: indagar sobre las ideologías y los entendimientos de los estudiantes alrededor de una categoría de tanta relevancia social y académica como lo es la paz. De acuerdo con la Carta Internacional de la Educación Física, y de relevancia para los propósitos de este ejercicio, la Unesco reitera que el programa de educación física y deporte pueden aportar a la erradicación de la pobreza, al fortalecimiento de la democracia, a robustecer los derechos humanos, la seguridad, la tolerancia, la igualdad, etc. Todas estas dimensiones, claves para edificar una cultura de paz desde la diversidad sociocultural (Unesco, 2015), teniendo presente el momento histórico que atraviesa la nación; en especial el posacuerdo que actualmente se desarrolla entre el Estado colombiano y una de las más importantes organizaciones alzadas en armas del país de los últimos tiempos, las FARC-EP.

Para este estudio las categorías centrales que se tuvieron en cuenta fueron: la paz, el buen vivir, la formación profesional y educación física. Así, por paz se comprendió el derecho de obligatorio cumplimiento para la convivencia de todos los ciudadanos residentes en el territorio nacional, tal se establece en la Constitución Política de Colombia de 1991 en su artículo 22.

Igualmente, con Franco (2015) compartimos que la paz es un estado de convivencia tranquila de las personas y de la sociedad en un ambiente de buen vivir, de derechos, de justicia, de libertad, de prosperidad y armonía relacional con la naturaleza. Postulados que son de interés para el momento que vive la nación colombiana, puesto que la paz no es ausencia de violencia y de guerra; comprende dimensiones que se relacionan con la superación de la individualidad, la inequidad, la pobreza y la dominación.

El buen vivir o vivir bien, se entendió como la convivencia recíproca con todos los seres vivos existentes en la madre tierra. En esta concepción, todo es importante, no hay nadie más grande ni pequeño que otro. Todos somos seres vivientes, hijos de una sola casa, de una sola comunidad integrada con el aire, el agua, el sol, las estrellas y la naturaleza. Seres vivos en convivencia equilibrada y armónica, donde la alteración de alguna de ellas representa un atentado contra la comunidad de la madre tierra (Huanacuni, 2012).

Por su parte, la formación profesional se abordó como el proceso por el cual un individuo se capacita en el campo de conocimiento específico para desenvolverse en temas de interés empírico, técnico y científico para el saber y el hacer. Metodológicamente en diferentes contextos sociales desde habilidades comunicativas, de interacción, toma de decisiones y asunción de responsabilidades sociales (Maura y Tirados, 2008).

Seguidamente, la educación física se entendió como el proceso formativo para la cualificación de licenciados con capacidad para crear y difundir conocimientos, procedimientos y actitudes afines a la educabilidad y la enseñabilidad del deporte, la educación física, la actividad física y la recreación que aporten al desarrollo humano, científico y social (Instituto de Educación Física, 2005).

2. METODOLOGÍA

La indagación se ubicó en la perspectiva de la investigación cualitativa, procurando comprender las formas de significar e idear la paz por parte de los estudiantes de Educación Física. De acuerdo con María Eumelia Galeano, la estrategia cualitativa busca conocer y comprender la realidad como el resultado de un proceso socio-histórico de construcción a partir de la lógica de los actores sociales (Galeano, 2004). De acuerdo con Paulo Páramo (2008), la perspectiva cualitativa de investigación involucra unos referentes de ubicación en la forma como los investigadores se acercan a la realidad objeto de estudio, así como a la específica manera de comprensión de los sujetos de investigación y la postura epistémica o visión del mundo y de las cosas.

En ese sentido, se buscó problematizar el currículo, como espacio de producción de discursos, de prácticas y de subjetividades acorde a intereses de determinados sectores o facciones de la sociedad. Es una forma de interrogar la formación a la luz de las articulaciones con la paz como mandato y como ser de la educación.

Para el ejercicio, el currículo se abordó como una opción política donde se configuran subjetividades individuales y colectivas; resultado de decisiones basadas en valores e intereses, que finalmente generan procesos de subjetivación y de identidades específicas. En definitiva, un modelamiento de un determinado tipo de ser humano y proyecto de sociedad a conseguir.

Desde estas tensiones la investigación buscó examinar las aproximaciones a la paz que hacen los estudiantes con fundamento en su formación específica. Para los propósitos del ejercicio, la investigación curricular se comprendió como el conjunto de procesos e iniciativas que buscan generar conocimiento a partir del análisis y la reflexión sobre el fenómeno educativo. Por la intención de este ejercicio se privilegió la investigación curricular de los tipos etnográfica, hermenéutica y de acción deliberativa (Galeano, 2004).

El ejercicio se estructuró desde el círculo analítico (Valenciano, 2015) que, como estrategia didáctica, permite organizar significativamente el aprendizaje a partir de los momentos de: tema por estudiar, preguntas sobre el tema, registro de nueva información y conclusiones o ideas generales (ver figura 1).

Figura 1. Metodología círculo analítico







Fuente: elaboración propia.

Estos momentos fueron fusionados en tres, de acuerdo con los propósitos de la indagación. El primero, representó la obtención de los conceptos previos de los estudiantes respecto al tema de la paz, a partir de un derrotero de entrevista diligenciado por ellos, al igual que desde varios conversatorios en el aula de clase.

En el segundo momento se elaboraron preguntas a nivel de subgrupos de estudiantes sobre la paz y categorías cercanas como salud, educación, trabajo, cultura, ambiente, seguridad y protección, los cuales fueron relevantes para comprender las ideaciones y entendimientos de la paz; objeto de este estudio.

Por último, se buscó literatura sobre el tema de la paz articulado al campo de la Educación Física como un estudio en sí mismo, en el cual el investigador tiene un interrogante, compila datos de artículos, los examina y extrae conclusiones (Guirao, Olmedo y Ferrer,2008). Con esta información se invitó a los estudiantes a proponer respuestas a los interrogantes y a construir las conclusiones. Culminó el ejercicio con un conversatorio sobre la estrategia y el impacto educativo propiciado por la apuesta metodológica.

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Ideaciones de la paz ¿qué es la paz?

La paz no es solo ausencia de guerra. La paz es sobre todo presencia de justicia, salud, educación, seguridad social, salarios dignos, necesidades básicas satisfechas. La insultante opulencia al lado de la más intolerable pobreza, son también balas cotidianas contra la dignidad humana (Rafael Correa, expresidente de Ecuador).

Para los estudiantes, la paz como categoría social adquiere variadas connotaciones y matices que van desde consideraciones como representar estado de ánimo, armonía, equilibrio, sensación y estilo personal, ubicable en una dimensión individual, a partir de enunciados como los siguientes:

Es un estado de encuentro de un cuerpo con algo; es decir que es un punto de equilibrio entre los placeres de la vida. Es un estado de ánimo que refleja tranquilidad. (R: 4)

La paz conocida como aquel estilo de serenidad y tranquilidad con uno mismo y con nuestro entorno. Libre de complicaciones, confrontaciones y disputas. (R: 6)

La paz es un “estado” al que se llega a través del diálogo y lo que pretende es que las personas que hacen este acuerdo puedan convivir en un espacio sin perjudicar a la otra persona. (R: 8)

La paz es un estado de armonía que va ligado con la libertad, mi libertad llega hasta donde se vea comprometida la del otro (…). (R: 18)

Estos postulados de paz encuentran relación con la perspectiva de paz interior, la cual se fundamenta en un estado de autoconciencia absoluta, experiencia única e irrepetible de cada persona que busca la plenitud, la armonía y la tranquilidad para encontrarse consigo mismo (Sánchez, 2015). Es una filosofía de vida que se preocupa por el autocuidado espiritual tanto psíquico como fisiológico, que también tiene correspondencia con la concepción de paz interna, la “cual se entiende como un conflicto entre los comportamientos y actitudes de un mismo autor, es decir, incompatibilidades entre el deber y el placer, entre la pasión y la razón, entre el interés propio y el interés ajeno” (Ospina, J., 2010: 102).

Esta concepción de paz plantea interrogantes, puesto que se ubica en una representación intrínseca que desconoce asuntos determinantes para las relaciones sociales como la igualdad, la solidaridad, la justicia, la libertad, la cooperación, etc. Los cuales son valores relativos para la edificación de una cultura de paz que reclama la sociedad actual. Igualmente, habría que analizarse cómo esta ideación encuentra puntos de relación con las luchas de los pueblos, por el reconocimiento y respeto de los derechos fundamentales de la pluriversidad que entreteje la sociedad colombiana para el establecimiento de sociedades más justas y equitativas.

Otras representaciones aluden a la paz como garantía de justicia social, vida digna, seguridad, equidad e igualdad; ideaciones que se ubican en el marco del derecho para que la paz sea posible, estos son algunos enunciados:

La paz no es solamente la ausencia de guerra y de hostilidades, para mí, la paz va muy relacionada con la justicia social y con la vida digna para todos, en donde haya empleo, vivienda, salud, educación. Donde todos podamos transitar libremente por todo el país sin importar nuestras creencias, raza, condición social etc. (R: 5)

La paz es justicia, igualdad, equidad y no solo con el prójimo sino también contigo mismo, es un punto de balance donde se llega a un común acuerdo. (R: 14)

La paz es un estado de igualdad de derechos, de seguridad social, en donde se castigue al corrupto en vez de premiarlo. Es un estado en donde se alimente a los niños y no mueran de hambre etc. (R: 15)

Hay aquí una idea de paz amparada desde los derechos sociales y la justicia, como pilares fundamentales para superar la guerra de más de 50 años desencadenada por políticas de desigualdad social por parte del Estado colombiano. Esta perspectiva de paz se podría ubicar en la concepción ético-crítica (Dussel, 1998), por la concienciación que se tiene del contexto social. Dicha concientización, según en el pensamiento de Freire (2002), es la forma de una valoración crítica y política por parte de los estudiantes en los procesos de entendimiento de la realidad; condición que fijan posición sobre el reflejo de los problemas sociales que históricamente padece el territorio colombiano.

Igualmente, matizan la paz como un eje articulador entre la libertad, la equidad, la justicia social, la seguridad y la nutrición para que realmente sea posible. Para Saúl Franco (2015), estos postulados son realidades interdependientes que se enmarcan en el derecho, como precursores para el goce de la vida de las personas y la sociedad.

En contraposición a esta versión de la paz desde las condiciones sociales y los modos de vida, aparece una mirada más centrada en una perspectiva individual y podría decirse también idealista.

Una ilusión, un estado de convencimiento personal y social, las personas creen, o la sociedad cree que, si están tranquilos, y los problemas como la discriminación, la hambruna, la corrupción, la guerra no los afecta, no las toca, no les llega, eso es paz. (R: 10)

También se destaca de este postulado, la indiferencia de determinados sectores sociales que han negado la paz a las múltiples poblaciones que han vivido en carne propia la violencia, la violación de los derechos humanos, y la injusticia. Para ilustrar un caso específico de indiferencia, subrayamos el hecho histórico que sucedió el 2 de octubre de 2016 con la refrendación de los acuerdos que el gobierno nacional había negociado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuyo resultado fue de un 50,2% de votos por el NO y el 49.7% a favor del Sí (Basset, 2018). Los votos por el no correspondieron al electorado de las ciudades céntricas del país, los cuales insensiblemente les negó la paz a las comunidades rurales que por más de 5 décadas han padecido el conflicto.

Otra comprensión de paz, es la que ubican como sistema y forma de gobierno, que garantiza el mantenimiento de relaciones y convergencias a nivel político, económico y social.

La paz es un sistema desarrollado con el fin de mantener relaciones de carácter armonioso, es un mecanismo utilizado para llevar a cabo una buena convivencia dentro de un entorno social, es decir con todo aquello que nos rodea y hace parte de nosotros. (R: 17)

Es la representación de una nueva forma de gobierno; un pacto entre una nueva forma de convergencia política, económica y social. (R: 1)

Estas expresiones reflejan la paz como un tejido integral con el entorno para la coexistencia equilibrada. Desde Escobar (2016) podríamos decir, una ontología relacional, la cual alude a la vida interconectada. Una vida del día a día relacionada con los ríos, la selva, la luna, las mareas y la noche; todas, prácticas culturales de un grupo social enraizadas al territorio como forma de vida plena y de sana convivencia con la naturaleza. Paisaje que bien se puede aproximar a una cosmo-epistemetodología de paz relacional de un grupo cultural con su territorio. Empero, hay luchas de los pueblos contra los fenómenos de la pobreza, las enfermedades, el hambre, el analfabetismo, la escasez de oportunidades, la discriminación, el control y la manipulación de la información (González, 2018).

Perspectiva relacional que precisa de apertura a nuevas formas de gobierno, de convergencia política, económica y social. Política gubernamental nueva, en la que se pacten aspectos fundamentales para la vida, y de esta forma, superar las diferencias políticas, ideológicas, y económicas que tanto daño le han hecho al país. Igualmente, hay aquí una concepción crítica a la gobernabilidad que no da lugar a los sectores sociales en el debate ético político del posconflicto que actualmente transita el territorio nacional. Debate que también deberá pasar por un nuevo paradigma donde todos los colombianos desde su quehacer contribuyan al bien común (González, 2018). Puesto que la paz, “es una cultura que se construye y que debe ser propiciada en los contextos de acción de los seres humanos en sus relaciones sociales generales y cotidianas” (Mejía, 2004, p. 35).

Significación de la paz en Colombia

En este apartado, la paz es vista por los estudiantes de educación física como una oportunidad que tiene el país y el mundo de pasar a tiempos de tranquilidad a través del cese del conflicto armado como un primer paso al diálogo negociado y posibilidad para la construcción de una sociedad mejor, a partir incluso, de una nueva forma de reparto de la riqueza nacional.

Como una oportunidad de cambiar progresivamente el país. Estructurar en el mundo como una oportunidad de descolonizar el conflicto y empezar a potencializar el compromiso con los sectores vulnerables. (R: 1)

La veo simplemente como tiempos de tranquilidad. El concepto de paz debe ser algo más grande y no solo que no haya guerra y conflicto. (R: 10)

En Colombia el cese al conflicto armado es el primer paso de un camino largo y tortuoso hacia un estado de paz. (R: 15)

En el caso de Colombia, la paz se está viendo un objetivo próximo a alcanzar utilizando estrategias que permiten las negociaciones con los grupos al margen de la ley, el cual se lleva a cabo en este momento con el grupo armado más antiguo en el país (las FARC) todo esto por medio de diálogos (…). (R: 17)

La paz en mi país es necesario que se dé. Una Paz con justicia y sin corrupción, con un fin soñado que es acabar con tanta guerra y así el gobierno pueda invertir en otras cosas como en la educación y salud y no en armas. (R: 9)

Destacan los estudiantes del posacuerdo que transita en Colombia, una posibilidad para superar la confrontación armada de más de cinco décadas entre la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el Estado colombiano. No obstante, se avizora confuso, puesto que hay sectores políticos interesados en sostener y continuar con la confrontación. Así, se ha reflejado desde el primero de diciembre de 2016, fecha en la que el Congreso de la República refrendó el acuerdo de Paz, pero el número de amenazas contra defensores de derechos humanos ha aumentado, como también los asesinatos a desmovilizados y a líderes sociales en las diversas regiones de Colombia (Staff, 2020).

En tal sentido, la paz no es suficiente con silenciar los fusiles, este implica la generación de escenarios de no exclusión, de no intolerancia, de no violencia, de no discriminación, y de no abusos. Es decir, que herramientas importantes para construir la paz son la negociación, la mediación, y la transformación pacífica de los conflictos a partir del diálogo, los derechos humanos, y el reconocimiento de la diversidad cultural, étnica, religiosa, política y social, que permitan el fortalecimiento de las instituciones encargadas de garantizar y promover el bienestar social (Sandoval, 2012).

En ese sentido, es trascendental que las instituciones del Estado reconozcan la existencia del crimen organizado, el cual es uno de los puntos tratados en la Habana, el de desmantelar las estructuras delincuenciales para garantizar la tranquilidad y el bienestar de la población colombiana en su conjunto. Igualmente, para lograr la paz grande que la sociedad anhela, este debe transitar por un largo camino desmitificando y descolonizando los discursos hegemónicos en los que se ha fundamentado la guerra para justificar las acciones; algunos de ellos como terrorismo, enemigo interno, obstructores del desarrollo, etc. Calificativos emitidos por algunos gobernantes y reproducidos por los medios de comunicación para deslegitimar las luchas que emprenden los sectores sociales en aras de reivindicar derechos justos y dignos para la diversidad social.

Por otra parte, se hallaron expresiones de los estudiantes en que la paz no se conseguirá debido a la prevalencia de intereses individuales por sobre una cultura de lo colectivo.

Considero que la paz en Colombia y en el mundo es algo que nunca se logrará mientras siga existiendo tanta injusticia, porque esto es lo que causa desacuerdos y discordias que provocan la guerra. (R: 2.)

La paz en Colombia se está volviendo una problemática, ya que dentro de ella se está abarcando conceptos como de la corrupción y un ejemplo de ellos es un tratado de paz. Pero no solo en Colombia se ve dicha acción sino en el resto del mundo, donde los que buscan la “paz” solo buscan el beneficio propio a costilla de los ciudadanos más vulnerados. (R:13)

Tanto en Colombia como en el mundo se podría decir que [la paz] no se da igual, (…) en otras partes, no existe la igualdad, no hay solidaridad, tal vez existen pactos, pero simplemente para favorecer a los del poder y no a la gente del común, y es allí donde aparece la violencia y desvanece la paz. (R:7)

Paz en Colombia y el mundo, mientras exista la corrupción la paz me parece ilusoria, porque cada uno está pensando en su bienestar y no importa pasarle al otro por encima con tal de conseguirlo. (R:16)

Se destacan de estas expresiones, una decepción de paz, por los indultos que los gobernantes de turno otorgan a la elite colombiana privilegiándolos económicamente por sobre los derechos sociales de los pueblos. Igualmente, por la corrupción como una de las importantes razones por las que, en Colombia, siguen existiendo enormes lugares del país sin acceso a servicios públicos dignos, y gran parte de población infantil sufran de desnutrición e incluso muertes por la falta de alimentos. Según (Ospina 2016) esta realidad:

…genera desconfianza de la población frente al Estado, desinterés por los asuntos públicos e incluso apatía e indiferencia frente a la corrupción pública por una especie de acostumbramiento al mal permanente. La corrupción es el cáncer que provoca el divorcio entre la sociedad y sus gobernantes; cuando hablamos de “corrupción estamos tratando de la descomposición del propio sistema”. (P. 69)

Igualmente, relacionan a los gobernantes de turno como favorecedores al poder industrial. Un ejemplo de ello es, como el gobierno nacional promovió el proceso de paz con la guerrilla de las FARC-EP, con el propósito de desmovilizarlos de las zonas en las que abundan la minería y las reservas de boques forestales a los que no podían llegar las locomotoras mineras. Esta estrategia, es lo que algunos analísticas del conflicto denominan, la paz neoliberal de Santos, por el incremento de concesiones mineras que se ha otorgado a las multinacionales, los cuales, luego de la firma del acuerdo, las empresas transnacionales llegaron a los territorios amparados por los paramilitares generando violencia y desplazando a las comunidades campesinas e indígenas para saquear el territorio (Quilcué, 2019).

Otras comprensiones se distancian de las posiciones individuales y de los factores determinantes para su concreción y la ven como una utopía, algunas referencias:

Una utopía. Desde que se siga priorizando las necesidades particulares. (R:3)

La paz en Colombia y en el mundo es una utopía, pero si podemos reducir la escala de los conflictos y las desigualdades. Que permita así un mundo mejor para las generaciones venideras. (R:5)

Hay aquí postulados de paz utópica, empero, refleja esperanzas hacia una paz real si se silencian los fusiles de todo grupo armado legal e ilegal, y si se inician procesos de desburocratización y deshegemonización de los discursos únicos de paz que han invisibilizados las múltiples concepciones paz subyacentes en la diversidad cultural, generando mal vivir en los territorios. Mal vivir por la cultura de paz hegemónico-occidental que se ha fundamentado en una ideología, en un pensamiento, en una teoría, en una metodología y en una praxis que se auto razona como la más clara, refinada, floreciente, democrática y pacífica, por lo que se ha concebido como un modelo y ejemplo de paz y desarrollo en todos los aspectos de la vida moderna, pero efímero en la realidad de las bases sociales.

El deber ser de la paz desde la educación ¿Qué se debe enseñar desde la paz?

Al abordar la enseñanza de la paz, emergen por parte de los estudiantes relaciones a valores como el respeto, la tolerancia y la honestidad para el favorecimiento de actos respetuosos con uno mismo y con los demás, desde los siguientes enunciados:

Lo más importante que se debe enseñar desde la paz a mi parecer, es el respeto por quien piensa diferente y por la diversidad en todos los campos (político, religioso, cultural). (R:5)

Se debe enseñar la tolerancia, la capacidad para aceptar al otro con entendimiento que el contexto social de cada uno es diferente. (R:16)

Desde la paz se deben enseñar los valores y debe empezar desde la infancia con sus padres y luego con una educación eterna. Desde la paz se debe enseñar el respetar al otro, en valorar la vida y en aprender de todo. (R:4)

Lo principal al enseñar desde la paz, es ser honestos, serenos con uno mismo y con los demás. Demostrar nuestros buenos actos. (R:6)

Se debe enseñar (…) valores porque con el tiempo muchos los han olvidado, o los han dejado a un lado. (R:8)

Estos enunciados develan una enseñanza de lo moral para la adquisición de valores que contribuyen a la formación personal y al respeto por el otro. Para Manjarres y Molano (2001): “la paz se construye, se aprende, nadie nace con los valores y actitudes que la avivan. Aquí radica la importancia de una educación para una auténtica cultura de paz” (p.34). Postulado que dialoga con lo planteado por Fisas (2011) quien afirma que:

La cultura de paz es una tarea educativa que pasa por educar en y para el conflicto, en desenmascarar la violencia cultural y el patriarcado, en educar para la disidencia, el inconformismo y el desarme, en responsabilizarnos, en movilizarnos, en transformar los conflictos, en llevar a cabo el desarme cultural, en promover una ética global y en buscar un consenso fundamental sobre convicciones humanas integradoras. (p. 4)

Enseñanza de la paz desde los valores que para Sánchez (2010) resulta insuficiente al afirmar:

(…) una de las discusiones más visibles en relación con la educación en valores . virtudes tiene que ver con la falencia de modelos que integren las dos concepciones, ya que la educación centrada en valores pareciera no ser suficiente para garantizar el cambio de actitudes en los individuos y fortalecer el compromiso con la paz. (p.149)

También se requiere que el individuo y la sociedad en su conjunto comprenda la importancia de la participación de los diversos sectores sociales en cuanto al diálogo, a la crítica, a los consenso y disensos, a la libertad de pensamientos, y a luchar por los derechos humanos como una dimensión inviolable (Álvarez, 2019).

En este sentido, hay la necesidad de una estructura educativa para la paz que promueva la formación política de los sujetos que potencie su capacidad crítica, propositiva y comprometida con la sociedad y el ambiente.

Porque educar para la paz y los derechos humanos significa aplicar un enfoque crítico, profundo y serio de la actualidad que compartimos y de la época histórica en la que nos ha tocado actuar. Hecho incontrastable que parecieran desconocer los programas ministeriales, las instituciones educativas, las plataformas político-pedagógicas y los mismos educadores. (Cabezudo, 2013, p.45)

En Colombia vienen desarrollándose pedagogías para la paz comunitarias y cátedras desde la educación no formal con una base local, pero estas iniciativas no son entendidas como pedagogías o son invisibilizadas, debido a que surgen al margen de la academia, generándose tensiones entre la paz promovida desde las realidades territoriales y aquella liderada por el gobierno nacional y los organismos internacionales (Adarve, González y Guerrero, 2018).

Igualmente, la educación para la paz debe subvertir la supremacía discursiva y la praxis del sistema-mundo moderno/colonial eurocéntrico, puesto que este solo plantea el reconocimiento y la inclusión del otro, y no la transformación estructural del poder, de las formas, dispositivos, estructuras, corporaciones y prácticas en que se sustentan la explotación, la precarización, la desigualdad y dominación de una élite económica y política sobre la mayoría de la población (Sandoval, 2015). En ese sentido, descolonizar la paz tiene que ver con la deconstrucción y reconstrucción del ser, el saber y el poder, los cuales son imaginarios hegemónico-occidental impuestos desde hace más de 500 años, que no da lugar a otras formas de paz interrelacionado con el territorio, los sitios sagrados, los animales, y las fuerzas cósmicas de cada pueblo como máxima expresión de la vida.

De tal modo, para logra una cultura desde las paces, se requiere de una educación fundamentada desde el pensamiento crítico que cuestione:

…al sistema por su violencia estructural, por su violencia cultural, por las injusticias y desigualdades sociales extremas. Es crítico porque va a la esencia de los fenómenos para explicar sus causas; la crítica radical no es de retórica lingüística, es fundamentada, es conceptual, y de manera determinante se compromete en la transformación de la realidad, con horizontes emancipadores que tienen su máxima expresión en el paradigma de la decolonialidad. (Sandoval, 2015, p. 27)

Dentro de estas tensiones, surgen enunciados en los estudiantes que se preguntan por la enseñanza de la paz con énfasis en la reivindicación de la diversidad y las distintas prácticas ancestrales.

Reivindicar las prácticas ancestrales marginadas por la educación hegemónica. (R:1)

Esta referencia encuentra relación con las filosofías ancestrales de Colombia, muchas de las cuales conciben la paz como un estado de armonía y equilibrio, y como proceso de transmisión de un vivir bien desde la cosmovisión propia. Así lo expresa Vásquez (2017): “vivir en paz para las comunidades indígenas ha implicado reconocer, aceptar y respetar la diversidad que nos rodea en términos de concebirnos como seres complementarios sobre la tierra” (p.5).

Seres complementarios que se entreteje en el paradigma del buen vivir de los pueblos indígenas, que expresa una concepción y práctica fundamentada en la vida comunitaria, en armonía con la madre tierra para el fortalecimiento de la sociedad intercultural (Macas, 2010). Interculturalidad que desde la perspectiva de Sacavino y Candau (2015): “apunta hacia la construcción de sociedades que asuman las diferencias como constitutivas de la democracia y sean capaces de construir relaciones nuevas, verdaderamente igualitarias entre los diferentes grupos socio- culturales, lo que supone empoderar a aquellos que, históricamente, fueron considerados inferiores” (p. 81).

En ese sentido, debe concebirse que, edificar la paz, también es posible a través de la articulación de los intereses y las necesidades concretas de la diversidad social de la sociedad colombiana. En el caso de los indígenas y las comunidades afrocolombianos, se puede generar paz desde el respeto a en sus formas de ser y estar en el mundo, sin perturbar sus formas organizativas y cosmovisionales, restituyéndoles la palabra y salvaguardándoles la vida cultural como derechos sagrados de la nación (Molina y Hurtado, 2020).

4. CONCLUSIONES

Las concepciones de paz de los estudiantes de educación física plantean interrogantes, puesto que se ubica en una representación taxativa que se aleja de asuntos determinantes para las relaciones sociales como la igualdad, la solidaridad, la justicia, la libertad, la cooperación y el buen vivir de los pueblos. Dimensiones que se deben asumir en la formación profesional desde la educación critica, puesto que el escenario nacional reafirma la necesidad de ganar en mayores niveles de cultura política para construir una sociedad en paz, donde las diferencias sean posibles y legítimas.

En tal contexto, los programas universitarios –educación física- debe jugar un papel central en coadyuvar a la construcción de una sociedad mejor, sobre la base de la promoción de una cultura de la participación política y de respeto al pluralismo; en síntesis, al servicio del bienestar y del buen vivir de los diferentes grupos y pueblos que habitan el territorio nacional, lo que le confiere precisamente su carácter multicultural y pluriétnico, de acuerdo con la Constitución Política de Colombia de 1991.

Se entiende así, que es tarea de los programas universitarios, en especial las de carácter público, promover la descolonización de la cultura que ha estructurado nuestra cotidianidad, para dar el salto a la configuración de sentidos colectivos y compartidos de realidades para la paz. Es preciso trascender la paz como discurso y hacerla acaecer desde la voluntad y potencialidad de un futuro de apertura y articulación de todos los ciudadanos y de sus intereses movilizadores.

Igualmente, como se ha planteado, son importantes herramientas para construir la paz, la negociación, la mediación y la transformación pacífica de los conflictos, no obstante, no es fácil cuando hay de por medio tantos intereses. Y esto ha de tenerse en cuenta pues los currículos de formación reciben fuertes presiones. Como opción política, los procesos de formación sean del campo que sean, son coaccionados, direccionados desde el orden global, como los establecidos por las grandes y poderosas empresas transnacionales y su idea de mundo a construir, verbigracia, el proyecto hegemónico actual neoliberal y sus valores de competencia, eficacia, ajuste, globalización, individualización, unificación y flexibilización.

Por último, el campo de educación física, el deporte y la recreación visionados críticamente y comunitariamente pueden aportar a la erradicación de la pobreza, al fortalecimiento de la democracia, a robustecer los derechos humanos, la seguridad, la tolerancia, la igualdad y la vida sabrosa de los pueblos; todas estas dimensiones claves para la edificación de una cultura de paz pluriversal.

5. REFERENCIAS

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Notas

[1] Resultado de la investigación: imaginarios de paz de los estudiantes del segundo semestre de la licenciatura en Educación Física de la Universidad de Antioquia.

Notas de autor

a Víctor Alonso Molina Bedoya. Profesor titular de la Universidad de Antioquia. Posdoctorpor la UFMG de Brasil, Doctor por la Universidad de Valladolid de España, Magístery Licenciado en Educación Física por la Universidad de Antioquia, Especialista por laUNAULA. Integrante del grupo de investigación Ocio, expresiones motrices y sociedad.Correo electrónico: victor.molina@udea.edu.co
b Profesor catedrático de la Universidad de Antioquia. Magísteren Motricidad – Desarrollo Humano y Licenciado en Educación Física de la Universidadde Antioquia. Integrante del grupo de investigación Ocio, expresiones motrices y sociedad.Correo electrónico: Arnulfo.hurtado@udea.edu.co. ORCID iD: https://orcid.org/0000-0002-3780-9474
c Estudiante de Licenciatura en Educación Física dela Universidad de Antioquia. Integrante del grupo de investigación Ocio, expresionesmotrices y sociedad. Correo electrónico: lidam.osorio@udea.edu.co. ORCID iD: https://orcid.org/0000-0001-7397-9465Víctor

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