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Efecto de las categorías ocupacionales en la pobreza laboral: análisis comparativo entre 2017 y 2022 en Ecuador
Economía y Negocios, vol. 16, núm. 1, pp. 116-132, 2025
Universidad UTE



Recepción: 18 Junio 2024

Aprobación: 09 Diciembre 2024

Publicación: 01 Enero 2025

Resumen: El presente trabajo se analiza la influencia de la estructura ocupacional sobre la pobreza laboral en el Ecuador durante los años 2017 y 2022. En los últimos años, la pobreza laboral ha cobrado mayor relevancia, debido a que el simple hecho de tener empleo no necesariamente garantiza a los trabajadores salir de la pobreza; además, sus ingresos laborales no son suficientes para poder cubrir sus necesidades básicas. Lo que plantea la necesidad de buscar nuevas políticas que contribuya a disminuir la pobreza y mejorar la calidad de vida de las personas, de manera que contribuya al desarrollo del país. A partir de la definición de pobreza laboral individual y un modelo Logit, se estimó la probabilidad de que una persona que trabaja en una categoría ocupacional especifica se encuentre en situación de pobreza laboral. Los resultados indican que, tanto en 2017 como en 2022, los trabajadores autónomos y personas que laboran bajo condiciones inestables tienen una mayor propensión a caer en situación de pobreza laboral, y para el año 2022 todas las ocupaciones presentan un aumento en sus probabilidades de experimentar pobreza. Por lo tanto, es importante diseñar políticas que fomenten el dinamismo y la recuperación de la economía.

Palabras clave: Poverty, labor, Employment policy.

Efecto de las categorías ocupacionales en la pobreza laboral: análisis comparativo entre 2017 y 2022 en Ecuador

Effect of occupational categories on working poverty: comparative analysis between 2017 and 2022 in Ecuador

2 Universidad de Cuenca 1, Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Cuenca, Ecuador.

Resumen

El presente trabajo se analiza la influencia de la estructura ocupacional sobre la pobreza laboral en el Ecuador durante los años 2017 y 2022. En los últimos años, la pobreza laboral ha cobrado mayor relevancia, debido a que el simple hecho de tener empleo no necesariamente garantiza a los trabajadores salir de la pobreza; además, sus ingresos laborales no son suficientes para poder cubrir sus necesidades básicas. Lo que plantea la necesidad de buscar nuevas políticas que contribuya a disminuir la pobreza y mejorar la calidad de vida de las personas, de manera que contribuya al desarrollo del país. A partir de la definición de pobreza laboral individual y un modelo Logit, se estimó la probabilidad de que una persona que trabaja en una categoría ocupacional especifica se encuentre en situación de pobreza laboral. Los resultados indican que, tanto en 2017 como en 2022, los trabajadores autónomos y personas que laboran bajo condiciones inestables tienen una mayor propensión a caer en situación de pobreza laboral, y para el año 2022 todas las ocupaciones presentan un aumento en sus probabilidades de experimentar pobreza. Por lo tanto, es importante diseñar políticas que fomenten el dinamismo y la recuperación de la economía.

Palabras Clave

Pobreza, trabajo, política laboral.

Abstract

This paper analyzes the influence of the occupational structure on working poverty in Ecuador between 2017 and 2022. In recent years, working poverty has become more relevant, because the simple fact of having a job does not necessarily guarantee workers to get out of poverty; in addition, their labor income is not enough to cover their basic needs. This raises the need to seek new policies to help reduce poverty and improve people’s quality of life, in order to contribute to the country’s development. Based on the definition of individual working poverty and a Logit model, the probability that a person working in a specific occupational category is in a situation of working poverty was estimated. The results indicate that, both in 2017 and 2022, self-employed workers and people working under unstable conditions have a higher propensity to fall into in-work poverty, and by 2022 all occupations present an increase in their probability of experiencing poverty. Therefore, it is important to design policies that promote economic dynamism and recovery.

Keywords

Poverty, labor, Employment policy.

Introducción

La pobreza laboral es un tema muy importante que ha ido tomando relevancia en los últimos años debido a sus efectos en la economía, entre los cuales se pueden mencionar el aumento de la pobreza y desigualdades que pueden afectar el crecimiento y dinamismo de la economía.

El poseer un trabajo no garantiza salir de la pobreza necesariamente debido a que los ingresos laborales representan el 60 % del ingreso total de un hogar en promedio, (Azuara & Torres, 2023), por lo tanto, esto puede dar a entender que ciertos hogares no perciben los ingresos necesarios para poder satisfacer sus necesidades básicas.

La pobreza laboral se encuentra vinculado con la estructura de los mercados laborales, según OIT (2022b), una persona que trabaja en la informalidad tiene más probabilidad de ser pobre en comparación que los trabajadores formales. Además, en base a (Abramo et al., 2019) las personas que se encuentran en situación de pobreza regularmente acceden a trabajos de baja productividad y con condiciones laborales precarias, debido a que las personas en esta situación generalmente tienen menor acceso a educación, lo cual limita sus oportunidades laborales. Por otra parte, acorde al estudio presentando por la OIT (2022b), los trabajadores asalariados tienen una mayor propensión a la pobreza laboral, lo cual se evidencio en el caso de Brasil, Argentina y Paraguay en donde el 68 %, 73 % y 94 % de la pobreza laboral eran trabajadores asalariados respectivamente. Por lo tanto, la pobreza laboral se relaciona fundamentalmente con dos factores; la composición del mercado y la incidencia que tienen las personas a encontrarse en situación de pobreza. En el caso del Ecuador, el empleo adecuado registra un 36 % y la informalidad representa cerca del 53 % de la población con empleo, siendo la Agricultura ganadería, caza, silvicultura y pesca la rama de actividad que mayor empleo genera en el país con un 30 %; sin embargo, esta rama presenta un bajo nivel de ingreso per cápita promedio de 153 dólares y un alto porcentaje de informalidad (82 %). En base a la categoría de ocupación a nivel nacional el 49,7 % de las personas ocupadas fueron asalariadas y el 39,1 % independientes en 2022 de acuerdo a CIP (2022). Por ende los trabajadores que pertenecen a la categoría de ocupación no calificado y agropecuarios tienen una mayor probabilidad de ser pobres por ingresos, OIT (2022a).

La pandemia tuvo muchas consecuencias en la economía una de ellas fue el aumento de la pobreza lo que implicó un retroceso de más de 10 años. Una de las causas de este aumento fue la suspensión de algunas actividades productivas como turismo, transporte, construcción, entre otras, lo cual agudizo la pobreza de muchos trabajadores. En Ecuador, según OIT (2022a), muchos trabajadores frente al aumento del desempleo tuvieron la opción de insertase en el sector informal, además debido a la normativa laboral que flexibilizó las condiciones de empleo en el país por el contexto de la crisis, hizo que las empresas optaron por reducir las horas laborales y aparecieron nuevas modalidades de trabajo. Esto incidió en el aumento de la pobreza por ingresos que paso de 25 % a 33 % entre 2019 y 2020 según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INEC (2021).

Por lo tanto, en el presente trabajo se busca analizar como influyen las diferentes categorías de ocupación en la pobreza laboral, para lo cual se utilizará la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) 2017 y 2022.

Con base en lo anterior, en este estudio se utiliza el modelo de regresión logística para estimar la probabilidad de que un trabajador se encuentre en situación de pobreza laboral. Los resultados indican que los trabajadores autónomos y personas que laboran bajo condiciones inestables tienen una mayor propensión a caer en situación de pobreza laboral, tanto en el 2017 como en el 2022. Además, en 2022, una de las consecuencias que tuvo la pandemia sobre el mercado laboral fue el aumento en el riesgo de la pobreza laboral de los trabajadores. Por lo tanto, es importante diseñar políticas que fomenten el dinamismo y la recuperación de la economía.

A continuación, se presenta una breve revisión de la literatura relacionada con el tema de estudio, “pobreza laboral”, para posteriormente detallar la metodología aplicada, los principales resultados obtenidos y conclusiones

Revisión de la Literatura

Existen dos enfoques de analizar la pobreza laboral; el primero se basa en definiciones que considera los salarios individuales y el segundo se basa en el ingreso total de los hogares tomando en cuenta la estructura del mismo. En el primer enfoque los trabajadores pobres son aquellos que reciben un salario anual inferior al 60 % del salario medio del país (Filandri & Struffolino, 2019). Mientras que, en el segundo enfoque, varios organismos internacionales han planteado diferentes formas de calcular a los trabajadores pobres, entre los cuales se puede mencionar a la Eurostat, la cual utiliza la escala de equivalencia que propone la OCDE para calcular una medida de ingresos equivalentes para todos los hogares, y se define a un hogar en situación de pobreza si este se encuentra por debajo del 60 % de la mediana de ingresos de todos los hogares. Por otra parte, la Bureau of Labor Statistics (BLS) utiliza diferentes umbrales de pobreza de acuerdo al número de adultos y niños que viven en el hogar, y clasifica a un hogar en situación de pobreza si los ingresos antes de impuestos y créditos fiscales de los hogares se sitúan por debajo de los umbrales de pobreza. En cambio, la OIT, define a un hogar en situación de pobreza si los ingresos o consumo per cápita del hogar se encuentra por debajo de 3,90 dólares en paridad de poder adquisitivo. La clasificación de la pobreza laboral por parte de la OIT se define en términos absolutos dado que es a nivel global mientras que la clasificación de la Eurostat y BLS se define en términos relativos, (Domínguez-Olabide, 2022).

También existen otras formas de definir si un trabajador se encuentra en situación de pobreza; en el estudio de Díaz (2023) se utiliza el índice de tendencia laboral de la pobreza (ITLP), Poy (2023) y Pla et al. (2022) utiliza la medición de la pobreza por ingresos que compara el ingreso familiar por adulto equivalente con el valor monetario de una canasta básica de bienes y servicios, Filandri et al. (2019) utiliza un enfoque subjetivo y objetivo, para la pobreza laboral subjetiva utiliza una pregunta que hace referencia a si con el ingreso total del hogar puede cubrir todas sus necesidades habituales, y la pobreza objetiva utiliza el enfoque de la Eurostat utilizando varias líneas de pobreza. Poy (2020) utiliza el enfoque de la Eurostat y el enfoque absoluto que consiste en que un trabajador es pobre si el ingreso laboral diario es inferior a 10 USD.

La pobreza laboral es un problema social que afecta a muchos trabajadores, por lo que es importante analizar cuáles son los factores que influyen ya sea de forma negativa o positiva a este problema. En base al estudio realizado por Poy (2020) donde analiza a los trabajadores pobres en Argentina y en España comparando las desigualdades ocupacionales. Mediante un modelo logit estima la probabilidad de que un trabajador se encuentre en situación de pobreza dado que labora en un grupo de ocupación determinado, considerando variables de control a la edad, sexo, educación, nacionalidad, rama de actividad y región. Los resultados indican que las mujeres tanto en Argentina como en España tienen más probabilidad de ser trabajadoras pobres que los hombres; los asalariados precarios, microempresarios y cuentapropistas de baja cualificación son los que más riesgo tienen de ser trabajadores pobres o de vivir en hogares pobres. Además, la educación representa un factor positivo en la disminución de la pobreza laboral; este factor es uno de los principales factores que contribuye a reducir el riesgo de pobreza a los trabajadores como se evidencia en diferentes estudio como Levanon et al. (2021), Engin & Çakmak (2021), Poy (2023), Pla et al. (2022), entre otros.

La estructura económico-ocupacional es un determinante relevante para la pobreza laboral ya que existen ciertas ocupaciones que son más propensas a caer en situación de pobreza. Con base a lo anterior, el estudio de Halleröd et al. (2015) se evidencia que la pobreza de los trabajadores se relacionada con posiciones periféricas en el mercado laboral y el autoempleo, siendo las personas que presentan un mayor riesgo de pobreza laboral aquellas que tienen empleos precarios e inestabilidad laboral. Los trabajadores autónomos presentan una pobreza laboral muy elevada en general, pero en algunos países del sur de Europa se evidencia que estos trabajadores corren un mayor riesgo de pobreza laboral. Por lo tanto, la existencia de un mercado laboral periférico, es decir un mercado donde se encuentren empleos precarios, inestables, con menor seguridad laboral y mal remunerados es uno de los principales factores que causa la pobreza de los ocupados. Por otra parte, en el estudio de Pla et al. (2022) los resultados indican que los pequeños propietarios y trabajadores no calificados tienen una mayor probabilidad de sufrir pobreza. Mientras que en base al estudio de Herman (2014) los trabajadores por cuenta propia son más propensos a la pobreza que los asalariados. Además, el riesgo de pobreza de los ocupados es mayor en las relaciones laborales atípicas en comparación con las relaciones laborales estándar y la incidencia de la pobreza laboral es mayor en los hogares con baja intensidad laboral que en los hogares con una intensidad laboral muy alta.

En base al estudio de Engin & Çakmak (2021), donde se analiza la Dinámica de la pobreza en Turquía. Se distingue tres categorías: pobres crónicos, pobres transitorios y no pobres. Las variables que utiliza en las estimaciones son jefe de hogar, edad, género, educación, estado civil, trabajo regular, ocupación, jornada laboral, enfermedades crónicas, seguro y horas de trabajo. La ocupación del jefe de hogar se agrupa en tres grupos según el nivel de habilidad: La ocupación de baja calificación, de calificación media y de alta calificación. Se estima un modelo logit multinomial. Los resultados indican que tener una ocupación de baja calificación no tiene un impacto significativo en la pobreza, mientras que tener una ocupación medianamente calificada disminuye la probabilidad de ser pobre crónico y tener una ocupación altamente calificada reduce la probabilidad de caer tanto en pobreza transitoria como pobreza crónica. Además, la categoría ocupación de calificación media incluye a los trabajadores calificados en agricultura, silvicultura y pesca, esto implica que trabajadores de este sector no pueden evadir la pobreza temporal. Este resultado también se puede evidenciar en los estudios de Herman (2014) y Levanon et al. (2021), donde se señala que trabajar en la agricultura implica una mayor probabilidad de experimentar pobreza. Por lo tanto, de acuerdo a la estructura ocupacional del Ecuador, esto puede indicar que cerca del 30 % de las personas que se dedican al sector de la Agricultura ganadería, caza, silvicultura y pesca son más propensas a padecer pobreza laboral.

El empleo no garantiza a los trabajadores salir de la pobreza necesariamente, sin embargo, en base al estudio de Herman (2014), los resultados indican que las personas sin trabajo presentan un mayor riesgo de experimentar pobreza en comparación que las personas que si tiene empleo, por lo que las políticas de empleo son una buena forma de combatir la pobreza, pero también se necesita políticas que contribuyan a disminuir los niveles de precariedad en los diferentes sectores. Además, las transferencias por parte del estado alivian en parte la situación de pobreza laboral de los trabajadores, como se evidencia en el estudio de Tejero (2018), las prestaciones por desempleo, inactividad y de otro tipo que posee el hogar ayudar a reducir el riesgo de pobreza para los trabajadores especialmente trabajadores por cuenta propia. Estas transferencias son de gran ayuda para los trabajadores especialmente en épocas de crisis como se evidencio en la pandemia donde la mayoría personas recibieron menos ingresos, de acuerdo a la OIT (2022b), Argentina entrego un subsidio de $18.000 pesos argentinos al sector gastronómico independiente, a trabajadores independientes en sectores críticos, al sector hotelero, y a los productores frutícolas en regiones específicas del país entre 2021 -2022.

Por otra parte, los elevados impuestos también afectan a los trabajadores pobres como se muestra en el estudio de Levanon et al. (2021), donde se indica que las disparidades salariales entre los bajos salarios y la alta tasa impositiva sobre el consumo, y la falta de cumplimiento de las leyes laborales son factores que contribuyen en la persistencia de la pobreza laboral. Por lo que, altos impuestos pueden limitar a que las personas accedan a mejores condiciones de vida.

Se debe considerar también que la pobreza laboral es fenómeno dinámico por lo que las personas pueden pasar de estar en situación de pobreza laboral a superar esta condición, quedarse en la misma situación o entrar a la pobreza laboral. Los estudios de Broström & Jansson (2023) y Tejero (2018) hacen referencia esta situación. En el caso del estudio de Tejero (2017) en el cual se analiza la permanencia en la pobreza laboral en España. Los resultados indica que la variable rezagada de la pobreza laboral es significativa y positiva, lo que indica que la experiencia pasada de pobreza laboral influye en la situación presente. Mientras que en el estudio de Broström & Jansson (2023), donde se analiza el perfil y la movilidad de los ingresos entre los trabajadores pobres en Suecia de 1987 a 2016. Los resultados evidencian que el perfil de los trabajadores pobres ha cambiado en el periodo de estudio; en 1987, el perfil de un trabajar pobre era una mujer soltera de entre 30 y 49 años y en 2016, el perfil cambio a un hombre extranjero casado entre 30 y 49 años. Además, la movilidad de la pobreza de los ocupados se ha vuelto más permanente para los inmigrantes, familias con niños y personas divorciados. Esto también refleja la vulnerabilidad de los inmigrantes, ya que generalmente estas personas no pueden acceder a empleos de mejor calidad especialmente inmigrantes de países de bajos ingresos.

En el análisis de este tema, también se puede observar desigualdades en diferentes ámbitos. En cuanto a la desigualdad de género, los estudios de Halleröd et al. (2015), Tejero (2018) y Herman (2014) muestran que el riesgo de pobreza laboral es mayor para los hombres que para las mujeres, a pesar de las brechas de género que existen en el mercado laboral, por lo que la participación de la mujer en el mercado laboral es importante para reducir la pobreza transitoria, Engin & Çakmak (2021). Sin embargo, de acuerdo al Azuara & Torres (2023), los hogares que tienen como jefe de hogar a una mujer, tienen aproximadamente 8 puntos porcentuales más que los hombres de encontrarse en situación de pobreza laboral. En cuanto a la desigualdad referente a la raza, el estudio de Struffolino & Van Winkle (2021), donde se analiza las diferencias de género y raza para salir de la pobreza laboral en EE.UU, los resultados muestran que los hombres de ascendencia europea u occidental son los que tienen más probabilidades de salir de la pobreza laboral en comparación que los hombres y mujeres de color e hispanos, ya que estos tienen más probabilidades de permanecer en la pobreza, debido a que les resulta más difícil encontrar ocupaciones bien remuneradas y estables.

La pobreza laboral de los trabajadores se ve influenciada por varios factores como sexo, edad, educación, nacionalidad, rama de actividad, región, tipo de contrato, tipo de jornada, intensidad laboral, prestaciones del hogar, estado civil, seguro, entre otras variables. Pero también existen variables macroeconómicas que afectan a este problema, siendo la inflación el principal factor que afecta a los trabajadores ya que el aumento de la inflación hace que las personas pierdan poder adquisitivo, pero las políticas monetarias contractivas implementadas para disminuir la inflación también afectan a los trabajadores especialmente a los trabajadores informales debido a la contracción de la demanda, lo cual hace que se reduzcan sus ingresos Galindo & Nuguer (2023). Como se puede observar en el estudio de Díaz (2023), en el cual estudia la pobreza laboral e inflación en México entre 2006 y 2022. Se consideran variables macroeconómicas como la inflación general, la inflación en alimentos, en bienes agropecuarios y en energéticos, el crecimiento económico, la tasa de ocupación en el sector informal y el crecimiento económico de EE.UU. Los resultados muestran que la inflación en alimentos representa un factor significativo y positivo de la pobreza laboral, lo cual evidencia la importancia que tiene la estabilización de la inflación en la economía ya que si esta es muy alta las personas pierden poder adquisitivo y por ende necesitan un mayor salario para poder cubrir sus necesidades básicas. El crecimiento económico tiene un efecto negativo significativo, por lo que es importante que los gobiernos mantengan un nivel de crecimiento constante y no presenta tantas volatilidades ya que esto puede agravar la situación de los trabajadores. En cuanto, a la ocupación en el sector informal, se encontró que esta es positiva y significativa, por lo que la informalidad aumenta el nivel de pobreza laboral, lo cual puede estar asociado a las condiciones precarias y de baja productividad de este sector. Estos resultados se corroboran en el estudio de Díaz (2022) en el cual se analiza los efectos de la pandemia en la pobreza laboral en los estados de México durante el periodo de 2020-2021, pero adicionalmente se considera las variables de grado de apertura en el mercado internacional, escolaridad, niveles de inseguridad y contagios de covid-19, donde se puede destacar que la educación presenta un signo negativo, por lo que esto indicaría políticas enfocadas en la educación pueden contribuir a disminuir la pobreza laboral, además se evidencio que la pandemia aumento el nivel de pobreza de los trabajadores.

Materiales y Métodos

Para estimar la probabilidad de que un trabajador se encuentre en situación de pobreza laboral, se utiliza el modelo de regresión logístico, donde la variable dependiente es una variable categórica binaria. Este modelo tiene la ventaja de que no requiere el supuesto de normalidad de los errores y permite estimar la probabilidad de ocurrencia de un evento dado ciertas variables. El modelo que se considera es el siguiente:

Ecuación 1

[Ecuación 1]

Donde:

y = es la variable dependiente binaria

x = es un vector de variables independientes

= es un vector de coeficientes. Además, considerando la dificultad que implica la interpretación de los coeficientes estimados en términos sustantivos en este modelo, se estiman los odds ratios para facilitar la de interpretación de los resultados. Estos odds ratios proporcionan una estimación directa de las probabilidades de que un trabajador se encuentre en pobreza laboral dada cierta variable independiente, y se expresan mediante la siguiente fórmula:

Ecuación 2

[Ecuación 2]

Para el análisis y tratamiento de los datos se utiliza el software STATA. La información empleada proviene de la ENEMDU de diciembre correspondiente a los años 2017 y 2022. La muestra que se utiliza en el estudio son la poblacion entre 15 y 65 años, que tenga al menos un empleo. Para la medición de la pobreza laboral se utiliza el enfoque individual, en el cual se define como trabajadores pobres a aquellos ocupados que reciben un ingreso laboral por debajo del 60 % de la mediana del ingreso laboral total, (Filandri & Struffolino, 2019).

La variable independiente de interés es la estructura ocupacional del país, donde se considera las siguientes categorías según Poy, (2020): (i)profesionales independientes, (ii)empleados del sector público estables, (iii)empleados del sector público inestables, (iv)asalariados de empresas medianas y grandes estables, (v)asalariados de empresas medianas y grandes inestables, (vi)micro y pequeños empresarios, (vii)trabajadores por cuenta propia no profesionales, (viii)asalariados de microempresas estables y (ix) asalariados de microempresas inestables.

Las variables empleadas en esta investigación fueron obtenidas a partir de la Encuesta Nacional de Empleo y Desempleo del Ecuador (ENEMDU) para los años 2017 y 2022. Periodo de interés debido a que en 2017 se reestructuró funcionalmente el Estado, luego de culminar el periodo gubernamental del Econ. Rafael Correa Delgado, caracterizada por un conjunto de cambio en normativas legales y constitucionales, así como por impactos generados en la economía nacional, luego de los efectos negativos de la pandemia del año 2020 y 2021. Cabe destacar que le Encuesta Nacional de Empleo y Desempleo, es una encuesta que permite visualizar el perfil social, demográfico y económico de la población del país, a través de variables de carácter general en el ámbito laboral, como de condiciones socio económicas. La encuesta está dirigida a los hogares y las personas que residen en ellas, establecidos en las viviendas particulares. La cobertura de la ENEMDU es a nivel nacional, por área geográfica (urbano y rural) en todas las provincias del Ecuador, exceptuando la Provincia de Galápagos, debido al nivel de representatividad.

Para la clasificación de grandes, medianas, pequeñas y micro empresas se considera el criterio de personal ocupado, ENESEM, (2023), en donde, las empresas grandes son las que tienen ventas mayores a cinco millones de dólares anuales y más de 200 trabajadores; las empresas medianas son las que tienen ventas entre uno y cinco millones de dólares en ventas y tienen de 99 a 100 personas ocupadas. Las pequeñas empresas son las que tienen ventas entre 100 mil y un millón de dólares al año y finalmente las microempresas son las que tiene menos de 100 mil dólares al año y menos de nueve trabajadores.

Para determinar la estabilidad de los trabajadores se considera como estables a quienes tenga nombramiento o contrato permanente; y se considera trabajadores inestables a quienes tenga contratos temporales o no tenga contrato; los contratos temporales engloban los contratos temporales, ocasionales, eventuales, por obra, a destajo, por horas, por jornal, Chávez & Medina, (2011). Además, se consideran variables de control como la edad, estado civil, sexo, seguro social, jefe de hogar, educación, sector de actividad el cual hace referencia al sector formal, informal, entre otros.

En cuanto a la variable de ingresos laborales fue previamente procesada, eliminando aquellos que presentaban valores atípicos en dos casos especiales, como valores negativos y valores que, reflejaba una codificación especial de la encuesta por no tener respuesta, sin embargo, estas observaciones no representan más del 1,5 % de todas las observaciones.

Los resultados se podrán validar de acuerdo a lo planteado por Tejero, (2018) y Filandri et al., (2019), quienes mencionan que los trabajadores independientes y aquellos contratados en condiciones precarias enfrentan un mayor riesgo de pobreza laboral. Además, se analizará lo expuesto por Herman (2014), quien menciona que a pesar de que existan brechas de género, los hombres tienen una mayor probabilidad de experimentar pobreza laboral. Entre otros aspectos también se analizará si la informalidad es factor crucial que afecta a la pobreza laboral (Díaz, 2023).

Análisis y Resultados

El umbral estimado de pobreza laboral se situó en $230,670 en 2017 y en $261 en 2022, con base en este umbral, se clasifica a los trabajadores que se encuentran en situación de pobreza laboral. En Ecuador, entre 2017 y 2022, se evidencia un incremento en el porcentaje de trabajadores en esta situación de pobreza laboral, alcanzando el 25.7 %, como se detalla en la Tabla 1. Esto indica que un mayor porcentaje de trabajadores, a pesar de tener empleo, no percibe ingresos laborales suficientes para cubrir todas sus necesidades básicas.

Tabla 1. Descriptivos

Tabla 1
Descriptivos

Fuente: Encuesta Nacional de Empleo y Desempleo en Ecuador (2017 y 2022).

En cuanto a la estructura ocupacional del país, se observa que más del 50 % de los trabajadores son autónomos no profesionales y empleados en pequeñas y microempresas, ya sea con contratos temporales o sin ellos; esta tendencia se ha mantenido constante en estos dos años. La categoría laboral que experimentó la mayor reducción de trabajadores entre 2017 y 2022 fue el empleo en el sector público bajo contratos permanentes, indefinidos, estables, de planta y con nombramiento, con una disminución del 32,7 %. No obstante, los empleados en el sector público bajo condiciones de inestabilidad experimentaron un aumento del 7,32 %, indicando que el sector público pudo reducir su gasto en personal debido a que los contratos temporales implican menores costos que los contratos permanentes.

Por otro lado, los ingresos laborales promedio de los micro y pequeños empresarios destacan como los más elevados en ambos períodos de estudio, registrando el mayor incremento con un 11,9 %. Les siguen los asalariados de empresas medianas y grandes, cuyos ingresos promedio experimentaron un aumento del 11 %. Es relevante señalar que los ingresos de los trabajadores autónomos profesionales aumentaron en un 7,5 %, mientras que los ingresos de los trabajadores autónomos no profesionales disminuyeron en un 4,6 %. Esto indica que contar con un nivel de educación superior y capacitación puede contribuir a que los trabajadores perciban ingresos laborales más favorables.

Adicionalmente, se puede observar que los trabajadores autónomos no profesionales tienen una probabilidad más elevada de encontrarse en situación de pobreza laboral. Esta probabilidad ha aumentado ya que sus ingresos laborales disminuyeron en el año 2022 y el umbral de pobreza aumento. Esto indica que las personas que trabajan como trabajadores por cuenta propia y no cuentan con formación profesional o capacitación son más vulnerables a padecer pobreza laboral.

En cuanto a los tipos de contratos en Ecuador, se aprecia que, en el año 2017, el 50,1 % de todos los contratos eran de carácter permanente, mientras que el porcentaje restante correspondía a contratos inestables. Después de la pandemia en 2022, se evidencia un aumento en los contratos inestables, alcanzando el 53,3 % del total de contratos. Esto indica que un número mayor de trabajadores está ocupando posiciones laborales menos estables, lo que puede traducirse en ingresos más volátiles. Además, la mayoría de los contratos han experimentado una disminución en el año 2022 en comparación con el 2017. Entre ellos, se destacan los contratos por horas con la mayor reducción del 93 %, seguidos de los contratos por obra y destajo, que disminuyeron en un 81,4 %. En contraste, se observa un notable aumento del 22,9 % en los contratos por jornal. Estos cambios en la distribución y variación de los tipos de contratos indican una transformación significativa en el panorama laboral del país, con un incremento en la precariedad laboral y una marcada disminución en la estabilidad de los contratos, especialmente evidenciada en los contratos por horas, por obra, temporales, ocasionales y eventuales.

En la Figura 1, se puede apreciar el porcentaje de trabajadores clasificados en situación de pobreza laboral y no pobreza laboral en base a si se clasifican como pobres y no pobres por ingresos, tanto en 2017 como en 2022. Es decir, el 78,5 % de los trabajadores catalogados como no pobres por ingresos también son clasificados como no pobres en el ámbito laboral. En contraste, el 21,5 % de los trabajadores considerados no pobres por ingresos se encuentran en situación de pobreza laboral en 2017.

Además, en general en los dos años de estudios se evidencia que la mayoría de los trabajadores que se encuentran en situación de pobreza por ingresos también son clasificados como trabajadores pobres, por lo tanto, los ingresos que perciben estas personas provienen en su mayoría del empleo que poseen y además estos no son suficientes para poder acceder a bienes y servicios básicos. Por otro lado, existe un bajo porcentaje de trabajadores que no son pobres por ingresos, pero si se clasifican como trabajadores no pobres, lo cual puede indicar que estas personas perciben ingresos adicionales que les ayudar a satisfacer sus necesidades básicas.

Entre 2017 y 2022, se evidencia un aumento del 28,3 % en el porcentaje de trabajadores pobres entre aquellos considerados no pobres por ingresos. Asimismo, dentro del grupo de personas pobres por ingresos, se registra un incremento del 9 % en la proporción de trabajadores pobres. Esto implica que la pobreza laboral representa en mayor medida a la pobreza por ingresos. Además, se evidencia la importancia de los ingresos no salariales como un factor significativo para mitigar la situación de pobreza laboral de numerosos trabajadores que se encuentran en esa situación.

Figura 1. Porcentaje de trabajadores pobres y no pobres clasificados pobres y no pobres por ingresos


Figura 1
Porcentaje de trabajadores pobres y no pobres clasificados pobres y no pobres por ingresos

Fuente: Encuesta Nacional de Empleo y Desempleo en Ecuador (2017 y 2022)

A continuación, se presentan la estimación del modelo logit (Tabla 2), en el cual se estima la probabilidad de que un trabajador se encuentre en situación de pobreza de acuerdo a la estructura ocupacional en la cual se encuentra empleado y variables de control.

Tabla 2. Modelo de regresión logística

Tabla 2
Modelo de regresión logística

Fuente: Estimaciones a partir de la Encuesta Nacional de Empleo y Desempleo en Ecuador (2017 y 2022)

Nota: * significativo a partir del 10 %, ** significativo a partir del 5 %, *** significativo a partir del 1 %.

En el año 2017, se destacó que las personas empleadas en el sector público eran menos propensas a encontrarse en situación de pobreza laboral, en contraste con los trabajadores por cuenta propia no profesionales, quienes presentaban una mayor probabilidad de ser trabajadores pobres. Esto se debe a que los salarios promedio de los empleados del sector público eran notoriamente elevados, como se evidenció en los descriptivos. Por el contrario, los trabajadores autónomos no profesionales tenían, en promedio, los salarios más bajos. Además, se observó que los trabajadores bajo condiciones de inestabilidad laboral eran más propensos a caer en situación de pobreza laboral que aquellos con contratos estables. Esto indica que los trabajadores que laboran sin contrato o bajo contratos temporales enfrentan un mayor riesgo de sufrir pobreza debido a la volatilidad en sus ingresos.

Posteriormente, en el año 2022, después de la pandemia, se notó un aumento en la probabilidad de encontrarse en situación de pobreza laboral en todas las ocupaciones. Específicamente, los trabajadores por cuenta propia no profesionales y los asalariados de micro y pequeñas empresas inestables se destacaron como los grupos con mayor probabilidad de ser considerados pobres en el ámbito laboral, con un 5,8 % y un 5,5 %, respectivamente. En contraste, los empleados del sector público continuaron siendo los menos propensos a sufrir pobreza laboral, con un 0,3 % para los empleados con contratos estables y un 1,5 % para aquellos con condiciones inestables. Esto indican que, como consecuencia de la pandemia, los trabajadores enfrentan un riesgo mayor de caer en la pobreza, especialmente aquellos con empleos inestables y los trabajadores autónomos.

Las mujeres tienen un mayor riesgo de pobreza laboral en comparación que los hombres en los dos años de estudio, sin embargo, la probabilidad de experimentar pobreza laboral disminuyo en el 2022 a 1.9 %, lo que indica que aún persisten brechas de género, pero estas están disminuyendo. La edad y edad al cuadrado son significativas, lo que indica que los jóvenes y personas mayores son más propensos a ser trabajadores pobres, tanto en el 2017 como el 2022, y esto no presenta grandes cambios en estos años.

En relación con la educación, se evidencia su importancia para atenuar el problema de la pobreza laboral. En términos generales, cada año adicional de educación disminuye la probabilidad de experimentar pobreza. Además, se observó una reducción en esta probabilidad durante el 2022, indicando que la probabilidad de encontrarse en situación de pobreza laboral disminuyó de 0.97 % a 0.95 % entre 2017 y 2022. Esto indica que las personas con niveles educativos más bajos son más susceptibles a padecer pobreza, reforzando la idea de que la educación juega un papel crucial en la mitigación de la pobreza laboral.

Además, estar empleado en el sector formal y otro presenta una menor probabilidad de pobreza en comparación con el sector informal y estas probabilidades disminuyen en el 2022, lo cual indica que entre estos años los trabajadores en el sector informal se volvieron más propensos a la pobreza que los trabajadores en los otros sectores.

Adicionalmente, estar afiliado a un seguro contribuye a disminuir el riesgo de ser trabajador pobre especialmente el IEES, en el caso del seguro Campesino y el ISSFA/ISSPOL en 2017 no contribuye a reducir este problema, sin embargo, para el 2022 esta se vuelve significativa y ayuda a reducir la probabilidad de pobreza laboral.

Discusión y Conclusiones

Los resultados señalan que los trabajadores independientes y aquellos contratados en condiciones precarias enfrentan un mayor riesgo de pobreza laboral, coincidiendo con los resultados obtenido por Tejero, (2017), Tejero, (2018), Pla et al., (2022), Filandri et al., (2019), entre otros. Esto indica que la precariedad laboral contribuye al aumento del riesgo de pobreza entre estos trabajadores, y esto es resultado de la inestabilidad en sus empleos e ingresos. Además, el aumento de la vulnerabilidad de pobreza de estos trabajadores pudo deberse a la reducción general del empleo durante la pandemia, afectando especialmente aquellos con condiciones laborales inestables. Esto hace que sea poco probable para estos trabajadores obtener los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas, además, dado que la economía aun no recupera sus niveles de empleo prepandemia, los trabajadores autónomos y aquellos contratados en condiciones inestables tienen menos probabilidades de percibir los ingresos laborales necesarios. Esto se evidencio en la disminución del ingreso promedio de los trabajadores en algunas categorías ocupacionales, como los trabajadores por cuenta propia no profesionales.

Por otra parte, los estudios de Halleröd et al. (2015), Tejero (2018), Tejero (2017) y Herman (2014) mencionan que a pesar de que existan brechas de género, los hombres tienen una mayor probabilidad de experimentar pobreza laboral, esto contradice los resultados obtenidos en este estudio donde se evidencia que las mujeres son más vulnerables que los hombres a padecer pobreza. Esto puede deberse a que las mujeres en promedio ganan menos que los hombres en las distintas ocupaciones laborales y a su difícil inserción laboral en puestos más cualificados debido a varios factores como la experiencia, educación, entre otros. En relación a la edad, se observó que esta presenta una forma convexa, que indica que los jóvenes corren mayor riesgo de pobreza, esto también se observa en estudios como Tejero (2018), Herman (2014). Esto puede deberse a que los jóvenes no pueden acceder a empleos mejor remunerados por falta de experiencia, educación, entre otros, lo cual impulsan a los jóvenes a aceptar trabajos de baja cualificación y con condiciones precarias. Por otra parte, el estudio de Tejero (2017) refuta los resultados y menciona que los jóvenes entre 16 y 24 años tienen una menor probabilidad de pobreza que el resto de edades.

En el caso de la educación, se corrobora que esta continúa siendo una forma por medio de la cual se puede disminuir la probabilidad de la pobreza laboral, al igual que en los estudios de Poy (2020), Tejero (2018), Engin & Çakmak (2021), entre otros. Esto puede deberse a las oportunidades laborales que pueden generarse con un mayor nivel educativo y, además permite obtener mejores ingresos laborales que les permita cubrir sus necesidades básicas.

Por otra parte, los resultados de este estudio muestran que los trabajadores extranjeros no tienen una influencia significativa sobre la pobreza laboral, esto puede deberse a que el número de datos que se tiene es muy bajo. Mientras que en los estudios de Broström & Jansson, (2023) y Levanon et al., (2021) se evidencia que las personas migrantes tienen mayor probabilidad de ser trabajadores pobres, lo cual puede estar relacionado a que estos debido a su condición de migrantes aceptan trabajos en condiciones precarias.

Según Engin & Çakmak, (2021) el seguro es una buena forma de aliviar la pobreza al asistir a los trabajadores en la cobertura de diversos gastos, especialmente en áreas cruciales como la salud. Esto se evidencia en los resultados obtenidos, los cuales indican que contar con un seguro disminuye la probabilidad de caer en pobreza laboral, debido a que la presencia de un seguro posibilita a los trabajadores asignar más ingresos a otras áreas de importancia, fortaleciendo así su capacidad para satisfacer sus necesidades básicas.

La informalidad es factor crucial que afecta a la pobreza laboral como se muestra en este estudio y en los estudios de Díaz, (2023) y Pla et al., (2022),en donde se encuentra que los empleados en este sector tienen más probabilidad de experimentar pobreza laboral. Esto puede deberse a que en el sector informal los salarios suelen ser bajos, hay más inestabilidad laboral y poca protección social. Adicionalmente, dado que en Ecuador la rama de actividad “Agricultura ganadería, caza, silvicultura y pesca” presenta altos niveles de informalidad se puede inferir que las personas que se dedican a que este sector presentan una mayor propensión a la pobreza laboral como también se evidencia en los estudios de Levanon et al., (2021) y Engin & Çakmak, (2021).

En este estudio se analiza como las ocupaciones laborales inciden en la pobreza laboral en el Ecuador en 2017 y 2022. Mediante una regresión logit se estimó que los trabajadores por cuenta propia no profesionales y trabajadores bajo condiciones inestables tienen una mayor probabilidad a experimentar pobreza laboral, mientras que los empleados del sector público son lo que menos probabilidad presentan en los dos años de estudio. También se evidencio que, debido a la pandemia, la vulnerabilidad de todos los trabajadores de encontrarse en situación de pobreza laboral aumentó en 2022.

El crecimiento y desarrollo de la economía es muy importante para el bienestar de las personas, la volatilidad en el crecimiento del país puede generar muchos problemas, entre los cuales se puede mencionar, el incremento del riesgo de pobreza de los trabajadores. En consecuencia, resulta crucial diseñar políticas que fomenten el dinamismo y la recuperación económica, dado que, hasta el momento, algunos indicadores laborales no han recuperado los niveles pre-pandemia. Esta situación aumenta la vulnerabilidad de los trabajadores a caer en la pobreza laboral. Además, la falta de medidas adecuadas podría traducirse en un incremento significativo de la pobreza, lo cual representaría un obstáculo considerable para el desarrollo del país.

En cuanto a la informalidad, se debería generar políticas encaminadas a la seguridad laboral de los trabajadores de este sector, ya que este sector es el más vulnerable, y disminuir los niveles de informalidad del país mediante procesos más rápidos y fáciles en la formalización de un negocio, asesoramiento, entre otras.

Por otra parte, según los resultados obtenidos, las políticas centradas en la educación constituyen un enfoque efectivo para atenuar la pobreza laboral de algunos trabajadores. Por tanto, es imperativo desarrollar estrategias que motiven a los jóvenes y mujeres a continuar sus estudios y que faciliten capacitaciones en diversos ámbitos laborales a las personas menos cualificadas, incrementando así sus oportunidades de empleo y se reduzcan las desigualdades. Asimismo, garantizar un seguro laboral a los empleados alivia la situación de pobreza que algunos de ellos enfrentan. En este sentido, es esencial implementar incentivos como beneficios tributarios para que las empresas seguro a sus empleados y, además, contraten a un mayor número de jóvenes.

Financiamiento

Este trabajo fue apoyado por el Departamento de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Cuenca”

Declaración de Conflicto de Intereses

“Los autores declaran no tener potenciales conflictos de interés con respecto a la investigación, autoría y/o publicación de este artículo.”

Declaración de Aprobación Ética o Consentimiento Informado

“En esta investigación no se utilizó datos de usuarios privados, no se utilizaron nombres u otra información de identificación al discutir o informar datos.”

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