Resumen: La composición societaria y económica de las empresas activas longevas (mayores a 25 años) dentro de la zona 3 del ordenamiento territorial del Ecuador al año 2022 es diversa y compleja. Para analizar esta dinámica se aplica un estudio descriptivo de tipo transversal con base inductiva y cuantitativa, a través de la recopilación documental en bases de datos de carácter oficial. Una vez analizadas 170 organizaciones, la investigación arroja que ninguna de ellas logra superar el siglo de existencia y que el tamaño más representativo corresponde a microempresas, lo que da cuenta del bajo nivel de crecimiento no solo de sus ingresos totales sino también de su estructura organizacional.
Palabras clave: economía, competitividad, longevidad, crecimiento, finanzas.
Abstract: The corporate and economic composition of long-lived active companies (over 25 years) within Zone 3 of Ecuador's territorial ordering by the year 2022 is diverse and complex. To analyze this dynamic, a descriptive cross-sectional study with an inductive and quantitative basis is applied through documentary collection in official databases. After analyzing 170 companies, the research shows that none of them manages to exceed a century of existence and that the most representative size corresponds to micro-enterprises, which accounts for the low level of growth not only of their total income but also of their organizational structure.
Keywords: economy, competitiveness, longevity, growth, finances.
Artículos
COMPOSICIÓN SOCIETARIA Y ECONÓMICA DE LAS EMPRESAS LONGEVAS DE LA ZONA 3, CENTRO-ORIENTE ECUATORIANO
CORPORATE AND ECONOMIC COMPOSITION OF LONG-LIVED COMPANIES OF ZONE 3, ECUADORIAN CENTER-EAST

El entramado empresarial involucra una gran amplitud y engloba una gran diversidad de empresas que se crean para el cumplimiento de una misión determinada dentro de un sector en particular. En el ámbito ecuatoriano, la legislación que define la dimensión de las organizaciones es el Código Orgánico de la Producción, Comercio e Inversiones, COPCI, aprobado por la Asamblea Nacional (2019) que en el Artículo 53 contempla que el factor decisivo para determinar el tamaño es el valor bruto de las ventas anuales, el cual predomina sobre la cantidad total de trabajadores.
En esta investigación se toman en cuenta todos los tamaños, tipos y sectores económicos de organizaciones y se enfoca en aquellas empresas cuya edad es igual o mayor a 25 años de trayectoria institucional, es decir, las instituciones que se denominan longevas, considerando que a medida que una organización ha vivido más tiempo en el mercado, mayor experiencia y eficiencia adquiere y, por ende, puede adquirir mayor tamaño y con ello tiende a reducir sus posibilidades de quiebra, de acuerdo con Parra (2011).
La composición societaria y económica de las empresas privadas activas longevas (mayores a 25 años) es diversa y compleja, por lo cual es importante estudiar la interrelación de sus diferentes variables. El estudio se relaciona con otras investigaciones especialmente internacionales que explican las características que diferencian a las empresas longevas de aquellas empresas más jóvenes. Las implicaciones teóricas se relacionan con los estudios sobre longevidad empresarial y cómo ha influido en ella la teoría general de sistemas, mientras que las implicaciones prácticas tienen que ver con la localización e identificación de las empresas longevas ecuatorianas para analizar y contrastar sus particularidades.
El objetivo de esta investigación descriptiva y transversal es delinear al año 2022 la composición societaria y económica de las empresas longevas de la zona 3 del Ecuador, de acuerdo a la clasificación industrial internacional uniforme CIIU utilizada en la base de datos de la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros (2022) que agrupa, entre otros, a los siguientes sectores económicos: agricultura, ganadería, construcción, comercio al por mayor y menor, industrias manufactureras, turismo, comunicación, transporte, financieras, inmobiliarias, enseñanza, salud, entre otras. Las organizaciones analizadas tienen distinto tamaño, tipo de capital en diferentes ubicaciones geográficas y se clasifican los siguientes rubros: industrial, comercial y de servicios.
Revisión de la literatura
La estructura organizacional es compleja pues se relaciona directamente con su tamaño y al constituirse en un sistema propiamente dicho, sus elementos se encuentran en constante interrelación lo cual da cuenta de su habilidad para formar nexos, según explica Varela (1995) y continuar su evolución hasta lograr que la institución se convierta en longeva.
El concepto de longevidad empresarial ha sido estudiado en los últimos años, pues concita interés para determinar las causas o motivaciones por las cuales las empresas alcanzan un importante nivel de perdurabilidad en el mercado, lo cual se relaciona con su capacidad de adaptarse a diferentes entornos según Fernández y Casanova (2012). Ahora bien, no solo se trata de lograr longevidad sino también perdurabilidad lo cual suele generar debate y discrepancia entre ambos términos, de acuerdo con Rivera y Malaver (2008). Según Castillo (2018) la permanencia empresarial tiene relación con la habilidad de las empresas para encarar los cambios producidos en el entorno y generar un rendimiento superior. Conforme señala Navarrete y otros (2014) las empresas se encuentran expuestas a diversas variables; sin embargo, su interacción con sus comunidades y el aporte al desarrollo son factores relevantes para lograr la perdurabilidad.
Tal como se puede observar, la permanencia en el mercado entraña no solo componentes económicos sino otros de diverso tipo y complejidad, por lo cual se puede afirmar que es una composición multifactorial y, por esa razón, una gran cantidad de organizaciones mueren o alcanzan apenas una corta edad, pues trabajan bajo circunstancias económicas heterogéneas según explica Arias-Pineda (2022), lo cual sintoniza con lo mencionado por Cadena y otros (2006) desde dos puntos de vista: que la empresa puede ser perdurable y sin embargo ser morbil, es decir, adolecer de importantes problemáticas internas como la escasa liquidez o, por el contrario, que la organización haya logrado tanto perdurabilidad como salud socioeconómica.
En estudios a nivel internacional se evidencia que las empresas más longevas del mundo se fundaron en Europa Central (Italia, Alemania, Francia, Suiza, Bélgica, Polonia, República Checa y Suecia) y Japón según lo explica Rivera (2006), lo cual es congruente con la investigación de Fernández y Casanova (2012) quienes refieren que las empres más antiguas se originaron antes del siglo X particularmente en Japón y Europa (Alemania). Estos últimos autores elaboraron una investigación comparativa enmarcada en el siglo XXI respecto a la edad promedio en años de las empresas familiares más grandes y representativas de varias regiones del mundo, cuyos resultados fueron: “México, 42; China, 18; Brasil, 53; Alemania, 141; España, 52 y Estados Unidos, 76”. Cabe mencionar, sin embargo, que este promedio de edad se circunscribe a empresas consideradas como grandes y no a las organizaciones de dimensiones menores.
Dentro de los factores que contribuyen a la longevidad empresarial se encuentra la responsabilidad social empresarial, RSE, que según varios estudios como el de García y López (2021) en el estado de Chipas, México, puede potenciar la permanencia en el mercado. Por otro lado, en otras investigaciones como la de Fuentes y otros (2019) en Córdoba, España, se fortalece el postulado de que la longevidad es el resultado de una aglutinación de factores como: la cultura regional y la dinámica familiar; las estrategias conservadoras y el férreo control familiar; el espíritu emprendedor de miembros en diferentes generaciones; las políticas de desarrollo sostenible y la cultura corporativa y local de las empresas.
En el ámbito ecuatoriano se registra un importante número de investigaciones de conglomerados empresariales de diverso tipo, sector y ubicación. Por el contrario, los estudios sobre longevidad son muy escasos, razón por la cual se abre la oportunidad de analizar a las empresas que fueron fundadas antes de 1997 y que, por tanto, cuentan actualmente con al menos 25 años, parámetro etario que coincide con el propuesto por Collins y Porras (1994) según lo refieren Rivera y Malaver (2008) advirtiendo, sin embargo, que aún falta lograr un consenso respecto a la edad en la que una institución se considera longeva. Es también importante para el estudio identificar si las organizaciones analizadas han logrado superar los cien años de existencia, de tal forma que puedan establecerse comparaciones con otros países de la región e inclusive del mundo.
Las empresas longevas ecuatorianas representan un ejemplo de trabajo y adaptabilidad a los diferentes movimientos y retos socioeconómicos del país ocurridos a lo largo de los siglos XX y XXI, es decir, en la trayectoria contemporánea desde el régimen militar según Arregui (1999); la restructura jurídica de acuerdo con Sierra (1999); el retorno a la democracia y la dinámica pendular izquierda-derecha de acuerdo con lo explicado por Ayala (1993) y los fenómenos recientes como la dolarización según Larrea (2004); el arribo del socialismo del siglo XXI y el desplazamiento hacia el libre mercado en el 2021 con la llegada de la pandemia de la Covid 19 a nivel mundial. Si bien es cierto que los factores macro y microeconómicos afectan a las organizaciones, varias de ellas también han experimentado un crecimiento aunado por la confianza en el mercado y su subsecuente desarrollo de los últimos años, específicamente entre el 2007 al 2018, de acuerdo con Mejía y otros (2019).
Por ejemplo, en la región litoral del país, en particular en la provincia del Guayas, se evidencia un importante nivel de emprendimiento y crecimiento convirtiéndola en un polo de impulso económico para el Ecuador según refiere Moina Sánchez y otros (2020). En lo que respecta a la región interandina y en particular el centro del país, cantón Riobamba, se ha advertido un crecimiento los sectores industriales, de la construcción y transporte, aunque en el año 2015 se experimenta cierto retroceso de acuerdo con Vives y Naranjo (2020). En el ámbito industrial y agropecuario nacional, entre los años 2000 y 2018 se evidencia que el primero ha realizado un aporte mayor al PIB con una contribución promedio de $27.634.967 millones respecto al ámbito agropecuario de $10.199.659 millones, generando una diferencia por $17.435.308 millones según lo explicado por Chuncho y otros (2021).
En lo que respecta a la rentabilidad en particular de organizaciones industriales, Coello (2017) concluye que se encuentra una importante relación entre el rendimiento de las empresas y su estructura de mercado, aunque evidentemente existen diferencias de acuerdo con el tipo y al sector de las empresas y sus localizaciones geográficas. De forma complementaria refiere que las empresas pequeñas son más susceptibles de afectación e inclusive de cierre ante el alto nivel de competencia en el mercado. Coinciden en ello Solis y Robalino (2019) al sostener que las organizaciones pequeñas enfrentan además la escasez de políticas, lineamientos e incentivos desde la esfera pública, además de su debilidad financiera, tecnológica y por ende productiva.
Respecto al sector de la construcción en el período de 2016 a 2017 según Arévalo y otros (2018) en el año 2016 tanto la Rentabilidad sobre el Patrimonio (ROE) como la Rentabilidad sobre el Activo (ROA) fueron negativas con un -45% y -18% respectivamente, aunque en el año 2017 las cifras mejoraron con un nivel de 15% y 6% en cada caso. A pesar de los vaivenes socioeconómicos y políticos, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2019) en su informe anual para el año 2019, el Ecuador siguió representando un destino que genera atracción para la inversión extranjera.
De acuerdo con el informe Panorama laboral y empresarial del Ecuador del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC, 2017) en el período de 2012 a 2018 se ha experimentado un incremento de nuevas organizaciones, lo cual confirma la tendencia de que el Ecuador posee uno de los niveles de emprendimiento más elevados de Latinoamérica, lo cual influye positivamente para el impulso de la perdurabilidad y longevidad empresarial. Si bien se pronostica un importante ingreso de nuevas empresas, el 90,81% corresponde a microempresas lo cual genera inquietud, puesto que las organizaciones de este tamaño por lo general enfrentan un mayor riesgo de cierre ante su imposibilidad de sostener su ritmo productivo. De acuerdo con el estudio de Ojeda (2022) en la zona 6, Austro Ecuatoriano, se observa que la mayor parte de las empresas longevas son microempresas, lo cual corrobora el bajo nivel de crecimiento de este tipo de organizaciones en los años recientes.
La longevidad empresarial es un atributo complejo de lograr, ya que pueden interponerse diferentes factores tanto endógenos como exógenos por lo cual solo un grupo reducido de empresas lo alcanzan. Dentro de los componentes endógenos se cuentan a “los costos, las ventas, los factores de producción y los productos totales” (Esparza, Martínez, García, & Guerrero, 2020) los cuales pueden ser controlados ya que pertenecen al ambiente interno de la organización. Por el contrario, los componentes exógenos “son en su mayoría parte del entorno de la empresa, que se enfrenta tanto a condiciones macroeconómicas como microeconómicas” (Esparza, Martínez, García, & Guerrero, 2020). Es decir son factores que no pueden ser controlados directamente por la entidad debido a que no forman parte de ella. Dentro de este grupo se pueden mencionar a los clientes, proveedores, competidores, agentes reguladores y a las fuerzas más amplias como las económicas, políticas, legales, sociales, tecnológicas, ambientales, entre otras.
Si se realiza una comparación a nivel mundial, específicamente en el caso de España respecto a la considerable turbulencia organizacional, Aguiar (2018) refiere que anualmente más de un 20% de las organizaciones existentes cierran sus operaciones, en otros términos, la mortalidad registra un nivel elevado, enfatizando que al cabo de 2016 únicamente el 16,8% de empresas tienen una edad igual o mayor a 20 años.
En el ámbito latinoamericano y en particular México, Rodríguez y García (2020) mencionan que, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, el nivel de esperanza de vida de una organización es tan solo de 7,8 años. Lo que resulta preocupante es que luego de los cinco años de fundadas desaparece el 65% de organizaciones y cuando alcanzan los 25 años se liquida el 89% de las entidades. Lo que destacan los mencionados autores evidencia que la problemática de la reducida proporción de empresas longevas es recurrente en otras regiones del mundo.
Una vez realizada la delimitación en el ámbito ecuatoriano, para el presente estudio se toma en cuenta el ordenamiento administrativo y territorial, ecosistema en el cual se desarrollan todo tipo de organizaciones. Dicho ordenamiento se encuentra estructurado por “niveles administrativos de planificación: zonas, distritos y circuitos a nivel nacional… Esta conformación no implica eliminar las provincias, cantones o parroquias. Las zonas están conformadas por provincias, de acuerdo con una proximidad geográfica, cultural y económica” (Sistema Nacional de Información, 2021).

En la figura 1, se observa que el Ecuador posee 9 zonas administrativas de planificación que engloban distritos y a su vez circuitos. Los distritos representan la unidad fundamental de planificación los cuales coinciden con los cantones o un grupo de ellos dentro de las 24 provincias. Por su parte, los circuitos se relacionan con las zonas específicas correspondientes a las parroquias o a un conglomerado de ellas.
El estudio se circunscribe a la Zona de Planificación 3 que tiene su sede administrativa en la ciudad de Ambato. Se selecciona esta zona debido a su crecimiento sostenido y su importante contribución a la economía del país en términos agropecuarios, industriales y comerciales. Sus principales características se exponen a continuación.
Según la Secretaria Nacional de Planificación (2022), la Dirección Zonal de Planificación 3 ejerce la representación de la Secretaría Nacional de Planificación en las provincias de Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y Pastaza. Dirige y coordina el sistema de planificación regional y los procesos del Estado desconcentrado y descentralizado, así como la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo. La Zona 3 está situada en la sierra centro y oriente ecuatoriano en una extensión de 44.899 km2 siendo la zona más amplia de todas. Las actividades más importantes que desarrolla son: la producción agropecuaria, industrial y comercial.
Conforme el censo del 2010 elaborado por el INEC (2023), la provincia de Cotopaxi se divide en 7 cantones y 409.205 habitantes; la población económicamente activa (PEA) es 173.094. La provincia de Tungurahua cuenta con 9 cantones y 504.583 habitantes; la PEA es 244.893. La provincia de Chimborazo cuenta con 10 cantones y 458.581 habitantes; la PEA es 200.034. Finalmente, la provincia de Pastaza se divide en 4 cantones y 83.933 habitantes; la PEA es 33.266. Es importante indicar que el censo poblacional del 2022 se encuentra aún pendiente de concluir en el año 2023.
De acuerdo con los antecedentes y el objetivo de investigación trazado, se plantea la siguiente hipótesis descriptiva:
Hₒ: La mayor parte de empresas longevas de la zona 3 al año 2022 tienen una edad superior a cien años y han logrado incrementar su tamaño de microempresas a empresas pequeñas, medianas o grandes.
H.: Las empresas longevas de la zona 3 al año 2022 no superan los cien años y tienen diferente composición de edad y tamaño.
La investigación es descriptiva y transversal, ya que aborda de manera panorámica al año 2022 la estructura socioeconómica de las empresas activas con una edad igual o mayor a 25 años dentro de la zona 3 del Ecuador. Se fundamenta en una investigación documental y se aplica el método inductivo con fundamento cuantitativo de acuerdo con el tipo de información requerida para el logro del objetivo.
Para describir y analizar el estado actual de las empresas longevas, se establecen las siguientes variables: localización geográfica (provincia y cantón), estructura de capital (sociedad anónima, de responsabilidad limitada, otras), tamaño (microempresas, pequeñas, medianas y grandes), tipo (industriales, comerciales y de servicios), sector o actividad económica de acuerdo con la clasificación CIIU y finalmente, ingresos brutos (anuales y expresados en dólares).
Para comprobar la hipótesis se estudia el conjunto de organizaciones tanto de manera general como específica a través de una segmentación por edad, tamaño y tipo de empresas. Debido a las características de la investigación, no aplica seleccionar muestra, toda vez que se trabaja con el total de empresas que poseen el atributo de longevidad como criterio de inclusión, lo cual supone encontrarse vigentes y activas hace más de 25 años de la Zona 3 y haber entregado información completa a la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros. Por lo tanto, el criterio de exclusión comprende a todas las empresas más jóvenes que tienen una edad menor a los 25 años.
La información fue recopilada directamente en la base de datos del ente rector, la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros del Ecuador en su página oficial en la cual consta el portal denominado Sector Societario, Ranking de Compañías: https://appscvsmovil.supercias.gob.ec/ranking/reporte.html
Una vez reunida la información, se la trasladó a la respectiva hoja de cálculo (programa Microsoft Excel) para proceder a la depuración y organización iniciales a través de un filtro por fecha de inicio de operaciones menor a 1997.
El número de empresas que cumplen con el criterio de inclusión corresponde a 170, por lo cual se realizó el respectivo procesamiento de datos en el paquete estadístico SPSS 26, según la delimitación de las variables de estudio, generando de esta manera las respectivas tablas y gráficos explicativos. La información permitió realizar la segmentación etaria más específica y estudiar el comportamiento de los diferentes factores de análisis.
En general, el total de empresas activas en la zona 3 hasta el año 2021 es de 5.088, con una edad promedio de 8,4 años, lo cual es inferior al promedio nacional de 9,9 años para un total de 119.333 organizaciones activas según consta en la base de datos de la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros para el año 2022. Este promedio es notablemente bajo en comparación con los promedios de referencia encontrados por Fernández y Casanova (2012), aunque su enfoque se centra en las grandes empresas familiares. Por otro lado, este promedio se asemeja mucho al panorama mexicano, donde Rodríguez y García (2020) explican que la edad promedio de las empresas es de 7,8 años a nivel global.
Dentro de la zona 3 se encontró que, de un total de 5.088 empresas activas, solo 226 son consideradas longevas con una edad igual o mayor a 25 años. Estas empresas fueron establecidas en el período comprendido entre 1934 y 1997, lo que representa tan solo el 4,4% del total de empresas de la localidad estudiada. Por el contrario, las restantes 4.862 organizaciones, que corresponden al 95,6%, tienen menos de 25 años de antigüedad. Esto sugiere que un número significativo de empresas enfrenta dificultades que les impiden mantenerse en el mercado y convertirse en empresas longevas. De las 226 empresas longevas, únicamente 170 proporcionaron información completa a la entidad rectora hasta el año 2021, cantidad que se considera para efectos del estudio.
El conglomerado de 170 organizaciones longevas de las provincias de Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y Pastaza se encuentra distribuido en los siguientes cantones, según los niveles administrativos de planificación en el Ecuador de acuerdo al Sistema Nacional de Información (2021): provincia de Cotopaxi (C) (Latacunga, Salcedo); provincia de Tungurahua (T) (Ambato, Baños de Agua Santa, Santiago de Píllaro, Tisaleo); provincia de Chimborazo (CH) (Guamote, Riobamba) y provincia de Pastaza (P) (Mera, Pastaza).
Resulta interesante que ninguna de las organizaciones estudiadas haya alcanzado los cien años de existencia. De hecho, la empresa más antigua en el estudio tiene 88 años. El promedio de edad de estas organizaciones es de 36,2 años, levemente superior al promedio nacional de empresas longevas activas que se sitúa en 35,2 años según la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros (2022). Esto demuestra la relevante contribución de las empresas de la Zona 3 al desarrollo empresarial del país. A pesar de no haber llegado al centenar de años, estas empresas han logrado mantenerse a lo largo del tiempo desempeñando un papel significativo en la economía local y nacional.
Con el fin de analizar la información de manera panorámica, al conjunto de organizaciones se lo agrupó en tres rangos etarios de 25 años. Los resultados muestran que el 92,9% de las empresas, es decir 158 organizaciones, se encuentran en el rango de 25 a 50 años; existen 11 empresas maduras en el rango de 51 a 75 años, lo que representa el 6,5% del total y únicamente el 0,6% corresponde a 1 empresa longeva con más de 75 años de antigüedad. Si se combinan las empresas de los dos últimos rangos (51 a 75 años y más de 75 años), se puede observar que representan menos del 7,1% del total de organizaciones. Estos datos resaltan la concentración de empresas en el rango de 25 a 50 años y la presencia limitada de empresas longevas de mayor antigüedad.
En cuanto a la composición de capital, el estudio revela que 85 empresas son de responsabilidad limitada, lo que representa el 50% del total; existen 83 sociedades anónimas, lo que equivale al 48,8% del total. En una proporción mínima, se encuentra 1 empresa de economía mixta y 1 sociedad de acciones simples, cada una con el 0,6% de representación. Esta situación muestra que las empresas de responsabilidad limitada y las sociedades anónimas están experimentando un importante desarrollo, lo cual favorece la expansión y atrae a inversores. Estos tipos de empresas ofrecen ventajas y estructuras que facilitan la participación de diferentes actores y contribuyen a un ambiente propicio para la inversión y el crecimiento empresarial.
En relación con la localización geográfica, en la distribución geográfica presentada en las Figuras 2 y 3 se observa que la provincia de Tungurahua agrupa el 62,9% de las empresas estudiadas, lo que la convierte en la provincia con la mayor concentración de organizaciones. El cantón Ambato es el que tiene la mayor congregación de empresas, representando el 58,8% del total. En el extremo opuesto, la provincia de Pastaza muestra una distribución mucho menor, con solo el 4,1% de las empresas estudiadas. En términos de evolución de su componente societario, la provincia de Tungurahua destaca como la de mayor desarrollo, seguida por las provincias de Cotopaxi, Chimborazo y Pastaza.


Respecto al tamaño de las organizaciones, en la Tabla 1 se muestra que tanto las organizaciones micro como las pequeñas se presentan en igual proporción, dado que cada una de ellas comprende el 28,8% del total de organizaciones. Por otro lado, es destacable que tanto las organizaciones medianas como las grandes también abarquen una misma proporción, representando cada una el 21,2% del total de instituciones. Esta realidad sugiere que durante la permanencia de las empresas estudiadas se ha reportado un crecimiento, aunque limitado, en cuanto a su tamaño. Sin embargo, se debe tener en cuenta que existen inconvenientes socioeconómicos que han sido mencionados por Solis y Robalino (2019) vinculados no únicamente con variables de tipo macroeconómico, sino también con la baja proporción de políticas benefactoras de la producción, lo que ha afectado especialmente a las organizaciones micro y pequeñas. Estos factores pueden haber limitado el crecimiento del tamaño de las organizaciones a lo largo del tiempo.

La tabla 2 revela que la mayoría de las empresas pertenecen al sector industrial, representando el 37,6% del total. Les siguen las empresas de servicios con un 37,1% y las empresas comerciales con un 25,3%. Esto indica un considerable progreso hacia el sector terciario sin perder las fortalezas en el ámbito industrial, característico de la provincia de Tungurahua. Además, se destaca la presencia de empresas agropecuarias, principalmente en las provincias de Cotopaxi y Chimborazo, relacionadas con los sectores lácteos y agrícolas, respectivamente. Estas actividades son propias de estas zonas según la Secretaría Nacional de Planificación (2022). La mencionada realidad es análoga a otras ubicaciones geográficas como la sierra ecuatoriana donde se concentran empresas industriales y manufactureras, de acuerdo con lo señalado por Vives y Naranjo (2020). Entre las principales actividades se encuentran la construcción, diferentes tipos de industrias y el transporte.

Respecto a la clasificación CIIU, las empresas estudiadas participan en las siguientes 14 actividades:
Código A: Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca
Código C: Industrias manufactureras
Código D: Suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado
Código F: Construcción
Código G: Comercio al por mayor y al por menor
Código H: Transporte y almacenamiento
Código I: Alojamiento y comidas
Código J: Información y comunicación
Código K: Financieras y de seguros
Código L: Inmobiliarias
Código N: Servicios administrativos y de apoyo
Código P: Enseñanza
Código Q: Salud humana y de asistencia social
Código R: Artes, entretenimiento y recreación
En la Tabla 3 se muestran las 9 actividades más aplicadas, mientras que la agrupación Otras engloba a las siguientes 5 actividades de menor práctica en el mercado de la Zona 3: artes, entretenimiento y recreación; enseñanza; información y comunicación; financieras y de seguros y, finalmente, suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado.
Tal como se puede apreciar, las actividades más representativas son: comercio al por mayor y al por menor con el 25,3%; industrias manufactureras con el 23,5%; transporte y almacenamiento con el 15,3% y agricultura, ganadería, silvicultura y pesca con el 10,6%, lo cual da cuenta de la relevancia de la tradición industrial de las provincias analizadas.

El conjunto de ingresos de las organizaciones investigadas alcanza la suma de $1.436.854.749,12. Según se muestra en la Tabla 4, la mayoría de las empresas, un 87,1% o 148 organizaciones, reportan ingresos inferiores a los $10 millones. Por otro lado, solo 3 empresas, lo que representa el 1,8%, logran ingresos superiores a los $100 millones. Dentro del primer grupo, la mayoría de las empresas son microempresas y empresas pequeñas, sumando cada una un total de 49 organizaciones y representando de igual forma el 28,8% del total. En contraste, el último grupo está compuesto solamente por 3 empresas grandes, representando el 1,8% Esta circunstancia ratifica el hecho de que a medida que el tamaño de la empresa aumenta, también lo hacen los niveles de ingresos. Por lo tanto, la concentración de ingresos superiores a $100 millones recae en las empresas grandes las cuales generan un total de $633.966.552,52, lo que equivale al 44,1% del total de ingresos.
El estudio señala que la gran mayoría de las organizaciones han logrado sobrellevar las variaciones en sus niveles de ingresos, especialmente durante los lapsos más álgidos de la economía, en particular en las últimas dos décadas. Esta información está respaldada por las investigaciones realizadas por Mejía y otros (2019) quienes manifiestan que, aún con la existencia de las crisis económicas, subsiste una relación proporcional directa entre la confianza empresarial y la dinámica de mercado. Esto sugiere que las empresas estudiadas han demostrado resiliencia y capacidad para adaptarse a las condiciones económicas adversas, lo que les ha permitido mantenerse y continuar generando ganancias.

El hecho de que la mayor parte de las empresas longevas de la Zona 3 sean microempresas coincide con el estudio realizado en la Zona 6, Austro Ecuatoriano por Ojeda (2022), en el cual se observa un bajo nivel de crecimiento de las microempresas durante las últimas décadas.
De acuerdo con los hallazgos obtenidos se rechaza la hipótesis nula y se acepta la hipótesis alternativa, pues ninguna de las empresas investigadas posee más de cien años edad y su tamaño difiere entre microempresas, pequeñas, medianas y grandes. Por otro lado, se evidencia en ellas una diversa composición socioeconómica, lo cual refleja que una importante cantidad de organizaciones se encuentran estancadas en tamaños reducidos como es el caso de las microempresas que escasamente bordean los $100.000 de ingresos totales anuales.
De acuerdo con el análisis realizado en la zona 3 se observa que las empresas longevas cuentan con una gran diversidad en cuanto a su tamaño, sector económico y grupo de edad lo que da cuenta del complejo el ecosistema de empresas privadas. La distribución de empresas se presenta mayoritariamente en la provincia de Tungurahua, seguida por Cotopaxi, Chimborazo y finalmente Pastaza.
A pesar de que existe un gran número de empresas longevas con una edad de 25 años o más, es destacable que ninguna de ellas ha superado el siglo de existencia. Aunque estas empresas han experimentado una evolución significativa, aún enfrentan desafíos tanto internos como externos para lograr un recambio generacional que les permita superar el hito de los 100 años. Por esta razón, es crucial que las investigaciones en los campos administrativos y organizacionales se apliquen con igual importancia tanto en las empresas nuevas como en las empresas longevas, que cuentan con una valiosa experiencia acumulada que puede ser transmitida a las empresas jóvenes para su desarrollo y crecimiento.
La principal fortaleza del estudio es la contribución para describir de forma panorámica la estructura societaria y la sectorización, junto con la dinámica del tamaño y el nivel de ingresos de las empresas longevas y el aporte que la Zona 3 entrega a la economía del país para el desarrollo en los ámbitos industriales, comerciales y de servicios en los diferentes cantones.
Debido que el estudio se limita a un análisis descriptivo en el cual se observa la composición general de las organizaciones, por ende plantea líneas de investigación adicionales y más amplias, que incluyen: identificar las causas por las cuales solo un pequeño número de empresas logra superar los 75 años de edad sin llegar al centenario; explorar la transferencia de experiencias y capacidades de empresas longevas a empresas más jóvenes; analizar el impacto de las políticas públicas en el entorno empresarial, considerando organizaciones de diferentes edades e investigar la composición socioeconómica de empresas en otras áreas administrativas del país, como se ha iniciado en estudios anteriores. Las mencionadas áreas de investigación complementarían y ampliarían el conocimiento en el campo, brindando una comprensión más completa de los desafíos y oportunidades para las empresas longevas y su entorno empresarial.
Será importante investigar las razones detrás de la incapacidad de muchas microempresas longevas para transformarse en estructuras más complejas y de mayor tamaño. Además, resultaría interesante explorar los factores clave de éxito que han permitido a las empresas medianas y grandes de larga trayectoria alcanzar niveles significativos de crecimiento.
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