Artículos Académicos
Recepción: 16 Diciembre 2021
Aprobación: 25 Mayo 2022
Resumen: El presente artículo pretende dar una propuesta innovadora de estudio a lo analizado previamente sobre la novela de posguerra española La Plaza del Diamante, de la autora catalana Mercè Rodoreda, mediante la adaptación del concepto de novela bildungsroman femenina. Dado que la protagonista de la historia se enfrenta a una serie de escenarios que transforman su vida por completo, hasta que consigue decidir sobre su existencia y adaptarse al entorno tan complejo que se vivió en esa época por demás caótica para España, dejando claro que es de suma importancia el momento histórico para el desarrollo de los personajes inscritos en la novela. Porque que sin la variedad de sucesos que se sufren en la precariedad de la guerra como lo refleja el presente caso, aun siendo una construcción ficcional, no lograrían tener una evolución tan significativa las y los personajes de los relatos que se describen, dado que en todos influye el contexto inmediato en el que interactúan como entes sociales Además, las novelas de crecimiento femeninas se diferencian en gran medida de las masculinas, por- que, las protagonistas de las novelas creadas a partir de este suceso histórico, al no poder salir de sus fronteras territoriales dada su condición de mujeres, recurren a una marca narrativa muy peculiar que es el fluir psíquico, que ocurre mientras realizan caminatas urbanas, solo de esta manera consiguen autoconocerse, y reúnen la fortaleza suficiente para salir de los momentos tan sinuosos en los que el mismo devenir de la vida las emplazó.
Palabras clave: Contexto, Bildungsroman, femenina, posguerra española. mujeres, protagonistas.
Abstract: This article aims to provide an innovative study proposal to what was previously analyzed about the Spanish postwar novel La plaza del Diamante, by the Catalan author Mercè Rodoreda, adapting the concept of female bildungsroman novel. Since the protagonist of the story faces a series of scenarios that transforms her life, until she manages to decide on her existence and she adapted to the complex environment that was lived at that time, which was chaotic for Spain. Making it clear that the his- torical moment is one of the most importance items for the development of the characters inscribed in this class of novels. Because the variety of events suffered in the instability caused by the war, as reflected in the present case, the heroines and heroes of the stories described would not be able to have such a significant evolution, because the immediate context influences all of them, those who interact as social entities. Besides, female growth novels differ greatly from male ones, since the protagonists of the novels created from this historical event, unable to leave their territorial borders given their status as women, resort to a peculiar brand which is the psychic flow, through their evening walks, and only in this way they get to know themselves, and then, they gather enough strength to get out of the sinuous moments in which the path of life placed them.
Keywords: context, Bildungsroman, femenine, protagonists, Spanish postwar period.
Introducción
En el artículo se estudia la novela La Plaza del Diamante (1962) de la escritora catalana Mercè Rodoreda, donde se busca proponer una perspectiva diferente a los estudios críticos realizados, ya que, en las ocasiones en las que se ha publi- cado o investigado acerca de esta obra literaria, se realizó desde un corte socio histórico o de ginocritica, se pueden mencionar algunos estudios que giran en torno a estas perspectivas de análisis, Construcción del género y del espacio en La Plaza del Diamante y La calle de las Camelias (2009), se trata de un ensayo dirigido a la deconstrucción del binarismo de género dentro de la novela que aquí se analiza, por parte del autor Chung-Ying YANG, por otro lado, el artículo So- ledad y maternidad en la Plaza del Diamante (2008), donde Guiomar C. Fages analiza la novela de Rodoreda, desde la posición de la personaje en el mundo, encontrándose sola y además se enfrenta a una maternidad impuesta por su con- dición de género.
Sin embargo, al estudiar esta novela se ha dejado de lado la serie de peri- pecias tan complejas que Natalia, la protagonista de la narración transige como ser individual, más allá de ser madre, esposa e hija, pasa series de hechos que al final la llevan a conocerse a sí misma, y a buscar su propio bienestar, es por ello, que se analizará la obra desde la perspectiva de bildungsroman o novela de creci- miento femenina. Por lo tanto, se examinan las experiencias que vivió, y los retos a los que se enfrentó, la protagonista de la historia rememorada, para demostrar si, efectivamente, se trata de una novela de crecimiento femenino o existe otra postura crítica sobre la cual basar el análisis literario de la obra.
Es importante tener presente en el desarrollo del trabajo el término bil- dungsroman, de origen alemán, acuñado por el teórico Karl Von Morgesten, aproximadamente a finales del siglo XVIII, este concepto consiste en etiquetar a todas aquellas obras literarias que tienen en su diégesis rasgos particulares, principalmente, se trata de la vida de un personaje varón en su etapa de juventud, este protagonista se vuelve víctima de su entorno, dado que los ideales que posee no compaginan con lo que dicta la tradición de la sociedad en la que se desen- vuelve, es por ello que se ve obligado a emprender un viaje al exterior durante el cual logrará adquirir el suficiente conocimiento acerca de sí mismo y de cómo funciona el contexto donde mora, para finalmente adaptarse a dicho entorno, sin embargo, no fue hasta el siglo XX que comenzaron a descubrirse ciertos rasgos dentro de la literatura femenina. Gracias a la lectura de múltiples textos me he podido percatar de que la mayoría de las historias escritas por mujeres son prota- gonizadas también por una, generalmente la protagonista de cada historia pasaba por distintos tipos de situaciones que la llevaban a conocerse a sí misma y luchar por sus ideales para que fueran reconocidos, y de esta forma ser integrados al contexto donde se desenvolvían; a diferencia de las historias de los protagonistas
masculinos. Ellas no se encontraban en la posibilidad de emprender un viaje al exterior y debían de adaptarse y crecer con lo que obtenían de experiencias a par- tir de su entorno, entonces, el fluir psíquico se convirtió en un rasgo de importan- cia, ya que ellas a través de este soliloquio lograban autoconocerse y explicarse muchas de las situaciones de desigualdad genérica a las que estaban sometidas.
En este punto de la investigación se nota claramente que la ficción de- nunciaba los comportamientos machistas bajo los cuales se veían subyugadas. Además, no existía un sustento teórico femenino que consiguiera rescatar las distintas hazañas que libraban las heroínas para construir su propio destino.
Es menester hacer del conocimiento del lector que este tipo de creaciones surgen a partir de un contexto histórico complejo, en su mayoría de guerras o conflictos armados, es por ello que se vuelve difícil deslindar la Literatura de la Historia, en tanto la naturaleza hermenéutica de los textos literarios, pero es algo que se aborda a fondo en el desarrollo de este trabajo que pretende explicar y de- mostrar que la obra La Plaza del Diamante se trata de una novela de crecimiento femenino, proponiendo una línea de investigación distinta a las propuestas sobre las novelas bildungsroman, olvidando por un momento los postulados teóricos que tienen como centro de estudio a los personajes masculinos, para ser trans- formada en una revisión crítica desde la posición y perspectiva del personaje central, una mujer.
La temática bildungsroman ha sido bastante tratada al pasar de los años, desafortunadamente, desde la perspectiva femenina, no se ha logrado ahondar lo suficiente respecto al contenido, por lo tanto, al retomar la idea principal de las novelas de crecimiento conceptualizado por los teóricos alemanes como Morges- ten se busca proponer dicho análisis crítico. Sin embargo, también es importante dar a conocer y utilizar como sustento los postulados teóricos investigadores que han sostenido opiniones destacadas sobre los tópicos relacionados con esta investigación, por ejemplo, María Ferrer Reyes, desde su postura crítica en diver- sos artículos que abordan las diferencias entre la novela de crecimiento femenina y la masculina desde su génesis en la década de los años ochenta, y de los cuales, pretendo rescatar la diferencia básica entre las mujeres y los hombres en sus particularidades genéricas “la categoría de género como construcción cultural, y tomamos en consideración ese eje de relaciones que se crea entre el individuo y la sociedad, existe un desequilibrio entre el espacio interaccional de la mujer y del hombre […]” (Ferrer, 20218: 3). Parece ser lo más cercano para comenzar con la diferencia de los conceptos desde los más simples a los más complejos.
La teoría feminista ayuda a explicar algunos sucesos que ocurren en la vida interior y exterior de la protagonista, puesto que al experimentar los acon- tecimientos cotidianos se configura la falta de equidad entre hombres y mujeres
que tenía como consecuencia una forma de opresión latente y constante, ya que las mujeres estaban recluidas al espacio del hogar y bajo el mandato de la mater- nidad, rasgos que se pueden palpar hasta la actualidad, como podemos observar en el contexto que nos brinda Martín Gaite a través de su obra Los usos amorosos de la posguerra (2006) y también podemos observar todos estos comportamien- tos en las creaciones literarias de la época. Los hombres siempre han poseído muchas más libertades que las mujeres, y en este tipo de construcciones cultu- rales existen, esa clase de abismos tan latentes entre ambos sexos, se notan en el simple hecho de cómo se desenvuelven los personajes física, psicológica y emocionalmente.
Por otro lado, se dialoga con el artículo titulado Tejuelo (2013) de auto- ría del doctor López Gallego, quien explica la teoría bildungsroman desde las características específicas que la constituyen, por lo que sirve de base teórica del análisis comparativo formulado entre lo femenino y lo masculino.
La escritura de posguerra
La escritura de posguerra se sitúa durante el franquismo, es decir, posterior al conflicto armado que ocurre en España (1936 a 1939) y que culminaría en 1975 con la muerte de Francisco Franco. La literatura durante esta época se vuelve difusora de los acontecimientos sucedidos, ya que no había otra forma de comu- nicar lo que vivían los españoles dentro y fuera de su nación. Como si la escritura de posguerra se tratara de un ajuste de cuentas literario, con todo lo que le pasó a una generación, un ejemplo de ello fueron los exiliados, quienes realizaban una importante labor cultural, en su escritura se puede notar un claro resentimiento contra España y dentro de las fronteras de España se notaba una tendencia un tan- to existencialista, como si se tuviera una visión desolada del mundo. Y con clara razón, porque la etapa que estaban viviendo, no les dotaba de esperanzas o áni- mos para vivir, no se debe de olvidar que el arte es un instrumento que comunica, por ende “La literatura, como forma de expresión artística, comunica de forma estética la riqueza, la complejidad y la miseria humana” (Buendía, 2006:11)
Muchos de los temas que se encuentran ficcionalizados en las novelas de las escritoras españolas de posguerra son totalmente verídicos, temas como la guerra, la orfandad, la ambición, la traición, la precariedad. Este es el patrón que siguen las creaciones de Carmen Laforet, Mercè Rodoreda, Carmen Martin Gaite, entre otras “Estas escritoras irrumpen con fuerza y pulso firme en nuestro panorama, e imprimen a las diversas corrientes realistas del momento un sello muy peculiar.” (Rodríguez, 2014: s.p.). Incluso en su mayoría al ser obras crea- das desde el exilio o el hambre por la guerra se tornaron hasta cierto punto como un diario del día a día de las escritoras y sus familias.
Siendo algunas de tono autobiográfico dan muestra del infierno que se vivía por toda España, nos da un panorama de lo trastornada que estaba la sociedad por causa de la guerra civil. Ese mundo familiar devastado por la confrontación civil, escasez y la falta de perspectivas, desata su imaginación (De la Fuente, 2017: s.p.).
Desde mi experiencia puedo afirmar que soy una apasionada de la literatura es- pañola. Y después de la lectura de múltiples obras, estudio y análisis de las mis- mas durante mis estudios de licenciatura, me pude percatar del resentimiento tan grande que tenían los españoles para con su nación y los textos en su mayoría res- pondían ante una cuestión histórica social. Sin llegar a construir historias falsas, ya que, todos se plasmaban como individuos hasta cierto punto en sus ficciones, lo que me hace pensar en que al igual que el contexto histórico se vuelve suma- mente importante para este tipo de creaciones, parecería que se tratan en algunos momentos de textos autobiográficos.
De acuerdo con la información obtenida del sitio web de la Real Acade- mia de la Historia por Mercè Ibar (2018), Rodoreda fue una escritora que inicio en este ámbito a raíz de su divorcio. Por lo tanto, al quedarse sola tenía que hacer algo para vivir y comenzó a escribir para la revista Clarisme en 1933, fue un proceso complicado, ya que, para esa época no era común ver trabajar y salir adelante a las mujeres por sí mismas, un reflejo de la sociedad tan machista a la que se enfrentaban. Ese mismo año pasó a ser miembro de la Asociación de la Prensa de Barcelona. Tiempo después por trabajar para una revista y periódicos de izquierda tuvo que exiliarse en Francia donde fue perseguida por los nazis junto a su pareja Armand Obiols quien, a pesar de estar casado, mantuvo una relación larga con Rodoreda.
Su vida estuvo envuelta por dos guerras, la Civil española y la Segunda Guerra Mundial, ambos hechos la marcaron en lo más profundo y a través de su obra ella reflexiona acerca de la condición humana y sobre todo da pauta para que las mujeres expresen su experiencia de vida y rompan el silencio al que habían estado sujetas durante tanto tiempo: “Rodoreda es la voz de las mujeres de cada día, del mundo sencillo y vulgar por sumamente cotidiano, que la capacidad lite- raria de la escritora sitúa como heroínas que luchan, sin saberlo, por una libertad interior que no tienen.” (Nadal, 2019: s.p.) Tal es el caso de Natalia, quien en todo momento expresaba su experiencia, pensar y sentir acerca de lo que vivía en su cotidianeidad, por ello, el fluir psíquico se vuelve tan importante en este tipo de narraciones, porque de esta forma podemos entender y entrever cómo va evolu- cionando la protagonista de la historia.
La literatura de posguerra escrita por mujeres es una labor digna de admi- rarse, ya que aún con toda la censura que se vivió durante esa época en España, ellas decidieron comenzar a narrar su parte de la historia, en vista de que necesi- taban saber por lo que estaban pasando:
Una novela sobre aquellos tres primeros años de la posguerra: plasmar el retrato de una sociedad devastada en la que los jóvenes no se reconocían en los mayores y en la que estos arrastraban demasiadas rémoras. (De la Fuente, 2017: s.p.).
Aunque en ocasiones estas mujeres literariamente plasmadas pierden el sentido de la vida y quieren darse por vencidas, como en el caso de las esposas, que ade- más de sufrir las penurias de la dictadura impuesta por Franco, tenían que sufrir la desgracia de ser maltratadas tanto sexual como físicamente por sus eventuales parejas, como lo denuncia la “Colometa” protagonista de La Plaza del Diamante:
Me enfade tanto que la cara me ardía. Me cogió por el cuello con una mano y me za- randeó la cabeza. Le dije que se retirase y que si no me hacía caso llamaría un guardia. […] Y me dio un pellizco en la molla del brazo. Mientras me lo frotaba porque me había hecho daño de verdad. (Rodoreda, 1962: 17)
Y así como estos pasajes de violencia física, también los hay en torno a la se- xualidad, se denuncia que en algunas ocasiones a pesar de poseer la etiqueta de esposas el acto sexual no era consensuado:
No hicimos noche de bodas, hicimos semana de bodas […] Estaba sentada en un rincón, sin atreverme a mover, y al final dijo, si te da vergüenza desnudarte delante de mí saldré, y sino empezaré yo para que veas que no tiene importancia […] En mi rincón, yo tenía un miedo muy grande y cuando él ya estaba dentro de la cama para darme ejemplo, como dijo, me empecé a desnudar […] (Rodoreda, 1962: 27-32)
Estas mujeres después son abandonadas, ya que sus esposos eran convocados para incorporarse al frente de guerra y más tarde morir. Dejando a la deriva eco- nómica y social a su familia. Las mujeres trataban de hacer lo posible por sacar adelante a sus hijos, porque no solo ellas tenían necesidades, sino también sus pequeños, y se afirma “trataban de” porque las condiciones laborales para las mujeres eran demasiado dispares, incluso hasta la fecha. Tal es el caso de Natalia, protagonista de la novela de Rodoreda La Plaza del Diamante, cuyo futuro espo- so el cual conoce durante una fiesta en la famosa Plaza del Diamante es un joven que desde el inicio violenta su identidad cambiándole de nombre:
Colometa: Usted y yo bailaremos un Vals de puntas en la Plaza del Diamante… gira que gira, Colometa. Me le miré muy incómoda y le dije que me llamaba Natalia y cuando le dije que me llamaba Natalia se volvió a reír y dijo que yo solo podía tener un nombre: Colometa. (Rodoreda, 1962: 12)
Natalia, es una jovencita huérfana de madre y que más tarde fue abandonada por su padre, la orfandad se hace presente en su corta vida, así que se ve obligada a casarse con Quimet. La señora Enriqueta quien funge como su figura de autori- dad y confianza femenina le aconseja arreglar el matrimonio: “—haces bien en casarte joven. Necesitas un marido y un techo […]” (Rodoreda, 1962: 32).
Entonces comienza a formar una familia con él, pero ella se siente enfer- ma y en muy mal estado en cada uno de sus dos embarazos, Natalia no quería
tenerlos y siente todo el proceso de gestación ajeno a su cuerpo, se nota a sí mis- ma deforme “se me hinchaban las manos, se me hinchaban los tobillos y ya solo faltaba que me atasen un hilo a la pierna y que me echasen a volar” (Rodoreda, 1962: 36).
Después de un tiempo Quimet muere durante una batalla, Natalia se siente desesperada, tanto que decide matar a sus hijos para después suicidarse, porque no tenían ni un pan que llevarse a la boca, a causa de que ella es despedida de su trabajo en el que se dedicaba a limpiar la casa de unos señores con mucho dinero:
Volví al comedor, me senté delante de la mesa, y con la uña, me puse a sacar las migas de pan viejas que estaban metidas en una rendija muy grande. Y pase un rato así. Hasta que llamaron y fui a abrir y era la señora Enriqueta con los niños que se pusieron muy con- tentos con las naranjas. […] tenía en casa dos bocas abiertas y no tenía con que llenarlas. No se puede contar, lo tristemente que la pasábamos: nos metíamos temprano en la cama para no acordarnos de que no teníamos cenas. Los domingos no nos levantábamos para no tener nunca hambre. (Rodoreda, 1962: 37-45)
Más adelante en la novela Natalia comienza a tratar a Antoni, el hombre que atendía la tienda de abarrotes cercana a su domicilio y él la salva de cometer tal atrocidad. Salen adelante juntos gracias a la ausencia de Quimet y Natalia por fin se siente segura y tranquila. Ella sale a caminar por las calles aledañas a la Plaza del Diamante para encontrarse y reconocerse libre y capaz de ser feliz nuevamen- te. Reafirmándolo con un grito liberador de todo su cruel pasado.
Dos puntos en común en la mayoría de las novelas creadas en la posgue- rra por mujeres son el desarrollo de las historias ya sea en la capital o en grandes ciudades industriales como lo es Barcelona:
La novela de la posguerra española varada en Barcelona, una capital que, por su cercanía a la Europa, que combatía a la Alemania nazi, era el observatorio perfecto para registrar la lucha por la supervivencia, las idas y venidas silenciosas y los secretes que unos y otros ocultaban. (De la Fuente, 2017: s.p.)
El segundo punto es la forma tan peculiar de conducirse de los personajes feme- ninos que siempre están en búsqueda de un mejor presente, porque incluso en la vida real todos siempre buscamos salir ventajosos de las adversidades, como es el caso de Andrea, protagonista de la novela Nada de Carmen Laforet, es una chica que decide ir a estudiar a Barcelona, pero al no poseer una posición económica acomodada se ve obligada a llegar a la casa de su abuela, quién vive con el resto de su familia, encontrando de su nuevo “hogar” un lugar hostil donde solo se vive de prejuicios y violencia y que a diferencia de Natalia la protagonista de La Plaza del Diamante, no busca unirse a un hombre para sobrevivir. Porque es otro tipo de mujer, ella quiere estudiar en la universidad.
Todo ese panorama de decadencia que se vivía en España, se ve reflejado
en la diégesis de cada una de las historias que fueron creadas e inspiradas en esta
época tan compleja, se debe de tener en cuenta que en todo momento fuera poesía o narrativa, se hacía visible la necesidad de conseguir una mejor vida por parte de los personajes que radican en las páginas de dichas historias, así como sucedía en la vida real, los pobladores de las distintas ciudades o pueblos españoles se empeñaban en buscar una mejor vida para ellos y sus familias mientras la guerra ocurría y la dictadura se sostenía.
Entonces al encontrarse en búsqueda de mejores oportunidades los pobla- dores del ambiente bucólico, se trasladan a las grandes ciudades con la esperanza de salir adelante, un claro ejemplo de ello es la novela Nada de Carmen Laforet, lo violenta que era la convivencia entre la familia de la protagonista, la lleva a forjarse la necesidad de independizarse y es algo que al final logra. Incluso gra- cias a toda su búsqueda interior que hace a partir del descubrimiento de lo que ella quiere, se convierte en una muestra de amor hacia ella misma y todo esto lo puede lograr gracias a su capacidad de resiliencia y a la amistad que logra con- cretar con Ena y su madre quienes la hicieron saber que no estaba sola, hasta el caminar la ciudad la llevaba a anhelar siempre lo mejor o por lo menos a darse cuenta de lo que realmente quería, ella solo anhelaba tener paz, no pasar hambre y sobre todo no estar atada a un hombre que la maltratara como su tío a su esposa o como padece Colometa.
Gracias al título de esta investigación, se sabe que resulta sumamente sig- nificativo y de gran relevancia el contexto inmediato a partir del cual surgen las creaciones como lo son las novelas de crecimiento femeninas, sobre todo en esta época de la historia en particular, la Guerra Civil Española, fue un proceso bélico entre dos bandos, uno liberal llamado republicano y otro conservador, también conocido como sublevado. Por parte del lado liberal se buscaba instaurar una democracia republicana de esta forma se aboliría la dictadura militar debido a que se necesitaba un régimen donde se instaurara una ciudadanía donde se respe- tarán los derechos y garantías individuales de cada persona que habitaba España, porque era una necesidad abolir la pobreza y la desigualdad social, dado que, en múltiples naciones del mundo, las repúblicas que se habían logrado instaurar a principios del siglo XIX, estaban en pleno proceso de consolidación, tanto iden- titaria como económica.
De acuerdo con los testimonios y textos históricos el conflicto armado duró 3 años (18 de julio de 1936- 1 de abril de 1939) durante este periodo lleno de batallas, conflictos y múltiples discusiones se destaca un tema en particular, el cual era la lucha de clases y enfrentamiento de dos ideas de lo que convenía ser una nación por y para los ricos o de lo contrario una nación que le pertene- ciera a la clase obrera, España estaba dividida en dos partes y muchas personas lamentablemente murieron debido a este enfrentamiento. Es por ello que el arte que surge a partir de un contexto tan precario como lo es la guerra acumula
tantos sentimientos y opiniones, porque crear arte puede ser considerado como un proceso catártico para externar las emociones que le genera al ser humano estar inmerso en esta clase de situaciones.
Los ideales femeninos de lucha contra el sistema represor heteropatriarcal estaban con el bando republicano, porque si los liberales ganaban, las mujeres adquirirían muchos derechos que las habrían beneficiado en su momento, como la oportunidad de votar, tener un trabajo con un sueldo digno y acceso a la edu- cación, sin embargo, al ganar el bando sublevado y se instauró en Franquismo en España, todos estos derechos se fueron con la esperanza de tener un república donde fueran ciudadanas con condiciones de vida similares a las de los varones.
Todos estos ideales y lucha, se ven reflejados en La Plaza del Diamante.
Por otro lado, existen en esta época también las creaciones con tintes de liberación femenina, ejemplo de ello son Lo raro es vivir y Los usos amorosos de la posguerra de Carmen Martín Gaite, ambos textos llenos de ideas, las cuales desarrollan la imagen de la mujer, critican los estereotipos a los cuales se tenían que someter las mujeres que vivían durante esos días.
Narraciones donde se muestra que la sociedad española es tan machista como algunas otras que se basan en el patriarcado, o al menos haciendo una com- paración entre la cultura española heteropatriarcal con la mexicana que se rige bajo el mismo orden, son muy similares debido a los lazos culturales que unen a estas dos naciones dada la conquista ideológica y cultural que estuvo vigente por tres siglos en la “Nueva España”. Gracias a estos contenidos se puede percibir cómo es que se construye la imagen de las mujeres a partir de la relación con los hombres y su sexualidad. “Ser mujer en esos tiempos era tener la identidad am- putada y vivir subordinada al varón” (De la Fuente, 2017)
Estas lecturas dan cuenta de lo importante que era vivir como mujer du- rante y después de la Guerra Civil española, ellas eran sobrevivientes de guerra al igual que más de la mitad de la población de España. La mayor parte de la población española femenina se quedó en casa a trabajar arduamente durante la guerra, para sacar adelante a su familia, gracias a las largas jornadas mal pagadas a las que se enfrentaban día a día. E incluso durante la posguerra seguían al pie del cañón llevando alimento a sus hogares.
Cualquiera que no tenga a su alcance un libro de historia, puede docu- mentarse acerca de lo que sucedía en esas épocas tan solo con dar lectura a las obras de estas grandiosas autoras, ya que todas las obras que surgieron durante esas décadas estaban ampliamente influenciadas por su entorno, no podían dejar de lado lo que estaban viviendo cada día.
Retomando la construcción de ser mujer durante la posguerra a partir de ciertos modelos con base en la sexualidad femenina, las relaciones amorosas de la época o en su defecto el papel que desempeñaban dentro de la sociedad. Es im- portante mencionar los tres tipos de mujeres que caracteriza Martín Gaite (1987) en su ensayo Los usos amorosos de la Posguerra:
1. La dama/señora: Ama de casa, trabajadora y líder de una familia huérfa- na de padre.
2. La señorita: Viuda de novio o prometido, que se queda soltera, pero es
respetable.
3. La solterona: La abominable mujer quedada para vestir santos, pero de- dicada de tiempo completo a los estudios.
Todas ellas mujeres de bien, sin embargo, “la solterona” era la más criticada por el sistema, ya que no podría existir mayor placer para una mujer, que el de casarse, dar a luz y cuidar de su hogar. Situación que no precisamente les inte- resaba a todas las mujeres, incluso en el texto se menciona a “la mujer ideal” la cual consideraba a su pareja masculina como “la valla protectora que defiende su ingenuidad de las asechanzas del mundo”. (Martín, 2009: 26-28) Esta es una acepción que debería ser rechazada por completo, porque las mujeres eran tra- tadas como desconocedoras del mundo que les rodeaba, según el pensamiento machista, no podían hacer frente a las acechanzas del mundo, en la mayoría de los casos debían ser cultas sin embargo, manteniendo un perfil bajo porque sus maridos tenían que mostrarse siempre superiores a ellas, tampoco debían ser lla- mativas ni vistosas aunque, tenían que manejar a la perfección el arte de llamar la atención y la coquetería sin parecer atrevidas. Esas eran las características de una dama ejemplar e ideal.
Incluso existía una “Sección femenina”, encargada de educar obligato- riamente a las mujeres en los quehaceres del hogar, como cocinar, coser, tejer, todo ello para preparar a la “mujer muy mujer” que se esperaba fuera una buena madre, esposa y creyente de la iglesia en el futuro. Todo esto acompañado de la sumisión, paciencia y obediencia, características esenciales para toda mujer española de la época.
De acuerdo con el contexto que nos otorga Carmen Martín Gaite en su libro Los usos amorosos de la posguerra (2006), podemos vislumbrar que la sexualidad también jugaba un papel importante dentro de la sociedad española del siglo XX, dotaba de digno o no al género masculino o femenino en sus res- pectivos y particulares casos. Era bien visto que un hombre llegara sexualmente experimentado al matrimonio, debido a que esto era signo de su virilidad, ya que los llevaban a iniciarse como hombres a las casas de citas (situación que aun en
la actualidad es un rito para algunas comunidades del mundo), pero en el caso de una mujer era completamente lo contrario, se debía llegar pura y casta hasta el altar, en caso de no ser así, se consideraba tanto a su familia como a ella des- honrados ante la sociedad, así que el valor de las mujeres se asignaba según su experiencia sexual.
Todos estos estereotipos que las mismas mujeres se han encargado de deshacer y luchar en contra de ellos lamentablemente siguen presentes hasta el día de hoy, sin embargo, todas estas lecturas sirven para dar cuenta de lo mucho que se ha avanzado y así darles una vida digna a las generaciones siguientes. Las escritoras de posguerra son un claro ejemplo de lucha continua para conseguir lo que tanto deseamos como lo es la libertad de expresión, porque con este movi- miento de escritura durante y después de la Guerra Civil se hizo un ejercicio de conciencia mediante el cual las mujeres defendieron su postura ante el sistema patriarcal español.
El bildungsroman femenino
El Bildungsroman fue un término acuñado por el filólogo por Karl Johann Karl Simon Morgenstern en 1819, es utilizado para hacer referencia a un género es- pecífico de la narrativa alemana “se identifica por mostrar una evolución en el personaje protagonista a lo largo de sus páginas. Igualmente es distinguido como novela de formación o novela de aprendizaje” (López, 2013: 13) sin embargo, todo el concepto como tal va dirigido a un personaje masculino, quien es posee- dor de la libertad que un personaje femenino no tiene. “Se utiliza este término para denominar un tipo de novelas en las que se muestra el desarrollo físico, psicológico, moral o social de un personaje generalmente desde la infancia has- ta la madurez.” (López, 2013: 53) Por ejemplo, el desarrollo que tiene Natalia pasando por distintas etapas, quedando profundamente marcada por la vida tan cruel desde su niñez:
Mi madre muerta hacía años y sin poder aconsejarme y mi padre casado con otra. Mi padre casado con otra y yo sin madre, que sólo había vivido para cuidarme. Y mi padre casado y yo jovencita y sola en la Plaza del Diamante (Rodoreda, 1962: 5)
El periodo durante el cual la madre del personaje femenino principal muere y su padre se casa años más tarde dejándola en el olvido, “el héroe es un adolescente o un niño habitualmente en situación de indefensión” (López, 2013: 65). Pasó también por su etapa de adolescencia y juventud temprana siendo esposa de su agresor y madre de dos, un niño y una niña. Luego se convierte en la cabeza de la familia tras la muerte de su marido y finalmente tras una serie de severos acon- tecimientos como el hambre, la soledad y estando al borde del suicidio, se vuelve una mujer plena al darse cuenta de que contaba con la fortaleza suficiente para darse la oportunidad de comenzar una vida plena acompañada de un hombre que
será su cariñoso y fiel amante con el cual podrá compartir la dicha de ver crecer a sus hijos de la forma que ella siempre quiso, en un hogar lleno de amor y múl- tiples comodidades como vestido, calzado, comida.
Después de múltiples lecturas de textos escritos por mujeres españolas basados en la guerra y posguerra, descubrí que bien podrían ser considerados como textos apegados al canon de la literatura de crecimiento, dado que, a pesar de ser personajes femeninos, se enfrentan a sus propias pruebas. Y que en algu- nos puntos difieren de las libradas por los héroes masculinos, atravesando un camino de precariedad, errores y obstáculos internos para alcanzar un proceso exitoso de maduración, además de adaptarse a su entorno. Aquí la única diferen- cia que radica entre los relatos donde el personaje principal es un varón, es que las mujeres dado el contexto en el que se encuentran insertas no poseen la misma capacidad de movilidad que los hombres para realizar ese característico viaje del que se valen este tipo de creaciones para llevar a un autoconocimiento provecho- so tan esperado por parte del o la protagonista de cada historia.
En cambio, ellas viajan en su interior. En las calles aledañas al sitio donde se desenvuelven, insisto sobre este tópico porque las mujeres no poseen las mis- mas libertades que los hombres, al menos no en la época en la que está inspirada la novela, visibilizando en todo momento el yugo masculino bajo el cual se tie- nen sometidas a las mujeres. Incluso a las protagonistas de los libros.
Entonces, que el protagonista cuestione la forma en la que vive y su exis- tencia misma, al ser un punto esencial de la novela de crecimiento, la historia los empuja a realizar este viaje, separándose de su entorno o contexto donde viven cómodos. De esta forma se obligan a buscar respuestas para obtener el cambio que tanto están esperando para forjar su identidad. Esto en el caso de los perso- najes masculinos, pero en el caso de los femeninos, se valen de su fluir psíquico, como si hicieran una especie de viaje interior después de una situación estreme- cedora que las lleve a cuestionarse si realmente merecen vivir de esa forma.
Las novelas de crecimiento femeninas, poseen características diferentes a las masculinas, ya que, en el transcurrir de las variadas diégesis hay rasgos cuali- tativos que se vuelven esenciales para lograr identificar que los personajes mas- culinos y femeninos experimentan realidades completamente diferentes, dado el contexto en el que se insertan, porque no poseen las mismas oportunidades y menos en el momento histórico en el que se inspira la novela de Mercè Rodoreda.
Un claro ejemplo de lo antes mencionado es que las protagonistas femeni- nas tienden a tener una resolución más conflictiva, dado dicho contexto, porque ni siquiera en la literatura mujeres y hombres poseen las mismas posibilidades de de- sarrollo, las heroínas no realizan el viaje icónico al exterior, ellas transitan dentro de
sus propias fronteras corporales a través del pensamiento y la cavilación filosófica. Así, se encaminan a su autoconocimiento, y es indiscutible que cada historia es incomparable. Cada heroína tiene distintas nociones del mundo y de lo que precisa, como sucede también en la vida cotidiana, donde cada individuo tiene su cúmulo de experiencias y un horizonte de expectativas, y al ser reflejo, cada personaje busca las herramientas que requiere y las usa para construir el mundo diegético que mejor le acomode.
Generalmente este tipo de novelas se creaban para el público masculino con el fin de dejar una enseñanza para la vida cotidiana, darles una lección de adaptación a la sociedad. Por otro lado, estaba la novela rosa o folletines para las mujeres, esto con el fin de educarlas para la vida de una forma más sentimental y fundamentalmente para ser madres y esposas.
Resulta esencial realizar una aclaración acerca de las diferencias que exis- ten entre las novelas de crecimiento femeninas y masculinas, ya que, a pesar de que ambos tipos de creaciones se centran en desarrollar física, psicológica y sentimentalmente al protagonista de la historia, no transcurre dicho cambio de la misma forma, los hombres logran salir de su medio y zona de confort territo- rialmente, a diferencia de las mujeres dadas las restricciones que les impone el contexto social machista de la época, como lo fue el conflicto civil armado en España, ellas viajan en su interior y su discurso interno las ayuda a enfrentar los procesos a los cuales se ven sometidas.
El contexto histórico bajo el cual están inscritas este tipo de novelas se vuelve fundamental y como se mencionó antes todos los análisis existentes de este texto se enfocan a la crítica social o la observan desde la óptica socio histó- rica. En este análisis también se rescatará el contexto, pero desde una perspectiva diferente, básicamente se utilizará porque todas las personas nos enfrentamos a situaciones cotidianas que nos llevan a aprender y crecer, así sucede también con los personajes, como si se tratara de un reflejo del yo del escritor, al ser exiliados, perseguidos o presos políticos durante movimientos sociales tan complejos como lo fue la guerra civil española se nota el proceso al cual se enfrentaron los escri- tores al ver a su patria en conflicto.
Tal es el caso de Mercè Rodoreda, una escritora española que refleja en sus obras lo sucedido durante la guerra y posguerra civil española, haciendo que sus protagonistas, mujeres, se enfrenten a situaciones cotidianas que las lleven a crecer y enfrentarse a su entorno.
Es importante mencionar que las novelas en general, ya sean de creci- miento, femeninas o masculinas, no se pueden apartar de su contexto específico y de un momento histórico, ya sea, en el que fueron inspiradas, principalmente
porque todo el arte está reconstruyendo momentos, lugares, objetos o historias de entes que tienen o tuvieron lugar en la realidad y los recodifican a través de la literatura; lo anterior, en estricto sentido con el postulado aristotélico acerca de la creación artística, que es una mera reconfiguración del entorno donde se desenvuelven o inspiran los escritores, por lo tanto, el arte como concepto es un reflejo de la realidad, es por ello que se irán hilvanando los hechos históricos, en este caso de la Guerra Civil Española, con el discurrir de la novela, creando un diálogo en contrapunto entre ambos universos.
Al acercarse a estas autoras, los interlocutores se pueden dar cuenta de lo silenciadas que estaban las voces femeninas antes y que hoy en día ya hacen ruido, aunque todavía no es suficiente. Incluso es una pena buscar en la red o en las bibliotecas acerca de la posguerra o la guerra y encontrar solamente autores españoles masculinos que hablan acerca del tema, sobre todo que se reconozca este movimiento histórico tan trascendental para sociedad española, gracias a los ideales de hombres, cuando las que también lucharon fuerte para mantener de pie al país desde sus trincheras, fueron las mujeres. Dando de comer a los hambrien- tos, curando a los heridos, trabajando para sacar adelante la economía y sobre todo educando a los pequeños para que no se repita la misma historia.
Además de su condición femenina, la guerra les imposibilitaría aún más convertirse en las mujeres que ellas soñaban y por otro lado les será casi impo- sible alcanzar sus metas, ya que deberían de adaptarse a la moral de la sociedad patriarcal, para de esta manera encajar, formando una familia, y educando a los niños.
Las protagonistas de las novelas de posguerra inician un viaje interior, para después de todo un proceso de remembranza y búsqueda de sí mismas, se pueda dar paso a una transformación, consiguiendo desarrollarse y madurar a tra- vés de recuerdos, vivencias y monólogos internos, todas estas son características de una clásica novela de crecimiento.
Bajo ciertos rasgos generales y después de una indagación al respecto del estudio de la obra de la escritora Mercè Rodoreda, se concluye que La Plaza del Diamante ha sido estudiada y vinculada con el contexto español de guerra y pos- guerra, incluso ha sido tratada bajo la característica de una novela de crítica social o desde la ginocritica, sin embargo, hasta el momento no se ha localizado algún artículo, tesis o postulado que recuente a dicha novela como una bildsungroman femenina. La literata española se convirtió en un parteaguas muy importante para la sociedad catalana en general, y creadora de un grito fuerte y determinado por la lucha a favor de la igualdad y equidad entre los dos sexos, todo a través de la escritura, desde esta trinchera luchó en contra de las limitaciones impuestas por el patriarcado español e incluso el discurso misógino del General Franco.
Por lo que las posturas, sumamente interesantes de los críticos de la escri- tora han ido hacia un sitio distinto al propuesto en esta investigación, por lo que se analizó La Plaza del Diamante, bajo el postulado feminista de la narrativa bild- sungroman, debido al proceso de maduración de la protagonista de dicha novela, enfocado como una prueba que la vida le impone para liberarse de las circunstan- cias que agobian a la protagonista, Natalia, y que limitaban su desarrollo interior y exterior, así como las interrelaciones personales. Circunstancias como su orfandad, su joven matrimonio y la agresión física y sexual que vive cada día, la muerte de su esposo en el frente de guerra, así como la pobreza y el hambre a las que se enfren- ta, y desde donde, con la novela catalana como base, puedan darse características del bildsungroman femenino como una propuesta de crítica literaria que amplíe el panorama, en lo posible, de los estudios sobre mujeres creadoras, y asimismo, per- mita continuar avanzando en esta querella constante contra los abusos, los acosos y la violencia cotidiana que provocan las expresiones machistas, y así, mantener la búsqueda de la igualdad de oportunidades para la sociedad en general, pero mucho más respecto a la mujer, que a lo largo de la historia, ha sido violada, maltratada, sobajada, vulnerada y quebrantada, entre muchas otras cosas más, que son las cua- les, como sociedad, tenemos que difuminar de forma inmediata.
Una característica esencial del personaje principal es su soledad, debido a la forma en la que la vida le ha marcado, no encaja del todo en la sociedad y decide relegarse “Una soledad entendida como esencia del adolescente. Si la búsqueda de ese lugar en el mundo adulto se caracteriza por una diferenciación del modelo que hay que seguir, el protagonista del bildungsroman se queda solo.” (López, 2013: 66) Un ejemplo de ello es cuando Natalia sale de trabajar y va con su amiga a la fiesta que se lleva en la explanada de la Plaza del Diamante:
Yo no tenía ganas de ir a bailar, ni tenía ganas de salir […] Y porque conocía a la Julieta, que no tenía miedo a trasnochar y que igual le daba dormir que no dormir. Pero me hizo acompañarla quiera que no […] (Rodoreda, 1962: 4)
López (2013), hace un listado de las principales características del Bildsungro- man, a partir del catálogo bien definido que el teórico Dilthey subraya:
1. El protagonista es un personaje joven, generalmente varón.
2. El personaje principal comienza su formación en conflicto con el medio
en el que vive.
3. Este tipo de novelas no contemplan la muerte del héroe y suelen terminar
en su final feliz.
4. La narración se articula en función de un viaje espiritual o a las afueras
por parte del protagonista.
5. El personaje principal termina por convertirse en un personaje totalmen- te diferente.
6. El héroe es generalmente un niño o adolescente en situación de indefen- sión.
Incluso este régimen patriarcal se puede notar en la clasificación y caracterización de este tipo de narraciones, pero afortunadamente existe una subclasificación de este tipo de novelas Female bildsunroman donde el fin principal del personaje femenino es luchar por el derecho de existir y sobrevivir con las limitaciones que la sociedad patriarcal le impone.
Esto también se puede observar en la narrativa de La Plaza del Diamante. Esta novela narra en primera persona la historia de Natalia, una jovencita que como muchas otras de su época tendrá que enfrentarse a situaciones y escenarios que la llevarán hasta el borde del abismo emocional, porque Natalia irá presen- ciando la muerte de sus seres queridos, pasará hambre y tratará de sacar adelante a toda costa a sus hijos esto generará en ella un cambio radical en su psique y persona, llegando a la recuperación de su vida entera lo que traerá consigo la absoluta paz interior para ella después de todo lo que sufrió. Esta novela bien puede ser un retrato de alguna mujer que vivió durante la Guerra Civil española y que sobrevivió a ella para posteriormente vivir toda la etapa tan cruda que fue la posguerra, a pesar de todas sus vivencias logró sobrevivir.
Haciendo recurso del monólogo interior Mercè Rodoreda desarrolla a este personaje de tal forma que será en todo momento quien transmita sus sentimien- tos, miedos y aspiraciones. Natalia todo el tiempo se está narrando a sí misma y esto hará que genere recuerdos, ficcionalice su propia historia, lo cual le ayudará para reconocerse.
Como se mencionó antes una de las características de las novelas de pos- guerra española escritas por mujeres, es que las historias suceden en las grandes ciudades, por lo tanto, son sitios donde las protagonistas lucharan contra las nor- mas y tradiciones. En estos lugares se encontrarán solas con sus pensamientos y se desarrollaran adquiriendo de una u otra forma su autonomía, aunque sea a un lado de una pareja que las acompañe en el viaje de crecimiento idealmente, como lo es el personaje de Antoni el tendero en la vida de Natalia, un acompañante que posee unas características sumamente peculiares, es sobreviviente a la guerra, dueño de su propio negocio, soltero y carece de falo debido a una herida de gue- rra, lo cual es bastante simbólico.
La Colometa encuentra un refugio en ese personaje, “Me costó levantar cabeza, pero poco a poco volví a la vida después de haber estado en el hueco de la muerte.” (Rodoreda, 2008: 77) Antoni se convierte en su amuleto de la suerte, la heroína se dio cuenta de su opresión y quien mejor para salir del abismo que
alguien que pasaba por lo mismo, perder el mayor signo de masculinidad por excelencia, lo convirtió en un relegado social que también debía de adaptarse al modelo en turno falocentrista. “He de añadir que no puedo fundar una familia porque por culpa de la guerra soy inútil” (Rodoreda, 2008: 79) Ambos sirvieron como la pieza clave que les ayudaría a encajar en la sociedad de su tiempo. Anto- ni le pide matrimonio a Natalia y así ambos cumplirían con ese estándar de for- mar una familia como la sociedad lo demandaba, sin sentirse forzados, haciendo a un lado el ambiente hostil y deprimente que en algún momento les nubló los sueños y las esperanzas.
La Colometa finalmente no está sola, tiene un compañero de vida y una figura que pueda ayudar en la crianza de sus hijos, pero lo más importante es que se acompañan desde su individualidad, esto les permite ser libres y sentirse cómodos a pesar de sus malas experiencias, después de vivir situaciones trau- máticas como lo son la guerra, la violencia y el hambre lograron descubrirse, aceptarse a sí mismos como eran en realidad “la guerra y el hambre les habían desarrollado el entendimiento más aprisa” (Rodoreda, 2008: 81)
A partir de eso Natalia se dio la oportunidad de abrir su vida y unirse al otro sin alguna atadura. Conseguido gracias al autodescubrimiento y el amor pro- pio, situaciones que tomaron tiempo, cruzando por un camino lleno obstáculos que al final la dotaron de fructíferos aprendizajes que utilizó para crecer como nadie más lo hizo.
Una vez que Natalia da cuenta del abismo en el que se encuentra, se re- conoce vulnerable y de esta forma puede trazar cuenta de la evolución que hace falta para salir de abismo en el que se encuentra. El lector es testigo de la lucha de una mujer incansable, golpeada a cada momento por la realidad tan trágica que le ha tocado vivir, y que a pesar de todo ello encuentra la fuerza interior para seguir luchando y transformar todos esos pasajes negativos en un impulso que la llevará a salir de la oscuridad.
Todas estas circunstancias marcan las pautas del proceso de maduración de Natalia, dicho proceso se inicia una vez que ella se da cuenta de la atrocidad que estuvo a punto de cometer, el querer asesinar a sus hijos y suicidarse para dejarse de sentir asfixiada por toda la problemática que ha envuelto su vida desde muy pequeña, todas sus experiencias las retoma para buscar una forma digna de vivir, la Colometa quiere salir adelante y sentirse plena.
La búsqueda de identidad propia para Natalia es un proceso difícil y lleno de obstáculos a cada paso del camino, la autora la somete a toda una serie de situaciones que la llevan a límite y al mismo tiempo le niega cualquier tipo de apoyo, esto debido a que no tiene más personas en el mundo que a sus hijos, has-
ta que conoce al tendero. Esto hace que al final la novela se llene de optimismo, debido a que la Colometa, por fin encontró un compañero de vida que la ayudará a salir adelante y ambos se sostendrán hasta el final de sus días.
La protagonista se encuentra totalmente transformada, sus dificultades la han cambiado por completo para bien, aunque pasó tiempos amargos, hambre, soledad. Su mayor éxito consiste en haberse liberado de ese yugo opresor y de la influencia paralizadora de la orfandad y la violencia psicológica y física que ejercía Quimet en ella. Natalia representa el deterioro, el desgaste moral y físico de la sociedad española de posguerra, dando a notar la decadencia y el abismo en el que cayó España al instaurarse Franco en el poder.
Ese retorno a la Plaza del Diamante la libera, por medio de un grito que se convierte en el símbolo de su libertad, ya que estuvo silenciada y relegada toda su vida, ahora su voz hacía eco, ella era visible e importante al menos para los miembros de su familia. Algo que le hacía falta a España también y ese proceso libertador estaba por venir. ֍
Referencias
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