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Cultura política y ciudadanía en el municipio de Tepetlán, Veracruz. Un acercamiento socioantropológico
Political culture and citizenship in the municipality of Tepetlán, Veracruz. A sociological and anthropological approach
Antrópica revista de ciencias sociales y humanidades, vol. 8, núm. 16, pp. 113-137, 2022
Universidad Autónoma de Yucatán

Artículos Académicos



Recepción: 03 Diciembre 2021

Aprobación: 08 Mayo 2022

Resumen: El objetivo de esta investigación fue describir los elementos característicos de la cultura política local de los habitantes del municipio de Tepetlán, Veracruz, vinculados a proce- sos de transformaciones políticas ciudadanas en el decenio de 2010. A partir de un en- foque socioantropológico de la cultura política y mediante una metodología cualitativa de tipo fenomenológico-descriptiva, se exploraron los significados compartidos por este conjunto de pobladores respecto de los actores, las relaciones y las estructuras de la vida política local. Los hallazgos permiten apreciar, en los pobladores, una concepción de la política como espacio de negociación de sus necesidades básicas; inconformidad ante el desempeño de las administraciones municipales de las últimas tres décadas; y anhelo de tener coparticipación en la toma de decisiones de interés público. De tal manera, se ha podido determinar que su cultura política está ligada a una incipiente ciudadanía que cuestiona el desempeño sus autoridades y pugna por una aplicación eficaz, transparente y sensible de los recursos públicos.

Palabras clave: Cultura política, Ciudadanía, Participación Política, Significados Com- partidos, Municipio.

Abstract: The objective of this research was to describe the characteristic elements of the local political culture of the inhabitants of the municipality of Tepetlán, Veracruz, linked to processes of citizen political transformations in the decade of 2010. Based on a sociolo- gical-anthropological approach to political culture and using a phenomenological-des- criptive qualitative methodology, the meanings shared by this group of residents with respect to the actors were explored, relations and structures of local political life. The findings allow to appreciate, in the residents, a conception of politics as a space to nego- tiate their basic needs; nonconformity before the performance of the municipal adminis- trations of the last three decades; and longing to have co-participation in public interest decision-making. In this way, it has been possible to determine that its political culture is linked to an incipient citizenry that questions the performance of its authorities and fights for an effective, transparent, and sensitive application of public resources.

Keywords: Political Culture, Citizenship, Political Participation, Shared Meanings, Municipality.

Introducción

Con el propósito último de contribuir al conocimiento de la vida política contem- poránea del municipio de Tepetlán, Veracruz, se realizó un estudio sobre cultura política entre aquellos habitantes con actitudes y prácticas políticas ciudadanas emergentes. Como problemática específica de interés se tomó el hecho de que, en un contexto político local caracterizado por prácticas tradicionales, verticales y antidemocráticas, han surgido durante la última década, como en otros espacios similares del país, un conjunto de demandas ciudadanas hacia los gobiernos lo- cales por un manejo de los recursos públicos transparente, eficaz y coherente con las necesidades del grueso de la población (González, 2016; Gutiérrez, 2017a, 2017b; Meneses, 2013; Redacción, 2011; Rivera, 2012; Romero, 2017a, 2017b; Rosado, 2015; Villegas, 2009), por lo que se buscó conocer los significados que los habitantes de esta municipalidad, directamente vinculados a dicho proceso de transformación, comparten sobre diversos referentes constitutivos de vida polí- tica local.

Desde un enfoque socioantropológico de la cultura política, se articuló una perspectiva teórico-metodológica cualitativa y no sistémica para recuperar el punto de vista de los actores en el marco de su vida cotidiana, como ámbito privilegiado para entender los procesos que intervienen y dan sentido a las agen- cias, relaciones y estructuras políticas locales. Es decir, se indagaron cómo y con base en qué elementos los actores estudiados dan significado a cuestiones como el discurso de las instituciones y a su actuación ciudadana, lo que es, en última instancia, comprender parte de las tramas de significación que orientan y afectan a la multiplicidad y complejidad de elementos que se ponen en juego en las situa- ciones políticas de este municipio.

Se optó por una perspectiva de la cultura política para abordar la vida po- lítica del municipio y las percepciones sobre este ámbito por dos razones: la pri- mera, porque presupone que “para entender la vida política de una colectividad no es suficiente analizar las estructuras de poder y los procesos políticos, sino que es imprescindible ocuparse también de quienes son los actores políticos, que pue- den ser individuos o agrupaciones” (Krotz, 2002: 9-10), buscando los elementos subjetivos y motivos que subyacen a sus decisiones y conductas. La segunda, porque que este tipo de estudios ofrece una dimensión sugerente para repensar el análisis de las prácticas y procesos políticos [locales y] regionales” (Castro, 2011: 126), como son los clientelismos, los corporativismos, la intermediación, los liderazgos, los movimientos político-sociales, el desempeño de los gobiernos locales, las participaciones, entre otros.

La corriente socioantropológica del estudio de la cultura política: antecedentes, discusiones y nociones

La corriente socioantropológica del estudio de la cultura política está presente en México desde la década de 1980, tiempo en el cual se ha congregado un conjunto de reflexiones teórico-metodológicas y estudios empíricos sobre el tema que se han enfocado en superar las limitantes normativas, conceptuales y operativas del modelo analítico iniciado por Almond y Verba (1963), el cual considera el estu- dio del fenómeno desde una perspectiva sistémica, psicocultural y cuantitativa (Castro, 2011; González, 1996; Gutiérrez, 1996; Hernández y Mendieta, 2011; Krotz 2002; Varela, 1996b).

A diferencia de la corriente politológica, bajo este enfoque no se trata de ver cuánta cultura es determinante, sino cómo es usada por los actores para teatralizar las relaciones políticas establecidas o las que se desean establecer, cómo media sus experiencias políticas y cómo facilita o constriñe sus esquemas de acción; además, cómo y con base en qué elementos cotidianos los actores dan significado al discurso de las instituciones políticas y qué cambios históricos es- pecíficos contribuyen a la vitalidad de algunos patrones culturales y a la caída de otros (Castro, 2009; Giglia y Winocur, 2002; Swidler, 1986; Tejera, 2009; Varela, 2005, 1996a). Se trata de una perspectiva que se enfoca en atender al universo simbólico y los sentidos asociados a la vida política, así como las disputas y las ideas de dinamismo y heterogeneidad en torno a estos (Castro, 2008, 2005; De la Peña, 1996; Heras, 2002; Llera, 1997; Sánchez, 2005; Schneider y Avenburg,

2015; Tejera, 2005; Trejo, 2005; Ubaldi y Winocur, 1997).

En este sentido, para alcanzar el concepto de cultura política propuesto en la investigación, se parte de considerar que la cultura, de acuerdo con Geertz (1987), es un conjunto de “estructuras de significación en virtud de las cuales los hombres dan forma a su experiencia” (como se citó en Krotz, 1990: 14); es decir, “la cultura es una forma de vida, que se convierte en componente y precondición para la comprensión y la adopción de la práctica política” (Llera, 1997: 40). En la misma lógica, se entiende que la totalidad de la vida política o de organización política de una sociedad no se limita a la política formal (Krotz, 1985; Tejera, 1996), sino que resulta más bien de la relación y el juego entre las relaciones de autoridad y las de poder en el manejo de los asuntos públicos. La acción pública tiene entonces dos facetas: la acción administrativa-institucional, que es el mane- jo autoritario (por parte del Estado) de los asuntos públicos; y la acción política, es decir, la competición fáctica y el ejercicio no formal para influenciar o contro- lar el sentido de estos asuntos (Paré, 1972).

De esta manera, y para efectos de este estudio, la cultura política es enten-

dida como tramas de significación que intervienen y dan sentido a las agencias,

relaciones y estructuras políticas de una colectividad. Esto es, un conjunto de significados que se objetivan en prácticas político-culturales ―discursos y per- formances― teatralizando las relaciones políticas establecidas o las que se de- sean establecer, en un proceso en el cual un individuo o grupo social confecciona percepciones que enfatizan, exageran o inventan aspectos de su identidad, vida cotidiana, entorno social, etcétera (Tejera, 2009; Varela, 2005, 1996a).

Según esta propuesta, la cultura política opera como un código que media la experiencia política de los actores, posibilita y constriñe algunas de sus prácti- cas y los sitúa en el mundo social y político. Se trata de sistemas de significación cuyos contenidos específicos se presentan variablemente dentro y entre unidades sociales; además de que no son estáticos, claramente definidos ni congruentes, sino tramas dinámicas, heterogéneas y con límites difusos, cuyos elementos son socialmente producidos, transformados y desechados, al estar ligados a situacio- nes y pertenencias sociales determinadas (Castro, 2009; Giglia y Winocur, 2002; Schneider y Avenburg, 2015; Tejera, 2009).

El municipio de Tepetlan, Veracruz: generalidades y contexto de la problemática

Tepetlán ―del náhuatl tepetl-tlan, “lugar donde abundan los cerros”― es uno de los 212 municipios que integran el estado de Veracruz. Se encuentra ubicado en los estribillos de la Sierra de Chiconquiaco, en la zona centro de la entidad, a 35 kilómetros aproximados al noroeste de la capital del estado. Colinda al norte con el municipio de Chiconquiaco, al este con Alto Lucero, al sur con Naolinco y al oeste con Acatlán y Naolinco.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 2015 el municipio contaba con una población estimada de 9668 habitantes distribuidos en 29 localidades, 28 rurales y una urbana. Su economía, hasta ese año, se basó principalmente en actividades del sector primario (66.1 % de la Población Económicamente Activa Ocupada), seguido del terciario (20.9 % de la PEA Ocupada) y el secundario (12.6 % de la PEA Ocupada) (INEGI, 2015).

En cuanto al desarrollo social del lugar, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, 6665 (69.3 %) de los 96189 habi- tantes que tenía el municipio, en 2015, se encontraban en situación de pobreza, es decir, tenían alguna carencia social de las consideradas en la medición y un ingreso insuficiente para adquirir los bienes y servicios que se requieren para satisfacer las necesidades alimentarias y no alimentarias básicas; 2524 (26.2 %) eran vulnerables por carencias sociales, 171 (1.8 %) vulnerables por ingresos y 259 (2.7 %) eran no pobres y no vulnerables. Respecto de las carencias sociales, el mismo ejercicio de medición señala que 7921 (82.4 %) de los tepetlanenses

tenían carencia por acceso a la seguridad social, 4569 (47.5 %) carencia por rezago educativo, 3883 (40.4 %) carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda, 1023 (10.16 %) carencia por acceso a la alimentación, 880 (9. 2 %) carencia por calidad y espacios de la vivienda y 861 (8.9 %) carencia por acceso a los servicios de salud (CONEVAL, 2015).

Las situaciones políticas que están relacionadas con la emergencia de ac- titudes y prácticas ciudadanas que apuntan en el sentido de una búsqueda de democratización de la vida política del municipio tienen sus antecedentes inme- diatos en la década de 1990. En primer lugar, está el triunfo electoral de Roberto Moctezuma Salazar como presidente municipal en 1995, quien postulado por el Partido Acción Nacional (PAN) logró la primera alternancia partidista sobre la hegemonía local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), abriendo la posi- bilidad a futuros de gobiernos municipales encabezados por un partido diferente al oficial (INAFED, S. F.).

En segundo lugar, y de manera paradójica con la nueva era de competen- cia partidista-electoral en el municipio, está el inicio de la preminencia política de los hermanos Romero González en términos de una participación en proce- sos electorales y gobierno municipal, que se extiende hasta la actualidad. Estos han sido cuatro veces alcaldes de Tepetlán: Octavio, “el Chavo”, en los periodos 1992-1994 y 2001-2004, abanderado en ambas ocasiones por el PRI; Daniel, en el periodo 2008-2010, también abanderado por el PRI; y Carlos, en el periodo 2017-2020, abanderado por la colación PAN-Partido de la Revolución Democrá- tica. (INAFED, S. F.).

El éxito político-electoral de “los Chavos”, como popularmente se les conoce a estos hermanos, puede ser atribuible a la combinación de factores como sus redes políticas y sociales dentro del municipio y hacia el exterior, a su capa- cidad económica y a un conjunto de prácticas de control de organizaciones po- lítico-sociales, locales y regionales, como son la Asociación Ganadera Local, el Comité Regional Campesino de la Confederación Nacional Campesina y algunos comisariados ejidales (Villegas, 2009).

Sin embargo, en 2011 se dio el primer proceso penal que ha habido contra funcionarios o exfuncionarios municipales de Tepetlán por manejo incorrecto de recursos públicos. Por los delitos de abuso de autoridad e incumplimiento de un deber legal, la Procuraduría General de Justicia del Estado ejerció acción penal en contra del exalcalde, Daniel Romero, y contra el síndico, el regidor, el tesorero, el contralor y el director de Obras Públicas de la administración 2008-2010. Esto una vez que el Órgano de Fiscalización del Estado de Veracruz presentara una denuncia por un daño patrimonial de 382,846.65 pesos, detectado en la Cuen- ta Pública 2009 del municipio (Redacción, 2011). Dicho evento es de especial

trascendencia social y politica, pues cimbró la legitimidad de un grupo político que hasta entonces se había ostentado como intocable, abriendo la posibilidad de cuestionamientos públicos a autoridades sobre el manejo del erario municipal.

Después de la administración de Daniel Romero (2008-2010), vino la de Leonardo Aguilar Hinojosa (2011-2013), la cual estuvo marcada por múltiples manifestaciones de inconformidad por parte de un amplio sector poblacional del municipio que señaló en repetidas ocasiones al edil de desviar recursos públicos y no atender las necesidades del lugar en obra y servicios públicos (López, 2012). Como resultado de este malestar, en 2012 se fundó un movimiento y organiza- ción ciudadana denominada Comité de Mejoras Materiales y Vigilancia del Mu- nicipio (CMMV), que tuvo como objetivos principales denunciar públicamente el mal desempeño de la administración municipal, demandar al Ayuntamiento transparencia y rendición de cuentas y pedir al Gobierno del Estado su interven- ción para vigilar el trabajo del alcalde y el cumplimiento de sus obligaciones (Rivera, 2012).

El CMMV, más allá de sus objetivos particulares, fue un fenómeno de participación ciudadana sin precedente en el municipio, constituyéndose en el primer antecedente de un cuestionamiento ciudadano público y abierto hacia una política local caracterizada por caciquismos, clientelismos, corrupción política y corrupción electoral. Y, aunque no encontró respuesta a sus demandas en las autoridades estatales y fue perseguido hasta su desintegración, impactó positiva- mente para que, en 2014, Nelly Cano se convirtiera en la primera mujer alcalde; también fue el antecedente de varias manifestaciones y bloqueos que habitantes de municipio realizaron en 2015 y 2016 en busca de que Gobierno del Estado rehabilitara la carretera Tepetlán-Naolinco; y fue un punto de referencia de la oposición frente al papel político de los hermanos Romero y su grupo político (Rosado, 2015; González, 2016).

Método Abordaje principal de la investigación y diseño

El abordaje metodológico de la investigación se construyó en el marco del enfo- que socioantropológico del estudio de la cultura política, a partir de las propues- tas teórico-conceptuales y metodológicas de Castro (2009), Giglia y Winocur (2002), Krotz (1997; 1985), Tejera (2009) y Varela (2005; 1996a), las cuales presentan premisas convergentes para el estudio del fenómeno desde una pers- pectiva cualitativa y no sistémica.

El principio epistemológico del estudio fue el señalado por Giglia y Winocur (2002), que consiste en:

Recuperar el punto de vista del actor en el marco de su vida cotidiana, como ámbito pri- vilegiado para entender los procesos de construcción de sentido y las prácticas sociales vinculadas a lo político. [Esto es] indagar cómo y con base en qué elementos cotidianos distintos grupos de la sociedad mexicana dan significado al discurso de las instituciones políticas y orientan sus prácticas como ciudadanos. (98-99)

El acercamiento a las tramas de significación que intervienen y dan sentido a las relaciones y estructuras políticas, o sea la cultura política, se realizó abordando la cultura en acción o la cultura objetivada, es decir, las prácticas político-culturales o las formas en que la cultura influye en las relaciones políticas, a la vez que estas la modifican. En términos de una operacionalización metodológica, esto implicó trabajar a nivel de los significados compartidos sobre la vida política local, los cuales se ubican en el ámbito de los discursos y las representaciones de las prác- ticas político-culturales (Tejera, 2009).

El enfoque metodológico de la investigación fue invariablemente de corte cualitativo, considerando la necesidad de reflexionar el fenómeno social de in- terés desde la perspectiva de los actores, profundizando en sus puntos de vista, interpretaciones y significados. Puesto que la investigación cualitativa es una vía de acceso a la realidad fundamentada en un razonamiento interpretativo, in- ductivo, abierto, flexible y naturalista, cuya aplicación deriva en comprensiones ideográficas que capturan la unicidad y particularidad de los fenómenos sociales (Hernández, Fernández y Baptista, 2014; Izcara, 2014).

La necesidad de privilegiar los puntos de vista y las experiencias, par- ticulares y colectivas, de los actores sobre los temas de interés, implicó que la aproximación empírica tuviera un diseño particular fenomenológico-descriptivo, llevado a cabo mediante la realización de entrevistas. Este tipo de investigación busca explorar, describir y comprender las perspectivas de los participantes sobre un fenómeno que han experimentado comúnmente ―lo que han vivido y de qué manera lo han vivido―, a fin de identificar categorías compartidas, o no, sobre este, como pueden ser sentimientos, razonamientos, visiones, percepciones, etcé- tera (Flick, 2015; Hernández, et al., 2014).

Dimensiones y temas de análisis

Para el acercamiento empírico se consideró un modelo cuatridimensional de la cultura política, de acuerdo con la propuesta de Krotz (1997; 1985). En dicho modelo los significados compartidos se entendieron empíricamente como informa- ciones-conocimientos, valoraciones, emociones-sentimientos e ilusiones-utopías. Asimismo, se consideraron diez temas de análisis o referentes de los actores, las relaciones y las estructuras políticas locales, los cuales se establecieron con la guía de lo sugerido por estudios similares realizados en el país (Castro, 2008; 2005) y con la problematización y conceptualización de esta investigación (ver Tabla 1).

Tabla 1
. Dimensiones y temas de análisis

Técnica de acercamiento a la realidad e instrumento

Para la recolección de datos en campo se utilizó la técnica de la entrevista cualita- tiva. Esta puede definirse como un procedimiento metódico con finalidad cientí- fica, mediante el cual el entrevistado debe proporcionar al entrevistador informa- ciones, principalmente verbales, a través de una serie de preguntas intencionales o estímulos comunicados. Se trata de un encuentro hablado directo, espontáneo, íntimo y flexible, en el cual el investigador orienta el discurso de manera lógica y efectiva según la finalidad perseguida (Rubio y Varas, 2004).

El diseño particular de las entrevistas, según su grado de estructuración y directividad, fue semiestructurado. Ello respondió a la necesidad de emplear una técnica de acercamiento a la realidad social cuya planeación y ejecución posibi- litara flexibilidad, tanto en los temas a tratar de acuerdo con los objetivos de la investigación como en la dinámica concreta de cada entrevista. Lo que, a su vez, permitió reducir los formalismos, motivar la charla, realizar aclaraciones, hacer profundizaciones e introducir nuevas preguntas motivadas por los temas emer- gentes. Para Giglia y Winocur (2002) este tipo de entrevista “es una herramienta que permite que el actor se exprese, pero en el marco de una pauta previamente establecida por el investigador, y respetando una guía de preguntas que permite abarcar temáticas de interés para la investigación” (104-106).

La guía de entrevista se conformó a partir del sistema de dimensiones y temas (ver Tabla 1) derivados de la problematización de la investigación, así como de la revisión de la literatura y de las nociones conceptuales adoptadas para la comprensión del fenómeno de estudio (Hernández, et al., 2014; Kvale, 2014; Rubio y Varas, 2004).

Participantes y cuestiones éticas

Participaron como informantes habitantes del municipio de Tepetlán ciudadanos con posibilidad de votar y ser votados, seleccionados por conveniencia. Prime- ramente, se integró una lista, la muestra inicial, con 12 candidatos a entrevistar considerando los siguientes criterios de representación de voces: participación en la vida política del municipio, edad, sexo, nivel de estudios, ocupación y residen- cia. Posteriormente, se determinaron los ocho informantes mediante un criterio de casos disponibles, los cuales se identifican en este artículo con los códigos al- fanuméricos 1-H-JV-20, 2-H-AM-25, 3-M-RV-40, 4-H-FD-30, 5-H-ER-50, 6-H- AZ-19, 7-M-MG-24 y 8-M-MR-22.

Los entrevistados tenían entre 19 y 60 años, cinco eran hombres y tres, mujeres; cinco residían en la cabecera municipal y tres en otras localidades del municipio. De los hombres, tres se dedicaban a las labores del campo, uno era estudiante y el otro empleado gubernamental. De las mujeres, una era empleada general, otra empleada gubernamental y la tercera estudiante. En general, todos mantuvieron un involucramiento directo con las demandas ciudadanas hacia los gobiernos municipales en la última década, haciendo activismo en redes sociales, cabildeo vecinal y participando en el Comité de Mejoras Municipales y Vigilancia.

Para garantizar los aspectos éticos relacionados con la participación de los entrevistados en el estudio, previo a cada una de las charlas, estos fueron informados sobre los objetivos de la entrevista y de la investigación, el carácter anónimo de su participación y el uso exclusivamente académico y profesional de

los resultados. Su consentimiento informado sobre cada uno de estos aspectos fue grabado en audio al inicio de cada una de las participaciones.

Procedimiento de recolección de datos

La investigación se desarrolló de agosto de 2018 a noviembre de 2019. El tra- bajo de campo se llevó a cabo en el periodo abril-mayo de 2019. Las entrevistas fueron realizadas personalmente por el titular de la investigación, se registraron en audio y en una bitácora de campo y se efectuaron en domicilios, centros de trabajo y sitios públicos determinados por los informantes.

Tratamiento de los datos

El análisis que se efectuó a los datos obtenidos de las entrevistas fue categóri- co-temático. Esta propuesta parte de la teoría fundamentada (grounded theory) y consiste en identificar categorías teóricas derivadas de los datos mediante una técnica selectiva, comparativa e iterativa; lo que permite al investigador pro- yectar definiciones que reflejen el conjunto de significados que los informantes sostienen sobre los temas interés (Hernández, et al. 2014).

En el apartado subsecuente, se presenta una narración de los hallazgos en subapartados de acuerdo con las dimensiones de la cultura política consideradas en el estudio. A su vez, dentro de cada subapartado se incluye una matriz cualita- tiva (Figuras 1, 2, 3 y 4) en la que se condensan el total de las categorías y temas resultantes en cada dimensión de análisis explorada.

Hallazgos Informaciones-conocimientos

Los entrevistados entienden la política como la lucha por el poder, es decir la dis- puta, en última instancia electoral, entre personas, grupos y partidos, por ocupar los puestos de gobierno. También conciben que la política son las actividades que se llevan a cabo de manera conjunta entre gobierno y ciudadanos para afrontar los problemas que se van presentando en una sociedad, tales como la inseguridad, la pobreza y la desigualdad. Algunos consideran que participar en ella representa una oportunidad de ayudar a los demás, otros creen que se trata de una forma de enriquecerse deshonestamente.

Respecto de los ayuntamientos, mencionan que estos son las instituciones de gobierno más cercanas a la gente. Consideran que sus funciones básicas son la gestión de servicios y obra pública, actividades que deben hacer de manera eficiente, con transparencia y procurando el bienestar de todos los habitantes

del municipio. Asimismo, expresan que esta institución debe tener funcionarios honestos y capacitados que trabajen para todas las comunidades por igual, de la mano con la población, sin ser autoritarios; además de que deben contar con un plan de trabajo y administrar debidamente el dinero público.


Figura 1.
Categorías y temas de la dimensión de análisis “informaciones-conocimientos”

En su municipio, reconocen la existencia de problemas de interés colectivo, como son carencia de obra y servicios públicos, deterioro medioambiental, pérdida del patrimonio histórico y cultural, pobreza e inseguridad, y saben lo que al respecto han hecho el actual y los pasados gobiernos locales. Creen que para mejorar estas situaciones debe haber un trabajo conjunto entre sociedad y gobierno, ponderan- do siempre el bienestar común por encima del de particulares.

Mencionan que la mala gestión de algunas administraciones municipales ha requerido de la movilización colectiva para exigir resultados y rendición de cuentas. Por ejemplo, relatan que en 2012 se formó el Comité de Mejoras Ma- teriales y Vigilancia, una organización y movimiento ciudadano que exigía al alcalde Leonardo Aguilar Hinojosa (2011-2013) que aclarase el uso que le estaba dando a los recursos públicos en su administración, pues había obras que este señalaba como hechas y que no existían o cuya magnitud o calidad no corres- pondía con los montos señalados en los presupuestos. Uno de los entrevistados fue portavoz del movimiento y señala de la siguiente manera las inquietudes que llevaron a su conformación y los obstáculos que enfrentaron en el proceso:

5-H-ER-50: […] Yo ya estaba harto de muchos presidentes, de la situación que se vivía, de que no les ponían empeño a las cosas. […] Mi preocupación era buscar la forma de que se realizaran los proyectos que estaban, los presupuestos que estaban etiquetados para hacer ciertas cosas, los presupuestos que se necesitaban. […] Empezamos a plati- car, […] comenzamos a buscar y a poner gente que, pues, que realmente quisiera pelear por los derechos de todos. […] Empezamos a buscar información de qué estaba pasando con el presidente. […] Muchas cifras de obras estaban muy elevadas; todo esto nos pareció muy excesivo, había obras que ni siquiera se estaban haciendo. […] Muchas callecitas que supuestamente el presidente hizo, algunas estaban valuadas en más de un millón de pesos y [eran] tramitos muy pequeños, que tal vez con doscientos mil pesos las hubiera hecho, sin embargo, estaban valuados en más de un millón de pesos […].

Empezamos a descubrir que había muchos aviadores en el ayuntamiento, había gente que cobraba sin siquiera estar trabajando, sin siquiera estar presente ahí. Todas estas cosas eran anomalías, dineros que le están haciendo falta al municipio para hacer obras y se estaban desviando. Todas esas cosas la gente no [las] supo, que estábamos metidos desentrañando todo con información correcta, no falsa; información verídica para poder enfrentar. Entonces, de ahí surgió la idea para trabajar, lo hicimos con la intención de que jóvenes como tú empezaran a mirar que sí se puede, que sí se puede ir contra todo eso […], pero hay que tener valor de hacer las cosas, pero más que nada fundamentarse; no puedes alzar la voz solo porque se te ocurrió o solo porque te imaginas, sino que hay que investigar. […] Tomamos la decisión de ir a Xalapa ante Gobierno del Estado, aunque realmente no recibimos ninguna respuesta. Los gobiernos [municipales], desafortunada- mente, están solapados de mil maneras. Los gobiernos no quieren o no les interesa real- mente que salga gente como nosotros a pelear eso, al contrario, había gente que quería calmarnos. […] Cuando yo empecé a ir al Congreso del Estado varias veces pedimos hablar con algunos diputados y decirles que nos apoyaran, que estaba pasando algo con este presidente y que no era el único presidente que estaba haciendo mal las cosas, pero que nadie se había atrevido a hacerlo. Nos amenazaron. Llegaron al grado de decirnos “miren, aquí las cosas son así, bájenle y les va a ir bien, si siguen van a enfrentarse a cosas que no van a poder parar”. A mí en lo personal me amenazaron, “qué quieres, qué buscas”. Cuando te dicen eso, no te lo dicen con la intención de alabarte el gusto de que quieres salvar tu pueblo, salvar tu municipio, no, sino con la intención de que les digas

“denme algo y ahí le paro”. […] Yo siempre les dije la verdad, lo que yo quería lograr, les dije, “mire, yo no ando buscando nada personal, simple y sencillamente que se haga la justicia para mi municipio, porque ha tenido muchas carencias, tiene muchas necesi- dades y ¿a dónde se está yendo el presupuesto para atender necesidades?, a la bolsa de unos cuantos. Ese dinero con el cual se pueden suprimir algunas cosas se está ejerciendo mal, se está direccionando mal, entonces yo creo que nos pueden ayudar, ustedes tienen la manera de hacerlo y llamarle la atención a esta persona, ustedes tienen el poder para hacerlo”. Me quisieron callar.

[…] Para mí fue satisfactorio, […] porque era una de las cosas que yo quería hacer, pelear por los derechos de todos, porque pocos nos animamos a hacerlo. Esa era la ne- cesidad que yo sentía. De momento sentí que muchas personas estaban de acuerdo, pero en el camino la gente se va quedando […], a lo mejor están de su lado [del gobierno] […]. Las últimas veces […] nadie quería dejar su tiempo y su trabajo por ir a atender lo que es de los demás.

El CMMV desapareció después de unos meses y aunque no se logró la renuncia del alcalde ni sanción alguna contra este por los actos de corrupción que se le atribuían, sí se considera que se logró evidenciar ampliamente el manejo indis- criminado y patrimonialista que hacía de los recursos públicos del municipio.

En este sentido, los entrevistados conciben que la participación política es tanto el derecho como la obligación que tiene la ciudadanía de incidir, de manera or- ganizada, en la toma de decisiones de la vida pública, a fin de alcanzar un trabajo conjunto entre sociedad y gobierno. Al respecto, puede decirse que su idea de participación está más cerca de una participación ciudadana que de una partici- pación política tradicional, a la cual entienden como la forma de involucrarse en los asuntos que en una comunidad interesan a todos, a fin de procurar el bienestar común.

La participación es vista como un derecho, pero también como una responsabi- lidad u obligación. Exigir al gobierno, organizada y colectivamente, y trabajar en conjunto con él para atender los problemas y necesidades de la población son dos de las formas concretas de participación mencionadas. En este proceso, los jóvenes son los principales agentes potenciales de cambio en la vida política y social de su municipio, hay una confianza hacia estos que no existe hacia las generaciones mayores.

2-H-AM-25: […] Mi concepción de participación es cómo nosotros podemos y debe- mos incidir en la toma de decisiones en la vida pública, de los asuntos en determinado espacio, en este caso el municipio de Tepetlán, quiénes somos, qué queremos y cómo lo vamos a lograr. […] Yo creo que la participación en este caso debe ser en el asunto público, por ejemplo, qué se va a hacer con el dinero destinado para las obras o más bien infraestructura, a lo social, a lo cultural, a lo ecológico, inclusive; qué se va a hacer con este dinero. Primero, antes que nada, que el grupo de individuos, que dentro o fuera del aparato gubernamental, opine y se llegue a un consenso entre lo social y gubernamental de qué se va a hacer con el recurso destinado para ciertas áreas, qué se necesita, qué es más urgente. Por ejemplo, ¿es urgente acabar una calle que ahora no se ocupa?, pues tal vez eso podría esperar.

Valoraciones

Los entrevistados consideran que las administraciones municipales de las últimas tres décadas no se han desempeñado de acuerdo con la realidad del municipio. Consideran que, al llegar al gobierno, los alcaldes que las han encabezado se han concentrado en “ver para su bolsillo”, dejando de lado sus promesas de cam- paña y las necesidades de la población. En este contexto, han aprendido que la movilización ciudadana es un medio para incidir en la toma de decisiones de las autoridades y combatir la corrupción.

8-M-MR-22. Pésimas [administraciones], creo que todas, no hay mucho por donde irle. Al final de cuentas, solo llegan ahí y ven para su bolsillo, su bolsillo y nada más. Enton- ces, creo que, en sí, no ha habido mucho cambio en este manejo de los recursos.


Figura 2
Temas y categorías de la dimensión de análisis “valoraciones”

Sobre las campañas y elecciones municipales locales, consideran que hay mucha participación de la gente. Sin embargo, valoran que no se trata de un involucra- miento informado e interesado en lo común, es más pasional y guiado por inte- reses personales. Las características de una jornada electoral son el festejo con alcohol, que existe injerencia de la Iglesia a través del párroco, compra de votos

y de credenciales, intervención de las autoridades en función, violencia política y física, poca aceptación de la diversidad sexual y un apasionamiento que deriva en peleas personales y familiares. Ante esta situación, creen que es necesario anali- zar más quién es el candidato, cuál es su trasfondo (partido, familia, preparación profesional) y cuáles son sus propuestas puntuales para mejorar al municipio.

3-M-RV-40: La contienda electoral se vive con mucha violencia […]. La gente se pelea por los partidos políticos, se pelea por los candidatos, cuando creo que debería ser algo más de análisis.

1-H-JV-20: […] Siempre que se elige presidente se pelean entre hermanos, [entre] fami- lia. Se pelean feo, con machete. En Tepetlán, [las elecciones] no son tan buenas, agarran partido en sí las personas, se pelean, se dejan de hablar.

Por otro lado, su alcalde ideal es una antítesis de los presidentes municipales que ha tenido Tepetlán. Debe ser una persona honesta, carismática, visionaria, comprometida, sensible y apasionada por su municipio. Los entrevistados ven a su alcalde ideal como una persona joven y nueva en la política del municipio, diferente a los grupos y familias que ya han participado. Una persona que conoz- ca y quiera al municipio; carismática y que sea conocida; con valores tales como respeto, amabilidad, responsabilidad, honestidad y convicción; con estudios y conocimientos en política y administración pública; con un proyecto de desarro- llo fundamentado para el municipio; con voluntad de ayudar y con sensibilidad ante las necesidades de la gente; y que muestre interés en trabajar para todas las comunidades.

Emociones-sentimientos

Los entrevistados manifiestan estar enojados por los actos de corrupción cometi- dos en diversas administraciones y por su falta de castigo, así como por la inefi- ciencia descarada de los gobiernos locales frente a las necesidades del municipio y por las acciones simuladas. Uno de los informantes lo expresa así, refiriéndose a un par de gobiernos señalados por daño patrimonial y enriquecimiento ilícito:

2-H-AM-25: Si mueve los hilos robar a ese nivel […], que aparte no tuvieron conse- cuencias, […] ahora andan muy frescos. Vamos a aplicar una frase: “ellos pasaron el pantano, se medio ensuciaron, pero se sacudieron su plumaje al final y ahora andan como los grandes señores”. Me enoja saber que no se haya hecho nada y las evidencias ahí estaban, ¿por qué no están pudriéndose ahora en una celda?


Figura 3
Categorías y temas de la dimensión “emociones-sentimientos”

En el mismo sentido, existe enojo porque muchas de las obras que realizan las ad- ministraciones son con el objetivo de mantener contenta a la gente, aunque estas sean irrelevantes, mientras que aspectos como la salud se dejen de lado. Además, les molesta que los alcaldes se paran el cuello con obras y acciones que corres- ponden a otras instancias o niveles de gobierno. Aunque también hay tristeza y frustración porque la gente es individualista y no ha hecho nada por mejorar los problemas que interesan a todos.

8-M-MR-22: Otra de las cosas que me genera tristeza es ver que la gente está muy metida en lo suyo, se ven ajenos cuando son parte de; como si el problema no fuera de ellos y en realidad sí es de ellos. De muchas de las cosas que han pasado en Tepetlán y que me gustaría cambiar, algunas ya no creo que sean fácil[es] de revertir, porque ya es un problema que se ha dejado, ya es una especie de gangrena, solo tienes que cortar el problema porque ya no [lo] puedes componer. Es frustrante que tú quieras hacer algo y que no puedas, porque, pues, tú solita no vas a movilizar o transformar de la noche a la mañana toda esta situación. Y el hecho de que haya como esta apatía y [que] no haya esta conexión entre la gente, que no se preocupen por mejorar y que solo estén pensando en tener más dinero o irse del lugar, sí es algo que me genera preocupación, porque no es que te guste que el lugar donde vives en lugar de mejorar cada vez vaya peor.

Particularmente, hay un enfado hacia los hermanos Carlos, Daniel y Octavio Ro- mero González, porque se considera que han mantenido prácticas y actitudes caciquiles en el municipio. Estiman que, de sus posiciones como presidentes municipales, únicamente se han beneficiado ellos, su grupo más cercano y su localidad de origen. Además, consideran que para alcanzar sus metas políticas se han aprovechado de su posición económica lucrando con la pobreza de la gente, lo que causa tristeza en los entrevistados.

6-H-AZ-19: No sé, me enoja, se sienten dueños del pueblo, de todo. […] Como que quieres tomar la iniciativa para hacer un cambio, buscar algo nuevo como una transición para acabar con esas políticas o darle paso a alguien más con nuevas ideas, con otras perspectivas para cambiar el municipio.

Ilusiones-utopías

Independientemente del pesimismo sobre el futuro de Tepetlán, los informantes desean que en una década exista un cambio positivo en la mentalidad de las perso- nas y de quienes estén al frente del gobierno local, de tal manera que esto permita mejorar las condiciones políticas, sociales, económicas y materiales (infraestruc- tura) del municipio. Por un lado, se espera que participar en campañas, principal- mente como candidato, no implique tener grandes cantidades de dinero; que la participación de los ciudadanos en la política −en los procesos electorales y en las instituciones de gobierno− sea pensando en el interés común; que los grupos que gobiernen estén integrados por gente nueva, que no sean “políticos” con intereses meramente económicos, sino “personas” que conozcan las necesidades de la po- blación, que estén preparados para afrontarlas y tengan la voluntad de hacerlo; que exista una sociedad organizada, incluyente y participativa, que trabaje en conjunto con el gobierno para solucionar los problemas y necesidades del municipio; y que los jóvenes sean actores de cambio organizándose, participando y concientizando a quienes no han tenido la oportunidad de estudiar o salir de Tepetlán.

Por otro lado, existe la ilusión de que Tepetlán (cabecera municipal) pue- da convertirse en un pueblo mágico. Lo que implica que debe existir un trabajo conjunto entre sociedad y autoridades para consolidar proyectos turísticos rela- cionados con un manejo sustentable de los recursos naturales, así como con la preservación y difusión del patrimonio cultural del municipio.


Figura 4.
Categorías y temas de la dimensión “ilusiones-utopías”

Si los informantes fueran alcaldes, se formarían políticamente y se capacitarían en administración pública. Su gabinete estaría conformado por personas com- prometidas con sacar adelante al municipio y con un perfil profesional acorde al área en la que se desempeñarían. Asimismo, comenzarían su gobierno con una búsqueda de consenso sobre el trabajo a realizar entre todas las comunidades y grupos, y con un plan de trabajo enfocado a las prioridades del municipio que sea elaborado a partir de un diagnóstico.

5-H-ER-50: Lo primero que hay que hacer es convencer a la gente, que se dé cuenta de cuál es la problemática que está viviendo su municipio, eso es lo más importante. Entonces, lo primero que yo haría sería eso, ya siendo el presidente me voy a instruir completamente, o antes de ser presidente tengo que estar instruido [sobre] qué necesito hacer, qué puertas voy a tocar.

Las acciones de gobierno que realizarían serían: concientizar a la gente sobre las necesidades colectivas del municipio, reforzar la seguridad con un cuerpo policial capacitado y con alumbrado público, fomentar una cultura ciudadana del cuidado del medio ambiente, apoyar la cultura y la educación, mejorar vías de comunicación, mejorar los servicios de salud en términos del personal y medica- mentos, implementar programas sociales para apoyar a la gente más pobre con medicamentos y despensas, gestionar proyectos productivos para para el campo y fomentar el turismo.

5-H-ER-50: Yo soy de la idea, a lo mejor esté equivocado, pero ese es mi punto de vista, si a un municipio como en el nuestro le das la oportunidad de que llegue el turismo, atraer el turismo, eso lo va a levantar, eso es lo que ha levantado a todos los grandes pueblos que son hoy pueblos mágicos, eso los ha levantado.

Discusiones

Los referentes sociales y políticos de los entrevistados, es decir, los aspectos concretos de la realidad que dan sustrato a sus tramas de significación y que lue- go son afectados por estas, se ubican en un periodo de tres décadas que va de la administración de Ismael (Mario) Ramírez (1988-1991) a la de Carlos Romero Gonzales (2017-2021). Su experiencia con la gestión pública de servicios en sus localidades, con los procesos electorales locales, con la figura de autoridad de los alcaldes y con los hermanos Romero González, es el referente más significativo en la construcción de su cultura política.

En este sentido, uno de los elementos más característicos de la cultura política local es la insistencia de los actores en su contexto socioeconómico y la relación que establecen entre este y el desempeño de las autoridades, pues a partir de esto configuran sistemas de justificación para la movilización política en bus- ca de un mejor posicionamiento social de sus intereses, como ha sugerido Tejera (2009; 2005). En este proceso se delinean las identidades de los buenos y los malos en la política del municipio, siendo los buenos aquellos que se interesan en

el bienestar común y se oponen a quienes tradicionalmente han gobernado, mien- tras que los malos son quienes únicamente piensan en sus intereses personales y han estado ya repetidamente en el poder.

En esta misma lógica, y como ya ha sido señalado por Ubaldi y Winocur (1997), así como por Castro (2005;2009), para otros contextos locales y regio- nales, tanto urbanos como rurales, en los que se presentan procesos de demo- cratización política ciudadana, otra característica esencial de su cultura política es el dinamismo y la heterogeneidad. Las tramas de significación no tienen una naturaleza vaga, son claramente propias de un contexto político local contradic- torio, dinámico y cambiante. Este segundo elemento característico de su cultura política es explicable, en primer lugar, porque están afectadas por situaciones y pertenencias sociales concretas; como es la presencia del Estado, en su coti- dianidad, a través de las instituciones y autoridades municipales. En segundo lugar, porque sus elementos van siendo creados, reformulados y desechados so- cialmente, de tal manera que permitan comunicarse y desarrollar conocimientos, actitudes y prejuicios con los que perciben, valoran y hacen inteligible la política y los problemas cotidianos asociados a esta, así como sus esferas de poder. Y en tercer lugar, porque son atravesadas por una serie de mediaciones que podrían ser la educación y el acceso a la información.

Por otro lado, una tercera característica a considerar en la cultura política de los entrevistados es el hecho de que no hay elementos significativos en los datos recabados para hablar de una cultura política híbrida de los participantes a la manera en que es mencionado por Giglia y Winocur (2002), es decir, que esté moldeada y afectada en un sentido no progresivo por imbricaciones o interseccio- nes de elementos tradicionales-modernos, autoritarios-democráticos e informa- les-formales, relacionados con las experiencias colectivas e individuales de los actores. Más bien, su cultura política presenta características de una cultura de transición y abandono paulatino de prácticas políticas tradicionales y verticales.

Conclusiones y recomendaciones

La cultura política local de los participantes permite apreciar que en la vida polí- tica de su municipio coexisten prácticas tradicionales como caciquismos, cliente- lismos, corrupción electoral, corrupción gubernamental, injerencia de la Iglesia y baja institucionalización, con nuevas prácticas como la participación ciudadana organizada. Esta situación supone un escenario de imbricación y cambio donde: uno, la ciudadanía organizada tiene como desafío consolidar un papel más activo en la correlación de fuerzas por la definición de los asuntos colectivos del muni- cipio; y, dos, debe haber una profesionalización del aparato gubernamental y una reedición de sus ámbitos de interés y acción para afrontar más satisfactoriamente las diversas demandas de la población.

En conclusión, el grupo de entrevistados tiene una cultura politica ligada a una incipiente ciudadanía que cuestiona el desempeño de sus autoridades y pugna por una aplicación eficaz, transparente y sensible de los recursos públicos. De la misma manera, según lo indicado por Olvera (2007) y Serrano (2015), tiene una idea de participación más cercana de una participación ciudadana que de una participación política. Los entrevistados conciben la política como un espacio de negociación de sus necesidades básicas. Y, en ese sentido, las inconformidades que existen ante el trabajo de los últimos gobiernos municipales se ven proyec- tadas en el anhelo de una mayor participación en la toma de decisiones de go- bierno, de procesos electorales más democráticos y de una sociedad con menos carencias. Como ha sido descrito por Krotz (1997), este aspecto utópico de su cultura política es una expresión de inconformidad con el presente y de las espe- ranzas de que el futuro será distinto y mejor, por ello se trata de una dimensión capaz de orientar su acción política individual y colectiva.

Casi para finalizar, considérese que esta investigación es la primera sobre el tema en Tepetlán y una de las primeras en estudiar la cultura política ciudada- na en una municipalidad de la entidad desde un modelo analítico diferente a la propuesta clásica de la corriente politológica. Su abordaje, que se distingue prin- cipalmente por el empleo de una metodología cualitativa, por la consideración de una perspectiva local de la cultura política y por la búsqueda de una congruencia epistemológica entre teoría y metodología, permitió obtener una riqueza de infor- maciones en campo y posibilitó identificar las singulares tramas de significados compartidos que constituyen (parte de) la cultura política local de habitantes que muestran actitudes y prácticas políticas ciudadanas emergentes.

Por supuesto que la profundidad socioantropológica de los datos facili- tados por una metodología cualitativa apoyada en entrevistas no es elemento su- ficiente para generar conclusiones estadísticamente representativas al total de la población o del espectro total de fenómenos políticos que ocurren en un espacio social determinado, como es el municipio de Tepetlán. Se requiere continuar con la búsqueda y ejecución de propuestas de investigación que permitan: a) superar las limitantes teórico-conceptuales y metodológico-operativas persistentes en el campo de estudio y al interior de cada corriente particular de investigación, for- taleciendo así el diálogo académico sobre el tema; b) una mayor comprensión de las realidades políticas del país a partir de estudios de caso históricos, com- parativos, mixtos, locales, regionales, etcétera, en esta municipalidad y en otros espacios y colectividades; y c) generar pautas que fomenten en los ciudadanos y las instituciones la reflexión y fundamentación de los procesos de toma de deci- siones político-sociales. ֍

Referencias

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CASTRO, PABLO (2011). “Cultura política: una propuesta socio-antropológica de la construcción de sentido en la política”. Región y Sociedad, Núm. 50, pp. 215. doi: 10.22198/rys.2011.50.a49

(2009). “Cultura política y participación electoral”. En: Pablo Castro y Héctor Tejera. Teoría y metodología para el estudio de la cultura, la política y el poder. (pp. 147). México, D. F.: Universidad Autónoma Me- tropolitana-Iztapalapa/Miguel Ángel Porrúa/Consejo Nacional de Cien- cia y Tecnología.

(2008). “Imaginarios electorales en el sur del estado de México”. En: Pablo Castro. Procesos políticos contemporáneos. (pp. 217). México, D. F.: Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología/Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa/Universidad Autónoma del Estado de México/ Miguel Ángel Porrúa.

(2005). “Cultura política, comportamiento electoral y emergencia de la ciudadanía”. En: Pablo Castro. Cultura política, participación y relacio- nes de poder. (pp. 169). México, D. F.: Universidad Autónoma Metropo- litana-Iztapalapa/El Colegio Mexiquense, A. C.

CONSEJO NACIONAL DE EVALUACIÓN DE LA POLÍTICA DE DESARROLLO SOCIAL (2015). Pobreza a nivel municipal 2010 y 2015. Recuperado de https://www.coneval.org.mx/Medicion/Paginas/consul- ta_pobreza_municipal.aspx

DE LA PEÑA, GUILLERMO (1996). “Testimonios biográficos, cultura popular y cultura política: reflexiones metodológicas”. En: Esteban Krotz. El estudio de la cultura política en México (perspectivas disciplinarias y actores políticos. (pp. 389). México, D. F.: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes/Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.

FLICK, UWE (2015). El diseño de investigación cualitativa. Madrid: Ediciones Morata.

GEERTZ, CLIFFORD (1987). La interpretación de las culturas. México, D. F.:



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