Carta Editorial
In memoriam
Sirvan estas breves palabras para rendirle homenaje a los compañeros que han fa- llecido el último año. Los hemos llorado, nos hemos entristecido, pero deseamos recordarlos por siempre. Los vamos a extrañar mucho y cuando al fin regresemos de esta pandemia, en nuestro lugar de trabajo (que también es nuestra casa), sen- tiremos un vacío insondable.
Nuestro más sentido pésame a los familiares y deudos de:
Juan Antonio Pech López (Cholo), técnico de mantenimiento, 30 años de antigüedad.
Ramón Sánchez Hernández, responsable de servicios generales, 30 años de antigüedad.
Tomás Ramos Rodríguez, profesor- investigador y coordinador de la Lic.
En Literatura Latinoamericana
Nos hubiera gustado escribir más, contar algo sobre sus vidas y relatar algu- nas de las tantas anécdotas vividas en la facultad. Pero no tenemos palabras. Y como esta nota está dirigida a quienes les sobreviven, creímos adecuado compartir este poema que dentro de tanta tristeza nos llena de esperanzas. De hecho, así se titula: ESPERANZA y es de la autoría de Alexis Valdés y fue escrito durante esta pandemia.
Cuando la tormenta pase y se amansen los caminos y seamos sobrevivientes de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso y el destino bendecido nos sentiremos dichosos tan solo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo al primer desconocido y alabaremos la suerte de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos todo aquello que perdimos y de una vez aprenderemos todo lo que no aprendimos.
Ya no tendremos envidia pues todos habrán sufrido. Ya no tendremos desidia, seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos que lo jamás conseguido, seremos más generosos
y mucho más comprometidos.
Entenderemos lo frágil que significa estar vivos.
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado, que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.
Y quizás el viejo pobre era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre porque estabas apurado.
Y todo será un milagro y todo será un legado y se respetará la vida,
la vida que hemos ganado.
Cuando la tormenta pase, te pido Dios, apenado,
que nos devuelvas mejores, como nos habías soñado. ֍