Resumen: En el siglo XXI las comunidades y los territorios regionales considerados como destinos turísticos de los países de Latinoamérica experimentan procesos sociales, culturales, económicos y políticos inherentes a las prácticas e interacciones de sus espacios, tiempos y poblaciones, pero excepcionalmente intervenidos por agentes externos. Dada su complejidad, aunque estas realidades socioeconómicas para el entretenimiento se instituyen localmente y son concomitantes con el desarrollo regional, configuran relaciones multisituadas intervenidas por lógicas capitalistas y con nexos a las políticas estatales. El acercamiento al turismo cultural es con la intención de comprender estos lugares como sistemas mundo, repensando los tiempos espacios múl- tiples y abiertos. Es un pasaje a los destinos con avistamientos naturales, que rodean un patrimonio material e intangible y afianzan las economías locales para favorecer la mercantilización de los elementos culturales, especialmente los derivados de los emprendimientos del conocimiento y la creación de autoría. Con una perspectiva interdisciplinaria y traspasando fronteras investigativas, el reconocimiento cualitativo acude a los datos, pero no tras una luz comparativa y esencialista de los hallazgos empíricos, la narrativa etnográfica expone lugares, desvela procesos, centra contextos, ambienta escenarios y entraña a sus actores en las regio- nes de Colombia y México, un viaje breve en las rutas del turismo patrimonial y mágico respectivamente.
Palabras clave: Turismo, cultura, economía, interdisciplinariedad y emprendimiento.
Abstract: In the 21st century, communities and regional territories considered as tourist destinations in Latin American countries experience social, cultural, economic and political processes inherent to the practices and interactions of their spaces, times and populations, but exceptionally intervened by external agents. Given their complexity, although these socioeconomic realities for entertainment are instituted locally and are concomitant with regional development, they configure multi-situated relationships intervened by capitalist logic and with links to state policies. The approach to cultural tourism is with the intention of understanding these places as world systems, rethinking the times of multiple and open spaces. It is a passage to destinations with natural sightings, which surround material and intangible heritage and strengthen local economies to favor the commercialization of cultural elements, especially those derived from knowledge venture on and the creation of authorship. With an interdisciplinary perspective and crossing investigative border, qualitative recognition turns to the data, but not after a comparative and essentialist light of the empirical findings, the ethnographic narrative exposes places, reveals processes, centers contexts, sets scenarios and involves its actors in the regions of Colombia and Mexico, a brief journey the routes of heritage and magical tourism respectively.
Keywords: Tourism, culture, economy, interdisciplinarity and entrepreneurship.
Artículos Académicos
Las rutas del turismo: un Pueblo Patrimonio del Tolima (Colombia) y el Pueblo Mágico en el Valle Poblano-Tlaxcalteca (México)
Tourism routes: a Heritage Town of Tolima (Colombia) and the Magic Town in the Poblano-Tlaxcalteca Valley (Mexico)
Recepción: 09 Mayo 2024
Aprobación: 27 Diciembre 2024
Sobre la mitad del siglo pasado las ciencias sociales generaron distintos esfuerzos académicos para involucrarse con las instituciones estatales en el diseño de las políticas del turismo en general como sitios y experiencias, enseguida otras inten- ciones fueron condensar conceptos, metodológicas y tipologías Y recientemente, a través del abordaje interdisciplinario han incursionado en varias problemáticas del fenómeno, enclaves en el entramado de relaciones múltiples con procesos y contradicciones locales pero también en su integración con las economías del mercado capitalista y la globalización.
Dada su relevancia, las siguientes páginas tienen como propósito integrar el bosquejo sobre el turismo cultural, una proximidad teórica y con develaciones empíricas, el énfasis acuña las distinciones del patrimonio y sus revelaciones socioeconómicas en los emprendimientos de autoría. El punto de partida sitúa que los territorios comunitarios y regionales no son atomísticos, son lugares abiertos e implicados, entendidos en el sistema mundo y orientados a los macroprocesos de la economía neoliberal, la globalización y la sobremodernidad. Como en los sitios de atracción turística concurren prácticas económico-culturales e influen- cias de políticas estatales, importa interrogar, ¿qué actividades del conocimiento inspiran emprendimientos e intervienen elementos de la cultura para alentar el desarrollo y las economías en los Pueblos Mágicos y Patrimonio? Para posibles respuestas es necesario reconocer in situ sus procesos, los actores y la agencia de lo local con el exterior.
Al mostrar interés por las realidades turísticas en el conjunto de relaciones a través de las creaciones y la comercialización de sus emprendedores de autoría, los métodos revisados acercan a describir si esos destinos configuran tiempos espacios de interacciones multisituadas; de la cultura local al tejido de elabora- ciones socioeconómicas con el mercado regional, nacional y global. Por ende, la delimitación metodológica considera un reconocimiento etnográfico, entre “la reflexividad” y “el estar allí”, cuyas fases investigativas reúnen información de campo y datos documentales, para caracterizar hallazgos generales y particulares de los espacios organizacionales, emblemas y sitios identificados como patrimonio donde transcurre el turismo colonial y mágico. Es una sistematización de datos que concentra el territorio y su riqueza cultural, pero sobretodo en la dinámica socioe- conómica con escenarios que los va conectando con espacios geoculturales, dado que los sistemas locales son estructurados y actúan con la sociedad más amplia.
Y, finalmente se presenta una narrativa que sitúa al Pueblo colonial de Honda en la zona provincial del centro de Colombia, departamento de Tolima; y posteriormente se describe el Pueblo Mágico del Altiplano Central de México, Tlaxco, del estado de Tlaxcala. Ambos lugares distintivos del turismo cultural y la exposición de los elementos del patrimonio tangible e intangible, han motivado novedosos emprendimientos de creación para la comercialización y su proyección al interior como fuera de sus territorios.
A doce años de la reunión sobre” Ciencia y humanismo” convocada en 2012 por la Academia Mexicana de Ciencias, los retos del conocimiento científico multi- disciplinario se plantean que, deben provocar irrupciones teóricas y conceptuales, así como “diluir las fronteras” metodológicas entre disciplinas e impuestas a los campos de las ciencias del siglo XXI (Martínez, 2013, p. 23). Es inobjetable que las intenciones de la investigación social, y particularmente la antropología, consideran temas transversales interdisciplinarios como el turismo, que concita marcos referenciales complementarios con la economía, la historia y otras cien- cias, porque sus contextos actúan como sistemas con estructuras, dinámicas y lógicas extendidas, son lugares que advierten procesos multifactoriales donde las interacciones de los agentes económicos traspasan lo inmediato.
Al inicio de este siglo se derivó una crisis de las representaciones sociales y la emergencia de teorías y métodos disciplinares limitados, en consecuencia, se han preferido los hipertextos que enlazan autores y fuentes de información signifi- cativa para abordar los fenómenos contemporáneos con una visión integral frente a las complejidades de correlaciones entre los sistemas locales con la sociedad moderna en la era global. Por ejemplo “Análisis de sistemas-mundo. Una Intro- ducción” de Wallerstein (2005); es una aproximación de los sistemas-mundo con los procesos sociales y el saber, que puede dialogar con “La antropología como crítica cultural. Un momento experimental en las ciencias humanas” de Marcus y Fistcher (2000) y “Etnografía en/del sistema mundo. El surgimiento de la etno- grafía multilocal”, de Marcus (2001). Igual que con Augé (2000 y 1998) “Los
«no lugares» espacios del anonimato. Una antropología de la Sobremodernidad” y “El viaje imposible. El turismo en sus imágenes”. Todos estos textos muestran cercanía teórica para comprender los sistemas culturales como lugares y sus res- pectivas conexiones con el mundo: los procesos macrosociales, las estructuracio- nes socioeconómicas y las políticas estatales.
En ese orden las ideas de Wallerstein (2005, p.10), permiten una contigüi- dad sobre la realidad social, destacando la complejidad de la sociedad contempo- ránea dispuesta en un conjunto de sistemas dinámicos con nexos, pertenencias.
impactos, vivencias e interacciones intestinas y con el exterior. Las estructuras de una cultura local o regional congregan un abanico de situaciones múltiples, donde las “instituciones-estados y sistemas interestatales” como las “compañías de producción, marcas, clases, grupos de identificación de todo tipo- […] forman una matriz que permite al sistema operar”.
Los sistemas mundo figuran espacios sociales que comprenden territorios históricos y contextos, aunque tienen una identidad colectiva sus actores experi- mentan relaciones diferenciadas derivadas de los procesos políticos y económicos, con los estados-nacionales y otros sistemas que los vinculan. Figuran “economías e imperios, pero sin ocupar la totalidad del globo, porque son una zona espa- cio-temporal, que atraviesa múltiples unidades políticas y culturales”. La relación y cambio entre sistemas mundo son estructurales, sus actores se sujetan a las diná- micas macrosociales de la economía, la política y la geocultura, atravesados por asimetrías (Wallerstein, 2005, p 27). En suma, al considerar un sistema cultural se perciben relaciones con la sociedad, el Estado, el orden capitalista y sus mercados.
Los planteamientos de Marcuse (2001, p. 111), prueban que, en décadas recientes las investigaciones de las ciencias en general y las sociales en particular, han colapsado sus conceptos tradicionales y sus miradas unilocales, ante un rela- tivo alcance y dada la complejidad actual de los cambios socioculturales, así como su vulnerabilidad de cara a los impactos macrosociales y la multidimensionali- dad económica del capitalismo. Esta perspectiva coincide con la de Wallerstein, justamente al proponer superar el análisis fragmentario y relativista de lo local, y en consecuencia “analizar el contexto histórico y contemporáneo de los sistemas mundos”, con enfoques y “campos interdisciplinarios y nuevos objetos de estudio” (Marcuse y Fischer, 2000, p. 42).
En esa línea comprensiva hacia los estudios del turismo contemporáneo, las relaciones de las culturas con el mundo global son anónimas, efímeras y tran- sitorias, representan lugares-no lugares expuestos a la sobremodernidad:
[…] un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un no lugar […] la sobremodernidad es productora de no lugares, es decir, de espacios contrarios a la modernidad […] La distinción entre lugares y no lugares pasa por la oposición del lugar con el espacio El término “espacio” en sí mismo es más abstracto que el de “lugar”, y al usarlo nos referimos al menos a un acontecimiento (que ha tenido lugar), a un mito (lugar dicho) o a una historia (elevado lugar) (Auge, 2000, p. 83)
El lugar es el territorio multilocal y el no lugar son espacios impersonales difusos en el que transcurren interacciones ambiguas del mundo globalizado. El primero puede ser una región focalizada en la que los turistas filman y fotografían los luga- res, mientras que el segundo es una complejidad de turismo industrializado o como aquel “calidoscopio ilusorio”. En la última el viajero alcanza “sol e imágenes” intangibles, los no lugares signan la diversidad y dividen la cercanía social, de
la naturaleza y el arte, por ejemplo, generar un producto comercial, es “la ficcio- nalización del mundo y la desrealización aparente, donde unos se convierten en espectadores y otros en espectáculo”. El autor supone que “una de nuestras tareas sea aprender a viajar en todo caso, a las regiones más cercanas a nosotros, a fin de aprender nuevamente a ver” (Auge, 1998, p.18), a realizar turismo en los lugares.
Los autores referidos coinciden en la comprensión interdisciplinaria y antiesencialista sobre las múltiples correlaciones de los contextos culturales con la sociedad, esos sistemas mundo atraviesan una compleja red de sistemas diná- micos. En este sentido, el abordaje de los destinos del turismo cultural como representaciones sociales organizadas y realidades socioeconómicas multisitua- das, encaminan a los lugares: territorios regionales, comunitarios e instituciones, que distinguen su patrimonio como las creaciones de sus emprendedores para la mercantilización. Semejan tiempos espacios difusos que advierten procesos, interacciones, fragmentaciones y vínculos al exterior, una ubicua exaltación de las economías del turismo de los Pueblos Mágicos y Patrimonio sobre sitios, objetos, elementos identitarios y elaboraciones de autoría. Tales escenarios sor- tean las políticas estatales, el dinamismo del capitalismo y el mundo global en la sobremodernidad del siglo XXI.
Las crisis económicas del siglo pasado y el presente han profundizado desigual- dades sociales y acentúan el desempleo en los territorios provinciales, sumando problemáticas como la pobreza, la presencia del crimen organizado, el cambio climático y la pandemia del COVID 19. En América Latina las comunidades y regiones con una creciente industrialización y propicias a las economías de servi- cios turísticos, integran redes comerciales que permiten a sus poblaciones y agen- tes intervenir lugares y recursos naturales de sus entornos, exaltar el patrimonio cultural, los emblemas históricos y sus imaginarios.
Los modelos de los “turismos de masas” (González, 2023) devienen como respuestas a las crisis del capitalismo neoliberal que impera, al ser uno de los móvi- les que estructuran los contextos en las geografías de la globalización, los mercados y la modernidad, en ese margen maniobran las economías del turismo rural o cultu- ral. Según los planteamientos del mismo autor sobre tal tipología se consideran los Pueblos Mágicos de México y los Pueblos Patrimonio de Colombia, los cuales con y sin un marketing actúan como marcas de distinción, redescubrimiento y exposi- ción, para alentar políticas de autoempleo y sostenibilidad sobre los elementos de pertenencia, la creación e innovación. Pero también en estos lugares se genera el extractivismo del patrimonio y la precarización de la vida o la mano de obra, al sobrexponer el contexto, las estructuras organizacionales, los territorios estratégicos y sus actores en la mercantilización de sus bienes, saberes y creaciones.
Durante el capitalismo de la segunda década del siglo XXI, el Fondo Moneta- rio Internacional y los Estados nacionales como Colombia y México promovieron las “economías naranja”, “creativas” o del conocimiento, instrumentaron políticas neoli- berales emergentes para incentivar el desarrollo y el autoempleo en las comunidades a través de las PyME y los emprendimientos, medidas tendiente a fortalecen el sector de los servicios. Los emprendimientos derivan de individualidades o asociaciones en las producciones de autoría, creatividad, ingenio tangible e intangible, motivadas localmente, pero con fines de comercialización, en un contacto con el mundo de los intercambios y negocios cautivando las artes y talentos de hombre y mujeres, donde se crea, vende y consume la propiedad intelectual y la cultura. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2013), llama el conjunto de actividades e ideas convertidas en emprendimientos de bienes o servi- cios culturales, con valor en la propiedad intelectual y conformando una “economía cultural, de las industrias creativas y sus áreas de soporte”1.
Las ciencias económicas consideran los emprendimientos2 en escenarios de mercados, actividades cuya capacidad es partir de cero para crear un proyecto, una iniciativa o un negocio (School, 2020). Conjuntan maneras de pensar, razo- nar y actuar con la finalidad de crear riqueza: “es una forma […] centrada en las oportunidades, planteada con visión global y llevada a cabo mediante un liderazgo equilibrado y una gestión de un riesgo calculado; su resultado es la creación de valor que beneficia a la empresa, la economía y la sociedad” (Ley 1014 Colombia, 2020). Esos rasgos son el sumario o rutas críticas de las economías naranja que mercantilizan el turismo cultural en sus territorios.
Hace casi cuatro décadas que Gasché (1986) inició con un estudio antro- pológico sobre el turismo y sus impactos en las sociedades tradicionales, aludía a las determinaciones que vislumbraban acciones político-empresariales, sea en industrias de inversión privada, incluso con participación estatal o de sus agentes locales que de forma individual o colectiva convierten “su cultura como mercan- cía”. Hoy los turismos son un fenómeno exponencial, como tema interdisciplinario y objeto de indagación, por ejemplo, hay quienes los clasifican y problematizan; los de alta demanda o el internacional, el convencional de playa, el colonial de ciudades como museos y zonas arqueológicas, además del moderno de las socie- dades complejas e industrializadas (Salazar, 2013).
1 UNESCO. Información de http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/CLT/
images/UNESCOCulturalandCreativeIndustriesguide_01.pdf.
2 Park & Masi, (2015) lo relaciona al símil del juego de azar, porque los seres humanos son dados a “la innovación, creatividad, a la propuesta de oportunidades”, entre “el riesgo excesivo o el fra- caso que pueden tomar sus actividades empresarias, en donde el que más apuesta, aún a concien- cia de poder perderlo todo, es el que más gana”. Mientras que McClelland (2018), lo asocia a la teoría motivacional: Características del Comportamiento Emprendedor, que mide las necesidades humanas con la motivación, las personas en el tiempo desarrollan diferentes necesidades según sean las experiencias vividas y las externalidades, eso los conduce a innovar ante los escenarios para generar emprendimientos y vincularse con los sistemas comerciales.
El turismo en México y Colombia depende en gran medida de las inversio- nes combinadas entre participaciones estatal y privada, con políticas económicas heterodoxas que en apariencia fundan el desarrollo local y la sostenibilidad, pero en realidad transcurren sobre una apresurada comercialización del patrimonio natural y cultural. Donde los lugares y las tradiciones se reducen a “marcas de símbolos tangibles e intangibles, para que los grupos con sus territorios, poblacio- nes y elementos culturales, se sometan al servicio de la industria del espectáculo” (Oehmichen, 2013, p. 17). De la divulgación al tejido de relaciones económicas ocurren eventos consecuentes como la turistificación y la gentrificación, que gene- ran relaciones diferenciadas en las sociedades y comunidades que son impactadas estructuralmente y transformadas por el turismo en sus ámbitos inmediatos, la espa- cialidad, la vida cotidiana y “hasta el cuerpo de las personas” (Rodríguez, 2023).
Hoy los turismos semejan un expansionismo a los marcos comerciales, originan relaciones económico-políticas que se entrecruza con denominaciones locales o articulando elementos nacionales, sus nombres alternativos surgen de las nuevas demandas de consumo y necesidades como: el rural, el ecoturismo o de naturaleza de aventura, el agroturismo y el cultural (Guevara, 2019). En ellos se destacan símbolos e identidades, representan el conjunto de relaciones entre sujeto y destino turístico, así como el marketing y los elementos exógenos que determi- nan “la satisfacción, el deseo de la permanencia y el retorno” (Korstanje, 2007).
Las particularidades del turismo cultural es que, entre otras razones surgen para promover y reactivar las economías locales, aprovechando múltiples espa- cios y recursos para la persuasión turística. Se instituyen con la plena intención de generar autoempleos y propiciar derramas económicas en el sector terciario, además de captar recursos con la exposición del patrimonio y las manifestaciones de la tradición, la incursión en el paisaje natural y la divulgación arquitectónica. El contexto de este tipo de turismo figura “una revitalización física y opciones financieras a partir del espectáculo, el consumo y la atracción del capital privado y las políticas públicas”. Además, en el caso de los Pueblos Mágicos-Coloniales se agregan “la valoración simbólica, la mercantilización de los espacios cotidianos y el patrimonio edificado” (Cruz, Vázquez y Velázquez, 2022, p. 163).
Los lugares destino turístico conforman sistemas territoriales y son tiem- pos espacios, una comunidad o una región entera cuenta con una riqueza de recur- sos y símbolos: entornos naturales, geográficos y sociales, emblemas culturales, patrimoniales e históricos, constituyen atributos, visibilizan lugares y organiza- ciones, apuntalan servicios de gastronomía y hospedaje, actividades deportivas como recreativas y más. Alrededor de los sitios del turismo colonial y mágico de Colombia y México, suceden actividades productivas que alinean políticas del desarrollo sostenible, a través de la conservación y difusión del patrimonio natural, cultural e histórico, con diacríticos tangibles e intangibles. Por un lado, concurren la reproducción de las economías la cultura, y por otro, los emprendi-
mientos adaptan a novedosas expresiones de creación y saber, para divulgarse y su comercialización.
Con las economías del conocimiento se reconoce el valor de autoría; con y sin derechos legales y legítimos en las realidades del turismo. Los emprendimien- tos creativos conjuntan ideas y talentos, nuevos o adaptativos, destacan porque transforman e intervienen recursos múltiples en productos, bienes o servicios. Entre ellos los de uso excepcional, de entretenimiento y las actividades decorati- vas: las artesanías, el arte popular, las obras de arte e intelectuales y otras. Es la capitalización y movilidad del conocimiento y sus objetos, los saberes y la crea- ción, artística, educativa, ancestral, de entornos naturales y espacios culturales. Pensar el turismo cultural en los Pueblos Mágicos y Pueblos Patrimonio orienta sus características y la denominación en cada país como marcas del patrimo- nio, conlleva a identificar los procesos mediante los cuales éstos constituyen una infraestructura material, los servicios, sus atractivos bioculturales y sus actores. Los mercados del turismo exaltan y comercian la naturaleza, el folklore y diver- sas actividades económicas formales e informales. Los emprendimientos de los símbolos identitarios o la propiedad intelectual son un juego que especula las fronteras de lo propio y lo externo, prácticas e ideología localistas y relaciones de poder estatal y con los sistemas mundo (Ramírez, 2021, p. 87).
Por lo anterior, el turismo cultural es un enclave del crecimiento y desa- rrollo de las economías del patrimonio sobre relaciones multilocales, cuyos domi- nios locales arraigan prácticas sociales y culturales, interactúan con las políticas estatales y son sistemas interdependientes a las lógicas del mundo moderno y los mercados. Los Pueblos Coloniales de Colombia y los Pueblos Mágicos de México, develan territorios turísticos, experimentan economías de emprendimiento sobre la creación y el conocimiento, en abigarrados procesos de integración alrededor de los panoramas sombríos del siglo XXI, y en el marasmo de un neoliberalismo capitalista con sus contradicciones.
Una de las etapas de revisión bibliográfica consistió en identificar los métodos: los tiempos espacios y las etnografías multilocales, que se desprenden de las ideas de Wallerstein (2005) y Marcuse (2001). Ambos autores plantean la interconexión sistemas mundo como espacios extensivos de los territorios locales con la socie- dad, el Estado y el capitalismo. Para estudiar los temas y problemáticas en las ciencias sociales es útil el método del saber, que fundamenta la subjetividad, el continuo de prácticas, los actores y la pertenencia del investigador. Considera los tiempos espacios como construcciones sociales; contextuales, económicas y políti- cas, los procesos de interacción son verídicos y recurrentes en los sistemas-mundo, también los aspectos históricos transforman la realidad y la experiencia. Perma-
necen a lo largo del tiempo, pero no son idénticos, emergen de un momento a otro, “su paradoja, pero no su contradicción, no es un arte sin acertijo sino de un desafío” (Wallerstein, 2005).
Actualmente los campos de la ciencia y la tecnología acuden a lo inter- disciplinario para revalorar los estudios en sus tramas de los objetos sociales y culturales, por eso la metodología de investigación multisituda es adecuada porque lleva a comprender uno o diferentes sistemas interrelacionados socioeconómica y políticamente, suceptibles de observar y describir a las personas, sus costumbres y su cultura en escenarios propios y extraterritoriales (Marcuse, 2001, p. 116). La examinación unilocal o el relativismo situado es limitativo, por eso la etnografía como investigación y narrativa tiene que cerciorar las interacciones múltiples, con atributos que reconozcan sitios, relaciones y la articulación entre las acciones y sus agentes; “lo cercano” del “aquí y el ahora”, describir lo observable y lo que se oye, identificar “el afuera”, “lo lejano” o “subdesarrollado” (Auge, 2002, p. 14).
Utilizando los métodos cuantitativos3, cualitativos y mixtos4, una investi- gación multisituada puede alcanzar a fortalecer su argumentación, con los marcos referenciales y a la luz los datos. Cuando acude al enfoque cualitativo consta de procedimientos inductivos, sistémicos y dinámicos, las técnicas e instrumentos espe- cializados ayudan a recabar información sobre lo que se observa, hacen, piensan interactúan y sienten las personas en un contexto, pero determinado por relaciones con el exterior, además es descriptivo, analítico e interpretativo (Escudero y Cortés, 2018). Con una cualificación documental y de campo se narran sitios de interés del turismo colonial, los cuales permiten identificar los lugares tiempos espacios en las generalidades del patrimonio y los procesos socioeconómicos intersistémicos, y que de igual manera ayudan a situar en ellos a los emprendedores y las lógicas comerciales de sus creaciones. Para esto fines la metodología consistió de:
Investigación gabinete o documental. Esta fase condujo a la recopilación bibliográfica para fortalecer el tema como problema y construir el diálogo teóri- co-metodológico. El acopio de fuentes documentales; censos interinstitucionales, informes, notas hemerográficas y otros. Así como la revisión de mapas para ubicar las regiones, los municipios y los pueblos coloniales y mágicos de Colombia y México.
Trabajo de campo, datos, dilemas y pertenencias. El trabajo de campo aunque es un rasgo distintivo de la antropología se ha retomado en las ciencias
3 La investigación cuantitativa es en un procedimiento deductivo, fundamentado en el dato numé- rico y estadístico, con instrumentos estructurados y medibles para analizar los datos (Echevarria, 2019).
4 Los “métodos mixtos” combinan ambos enfoques cuantitativos y cualitativos para recabar, analizar e interpretar datos: lo cuantitativo (numéricos, estadísticos y encuestas) y cualitativo (trabajo de campo observacional, entrevistas o grupos de discusión) (Fidas, 2016).
sociales, las etnografías5 resultan útiles por su flexibilidad para abordar lugares, tiempos espacios, actores y organizaciones, con una singularidad en la aprehen- sión de datos y la presentación narrativa. Se puede realizar en: “[…] un sitio concreto: una vereda, un poblado, un barrio o una ciudad. Este lugar […] puede ser también una institución (una escuela o una alcaldía […]), una organización (un movimiento social o una organización no gubernamental, […]) o una empresa […]”, esos lugares “están multisituados” (Restrepo, 2018, p. 33).
Las etnografías de relaciones multisituadas posibilitan investigaciones pro- fundas, genuinas como acción y método, para interaccionar en campo y generar reflexividad. Es un encuentro entre el investigador y los actores al “estar allí”, involucrarse en los territorios y realidades sociales (Guber, 2008). Empleando técnicas como la observación y las entrevistas a profundidad concitaron una cerca- nía a los territorios turísticos. Las estancias de campo fueron invariables y breves, el estar allí en la proximidad social, significó situar los lugares del turismo cultural y su dinamismo geoterritorial, en dos países y sus regiones: El departamento de Tolima en Colombia y el Valle Poblano-Tlaxcalteca en México.
Y, el reconocimiento etnográfico6. Un método propuesto por Nutini y Barry (1989) ayudó a colectar información empírica y documentar hallazgos, es un organizador de datos para una narrativa breve. Son estudios de corto o largo alcance; sincrónicos y diacrónicos, de una comunidad representativa e inserta al contexto regional. Se interesan por la organización tradicional, los impactos del cambio y la modernidad, los procesos de desarrollo e integración de lo local con lo externo. A diferencia de los estudios profundos, prolongados e intensivos sobre amplias áreas culturales, el reconocimiento etnográfico logra resultados prácticos. El bosquejo es un continuo por el territorio y las estructuras socioeconómicas7, los
5 En el libro, La etnografía, Método, campo y reflexividad (Guber, 2008, p.11), se plantean dos preguntas: ¿Acaso vale la pena escribir un volumen sobre trabajo de campo en los albores del siglo XXI? ¿Por qué alentar una metodología artesanal en la era de la informática, las encuestas de opinión y el Internet para conocer de primera mano cómo viven y piensan los distintos pueblos de la Tierra?
6 Consta de visitas breves a una o diferentes comunidades de una región para obtener información empírica, no es atomístico y se interesa en identificar “los diacríticos” o “denominadores cultura- les” del contexto (Adams 1957, p. 12; como se citó en Nutini y Barry,1989).
7 La estructura original es de Nutini y Barry (1989), pero para nuestros fines se considera: Nota
histórica: acontecimientos cronológicos.
Organización territorial: Entornos naturales y población, país, entidad federativa-departamento, municipio, regiones pueblos mágicos y coloniales.
Economía por sectores y cultura material: Agricultura y ganadería, corredores e industrias, Py- MES, comercios y oficios locales, turismo y artesanías, emprendimientos, creadores, artistas y organizaciones culturales, división del trabajo, mercados y autoservicios, hoteles y restaurantes. Organización social: -Estratificación social, sistemas y estructuras organizacionales, instituciones educativas. Organización política: estructura del gobierno local, jerarquías civiles, poderes for- males e informales, categorías y pertenencias estatales,
Organización religiosa; católicos, cristianos y otros,
Ciclo de la vida: Interacciones sociales y grupos familiares.
procesos de cambio y la modernidad. Así los recorridos de campo tuvieron como propósito: el Pueblo Colonial de Honda (Colombia) y el Pueblo Mágico de Tlaxco (México), y como logro; entrevistas con actores de la creatividad, innovación y emprendimiento.
En suma, la información y sistematización de datos es una expedición que atiende a los lugares del turismo cultural, comprendidos como sistemas-mundo, intervenidos por procesos económicos, políticos y sociales en el continuo de tiem- pos espacios. Los panoramas apuntan pasajes e imágenes y las experiencias con- versacionales con los emprendedores, las miradas binacionales describen entornos naturales, la organización y los diacríticos culturales, los símbolos que encumbran los emblemas del patrimonio la historia y tradición, la persistencia y las interac- ciones externas. Todo esto en el presente etnográfico en dos Pueblos, el turismo patrimonial (Colombia) y mágico (México) que campean en el siglo XXI sobre un contexto regional y sistémico: el capitalismo, el Estado y la modernidad.
Honda un Pueblo Colonial y de economías naranja. El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y La Red Turística de los Pueblos Patrimonio de Colombia, considera a este municipio, del departamento de Tolima, con el estatus de Pueblo Patrimonial y Colonial desde 2010. La llaman “ciudad de los puentes”, porque en sus calles se levantan más de cuarenta, los cuales permiten cruzar los ríos Mag- dalena, Gualí, Guarinó y Quebrada seca, se ubica en una región aspiracionista del sector terciario “el progreso económico y político” y el desarrollo social. “Aso- mándose al siglo XXI Honda se proyecta como destino turístico patrimonial, dada su valiosa y singular arquitectura y urbanismo”8.
En la ruta de la historia, el tiempo y el espacio de esta pequeña ciudad colombiana, muestra arraigos y procesos dinámicos, para sí y con el exterior. Reconocido como un puerto de amplia importancia económica pesquera y comer- cial desde el pasado colonial, pero también la pueblan sucesos trágicos como las inundaciones que se cuentan sobre el rio Magdalena que se considera innavegable. A la fecha sigue siendo de importancia pluvial para las regiones andinas al centro del país, en especial para el departamento de Tolima que ha modificado radical- mente sus invariantes económicas.
8 Honda, Tolima. Pueblo patrimonio desde 2010.”La ciudad de los puentes”. Información de https://redturisticadepueblospatrimonio.com.co/es/pueblos/honda
Por décadas la región agrícola de Tolima, de la que forma parte la provin- cia de Honda, fue olvidada de las relaciones estratégicas comerciales y públicas, los macroprocesos económicos y las políticas nacionales. Pese a su consecuente contaminación de los mantos hidrológicos y una furtiva deforestación, subsiste una economía regional de la pesca, la ganadería vacuna y recientes áreas fabriles, y ahora proyectan los servicios del turismo cultural. El cual surge bajo programas de planeación nacional estatal, municipal y local, promoviendo el entorno natural con enfoque del desarrollo sostenible, así como la exposición patrimonialista, histórica y cultural, una opción novedosa, estratégica y pública para incentivar una derrama económica y los empleos en sus territorios.
El caso colombiano ejemplifica la instauración de políticas del turismo cultural implicadas en las economías del conocimiento, sobre contextos que incen- tivan el crecimiento y desarrollo local a través de los emprendimientos: autoem- pleos, microempresarios e “independientes”. Las llamadas “economías naranja” e impulsadas por su ideólogo el expresidente Iván Duque Márquez (2018-2022), vislumbran “las artes y el patrimonio, las industrias culturales y creaciones fun- cionales y nuevos medios y software de contenidos”9.
9 CNN ESPANO (25 de octubre de 2018). ¿Qué es la Economía Naranja que promueve el
gobierno de Iván Duque en Colombia? Información en https://cnnespanol.cnn.com/2018/10/25/
La Red de los 18 Pueblos Patrimonio de Colombia, destaca a Honda como un lugar turístico con emblemas y símbolos, un tiempo espacio del patrimonio. El mercado o “el Partenón del Tolima”, es un lugar tradicional e importante para las transacciones comerciales, pero también de visitas guiadas sobre los arcos de estilo colonial. Hay 40 puentes; colgantes de antaño y actualmente modernos con amplias estructuras de acero y concreto, un remedo a los de Chicago en Estados Unidos, que de ser cruces peatonales hoy sirven de postal, una selfie para los hon- danos y visitantes. De igual importancia resultan las expresiones multitudinarias, donde la ritualidad y la fiesta se implican; el carnaval o “La subienda”, no solo simbolizan el estado natural de la abundancia de peces a la orilla de un río, sino la visita de miles de turistas y pobladores, cautivados entre el convite y la singu- laridad de sus festejos para movilizar una economía múltiple.
Como país impulsor de las economías naranja en las PyMES, se ha acen- tuado el turismo colonial de Honda, con servicios de hotelería, gastronomía, arte- sanías, ecoturismo y visitas guiadas. Unos de los rasgos que lo caracterizan como semillero de emprendimientos de conocimiento e innovación, es que intervienen elementos de la naturaleza y la cultura, pero que se apoyan de la ciencia y la tecnología. StartUp Comedy fundado en 2019 es un ejemplo de la creación y la innovación en las artes rescatando el patrimonio e historia lugareña para divul- garla en escenarios internacionales. Igual que CEO & Fundador de Dinomotion Studios, es una microempresa que recurre a la historia local y las tradiciones regionales, para idear videojuegos y la animación 3D. Ambos emprendimientos con modelos de negocios están pensados para un mercado global y geocultural, que emergen de un contexto y sistema multilocal, entre la cultura y tradición, pero cuyas estructuraciones económicas y políticas se entretejen con los mercados del capitalismo y el mundo moderno.
Pasando las dos décadas en que se instauró el Programa Federal de los Pueblos Mágicos de México, muchos años se consideraron a 132; el primero que recibió esa denominación fue Huasca de Ocampo(Hidalgo) en 2001, pero en el 2023 se adhirieron 45 más para sumar un total de 177 distribuidos en la geografía nacional. La Secretaría de Turismo (SECTUR), tiene como propósito incentivar lugares para alentar el desarrollo económico y el bienestar local, promover el empleo, divulgar a las comunidades con fines turísticos y sustentabilidad, exponer su arquitectura original, con riqueza de tradiciones, una historia profunda y con diacríticos cul- turales vigentes y adaptados. Para la SECTUR “un Pueblo Mágico es un sitio con símbolos y leyendas, poblados con historia […] escenario de hechos trascendentes
que-es-la-economia-naranja-que-promueve-el-gobierno-de-ivan-duque-en-colombia/
para nuestro país […] que muestran la identidad nacional en cada uno de sus rin- cones, con una magia que emana de sus atractivos […]”10. Reconocidos también con ese estatus por las instancias de turismo en cada estado, con vivencias propias a nivel regional y local, comprenden una diversidad de actividades culturales, inicialmente con el propósito de cautivar a los viajeros nacionales, actualmente con afluencia de visitantes de otros países.
El Valle Poblano-Tlaxcalteca alcanza a esas entidades federativas, un terri- torio étnico-cultural y alrededor de una megalópolis con zonas industriales, coha- bitan ciudades con pueblos originario; nahuas, otomíes, totonacos y popolocas. La “Ruta de Pueblos Mágicos” considera 13 de Puebla y tres de Tlaxcala. Del ultimo son: Ixtenco (el 28 de julio de 2023) de población yuhmu y guardiana del maíz nativo, Humantla (2007) con el arte efímero en “la noche que nadie duerme” o la “humantlada” y Tlaxco con haciendas coloniales e invenciones en madera fue incorporado al Programa de Pueblos Mágicos en 2015. El Observatorio Turístico de Tlaxcala del año 2023 señala como principales destinos de connacionales y extranjeros, que generan visita y suscitan una considerable derrama económica a los municipios de: 1)Apizaco, 2)Tlaxcala, 3)Huamantla, 4)Chiautempan, 5) Nanacamilpa, 6)Totolac, 7)Calpulalpan, 8) Santa Cruz Tlaxcala, 9)Tlaxco y 10) Yahuquemecan11.
San Agustín Tlaxco de Morelos, es un municipio del estado de Tlaxcala con 45,438 habitantes y un alargado territorio entre bosque y llano de 577.189 km212, fue nominado Pueblo Mágico por su amplia biodiversidad, un patrimonio histórico colonial de haciendas ganaderas y de hotelería-restaurantes en la región, con símbolos socioculturales tangibles e intangibles y más recursos que favorecen el turismo. Dos carreteras atraviesan su geografía, una federal gratuita y la otra con peaje, por ambas permiten el acceso a cuatro Pueblos Mágico importantes del estado de Puebla: Chignahuapan, Zacatlán, Huachinango y Cuetzalan. Tlaxco como lugar turístico tiene una integración regional, estatal y sistémica a los pro- cesos económicos nacionales y globales. Este destino forma parte de una singular región donde se desarrollan actividades agrícolas, ganaderas y forestales, también se han construido áreas fabriles en la manufactura y los textiles de empresas tras- nacionales como Ermo Industrial, S.A. de C.V. y Rosan Internacional/Fábrica, con fines de exportación para los mercados trasnacionales de Estados Unidos, Europa y Asia.
10 Secretaría de Turismo. Pueblos Mágicos de México. Información de https://www.gob.mx/sectur/articulos/pueblos-magicos-206528
11 Observatorio Turístico Sustentable de Tlaxcala (OTST). Información de https://observatorio-turisticodetlaxcala.com.mx/materiales/tlaxcala_estadisticas_mar23.pdf.
12 INEGI. Información de https://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/tlax/pobla-cion/.
En la cabecera municipal están las sedes de empresas e instituciones de bienes y servicios; bancarios, tiendas de autoservicio, líneas de autotransporte, escuelas de todos los niveles educativos y Campus Universitarios: de la Universidad Autó- noma de Tlaxcala y el Instituto Tecnológico de Tlaxco, sanatorios públicos y pri- vados, además de una variedad de comercios para el consumo general. El primer cuadro de la ciudad tiene un parque con bancas de esparcimiento, un quiosco al centro y dos letreros monumentales; uno en madera labrada artesanalmente y el otro industrializado, que dan la bienvenida a este Pueblo Mágico.
Al lado de las dos cuadras comerciales gastronómicas está el edificio del Ayuntamiento municipal con la Sala de Cabildo y la Galería de los presidentes municipales donde se resguarda un elemento icónico del patrimonio y la histo- ria local: el “espejo de Porfirio Díaz”; enmarcado en plata y que fue donado en 1894 a este municipio por ese expresidente de México, en una ocasión de viaje y
pernoctación cuando se hacían las inauguraciones de la extensión ferroviaria del país, entre finales del siglo XIX e inicios del XX. Y a una esquina con un estilo barroco sobresale la iglesia que tiene como santo patrono a San Agustín de Hipona, templo que data su primera construcción en el siglo XVII y la Capilla del Santo Calvario, para una feligresía altamente católica, de tradición “ranchera y crio- lla”, población de piel blanca y el gusto por la música ranchera con su corrido de “Tlaxco, Tlaxcala” y su propio himno, la fiesta brava, las peleas de gallos y montar a caballo.
Desde este lugar se divulga y comercializa el turismo mágico, se pro- mocionan aventuras de senderismo en los espacios naturales del municipio y sus comunidades limítrofes como el bosque o Sierra de Tlaxco y El Peñón; una protuberancia o accidente geográfico que figura como uno de los principales sím- bolos identitarios. A mitad de camino a las haciendas de hotelería-restaurante y recreativas, hay visitas a sus riachuelos y sus cavernas de pinturas rupestres en caminos a pie sinuosos y adversos. Las actividades forestales carboneras y ase- rraderos que talan la biodiversidad maderable perviven como empresas y ejidos que comercian sus productos para las regiones de Puebla y Tlaxcala, También van surgiendo grupos familiares de emprendedores que se dedican a la producción y venta de árboles navideños entre los meses de noviembre y diciembre, y aunque comercian la naturaleza lo fundan sobre ideas y prácticas de lo sostenible como Pueblo Mágico.
Hay sitios, monumentos históricos y objetos emblemáticos en el terruño, las empresas turísticas y líneas de autotransporte gestionadas por el la SECTUR hacen recorridos guiados los sábados y domingos, el tour sale desde la Ciudad de México o la capital tlaxcalteca con orientación a las haciendas pulqueras y gana- deras. Albergan hoteles, restaurantes y áreas de venta de creaciones artesanales y esparcimiento para el automovilismo, globos aerostáticos, gotcha y campamentos: Hacienda de Santa María Xalostoc, Hacienda de Santiago Tecomalucan, Hacienda de San Diego Xochuca, Kartodromo, Rancholandia y otras más donde se han filmado series y largometrajes del cine nacional e internacional.
Por haber nacido en Tlaxco, en el primer cuadro de la ciudad se encuen- tra la estatua de Victoria Dorantes; “La patria”, la mujer inspiración del artista Jorge González Camarena, que durante las décadas 1962-1972 su imagen fue la portada de los libros de texto gratuito de educación básica en México. Cuenta con los museos de: Historia, Arte y Tradición, el de Madera (MADEM) con la exposición privada de “El vocho”, la Biblioteca Carlos González. Sobre las calles de “Los portales” se encuentran sedes de la gastronomía local: La Casona de Don Agustín, Portal Jardín, Rincón Taurino y el “Mercado Gastronómico”, que ofrece a los comensales barbacoa de borrego, postre de requesón y pulques curados. Y al pie de la carretera en tramo Apizaco-Tlaxco-Chignahuapan hay restaurantes que en el menú a la carta recomienda comidas y bebidas nacionales e internacionales.
Para la incentivación y atracción turística se organiza una multitudinaria Feria de Tlaxco, que ocurre en las semanas previas al 28 de agosto con expos ganaderas y festivales artísticos culturales, muestras de comilonas y tianguis de artesanías. En septiembre del año 2023 como parte de su difusión presentaron sus atractivos en el Tianguis Internacional de los Pueblos Mágicos, celebrado en Los Ángeles, California, Estados Unidos. Un lugar que “es conocido por su producción de queso y pulque, y por la ancestral labor artesanal en el tallado de madera”, que proyecta “su riqueza tradicional, cultural y gastronómica”, para reconocer “por qué Tlaxco es mágico”. En su feria patronal reciben “al menos 100 mil visitantes” con una variada oferta de actividades, cuya derrama económica “estiman -sus autoridades políticas y encargadas del turismo local- supere más de los “20 millones de pesos”13.
El Centro Parroquial del Padre Conti es otro espacio arquitectónico, funciona para la inducción de los niños al catecismo católico y es sede de una institución de emprendimiento en la formación artística. Aunque no es el único, en este tiempo espacio concurren los imaginarios y otras representaciones que fortalecen las identi- dades del terruño, con la recreación de sus símbolos para el turismo. En sus salones amplios han surgido el ingenio e inspiración creativa de los ensambles de autoría, como lugar de “destino mágico y encanto”, con; leyendas, historias, cuentos y otras oralidades, presentadas en la plaza principal y teatros nacionales. No solo es para que la gente de Tlaxco encuentre sus propios tesoros con los diacríticos de la cultura local, sino que sea una extensión multilocal y un enclave geocultural.
A 100 metros se halla el “Mercado de Artesanías”, con más de 20 empren- dedores en pequeños expendios, se comercia la “madera trabajada” en juguetería, ornamentación y pintura, la plata de cera perdida o trabajada, los manteles y servilletas deshiladas que se usan decorativamente en las mesas familiares desde la época colonial hasta la fecha. También este destino es reconocido en la región por sus fábricas locales, talleres familiares y expendios que elaboran derivados de lácteos, son puntos de venta de una variedad de quesos tradicionales al que asisten los turistas y los pequeños empresarios que compran y comercian estos productos en el territorio estatal. Hay novedosos emprendimientos de tlaxcales con queso, galletas de cebada, bolsos y cuadros de anime en 3D.
En México la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico del Estado de Tlaxcala han impulsado a las PYMES con una política neoliberal mercantilista mediada por el Programa de los Pueblos Mágicos. Pero también en esas econo- mías del turismo cultural multisituado el autoempleo es su rasgo distintivo de los lugareños y una política de las autoridades municipales y el Comité, intercediendo
13 Ramírez (10 de agoste de 2023). Tlaxco estará presente en el Tianguis Internacional de los Pueblos Mágicos: Secture. Noticias de https://www.lajornadadeoriente.com.mx/tlaxcala/tlaxco-es- tara-presente-en-el-tianguis-internacional-de-los-pueblos-magicos-secture/
los recursos del contexto natural y los símbolos del patrimonio histórico-cultural para detonar los emprendimientos de creación en los destinos mágicos, al borde de la serranía en un lugar como Tlaxco.
Las actividades emprendedoras de Maya (Colibrí) Balcazar; con sus pin- turas en miniatura de madera con alusiones paisajistas y de símbolos locales, representan esa generación del arte cultural para su venta al turismo de paso. Y el Centro Cultural de Formación Artística Mtra. Teresa Hernández ;autora y pro- tagonista de los ensambles identitarios: “Encanto mexicano” (15 de septiembre), “El recorrido de las ánimas” (festividad de muertos, noviembre), “Encanto navi- deño” (el recorrido de la posada viviente, diciembre), “Infancia encantada, que baile la madera con los juegos tradicionales” (día del Niño, abril) y “Tlaxco y sus noches de encanto” (28 de agosto de 2022), fortalecen las creaciones de autoría mimetizando el patrimonio de su contexto, para el usufructo, el intercambio y la comercialización, para sí y con los visitantes. El arte, lo artístico y la artesanía, muestran el vaivén de las economías locales y del conocimiento, panoramas de los procesos de desarrollo económico en la intervención cultural, en un lugar del turismo mágico, donde irrumpen novedosos emprendimientos sobre la madera trabajada y lo intangible, por ejemplo.
La inspección del turismo cultural a traves del abordaje interdisciplinario, advierte una diversificación problemática y narrativa, puesto que nutre variables de aten- ción, singulares rasgos y datos en los momentos de su descripción, análisis o interpretación. Al valorarse éste como política pública y factor de detonación eco- nómica en un lugar determinado, se atiende la correlación de sus caracterizaciones, con sus denominaciones genuinas o instrumentadas en destinos patrimonio y/o mágico. Su exposición de atractivos como el paisaje natural, la riqueza patrimo- nial arquitectónica, festiva o ritualizada, representam el cumulo de interacciones prácticas y subjetivas, dan para la divulgación y su comercialización.
El turismo que recae en un pueblo y una región constituye un sistema de conexiones con el mundo, representan tiempos espacios socioeconómicos articu- lados por territorios, culturas y poblaciones, y al exterior directa o indirectamente suscitan intercambios económicos de bienes y servicio. Estos lugares instituyen pasajes naturales, una estructura organizacional y se arraigan en contextos de emble- mas culturales e identitarios, sitúan el patrimonio histórico tangible e intangible en los procesos que la sobremodernidad irrumpe los entretejidos de su cotidianidad. El continuum muestra al Pueblo Colonial de Honda (Colombia) y el Pueblo Mágico de Tlaxco (México), como lugares turísticos donde concurren tiempos espacios de interacciones económicas multisituadas, entre artesanos y artistas del saber, la creación e innovación; emprendedores en contextos múltiples y dinámicos.
Las vicisitudes que aparentan y se reconocen en las problemáticas contem- poráneas en los lugares del turismo cultural contemporáneo, aún son pendientes por desentrañar. Por ejemplo, los procesos e impactos que bordean el turismo en la pequeña ciudad colombiana de Honda y el territorio provincial mexicano de Tlaxco, resultan entrecruces de sus territorios, patrimonios y emprendedores con las lógicas económicas interdependientes y mercantilistas del capitalismo actual. Así como la sujeción intempestiva de políticas y promoción de programas emanados por los diferentes niveles de gobierno para estos fines, y las genuinas experiencias sociales como la gentrificación y la turistificación que alternan la vida natural, individual y colectiva en estos destinos de quiebre patrimonial y mágico. Ante esos escenarios la compresión no debe limitarse a una visión monotemática o particularismo disciplinario, debe ser transversal el acercamiento a los fenómenos sociales y sus tramas.
En el recorrido interdisciplinario los aportes teóricos y empíricos muestran que los lugares turísticos coloniales conforman sistemas con recursos naturales, símbolos, diacríticos materiales e inmateriales del patrimonio. Sus estructuras económicas, políticas, sociales y culturales, son entramados multisituados de tiempos espacios con el Estado y la sociedad a través de interacciones, de adentro hacia afuera y viceversa. Pueden constituir una comunidad o municipio, vinculantes e influen- ciados por la región, la entidad federativa o departamento, el país y el mundo. Las comunidades destino, aunque ostentan cierto relativismo cultural se integran a redes multilocales, en el andamiaje de los procesos sociales, políticos y los que irrumpen los mercados económicos del capitalismo dominante y la globalización.
En ese sentido, el turismo cultural es parte de las configuraciones socio- culturales y geoterritoriales; de lo local y estatal, y aunque de forma incipiente con lo global. Son adopciones y adaptaciones que revisten elaboraciones propias y articulaciones extendidas, interviniendo los recursos y espacios de la naturaleza y en la determinación de relaciones que orientan la fusión de lo cultural con lo económico, en una clara exposición del patrimonio tangible e intangible para alen- tar actividades productivas y políticas de desarrollo sostenible. En esos territorios las transiciones socioeconómicas del sector primario al secundario y el terciario, constan del aprovechamiento simple a las trasformaciones, los servicios, las crea- ciones, las ideaciones y el conocimiento, con fines mercantiles para los turistas.
Honda en Colombia es uno de los 18 Pueblos Patrimonio y experiencia para impulsar las economías naranja, y Tlaxco en México desde el 2015 es parte de los 177 Pueblos Mágicos con un enfoque para la divulgación biocultural y el autoempleo, ambos lugares conforman atractivos turísticos para instaurar el desarrollo económico local basado en las MYPIMES, revalorando el modelo de
los emprendimientos. El presente etnográfico muestra que mantienen relaciones múltiples, estructurantes, pero también asimétricas, ceñidas por las políticas esta- tistas y modelos económicos que ligan nexos con el capitalismo. Esos territorios no pueden concebirse sistemas locales atomísticos o unilocales, son enclaves estratégicos con otros sistemas como la región, el país y el mundo; a través de visitas in situ e intercambios comerciales, sobre sus símbolos, creaciones y la vida que permea lo tradicional con la sobremodernidad. Aunque distantes en los dos lugares se distinguen una disrupción económica y una sobreexposición patrimo- nial alrededor del turismo mágico y patrimonial.
Los panoramas de estas modalidades de turismo transcurren entre proce- sos, recursos y actividades, espacios y agentes, que suscitan un consumismo sui generis de los atractivos naturales y arquitectónicos, la gastronomía y la cultura demostrativa. Los objetos y las ideas son para la comercialización, ahora más que artesanos se asumen como emprendedores, que en sitos públicos o privados ofertan sus creaciones e ideas, significando paisajes, imágenes, percepciones e identidades culturales, pensada para los visitantes de otros lugares, en el margen de las economías turísticas culturales y del conocimiento, que semejan sistemas mundo. Todo ello en un bosquejo interdisciplinario y binacional, la ruta por: la Red de un Pueblo Patrimonial de Colombia, del departamento de Tolima, Honda; y en el Programa de un Pueblo Mágico del Altiplano Central de México; Tlaxco, Tlaxcala. ֍
Consentimiento Informado
Los autores han obtenido el consentimiento informado de todos los participantes.
Conflicto de Intereses
Los autores declaran que no existe ningún conflicto de intereses.