Artículos De Revisión

Recepción: 12 Enero 2024
Aprobación: 27 Febrero 2024
DOI: https://doi.org/10.59654/kbc2pg21
Resumen: El enfoque educativo basado en el aprendizaje a través del juego ha experimentado un crecimiento notable en términos de reconocimiento y aceptación en los últimos años. Este artículo se sumerge en la exploración de cómo el juego puede desempeñar un papel fundamental como facilitador del aprendizaje, ofreciendo una perspectiva detallada sobre sus beneficios y consideraciones esenciales. Desde una mirada histórica, se examinan los elementos clave del aprendizaje lúdico en las civilizaciones griega y romana, junto con la adaptación de juegos específicos para abordar las necesidades particulares de los estudiantes
Palabras clave: Juego educativo, beneficios cognitivos, habilidades sociales, motivación intrínseca, ejemplos de juegos educativos.
Abstract: The educational approach based on learning through play has experienced significant growth in terms of recognition and acceptance in recent years. This article delves into the exploration of how play can play a fundamental role as a facilitator of learning, offering a detailed perspective on its benefits and essential considerations. From a historical standpoint, key elements of playful learning in Greek and Roman civilizations are examined, along with the adaptation of specific games to address the particular needs of students.
Keywords: Educational play, cognitive benefits, social skills, intrinsic motivation, examples of educational games.
Introducción
En el vasto panorama del aprendizaje, el juego ha perdurado como un hilo inquebrantable que ha tejido la experiencia humana desde las primeras etapas de la civilización. Este artículo se embarca en un fascinante recorrido, desentrañando la intrincada relación entre el juego y la educación a lo largo de la historia. Desde las pruebas arqueológicas más antiguas hasta las tradiciones orales transmitidas a lo largo de los siglos, exploraremos las evidencias que indican que el juego ha sido un compañero constante en la travesía de la humanidad.
Nos sumergiremos en la sociedad romana, donde el juego alcanzó su apogeo en eventos como las luchas de gladiadores y los juegos circenses. No obstante, también descubriremos cómo el juego estaba arraigado en la vida diaria, desde las travesuras de los niños hasta las estrategias políticas de los adultos. En nuestro viaje, aclararemos la esencia del aprendizaje lúdico, destacando que va más allá de jugar por diversión. Este concepto encierra un propósito educativo, fusionando la alegría del juego con objetivos pedagógicos sólidos.
Exploraremos cómo el juego no solo entretiene, sino que también estimula el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad. Analizaremos estudios que respaldan cómo los métodos educativos basados en el juego mejoran la memoria y la retención de información. Además, examinaremos cómo los juegos desempeñan un papel vital en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, fomentando la colaboración, la comunicación y la empatía en entornos educativos.
Sumergiéndonos más profundamente, exploraremos cómo el elemento lúdico eleva la motivación intrínseca de los estudiantes, convirtiendo el proceso de aprendizaje en una experiencia atractiva y significativa. Finalmente, ofreceremos ejemplos concretos de juegos educativos exitosos, destacando su impacto positivo en el aprendizaje de los estudiantes en diversos niveles educativos y áreas temáticas. Este viaje ilumina el poder educativo del juego, desbloqueando su potencial para enriquecer la travesía del conocimiento.
Juego en la antigüedad y en la Roma clásica
Desde los albores de la civilización, el juego ha sido una manifestación intrínseca de la naturaleza humana. En la antigüedad, el juego no solo constituía una forma de entretenimiento, sino que también desempeñaba un papel significativo en la vida social, cultural y educativa de diversas civilizaciones. El juego, lejos de ser una tendencia moderna, es una actividad profundamente arraigada en la historia de la humanidad. Desde tiempos antiguos, diversas civilizaciones, incluyendo los griegos y los romanos, han reconocido y empleado el juego como una parte integral de la vida cotidiana, ellos lo utilizaban como diversión. No obstante, González et al. (2016) mencionan que en el caso de los egipcios e indios recurrieron al juego para poner en práctica y mejorar las habilidades motrices.
Una referencia a la utilización del juego en la antigüedad la hace Platón en su obra Las leyes. En ella el filósofo da un valor práctico al juego como una actividad autotélica, alude que los niños de los tres años convendría que los futuros constructores utilicen útiles auténticos a tamaño reducido. Aristóteles en su libro Política, considera la educación de la juventud y aboga por un equilibrio entre el estudio y el juego. Él sostiene que la educación no debe ser solo académica, sino que también debe incluir actividades recreativas y deportivas para fomentar el desarrollo completo del individuo. Según Aristóteles, el juego y la recreación contribuyen a la formación del carácter y al bienestar general de la sociedad.
El Estagirita en el libro octavo de Política, describe la necesidad de incluir la música y la gimnasia en la educación de los jóvenes. La música, en este contexto, no se refiere solo a la música en sí, sino a todas las artes y actividades culturales. La gimnasia, por otro lado, se refiere al ejercicio físico y deporte. Así menciona la necesidad del juego para el descanso en los siguientes términos “hay que introducir juegos vigilando el momento oportuno de su uso, con la intención de aplicarlos como una medicina, ya que el movimiento anímico que producen es un relajamiento, y mediante este placer se produce el descanso” (VIII 35, 1528).
En Ética a Nicómaco, Aristóteles examina la idea de la eudaimonía, que se refiere a la realización plena y floreciente de la vida. Aunque no se refiere directamente al juego, sus conceptos sobre la búsqueda del bienestar y la felicidad sugieren que las actividades recreativas y lúdicas pueden desempeñar un papel importante en la consecución de una vida plena.
La influencia del juego en la sociedad romana fue profunda y variada, con eventos como las luchas de gladiadores y los juegos circenses desempeñando un papel destacado en la vida cotidiana y en la estructura social de la antigua Roma. Las luchas de gladiadores eran un espectáculo extremadamente popular que atraía a diversas clases sociales. Estos eventos se celebraban en anfiteatros, como el Coliseo, y ofrecían emocionantes combates entre gladiadores armados.
Además de ser entretenimiento, las luchas de gladiadores tenían un fuerte simbolismo político y social. Los emperadores romanos utilizaban estos eventos para consolidar su poder y ganar el favor del pueblo. En el caso de los juegos circenses, especialmente las carreras de carros en el Circo Máximo, eran eventos emocionantes y multitudinarios. Equipos de aurigas competían en intensas carreras, y el favoritismo por un equipo podía dividir a la sociedad. Asimismo, en Roma los juegos se asociaban con festivales religiosos y celebraciones públicas. Eran eventos que unían a la comunidad y servían como escaparate para la magnificencia del Imperio.
Los juegos reflejaban valores romanos como la valentía, la competitividad y la resistencia ante la adversidad. Los gladiadores, a pesar de ser esclavos, podían ganar renombre y admiración mediante su desempeño en la arena. No obstante, la exposición constante a la violencia en los juegos, especialmente en las luchas de gladiadores, podría haber contribuido a una cierta desensibilización de la sociedad romana hacia la crueldad y la brutalidad. Los juegos también destacaban las desigualdades sociales, ya que muchos de los participantes eran esclavos o personas marginadas, lo que subrayaba las divisiones sociales de la época, los juegos educativos, la motivación y el enganche
Aprendizaje Lúdico
El aprendizaje lúdico, también conocido como juego educativo, es una estrategia pedagógica que utiliza el juego como herramienta para facilitar el aprendizaje y el desarrollo de habilidades en los estudiantes. En los primeros años de la educación formal, el juego educativo se presenta como una herramienta inseparable del aprendizaje. En este periodo inicial, la enseñanza a través del juego no solo es bienvenida, sino que se considera esencial para el desarrollo cognitivo y social de los estudiantes. No obstante, a medida que los alumnos avanzan en su trayectoria educativa, el juego tiende a ser progresivamente relegado, dejando de ser parte integral de la experiencia escolar.
Para Franco (2022) es particularmente notorio que, al llegar a la universidad, la percepción hacia el juego experimenta un cambio significativo. Con demasiada frecuencia, el juego se asocia con la falta de seriedad, y su presencia en contextos académicos puede ser malinterpretada como una señal de falta de compromiso o de baja calidad en el aprendizaje. Esta transición de considerar el juego como sinónimo de aprendizaje a percibirlo como poco serio sugiere un cambio en la percepción cultural y educativa a medida que los estudiantes avanzan en su formación.
En los momentos actuales donde se han desarrollado nuevos modelos de enseñanza es necesario considerar cambios estructurales en la enseñanza y el aprendizaje razón por la cual ha sido necesario realizar una renovación de los métodos que los docentes emplean. Es allí donde el juego cobra importancia dado que desde lo didáctico promueve el desarrollo de competencias en el estudiante (el aprendizaje) en vez de la enseñanza del profesor. Díaz (2012) afirma que el juego favorece la motivación por el aprendizaje, participación y estimulación.
Por otra parte, Stojanovié, et al. (2016) enfatizan que de acuerdo con el grado de implicación del estudiante se favorece los resultados del aprendizaje. Rodríguez et al. (2017) mencionan que el empleo de estrategias lúdicas en el proceso de aprendizaje durante la primera infancia se reconoce como la metodología más favorable y significativa para conectar con el contenido curricular. Esta aproximación no solo beneficia la adquisición de conocimientos, sino que también potencia la capacidad de indagación y resolución de problemas en los niños.
La implementación de estas estrategias no solo despierta la curiosidad científica, sino que ha demostrado ser sumamente positiva en diversos niveles educativos. La inclusión de actividades lúdicas no solo resulta en un ambiente educativo más atractivo, sino que también estimula de manera efectiva el interés y la participación activa de los estudiantes, promoviendo un aprendizaje integral y duradero.
Según Burgos et al. (2017), la indagación científica centrada en la participación emerge como un camino hacia el aprendizaje significativo para los estudiantes. Este enfoque no solo les permite expresarse libremente, sino que también fomenta la formulación de preguntas, la reflexión, la creatividad, la presentación de propuestas y la obtención de descubrimientos. La interacción activa y participativa en el proceso de indagación científica no solo enriquece la experiencia educativa, sino que también potencia la autonomía del estudiantado al involucrarse de manera activa en su propio proceso de aprendizaje, promoviendo así un entorno educativo más dinámico y enriquecedor.
Una perspectiva integrada beneficios cognitivos del juego
El juego es una herramienta poderosa en el desarrollo de habilidades esenciales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad, las cuales son fundamentales para el aprendizaje y el desarrollo humano. Estas capacidades permiten a los individuos navegar a través de la complejidad del mundo actual, adaptarse a cambios veloces y enfrentar desafíos emergentes.
En este orden de ideas, el pensamiento crítico se define como la habilidad para analizar de manera rigurosa y evaluar evidencias, formulando juicios bien fundamentados. Es la base para el análisis y evaluación de información y argumentos. Paul y Elder (2006) amplían esta definición, señalando que el pensamiento crítico incluye también la capacidad de analizar activamente la información, cuestionar suposiciones y llegar a conclusiones bien fundamentadas, subrayando su importancia para la toma de decisiones informadas y la resolución de problemas en la vida cotidiana. Betancourt-Zambrano et al. (2020) destacan la relevancia del desarrollo de esta habilidad desde la infancia, no solo en el ámbito académico sino también en el laboral y personal.
Por su parte, la resolución de problemas es identificada como un proceso cognitivo clave para encontrar soluciones a situaciones complicadas, implicando la comprensión del problema, la generación de estrategias y la aplicación de técnicas de pensamiento crítico. Mayer y Wittrock (2006) argumentan que este proceso trasciende el uso simple de estrategias, siendo fundamental en diversas disciplinas y aspectos de la vida diaria.
En cuanto a la creatividad esta se caracteriza por la capacidad de generar ideas, soluciones o productos nuevos y valiosos. Amabile (1996) propone que esta surge de la interacción entre la habilidad individual, el proceso creativo y el entorno social o cultural, destacando su rol esencial no solo en las artes sino también en la ciencia, la tecnología, la educación y el negocio para fomentar la innovación y adaptación.
Finalmente, de acuerdo con los planteamientos hechos hay que destacar que los juegos pedagógicos favorecen el desarrollo cognitivo y social en el proceso educativo, como señalan Betancourt-Zambrano et al. (2020). Estos juegos, al estar adecuadamente diseñados, ofrecen una plataforma para enseñar a los jóvenes a analizar información, formular preguntas pertinentes y tomar decisiones informadas, facilitando además la adquisición de habilidades sociales importantes como la colaboración, comunicación y el trabajo en equipo.
Los juegos educativos y el desarrollo de habilidades sociales
Los juegos educativos son una herramienta clave en el desarrollo de habilidades sociales en niños y jóvenes, ofreciendo una plataforma interactiva y atractiva para el aprendizaje y la práctica de competencias esenciales para la vida en sociedad. A través del juego, los participantes pueden experimentar situaciones simuladas que reflejan desafíos y contextos sociales reales, lo que les permite desarrollar y fortalecer una variedad de habilidades sociales de manera práctica y significativa.
En primer lugar, los juegos educativos a menudo requieren que los jugadores se comuniquen entre sí para alcanzar objetivos comunes, intercambiar información o negociar roles y responsabilidades. Este proceso promueve el desarrollo de habilidades de comunicación verbal y no verbal, incluyendo la escucha activa, la expresión clara de ideas y la interpretación adecuada de los mensajes de los demás.
En segundo lugar, muchos juegos están diseñados para ser jugados en grupos, lo que anima a los participantes a colaborar y trabajar juntos hacia un objetivo compartido. Esta experiencia enseña la importancia del trabajo en equipo, incluyendo la delegación de tareas, la confianza mutua, el apoyo entre compañeros y la gestión de conflictos de manera constructiva.
En tercer término, al interactuar en entornos lúdicos, los jugadores se exponen a diferentes perspectivas y necesidades, lo que puede fomentar la empatía y la comprensión interpersonal. Los juegos que simulan situaciones sociales o que requieren que los participantes adopten roles específicos pueden ayudar a los niños y jóvenes a ponerse en el lugar de los demás y a desarrollar una mayor sensibilidad hacia las emociones y puntos de vista ajenos.
En cuarto, lugar los juegos educativos también pueden ser un campo de pruebas para estrategias de resolución de conflictos. Los desafíos inherentes al juego y la interacción con otros jugadores pueden generar conflictos que requieran soluciones negociadas, enseñando a los participantes a resolver desacuerdos de manera efectiva, a comprometerse y a encontrar soluciones que beneficien a todas las partes involucradas.
En quinto término, en el transcurso de un juego, los niños y jóvenes se enfrentan a decisiones críticas que pueden influir en el resultado del juego para ellos mismos y para su equipo. Estas situaciones promueven el desarrollo de habilidades de toma de decisiones y pueden fomentar cualidades de liderazgo, como la iniciativa, la motivación del equipo y la capacidad de guiar a otros hacia objetivos comunes.
En sexto término, los juegos educativos a menudo incorporan reglas y normas que reflejan las expectativas de la sociedad sobre el comportamiento adecuado. A través del juego, los participantes aprenden la importancia de seguir reglas, actuar con integridad, competir de manera justa y mostrar respeto por los demás jugadores.
Los juegos educativos como motivación y enganche
Ryan y Deci (2000) proporcionan un marco teórico fundamental al discutir cómo la motivación intrínseca, aquella motivación que surge del interés o disfrute en la tarea misma, juega un papel crucial en el aprendizaje. Argumentan que cuando los estudiantes encuentran placer y satisfacción en el proceso de aprendizaje, están más inclinados a involucrarse profundamente y persistir frente a los desafíos.
Además, en el trabajo de Plass & Kaplan (2016), titulado EmotionalDesign in Digital Media for Learning, se explora cómo los elementos de diseño emocional, incluidos los aspectos lúdicos de los materiales de aprendizaje, pueden mejorar la motivación y el aprendizaje al hacer que el contenido sea más atractivo y personalmente relevante para los estudiantes. Este estudio subraya la importancia de considerar cómo los aspectos lúdicos pueden afectar emocionalmente a los estudiantes, potenciando su interés y compromiso con el aprendizaje.
Por otro lado, Hamari et al. (2016) en su artículo Challenging Games Help Students Learn: An Empirical Study on Engagement, Flow and Immersion in Game-Based Learning, demuestran cómo los juegos diseñados para ser desafiantes y atractivos pueden facilitar un estado de flujo en los estudiantes. Este estado de flujo, caracterizado por una inmersión total en la actividad, es indicativo de una alta motivación intrínseca y se asocia con resultados de aprendizaje positivos. El estudio citado aporta evidencia empírica de que los elementos lúdicos, cuando se integran de manera efectiva en el diseño educativo, pueden ser una poderosa herramienta para captar la atención de los estudiantes y fomentar una participación sostenida.
Juegos que se pueden adaptar para abordar las necesidades específicas de los estudiantes
Existen diversos juegos que han demostrado ser adaptables para abordar necesidades específicas de los estudiantes, ya sea para fortalecer habilidades cognitivas, mejorar el aprendizaje de conceptos específicos o fomentar el desarrollo de habilidades sociales. Algunos ejemplos de juegos que se pueden adaptar para satisfacer diversas necesidades educativas son los siguientes:
App Lumosity: Es una plataforma que ofrece una variedad de juegos diseñados para mejorar habilidades cognitivas como la memoria, la atención y el razonamiento (Lumosity, 2024). Estos juegos pueden adaptarse según las áreas cognitivas que los estudiantes necesiten reforzar, personalizando el enfoque de entrenamiento.
Estudios realizados por López y Venustiano (s.f) han encontrado que los estudiantes al usar la App Lumosity en el Módulo de Resolución de Problemas amplían los contenidos teóricos adquiridos en el aula y aumentan el interés en las actividades académicas, mejorando sus habilidades cognitivas, la clase es más interactiva y mejora la atención de los estudiantes con más facilidad.
La versión educativa de Minecraft: Education Edition se presenta como una herramienta versátil capaz de adaptarse a la enseñanza de diversos conceptos, desde matemáticas y ciencias hasta historia y literatura. Los educadores tienen la capacidad de diseñar mundos personalizados que se centren en los temas específicos que desean abordar. Pérez, Méndez y Zamora (2019) respaldan esta afirmación al señalar que el software proporciona a los maestros un feedback instantáneo y continuo, lo cual puede facilitar el aprendizaje a través de estrategias de ensayo y error.
Una característica destacada de este juego es que los niños pueden participar en una amplia gama de actividades sin temor a cometer errores o realizar acciones indebidas. A diferencia del mundo real, en el entorno de Minecraft: Education Edition no hay castigos ni reprimendas por conductas inapropiadas, lo que fomenta un ambiente de aprendizaje más libre y motivador. Esta libertad permite a los estudiantes explorar, experimentar y aprender de una manera única, contribuyendo así a un enfoque más participativo y comprometido en el proceso educativo.
Among Us: un juego de engaño y deducción, puede adaptarse para fomentar habilidades sociales como la comunicación, la colaboración y la toma de decisiones en grupo. Los educadores pueden diseñar actividades en el juego que promuevan el trabajo en equipo y la resolución de problemas.
Kerbal Space Program: Este juego de simulación espacial puede adaptarse para enseñar conceptos científicos y matemáticos relacionados con la física y la ingeniería. Los estudiantes pueden diseñar y lanzar cohetes, aplicando principios científicos en un entorno lúdico. Al respecto el Centro de Comunicación y Pedagogía (2013) afirma que Kerbal Space Program brinda la posibilidad de adquirir una comprensión más profunda sobre los diversos elementos que inciden en la trayectoria de las naves espaciales y en el proceso de su elaboración.
Scrabble: es un juego clásico que puede adaptarse para reforzar habilidades lingüísticas. Los educadores pueden personalizar las reglas para enfocarse en vocabulario específico, ortografía o incluso gramática, proporcionando una experiencia educativa centrada en el lenguaje. Puente y Puente (2015) afirman que el uso de Scrabble permite que los alumnos aprendan a marcarse objetivos de manera individual, ir aumentando el nivel según van aprendiendo y obtener puntos al ir realizando las diferentes fases de la actividad.
Civilization VI: un juego de estrategia histórica, puede adaptarse para enseñar conceptos relacionados con la historia, la geopolítica y la toma de decisiones. Los educadores pueden integrar misiones y escenarios personalizados que se alineen con los temas de estudio. Burguete (2020) menciona que este juego ofrece oportunidades de reflexión desde el primer momento de la partida.
Mario Maker: Permite a los estudiantes crear sus propios niveles en el mundo de Mario. Esta herramienta puede adaptarse para fomentar la creatividad y la resolución de problemas, ya que los estudiantes diseñan y comparten sus propios desafíos.
DragonBox Numbers, según Gutiérrez et al., (2015), es un juego diseñado para tabletas y ordenadores que ofrece una enseñanza interactiva de conceptos matemáticos dirigida a estudiantes de primaria y secundaria. Este juego presenta la versatilidad de ser adaptado por educadores para abordar áreas específicas de las matemáticas, como fracciones, geometría o álgebra.
Es importante resaltar que el software proporciona retroalimentación inmediata, permitiendo al usuario identificar los errores cometidos al momento de cometerlos. Además, este enfoque de aprendizaje interactivo reconoce y respeta el hecho de que cada estudiante progresa a su propio ritmo. Este aspecto facilita la implementación del aprendizaje por descubrimiento, permitiendo a los estudiantes explorar y comprender los conceptos matemáticos de manera autónoma.
Conclusiones
En conjunto, las luchas de gladiadores y los juegos circenses fueron elementos clave en la vida social y cultural de la Roma antigua, proporcionando entretenimiento, reflejando valores y desempeñando un papel fundamental en la consolidación del poder y la cohesión social en el vasto Imperio Romano.
Se concluye que el juego, al abrir la imaginación y fomentar la exploración, es fundamental para el desarrollo creativo. Al participar en juegos, los individuos practican la generación de ideas, la adaptación y la búsqueda de soluciones creativas, habilidades esenciales para la creatividad.
Los juegos educativos son una herramienta pedagógica valiosa para el desarrollo de habilidades sociales. Al integrar el juego en el proceso educativo, los educadores y padres pueden proporcionar experiencias de aprendizaje que no solo son divertidas y atractivas, sino que también preparan a los niños y jóvenes para interactuar de manera efectiva y positiva en diversos contextos sociales.
El papel del elemento lúdico en la educación ha sido ampliamente estudiado y valorado por su capacidad para aumentar la motivación intrínseca de los estudiantes, haciendo que el proceso de aprendizaje sea más atractivo y significativo. En este contexto, diversos autores han contribuido con investigaciones que destacan cómo la integración de estrategias lúdicas en el entorno educativo puede facilitar un compromiso más profundo con el material de aprendizaje y promover una experiencia educativa enriquecedora.
Igualmente, la literatura sugiere que el elemento lúdico puede ser un catalizador para mejorar la motivación intrínseca de los estudiantes hacia el aprendizaje. La capacidad de los juegos y actividades lúdicas para atraer el interés de los estudiantes, junto con el potencial para promover estados emocionales positivos y experiencias de flujo, subraya su valor en la creación de entornos de aprendizaje atractivos y significativos. Estos hallazgos instan a los educadores y diseñadores de currículo a considerar estrategias lúdicas como componentes integrales de la experiencia educativa, con el fin de facilitar un aprendizaje profundo y duradero.
En este artículo se han mostrado diversos que pueden adaptarse para abordar necesidades educativas específicas, ofreciendo una herramienta versátil y motivadora en el entorno educativo. La clave está en la creatividad de los educadores para personalizar y adaptar estas experiencias de juego según los objetivos y las necesidades específicas de los estudiantes.
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