Experiencia pedagógica del curso de Historia de México en el Centro Médico Asistencial del Adulto Mayor de Zinacantepec

Pedagogical experiencia of the Mexican History course at the Zinacantepec Elderly Medical Assistance Center

El presente trabajo es resultado de una experiencia pedagógica derivada del convenio suscrito entre el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México (DIFEM) y la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), en relación con la implementación de cursos culturales no formales de Historia; dirigidos a los adultos mayores en Zinacantepec, Estado de México, uno de los municipios que conforman la zona metropolitana de Toluca.

Zinacantepec se encuentra al poniente de la capital mexiquense y ha tenido un crecimiento acelerado respecto a su proximidad con la capital. Su ubicación ha favorecido el desarrollo de actividades económicas, desarrollo urbano, educación y empleo, entre otros aspectos, relacionados al crecimiento de las urbes estatales, se encuentra el abandono de las labores tradicionales agrícolas, siendo sustituidas por actividades del sector terciario o de servicios. Así mismo, se ha observado el crecimiento demográfico y el envejecimiento de la población, de ahí que instituciones gubernamentales generen políticas que beneficien el sano desarrollo de las poblaciones de adultos mayores por medio de programas encaminados a su esparcimiento y recreación.

Entre los proyectos de corte cognoscitivo llevados a cabo por el DIFEM en los diferentes espacios denominados: Centro Médico Asistencial para el Adulto Mayor, se encuentra el enfocado a un plan educativo permanente no formal dirigido a este sector - adultos mayores- considerado como vulnerable, a este se adhirió la planificación de los cursos de Historia impartidos a través del Seminario Historia y Educación de la Facultad de Humanidades los cuales se pretendió una habilitación cognitiva dando como resultado la recuperación de la memoria personal y social. Ante esto, México desde la década de los ochenta comenzó con cambios en su legislación que paulatinamente se han concretado; en 1981 se instalaron albergues con el fin de proporcionar atención interdisciplinaria gerontológica a los adultos mayores y al siguiente año se abrieron los Clubes de la Tercera Edad en el Distrito Federal y en los Estado de la República, para promover el desarrollo humano de las personas adultas mayores brindando cursos, talleres, recreación física y deporte (Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, a través del Manual General de Organización del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, 2018), visibilizando los requerimientos de la población de 60 años y más, atendiendo a las recomendaciones de organismos internacionales centradas en el fomento al desarrollo integral de los adultos mayores y a la defensa de sus derechos, y así, hasta la actualidad se han llevado a cabo proyectos educativos, sociales, culturales y de recreación para favorecer a los adultos mayores de México.

El gobierno Mexiquense, aún en ciernes, ha replicado tardíamente muchas de las acciones federales y en el 2008 se decretó La Ley del Adulto Mayor del Estado de México, como parte de las acciones del plan nacional con los adultos mayores. En la Gestión del Dr. Eruviel Ávila Villegas, se fundaron los Centros Médico-Asistenciales del Adulto Mayor o Casas de Día del DIFEM, en diversos municipios del Estado de México con la finalidad de ofrecer servicios médicos, asistenciales y diversos talleres a personas de la tercera edad.

El objetivo general de esta investigación se basó en diseñar un curso de Historia para el adulto mayor del Centro Médico Asistencial de Adulto Mayor en Zinacantepec, los objetivos particulares fueron; promover el envejecimiento activo y recuperación de su historia como memoria personal social. Específicamente se trabajó en el Centro Médico Asistencial del Adulto Mayor de tres comunidades; San Luis Mextepec, Santa María de Monte y la Cabecera Municipal, una vez a la semana en diferentes días.

La metodología fue de corte cualitativo, bajo tres niveles de análisis: el discursivo; como las fuentes oficiales (Planes, Programas, Decretos, Leyes, Convenciones), a través de las cuales se dieron fundamentos, contexto social y político tanto a nivel internacional como nacional: El teórico metodológico; el cual marcó la teoría que dio luz a esta investigación, la cual fue la Historia de la Educación, ya que a ésta le compete vincular la práctica pedagógica, así como la didáctica especializada, además de que a ella le corresponde estudiar la evolución de los saberes educativos con esa formación histórica.

Por último, las empíricas; para construir esta etapa fue requerido y diseñar diversas herramientas: observación, cuestionarios, guías de entrevista y diarios de campo, los cuales ayudaron a analizar el contexto, ubicar al personal de administración y salud, conocer y acercarse a los adultos mayores, crear material y variables para los cuestionarios y guías de entrevista, especificar tiempos en las planeaciones, y para describir y registrar cada sesión.

Las sesiones de los cursos se desarrollaron una vez a la semana del 23 de octubre al 11 de diciembre del 2019. En las tres comunidades donde se trabajó e hizo investigación poblacional los datos demográficos disponibles describen a esta población en condiciones marginales y dan cuenta de un crecimiento en los años venideros, el llamado segmento de 60 años y más, lo cual llevaría a porcentajes más elevados de personas adultas mayores. En este sentido, se prevé una pirámide poblacional invertida. Ahora bien, según los censos de población, ya sean intercensales o totales muestran que el municipio de Zinacantepec tiene un total 203 872 habitantes de los cuales la población de 60 y más representa el 18.46% de la población total.

Los resultados fueron favorables a pesar de las limitantes que se presentaron en un primer momento, ya que el diseño del curso se llevó a cabo con un 90% de los adultos mayores de los tres centros, el resto que no quiso participar se dedicó a realizar actividades que le parecían más agradables, fueron renuentes.

Los adultos mayores que participaron en el curso, en su mayoría analfabetas, con problemas de salud y discapacidades auditivas y visuales, siempre estuvieron activos y participativos permitieron llevar a cabo el curso de Historia de México.

La aproximación al objeto de estudio fue de corte esencialmente deductivo y cualitativo, acorde a niveles de análisis: el primero fue la lectura analítica de las fuentes discursivas (deber ser) y el segundo implicó recuperar (el hacer) mediante los testimonios de los actores respecto de su experiencia formativa.

Las fuentes principales de este trabajo son de tres tipos: 1. las oficiales (discursivas), a través de ellas se dan los fundamentos y el contexto social político 2. Las teorías metodológicas que marcan la teoría que da luz a esta investigación la cual es la Historia de la educación y 3. La Historia Oral.

1. Las fuentes discursivas, permiten conocer y analizar los diferentes documentos políticos públicos a nivel internacional y nacional que garantizan los derechos de los adultos mayores, seguir el avance en las investigaciones y conceptos en torno al tema y observar el interés de Estado por promover el sano envejecimiento, siendo la parte legal que avala a cada institución y organización enfocados en atender estas necesidades.

1.1 La ley de Derechos Humanos (1948), en el marco internacional, dice que los derechos que estipula son universales e igualitarios, atemporales e independientes en los contextos sociales e históricos”. El enfoque de los Derechos Humanos busca “Revertir las condiciones de vulnerabilidad para generar condiciones de equidad para compensar esas desigualdades”.

Por lo que esto se va a ver reflejado en las convenciones e intervenciones que se llevaron a cabo a favor en el quehacer de los diferentes Estados con las personas mayores.

1.2 El Plan de Acción Internacional de Madrid (2002), se justifica su uso en este trabajo para construcción del contexto social debido político en tres ámbitos fundamentales: “la construcción de objeto de estudio: las categorías conceptuales la tercera edad , la mejora de la condiciones a través la creación de fondos para la salud y el bienestar en la vejez, la creación de un entorno propicio y favorable para formulación de políticas preventivas”, lo anterior implica la cooperación internacional la creación de organizaciones no gubernamentales que orienten la manera en que sus sociedades conciben a los adultos mayores (“Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento”, 2002).

1.3 Para la construcción del contexto nacional se usó la información de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores (2018), que, en consonancia con el Plan de Acción, constituye una serie de acciones que el gobierno federal y la sociedad en general buscan en común para las personas mayores. Aborda temáticas de diferente índole; certeza jurídica, integridad, alimentación, trabajo, vivienda, asistencia social y educación, para su integración total. El INAPAM, como institución rectora de la política pública, se fortalece con la Ley para participar de manera directa con Secretarías de Estado, Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), proporcionando estrategias y aplicar programas que beneficien e incluyan al sector etario de 60 años y más.

1.4 A nivel Estado, La Ley del Adulto Mayor del Estado de México (2008), con el fin de mejorar la calidad de vida y promover su plena integración al desarrollo social, económico y cultural de los longevos de la entidad, manifiesta a las instituciones municipales de gobierno, a los sectores social y privado a implementar programas acordes a las diferentes etapas, características y circunstancias de las personas adultas mayores. Es así, que, en el 2015 se crean en Zinacantepec, Estado de México los primeros Centro Médico Asistenciales para el Adulto Mayor o Casas de día.

1.5 El propósito de estos centros es brindar atención a los pobladores de la tercera edad de la comunidad, por lo que, las instituciones asistenciales, se convierten en laboratorios ideales que permiten a los investigadores sociales conocer y atender las particularidades de los subgrupos con el propósito de mantener activo y lúcido el mayor tiempo posible al adulto mayor, en este caso, favoreciendo el desarrollo cognitivo 1a través del curso de Historia de México, que permitiese hacer un ejercicio de recuperación de la memoria personal y social.

2. Fuente teórico metodológicas

2.1 Uno de los aspectos teóricos conceptuales fueron consultados en el artículo Historia de la educación: Reflexiones sobre su objeto, ubicación epistemológica, devenir histórico y tendencias actuales de Guichot Reina (2006), el cual vincula la práctica pedagógica, así como la didáctica especializada, además de que a ella le compete estudiar la evolución de los saberes educativos con la formación histórica.

“La Historia de la Educación, debe presentar atención a sus interacciones con las ciencias sociales y humanas, lo que supone tener en cuenta todos los factores que ejercen una acción directa o indirecta sobre el hecho educativo” (Corts Giner, Ávila Fernández, Calderón España y Montero Pedrera, 1996, p. 69).

El curso de Historia de México en adultos mayores representa una práctica pedagógica, en la cual se ven los procesos educativos, actitudes y comportamientos, de la práctica educativa, determinadas por aspectos sociales y culturales, tanto de adultos mayores al docente y viceversa.

2.2 La Historia Oral, como dice Benadiba, L. (2004), en su obra titulada Historia oral relatos y memorias “ha sido la forma de conservar la memoria colectiva”, por ello, vamos a observar que, a través de la Historia de la Educación se va a construir el acontecer a partir de diversas herramientas que permiten la confrontación de fuentes escritas oficiales contrastando las experiencias recuperadas de los participantes con las fuentes oficiales, recuperando su historia y memoria, personal y social.

3. Fuentes empíricas, para construir esta etapa fue solicitado diseñar y utilizar diversas herramientas, entre ellas: los cuestionarios, la guía de entrevista, y las notas de observación.

Esta fuente enriqueció el curso, ya que, gracias a las experiencias, comentarios y conocimientos de los adultos mayores, es como se fue desarrollando cada sesión, todos con ánimos de decir siempre algo, ser escuchados y narrar sus historias.

3.1 La observación ayudó a analizar el contexto, a ubicar al personal administrativo, al personal de salud y a los adultos mayores que asistían, a la vez sirvió para conocerlos y tener mayor contacto con ellos, también para ir analizando las posibles variables para cuestionarios y guías de entrevistas.

Cuando se habló de la posibilidad de este proyecto en el Centro Médico Asistencial para el Adulto Mayor en San Luis Mextepec, en enero del 2019, el convenio suscrito entre el DIFEM y la UAEMéx, estaba por expirar, por lo que se debían de realizar en los próximos meses los trámites para renovar el convenio y poder llevar a cabo sin problemas el curso de Historia de México. Durante los meses de enero y febrero se realizaron prácticas de observación, donde poco a poco se fue desarrollando una convivencia sana con los adultos mayores y personal del Centro, a través de pequeñas charlas informales y algunas formales, asistiendo en otras actividades, conviviendo y compartiendo experiencias.

3.2 Con los cuestionarios se recabó la información necesaria y pertinente de los adultos mayores.

3.3 La guía de entrevistas ayudó a direccionar la conversación con los diferentes actores (adultos mayores, personal de salud, maestros, personal a cargo).

El cuestionario se creó con variables; médicas, sociales, personales, económicas y escolares, que permitieran analizar y evaluar el contexto socioeconómico de los longevos para determinar los subgrupos de la población por edad, género, su capacidad de participación, su postura e interés sobre los temas históricos, con el fin de crear una propuesta encaminada a la impartición de un curso de Historia de México y favorecer el desarrollo cognitivo que permitiese hacer un ejercicio de recuperación de la memoria personal y social, facilitando el trabajo para la elaboración del perfil del adulto mayor y en función de los resultados aplicar las medidas, las estrategias y los procedimientos adecuados al curso para con los adultos mayores.

El aumento de la población mayor, en las últimas décadas es una situación sin precedentes y uno de los rasgos característicos del siglo XXI, porque nunca en la historia de la humanidad se había visto una situación semejante. Orte, C. y March, M. (2007), dicen que… “efectivamente nos encontramos ante un proceso de envejecimiento y un cambio importante en la estructura y características de este colectivo, con nuevas necesidades y demandas sociales y culturales”.

A la sociedad mexicana, en general, le es difícil concebir la complejidad de la vejez, como una etapa más de la vida, donde también se aprende y experimenta, ya que no existe una taxonomía clara, la cosmovisión y definición del término ha ido cambiando a través del tiempo.

En el discurso político tradicional, la senectud es la etapa de la vida, que debiera ser sinónimo de consideraciones especiales, de goce y plenitud ante una vida de servicio. Sin embargo, las condiciones económicas y las exigencias de vida, bajo las que estamos día a día, han llevado a que las personas mayores, pierdan paulatinamente facultades debido a su mala alimentación, el sedentarismo y la falta de medicamentos acordes a sus comorbilidades además de una deficiente asistencia médica. Su poca o nula comunicación con miembros de su familia, amigos o vecinos, dejando de cumplir con quehaceres cotidianos que los hacen útiles para su núcleo y convirtiéndolos en personas dependientes olvidadas que, en ocasiones, requieren cuidados especiales que no son dados de buena gana agudizando la dificultad de la relación cuando la familia carece de recursos económicos necesarios.

Científicamente se ha comprobado, que las personas mayores, adecuadamente estimuladas, son más sanas, son personas activas física y cognitivamente, así mismo, logran postergar la fase incapacitante de la vejez, ya que son más lúcidas e independientes

Debido a estas consideraciones, surgieron las siguientes preguntas, ¿cómo habilitar cognitivamente a los adultos mayores a través de un curso pertinente de Historia? ¿Quiénes son los encargados de llevar a cabo los cursos de Historia?

El interés del Estado por promover el sano envejecimiento y, sobre todo, ocuparse de las necesidades culturales y sociales, así como de salud, de las personas de la tercera edad como parte de la problemática demográfica, ha derivado en que los Centros Asistenciales del DIFEM, busquen garantizar un espacio recreativo, de convivencia y capacitación, con la impartición de talleres y diferentes actividades que les permita relacionarse sanamente con sus pares. Sin embargo, a los Centros Asistenciales, les hace falta una planificación estructurada y seria sobre actividades, estrategias y contenidos a trabajar con los adultos mayores.

La educación, entendida como unos procesos sociales, a lo largo de la vida es una necesidad natural, la cual se va ajustando a las necesidades humanas y tiene lugar en todas las sociedades. Por lo que, la educación contemporánea brinda la oportunidad de trabajar con sectores que en ocasiones son considerados como marginados. Es por ello que los cursos de Historia se suman a una de las puestas educativas para atender a este sector poblacional.

La vejez ha estado bajo la observación e investigación de diferentes especialistas, como son: los médicos, gerontólogos, sociólogos, los cuales han hecho grandes aportes al respecto, enfocados a sus ramas de conocimiento, de tal manera que podamos ir comprendiendo y mejorando los servicios hacia los longevos.

Para los médicos, la vejez es entendida como un "Proceso fisiológico que comienza en la concepción y ocasiona cambios en las características de las especies durante todo el ciclo de la vida; esos cambios producen una limitación de la adaptabilidad del organismo en relación con el medio. Los ritmos a que estos cambios se producen en los diversos órganos de un mismo individuo o en distintos individuos no son iguales".

Para la Geriatría la vejez es parte del desarrollo del ciclo vital desde el crecimiento prenatal a la senectud. Mientras que, la Gerontología se concentra en los cambios que tienen lugar entre el logro de la madurez y la muerte del individuo, y de los factores que producen estos cambios.

Dentro del ámbito psicológico la vejez es un estado en la vida y, el envejecimiento, un proceso que sucede a lo largo del ciclo vital. Tanto la vejez como el envejecimiento humano son objeto de conocimiento multidisciplinar.

Moragas, R (1991) define desde una función sociológica y plantea que la vejez se puede conceptualizar de tres maneras distintas: cronológica (el hecho de haber cumplido una determinada edad), funcional (etiqueta de viejo, entendida como algo incapaz o limitado) y vital (la que a través del tiempo produce efectos en la persona).

En términos generales, el Instituto Nacional de Geriatría (INGER), menciona;

“se acepta que el envejecimiento inicia temprano en la vida y que los cambios biológicos relacionados con él aparecen de manera asincrónica en distintos aparatos y sistemas. En algunos organismos es posible detectar desde muy temprano los primeros indicios de lo que será su envejecer. Ello puede traducirse en vulnerabilidad a la presencia de enfermedades crónicodegenerativas, cuya prevalencia se va acrecentando conforme aumenta la edad. Por otra parte, el proceso de envejecimiento no está condicionado únicamente por características biológicas, pues también existen patrones sociales, culturales y ambientales que claramente intervienen. (Mendoza-Núñez y Martínez Maldonado, 2013) (Gutiérrez Robledo, 2010).

Las definiciones de los especialistas, así como la del Instituto Nacional de Geriatría (INGER), coinciden en que la vejez se ha valorado de acuerdo a los cambios físicos, deterioro por enfermedades, pero también por la cultura y estilos de vida, lo cual determina que la vejez también es parte de una construcción cultural.

Las políticas de protección de salud y bienestar social existentes en torno a las personas adultas mayores derivan de un contexto internacional. En 1948, la Organización de las Naciones Unidas, se enfocó en proponer los derechos de la vejez, derivando de esto, la primera y segunda “Asamblea

Mundial del Envejecimiento”; la primera realizada en Viena y la segunda en Madrid. México, fue uno de los 100 países que participaron dentro de estas asambleas, creando en el 2002, la “Ley de los derechos de las personas adultas mayores” y, en el Estado de México, a través de la Legislatura del Estado de México en el 2008, se decretó la “Ley del adulto mayor”.

Actualmente, la creación y propuesta de instituciones, seminarios, cursos, talleres, entre otros, ha sido la reacción a las políticas de acuerdos internacionales “a favor de los derechos y necesidades de las personas adultas mayores” (Saldaña, S. y Hernández, E. 2017).

En la ciudad de México, se fundó en el 2013, la Universidad de la Tercera Edad, donde desde entonces, se realizan actividades que sirven para desarrollar e incrementar habilidades en los adultos mayores tanto físicas, emocionales como intelectuales, con planes y programas estructurados.

Las personas mayores son las que han posibilitado y contribuido a desarrollar la sociedad que ahora tenemos y por lo tanto, tienen derecho a disfrutar un aprendizaje sin preocupaciones.

Holgado, M.A. (2011), en una ponencia presentada al IV Congreso Iberoamericano de Universidades para Mayores, habla acerca de la importancia de la educación a lo largo de la vida, ya que todos seguimos aprendiendo, de manera formal o no formal y en diferentes situaciones.

Las instituciones, no sólo las educativas, diseñan, y desarrollan ofertas variadas de formación y participación para las personas mayores con diferentes enfoques y orientaciones, por ello coincidimos en que es importante llevar a cabo acciones que les favorezcan.

La autora española, Guerra Paz (2009), en su investigación titulada “Mayores ¿Activos o pasivos? La importancia de la educación de la tercera edad”, plantea que el fenómeno de envejecimiento es que cada vez se vive más años, entonces cabe mencionar y seguir resaltando la preocupación sobre las posibles medidas a elaborar y establecer para las personas de la tercera edad mediante instituciones o programas que vayan acorde a sus necesidades, manteniendo el envejecimiento activo.

La autora señala, que hay que ver a la vejez como una etapa diferente a las demás etapas de la vida del ser humano, una etapa, pienso, como la infancia, la adolescencia, la madurez, aquellas que están basadas en estudios e investigaciones rigurosas y, bajo resultados, destacan las características esenciales de dicha etapa de crecimiento para poder tomarlas y crear planes educativos acordes a las particularidades. Porque, al igual que las etapas ya mencionadas, la vejez presenta características particulares físicas, psicológicas, motrices, etcétera, que hacen posible un curso educativo.

Guerra, Paz (2009), comenta sobre un punto importante, en España se han creado “Planes de ocio y entretenimiento para ayudar a los adultos mayores”, dichos planes cuentan con actividades educativas y recreativas en el diseño de implementación de programas, también hace referencia de cómo debería ser el profesional que se encargue de la enseñanza de los adultos mayores, cuáles deberían ser sus capacidades, competencias y experiencia.

Requejo Osorio (2000) un especialista en la educación nos explica que para entender este fenómeno demográfico y aplicar la enseñanza de la Historia y además, es necesario la intervención social para entender y atender a este colectivo, ya que “se trata de un problema que tiene una dimensión social” y en efecto, es necesario tomar una consideración de las personas con edad avanzada como fenómeno social, entendida como una cuestión de reconocimiento de su papel histórico-social.

Por lo que, en su mayoría de autores mencionados, refieren la importancia de llevar a cabo estrategias didácticas que ayuden a fortalecer y mejorar la etapa de la vejez bajo determinados aspectos de estudio, los cuales fortalezcan, organicen e innoven a través de la educación con estrategias a con los adultos mayores, promoviendo el envejecimiento activo, tal es el caso de este proyecto, un curso educativo de Historia.

Florescano, E. en su artículo “Para qué enseñar la Historia”, hace referencia yresumo; enseñar historiapara llegar a un conocimiento básico con fundamentos, enseñar la identidad de cada pueblo, que observen que lo que conocen y va cambiando, estimulen sus facultades (curiosidad), comprendan la importancia del conocimiento de su propia cultura y sobre todo que entiendan que tienen la capacidad para seguir aprendiendo. Por ejemplo; hacer una conexión entre lo que por tradición vienen practicando (pasado) y cómo eso se ha ido modificando, de generación en generación (el presente).

Los adultos mayores son agentes partícipes de su propia historia e historia de su comunidad, lo que muchas veces viene redactado en un libro, ellos a través de la oralidad lo pueden contar desde una experiencia vivida. Quintanar, A. (2003) nos dice que la interpretación histórica depende de las formaciones ideológicas surgidas en el contexto histórico en que vive el historiador que las sustenta. “El historiador llega a comprender muchas veces mejor los problemas de las transformaciones sociales en el presente y en el pasado, en la medida en que la propia sociedad a la que pertenece llega a un momento de crisis y atraviesa por ella”.

La situación respecto a la vejez y sus sujetos se debe historiar, lo que ocurre demográficamente es un hecho histórico, una cuantificación de los problemas sociales y culturales de la época, que a través de la educación, tomada como un acontecer histórico, como dice Ortuño, J. (2014) “Uno de los conceptos historiográficos más interesantes, ha sido el de conciencia histórica que se traduce en la valoración y apreciación que las sociedades tienen de su pasado y que condiciona su actuación presente”, ayuda a dilucidar estos procesos y situaciones temporales dentro y fuera de una institución.

Gómez Carrasco y Millares Martínez, (2013) especialistas en la enseñanza de la Historia y la didáctica de las Ciencias Sociales, abordan en “La enseñanza de la Historia desde un enfoque social”, que la utilización de temas transversales e interdisciplinares desde la Historia social, como la familia, formas de organización de la población, la vida cotidiana, entre otras, pueden ser beneficiosos para fomentar el pensamiento crítico y desarrollar valores cívicos en los diversos niveles educativos.

Un correcto uso público y social de la Historia (Pasamar, 2003) puede impulsar la ciudadanía activa y participativa, ayudando a que los longevos se identifiquen a través de la Historia, por medio del currículo que pretenda profundizar en las actitudes de los adultos mayores, la cual permita a sentar las bases de su participación e integración.

Por eso, la participación e integración de los adultos mayores, así como la consideración positiva de esta etapa de vida, por parte de todo ser humano, son indispensables para la creación de una propuesta de un curso de Historia para los adultos mayores con el fin de favorecer la recuperación de la memoria personal y social.

San Luis Mextepec, fue el primer lugar donde se comenzó a trabajar, en enero del 2019, -aún no se tenían contemplados los Centros de Santa María del Monte y el de la Cabecera Municipal-, había alrededor de 45 adultos mayores que asistían los miércoles de cada semana, 43 mujeres y 2 hombres, en un horario de 9: a.m. a 13:00 p.m.

Las primeras visitas al Centro fueron para identificar al personal de administración y salud, a su vez a los adultos mayores. Se observaron las actividades que realizaban: calentamiento, bailes, manualidades y tejido, con el fin de buscar sus intereses y áreas de oportunidad. Pero ningún momento tomó mayor atención, como lo era la “hora del almuerzo”, ellos deleitaban cada guiso que se compartían, platicaban, comentaban y se ponían al día. Siempre llegaban a acuerdos de quien sería la persona encargada de llevar los guisos, los refrescos, los vasos y platos, sin olvidar la cooperación para comparar las tortillas y hacer los tacos. En ese momento se identificó que era el momento favorito porque podían hablar de todo, se escuchaban uno a otros, salían de la rutina de estar en casa solos y, sobre todo, era su espacio y su momento.

Con el paso de las semanas, se fue creando un vínculo de confianza, y una vez identificados los puntos, se comenzó a realizar el cuestionario que se aplicaría a los adultos mayores y las guías de entrevista para el personal. Fue entonces, que, a finales de febrero del 2019, se llevó a cabo la aplicación de los cuestionarios en dos etapas; la primera consistió en la aplicación para los adultos mayores que asistían al Centro.

En esta etapa se sortearon ciertos inconvenientes con los adultos mayores del Centro de San Luis Metepec, la primera fue; el día que se eligió para la aplicación de los cuestionarios fue “miércoles de Ceniza” por lo que muchos adultos mayores no acudieron, se trabajó con los pocos que se encontraban y se aplazó la aplicación, al menos una semana. El segundo inconveniente fue, aunque la mayoría declaró saber leer y escribir, cuando se les entregó el cuestionario, en su mayoría pidió se les fuera leyendo la pregunta por pregunta y respuesta por respuesta ya que no sabían leer y escribir. Se aplicó uno por uno, a lo que el tiempo de aplicación fue pausado.

La segunda etapa consistió en una entrevista de manera personal y oral al personal administrativo y de salud del Centro; la odontóloga y gerontóloga. Se realizaron una serie de preguntas desde su especialidad. Las temáticas abordadas fueron en relación con la salud de los adultos mayores que asistían, desde su salud física, mental y emocional. Fue importante indagar sobre la percepción, conocimiento y actividades que tenían y realizaban los especialistas y administrativo con los adultos mayores, para así visualizar un posible panorama educativo, áulico, temporal y social a implementar en los cursos, tomando en cuenta sus conocimientos y experiencias, las cuales fueron oportunas.

A partir de estos parámetros se fueron analizando, evaluando y construyendo los resultados de los cuestionarios, se hizo una selección de las fuentes bibliográficas, electrónicas, tanto para avalar los resultados como para los materiales y la forma de trabajo, y también se diseñaron las sesiones del Curso de Historia de México. Se trabajó bajo una planeación en donde se establecieron objetivos en cada reunión, el tiempo que debía durar, se trabajó un tema por día, se enlistó la secuencia didáctica y los materiales pertinentes: imágenes impresas, micrófono y bocina.

Después de algunos meses, con la renovación del convenio, en octubre del 2019 se llevó a cabo la primera sesión del curso. Sin embargo, mientras se firmaba el convenio, se llevaron a cabo sesiones sobre temas de Historia de México de acuerdo con fechas conmemorativas del respectivo mes en que se estuviera trabajando, con el fin de no perder el contacto con los adultos mayores.

Es así como la primera sesión oficial del curso de Historia de México se llevó a cabo el 23 de octubre del 2019, en un horario de 12:00 a 12:20 p.m. La sesión estaba programada para las 11:00 a.m. pero se encontraban ensayando su bailable del 20 de noviembre, ya que iban a concursar por lo que se encontraban muy motivados a seguir ensayando. Cuando llegó la hora acordada, se hizo una presentación formal con los adultos mayores por parte de la encargada del Centro. Se trabajó con el tema de “Mi comunidad a través de los años”, donde ellos debían compartir y platicar sobre su lugar de origen y en donde habían crecido, a la vez responder cuestiones: ¿Cómo era antes?, ¿Cómo era ahora?, ¿Qué había cambiado? Los adultos mayores compartieron que cuando eran niños no tenían alumbrado público ni drenaje, que las calles eran de tierra y que no había tantas casas. Describieron la escuela de la comunidad, en la que niños y niñas de todas las edades se reunían en los mismos salones, que los baños de la escuela se encontraban frente a la construcción -ya que apenas empezaba- y que al entrar no se veía mal que estuviesen mezclados, todos hacían en un espacio tipo letrina y tenían respeto unos a otros. Fue una sesión corta pero interesante.

Durante esa semana llegó la invitación del DIFEM Zinacantepec, para trabajar con el Centro de Santa María del Monte y la cabecera municipal, por lo que enseguida se asistió para recabar datos necesarios, utilizando la misma dinámica de trabajo, pero las experiencias distintas.

En Santa María de Monte había 40 adultos mayores, 35 mujeres y 5 hombres, el lugar donde se reunían era en un salón de la iglesia principal de la comunidad, era un espacio con poca luz y ventanas, muy cerrado y poco acorde a los adultos mayores. Sin embargo, a ellos les gustaba pasar el día ahí. Ellos estaban muy entusiasmados con el curso, su ánimo era notorio y todos querían participar, en ocasiones el tiempo rebasaba lo estipulado. El 25 de noviembre del 2019, se abordó el tema “ Lo que sé de la Revolución Mexicana”, en su mayoría participaron activamente, comentando y trayendo consigo recuerdos de lo que sus abuelos y papás les contaron sobre aquella época; cuando los revolucionarios llegaban y se establecían por un tiempo en la comunidad, los casos de las mujeres que se robaron y la escasez de alimentos. A través de imágenes impresas, fueron recordando a los personajes emblemáticos de la Revolución Mexicana, así como algunas fotografías de época, en las cuales fueron creando e imaginando posibles escenarios.

Esta misma temática en la cabecera municipal de Zinacantepec, tuvo otro giro. Los adultos mayores de esta zona eran personas en su mayoría letradas, que al menos habían terminado la secundaria o preparatoria. Sólo se trabajaba con la mitad del grupo, la otra mitad dijo no estar interesada en el curso. Durante la sesión ellos eran los que preguntaban, ¿Cómo era?, ¿Quién era?, ¿Qué había?, prácticamente el desarrollo de la clase se fue comentando con preguntas y respuestas. Al final pidieron se les regalara algunas de las imágenes impresas que les presentó para que ellos pudieran comentar con sus familiares y sobre todo a sus nietos, lo que habían aprendido.

Las notas de observación favorecieron la descripción de los espacios y marcaron las diferencias entre los adultos mayores y de los centros, ya que ahí se describe todo lo ocurrido en cada sesión, de principio a fin de esta.

A pesar del estado de salud de las personas mayores, en general regular, de su inadecuada cultura de la prevención de la salud, discapacidades; visual, auditiva y visual, el nivel educativo -la mayoría no concluyó la escuela primaria-.

Derivado de toda esta investigación; aplicación de instrumentos, análisis de resultados e implementación de herramienta, recursos y materiales, para el curso de Historia de México, se determinó que el tiempo máximo de cada sesión debía ser de 15 a 20 minutos; ya que pasado ese tiempo su atención se dispersaba y se perdían el interés, sin embargo mientras transcurría la sesión participaban activamente y se mostraban atentos.

Algunas personas adultas mayores llegaron a comentar que les gustaba mucho el curso, ya que así podían platicar con sus nietos sobre posibles temas que ellos veían en la escuela, por lo que les parecía atractivo, preguntaban sobre el tema y sus curiosidades, los que sabían escribir tomaban pequeñas notas y en una ocasión pidieron les fuera obsequiado el material impreso que se llevó.

Compartieron sus experiencias familiares, laborales y sentimentales al hablar sobre temas como la Revolución Mexicana, la comida, el lugar donde crecieron, entre otros. Hablaron sobre lo que ellos vivieron, pero también sobre lo que sus ancestros contaban y eso enriquece cada sesión, ya que lo que se encuentra en los libros de texto, ellos lo palparon, comprobando una vez más como todo tenemos una historia y somos parte de la Historia.

La Dirección de Enseñanza y Divulgación del Instituto Nacional de Geriatría, a través de un estudio actual, estima que, el gasto de las familias que cuidan a un adulto mayor dependiente es cuatro veces mayor en comparación con las personas no dependientes, lo que es preocupante, ya que muchas familias mexicanas no tienen la capacidad económica para solventar los gastos.

Por ello, para enfrentar estos retos poblacionales, se requiere de la creación de instituciones y servicios capaces de sistematizar y mejorar los esfuerzos de diversas estancias para brindar valores orientados a la atención del empleo, la recreación, la cultura, el deporte y otros. Guerra Paz (2009) plantea que el fenómeno de envejecimiento es que cada vez se vive más años, por lo que debe mencionarse y seguir resaltando la preocupación sobre las posibles medidas a elaborar y establecer para las personas de la tercera edad mediante instituciones o programas que vayan acorde a sus necesidades, manteniendo el envejecimiento sano y activo.

Por lo que, las instituciones asistenciales, se convierten en laboratorios ideales que permiten a los investigadores conocer y atender las particularidades de los subgrupos.

El propósito del proyecto fue que a través del curso de Historia México se ejercitara la memoria próxima y distante de los actores del devenir histórico del grupo etario de 60 y más. El objetivo de esta investigación consistió en diseñar un curso de Historia de México para los adultos mayores que asistían al Centro Médico Asistencial del Adulto Mayor en Zinacantepec, aportando al estado de la cuestión, en el sentido de que se narra la experiencia de generar y desarrollar un curso taller de Historia de México para personas mayores en condiciones de pobreza.

La enseñanza de la Historia en adultos mayores en el Centro Médico Asistencial para el Adulto Mayor es el puente entre su experiencia y sabiduría. La implementación de los cursos de Historia, se llevaron a cabo bajo un perfil de educación no formal, donde los asistentes fueron capaces de decidir en qué temáticas pasar su tiempo, mismo que anteriormente dedicaban a sus actividades laborales o del hogar.

El adulto mayor, es un ser que ha vivido un largo recorrido, ha experimentado y aprendido a funcionar dentro de una sociedad. Hay muchas problemáticas por atender en relación con la vejez, sociales, culturales, educativas, entre otras, por lo que llevar a cabo estas prácticas con el fin de diseñar un curso de Historia benefician a que otras personas interesadas las puedan implementar, promoviendo un envejecimiento activo y recuperado su historia como memoria personal y social.