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Acercamiento al análisis contrastivo de la expresión de la modalidad epistémica en polaco y español
marcoELE. Revista de Didáctica Español Lengua Extranjera, 31, pp. 34-48, 2020
MarcoELE

INVESTIGACIÓN

https://marcoele.com/edicion/acceso-abierto/

Resumen: El presente trabajo tiene como objetivo, a partir de un enfoque interlingüístico, centrado en el polaco y el español, un acercamiento al análisis de la expresión de la modalidad epistémica en las dos lenguas. La modalidad epistémica en los dos idiomas que constituyen el interés del estudio se expresa de manera diferente, lo cual plantea toda una serie de problemas durante el proceso de aprendizaje del español por parte de estudiantes polacos. El polaco opta en más casos, en comparación con el español, por medios léxicos, la utilización de determinados verbos y adverbios parentéticos. Tales recursos los utiliza también el español que, además, se vale del modo subjuntivo, que típicamente junto con un verbo modal o un adverbio modal puede ser uno de los medios de expresión de la modalidad epistémica. El artículo se centra en presentar la organización de los recursos utilizados por ambos idiomas a la hora de expresar la modalidad epistémica; se presentan sus rasgos comunes y distintivos y, por último, se facilita una visión comparativa de las formas empleadas en cada lengua.

Palabras clave: modalidad epistémica, enseñanza del español como lengua extranjera, enseñanza de la gramática, gramática comparativa español-polaco.

Abstract: The aim of this study, based on an interlinguistic approach and centered on Polish and Spanish, is to evaluate the analysis of the expression of the epistemic modality in both languages. The epistemic modality in the two languages is expressed differently, which raises a whole series of problems during the process of learning Spanish by Polish students. The Polish language opts in more cases, in comparison with Spanish, for lexical means and the use of certain verbs and parenthetical adverbs. Such resources are also used by Spanish, which, however, also uses the subjunctive mode, which typically together with a modal verb or a modal adverb can be one of the means of expression of the epistemic modality. This paper focuses on presenting a possible way of organizing the resources used by both languages when expressing the epistemic modality; its common and distinctive features are presented and, finally, a comparative vision of the forms used in each language is provided.

Keywords: epistemic modality, teaching of Spanish as a Foreign Language, teaching of grammar, Spanish-Polish comparative grammar.

1. INTRODUCCIÓN

Expresar los diferentes tipos de modalidad de una lengua extranjera es uno de los retos más importantes en el proceso de aprendizaje de otro sistema lingüístico. Al aprender los recursos que tiene la lengua española para expresar la probabilidad (requisito indispensable a nivel B2 según el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas), los hablantes nativos del idioma polaco encuentran toda una serie de dificultades, dado que la modalidad epistémica en español y polaco se expresa mediante recursos diferentes. A pesar de diversas afinidades tipológicas entre las dos lenguas, a la hora de expresar la modalidad se notan diferencias sistemáticas. El polaco, como se mostrará a continuación, en comparación con el español opta en más casos por medios léxicos, la utilización de determinados verbos y adverbios parentéticos. Tales recursos los utiliza también el español que, además, se vale del modo subjuntivo, que típicamente junto con un verbo modal o adverbio modal puede ser uno de los medios de expresión de la modalidad epistémica. De hecho, la utilización de dicho modo verbal, así como del modo condicional y de los dos tiempos futuros del indicativo constituyen una de las mayores dificultades para los hablantes nativos de polaco a la hora de elegir el elemento portador de modalidad.

Además, en la expresión de la modalidad epistémica interviene el factor del grado de certeza y veracidad de la información comunicada, es decir la evidencialidad. El recurrente solapamiento de las dos modalidades, tanto en español como en polaco, es una de las causas de los fallos de traducción entre ambas lenguas.

El presente trabajo tiene como objetivo, a partir de un enfoque interlingüístico centrado en el polaco y el español, un acercamiento al análisis de la expresión de la modalidad epistémica en las dos lenguas. Nos centraremos en la organización de los recursos utilizados por ambos idiomas a la hora de expresar dicha modalidad, presentaremos sus rasgos comunes y distintivos y, por último, facilitaremos una visión comparativa de las formas empleadas en cada lengua.

2. LA MODALIDAD

En la lingüística tradicional, siguiendo la teoría de Bally (1965: 36), se distinguen dos elementos que constituyen el enunciado[1]: el componente proposicional o la estructura predicativo-argumental, llamados dictum[2] y el componente modal, llamado modus [3].

Como se demuestra en la Nueva gramática de la lengua española (NGLE) (RAE/ASALE, 2009: 793) “En la oración ¿Está lloviendo? corresponde al dictum la descripción de un estado de cosas (está lloviendo), y al modus el hecho de que el hablante presente esta información como una pregunta”.

Aunque en la lingüística actual se pueden encontrar numerosas definiciones del concepto de la modalidad, la mayoría de ellas coincide al respecto de la división entre la modalidad de la enunciación y la modalidad del enunciado. La primera, o sea, la modalidad de la enunciación (de la frase) está vinculada “con los actos verbales que los hablantes realizan” (RAE/ASALE, 2009: 796). Según Otaola Olano (1988: 101) “El locutor al hablar adopta una actitud de cara al oyente, y los elementos lingüísticos que la manifiestan constituyen lo que denominamos modalidades de enunciación o. modalidades de frase”. Dependiendo de la fuerza ilocutiva, las modalidades de enunciación suelen corresponder a las estructuras declarativas, imperativas, interrogativas o exclamativas (RAE/ASALE, 2009: 795). En cuanto a la modalidad del enunciado (proposicional), esta “añade ciertas estimaciones al contenido del enunciado mismo” (RAE/ASALE, 2009: 796). Otaola Olano (1988: 102) hace notar que dicha modalidad manifiesta “la actitud del hablante ante el enunciado o mensaje [explicando] la relación entre el locutor y el enunciado”. Teniendo en consideración la fuerza ilocutiva, dentro de las modalidades del enunciado se distingue tales modalidades como la epistémica o del conocimiento, la deóntica o de la obligación, la alética o de la necesidad y la probabilidad de los sucesos, la bulomaica o volitiva etc.” (RAE/ASALE, 2009: 796-797). En el marco de este estudio nos interesa la modalidad epistémica.

Los gramáticos subrayan, además, la importancia de las investigaciones sobre la modalidad como tal debido a la heterogeneidad de las formas de expresarla. Para ejemplificar el problema se puede citar las oraciones presentadas en la RAE/ASALE (2009: 796): (1) Posiblemente, ha llovido; (2) Es posible que haya llovido; (3) Puede haber llovido. Como afirman los autores, todos los elementos destacados “son heterogéneos desde el punto de vista gramatical, pero constituyen manifestaciones de una misma modalidad proposicional, la relacionada con la mayor o menor seguridad con la que el hablante presenta lo que se dice” (RAE/ASALE, 2009: 796). Demuestran, también, la particularidad de cada tipo modal que puede presentar sus propias marcas gramaticales. Según los autores “algunas de ellas son incompatibles entre sí y pueden dar lugar, por tanto, a choques de modalidad. Así, [por ejemplo], los adverbios de duda son incompatibles con los imperativos” (RAE/ASALE, 2009: 796).

3. LA MODALIDAD EPISTÉMICA

La modalidad epistémica debe su nombre a la palabra griega ἐπιστήμη que denota conocimiento o habilidad y “se refiere al mundo de las creencias del remitente y se refiere al grado de certeza de los juicios expresados por él” (Jędrzejko, 1987: 19). Ridruejo (1999: 3214) hace notar que la modalidad epistémica, que se presenta vinculada a las nociones de conocimiento y creencia, se define como la expresión del grado de compromiso que el hablante asume con respecto a la verdad de la proposición contenida en enunciado. Grepl (citado por Boniecka, 1976), además, señala que es una expresión de “un grado de confianza en la validez real de sus [del hablante] afirmaciones”, aunque le da el nombre de una modalidad veraz o persuasiva (Boniecka, 1976: 106). En las investigaciones llevadas a cabo en inglés se ha observado que:

[e]pistemic modality applies to assertions and indicates the extent to which the speaker is committed to the truth of the proposition. […] The commonly expressed epistemic modalities are possibility, probability, and inferred certainty. Possibility indicates that the proposition may possibly be true […] and should be kept distinct from root possibility. […] Probability indicates a greater likelihood that the proposition is true than possibility does. […] A stronger sense of probability is found in the notion of inferred certainty, which strongly implies that the speaker has good reason for supposing that the proposition is true” (Bybee, Perkins, Pagliuca, 1994: 179-180).

El mismo concepto de la modalidad epistémica, basado en la obra de Lyons (1998) ha sido adoptado también por los investigadores españoles, según los cuales la modalidad epistémica “se define como la expresión del grado de compromiso que el hablante asume con respecto a la verdad de la proposición contenida en un enunciado” (Ridruejo, 1999: 3214).

4. LA EXPRESIÓN DE LA MODALIDAD EPISTÉMICA EN POLACO Y ESPAÑOL

Las dos lenguas que nos interesan para los fines de este estudio, es decir, el polaco y el español, se valen de diferentes recursos para expresar la modalidad epistémica. Estos abarcan desde las categorías morfológicas, léxicas y sintácticas hasta las prosódicas; además, todas ellas pueden funcionar conjuntamente, sin excluirse entre sí (Pihler Ciglič, 2014: 382).

Tabla 1
Recursos para expresar la modalidad epistémica y la evidencialidad en español y polaco.

Como se puede apreciar en la Tabla 1, los medios para expresar la modalidad epistémica en la lengua polaca son diversos y pertenecen a diferentes niveles de lenguaje: léxico, morfológico, sintáctico y prosódico. Los principales medios para expresar este tipo de modalidad en el idioma polaco son los lexemas modales: palabras y partículas modales, verbos modales y ciertas combinaciones de palabras (tradicionalmente consideradas como giros introductorios). La semántica de la modalidad epistémica puede expresarse mediante construcciones sintácticas especiales, medios de entonación y recursos paralingüísticos. También se manifiesta implícitamente en ciertos tipos de declaraciones.

Entre los recursos especializados para expresar la modalidad epistémica en el idioma polaco se distinguen numerosas palabras y expresiones modales (prawdopodobnie, być może, rzeczywiście, oczywiście, w rzeczy samej, niewątpliwie), que funcionan como elementos introductorios de la expresión. Entre ellos se encuentran también algunos predicados que crean una relación proposicional con el valor del conocimiento, opinión, creencia, confianza, percepción del tipo myślę, że; sądzę, że; wierzę, że; widzę, że; wiem, że; jestem pewien, że; wydaje mi się, że así como las expresiones modales como moim zdaniem, z całą pewnością, bez cienia wątpliwości.

La modalidad epistémica también se expresa por medio de los verbos modales móc (poder) y powinien (debería).[4]

Campos (2004) observa –como hemos señalado antes– que la modalidad epistémica abarca los valores de certeza, probabilidad y posibilidad, representables en términos escalares. Wielgosz (2014: 36) distingue dos grados de modalidad epistémica: alto y bajo. Entre los marcadores de alto grado de epistemicidad incluye: por supuesto, desde luego, sin duda alguna, etc. Como marcadores de bajo grado (o de duda) han sido clasificados: tal vez, quizá(s), a lo mejor y los verbos saber, creer, etc.

5. EL SISTEMA MODAL Y TEMPORAL DEL VERBO EN POLACO Y ESPAÑOL

Una de las manifestaciones de la modalidad es el modo verbal (Nowikow, 2017: 15). Como afirma Ridruejo (1999: 3215) “El modo verbal […] está constituido por varias clases flexivas (representadas, a su vez, por diferentes morfos) de manera que cada una de esas clases responde, al menos en parte, a distintos contenidos de modalidad”. Siguiendo este concepto, RAE/ASALE (2009: 473-474) muestra que el modo sirve para indicar la actitud del hablante hacia la información proporcionada, a saber, manifiesta su postura frente al contenido de lo expresado. Por lo tanto, los modos pueden tratarse como paradigmas flexivos, incluso cuando son defectivos o incompletos. De ahí que sea posible distinguir para el español y el polaco los siguientes modos verbales:

- imperativo, indicativo y subjuntivo para el español (Ridruejo, 1999: 3215-3219).

- imperativo, indicativo y modo potencial para el polaco (Laskowski, 1998: 180-186)

Huelga hacer hincapié en los rasgos distintivos de los modos mencionados. Ridruejo (1999: 3218) indica que el indicativo se describe como el modo de la realidad, de la objetividad, de lo seguro o de lo actual, frente al subjuntivo, que es el modo de la no-realidad, de la incertidumbre, de la subjetividad, de la futuridad indefinida.

El modo potencial, a su vez, es una muestra morfológica de la modalidad epistémica marcada, que señala situaciones hipotéticas. El hablante, usando el modo potencial, no expresa ninguna certeza hacia la situación descrita en una oración concreta. Informa solamente de una posible existencia de tal situación. Es más, dicha posibilidad puede ser teórica y, de hecho, no realizada. El modo potencial sirve, por lo tanto, para expresar las suposiciones e hipótesis del hablante sobre la realidad extralingüística.

Cabe destacar que en las lenguas eslavas no existe el modo subjuntivo. Las funciones que este desempeña en las lenguas romances, y concretamente en español, se realizan mediante otras estructuras, en la mayoría de los casos (en las lenguas eslavas occidentales y orientales) mediante las formas del modo potencial. Analizando la problemática del uso del modo potencial polaco (morfológicamente bastante desarrollado), se pueden observar ciertas regularidades relacionadas con la partícula “by”, antiguo morfema gramatical eslavo, indicador de la potencialidad. Puzynina (1971: 131–137) nota que existen dos tipos del modo potencial polaco:

1) modo potencial con la partícula “by” móvil

(1) Chciałabym mieć dużo pieniędzy. [Querría tener mucho dinero.]

2) variante del modo potencial con la partícula “by” inmovilizada con la conjunción

(2) Moja mama chce, żebym miała dużo pieniędzy. [Mi madre quiere que tenga mucho dinero.]

La investigadora polaca clasificó la construcción con la partícula “by” inmovilizada con la conjunción como una variante posicional del modo indicativo. Lo argumentó señalando que para los nativos del idioma polaco las partículas tipo “aby”, “żeby” [para que] u “oby” [ojalá] son unidades léxicas separadas y no se las considera como un conjunto compuesto por otro lexema y por el morfema gramatical del verbo. Esta descripción de la doble función del modo potencial polaco ha sido también el punto de partida para nuestra búsqueda de la equivalencia del modo subjuntivo romance en el idioma polaco.

apreciar

Tabla 2
Las formas del modo potencial de los verbos polacos chcieć (querer) y mieć (tener) en dos variantes de conjugación.

Para contrastar el sistema de los tiempos verbales del polaco y el español, en un primer lugar es necesario recurrir a la tipología de idiomas presentada por Nowikow (2012: 120-121), según el cual existen dos tipos de lenguas:

1) las que disponen de las categorías de aspecto y de caso morfologizadas mediante significantes específicos, pero, sin embargo, no poseen en sus sistemas gramaticales ni el artículo ni demasiados tiempos verbales. Se trata de los llamados idiomas tipo AC (aspecto + caso), a los que pertenece el idioma polaco y

2) las que, en cambio, poseen tanto el artículo como el sistema temporal bien desarrollado, pero, a diferencia de los idiomas del primer grupo, no cuentan ni con el aspecto (o lo tienen desarrollado de diferente modo) ni con el sistema casual. Estos son los llamados idiomas tipo ArtT (artículo + tiempo), a los que pertenece el idioma español.

Dichas informaciones le permitieron al autor construir una tabla de los sistemas temporales de ambos idiomas, que presenta, de forma comparada, los tiempos verbales del indicativo de los idiomas español y polaco.

Tabla 3
Comparación de los sistemas temporales del polaco y español según Nowikow (2012:123).

Las observaciones de Nowikow (2012) demuestran que, en el caso de los estudiantes polacohablantes, la clave al entendimiento de cómo funcionan los tiempos verbales españoles se encuentra en la problemática del aspecto, o sea, en saber distinguir entre el aspecto de la acción verbal que procede del significado del verbo y el aspecto de la acción verbal, marcado por medios gramaticales.

6. LA MODALIDAD EPISTÉMICA EN ESPAÓL Y EN POLACO: CUESTIONES BÁSICAS

6.1. LA GRAMATICALIZACIÓN DE LA MODALIDAD EPISTÉMICA

Uno de los primeros problemas que ha de afrontar el aprendiz nativo del idioma polaco a la hora de estudiar las formas de expresar la modalidad epistémica en español es su gramaticalización. Aunque también en polaco existen las categorías morfológicas que pueden usarse con el fin de expresar dicha modalidad, el idioma polaco, como ya hemos mencionado, en la mayoría de los casos opta por medios léxicos, tales como verbos, sustantivos, adjetivos, adverbios o modulantes modales. Esto se debe principalmente a la escasez de las formas gramaticales que representan el valor epistémico en polaco. Es más, el polaco no admite la gramaticalización del componente modal en todos los contextos. Esta característica del sistema lingüístico polaco se puede observar, entre otros casos, con respecto a los hechos anteriores a otra acción o al momento de habla. Dicho problema se puede observar en los siguientes ejemplos en los que, en ambas oraciones en polaco, la modalidad puede ser realizada solo con medios léxicos, con la partícula chyba y con la secuencia de partículas ż-by respectivamente:

Tabla 4
Recursos de la gramaticalización y lexicalización de la modalidad epistémica en español y polaco.

6.2. LA MODALIDAD Y EL PROBLEMA DE LA REDUNDANCIA

El posible uso, en la misma frase, de las expresiones de la modalidad epistémica tanto léxicas como gramaticales nos lleva a otra cuestión, es decir, al problema de redundancia. La redundancia o el pleonasmo, que es su forma, se entiende como “la repetición de informaciones léxicas o gramaticales” (Bosque, 2004: 25)[5]. Según el DRAE la redundancia es la “Repetición o uso excesivo de una palabra o concepto (1). Cierta repetición de la información contenida en un mensaje, que permite, a pesar de la pérdida de una parte de este, reconstruir su contenido (2)”. La redundancia es, por lo tanto, un fenómeno lingüístico cuyas representaciones, como asegura Bosque (2004: 26), “recorren la lengua de extremo a extremo; aparecen –de una forma o de otra– en casi todas las construcciones sintácticas del español, al igual que sucede en otras muchas lenguas, tal vez en todas”. Por ello, no ha de extrañar que también dentro de las formas de expresar la modalidad haya expresiones redundantes. Los ejemplos de las oraciones donde aparece la redundancia modal son los siguientes:

(1) Tenemos que acabar este informe necesariamente.

(2) Juan debió quedarse en casa obligatoriamente.

(3) Posiblemente se puede fumar aquí.

(4) Seguramente estará ahora en su casa.

(5) Probablemente estará enfermo.

(6) Supongo que tendrá unos 40 años.

Como argumenta Bosque (2004: 27), la redundancia, término que “sugiere algo superfluo o innecesario”, en casos –entre otros– como los citados arriba, “puede ser vista como una forma de concordancia”. Según el autor (2004: 27), “El término concordancia sugiere […] la presencia simultánea de rasgos lingüísticos por razones que exige el propio sistema. Si intentamos ver la redundancia como cierta forma de concordancia, la reiteración de informaciones se nos presentará como una propiedad esperable, casi como un rasgo de las estructuras sintácticas”. En cuanto a la problemática de la modalidad, el mismo autor ha observado que “la concordancia modal alude al hecho de que muchos adverbios reproducen el contenido de las perífrasis verbales a las que modifican [enfatizándolas]”. El hecho de que los diferentes modos de expresar la modalidad, tanto gramaticales como léxicos, coexisten en la misma frase fue descrito ya, entre otros, por Kiklewicz (2004: 152-158). El autor demuestra que en cada oración se pueden mezclar, siguiendo determinadas reglas, diferentes (o no) tipos de modalidades expresadas por distintos medios lingüísticos. En el caso del idioma polaco cabe destacar que la reduplicación o, mejor dicho, la concordancia gramático-lexical es menos frecuente que en español. Eso se debe a la ya mencionada anteriormente escasez de las herramientas gramaticales que puedan expresar la modalidad.

6.3. LA MODALIDAD Y EL GRADO DE LA PROBABILIDAD

El tercer problema relacionado con el aprendizaje del modo de expresar la modalidad epistémica es el llamado grado de probabilidad. La graduación de la posibilidad modal es un concepto que, aunque está tratado por las gramáticas normativas del español actual y los manuales del español como lengua extranjera, parece no llegar a presentarse de forma convincente, sobre todo, en el contexto comparativo español-polaco. La frase Probablemente ha llegado Juan y su variante que muestra un menor grado de la posibilidad de cumplir los hechos mencionados Probablemente haya llegado Juan, tiene solo una posible variante en polaco Chyba przyjechał Jan equivalente al primero de los ejemplos citados.

6.4. LA MODALIDAD Y LAS CUESTIONES CULTURALES

El último problema –pero no por ello menos importante– que merece mencionarse está relacionado con las posturas que el hablante adopta respecto al contenido del enunciado. Kiklewicz (2004: 154-156), investigando las funciones interpretativas de la modalidad, ha observado dos tendencias en el funcionamiento de las estructuras modificadas epistémicamente: (1) la tendencia del hablante a mostrar los hechos o situaciones, incluso las más banales, como inseguras o dudosas, y (2) la tendencia del hablante a mostrar toda la información como segura. Según el autor (Kiklewicz 2004: 156) la expansividad de los usos de la modalidad epistémica en el idioma se debe a las nuevas tendencias en la cultura comunicativa y la necesidad de seguir de esta forma las normas de cortesía. Nuestra experiencia de contacto con los idiomas español y polaco nos muestra, sin embargo, que mientras los españoles siguen, más bien, la primera de las tendencias, los polacos en más ocasiones optan por la segunda.

7. LA MODALIDAD EPISTÉMICA EN LAS CLASES DE E/LE

En vistas de que, durante las tres últimas décadas en las clases prácticas de idiomas extranjeros, entre ellas las de E/LE, prevalece el enfoque comunicativo, que –según nuestras observaciones– se rige por, para llamarlo de alguna manera, el temor a la gramática, relegando la enseñanza del sistema gramatical a un segundo plano. De ahí que el concepto de la modalidad, como tal, no sea tratado durante las clases de E/LE. Sin quitarle la importancia al enfoque comunicativo, consideramos que a veces se les limita a los estudiantes el espacio para un análisis metalingüístico ponderando la necesidad de adquirir estructuras cuyo fin es la comunicación inmediata. Tal fin, indudablemente, es muy importante y hace que el aprendizaje del español resulte natural y tenga un carácter práctico. Sin embargo, no se le presta atención al mecanismo gramatical de la estructura en cuestión o de la forma verbal que la rige. Es evidente que una clase de E/LE no es el lugar idóneo para reflexiones profundizadas acerca de la modalidad. No obstante, este aspecto de la lengua no se puede disociar del proceso de enseñanza/aprendizaje. De hecho, las cuestiones relacionadas con la modalidad epistémica (expresión de la probabilidad, hipótesis, suposición, duda) sí se introducen durante las clases de E/LE, sin embargo, a menudo partiendo desde la forma y no, desde el significado.

He aquí una de las paradojas del enfoque comunicativo reflejado en los manuales prácticos y, por ende, durante las clases de E/LE. A lo largo del aprendizaje, se les proporciona a los estudiantes nuevas estructuras y/o tiempos verbales y se pasa a la enumeración de sus usos y valores, seguidos (o precedidos) de ejemplos en forma de diálogos introductorios, vídeos u otros materiales que sirven de ejemplos. De ahí que las informaciones relacionadas con la modalidad epistémica se proporcionen a los estudiantes de forma confusa, parcial e incluso errónea. Baste con mencionar el material presentado en la página 29 del manual Aula Internacional 3 o los ejemplos extraídos de las unidades 76 y 77 (pp. 160-163) de la Gramática de uso del español B1-B2:


Figura 1
Expresiones que introducen la probabilidad según el manual Gramática de uso del español B1-B2.


Figura 2
Expresión del grado de probabilidad en función del modo verbal escogido.

Como se puede apreciar en las figuras 1 y 2, las informaciones proporcionadas, es decir, el elenco de las expresiones (recursos léxicos de la modalidad epistémica) y la indicación de los posibles modos verbales (recursos formales del sistema gramatical) no arroja ninguna luz sobre la expresión de la probabilidad en español ni sobre la gradación de la misma. De hecho, para los estudiantes cuya lengua materna se vale de otros recursos (entre otros los léxicos, como en el caso del polaco) para expresar la posibilidad, los cuadros de arriba carecen de valor informativo. ¿El grado de probabilidad depende del elemento léxico o es intrínseco al modo verbal o, más bien, es el resultado de la utilización de ambos recursos? En ningún lugar el estudiante encuentra la respuesta a esta pregunta. Además, del cuadro presentado en la Ilustración 2 es imposible deducir si los tres vocablos presentados se utilizan solo en indicativo o en subjuntivo. ¿Cuál de ellas va con el subjuntivo? ¿Seguramente se utiliza solo con el indicativo? Tampoco se reflexiona sobre el mecanismo de la expresión de la probabilidad, a la que se vuelve a la hora de introducir nuevas estructuras. El modo subjuntivo de las lenguas romances resulta en sí muy difícil de entender a quienes no lo tienen en el sistema de la lengua materna. Una de las dificultades principales es, entre otras, su peculiar función de regular la posibilidad y la probabilidad. De ahí que sea un elemento importante a la hora de expresar la modalidad epistémica. Por lo tanto, estamos convencidos de que en los manuales de E/LE ha de presentarse un análisis más profundo centrado en esta función del modo verbal.

Otra complicación a la hora de estudiar las formas de expresar la modalidad epistémica se debe a la introducción de posibles redundancias léxico-gramaticales de la información modal. Resulta paradójico que, a pesar de que en el idioma polaco muy pocas veces se gramaticalice la información modificada epistémicamente, en todos estos casos el idioma requiere, en algún sentido, la repetición léxica del mismo valor modal, expresado ya mediante recursos gramaticales, siendo esta una solución que no se da en español.

Tabla 5
Redundancias léxicogramaticales de la información modal en español y polaco.

Sin embargo, en cuanto a los hechos pasados, mientras el español dispone de toda una gama de expresiones, tanto gramaticales, como léxicos, el idioma polaco tiene que conformarse con los medios léxicos.

Tabla 6
redominancia de las formas redundantes léxico-gramaticales de la información modal en español frente al polaco.

8. CONCLUSIONES

Tras presentar y comentar los diferentes recursos de expresar la modalidad epistémica en polaco y español e ilustrar las maneras de presentar los recursos de los que se vale el español en los materiales para la enseñanza de E/LE, podemos llegar a la conclusión de que la enseñanza de la expresión de la modalidad es un aspecto relegado a un segundo o tercer plano, lo que afecta la calidad de la presentación de dicho aspecto en los materiales didácticos. De hecho, la gramática ha de ser integrada con la pragmática a la hora de explicar la lengua en toda su complejidad. Parece paradójico que mientras se hace tanto hincapié en el método comunicativo, que, entre otros, subraya la necesidad de recrear situaciones comunicativas reales y la utilización de recursos lingüísticos propios de la lengua utilizada a diario, se continúe presentando los marcadores de la epistemicidad (lexemas o expresiones) sin incurrir en sus funciones. De esta manera, se sigue presentándolos prestando atención a su forma, es decir, sin reparar en los postulados de la gramática pragmática, partiendo de la forma y no del significado. Ya a finales de los años 80 del siglo pasado Matte Bon (1988: 113) hizo notar que:

Si se sigue la idea desarrollada por la lingüística pragmática de que hablar es actuar y si se considera, además, que la lengua es una de las numerosas maneras de actuar en sociedad de las que dispone el hombre, se llega a la conclusión de que aprender a hablar un idioma es aprender a hacer con él todo lo que se pueda tener que hacer con el idioma considerado. Esto nos lleva, necesariamente, a definir los objetivos didácticos en funciones y no en categorías morfosintácticas.

Las funciones mencionadas arriba muchas veces se traducen en estrategias comunicativas. Estas, a su vez, en unidades didácticas concretas cuyo fin es hacer frente a las necesidades comunicativas del aprendiz de E/LE. En el caso de la expresión de la modalidad epistémica, no obstante, las funciones de los marcadores de dicha modalidad no han sido lo suficientemente descritas, lo cual resulta, entre otros, en la perduración de errores debidos a la falta de correspondencia (equivalencia) interlingüística de la modalidad en los enunciados de los estudiantes de E/LE.

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Notas

[1] Con el fin de este trabajo hemos adoptado la definición del enunciado propuesta en la RAE/ASALE (2009: 793), según la cual bajo el término del enunciado se entiende “la unidad mínima capaz de construir un mensaje verbal”.
[2] RAE/ASALE (2009: 793) define dictum como el contenido al que alude el enunciado.
[3] RAE/ASALE (2010: 793) define modus como el elemento aportador la información sobre la actitud del hablante ante el contenido del enunciado.
[4] Este verbo es bastante peculiar. Según la explicación del Consejo de la Lengua Polaca (Rada Języka Polskiego): “la palabra powinien en el siglo XV era una forma predicativa del adjetivo powinny, por ejemplo, powinien jest (był, będzie). Desde el siglo XV al XVII, se utilizó en un sentido legal con el significado “tiene una obligación legal”. A partir del siglo XVIII, esta palabra comenzó a funcionar como un casi-verbo: powinienem / powinnam, powinieneś / powinnaś, powinien / powinna (sin el jest, o sea la 3ª persona del singular del verbo być ‘ser’), powinniśmy / powinnyśmy, etc. con un alcance semántico más amplio. En la gramática polaca contemporánea, la palabra powinien (y todas las demás formas personales) se considera como un verbo modal, es decir, que expresa la actitud del hablante (remitente del mensaje) hacia lo que dice (contenido del mensaje): expresa la convicción del hablante sobre la necesidad de que surja una situación. En las oraciones esta forma aparece solo en función de predicado y solo en conjunción con el infinitivo. (RJP PAN, traducción propia del polaco)
[5] Además de la fuente mencionada, hemos de subrayar que para llevar a cabo la presente investigación nos ha sido de gran inspiración la ponencia Redundancia y concordancia en el léxico y en la sintaxis, que el profesor Bosque dio el 10 de mayo de 2019 r. en la Biblioteca Jaguelónica de Cracovia en el marco del VI Foro de Lingüística Hispánica, que tuvo lugar en Cracovia del 9 al 11 de mayo de 2019.


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