Contribuciones
Recepción: 07 Junio 2016
Aprobación: 03 Marzo 2017
Resumen: La muerte de Néstor Kirchner, en el 2010, y la de Hugo Chávez, en marzo del 2013, ha sido un punto de inflexión en la historia de los gobiernos progresistas de latinoamérica, iniciados a fines del siglo XX y principios del siglo XXI. A través del análisis de dos discursos realizados por Cristina Fernández de Kirchner en su último año como presidenta de la Argentina, uno institucional y otro, posterior a este, frente a la militancia juvenil del Frente Para la Victoria (FPV), en los cuales se homenajea a las dos figuras políticas fallecidas, el presente artículo tiene como objetivo abordar la función conmemorativa, la construcción del héroe y los valores identitarios de comunidades políticas distintas, analizando comparativamente las diferencias producidas en cada una de las instancias enunciativas.
Palabras clave: conmemorativo, Cristina Fernández de Kirchner, UNASUR, héroe, patio militante.
Abstract: The death of Nestor Kirchner in 2010, and of Hugo Chavez in march of 2013, has been a turning point in the history of the progressive governments of Latin America that began in the late twentieth and early twenty-first century. Through the analysis of two speeches made by Cristina Fernández de Kirchner in her last year as president of Argentina, one institutional and the other, after this, before the youthful militancy of the Front for Victory (FPV, for its initials in Spanish), in which she paid homage to the two deceased political figures, this article aims to address the commemorative function, the hero's construction and the identity values of different political communities, analyzing comparatively the differences produced in each of the enunciative instances.
Keywords: commemorative, Cristina Fernandez de Kirchner, UNASUR, hero, militancy yard.
El 4 de mayo de 2015, a cinco años de la asunción del ex presidente Néstor Kirchner (NK) como Secretario general de la UNASUR, Cristina Fernández de Kirchner (CFK) realizó dos discursos en su homenaje en la Casa Rosada. El primero, institucional, en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos, y el segundo, posterior a este, dirigido a la militancia juvenil del Frente Para la Victoria (FPV) en el Patio de las Palmeras, dentro de la mencionada casa de gobierno nacional. Con este último, se inauguraron, en el año electoral, los denominados “patios militantes”, entendidos como instancias enunciativas en las cuales CFK, una vez realizado el discurso o acto oficial, les habla a sus copartidarios juveniles. Considerando este corpus, el presente trabajo tiene como objetivo comprender y analizar cómo la situación de comunicación (Maingueneau, 2004), y en particular, las diferentes comunidades políticas hacia las cuales CFK se dirige se tornan determinantes para comprender la configuración y los objetivos de cada discurso en su instancia conmemorativa. El estudio se realizará desde la perspectiva del análisis del discurso como práctica interpretativa (Arnoux, 2008) mediante un abordaje comparativo. De este modo, se buscará demostrar cómo la situación de comunicación determina las estrategias y operaciones discursivas realizadas por la enunciadora.
En la primera parte del trabajo, se desarrollarán teóricamente las características del género conmemorativo, analizando sus funciones y formas de construcción. Luego, se estudiará en orden cronológico los dos discursos que componen el corpus. Por último, se delinearán las conclusiones del análisis y los pasos a seguir en futuras investigaciones.
Género conmemorativo
Como indica Bermúdez (2011), los discursos conmemorativos pertenecen al género epidíctico, término que surge de la retórica clásica. Para Aristóteles (335/330 a.C.), la actividad epidíctica, que trata sobre el elogio y la censura, se ocupaba de lo bello o lo feo, es decir, del reconocimiento de valores (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1958). Olave (2015), asimismo, explica que lo epidíctico se encontraba orientado a la “exhibición de la virtud”, la cual estaba guiada por la ética y utilizaba, en mayor medida que otros géneros, la exaltación.
Si bien en un primer momento el género epidíctico estuvo relegado al ámbito de la literatura, con la Nueva Retórica se recupera dentro de la teoría argumentativa a través de la noción de “intensidad de adhesión”. Con este concepto, Perelman y Olbrechts-Tyteca (1958) plantean que la adhesión de un auditorio no se limita a una de índole únicamente intelectual, sino que se encuentra también orientada a disponer al público para la acción. De esta manera, el género epidíctico, mediante la búsqueda de adhesión a valores reconocidos por el auditorio, se torna sustancial para la argumentación.
El discurso conmemorativo tiene dos funciones específicas: la rememoración, es decir, la recuperación de hechos o personajes del pasado para legitimar (o no) cuestiones del presente, y lo didáctico, entendido como la movilización de valores y creencias que dotan de identidad a una comunidad política. Este género discursivo tiene como fin no sólo una legitimación histórica, una gestión sobre la memoria con el objeto de legitimar o deslegitimar lugares del pasado, sino también, y fundamentalmente, generar afinidad y acción dentro de una comunidad política determinada. Con el objeto de cumplir esta doble finalidad, el género conmemorativo construye, como recurso de persuasión frente a sus destinatarios, relatos ejemplares sobre personajes del pasado, los cuales poseen virtudes o características positivas a imitar tanto en el presente como en el futuro. A través de recursos y operaciones retóricas como la exaltación, el uso de metáforas e hipérboles, entre otras, la conmemoración genera una legitimación histórica que permite la interpelación sobre las acciones e imaginarios de un colectivo determinado.
Homenaje a Néstor Kirchner: la heroicidad en funcionamiento
En el discurso realizado en el Salón de los Patriotas, se lee:
(…) al ver las imágenes ante nuestros ojos, que mueven recuerdos, que no solamente tienen que ver con lo político, sino también con lo personal, porque no solamente nos unía, a todo ese grupo fundador de la UNASUR relaciones institucionales y políticas, también afortunadamente, nos unían relaciones personales profundas. Porque además creo que también – por qué no decirlo – ese entendimiento, ese común mirar de las cosas fue lo que facilitó, lo que permitió el surgimiento inédito en la historia, de este cuerpo que se llama UNASUR (…) (CFK, 04/05/2015 – A)
Al ex presidente, a lo largo del homenaje, se lo nombra e integra dentro de un grupo político. Este grupo, con vínculos tanto institucionales como personales, que posee perspectivas ideológicas y puntos de vista comunes, fue la base política necesaria para la conformación, única en la historia de la región, de la UNASUR. Como se ve en el fragmento, la enunciadora realiza un conjunto de operaciones retóricas, propias del género epidíctico, que logran enfatizar lo homenajeado. Primero, la repetición y el giro coordinante, a través del “nos unían” y “no solamente - sino también”, respectivamente. Segundo, el uso de subjetivemas afectivos (Kerbrat-Orecchioni, 1980) como “afortunadamente”, mediante el cual el sujeto de la enunciación asume explícitamente una opinión y una valoración sobre lo dicho. Tercero, el uso de metáforas, al definir a la UNASUR como un “cuerpo”, resalta la unidad y necesidad recíproca de los países y gobiernos que la conforman para que ésta funcione. Estas estrategias discursivas establecen un relato histórico que une el pasado, a “ese grupo fundador”, con “este cuerpo que se llama UNASUR”, presente que integra CFK.
El homenaje tiene carácter institucional y está dirigido, por ende, a pesar de no ser emitido por cadena oficial, hacia una comunidad amplia. En este marco, el objeto UNASUR se construye no sólo como una representación política de aquel grupo fundador, dentro del cual se incluye, por medio del “nosotros inclusivo”, CFK, sino más bien como una institución emancipadora, única en la historia de la región. Así construida, UNASUR puede transformar América Latina:
(…) ese espíritu de la UNASUR, que afloró después más tarde y que explotó –literalmente– con ansias de libertad, con ansias de identidad, con ansias de autonomía y de erradicar definitivamente la pesadilla neoliberal, de los años 90, que había arrastrado a nuestros pueblos a niveles de exclusión y pobreza. (CFK, 04/05/2015 – A)
La UNASUR se presenta como una bisagra en la historia del continente, al cual abarca en su conjunto. Esto se ve con la anáfora, al repetir el subjetivema “con ansias” ante cada valor destacado: “libertad”, “identidad” y “autonomía”. Esta equiparación de los valores enunciados, junto al “erradicar definitivamente la pesadilla neoliberal”, acentúa una división con respecto a “los años 90”, los cuales se caracterizan en términos negativos. De esta forma, CFK construye una UNASUR que se enfrenta al pasado, se opone al conflicto entre países de la región, considerados como hermanos, y se manifiesta ante cualquier amenaza que atente contra la democracia o toda injerencia extranjera que busque doblegar los gobiernos de América Latina elegidos a través del voto popular:
La UNASUR no interviene cuando hay un conflicto de poderes, cuando hay un conflicto interno en un país. No, la UNASUR ha intervenido en cada oportunidad que se ha visto amenazada la soberanía del pueblo, la voluntad popular en cada nación. (CFK, 04/05/2015 – A)
La negación polémica (García Negroni, 2009) que comienza al caracterizar a la UNASUR da cuenta, primero, de puntos de vista con los que la locutora se distancia; y segundo, opone los “conflictos de poderes” con “la soberanía del pueblo”, situando al organismo latinoamericano en defensa de este último. CFK activa, como explica Arnoux (2012), una matriz discursiva latinoamericanista, entendida como un conjunto de representaciones que conforman un dispositivo generador de una discursividad estable, la cual recupera de los años de las guerras por la independencia un imaginario colectivo que entrelaza en términos de hermandad y solidaridad al continente. La enunciataria mantiene, en el discurso conmemorativo, un tono afectivo y personal al momento de rescatar al denominado grupo fundador de la UNASUR, conformado por líderes políticos de distintos países latinoamericanos, como Hugo Chávez (HC), Lula Da Silva, Evo Morales y Rafael Correa.
Esos hombres [Hugo Chávez y Néstor Kirchner] que dieron su vida, que lucharon hasta el último momento, sabiendo que debían hacer cosas por su salud para resguardarse y cuidarse y no las hicieron, se negaron a descansar, se negaron a ir a una cama como cualquier otro a recuperarse, porque para ellos la vida era otra cosa. La vida era luchar, la vida era no bajar los brazos, que, como los árboles, si era necesario, morir de pie pero no en una cama (CFK, 04/05/2015 – A)
NK y HC se construyen como figuras ejemplares que vehiculizan las funciones del discurso epidíctico, al ser las figuras políticas a conmemorar, a recordar como “pérdidas importantes para la Nación”. CFK opera sobre la memoria y legitima las figuras homenajeadas por medio de la exaltación. Utilizando recursos como la hipérbole (“dieron su vida”, “hasta el último momento”), la repetición (“se negaron”), y la metáfora (“la vida era luchar, la vida era no bajar los brazos, que como los árboles, si era necesario, morir de pie”), se logra consagrar las figuras homenajeadas, hacerlas ejemplos distintos a “cualquier otro”. Construye sobre ellos una vocación de lucha, de compromiso contra el poder y lo establecido, un sacrificio y una convicción constante, incluso cuando la misma es perjudicial para su salud y cuidado físico.
Como en todo discurso conmemorativo, la acumulación de rasgos legitimados, entre los que se destacan el compromiso con el pueblo, el sacrificio personal, el desafío a los “poderes establecidos”, son valores que cumplen una funcionalidad política, tanto en términos de identidad como de adhesión sobre una comunidad, en este discurso, considerada amplia:
Ese fue su compromiso, no fueron hombres de la comodidad, al contrario, vinieron a este mundo a incomodar, a incomodar a los poderosos, a incomodar a los poderes establecidos, desafiar las reglas (CFK, 04/05/2015 – A)
CFK construye modelos políticos, caracterizados, en términos metafóricos, como “fuegos”, que deben ser mantenidos por un nosotros inclusivo que abarca a la militancia y al gobierno:
Los fuegos de ellos, fueron los buenos fuegos, los de dar más por el pueblo, los que para que la gente viva mejor. Esos son los fuegos que tenemos que mantener encendidos, con la militancia, con la gestión, con gobernar por el pueblo y para el pueblo (CFK, 04/05/2015 – A)
Estas características corresponden, como indica Montero (2012) a un topos de la heroicidad, comprendido como un lugar discursivo, inserto dentro de una cadena argumentativa, que construye un aspecto heroico “del ideario, las experiencias y las prácticas políticas de la militancia” (Montero, 2012: 129). Este topos, propio de un discurso kirchnerista que establece una filiación con el imaginario político de los años setenta, atañe a las figuras políticas de NK y HC. La lucha, el sacrificio, el compromiso y la disputa frente a lo establecido se transforman en atributos propios de una heroicidad que se narra en pos de legitimar figuras del pasado, las cuales se recuperan a través de una valoración positiva que permite, de esta manera, ser imitados tanto en el presente como en el futuro.
¿Patria o Muerte?
Si el homenaje realizado en el Salón de los Patriotas es dirigido hacia la opinión pública en general, como todo acto institucional, el segundo, llevado a cabo frente a la militancia, se dirige a un público restringido, conformado por los jóvenes militantes del FPV, partido político al cual CFK pertenecía.
Desde el inicio del discurso, CFK, a través del nosotros inclusivo y del sintagma “compañeros y compañeras”, construye con sus destinatarios una relación íntima, de índole confesional, incluso, al relatar, desde la primera persona, las experiencias y emociones vividas junto a las figuras homenajeadas, Néstor Kirchner y Hugo Chávez:
Me siento muy emocionada y saben qué, me siento una mujer muy afortunada porque me tocó estar tal vez como en pocas oportunidades en la historia, junto a grandes hombres que transformaron la historia, que le pusieron una bisagra a la historia de la región y yo estaba ahí, estaba como una más, junto a ellos (CFK, 04/05/2015 – B)
El estilo y tono personal que la enunciadora utiliza durante el homenaje, construido también a través de una escenografía discursiva (Maingueneau, 2004) de conversación privada, pregunta y respuesta (“y saben qué, me siento”), permite trasladar características correspondientes a la Unasur, Kirchner y Chávez, a su propia persona. El carácter inédito del organismo latinoamericano, como se demostró en el primer discurso, describe asimismo la experiencia personal de CFK, a quien le tocó estar, “como una más”, “junto a grandes hombres que transformaron la historia”. Esta identificación y protagonismo que se traspasa de las figuras homenajeadas a la propia enunciadora le otorga una heroicidad que se torna posible al no necesitar auto-legitimarse, dado que el auditorio comparte su posición de liderazgo dentro de esa comunidad política.
Asimismo, CFK sostiene una relación imperativa y prescriptiva con sus destinatarios, un lugar social de liderazgo que presenta frente a la juventud:
Por eso yo quiero decirles fundamentalmente a las jóvenes generaciones, a las que tenemos que pasarles la posta más temprano que tarde, que lo peor que le puede pasar a un país, es no tener preparadas a las nuevas generaciones para los desafíos que vienen y que van a ser graves, profundos y múltiples (CFK, 04/05/2015 – B)
Se tienen que preparar políticamente para saber que todo no es voluntad, para saber que también tenemos que capacitarnos, saber que tienen que estar atentos, saber que tienen que ser solidarios con el otro, no alentar comportamientos de mezquindad (CFK, 04/05/2015 – B)
Esta relación imperativa que se construye a través de consejos y mandatos en torno a la necesidad de capacitación política, el ser solidarios y no mezquinos edifican un deber ser militante que CFK promueve y ordena. El uso de metáforas (“pasarles la posta”) permiten establecer una identidad y responsabilidad compartida entre la locutora y los militantes, afirmada por el pasaje de una segunda persona del plural (“Se tienen que”) a una primera persona del plural inclusiva (“tenemos que capacitarnos”). Por otro lado, la modalidad asertiva (“lo peor que le puede pasar a un país”) le otorga un carácter indiscutible a lo dicho, afianzando la dimensión imperativa del discurso.
Este carácter performativo del discurso trabaja sobre la dimensión conmemorativa del homenaje a NK. Si en un primer discurso, las distintas figuras políticas homenajeadas eran presentadas como “fuegos a mantener encendidos”, en la enunciación realizada en el Patio de las Palmeras la historia de NK, y no de Hugo Chávez, que no es mencionado, es dicha con un llamado de atención:
Por eso, hoy, que hace cinco años exactamente que él asumía como Secretario General de la UNASUR, y en tan pocos meses hizo tantas cosas, porque se lanzó, como siempre se lanzaba a hacer todo sin importarle su vida ni nada, yo quiero convocarles, no a que no se cuiden, yo quiero que se cuiden todos y que se cuiden mucho, porque los necesitamos vivos y sanos a todos. Y sanos no sólo de cuerpo, ojo, que se puede estar sano de cuerpo y no tanto arriba, sanos de todos lados, por favor (CFK, 04/05/2015 – B)
Frente a un compromiso sin condicionamientos, frente a un sacrificio personal en pos de defender intereses superiores a los de índole particular, la enunciación realizada frente a la militancia reclama, ante todo, un cuidado personal, tanto de cuerpo como de mente, que se distancia de lo realizado por el ex presidente argentino. Se establece un contraste, un antagonismo entre el “se lanzaba a hacer todo sin importarle su vida ni nada” y un “los necesitamos vivos y sanos a todos”, borroneando el homenaje. Néstor Kirchner ya no se trata como una figura ejemplar a imitar, sino como un punto de partida que indica lo que, tal como dicta el mandato militante, no se debe hacer.
La condición demandada por CFK desde el deseo personal (“yo quiero”), se ve, sin embargo, tensionada a través de un enunciado inmediatamente posterior al anteriormente citado: “La patria es el otro y la patria está primero que nada y que nadie”. Esta contradicción, ya no únicamente entre los discursos estudiados sino asimismo en el transcurso de la enunciación realizada, se acentúa sobre una dimensión heroica que se recupera al tiempo que se juzga.
Si, como indica Montero (2012), el sacrificio y la posibilidad de la muerte por causas superiores a un interés particular, como los del pueblo o la Patria, son partes intrínsecas de la idea de héroe, características presentes tanto en NK como en HC, frente a un auditorio con el cual CFK establece una relación más íntima y prescriptiva, dicha característica propia del héroe se ve tensionada.
Conclusión
Como se demostró a lo largo del trabajo, la situación de comunicación determinó y operó sobre un homenaje que, si bien se realiza con todos sus componentes en el primer discurso, se borra en el segundo.
La enunciación institucional, a pesar de anunciarse como un homenaje individual, a Néstor Kirchner, el mismo es compartido con Hugo Chávez. Estas figuras destacadas se conmemoran en tanto portadores de valores considerados positivos para CFK, exaltadas y construidas como modelos ejemplares a recuperar en el presente no sólo a partir de la retórica, sino también de la acción. En contraposición, en el discurso realizado frente a la militancia, el homenaje cambia acorde a las circunstancias enunciativas, de acuerdo al estatus mismo de los involucrados y la relación que entre la enunciadora y los enunciatarios se construye. El nosotros inclusivo, el estilo confesional y más íntimo que opera sobre lo dicho establece una cercanía y una pertenencia que modifica las funciones anteriormente descriptas del discurso epidíctico. Frente a una juventud militante, las funciones características de este género, anteriormente descriptas, no encuentran correspondencia con una figura ejemplar que se construye con una distinción, con un pedido de no imitación y un llamado de atención para el auditorio presente, el cual debe, ante todo, cuidarse a sí mismo.
Si el discurso epidíctico busca interpelar sobre los imaginarios y acciones de una comunidad política determinada, la instancia conmemorativa de las enunciaciones estudiadas se ve necesariamente modificada. La relación construida entre CFK y la juventud militante determinan el qué rescatar de una figura homenajeada, la cual no se exalta en tanto ejemplo histórico a imitar, sino que se expone en tanto modelo contrario a lo que se debe realizar. La tensión que se logra sostener sobre la heroicidad de Néstor Kirchner, a través de un margen que CFK le marca a la militancia con respecto al cuidado de la propia vida, permite reflexionar en torno a la relación construida entre la presidenta y líder política con la juventud militante, cuestión que supera los límites del presente trabajo. Sin embargo, este articulo sirve como punto de partida para futuras investigaciones que pretendan estudiar tanto la construcción de la Unasur, como los homenajes a sus líderes políticos, así como la relación discursiva construida en los denominados “patios militantes”, los cuales son una característica distintiva, en términos retóricos, de los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner.
Bibliografía
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Perelman, Ch., Olbrechts-Tyteca, L. (1958) Tratado de la argumentación. La nueva retórica. Madrid: Gredos.
Discursos
Discurso de Cristina Fernàndez de Kirchner el 4 de mayo de 2015 en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos
Discurso de Cristina Fernàndez de Kirchner el 4 de mayo de 2015 en el Patio de las Palmeras