Resumen: El comportamiento de un equipo de balonmano es resultado de las interacciones que realizan sus jugadores para superar al rival, teniendo en cuenta que todos los comportamientos influyen, y a la vez que está influenciados por todos los elementos que se dan en el entorno en ese momento. La finalidad de este trabajo es estudiar la influencia que tiene un jugador en el juego colectivo, por lo que se plantea como objetivo conocer el influjo del jugador que ocupa la posición de central en el juego de la Selección Española de masculina de balonmano. Aplicando la metodología observacional, se diseñó un instrumento de observación ad hoc y se utilizó el software DARTFISH 5.5. para registrar todos los ataques posicionales, en igualdad numérica de 7 jugadores, pertenecientes a 8 partidos disputados durante el Campeonato del Mundo Catar 2015. Los análisis de coordenadas polares muestran diferencias significativas en todos los criterios estudiados, tanto en los relacionados con el desarrollo, como en los relacionados con la finalización de los ataques posicionales. Los resultados demuestran que el patrón de juego de la selección española es diferente según el jugador que ocupe la posición de central, confirmando que los cambios en un elemento del sistema afectan al comportamiento final del mismo. Los hallazgos encontrados constituyen una importante información que los entrenadores deben tener en cuenta en sus entrenamientos y competiciones, pudiendo ser extrapolables a otros equipos y deportes colectivos.
Palabras clave:balonmanobalonmano, deporte de equipo deporte de equipo, análisis coordenadas polares análisis coordenadas polares, posibilidades de acción posibilidades de acción, coordinación interpersonal coordinación interpersonal, comportamiento del equipo comportamiento del equipo.
Abstract: The behavior of a handball team is the outcome of the interactions of its players to beat their rival, bearing in mind that all the behaviors both influence and are influenced by all the elements that arise around them at this time. The purpose of this research is to study the influence of one player on the group game, so one objective is to ascertain the influence of the player occupying the position of center in the game of the Spanish national men’s handball team. By applying the observational methodology, an ad-hoc observation instrument was designed and DARTFISH 5.5 software was used to record all the positional attacks, in numerical equality with 7 players, within 8 games played during the 2015 Qatar World Championship. The polar coordinate analyses show significant differences in all the criteria studied, including those related to both the development and the end of the positional attacks. The results show that the playing pattern of the Spanish national team is different depending on the player occupying the position of center, thus confirming that the changes in one element of a system affect the ultimate behavior of that system. Opposite findings are important information that coaches should bear in mind in their training sessions and competitions, and they can be extrapolated to other teams and sports groups.
Keywords: handball, , team sport,, polar coordinate analysis, , affordances, , interpersonal coordination, , team behavior.
Entrenamiento deportivo
Patrón de juego en balonmano según el jugador que ocupa la posición de central
Game Pattern in Handball According to the Player who Occupies the Centre Back Position
Recepción: 29 Junio 2017
Aprobación: 12 Enero 2018
El presente trabajo se centra en el estudio de un deporte colectivo como es el balonmano. En el estudio de los deportes colectivos, hay que tener en cuenta que todos los comportamientos influyen, y a la vez están influenciados por todos los elementos que se dan en el entorno en ese preciso momento (Torrents, Araujo, Gordillo, & Vives, 2011). Esta idea es promulgada por la psicología ecológica, que asume que el estudio del organismo humano no puede llevarse a cabo independientemente del medio en el que se desarrolla, ya que, en la interacción con el ambiente el sujeto percibe sus affordances o posibilidades de acción (Gibson, 1979).
Debido a la interacción constante entre compañeros y adversarios, ambos con la intención de conseguir sus objetivos, los deportes colectivos presentan entornos tremendamente cambiantes. Para comprender esta complejidad, en los últimos años se han planteado nuevas perspectivas de estudio basadas en las aportaciones de la teoría general de sistemas, la cual considera a estos como un conjunto de elementos (subsistemas o partes) que interactúan entre sí para alcanzar un objetivo (Bertalanffy, 1976). Los distintos elementos del sistema presentan una relación de interdependencia entre sí, donde cualquier modificación en uno de ellos afectará al estado de los otros y al comportamiento final del mismo (Lago, 2002), definición perfectamente aplicable a los deportes colectivos
En los deportes colectivos, los comportamientos son resultado de la interacción entre las características individuales, las posibilidades que presenta el contexto en el que se desarrolla y las características de la tarea (Travassos, Araujo, Correia, & Esteves, 2011). Las características propias del equipo (recursos técnicos, tácticos, físicos, psicológicos y de otra naturaleza que se disponen) influyen en las posibilidades de acción que son percibidas (Passos, Araujo, & Davids, 2016) y explican que ante un mismo sistema defensivo, un equipo (con unos recursos determinados) puede percibir esta situación como una buena oportunidad para buscar el lanzamiento exterior, mientras que otros pueden optar por jugar hacia los extremos, dando lugar a la aparición de patrones de juego preferidos por los jugadores que en ese momento interactúan. La percepción colectiva de las posibilidades de acción que presenta el contexto deportivo es susceptible de ser optimizado mediante el entrenamiento (Araujo & Bourbousson, 2016) y dando como resultado la emergencia de nuevas formas de interactuar colectivamente, que modificarán los patrones de juego previamente existentes.
En los últimos años, son diversos los trabajos que, bajo una perspectiva ecológica, buscan comprender y profundizar en las variables que determinan el rendimiento en la fase ofensiva del balonmano (Lozano & Camerino, 2012;Lozano, 2014;Lozano, Camerino, & Hileno, 2016;Montoya, 2010;Montoya, Moras, & Anguera, 2013;Prudente, 2006;Sousa, Prudente, López-López, & Hernández-Mendo, 2012). Este trabajo pretende ayudar a comprender el impacto que tiene el jugador que ocupa la posición de central en el ataque posicional de la selección española de Balonmano, categoría absoluta masculina (en adelante selección española), en un contexto competitivo de máximo nivel como es el Campeonato del Mundo de selecciones celebrado en Catar en 2015. Tradicionalmente, el jugador que ocupa la posición de central es el encargado de seleccionar y coordinar los movimientos colectivos a realizar para superar a la defensa rival, por lo que su papel en el proceso de percepción colectiva de las posibilidades de acción es clave. Teniendo en cuenta lo expuesto, planteamos como objetivo de nuestra investigación analizar, desde la perspectiva ecológica, los diferentes patrones de juego que presenta un mismo equipo, según el jugador que ocupe la posición de central.
La metodología observacional es especialmente válida para el análisis de las interacciones que se dan en los deportes colectivos. El diseño observacional (Anguera, Blanco-Villaseñor, Hernández Mendo, & Losada, 2011) planteado es: a) idiográfico, debido a que se estudió a varios participantes, que al ser integrantes de un mismo equipo funcionaban como una unidad; b) de seguimiento, ya que en cuanto a la temporalidad se analizaron varias sesiones/partidos que se disputaron en el mismo campeonato, realizándose un seguimiento intrasesional dentro de cada partido, que aportó la frecuencia y secuencia, y c) es multidimensional porque se estudiaron varios niveles de respuesta, que han constituido la base del instrumento de observación. Por lo tanto este trabajo se desarrolla de acuerdo con el diseño observacional seguimiento/idiográfico/multidimensional (S/I/M).
Se han analizado 8 partidos disputados por la selección española en el Campeonato del Mundo de Selecciones Nacionales absolutas masculinas Catar 2015. Elegir la selección española de balonmano se justifica por su participación en el torneo como defensora del título de campeona del mundo; sus integrantes son jugadores de la selección española, jugadores profesionales que van a competir en uno de los torneos más exigentes y prestigiosos en el mundo de balonmano, lo que permitió estudiar el comportamiento de la selección en un contexto competitivo de primer nivel. Se analizaron 8 de los 9 partidos que disputó la selección, quedando un partido fuera del análisis debido a la amplia diferencia de goles que reflejó el marcador. Los partidos analizados fueron: España - Bielorrusia, España - Brasil, España - Dinamarca, España - Túnez, España - Eslovenia, España - Catar, España - Francia y España - Polonia.
Las unidades de observación fueron todas las acciones de ataque posicional que se desarrollaron cuando ambos equipos tenían en la pista 7 jugadores. El ataque posicional se da dentro de la fase ofensiva del juego, se produce una vez que el equipo en posesión de balón no haya podido finalizar mediante el uso del contraataque y conserva la posesión de balón. Por tanto, el ataque posicional se desarrolla de manera organizada y ante una defensa organizada, siendo necesaria la colaboración entre los distintos jugadores para poder así conseguir los objetivos ofensivos.
Se creó un instrumento de observación ad hoc para este trabajo. En la fase de elaboración, y con el propósito de diseñar un instrumento de observación que se ajustase a las características del equipo, se realizaron varias entrevistas con el entrenador de la selección y con el responsable del departamento de análisis de juego, quienes señalaron aspectos importantes que quedaron recogidos en la confección definitiva del instrumento.
Dada las características del estudio se construyó un instrumento que combina el formato de campo con sistemas de categorías. (Tabla 1)
Para la observación y registro se utilizó el software DARTFISH 5.5. Los análisis de coordenadas polares se realizaron con el software HOISAN, versión 1.6.3.3.3 (Hernández-Mendo, López-López, Castellano, Morales-Sánchez, & Pastrana, 2012) y para el análisis secuencial previo al cálculo del estadístico Zsum se utilizó el programa informático SDIS-GSEQ versión 4.0 (Bakeman & Quera, 1995)
Todo el registro se llevó a cabo sobre las grabaciones digitales de los partidos disponibles en internet. La observación y codificación ha sido realizada por un entrenador nacional de balonmano entrenado específicamente para este estudio. El control de calidad del dato del registro se llevó a cabo con interobservadores mediante el coeficiente de concordancia Kappa de Cohen, obteniéndose κ = 0.81 como promedio de los valores de concordancia respecto a cada uno de los criterios por separado (Cen, Def, Jug, Fue, Pas, Pvf, Don, Res, Tip), y κ = 1 para todos los criterios considerados de forma conjunta. Tras el análisis de los partidos se realizó un análisis secuencial previo a la aplicación de la técnica de coordenadas polares.
El análisis de coordenadas polares responde a una estrategia de reducción de datos y pretende una representación vectorial de la compleja red de interrelaciones que se establecen entre las distintas categorías. Ha sido repetidamente utilizado en el ámbito del deporte (Aragón, Lapresa, Arana, Anguera, & Garzón, 2016;Castañer et al., 2016;Castañer et al., 2017;López, Valero, Anguera, & Díaz, 2016;Sousa et al., 2012).
El análisis de coordenadas polares, para lograr su objetivo de vectorialización, desarrolla un análisis secuencial (Bakeman, 1978) prospectivo, por una parte, y retrospectivo, por otra, con igual número de retardos, que complementa entre sí, de acuerdo con la propuesta de Sackett (1980).
Para la perspectiva prospectiva se deberá proponer una conducta, denominada focal, a la cual se la supone, de acuerdo con los objetivos de estudio, como generadora o inicializadora de una serie de conexiones con las demás categorías, considerando retardos positivos, y, por tanto, un transcurso “hacia adelante” de la conducta focal.
La perspectiva retrospectiva responde al interés por conocer en qué medida “hacia atrás” se manifiesta que existe relación asociativa significativa entre la conducta focal y las conductas de apareo, considerando retardos negativos.
A partir de los análisis secuenciales prospectivo y retrospectivo, la aportación del análisis de coordenadas polares al realizar la integración de ambos, se materializa al aplicar una potentísima técnica de reducción de datos mediante el cálculo del estadístico
(Cochran, 1954), y que posteriormente fue aplicado por Sackett (1980) en las vertientes prospectiva y retrospectiva del cálculo de coordenadas polares. Cada “Zsum” prospectivo y retrospectivo puede tener signo positivo o negativo, por lo que el “juego” de los signos al combinarse los valores prospectivos y retrospectivos para cada conducta focal determinará en cuál de los cuatro cuadrantes posibles (I, II, III, IV) se ubicarán los vectores correspondientes a cada una de las conductas condicionadas, de acuerdo con la siguiente convención:
La asociación es mostrada cuantitativamente (longitud del vector) y cualitativamente (cuadrante):
Cuadrante I (+ +). Conducta criterio y conducta de apareo mutuamente excitatorias.
Cuadrante II (– +). Conducta criterio inhibitoria y conducta de apareo excitatoria.
Cuadrante III (– –). Conducta criterio y conducta de apareo mutuamente inhibitorias.
Cuadrante IV (+ –). Conducta criterio excitatoria y conducta de apareo inhibitoria
Los mapas de coordenadas polares recogidos en la figura 4 muestran las asociaciones estadísticamente significativas (activación o inhibición) entre la conducta criterio y las condicionadas. A continuación se comentan brevemente los vectores significativos, aquellos que tienen una longitud de > 1.96 (p < 0.05), que representan una relación mutuamente excitatoria entre la conducta criterio y la condicionada. Como conducta focal actuó la asociación de dos categorías, por un lado, una categoría referente al jugador que ocupó la posición de central, y por otra parte, una categoría referente a la defensa empleada por el equipo rival. Por tanto, como conductas focales se contemplaron 4 asociaciones: CHE y AVN, CHE y SEI, RAU y ANV y por último, RAU y SEI. Como conductas condicionadas actuaron el resto de dimensiones del instrumento.
Los mapas 1, 2, 3 y 4 tienen como conducta condicionada todas las categorías de la dimensión jugada. En el mapa 1 la conducta focal es la asociación de CHE (el central del equipo es central 2) y AVN (sistema defensivo 5:1 o 3:2:1). Se observa una relación de mutua activación con la realización de cruces central-lateral (XLD, XLI) y también con la realización de permuta con el lateral izquierdo (PRI). En el mapa 2 la conducta focal es la asociación CHE y SEI (juega central 2 y el sistema defensivo rival es 6:0), las relaciones mutuamente excitatorias se dan con la realización de permutas entre el lateral izquierdo y el central (PRI), con cruce entre central y pivote (XPV) y circulación a la posición de pivote por parte de lateral izquierdo (DLI). El mapa 3 tiene como conducta criterio la asociación RAU y AVN (juega central 1 y el rival emplea un sistema defensivo 5:1 o 3:2:1). Entre las relaciones mutuamente excitatorias destaca la realización de jugadas donde jugadores de la primera línea del ataque circulan a la posición de pivote (DCN, DLI y DLD). En cambio en el mapa 4, donde actúa como conducta focal la asociación de RAU y SEI (juega Central 1 y el sistema defensivo rival es 6:0) las relaciones mutuamente excitatorias más importantes se dan con la realización de jugadas que implican la circulación a la posición de pivote por parte de los extremos (DEI y DED).
Los mapas 5, 6, 7 y 8 tienen como conducta condicionada los criterios relacionados con el lugar donde se realiza el primer ataque fuerte. Se puede observar que la realización del ataque fuerte en el sector izquierdo del ataque presenta relaciones mutuamente excitatorias con las conductas focales: CHE y AVN (mapa 5), CHE y SEI (mapa 6) y también con la asociación RAU y SEI (mapa 7). En cambio, la conducta focal RAU y SEI, presenta una relación de mutua activación con la realización ataque fuerte en la zona central (CEN).
La circulación de balón (número de pases realizados después del ataque fuerte y antes de la finalización del ataque posicional) actúa como conducta condicionada en los mapas 9, 10, 11 y 12. Cuando actúa como conducta focal la asociación de CHE y AVN (mapa 9), podemos apreciar relaciones de mutua activación con la realización de 1 pase (PS1), hecho que se repite cuando la conducta focal es CHE y SEI (mapa 10), aunque también aparece una relación mutuamente excitatoria con la conducta (PS5). Cuando la conducta focal es RAU y AVN (mapa 11) hay una relación de mutua activación con PS0 (finalización del ataque sin realizar pases después del ataque fuerte). Sin embargo, cuando la conducta focal es la combinación de RAU y SEI (mapa 12) aparece relación mutuamente excitatoria con conductas que implican la realización de mayor número de pases: PS2, PS3 y PS5.
Cuando la posición del pivote en el momento de finalización del ataque actúa como conducta condicionada, los mapas de coordenadas polares no muestran ninguna relación de mutua activación para las siguientes conductas criterio: CHE y AVN (mapa 13), CHE y SEI (mapa 14) y RAU y AVN (mapa 15). En cambio, cuando la conducta focal es la asociación RAU y SEI (mapa 16) destaca una relación de excitación mutua con la colocación del pivote en la zona del extremo izquierdo (EXI).
Los mapas 17, 18, 19 y 20 tienen como conductas condicionadas los criterios relacionados con la zona del campo donde se produce el lanzamiento o señalización de lanzamiento de 7 metros. En el mapa 17, actúa como conducta focal la asociación CHE y AVN, se aprecian relaciones mutuamente excitatorias con la finalización del ataque por la zona de lateral derecho, tanto desde 6 metros (LD6) como entre 6 y 9 metros (ELD). Cuando la conducta focal es CHE y SEI (mapa 18), se aprecia una activación mutua con la finalización desde el extremo derecho (ED6) y con la finalización desde más allá de los 9 metros en la zona de lateral derecho (LD9). Para la conducta focal RAU y AVN (mapa 19) se establece una relación mutuamente excitatoria con conductas que implican la finalización desde los más allá de los 9 metros desde todos los sectores de la primera línea de ataque: central (CN9), lateral derecho (LD9) y lateral izquierdo (LI9). Tendencias que se modifican en parte cuando la conducta focal es RAU y SEI (mapa 20), aunque se mantiene la relación de mutua activación con LI9 aparecen relaciones mutuamente excitatorias con la finalización entre 6 y 9 metros desde el lateral izquierdo (ELI) y desde zonas centrales (ENC).
Los mapas 21, 22, 23 y 24 tienen como conducta condicionada el tipo de acción con la que ha finalizado el ataque. Cuando CHE y AVN actúan como conducta focal (mapa 21), se aprecian relaciones mutuamente excitatorias con la finalización desde 6 metros por parte de jugadores que ocupan posiciones de la primera línea del ataque (REG). Para la conducta focal CHE y SEI (mapa 22), se observa una excitación mutua con la finalización por medio de lanzamientos de extremo (LEX). Cuando la conducta focal es la asociación de RAU y AVN (mapa 23), se aprecia una relación mutuamente excitatoria con la finalización tras error de pase a pivote (PPV) o a un jugador de primera línea (P1L). El mapa 24 tiene como conducta focal la asociación RAU y SEI, y se establecen relaciones de activación mutua con la finalización desde lanzamientos desde más allá de 9 metros (L9M).
Para finalizar, en los mapas 25, 26, 27 y 28 se aprecian las relaciones establecidas cuando la conducta condicionada es el resultado del ataque. En el mapa 25, tiene como conducta focal la unión de CHE y AVN, y se aprecia una relación mutuamente excitatoria con la finalización del ataque tras pérdida de balón (PER). Cuando la conducta focal es la asociación de CHE y SEI, (mapa 26) y cuando la conducta focal es RAU y AVN (mapa 27) no se aprecian relaciones mutuamente excitatorias con ninguna de las conductas que actúan como condicionadas. Sin embargo, cuando la conducta focal es la combinación de RAU y SEI (mapa 28) aparece relación de activación mutua con la finalización del ataque tras lanzamiento que no acaba en gol (MIS).
Los resultados obtenidos muestran distintos patrones de juego según el jugador que ocupa la posición de central. Cuando la posición de central es ocupada por un determinado jugador, el equipo manifiesta preferencias por la realización de una serie de conductas en detrimento de otras y como estas preferencias colectivas cambian cuando la posición de central es ocupada por otro jugador. Estos resultados demuestran que la modificación de uno de los elementos del sistema (jugador que ocupa la posición de central), afecta al estado de los otros y al comportamiento final del equipo; coincidiendo con lo afirmado por Lago en 2002. Las características propias juegan un papel importante en las posibilidades de acción que son percibidas por los jugadores que en ese momento están actuando y por consiguiente, en las que conductas que realizan (Passos et al., 2016). Creemos que este hallazgo puede ser extrapolable a otros equipos de balonmano y a otros deportes colectivos.
Conocer las tendencias de comportamiento de un grupo de jugadores en unas determinadas situaciones es un aspecto clave en el estudio de los deportes colectivos y tiene consecuencias prácticas muy importantes. Por un lado, la percepción colectiva de posibilidades de acción es susceptible de ser optimizada mediante el proceso de entrenamiento (Araujo & Bourbousson, 2016) proponiendo situaciones simuladoras de la competición, que ayuden a que los jugadores modifiquen sus tendencias de comportamiento y/o emerjan nuevas formas de cooperación más eficaces (realizar determinadas jugadas, orientar la finalización del ataque a determinadas zonas del campo, modificar la colocación del pivote, etc.). Por otra parte, este conocimiento también tendrá un papel clave en la competición, ya que ayudará al entrenador a seleccionar grupos de jugadores, cuyas tendencias de actuación sean más apropiadas para superar las demandas que presenta la competición en ese momento.
Para ayudar a los entrenadores en su trabajo de optimización del rendimiento de sus jugadores y equipo, es necesario profundizar en la comprensión en las interacciones que se dan en los deportes colectivos. No basta con conocer el dato aislado de una determinada conducta (frecuencia, eficacia, etc.), es imprescindible estudiar el contexto en el que se produce; analizando las circunstancias que actúan como antecedentes (movimiento de compañeros, rivales, situación en el terreno de juego, etc.) y consecuentes podremos descifrar el cómo y el porqué de los comportamientos en los deportes colectivos. Relacionado con esto, es importante profundizar en el impacto que tienen determinados jugadores en el rendimiento de otros compañeros de equipo y en el juego colectivo.
Como conclusión, el uso de la técnica de coordenadas polares nos ha permitido comprobar existencia de distintos patones de juego en la selección española, según las características del jugador que ocupa la posición de central. Los resultados obtenidos muestran diferencias significativas en todos los criterios estudiados y confirman el peso de las características individuales en las posibilidades de acción que son percibidas primero y realizadas después, confirmando, que cualquier cambio en uno de los elementos del sistema, afecta al comportamiento final del mismo. Conocer las tendencias de comportamiento de los jugadores que en ese momento actúan constituye una información relevante que los entrenadores de los deportes colectivos deben tener en cuenta en sus entrenamientos y competiciones.
El segundo autor agradece el apoyo de dos proyectos de investigación subvencionados por el Ministerio de Economía y Competitividad: 1) “La actividad física y el deporte como potenciadores del estilo de vida saludable: evaluación del comportamiento deportivo desde metodologías no intrusivas” (DEP2015-66069-P, MINECO/FEDER, UE); 2) “Avances metodológicos y tecnológicos en el estudio observacional del comportamiento deportivo” (PSI2015-71947-REDP, MINECO/FEDER, UE).
Las autorías no han comunicado ningún conflicto de intereses.