Actividad física y salud
Recepción: 18 Enero 2018
Aprobación: 20 Diciembre 2018
DOI: https://doi.org/10.5672/apunts.2014-0983.es.(2019/3).137.02
Resumen: El objetivo del presente estudio fue determinar el efecto a largo plazo de un programa de estiramiento con la técnica de facilitación neuromuscular propioceptiva (FNP) sobre la flexibilidad de los isquiosurales en futbolistas de la categoría prejuvenil. Se realizó un estudio cuasiexperimental con 20 jóvenes futbolistas. Se aleatorizaron sus miembros inferiores asignando una extremidad al grupo control y otra al experimental. En cada grupo se realizaron 36 sesiones de estiramiento de isquiosurales. El grupo control llevó a cabo un programa de estiramiento estático-pasivo, mientras que el experimental realizó un programa de estiramiento con la técnica contracción-relajación de FNP. La valoración de la flexibilidad de isquiosurales se hizo a través del test de extensión pasiva del ángulo poplíteo. Se valoró la diferencia entre grupos a través de pruebas de homogeneidad para muestras independientes (t de Student) y para muestras relacionadas (prueba de rangos con signo de Wilcoxon). Tanto en el grupo control como en el experimental las medidas postest del ángulo poplíteo mejoraron muy poco respecto al pretest. En ninguno de los grupos de extremidades la diferencia fue estadísticamente significativa (p > .05). La medida de cambio del ángulo poplíteo fue 0.4° superior en el grupo control, esta pequeña diferencia entre grupos no fue estadísticamente significativa (p = .829). En conclusión, no se evidenciaron cambios en el ángulo poplíteo entre extremidades donde se aplicó el programa de estiramiento estático-pasivo y aquellas que recibieron estiramiento con FNP. Ninguno de los dos programas mostró ser efectivo en el aumento de la flexibilidad de isquiosurales a largo plazo.
Palabras clave: fútbol, adolescente, músculos isquiosurales, ejercicios de estiramiento muscular, artrometría articular.
Abstract: The objective of this study was to determine the longterm effect of a stretching program using the proprioceptive neuromuscular facilitation technique (PNF) on the hamstring flexibility of pre-juvenile football players. A quasi-experimental study was carried out with 20 young football players. Their lower limbs were randomized by assigning one to the control group and the other to the experimental group. The control group underwent a static-passive stretching programme, while the experimental group received a stretching program using the PNF contraction-release technique. Hamstring flexibility was assessed through the passive knee extension test. The difference between groups were assessed through homogeneity tests for independent samples (Student’s t-test) and for related samples (Wilcoxon signed rank test). In both the control and experimental groups, the post-test measures of the popliteal angle improved very little compared to the pre-test. In none of the limb groups was the difference statistically significant (p >.05). The measure of popliteal angle change was 0.4° higher in the control group, although this small difference between groups was not statistically significant (p = .829). In conclusion, there were no changes in the popliteal angle between limbs where the static-passive stretching programme was applied compared to stretching with PNF. Neither program was shown to be effective in increasing hamstring flexibility in the long term.
Keywords: football, adolescent, hamstring muscles, muscle-stretching exercises, articular arthrometry.
Introducción
En el fútbol muchos procesos de entrenamiento o recuperación se enfocan a mejorar la flexibilidad de los isquiosurales. Su valoración y mantenimiento son importantes en el ámbito de la salud fisicodeportiva ya que el acortamiento de este grupo muscular ha sido relacionado con un incremento de la probabilidad de sufrir alteraciones musculoesqueléticas (Croisier, Forthomme, Namurois, Vanderthommen y Crielaard, 2002).
La flexibilidad es la habilidad para mover una o varias articulaciones a través de todo el rango de movimiento requerido para una actividad o acción específica, siendo uno de los componentes básicos con fines fisicodeportivos (Cejudo, Sainz de Baranda, Ayala y Santonja, 2014).
La deficiencia de esta capacidad física condicional puede llevar a desencadenar lesiones musculares en la ejecución de un gesto deportivo por una disminución del rango de movimiento de la articulación. La mayoría de las veces se detecta en los reconocimientos médicos deportivos o utilizando diferentes métodos de evaluación. La prueba del ángulo poplíteo ha sido la más utilizada, autorías como Ayala, Sainz de Baranda, Cejudo y Santonja (2013) la usaron para estimar y monitorizar la flexibilidad de la musculatura isquiosural. La prueba tiene como finalidad eliminar las limitaciones que se han detectado en la prueba de elevación de la pierna recta (Luque-Suárez, Fuente-Hervías, Barón-López y Labajos-Manzanares, 2010; Marella, Santos y Bermúdez, 2013; Neves et al., 2012). Se basa en medir los ángulos existentes a través de la extensión de rodilla con cadera flexionada. La persona debe estar en decúbito supino con la cadera y la rodilla en un ángulo recto de 90° y el tobillo en una posición neutral, haciendo coincidir el centro del goniómetro con el eje de movimiento de la rodilla (Ayala et al., 2013).
La falta de flexibilidad en la musculatura isquiotibial afecta a la movilidad de la pelvis y cadera lo que conlleva un cambio en la biomecánica de distribución de las cargas que soporta la columna vertebral. Debido a esto se crean limitaciones en la marcha y se hace susceptible a lesiones musculoesqueléticas, además de aumentar los riesgos de caída (Da Silva Dias y Gómez-Conesa, 2008).
Se acepta en general que el aumento de la flexibilidad mejora el rendimiento deportivo. Atletas con un alto grado de flexibilidad, tradicionalmente, presentan un mejor dominio de los movimientos (Decoster, Scanlon, Horn y Cleland, 2004).
Las técnicas de estiramiento descritas en la literatura científica son numerosas, siendo la técnica de estiramiento estático la más utilizada en el ámbito clínico y físicodeportivo debido a su sencillez y seguridad (Ayala, Sainz de Baranda, De Ste Croix y Santonja, 2012). Esta consiste en llevar la articulación a un rango de movimiento máximo a través de una fuerza externa como la acción de la gravedad o de una persona que sujeta la extremidad (Solana-Tramunt, 2007).
Por otra parte, el método de facilitación neuromuscular propioceptiva (FNP), descrito por Voss, Ionta y Myers (2001), favorece o acelera el mecanismo neuromuscular mediante la estimulación de los propioceptores; incluye, entre otras, la técnica de sostener–relajar, la cual implica el alargamiento de los músculos hasta un punto límite; en este punto el individuo realiza una contracción isométrica a partir de 6 segundos con un máximo de 10 segundos, seguido de un movimiento pasivo de la extremidad. Igualmente, hay estudios en los que se ha manejado la dinámica de contraer isométricamente solamente 5 segundos seguidos por otros 10 segundos de estiramiento teniendo el músculo relajado; estos procedimientos se repiten dos veces y la maniobra tiene una duración total de unos 30 segundos, cinco ciclos de 30 segundos, con un intervalo de 30 segundos de descanso entre ellos (Tavella-Navega, Paleari y Morcelli, 2014).
En la actualidad, no se han encontrado estudios científicos que hayan determinado de forma unánime los efectos de un programa de entrenamiento de la flexibilidad utilizando la técnica de la facilitación neuromuscular propioceptiva (FNP) comparados con programas de estiramiento estático-pasivo en una población juvenil de deportistas. No se ha establecido cuál es la técnica más eficaz de ambas para realizar un trabajo de estiramientos en términos de frecuencia, número de repeticiones y duración del estiramiento, ya que cada estudio emplea diferentes protocolos con el objetivo de validarlo particularmente (Neves et al., 2012).
La elongación disminuye la rigidez muscular generando cambios inmediatos en las propiedades viscoelásticas del músculo, provocando un aumento en el rango de movimiento de las articulaciones (Osorio, Rossi, Hidalgo y Lizana, 2009). De tal manera que cuando se trabaja la capacidad física de la flexibilidad se logra un efecto inmediato y no a largo plazo por lo que las técnicas de estiramiento se utilizan para mantener la flexibilidad y no para aumentarla a largo plazo. Es válido destacar que la flexibilidad es la responsable del rango de amplitud de una o más articulaciones hasta un punto tope sin riesgo de lesionar la estructura anatómica, puesto que un estiramiento se centra en aumentar la longitud de una unidad musculotendinosa, aumentando la distancia entre un músculo de origen y la inserción (Page, 2012). La flexibilidad a largo plazo en los miembros inferiores “es importante para tener éxito en la mayoría de los deportes. Cuando un músculo está acortado en forma crónica, no puede desarrollar toda su potencia cuando es reclutado para contraerse. Sumado a esto, los músculos crónicamente acortados limitan la amplitud del movimiento” (McAtee y Charland, 2010).
Investigaciones consultadas han determinado el efecto inmediato de distintas técnicas de estiramiento sobre la flexibilidad de los isquiosurales (Davis-Hammonds, Laudner, McCaw y McLoda, 2012; Garrido-Marín et al., 2013; Michaeli, Tee y Stewart, 2017), encontrando un vacío en la evaluación del efecto a largo plazo. El propósito del presente estudio fue determinar el efecto a largo plazo de un programa de estiramientos a ocho semanas con la técnica de FNP sobre la flexibilidad de isquiosurales en futbolistas categoría prejuvenil, comparada con la técnica estático-pasiva.
Metodología
Diseño
Se realizó un estudio cuasiexperimental con jóvenes futbolistas de categoría prejuvenil de la liga Risaraldense de fútbol (Colombia)
Participantes
Se contó con la participación de jóvenes que cumplían los criterios de inclusión y aceptaron su vinculación mediante consentimiento informado, asentimiento de padres de familia y autorización de directivas de la Liga Risaraldense de Fútbol. Los participantes debían ser hombres de 14 a 16 años, con una vinculación mínima de un mes en la selección Risaralda y que jugaran a fútbol como mínimo tres veces por semana. Se excluyeron aquellos con lesiones de miembros inferiores sufridas en los últimos seis meses y los que no presentaban retracción de isquiosurales. El cálculo del tamaño de la muestra se realizó con un nivel de confianza del 95%, un poder estadístico del 80%, una diferencia esperada entre grupos de 8° de flexión de rodilla y una desviación estándar de referencia de 8.93° según lo reportado por Puentedura et al. (2011) para una muestra mínima de 20 miembros inferiores en cada grupo: control y experimental.
Se evaluaron 20 jóvenes futbolistas de la selección prejuvenil masculina del Departamento de Risaralda (Colombia), con un promedio de edad de 15.2 años y una media de antigüedad en las escuelas de fútbol de 27.5 meses (tabla 1). El 45% jugaban como centrocampistas, el 35% como defensas, el 15% como delanteros y el 5% como guardameta.
Este estudio se adecúa a las normas éticas emanadas de la Declaración de Helsinki y de la resolución 8430 de 1993 del Ministerio de Salud de Colombia, y fue aprobado por el Comité de Bioética de la Universidad Autónoma de
Instrumentos
La valoración de la flexibilidad de isquiosurales se hizo a través del test de extensión pasiva del ángulo poplíteo; con este objetivo se diseñó un goniómetro tomando como referencia la descripción de Ayala et al. (2013). Se construyó el goniómetro con dos platinas de aluminio, con brazos móvil y fijo con una amplitud horizontal de 4 centímetros. Se utilizó un transportador marca Maped de 360° para medición de ángulos. Al brazo fijo se le adaptaron unos niveladores para dar mayor precisión a la medición. Se realizó un soporte para la cadera en acrílico con un transportador de 180° y un nivelador. Además, se incorporó la antena que representa la bisectriz que pasa por el trocánter mayor y el cóndilo femoral como referencias anatómicas (figura 1). Se valoró la confiabilidad del goniómetro mediante la medición del ángulo poplíteo a 30 personas no participantes en la investigación, comparando las mediciones entre un goniómetro convencional y el goniómetro fabricado para este estudio. Participaron treinta futbolistas juveniles de la Corporación Deportiva Once Caldas de Manizales (Colombia). Las mediciones se hicieron en el miembro inferior dominante por evaluadores diferentes para cada tipo de goniometría. No se encontraron diferencias significativas en los resultados (p < .001): CCI = .911 (IC95% = .821-.956).
Procedimiento
Se aleatorizaron los miembros inferiores de los participantes mediante un generador de números aleatorios sin repetición, asignando una extremidad al grupo control y otra al experimental. Cada grupo quedó constituido por veinte piernas dominantes y veinte no dominantes. En cada grupo se realizaron 36 sesiones de estiramiento de isquiosurales, con cinco sesiones semanales. A los miembros inferiores del grupo control se les aplicó un programa de estiramiento estático-pasivo, mientras que a los del grupo experimental se les realizó un programa de estiramiento con la técnica contracción-relajación de FNP. El estiramiento estático pasivo se ejecutó durante 30 segundos, al finalizar el estiramiento la pierna permaneció relajada 30 segundos. A la pierna contralateral se realizó la técnica FNP con un tiempo de 5 segundos de contracción, 10 segundos de estiramiento pasivo, seguido de 5 segundos de contracción y 10 segundos de estiramiento pasivo, para un total de 30 segundos. Se realizaron dos repeticiones por cada técnica durante las primeras doce sesiones, progresando a tres entre las sesiones 13 y 24 y finalizando con cuatro entre las sesiones 25 y 36. Durante el estudio no se presentaron deserciones.
A cada grupo de extremidades se midió el ángulo poplíteo antes y después de la intervención, o sea, antes de la primera sesión y después de la sesión 36 (pretest y postest). Se contó con enmascaramiento simple, en este caso del equipo evaluador. El evaluador principal fue un médico deportivo con la asistencia de un fisioterapeuta, que fueron entrenados previamente mediante la realización de 32 test. Se fijó la pelvis para minimizar el efecto del cambio de su posición sobre el ángulo poplíteo (Herrington, 2013; Sullivan, Dejulia y Worrell, 1992).
Los estiramientos se realizaron después de practicar fútbol, ya que estudios previos muestran que los estiramientos estáticos al realizarlos en la fase de calentamiento pueden conllevar una disminución en el rendimiento deportivo, no siendo así en el caso de la técnica dinámica (Ayala-Rodríguez y Sainz de Baranda, 2010).
Análisis estadístico
Se realizó la descripción de las mediciones del ángulo poplíteo y se realizaron pruebas de normalidad Shapiro-Wilk para los distintos test, encontrando que la medida en el pretest y la medida de cambio entre el pretest y postest para muestras independientes (control y experimental) se distribuye normalmente (tabla 2). Se valoró la diferencia entre grupos a través de pruebas de homogeneidad bilateral para muestras independientes (t de Student) y para muestras relacionadas (prueba de rangos con signo de Wilcoxon). Se aceptaron diferencias cuando la significación asintótica bilateral fue igual o menor a .05. Para el procesamiento de la información se utilizó el programa estadístico SPSS 23.0 (Statistical Package for the Social Science). No se presentaron datos perdidos en el procesamiento de información.
Resultados
Diferencia de muestras independientes para los pretest. No se encontraron diferencias significativas entre las medidas pretest del ángulo poplíteo entre grupos control y experimental (t de Student = –.800, p = .428), lo que demuestra la homogeneidad de las extremidades al inicio del estudio.
Diferencia de muestras relacionadas (diferencia entre pretest y postest). Como se aprecia en la tabla 3, tanto en el grupo control como en el experimental, las medidas postest del ángulo poplíteo mejoraron muy poco respecto al pretest. En ninguno de los grupos de extremidades la diferencia fue estadísticamente significativa (p > .05).
Diferencia de muestras independientes para las medidas de cambio pretest y postest. La medida de cambio del ángulo poplíteo pretest y postest fue 0.4° superior en el grupo control. Como se observa en la tabla 3 esta pequeña diferencia entre grupos no es estadísticamente significativa (p < .05).
Los resultados anteriores permiten inferir que no existen diferencias importantes en la mejoría a largo plazo del ángulo poplíteo entre extremidades donde se aplicó un programa de estiramiento estático-pasivo y aquellas que recibieron estiramiento con FNP. Efectivamente, en ninguno de los dos programas se evidenció mejoría en la flexibilidad de isquiosurales medida con la prueba de extensión pasiva del ángulo poplíteo.
Discusión
Estos hallazgos conllevan a la conclusión que ni el programa de estiramiento con la técnica de FNP contracción-relajación ni la técnica estático-pasiva mejoran a largo plazo la flexibilidad de los isquiosurales en los futbolistas de categoría prejuvenil, puesto que las medidas postest del ángulo poplíteo no mejoraron respecto al pretest, ni en el grupo control ni en el experimental, después de ocho semanas de aplicación de los protocolos de estiramiento, que determinaba el efecto a largo plazo.
Calle-Fuentes, Muñoz-Cruzado, Catalán-Matamoros y Fuentes-Hervías (2016) sostienen que las técnicas de estiramiento consiguen aumentar el rango de movilidad articular, pero argumentan, citando a Cometti (2003), que dicho aumento no se produce por un cambio estructural del músculo sino por una progresiva elevación de la tolerancia al dolor producido por el estiramiento, tanto a nivel central como periférico (Calle-Fuentes et al., 2006). En este estudio, ninguna de las dos técnicas produjo a largo plazo aumento de la amplitud de movimiento de la extensión de rodilla; el motivo podría ser que en ninguno de los dos gupos se trabajó forzando el estiramiento al límite de dolor. Cometti (2014), citado por Calle-Fuentes et al. (2006), muestra que el estiramiento en una sesión aislada disminuye la rigidez muscular o resistencia muscular de reposo, pero dicho efecto desaparece pasada una hora de terminada la sesión; añade que en intervenciones a largo plazo, no se evidenciaron cambios significativos en la rigidez o cambios viscoelásticos del músculo. Dicha autoría sostiene que dicho comportamiento se debe probablemente a los mecanismos musculares que proveen la integridad estructural tras las microrupturas de algunos filamentos que limitan a largo plazo la elongación del músculo.
Similar a estos resultados, Wiemann (2000), citado por Calle-Fuentes et al. (2006), no encontró variaciones en la longitud muscular en personas a las que se les realizó durante varias semanas programas de estiramientos, tanto estáticos como dinámicos, medidas a través de curvas de fuerza-longitud muscular. El autor afirma que en deportistas que requieren gran flexibilidad articular, como los gimnastas, existe una preselección natural de personas con características anatomofuncionales aptas, que sumadas a entrenamientos intensos específicos alcanzan mayor flexibilidad (Calle-Fuentes et al., 2006).
En cuanto al uso de las técnicas de FNP para aumentar la flexiblidad articular, se ha argumentado que la relajación muscular se produce por el mecanismo de inhibición neuromuscular producida por la estimulación del órgano tendinoso de Golgi a través de las fibras Ib, la cual se produce por el estiramiento mantenido del músculo (Guyton y Hall, 2016). De acuerdo con el argumento de Calle-Fuentes et al. (2006), basado en trabajos de autorías como Guissart et al. (1988), la disminución de la excitabilidad de la motoneurona es muy breve, logrando un efecto máximo a los 5 o 10 segundos del estiramiento, volviendo a valores basales muy rápidamente (Calle-Fuentes et al., 2006). Esto podría explicar que en este trabajo no se lograran efectos a largo plazo en la flexibilidad de isquiosurales tras 36 sesiones de estiramiento con la técnica de FNP.
También Tavella-Navega y colaboradores evaluaron y compararon los efectos a largo plazo de dos técnicas de estiramiento, la FNP y la estática-pasiva, en los músculos isquiosurales de 45 mujeres jóvenes. Tanto el grupo de estiramiento estático como el grupo de facilitación realizaron tres sesiones de estiramiento semanales durante un período de cuatro semanas. Evaluaron la flexibilidad al inicio y al final del programa con la prueba de ángulo poplíteo. Contrariamente a los resultados obtenidos en este trabajo, evidenciaron un aumento significativo en la flexibilidad de los isquiosurales al analizar las evaluaciones y reevaluaciones de ambos protocolos de estiramiento, pero tampoco hallaron diferencias significativas para indicar cuál fue la mejor de las dos técnicas de estiramiento aplicadas, FNP y estático-pasiva, en el aumento de la flexibilidad (Tavella-Navega et al., 2014).
Asimismo, probando el efecto a largo plazo, Gama, Medeiros, Dantas y Souza (2007) analizaron la frecuencia óptima para aumentar la flexibilidad de los músculos isquiosurales, pero en esta ocasión se utilizó el test de la amplitud activa de extensión de la rodilla. Seleccionaron 36 mujeres distribuidas aleatoriamente en cuatro grupos. A tres grupos se les aplicó estiramiento con FNP a distintas frecuencias: una, tres y seis maniobras por sesión; el cuarto grupo era el grupo control. Los tres grupos de estiramiento recibieron la intervención cinco días a la semana durante dos semanas consecutivas. Los datos indicaron que hubo una ganancia del arco de movilidad articular, estadísticamente significativa, aplicando estiramientos con FNP en relación con el grupo control, pero no entre los grupos experimentales. Concluyeron que no hay diferencia en relación con la ganancia de flexibilidad a largo plazo cuando se utilizan 1, 3 o 6 maniobras de estiramiento con la técnica sostener-relajar de FNP en los isquiosurales (Gama et al., 2007).
Sánchez-Rivas, Mayorga-Vega, Fernández-Rodríguez y Merino-Marbán (2014) analizaron los efectos a largo plazo de un programa de estiramiento sobre la musculatura isquiosural realizado durante las clases de educación física. La muestra estuvo formada por 44 escolares divididos aleatoriamente en grupo experimental (GE) y grupo control (GC). El GE recibió estiramientos de isquiosurales con una duración de tres minutos, aplicando el método estático-pasivo en la clase de educación física durante nueve semanas. El GC desarrolló con normalidad las clases de educación física. Antes y después de la aplicación del programa se valoró la flexibilidad de la musculatura isquiosural mediante el test de Wells (sit and reach). Los resultados mostraron que el programa de intervención tuvo un efecto positivo estadísticamente significativo (Sánchez et al., 2014). Sin embargo, a diferencia del presente trabajo, el GC no recibió ningún programa de estiramiento. Además, se utilizó el test de Wells, el cual, a diferencia del test del ángulo poplíteo, no solo valora la flexibilidad de isquiosurales sino también de la musculatura de toda la cadena posterior: paravertebrales, glúteo máximo y tríceps sural.
Se podría llegar a la conclusión, ante los resultados de esta investigación y los de otras autorías citadas, que no se puede aumentar la flexibilidad de isquiosurales a largo plazo, valorada mediante la amplitud de los rangos de movilidad articular. Deben revisarse, teórica y empíricamente, las premisas y procedimientos que sustentan la realización de estiramientos musculares para mejorar la flexibilidad muscular a largo plazo, tanto desde la investigación básica como aplicada, y considerar conceptual y metodológicamente la flexibilidad más allá de la excursión de movimiento máximo.
Agradecimientos
Las autorías expresan su agradecimiento a las directivas de la Liga Risaraldense de Fútbol, a los jugadores de la categoría prejuvenil, al médico deportivo que contribuyó con las evaluaciones y al equipo de fisioterapeutas colaboradores.
Conflicto de intereses
Las autorías comunican no tener ningún conflicto de intereses.
Referencias
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