Resumen: El objetivo de este estudio es presentar la validación de un cuestionario con el fin de obtener datos objetivos que ayuden a conocer los aspectos que afectan y se pueden mejorar en relación con la salud (física y emocional) de alumnado entre 6 y 12 años en el tiempo de ocio, con el fin de poder diseñar cambios en relación con aspectos educativos. El cuestionario, con 29 preguntas, pretende conocer a partir de la comprensibilidad y la validez interna aspectos relacionados con el bienestar, la salud, las relaciones y la actividad física durante el tiempo de recreo del centro. El estudio se sitúa en una escuela de Mallorca (Islas Baleares) con la técnica de muestreo aleatorio por conglomerados. A partir de una primera y segunda fase se seleccionaron 26 y 44 alumnos, respectivamente, de quinto y sexto curso de educación primaria. El cuestionario está validado mediante la discusión de un panel de expertos, una prueba inicial de comprensibilidad y viabilidad de la metodología de recogida de datos y un test/retest para evaluar su fiabilidad, consistencia y validez. Los resultados en cuanto a comprensibilidad del cuestionario son muy satisfactorios, prácticamente el 100% de preguntas son comprensibles para la muestra del estudio. La validez de contenido también es muy elevada, con unos valores de concordancia medios del 92.2% y unos valores promedios de índice kappa del .64. Por lo tanto, se puede decir que presenta una comprensión muy satisfactoria y una fiabilidad excelente.
Palabras clave:validaciónvalidación,cuestionariocuestionario,ocioocio,patiopatio,recreorecreo.
Abstract: The aim of this study is to present the validation of a questionnaire to obtain objective data showing which aspects affect and can be improved in relation to the physical and emotional health of students between 6 and 12 years old during recess time in order to design changes in educational aspects. The 29-question survey seeks to reveal, through comprehensibility and internal validation, aspects related to wellbeing, health, relationships and physical activity during leisure time at school. The study was conducted in a school in Majorca using a random cluster sampling technique. In the first and second stages, 26 and 44 students, respectively, were selected from the fifth and sixth years of primary education. The questionnaire was validated through discussion by a panel of experts, an initial test of comprehensibility and the viability of the data collection methodology, and a test/ re-test to assess its reliability, consistency and validity. The results in terms of the questionnaire’s comprehensibility are extremely satisfactory, as virtually all the questions were understood by the study sample. Content validity is also very high, with mean concordance values of 92.2% and mean kappa values of .64. Therefore, we can say that understanding is extremely satisfactory and reliability is excellent.
Keywords: Validation, questionnaire, recess, playground, leisure.
Actividad física y salud
Evaluación de varios factores en el tiempo de ocio de centros educativos
Evaluation of Various Factors in the Leisure Time of Schools

Recepción: 09 Octubre 2017
Aprobación: 03 Junio 2018
La mayoría de centros escolares necesitan una reflexión y más conocimiento de lo que sucede en el tiempo de recreo de niños y jóvenes. Conocer más sobre una parte omnipresente de los centros, como es el tiempo de ocio, puede ayudar a detectar debilidades de organización, de estructura y/o de relaciones interpersonales.
Si se tiene en cuenta que el tiempo aproximado de ocio durante el curso escolar asciende a un total de 5280 minutos, no se puede perder de vista la oportunidad de intervenir o como mínimo de reflexionar sobre cómo se usa este tiempo, especialmente cuando contribuye significativamente al desarrollo físico, social, emocional y cognitivo de los niños (National Association for Sport and Physical Education, 2004;Nacional Association of Early Chilhood Specialists in State Departamentos of Education, 2002).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2010), con la finalidad de promover un desarrollo saludable, es necesario realizar actividad física moderada o vigorosa un mínimo de 60 minutos diarios entre los jóvenes de edades comprendidas entre 5-17 años. La recomendación de la OMS es muy clara, a pesar de que diferentes estudios (Nelson et al., 2006) demuestran que tan solo un tercio de las niñas y niños europeos superan estas recomendaciones mínimas.
En las primeras edades, preescolar o educación infantil, el alumnado presenta una gran actividad en el tiempo del patio, la cual disminuye a medida que van pasando los años, especialmente cuando llegan a la adolescencia. El estudio de Hernández et al. (2010) concluye que la tasa de actividad durante el tiempo de recreo y la educación física es baja y se tiene que ser más exigente para poder garantizar la universalización en toda la población escolar.
Según la Organización de Cooperación y de Desarrollo Económico, OEDC (siglas inglesas) (2017), en los países que pertenecen a esta, en torno al 6.6% de los estudiantes no realizan ninguna actividad física moderada o vigorosa fuera de la escuela, y la proporción de estudiantes físicamente inactivos es superior en niñas que en niños. Según este estudio, los estudiantes físicamente activos tienen menos probabilidades que aquellos que no participan en ningún tipo de actividad física, de faltar a clase injustificadamente, sentirse ajenos al centro escolar, sentir mucha angustia por la tarea escolar o sufrir acoso escolar frecuente. También existe una relación positiva significativa entre la actividad física y el funcionamiento cognitivo (Sibley y Etnier, 2003).
El número de niños y adolescentes con sobrepeso u obesidad en todo el mundo ha aumentado en las últimas décadas, especialmente en los países desarrollados (Lobstein et al., 2015), pero en países donde los niños practican los 60 minutos de actividad física moderada o vigorosa al día, estos tienen menos posibilidades de sufrirla (Quick et al., 2014).
Las sesiones de educación física en los centros escolares son insuficientes para alcanzar los mínimos recomendados por la OMS, por lo que deben aumentarse y mejorarse las posibilidades de ofrecer unos recreos activos y con más posibilidades de relaciones interpersonales entre los estudiantes.
Así pues, en muchos casos las sesiones de educación física y el tiempo de ocio son el único elemento o las únicas oportunidades de muchos niños y jóvenes para poder llegar a los niveles aconsejados de actividad física, y por lo tanto, a contribuir en la experiencia escolar que además de mejorar el rendimiento académico puede mejorar el rendimiento académico y ayudar al desarrollo personal.
De acuerdo con los resultados de los informes PISA (OEDC, 2017) en relación con el bienestar de los estudiantes, varios estudios han examinado la relación entre su actividad física y el rendimiento académico (Busch et al., 2014;Cornejo et al., 2016;Singh et al., 2012). Las investigaciones sugieren que la actividad física regular puede tener un impacto positivo en el rendimiento académico de los estudiantes por sus efectos positivos sobre las funciones cognitivas (Sofi et al., 2011), funciones ejecutivas (Allan et al., 2016), el comportamiento, la concentración durante las clases (Singh et al., 2012) y la salud psicológica (Busch et al., 2014). Una buena salud física es vital para las funciones cerebrales saludables y la capacidad de aprender (Strong et al., 2005).
Por otra parte, según Jarret (2002), “las interacciones entre los compañeros en el patio son un complemento único para el aula”. El tiempo de patio, además de ser un descanso de las sesiones lectivas, es una oportunidad para practicar habilidades sociales como son la comunicación, la cooperación, el respeto de las normas de juego, la resolución de problemas, la negociación, el intercambio, etc; de esta manera, el patio se convierte en un escenario donde viven experiencias con impactos emocionales significativos y en el que los alumnos son los protagonistas (Olivera, 2011).
El tiempo de patio puede ser una oportunidad para que los niños puedan participar en las interacciones personales (no en todas las aulas ni en todas las materias se permite una interacción entre ellos) y puedan ayudar a construir un buen autoconcepto físico (Reigal, 2011).
Son especialmente vulnerables en este aspecto aquellas niñas y niños que se encierran en casa después de la jornada escolar con TV, juegos de ordenadores u otros aparatos electrónicos. Según los estudios de la OEDC, los estudiantes pasan más de dos horas navegando por internet durante un día laboral después de la escuela, y más de tres horas en un día de fin de semana normal. Entre 2012 y 2015, el tiempo dedicado a navegar por internet fuera de los centros aumentó en torno a 40 minutos diarios, tanto los días laborables como los fines de semana. Datos concretos del informe demuestran que un alto número de estudiantes pasan demasiado tiempo en internet: el 26% de estos señalan que pasan más de 6 horas al día conectados durante el fin de semana, y el 16% pasa una cantidad similar de tiempo entre semana.
Según Pellegrini et al. (2002), hay indicios de que los niños de primaria en edad escolar tienen menos oportunidades fuera del horario escolar de interactuar libremente con compañeros y desarrollar así habilidades y competencias sociales. Por lo tanto, la escuela puede ser uno de los pocos espacios para poder interaccionar con otros niños.
Siguiendo los estudios de Jarret (2002), un tiempo de ocio bien implementado puede ayudar a los estudiantes a ser más activos físicamente, mejorar su comportamiento y nivel de atención en clase, y reducir la intimidación y el comportamiento excluyente entre ellos; por lo tanto, el tiempo de ocio bien utilizado contribuye a crear más nivel de conectividad entre el clima positivo de la escuela. Es por eso que podemos entender a la Dra. Debbie Rhea al hablar de las escuelas finesas con los diferentes tiempos de recreo distribuidos entre la jornada escolar, o cuando afirma que el tiempo de ocio es un ambiente de aprendizaje, que representa una oportunidad para mejorar la convivencia, para establecer relaciones o para crear ambientes de movimiento y de diversión adecuado para todo el alumnado, o cuando menciona los programas escolares que incluyen el recreo para desarrollar conocimientos, actitudes, habilidades, comportamientos y confianza para adoptar y mantener estilos de vida físicamente activos, dotando de oportunidades para la actividad física agradable (Centers for Disease Control and Prevention, 2000).
Debe tenerse en cuenta que cada escuela es única y por lo tanto no puede existir un único plan de diseño de uso de patio que se pueda generalizar a todos los centros escolares, por lo que se necesita disponer de información inicial y fiable de las escuelas para poder responder a través de estrategias o cambios que afecten a sus tiempos de ocio.
Este documento presenta la validación de un cuestionario para obtener datos objetivos que ayuden a conocer los aspectos que afectan a los centros y que se pueden mejorar en relación con la salud (física y emocional) de alumnado entre 6 y 12 años en el tiempo de ocio, para poder diseñar cambios en relación con los aspectos comentados.
El estudio se llevó a cabo en una escuela de educación primaria de Mallorca (Islas Baleares). El método de muestreo utilizado fue de conveniencia para la elección de la escuela, y muestreo aleatorio por conglomerados para determinar los grupos-clase participantes de entre los grupos de 5º y 6º de primaria del centro.
En una primera fase del estudio la muestra fue de 26 alumnos, y en la segunda fase fue de 44 alumnos; todos pertenecían al mismo centro y tenían una edad comprendida entre 10 y 12 años.
El cuestionario, como buen método de elección y con una invasión mínima (Laíño et al., 2017) incluye datos de bienestar durante el tiempo de recreo sobre la actividad física relativos a salud.
Los datos sobre el bienestar durante el tiempo de recreo son: utilidad del patio (para relajarse, para pasarlo bien, para merendar, para hablar); si el alumno está a gusto en el patio; participación en los juegos de patio sin problemas; respeto y seguridad en sí mismo, y si el encuestado se siente parte del centro o no.
Los datos relativos a las amistades o relaciones fueron: actividades de los compañeros o amigos; género de los compañeros de patio; juegos individuales o en grupos; facilidades o no para hacer amistades, y grado de aceptación del sujeto en los juegos durante el tiempo de patio.
Los datos relativos a la actividad física incluían: actividad durante el tiempo de recreo (actividades movidas o tranquilas); espacios o zonas donde juega; actividad física del padre y la madre; actividades físicas en el centro y fuera de este (extraescolares); actividades sedentarias después de la jornada escolar, y actividad física de los amigos-amigas.
Los datos recogidos relativos a la salud eran: tipo de merienda y bebida durante la jornada lectiva; si desayunan antes de salir de casa, y como meriendan durante el patio (rápido para ir a jugar o bien sentados).
El cuestionario también incluía tres preguntas más: la primera era relativa al nivel socioeconómico y cultural de la familia; la segunda era sobre las expectativas personales en cuanto al resultado académico esperado, y la tercera se refería a la relación con el nivel de estructuración del patio.
El estudio se diseñó en tres fases. Primero que todo, y como fase previa, se diseñó el cuestionario y, posteriormente, se validó mediante la discusión de un panel de expertos, una prueba inicial de comprensibilidad y viabilidad de la metodología de recogida de datos, y finalmente se llevó a cabo una segunda prueba test/retest para evaluar la fiabilidad, la consistencia interna y la validez del cuestionario.
En la primera fase de la validación se conformó el grupo coordinador del estudio, que delimitó el tema, revisó la literatura y diseñó la versión 1 del cuestionario. Una vez se elaboró esta, se consultó la disponibilidad de 10 expertos para formar parte del panel de evaluación del cuestionario, 5 de los cuales aceptaron colaborar mientras los otros 5 rechazaron la invitación por falta de disponibilidad. El envío y la recepción del cuestionario se realizó por correo electrónico en archivo adjunto, que estaba conformado por una primera página con una breve introducción al tema de investigación, la explicación de su objetivo, el método que se utilizaría, la fase en que se encontraba el proceso de investigación, las instrucciones para llenar el cuestionario, seguido de 8 preguntas relativas a número de ítems, contenido, definición y ordenación, codificación, comprensibilidad, redacción y evaluación global. El plazo máximo que se les dio para responder fue de 7 días.
En la segunda fase, se administró la versión 2 del cuestionario a 26 alumnos. Se les explicó su finalidad y acto seguido se repartieron los cuestionarios para ser rellenados en aquel momento. Se anotaron todas las dudas relacionadas con la comprensibilidad de las preguntas y también se registró el tiempo que los estudiantes necesitaron para contestarlo. Los datos fueron recogidos directamente por el coordinador del estudio dentro de la jornada escolar rutinaria.
En la tercera fase de la validación, se administró la versión 3 del cuestionario (con las pertinentes modificaciones a partir de los datos obtenidos en la fase anterior) a 44 alumnos. Cuando se administró el cuestionario o test, los estudiantes desconocían que habría un retest, el cual se administró al cabo de una semana del test. Se consideró que este periodo de tiempo entre los dos sería suficiente por dos razones: una, porque en este lapso de tiempo ya habrían olvidado lo que habían respondido en el primer test, y, la otra, porque los valores de la evaluación de las variables en la nueva prueba o retest seguramente no habrían cambiado drásticamente desde su evaluación en la primera prueba.
El nivel de comprensión del cuestionario se midió durante la primera fase de validación mediante el análisis del número de cuestiones que no se entendieron y por el número de preguntas en las que se pidieron aclaraciones o de las que no sabían la respuesta. En la tabla 1 se muestra el número de estudiantes que necesitaron alguna aclaración o duda sobre las diferentes preguntas de las versiones 2 y 3.
La valoración del equipo de investigación y del panel de expertos dieron por buena la capacidad del contenido del cuestionario para evaluar lo que se deseaba.
La fiabilidad o estabilidad temporal fue evaluada mediante la concordancia obtenida entre los resultados del test y del retest calculando el coeficiente de correlación interclase (CCI), considerando una correlación del 70% como una fiabilidad aceptable; al mismo tiempo, se obtuvo el porcentaje de acuerdo y el índice kappa.
Para llevar a cabo el estudio se utilizó el paquete estadístico para Windows, versión 23 (SPSS).
El sistema diseñado para la recogida de datos funcionó correctamente y ningún participante necesitó más de 20 minutos para rellenar el cuestionario: 37 alumnos lo rellenaron entre 11 y 16 minutos (84.1%) y 7 alumnos necesitaron franjas de tiempos inferiores o superiores (15.9%)
En la segunda fase de validación se administró el cuestionario a 26 participantes, y se anotaron las preguntas que necesitaron una aclaración. En la primera administración (versión 2) 15 preguntas de las 35 totales requirieron de aclaración por parte de entre 1 y 3 personas. En la segunda administración (versión 3), solo se anotaron cuatro aclaraciones menores por parte de dos alumnos (tabla 1). En resumen, de las 910 respuestas obtenidas (26 participantes × 35 variables), solo se requirieron 5 aclaraciones, por lo tanto, la comprensibilidad del cuestionario fue prácticamente del 100%

La validez del contenido se evaluó mediante un panel de 5 expertos. En una primera ronda, de los 8 ítems a valorar, solo 3 obtuvieron el 100% de aceptación por parte de los expertos. A partir de las aportaciones obtenidas se elaboró la versión 2 del cuestionario, que en una segunda ronda obtuvo la aceptación por parte de los 5 expertos en los 8 ítems a valorar.

Los valores de concordancia a partir de los coeficientes de correlación obtuvieron unos resultados mínimos del 72.7%, siendo el promedio un 92.2% de concordancia. Por otra parte, el promedio del índice kappa fue del .64 (tabla 2).
Tener información a través de un cuestionario validado ayuda a conocer de una manera objetiva, fiable y precisa como vive el alumnado el rato de patio con respecto a las relaciones, la actividad física y la salud.
Las preguntas del cuestionario relacionadas con el aumento de actividad física se basan en estudios que demuestran esta necesidad (Centers for Disease Control and Prevention, 2000; OMS, 2010), incluso las últimas iniciativas apuestan por este incremento, como las medidas que prevé el gobierno español en las ciudades autonómicas de Ceuta y Melilla (San Martín, 2017) de aumentar a tres horas semanales las clases de educación física.
El documento incluye preguntas que hablan sobre las relaciones interpersonales, ya que un ocio bien implantado ayuda a contribuir al desarrollo físico, social, emocional y cognitivo de las niñas y los niños (Clements, 2000), sin olvidar que una relación social y de trabajo positiva con compañeros les ayuda a desarrollar un sentido de la competencia social y emocional (National Association of Early Childhood Specialists in State Departments of Education, 2002). El cuestionario también introduce preguntas referidas a la salud, importantes para estudiar los factores de influencia (Bronfenbrenner, 1989).
Se ha incluido en el cuestionario la importancia de tener amigos activos a la hora de practicar más actividad física y no solo con la interrelación entre iguales, sino también la influencia de la actividad-inactividad de los progenitores. También se han tenido en cuenta estudios que alertan sobre el aumento de horas de pantalla que consumen los estudiantes después de la jornada escolar (Vidal, 2015).
Los resultados para la validación del cuestionario han sido satisfactorios ya que el nivel de comprensibilidad ha sido casi del 100% y la validez y la fiabilidad superan en los dos casos el 90%.
Son interesantes las 5 estrategias que señalan desde Centers for Disease Control and Prevention and SHAPE America (2017) que los centros tendrían que implantar para mejorar el tiempo de ocio. Estas 5 líneas de actuación u objetivos están relacionados con el liderazgo, la seguridad, el aumento de actividad física, la inclusión de toda la comunidad educativa y la recopilación de información sobre el tiempo de patio. Precisamente, es sobre esta estrategia (la recopilación de información en el tiempo de patio) en la que se basa este estudio.
Para futuras investigaciones y teniendo en cuenta que esta se dirige a los cursos de educación primaria, sería interesante obtener información de los patios de secundaria, no solo por el aumento de inactividad en los espacios de ocio, sino también por las relaciones interpersonales que se establecen durante el tiempo de patio y que son muy importantes durante la adolescencia.
Los centros escolares tienen un foco de atención importante en la parte curricular y para conseguir el mejor rendimiento académico esperado en cada una de las edades y etapas, pero la mayoría de ellos quizás olvidan el tiempo de patio, totalmente necesario para conseguir los objetivos mencionados, y olvidado por los centros.
Las autorías no han comunicado ningún conflicto de intereses

