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Agrupación y equilibrio competitivo en el baloncesto profesional NBA y ACB
YVES DE SAÁ GUERRA; JUAN MANUEL MARTÍN GONZÁLEZ; JUAN MANUEL GARCÍA MANSO;
YVES DE SAÁ GUERRA; JUAN MANUEL MARTÍN GONZÁLEZ; JUAN MANUEL GARCÍA MANSO; ABIÁN GARCÍA RODRÍGUEZ
Agrupación y equilibrio competitivo en el baloncesto profesional NBA y ACB
Apunts Educación Física y Deportes, vol. 32, núm. 124, pp. 17-26, 2016
Institut Nacional d'Educació Física de Catalunya
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Resumen: Algunas ligas de baloncesto son más competidas que otras. El nivel de incertidumbre en la clasificación final está estrechamente relacionado con el atractivo en la liga. La efectividad de un equipo tiene una relación recíproca con el ambiente emergente y crítico: la competición. Los equipos se ven afectados por el entorno que les rodea. El modelo competitivo influencia directamente sobre la competición, de esta manera pequeños cambios pueden alterar dramáticamente el resultado final. Hemos comparado dos modelos deportivos diferentes para averiguar el nivel de jerarquía de estas competiciones. Hemos estudiado los resultados de dos ligas profe­sionales de baloncesto: 18 temporadas de la NBA (USA) y 14 de la ACB (España). Observamos que los equipos ACB se encuentran en tres niveles de rendimiento (ratio 0,15 ± 0,05; 0,45 ± 0,15; 0,8 ± 0,1). Pero los datos de la NBA son menos dispersos y más gaussianos (ratio pico 0,5). Un análisis general (Entropía de Shannon) muestra que el equilibrio competitivo no permanece estable (Sn NBA media = 0,9842 ± 0,0037; Sn ACB media = 0,9793 ± 0,0053). Un estudio más detallado (análisis de clúster) muestra que en la ACB hay equipos claramente enraizados en un área particular de la competición. La mayoría de los equipos de la NBA han alcanzado los playoffs. No existe un consenso para el estudio de equilibrio competitivo. Proponemos el uso de varias metodologías con el fin de averiguar el grado de competitividad de una liga determinada. El modelo deportivo influencia altamente en los niveles de equilibrio competitivo. Tanto la ACB y la NBA presentan un alto equilibrio competitivo. La NBA tiene mecanismos específicos para asegurar la alta competitividad y la ACB no cumple con la ausencia de dominación a largo plazo.

Palabras clave:baloncestobaloncesto,competitividadcompetitividad,organizaciones deportivasorganizaciones deportivas,sistemas complejossistemas complejos,NBANBA,ACBACB.

Carátula del artículo

Agrupación y equilibrio competitivo en el baloncesto profesional NBA y ACB

YVES DE SAÁ GUERRA
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, España
JUAN MANUEL MARTÍN GONZÁLEZ
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, España
JUAN MANUEL GARCÍA MANSO
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, España
ABIÁN GARCÍA RODRÍGUEZ
European University Institute, Italia
Apunts Educación Física y Deportes, vol. 32, núm. 124, pp. 17-26, 2016
Institut Nacional d'Educació Física de Catalunya

Recepción: 19 Septiembre 2015

Aprobación: 04 Marzo 2016

Introducción

Averiguar las condiciones necesarias para la aparición y el mantenimiento de la cooperación en las poblaciones en evolución se ha estudiado ampliamente en ciencias biológicas y sociales (Guimera, Uzzi, Spiro, & Amaral, 2005;Riolo, Cohen, & Aselrod, 2001). El baloncesto es un deporte de colaboración-oposición. La colaboración de los jugadores crea una estructura emergente: el equipo. Una liga es una estructura que emerge de la oposición entre ellos, y que, además, realiza una selección de los equipos con jugadores que colaboran. El objetivo princi­pal de una liga es eliminar los gradientes deportivos que se crean constantemente con el fin de garantizar la toma de energía, y además, ser capaz de competir contra otros deportes por recursos (aficionados, patrocinadores, con­tratos de televisión, etc.).

La competitividad refleja la capacidad de los equipos para luchar por una meta. Cuanto más equilibrada sea la competición, mayor será el grado de competitividad, y vice­versa. Grado de competitividad es el nivel de la igualdad de los puntos fuertes de juego de los equipos. Por lo tanto, un mayor grado de competitividad debería conducir a una mayor demanda (Goossens, 2006;Quirk & Fort, 1997). Las ligas más competitivas tienden a ser más atractivas (Szymanski, 2003) y generan más energía y materiales para el sistema (mejores jugadores, mejores entrenadores, mejores instalaciones, ingresos, entradas, patrocinadores, televisión, etc.), lo que está estrechamente relacionado con el modelo deportivo (Ribeiro, Mendes, Malacarne, & Santoro, 2010). Pero cada vez que un competidor alcan­za un nivel de dominio muy alto, el equilibrio competitivo se descompone, en el sentido de que la incertidumbre se reduce significativamente (Goossens, 2006;Quirk & Fort, 1997). En estas situaciones, cuando la incertidumbre de los resultados disminuye, el interés de la competición pue­de reducirse considerablemente. Por lo tanto, la asistencia del público puede disminuir y, en consecuencia, el acceso a los recursos energéticos puede verse comprometido (Be­rri, Brook, Frick, Fenn, & Vicente-Mayoral, 2005;Kesenne, 2010). Por esta razón, las organizaciones deportivas que diseñan los modelos de competiciones deportivas (ligas), tratan de desarrollar estructuras y reglas que permitan ha­cer frente a una disminución de la competitividad en un campeonato. Un cierto nivel de equilibrio competitivo pare­ce razonable para mantener el interés de los espectadores y los patrocinadores para todos los equipos, pero la deter­minación del nivel óptimo es muy compleja.

El modelo deportivo influye directamente en la compe­tición. No es posible entender el fenómeno deportivo me­diante el aislamiento de los elementos de su relación con su entorno. Existe una dualidad entre el modelo competitivo y su entorno (social, cultural, económico, político, organiza­tivo, etc.). La clasificación final es el resultado directo de los enfrentamientos entre los equipos. En consecuencia, debi­do a su estrecha relación, ligeras modificaciones pueden alterar significativamente el resultado final (Lebed, 2006).

La liga de baloncesto profesional norteamericana (NBA) es una competición modelo franquicia. Los equipos participantes se dividen en dos conferencias (este y oes­te). A su vez, estas se dividen en tres divisiones por confe­rencia de cinco equipos cada una. Cuando termina la tem­porada regular, los equipos mejor clasificados se reunirán en un playoff por el título. La NBA es un modelo cerrado donde no existen ascensos ni descensos de categoría.

La Liga española de baloncesto profesional (ACB), por el contrario, es una liga de modelo abierto, donde cada temporada los equipos que participan se reajustan te­niendo en cuenta los ascensos y descensos de categoría para bajar categorías. Los ocho equipos mejor clasifica­dos juegan el playoff con el fin de ser proclamado cam­peón de la liga. El objetivo del estudio es analizar el equi­librio competitivo de la ACB y la NBA y para comparar dos modelos deportivos diferentes de baloncesto profesional.

Equilibrio competitivo

La competitividad es un tema sobre el que ha trabaja­do diferente personal investigador deportivo (De Saá Gue­rra et al., 2012;Fort, 2010;Humphreys, 2002;Quirk & Fort, 1997;Sanderson, 2002; Smith & Stewart, 2010; Yil­maz & Chatterjee, 2000;Zimbalist, 2002). La competitivi­dad establece relaciones predeterminadas (calendario de la liga) y no predeterminadas (resultados de los partidos, clasificación final) entre los elementos participantes. Una de las ideas más difundidas para explicar el fenómeno de la igualdad entre los competidores es el concepto de equilibrio competitivo. Este concepto se ha utilizado con frecuencia en el campo de la economía del deporte (Fort & Maxcy, 2003;Goossens, 2006;Rhoads, 2004;Schmidt & Berri, 2001), con el fin de medir el grado de competitivi­dad de la liga en los diferentes deportes, como el béisbol (Owen, Ryan, & Weatherston, 2007; Scully, 1989;Wenz, 2012), fútbol americano (Humphreys, 2002), baloncesto (Berri et al., 2005;Noll, 1988), hockey hielo (Richardson, 2000), fútbol (Halicioglu, 2006) o golf (Rhoads, 2005).

En general, algunas autores aceptan que una com­petición de alto equilibrio competitivo es más atractiva (Goossens, 2006;Quirk & Fort, 1997). Cuanto más com­petitiva sea la liga, más ingresos genera (entradas, pa­trocinadores, televisión, etc.) y es más atractiva para los aficionados y medios de comunicación (Soebbing, 2008; Ribeiro et al., 2010;Watanabe, 2012).

Cairns, Jennett y Sloane (1986) introdujeron las dife­rentes dimensiones de equilibrio competitivo. Propusie­ron usos distintos de lo que llamaron “la incertidumbre de los resultados”. Estos autores consideran cuatro tipos de equilibrio competitivo. El primero, llamado incertidum­bre del partido. En segundo lugar, la incertidumbre de la temporada se ocupa de la incertidumbre dentro de una única temporada. El tercer tipo es el predominio de unos equipos durante varios temporadas llamados incertidum­bre del campeonato. Cuarto: la incertidumbre de los re­sultados. La ausencia o presencia de la dominación a largo plazo por un club puede producir una disminución del interés de la afición e incluso de los patrocinadores. Esto puede depender de los niveles de incertidumbre de la temporada con los que está asociado.

  1. 1. Incertidumbre del partido.
  2. 2. Incertidumbre de la temporada.
  3. 3. Incertidumbre del campeonato.
  4. 4. Ausencia de dominación a largo plazo.

Szymanski (2003) utiliza también la misma clasifica­ción. Pero sólo hace referencia a las tres primeras distin­ciones. Berri et al. (Berri et al., 2005) señaló que cada vez que un competidor alcanza un nivel de posición do­minante, la incertidumbre del resultado ha sido compro­metida, y se espera que disminuya la demanda de la pro­ducción de esta industria. Algunos autores (Gould, 1989;Knowles, Sherony, & Haupert, 1992;Rascher, 1999) señalaron que la asistencia de aficionados a las gran­des ligas se maximiza cuando la probabilidad de que el equipo de casa gane es de aproximadamente 0,6. Si el equipo local presenta una mayor probabilidad de éxito, se espera que disminuya la asistencia de seguidores. En consecuencia, dada la importancia de la asistencia de es­pectadores para un éxito financiero de la liga, se espera que las ligas apliquen normas y las instituciones diseñen elementos para hacer frente a la fortaleza relativa de los equipos en las competiciones.

La competición (el modelo deportivo)

Las organizaciones deportivas pueden ser considera­das como fenómenos emergentes que tratan de regular la competencia entre los equipos. Las ligas operan me­diante la creación de un formato de confrontación (tor­neo, liga, etc.), calendario de competición, puntuación y requisitos formales (estadios, capacidad de los estadios, materiales, reglamentos, reglas de la liga, etc.). Por lo tan­to, las ligas pueden ser consideradas como un entorno.

Las ligas profesionales, o federaciones en algunos ca­sos, también están involucrados en aspectos que tienen un impacto directo en los partidos: número de árbitros en un partido, ciertas reglas (tales como normas de defen­sa, reglas de tiempo, normas de espacio, etc.), reglas de dimensión espacial, instalaciones deportivas, etc. O en otros aspectos generales como tope salarial, contratación de jugadores, lotería del draft, equipos participantes, ela­boración del formato de competición, sistema competitivo (abierto o cerrado), etc. la tendencia general para las li­gas deportivas debería ser mantener o aumentar el ba­lance competitivo, y en el caso de las ligas profesionales, también mantener y mejorar la rentabilidad de las empre­sas involucradas.

Sin embargo, estos fenómenos emergentes también tratan de responder a la aparición de gradientes en el de­porte: gradientes económicos, gradientes deportivos, gra­dientes relacionados con los jugadores, etc. Por lo tanto una liga puede ser considerada como un sistema comple­jo adaptativo compuesta por múltiples agentes que inte­ractúan de manera no lineal (De Saá Guerra et al., 2012;García Manso et al., 2008; McGarry, Anderson, Wallace, Hughes, & Franks, 2002).

Métodos. Análisis del baloncesto

En este trabajo realizamos una aproximación para me­dir el equilibrio competitivo de dos de las mejores ligas profesionales de baloncesto: la ACB y la NBA. Analizamos la fase regular de 14 temporadas ACB (1996-97 a 2009- 10) y 18 temporadas en la NBA (1992-93 a 2009-10). La mayoría de los autores utilizan varias metodologías como la Entropía de Shannon, distribuciones de probabilidad, etc., con el fin de averiguar la dimensión de la igualdad de los diferentes modelos deportivos. Este razonamiento es co­rrecto cuando se comparan dos o más temporadas o ligas. Pero si queremos llevar a cabo un análisis profundo de la dinámica interna de una única liga, y luego comparar con otros modelos de liga, sugerimos utilizar el análisis de clús­ter o agrupación (como mostramos al final de la sección de resultados), el cual nos permite determinar con precisión el equilibrio competitivo de una liga, y por lo tanto mejorar el mecanismo que mejora este proceso en el tiempo.

Podemos utilizar un protocolo para determinar el equi­librio competitivo obteniendo el valor de la Entropía nor­malizada de Shannon (.), que es una medida promedio de incertidumbre y se refiere a la cantidad promedio de la información que se contiene en una variable (De Saá Guerra et al., 2012). Si definimos el estado de equilibrio como la situación de competitividad máxima (máximo equilibrio competitivo), “S” proporciona un valor numérico de competitividad para una temporada determinada:

El valor de . cambia junto con el valor de ., y si . es la distribución de probabilidad obtenida de una matriz resultado dado . para . equipos, no podíamos comparar diferentes temporadas del año, si el número de equipos cambia. Por lo tanto, es preferible utilizar la entropía nor­malizada (Sn):

En la tabla 1se representan la evolución de la com­petitividad utilizando la entropía normalizada para poder comparar ambos. Por lo tanto, el valor de Sn está delimi­tado entre 0 y 1, donde 1 corresponde a la situación en la que todos los valores de . son iguales entre sí. Si defi­nimos el estado de equilibrio como la situación de máxi­ma competitividad, Sn proporciona un valor numérico de competitividad para una temporada dada. Desde este punto de vista, si una competencia es menos aleatoria, el grado de competitividad es menor, lo que significa que te­nemos una competición con menos incertidumbre sobre el resultado final.

Tabla 1
Valores normalizados de entropía de Shannon de las ligas ACB y NBA

Esta propuesta discrimina bien entre ligas, pero hace un análisis grueso del equilibrio competitivo, sin tener en cuenta la clasificación de la liga (posición del equipo en la temporada regular). Por esta razón, se compararon los valores de las distribuciones de probabilidad. El vector . (vector score) representa los resultados obtenidos por cada equipo único en cada temporada analizada. Los va­lores de . histórico o temporadas anteriores divididas por la suma de todos los partidos pueden ser considerados una distribución de probabilidad discreta:

Si la distribución es uniforme, todos los valores de pi son iguales o similares, lo que significa que todos los equipos presentan aproximadamente la misma probabi­lidad de ganar. Esto representa el caso más difícil para predecir el resultado final y puede ser considerado como el de más alto equilibrio competitivo. En cuanto a la me­cánica estadística, tales distribuciones están relaciona­das con situaciones de equilibrio en las que se han elimi­nado todas las estructuras y gradientes.


Figura 1
Histograma de las probabilidades de victoria (partidos ganados frente a jugados). El histograma representa los valores del ratio para toda la muestra de la ACB y la NBA. Observamos que la asimetría en la distribución se localiza alrededor del valor 0,4 de ratio en la ACB y 0,5 de victorias frente los partidos jugados en la NBA

Por otro lado, si hay valores de pi mayores que el res­to, significa que hay algunos equipos con mayor rendi­miento en comparación con otros equipos. Aquí se mues­tra la relevancia de lo que nosotros hemos denominado gradientes deportivos: diferencias entre los equipos (pre­supuesto, calidad de jugadores, estructura organizacio­nal, etc.), que establecen la dinámica interna de la liga.

Resultados y discusión

Las probabilidades de ganar de ambas ligas no son homogéneas, como podemos observar en la figura 1.

Ambas ligas parecen seguir un patrón similar. Las dos ligas presentan un valor de ratio máximo y algunas diferen­cias marcadas con respecto a los valores de probabilidad.


Figura 2
Diagrama de cajas del ratio de todas las victorias de cada equipo y el número de partidos jugados (victorias/partidos jugados) en la muestra analizada. En la gráfica superior (resultados ACB) podemos distinguir tres grupos o tres zonas, aproximadamente. Los equipos de la NBA (gráfica inferior) parecen mostrar valores más similares entre ellos. Esto sugiere un grado de competitividad mayor, ya que prácticamente cualquier equipo puede alcanzar un alto nivel de rendimiento

Estas diferencias indican el equilibrio competitivo de la liga. Observamos que la competitividad, como la probabili­dad de ganar, no es uniforme. Parece que hay algunos va­lores más comunes que otros. Pero la tendencia de ambas ligas se ubicará alrededor de un valor medio, que es bue­no para el equilibrio de la competición dado que establece un adecuado grado de incertidumbre. Debemos recordar que un valor muy alto de probabilidad o muy bajo se aso­cia con una disminución en la asistencia de la afición y una disminución en el atractivo de la liga.

La figura 2representa el diagrama de cajas del resul­tado R de todos los equipos participantes, a través de las temporadas analizadas en valores normalizados (parti­dos ganados/jugados).

En la figura 2se observa que los datos ACB parecen estar anidados según el nivel de rendimiento. Podemos distinguir tres zonas aproximadamente. El primero de ellos, con el mejor nivel de rendimiento, los datos (la nube de datos, medias, rangos intercuartil e intervalos de confianza) de los tres mejores equipos se encuentran claramente por encima del resto: compiten por lograr el primer puesto de clasificación (muy alto grado de com­petitividad). Además, la misma situación se lleva a cabo para el segundo grupo, los siguientes cuatro equipos tienen un nivel de rendimiento similar (muy alta compe­titividad). Los equipos ubicados en el sector medio (ter­cer grupo) también luchan entre ellos. Además, podemos considerarlos como “equipos de transición”, debido a que su rendimiento los coloca en una posición limítrofe entre las otras dos regiones de rendimiento. En la última parte de este grupo, los datos tienen escaso valor estadístico, ya que esta zona sufre más cambios debido a las promo­ciones y descensos de categoría.


Figura 3
Medias y medianas de la ACB y de la NBA. Obsérvese cómo las agrupaciones son claramente visibles en la ACB, mientras que la tendencia en la NBA es mucho más compacta

Los datos de la NBA señalan un comportamiento mucho más homogéneo. La mayor parte de la nube de datos y las medianas se encuentran alrededor de los va­lores medios de relación, lo que indica un alto equilibrio competitivo. En ocasiones, los equipos alcanzan valores inusualmente altos (equipos altamente consolidados) o valores bajos (equipos con baja consolidación), algunos de ellos con una marcada dispersión de los datos, lo que sugiere que son equipos con buenos resultados deporti­vos con una disminución de su rendimiento, o viceversa.

La figura 3representa las medias y medianas de to­dos los valores de la ACB y la NBA, que aclara lo mencio­nado anteriormente.

En la ACB se pueden distinguir claramente los grupos en función de su rendimiento mediante la agrupación de las medias y medianas. Los datos abarcan un segmento más amplio de la relación (0,75-0,25 aproximadamente). Por otro lado, la NBA no muestra tales agrupaciones. Tiene un rango de menor dispersión (0,70-0,35 aproximadamente).

Con el fin de averiguar si los equipos están agrupa­dos en función de su rendimiento, se realizó un análisis de agrupamientos no jerárquico de tipo de asignación de partición (k-means analysis. (fig. 4), lo que sitúa los pun­tos en el espacio para agruparse. Estos puntos se asig­nan al grupo que es más cercano a su centroide. Es un método de análisis de agrupamiento que tiene por objeto dividir . observaciones en grupos . en la que cada obser­vación pertenece a la agrupación con la media más cer­cana. Esto da lugar a una compartimentación del espacio de datos en regiones llamadas celdas de Voronoi.

Un diagrama de Voronoi es una clase especial de des­composición de un espacio métrico determinado por las distancias a un conjunto discreto especificado de objetos en el espacio. Es decir, para dividir el espacio en tantas regiones como puntos que tenemos, de manera que a cada punto se le asigna la región formada por todo lo que está más cerca de él que nadie.

En el clúster ACB (fig. 4)surgen hasta cinco regiones claramente determinadas por el nivel de rendimiento. Podemos ver como los centroides están colocados je­rárquicamente, lo que indica la estratificación. Las dos regiones inferiores (* y ) están claramente integradas por ciertos equipos que alguna vez alcanzaron buenos resultados, pero visiblemente pertenecen a esas re­giones mayoritariamente. La otra región que se separa claramente del resto es la región •. Equipos ubicados en esta área son marcadamente superiores al resto. Equipos ubicados en zonas  y + pueden considerarse equipos de transición porque a veces alcanzan mejores o peores resultados que los resultados medios corres­pondientes a su zona. Así podríamos considerar estas dos regiones, una sola región, en relación con el com­portamiento de los equipos ubicados en ella.

La agrupación NBA (fig. 4)señala seis regiones. La +, , regiones  y * presentan un nivel de rendimiento similar, pero no está claro los equipos que pertenecen a cada una de ellas. Esto podría significar que tras una mala temporada, debido a los mecanismos internos, los equipos de la NBA pueden ser competitivos en la siguien­te. Y los equipos con buenos resultados están obligados a reestructurar su plantilla temporada a temporada, con el fin de mantener buenos resultados. De hecho, pode­mos observar que algunos equipos presentan a veces muy buenos resultados (• y .) y otras temporadas no tan buenas (algunos de ellos con una extensión de datos muy marcada). Esto puede señalar dinastías. Por ejem­plo, Chicago Bulls, siempre y cuando Michael Jordan se mantuvo en la plantilla del equipo, tuvo éxito. Pero tras su retirada, los Chicago Bulls cayeron en una racha de malos resultados.


Figura 4
Análisis de clúster de la ACB y la NBA. El panel superior representa la agrupación ACB. Podemos observar que se muestran cinco regiones que están claramente relacionadas con el rendimiento del equipo. Hay algunos equipos que están claramente ubicados en una región (•,  y *), y en ocasiones llegan a un resultado diferente. Es decir, que pertenecen, sin duda, a una región. Equipos ubicados en zonas  y + pueden considerarse equipos de transición porque a veces alcanzan mejores o peores resultados que en otras temporadas. Incluso podríamos considerar estas dos regiones, una sola región, en relación con el comportamiento de los equipos ubicados en ella. El panel inferior representa la agrupación de la NBA. Es completamente diferente a la ACB. Los resultados señalan cuatro regiones (+, ,  y *) con un rendimiento similar. Esto significa que un equipo puede estar en la cima de una o varias temporadas y temporadas siguientes en la posición inferior, o viceversa. Por otra parte, existe una élite situada en una región propia a raíz de sus propios resultados (•), pero rara vez otros equipos logran alcanzar estas posiciones ().

ACB

La ACB presenta una estructura jerárquica. Los equi­pos participantes son agrupados por sí solos, en relación con el nivel de rendimiento (fig. 4)y este fenómeno crea barreras de frecuencia (frecuencia de victorias) para los equipos menos potentes. El pico de la ACB se sitúa alre­dedor de 0,40 de ratio (figs. 1 y .). Los equipos ubicados por debajo de este punto son muy irregulares y no son ca­paces de superar el nivel de rendimiento necesario para luchar en la zona media de la clasificación de la liga. Este aspecto parece funcionar como una barrera, entendida como un valor significativamente mayor de frecuencia. Es notable que la mayoría de los equipos se ubiquen en las regiones intermedias (figs. 2, 3 y .), y solo unos pocos equipos se sitúan más allá de la segunda barrera (0,80 ratio), que puede ser considerada la zona más competida.

Los equipos ubicados por encima de las barreras son siempre los mismos (excepto en contadas ocasiones). Así podemos señalar que el área altamente competitiva siempre está ocupada por los mismos equipos y así suce­sivamente (fig. 4). Es decir, los equipos se agrupan según su nivel de rendimiento, por lo tanto, los equipos tienen que superar ciertas barreras de si quieren lograr mayores niveles de rendimiento.

Los mejores resultados en la ACB coinciden efecti­vamente con equipos altamente consolidados en esta competición y con un alto rendimiento en varias ligas europeas. Los resultados más bajos de los datos ACB co­rresponden a los equipos que, en las temporadas analiza­das, estaban poco consolidados (figs. 2,3 y .).

Estas diferentes regiones de rendimiento (fig. 4)po­drían ser originadas por el modelo de competición de la ACB, en cuyo modelo de liga abierta en la que los equipos participantes se ajustan basándose en promoción y des­censos de categoría (desde o hacia la categoría inferior), y donde los ocho mejores equipos clasificados jugarán el playoff. Hay que tener en cuenta que los equipos elabo­ran su plantilla en función de su presupuesto, y que este se basa, casi siempre, en los resultados obtenidos. Cuan­to mayor sea el presupuesto, mejores jugadores, entrena­dores y personal pueden contratar o viceversa. A priori, los equipos recién ascendidos presentan plantillas me­nos competitivas y también presupuestos más ajustados.

Debido a su estructura abierta, algunos equipos (y sus estructuras subyacentes, como la redes económica, comi­té ejecutivo, red de jugadores, cantera de jugadores, etc.) se vuelven más experimentados. La existencia de estos equipos tiene un impacto en el resto, y sobre todo en los equipos con menos experiencia. Por lo tanto, los equipos colocados en los extremos están estrechamente relaciona­dos: si las diferencias entre los equipos peor clasificados y los equipos mejor clasificados son muy altas, es posible que el repunte de la cabeza sea más evidente, ya que exis­te una alta probabilidad de que los equipos clasificados en la parte superior derrote a los equipos inferiores. Por lo tan­to, los mejores equipos pueden mejorar su opción a ganar.

Se puede deducir que existe un nivel de criticalidad diferente para cada zona. Este gradiente de potencial de­portivo se mantiene por la energía (jugadores, entrena­dores, dinero, etc.), el cual establece que las diferencias de rendimiento de algunos equipos ACB son insuperables en especial para el recién ascendido cuyo presupuesto y plantillas son ajustadas. El modelo deportivo influye en gran medida en el mercado.

El hecho de que los equipos tiendan a agruparse en zonas no es al azar, sino que sigue un fenómeno cono­cido como ventaja acumulativa, preferential attachment (Barabási & Albert, 1999), también denominado efecto San Mateo (Bunge, 2001;García Manso & Martín Gonzá­lez, 2008), donde los equipos fuertes cosechan más éxi­tos y los equipos menos fuertes tendrán menos riqueza. Otro mecanismo que causa este comportamiento es el “efecto memoria”, lo que los sistemas tienen. Los equi­pos están ligados a un atractor, como son algunas zonas de la clasificación (fig. 4).

Otros motivos de estas diferencias podrían ser la pla­nificación deportiva de los equipos establecida para cada temporada, plantilla, presupuesto, competiciones externa (ligas europeas, Copa del Rey, torneos o participaciones de jugadores en los equipos nacionales), etc. Estos as­pectos pueden influir sustancialmente.

NBA

Generalmente, la NBA tiene un grado de incertidum­bre mayor que la ACB (De Saá Guerra et al., 2012) y su estructura y dinámica son completamente diferentes (fig. 4). En la figura 1se observa que la mayor parte de los datos se encuentran cerca de la relación de 0,5 y cómo se dispersan los equipos de varias regiones (fig. 4).

No hay descensos ni promociones. De hecho, los peo­res resultados (relación <0,15) (figs. 1 y .) tienen alguna ventaja de cara a la siguiente temporada. Estos equipos toman los mejores cupos del draft de la NBA, lo que signi­fica un refuerzo en su plantel.

También podemos ver como es muy poco probable alcanzar los mejores resultados (figs. 1,2 y .). Debemos recordar que las temporadas en la NBA son muy amplias (82 partidos) y la clasificación de los playoff es muy re­ñida. Obtener un ratio de resultados mayor que 0,70 es poco frecuente. Lo más probable es que la mayoría de los equipos se encuentren en las zonas medias (figs. 1,2 . 4). Es decir, alcanzar valores superiores a 0,70 o menor que 0,25 es poco probable para la mayor parte de los equipos.

El mismo equipo puede estar luchando para conse­guir posiciones de playoff y al año siguiente estar en po­siciones mucho más bajas en la tabla clasificatoria (figs. 1,2 . 4). Sin embargo, casi la totalidad de los equipos presentan niveles de rendimiento similares (fig. 4). Estas son las posibles razones por las que el análisis de clúster presenta regiones similares donde los equipos ubicados en ellas cambian de una temporada a otra.

La existencia de esta dinámica de rendimiento podría ser también debida al modelo deportivo empleado por la NBA. Debemos tener en cuenta que en la NBA participan mucho más equipos que en la ACB (30 frente a 18), y dispu­tan muchos más partidos (82 vs. 34). Por otra parte, la es­tructura competitiva es diametralmente opuesta. También existen mecanismos establecidos por la NBA con el fin de evitar el monopolio de equipo (draft, tope salarial, cláusula de reserva, etc.). El propósito de estas medidas es proteger siempre el equilibrio competitivo. Por lo tanto es posible que las partes más críticas de la competición se encuen­tren en los dos límites, porque son áreas donde los equipos que estén ubicados en esas zonas obtendrán recompensas (playoff . draft). Tal vez debido a su dinámica competitiva, la NBA es un buen ejemplo de hipótesis de la Reina Roja propuesta por Van Valen (1973): “Para un sistema evoluti­vo, la mejora continua es necesaria para sólo mantener su ajuste a los sistemas con los que está coevolucionando”. Esto es, una carrera sin fin. Donde todos los competidores necesitan mejorar sólo para continuar compitiendo.

Comparación

La ACB y la NBA parecen presentar comportamien­to inverso. En el caso ACB, la zona más competida es el área de ratio medio (diferencias más bajas) y las regiones  y + (fig. 4). En la NBA, la zona más competida es la parte superior y el final de la tabla de clasificación. Es por eso que los equipos están tan diseminados en el análi­sis de clúster (fig. 4). Debemos resaltar que ambos casos son muy competitivos, pero opuestos: la ACB es un mode­lo abierto, donde los últimos clasificados son relegados de categoría, de ahí el alto grado de competitividad, mien­tras que en la NBA, la meta es la clasificación para los playoffpor el título o tratar de conseguir un buen lugar para la lotería del draft.

En la ACB, se observa que los equipos se agrupan en torno a su nivel de rendimiento. Hay equipos claramente posicionados en un área particular de la competición, lo que podría indicar el nivel de competitividad del equipo. Las cuatro primeras posiciones están ocupadas casi en su totalidad por los mismos tres equipos y, en ocasiones, algún equipo fue capaz de acceder a este grupo de éli­te (figs. 2 . 4). Hay un patrón similar con los puestos de playoff (las primeras ocho posiciones), donde podemos observar claramente cómo abarcan la nube de datos y los intervalos de confianza de varios equipos en esta zona (fig. 2). Las últimas posiciones son las más atípicas, ya que los dos últimos equipos pasan a una liga menor y son reemplazados por otros dos equipos diferentes. Los nue­vos equipos promovidos, a priori, no tienen el mismo nivel de rendimiento que los equipos de la zona media.

En la NBA, casi todos los equipos han alcanzado posi­ciones de playoff, aunque existen equipos concretos que logran clasificarse más que otros (figs. 3 y .). Sus datos son menos dispersos en el análisis de clúster (fig. 4)y se encuentran más firmemente establecidos en esta área. Debemos tener presente que prácticamente todos los equipos han logrado alcanzar las cinco primeras posicio­nes de la tabla clasificatoria.

Al mismo tiempo, los equipos, a pesar del comporta­miento caótico de la competición, siempre tienden a un atractor (agrupación de equipos). Por lo tanto, podemos considerar la competitividad como un atractor en sí.

Conclusiones

Podemos observar que no existe un consenso en re­lación con determinados aspectos de la teoría del equi­librio competitivo. Es por ello que proponemos el uso de varias metodologías con el fin de averiguar el grado de competitividad de una liga determinada. Algunas técnicas sencillas como diagrama de caja nos pueden dar algunas pistas sobre el nivel de equilibrio competitivo. En este caso podemos ver como la ACB presenta algunas carac­terísticas que se traducen en un menor equilibrio com­petitivo. Esto está relacionado con el modelo abierto, ya que este modelo promueve la dominación de los equipos altamente consolidados. Por otro lado la NBA ha desarro­llado algunos mecanismos para evitar esta situación. El propósito de estos es preservar la incertidumbre del cam­peonato, lo que lo hace más atractivo.

De todos modos, se puede decir que tanto la ACB y la NBA son ligas muy competitivas con un alto equilibrio com­petitivo. El modelo deportivo influencia altamente en los niveles de equilibrio competitivo. El hecho de que la ACB sea una liga abierta provoca que los equipos menos po­tentes resten competitividad al conjunto. Debemos pensar en estrategias para mantener o incluso aumentar el grado de competitividad global de la liga, como lo hace la NBA. A pesar de estas cuestiones, la liga ACB de baloncesto espa­ñol se puede considerar una liga muy competitiva.

Como hemos mencionado, la NBA presenta meca­nismos específicos para asegurar la alta competitividad, tales como el draft, el tope salarial, cláusula de reserva, etc. Su objetivo es preservar el equilibrio competitivo de la competición. Es una liga con un alto grado de incerti­dumbre en el resultado final; por lo tanto, todos los equi­pos tienen posibilidades reales de clasificarse para los playoffs.

En resumen, la ACB no cumple el cuarto punto des­crito por Cairns, Jennett y Sloane (1986): la ausencia de dominación de largo plazo, mientras que la NBA sí.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de in­tereses.

Material suplementario
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Notas
Tabla 1
Valores normalizados de entropía de Shannon de las ligas ACB y NBA


Figura 1
Histograma de las probabilidades de victoria (partidos ganados frente a jugados). El histograma representa los valores del ratio para toda la muestra de la ACB y la NBA. Observamos que la asimetría en la distribución se localiza alrededor del valor 0,4 de ratio en la ACB y 0,5 de victorias frente los partidos jugados en la NBA

Figura 2
Diagrama de cajas del ratio de todas las victorias de cada equipo y el número de partidos jugados (victorias/partidos jugados) en la muestra analizada. En la gráfica superior (resultados ACB) podemos distinguir tres grupos o tres zonas, aproximadamente. Los equipos de la NBA (gráfica inferior) parecen mostrar valores más similares entre ellos. Esto sugiere un grado de competitividad mayor, ya que prácticamente cualquier equipo puede alcanzar un alto nivel de rendimiento

Figura 3
Medias y medianas de la ACB y de la NBA. Obsérvese cómo las agrupaciones son claramente visibles en la ACB, mientras que la tendencia en la NBA es mucho más compacta

Figura 4
Análisis de clúster de la ACB y la NBA. El panel superior representa la agrupación ACB. Podemos observar que se muestran cinco regiones que están claramente relacionadas con el rendimiento del equipo. Hay algunos equipos que están claramente ubicados en una región (•,  y *), y en ocasiones llegan a un resultado diferente. Es decir, que pertenecen, sin duda, a una región. Equipos ubicados en zonas  y + pueden considerarse equipos de transición porque a veces alcanzan mejores o peores resultados que en otras temporadas. Incluso podríamos considerar estas dos regiones, una sola región, en relación con el comportamiento de los equipos ubicados en ella. El panel inferior representa la agrupación de la NBA. Es completamente diferente a la ACB. Los resultados señalan cuatro regiones (+, ,  y *) con un rendimiento similar. Esto significa que un equipo puede estar en la cima de una o varias temporadas y temporadas siguientes en la posición inferior, o viceversa. Por otra parte, existe una élite situada en una región propia a raíz de sus propios resultados (•), pero rara vez otros equipos logran alcanzar estas posiciones ().
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