Resumen: Objetivo. Estimar la confiabilidad de pruebas para medir la flexibilidad de la musculatura flexoextensora de la rodilla, de acuerdo con la temporada, la edad y la posición de juego en jugadores varones del área formativa de un club profesional de fútbol. Material y métodos. La medición de la flexibilidad se realizó mediante la aplicación de las pruebas Modified. Thomas Test (MT Test) para cuádriceps y el Modified Back-Saber Sitand-Reach Test (MBS Test) para isquiotibiales. La confiabilidad se estimó mediante el α de Cronbach. Resultados. Ambas pruebas presentaron estimaciones altas de confiabilidad entre temporadas, por categorías de jugadores, puesto de juego y en comparación del rendimiento entre miembro inferior derecho e izquierdo. Conclusiones. Ambas pruebas pueden ser aplicadas en deportes colectivos, como acontece en el área formativa de clubes profesionales de fútbol, especialmente, en la prevención de lesiones deportivas, al tener una validez aceptada, presentar una alta confiabilidad de acuerdo con el estudio y además, tener como características: bajo costo, fácil aplicación y medir un volumen importante de personas en breves periodos de tiempo.
Palabras clave:test flexibilidadtest flexibilidad,cuádricepscuádriceps,isquiotibialesisquiotibiales,lesión muscularlesión muscular.
Abstract: Objective. To estimate the reliability of tests to measure the flexibility of the flexion and extension musculature of the knee according to the season, the age and the position of male footballers in the training area of a professional football club. Material and methods. Flexibility was measured by applying the Modified Thomas Test (MT Test) for quadriceps and the Modified Back-Saber Sit-and-Reach Test (MBS Test) for hamstrings. The reliability was estimated via the Cronbach’s α. Results. Both tests showed high estimations of reliability between seasons, by categories of players’ position and compared to the performance between the lower left and right member. Conclusions. Both tests can be applied in group sports, as in the training area of professional football clubs, especially in the prevention of sports injuries, since they have an accepted validity, show a high degree of reliability according to the study and have further characteristics such as low cost, easy application and the ability to measure a large number of people in brief periods of time.
Keywords: flexibility test, quadriceps, hamstrings, muscle injury.
Preparación física
Confiabilidad de pruebas para flexibilidad en futbolistas jóvenes de un club profesional
Reliability of Flexibility Tests in Young Soccer Players From a Professional Club
Recepción: 12 Septiembre 2016
Aprobación: 01 Mayo 2017
La flexibilidad se define como la capacidad de movilizar una o más articulaciones, a través de un rango de movimiento, con el propósito de realizar una acción motora específica. En el caso de los deportes, el grado de flexibilidad requerida estaría supeditado a la especialidad deportiva (Cejudo, Sainz, Ayala, & Santoja, 2014). En el fútbol, Daneshjoo, Rahnama, Halim y Yusof (2013), mencionan que la fuerza y flexibilidad son dos indicadores importantes en el rendimiento físico, en relación con el balance entre miembro inferior dominante y no dominante durante la ejecución de patrones cinemáticos asimétricos, tales como patear el balón, realizar cambios de velocidad o de dirección. Estos indicadores deben ser considerados en la clínica deportiva, puesto que un deportista, con una diferencia significativa de estas capacidades físicas, a nivel de miembros inferiores, incrementaría la probabilidad de cursar con una lesión.
Las lesiones musculares se sitúan entre las de mayor incidencia a nivel deportivo (Muller et al., 2013). En el caso del fútbol, médicos y kinesiólogos refieren que es un problema relevante, tanto a nivel amateur como profesional (Melegati et al., 2013), siendo la musculatura flexoextensora de rodilla la que presenta mayor frecuencia y reincidencia de lesión deportiva a nivel de miembros inferiores (Brukner, Nealon, Morgan, Burges, & Dunn, 2014; DeWitt & Vidale, 2014; Espinoza & Valle, 2014; Kary, 2010; Shmitt, Tyler, & McHugh, 2012).
Según Brukner et al. (2014), los diversos factores que influyen en la generación de las lesiones musculares dificultan poder predecirlas con efectividad. Esta situación obliga constantemente a perfeccionar los procesos evaluativos clínicos, así como la aplicación de tests específicos (Brukner et al., 2014). Por otra parte, Rogan, Wust, Schwitter y Schmidtbleicher (2013) promueve la necesidad de la realización sistemática de las evaluaciones de flexibilidad como una de las alternativas preventivas de lesión en el ámbito deportivo.
Las pruebas clínicas que evalúan flexibilidad involucran dos aspectos considerados importantes y que constituyen su objetivo esencial, estos son: rango de movimiento articular y estiramiento muscular (Carregaro, Silva, & Gil, 2007). Ayala, Sainz de Baranda, Cejudo y Santoja (2013), plantean que la valoración de la flexibilidad, en la salud fisicodeportiva, debe ser una actividad habitual; además, la prueba diagnóstica de mayor validez correspondería a la radiológica. Sin embargo, su aplicación en el ámbito científico, clínico y deportivo sería muy limitada debido a su elevado costo y necesidad de personal altamente calificado. Por lo tanto, se requiere de métodos indirectos que presenten adecuados niveles de validez y confiabilidad, pero a su vez contemplen un bajo costo en lo económico y recursos humanos.
Con relación a la validez de las pruebas de flexibilidad para musculatura flexoextensora de rodilla, Peeler y Anderson (2008) plantearon que el Modified Thomas Test (MT Test) posee dos características positivas: es el de mayor uso en medicina deportiva para medir la flexibilidad del recto anterior de cuádriceps y tiene validez confirmada por diversos textos de medicina deportiva. Con respecto a las pruebas de modalidad Sit-and-Reach Test (SAR Test) para flexibilidad de isquiotibiales, se ha determinado una validez moderada. De estas alternativas la Modified Back-Saber Sit-and-Reach Test (MBS Test), si bien también ha presentado una validez moderada esta ha sido mayor a otras variantes de SAR Test. En cuanto a la confiabilidad de estas pruebas se ha establecido como alta; sin embargo, se produce controversia por las metodologías aplicadas en cuanto a: la posición solicitada al evaluado, la población específica a medir, los puntos de referencias utilizados, el método de registro, experiencia del evaluador, la superficie de medición y el tipo de procedimiento (Díaz, Droguett, Henríquez, Troncoso, & Escobar, 2003; Gyoung & Sung, 2015; Peeler & Anderson, 2008; Quintana & Alburquerque, 2008).
Sin embargo, los estudios de confiabilidad de la flexibilidad para cuádriceps e isquiotibiales en jugadores del área formativa en el fútbol, con enfoque en sus edades y posiciones de juego durante temporadas consecutivas son escasos. Como consecuencia, el propósito del presente estudio se focalizó en determinar la confiabilidad de dos pruebas de flexibilidad para musculatura flexoextensora de rodilla en jugadores varones del área formativa de un club profesional de fútbol: MT Test para cuádriceps y el MBS Test para isquiotibiales, consignándose que la validez de las pruebas es aceptada en el ámbito fisicodeportivo.
Este estudio puede ser clasificado como no experimental y transversal.
Muestra. La muestra estuvo constituida solo por jugadores varones del área formativa de un club profesional de fútbol, inscritos oficialmente entre las temporadas 2013 al 2015. Estos se clasificaban en ocho categorías de acuerdo a su año de nacimiento, determinándose planteles desde la Sub 11 (11 años) a la Sub 18 (18 y 19 años). La descripción de los estadígrafos descriptivos de la muestra se presenta en la tabla 1.
Consideraciones éticas. Este estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la Investigación (CEI) de la Universidad Bernardo O’Higgins en el año 2013. Tanto al jugador, como al tutor legal, se les informó de las actividades de cada plantel acerca de su plan formativo, obteniendo la autorización correspondiente (consentimiento y asentimiento informado) para ejecutar los objetivos establecidos por temporada, dentro de los cuales se incorporaron las pruebas de flexibilidad para cuádriceps e isquiotibiales (descritas más adelante), como parte de la batería de tests técnico - físicos anuales en el área formativa de un club profesional de fútbol.
Criterios de exclusión. Se descartó a todo jugador que en el momento de la prueba tuviera una lesión deportiva de cualquier índole, que afectara el calentamiento físico o ejecución del test; alguna condición patológica (respiratoria, intestinal, entre otras) que hubiese alterado el entrenamiento regular los días previos a la medición o el reintegro reciente a las prácticas regulares post tratamiento terapéutico, con un periodo igual o menor a dos semanas.
Pruebas para medir flexibilidad. El estudio consideró una medición anual de todas las categorías, la que fue realizada a mitad de temporada. Para la medición de flexibilidad en cuádriceps se empleó la prueba Modified Thomas Test (MT Test); y para los isquiotibiales la prueba Modified Back-Saber Sit-and-Reach Test (MBS Test). La prueba MT Test tiene validez confirmada y la prueba MBS Test una validez moderada (Peeler & Anderson, 2008). Ambas tienen una confiabilidad alta que puede estar influida por varios factores (Díaz et al., 2003; Gyoung & Sung, 2015; Quintana & Alburquerque, 2008; Peeler & Anderson, 2008).
Diseño. Las mediciones de flexibilidad se realizaron en un ambiente cerrado y climatizado (camarín). Se aplicó un calentamiento dirigido por un preparador físico, en un área colindante, con enfoque en activación orgánica gradual (trote, cambios de dirección, estimulación propioceptiva), movilidad articular general y elongación predominantemente balística de miembros inferiores. El calentamiento tuvo una duración inferior a 15 minutos, similar al tiempo requerido en entrenamientos o competencias. Las mediciones fueron realizadas por el equipo de kinesiólogos del club (tres profesionales), quienes aplicaban las pruebas a los equipos que tenían a cargo durante cada temporada, para finalmente reunir toda la información en un solo registro. El equipo de kinesiólogos fue sometido a un entrenamiento acerca de la forma correcta de las mediciones exigidas por las pruebas aplicadas, de manera previa a cada fase de evaluaciones por temporada.
MBS Test para isquiotibiales. Se aplicó el procedimiento elaborado por Sai-Chuen Hui, descrito por Díaz et al. (2003), con relación a materiales y posición del evaluado. Implementándose en el presente estudio el accionar más específico por parte del evaluador y la forma de registro de los resultados. La metodología completa de la prueba se describe a continuación. Se utilizó una banca sueca de 34 cm de ancho, 350 cm de largo y 32 cm de alto. Al centro de la banca se colocó una cinta adhesiva de papel, de 2 cm de ancho, perpendicular al eje longitudinal de la banca y en su centro se trazó una línea marcada con lápiz tinta, siguiendo el sentido de la cinta adhesiva. En esta línea, se posicionó la marca de 20 cm de la cinta métrica (2m Stanley®), la cual se ubicó al centro y en el sentido del eje longitudinal de la banca, quedando adherida a la superficie con cinta adhesiva de papel y con la medida 0 cm proximal a la zona donde el evaluado se sentaba [Figura 1: Imagen 1 (I1), Punto A (PA)]. El protocolo de la prueba se explicó antes y durante la evaluación, primero en forma grupal y posteriormente de manera individual. Completada la fase de calentamiento, el evaluado se posicionaba sobre la banca (descalzo), comenzándose siempre con la evaluación del miembro inferior derecho. Se verificaba el entendimiento de la prueba por parte del evaluado y se procedía a medir solo un intento por cada miembro inferior. Se permitió un segundo intento: si el jugador no mantenía la posición final a lo menos un segundo; modificaba la posición del miembro inferior libre separando el segmento del borde de la banca o no mantenía la posición de sus manos, durante la proyección de tronco para tocar la cinta métrica (variables de control implementadas y exigidas en el presente estudio).
En la ejecución de la prueba, el evaluador se situó siempre al costado del miembro inferior a medir, posicionando la palma de su mano, más distal con respecto al evaluado, paralela a la línea de los 20 cm, con el propósito de establecer el punto de apoyo del talón del sujeto [Figura 1: Imagen 1, Punto B (PB)]. El evaluado, en posición sedente, puso su talón dejando la cinta métrica visible y a medial, respecto al miembro inferior a medir. Determinada la posición inicial, el evaluador ubicó su mano más proximal al evaluado, sobre la rodilla del miembro inferior a medir [Figura 1: Imagen 2 (I2), Punto C (PC)] y con la otra mano, liberada después de marcar la posición del talón, pinzó los dedos medios de las manos del evaluado, quien colocó libremente una palma sobre el dorso de la otra mano [Figura 1: Imagen 2 (I2), Punto D (PD)]. El dedo medio inferior fue el punto de contacto final con la cinta métrica ubicada sobre la banca [Figura 1: Imagen 3 (I3), Punto E (PE)].
La visión del evaluador se centró en el miembro inferior libre para supervisar que este no se moviera durante la prueba, segmento que debía estar siempre con la planta del pie apoyada en el suelo, rodilla en 90º y alguna zona de su lado medial en contacto con el borde de la banca, evitando el movimiento en abducción durante la prueba.
Cuando el evaluado alcanzó la máxima proyección anterior de tronco y miembros superiores, la mano del evaluador que acompañó el movimiento de los dedos pinzados, los soltó y con uno de sus dedos marcó la distancia alcanzada por el jugador [Figura 1: Imagen 3 (I3), Punto E (PE)], registrándose el valor correspondiente. Posteriormente, se repitió el mismo procedimiento con el segmento contralateral. En cuanto al registro, se consignó la distancia alcanzada por el evaluado con número positivo, a diferencia del protocolo original en el que se solicitaba indicar con número negativo los valores por debajo de los 20 cm, correspondientes a la medida donde se ubicaba el talón del jugador [Figura 1: Imagen 1 (I1), Punto A (PA)]. Determinándose que a mayor número obtenido mejor rendimiento en flexibilidad de isquiotibiales por parte del jugador, a menor registro el efecto inverso.
MT Test para cuádriceps. Se aplicó el procedimiento descrito por Peeler y Anderson (2008), modificándose en el presente estudio solo la posición del brazo fijo del goniómetro para el registro de la medida en grados. El protocolo completo se describe a continuación. Como materiales se requirió una camilla y un goniómetro (Carci®). En cuanto a protocolo de ejecución se solicitó al evaluado sentarse sobre la camilla, por uno de sus extremos, mientras el evaluador constataba que el segmento pierna del jugador quedara separado del borde de la camilla, a lo menos un puño [Figura 2, Imagen 4 (I4), Punto F (PF)]. A continuación, el avaluado adquiría la posición decúbito supino, llevando el miembro inferior contrario a la medición en dirección al pecho con flexión de cadera y rodilla, sujetándolo con ambas manos [Figura 2, Imagen 5 (I5)]. Finalmente, el evaluador se ubicó para medir el ángulo de rodilla, posicionando el brazo fijo del goniómetro en relación al eje longitudinal del segmento muslo, pero no paralelo a este si no al borde metálico de la camilla [Figura 2, Imagen 6 (I6), Punto G (PG)] y el brazo móvil paralelo al eje longitudinal del segmento pierna del evaluado, posicionando el fulcro en correlación al eje de movimiento de la articulación de rodilla, registrándose finalmente el ángulo entre segmento muslo y pierna, el cual mientras más cercano estuviera a 90 grados (90º) mejor rendimiento en flexibilidad de cuádriceps se consignaba. Posteriormente, se realizaba el mismo procedimiento con el segmento contralateral.
Los datos primarios de las mediciones de flexibilidad, en ambos músculos estudiados, fueron sometidos primeramente a las pruebas de Kolmogorov-Smirnov y Levene para determinar distribución normal y homocedasticidad respectivamente. Posteriormente se estimó α de Cronbach en dos formas: no estandarizada y estandarizada o tipificada; con el objeto de cuantificar la consistencia interna de las mediciones realizadas y verificar si las varianzas entre los ítems (mediciones dentro de las escalas) tenían varianzas iguales. Se empleó la prueba F de no aditividad de Tukey para determinar la existencia de la propiedad de aditividad de los datos y la prueba de T2. de Hotteling, con el objeto de determinar si las medias de las escalas eran iguales entre sí. El nivel de significación empleados en todos los casos fue de α ≤ 0.05.
Los valores de consistencia interna de las mediciones de flexibilidad de cuádriceps e isquiotibial (en general) se presentan en la tabla 2. Se observa que los valores del α de Cronbach (no estandarizados y estandarizados) en el cuádriceps derecho e izquierdo son iguales, lo cual muestra que las varianzas entre los ítems dentro de las escalas son iguales y, además, muestra que la consistencia interna de la escala es alta.
La prueba de Tukey no fue significativa (p>0.05), lo cual significa que los datos cumplen con la propiedad de aditividad. La prueba de T2 fue altamente significativa (p<0.005), indicando que las medias de las escalas son diferentes; es decir, la media de la flexibilidad es mayor en el cuádriceps derecho que en el izquierdo. Los resultados en isquiotibiales son equivalentes a los de cuádriceps.
Los valores de consistencia interna de las mediciones de flexibilidad de cuádriceps e isquiotibial, medidos en las diferentes temporadas (tabla 3) permitió observar que, en todos los casos, ambos tipos de α de Cronbach estimados son iguales o casi iguales, lo cual muestra que las varianzas entre los ítems dentro de las escalas también son iguales. La prueba de Tukey, en todos los casos, no fue significativa (p>0.05) y, por tanto, los datos cumplen con la propiedad de aditividad.
Los valores de T2 fueron significativos (p <0.05) o muy significativos (p <0.01 y p <0.005) en todos los casos, con excepción del músculo isquiotibial derecho en la segunda y tercera temporada que resultó no significativo (p > 0.05). En los casos en que la prueba fue significativa, el resulta- do implica que las medias de los valores de la flexibilidad, comparadas entre los cuádriceps o isquiotibial derechos e izquierdos, son mayores en los primeros (Tabla 3).
La consistencia interna (no ajustada y ajustada) de las mediciones de flexibilidad en los cuádriceps e isquiotibial (derechos e izquierdos) en las diferentes edades estudiadas son semejantes entre sí y la interpretación es la misma que se ha planteado anteriormente.
Los valores de la prueba de Tukey, en todos los casos, no fue significativa (p>0.05), lo que representa que se cumple el principio de aditividad, con excepción del cuádriceps derecho en la edad de Sub 13 años, donde la prueba fue significativa (p<0.05) y los valores de esta escala tienen carácter multiplicativo, lo cual afecta la estimación del α de Cronbach, específicamente para esta escala (Tabla 4).
Por último, en la tabla 5 se presentan los resultados estimados de la consistencia interna (no ajustada y ajustada) de las mediciones de flexibilidad en cuádriceps e isquiotibial (derechos e izquierdos), en las diferentes posiciones de juego estudiadas.
En todos los casos los valores del α de Cronbach son semejantes entre sí y la interpretación de este hallazgo es igual al planteado anteriormente. La prueba de Tukeyy la de T2, en todos los casos, no fueron significativas (p > 0.05), con excepción de la estimación del cuádriceps en la posición de volante que resultó altamente significativo (p < 0.005), muestra de que, en este caso únicamente, las medias de la flexibilidad en este grupo muscular en miembros inferior derecho e izquierdo son diferentes entre sí.
En el ámbito deportivo se debe tener presente que cuádriceps e isquiotibiales, son músculos biarticulares muy potentes, con características anatómicas, fisiológicas y biomecánicas diferentes (Espinoza & Valle, 2014). En el caso del fútbol estos músculos se caracterizan por tener la mayor incidencia de lesiones, especialmente los isquiotibiales (Kyoung, Hyung, & Kyoung, 2014; Melegati et al., 2013). Según Makaruk, Makaruk y Sacewicz (2010), el grado de coordinación que exista, a nivel muscular entre la relación fuerza – flexibilidad de miembros inferiores, es uno de los factores más importantes para un deportista; especialmente cuando se producen acciones motoras de gran exigencia. Si bien, el objetivo central del presente estudio se enfocó en la estimación de la confiabilidad de las mediciones de flexibilidad en cuádriceps e isquiotibiales aplicadas en futbolistas jóvenes. Los resultados evidencian diferencias bilaterales entre miembros inferiores, incluso al hacer comparaciones por puesto de juego. Como consecuencia, los desbalances en flexibilidad, así como los de fuerza, para la musculatura flexoextensora de rodilla se tuvieron que consignar como un indicador clínico de probabilidad de lesión deportiva, especialmente en deportes de alta exigencia para miembros inferiores como acontece en el fútbol.
En el caso de la flexibilidad a nivel deportivo el desbalance mencionado, podría constituir una herramienta útil para distintos profesionales de las ciencias del deporte. La determinación de valores de referencia que permitan direccionar objetivos hacia el rendimiento fisicodeportivo y/o control de rangos de movimiento durante las rehabilitaciones en este ámbito podría constituir una actividad que tendería a disminuir las lesiones de estos músculos; en especial, cuando la actividad deportiva requiere de acciones motoras asimétricas, como sucede en el fútbol (Cejudo et al., 2014). En este sentido, las pruebas de flexibilidad aplicadas en el presente estudio, caracterizadas por una alta confiabilidad, se posicionan como alternativas factibles de aplicar en controles periódicos requeridos para medir capacidades físicas en esta disciplina deportiva (Bjelica, Popovic, & Petkovic, 2013; Daneshjoo et al., 2014). Sin embargo, se debe consignar que la flexibilidad no es una capacidad física relevante para el rendimiento deportivo en el fútbol, en comparación a capacidades como la fuerza o velocidad, por lo que su grado de significancia en esta disciplina debiera ser establecida por parte del área clínica deportiva, en el contexto de la prevención de lesiones musculares más que del rendimiento físico. Por dicha razón, se recomendaría un trabajo multidisciplinario entre los profesionales que constituyen los cuerpos técnicos para complementar rendimiento y prevención de lesiones en el fúbol.
En cuanto a la validez de las pruebas aplicadas, el Modified Thomas Test para flexibilidad de cuádriceps, específicamente para el recto anterior de cuádriceps, presenta buena validez, avalada por el frecuente uso que se le da en el área clínica deportiva (Peeler & Anderson, 2008). En el caso de la flexibilidad en isquiotibiales, la mayor validez se presentaría en la prueba radiológica pero con un costo y nivel de especialización que la categoriza como poco asequible en comparación con los métodos indirectos (Ayala et al., 2013). De estos últimos, los de tipo angular tendrían mayor validez en relación con las modalidades lineales o Sit and Reach test (SAR Test) al implicar una sola articulación (cadera o rodilla). También presentan menor influencia antropométrica, en contraste con las pruebas lineales que requieren del movimiento de columna e involucrarían la longitud de los segmentos corporales en la medición; las cuales, por estos factores, presentarían una validez moderada, y el Modified BackSaber Sit-and-Reach Test (MBS test) se posicionaría por sobre de otras variantes de SAR Test, por ser un método unilateral y disminuir las molestias lumbares durante la proyección anterior de tronco; dicha prueba se ha clasificado como más estable y segura entre los SAR test (Díaz et al., 2003; Quintana & Alburquerque, 2008).
A pesar de la validez moderada de los SAR Test, varios autores plantean que esta modalidad es la de mayor aplicación en el área fisicoclínica deportiva (Ayala & Sainz de Baranda, 2011; López, Sainz, & Rodríguez, 2009; Panteleimon, Panagiotis, & Fotis, 2010). Tal aseveración, se debe, en parte, al hecho de que la confiabilidad de las pruebas goniométricas y lineales para la medición de flexibilidad de isquiotibiales es alta (Ayala & Sainz de Baranda, 2011a; Peeler & Anderson, 2008), aunque se plantea que podrían existir diferencias entre las pruebas producto de factores metodológicos, tales como la posición del evaluado, el método de registro, la experiencia del evaluador, entre otros (Gyoung & Sung, 2015; Peeler & Anderson, 2008). En este contexto, el MBS test aplicado en el estudio presentó una alta confiabilidad, lo que permitiría indicar que las modificaciones impuestas en la ejecución del test, en cuanto a procedimiento por parte del evaluador y registro de la prueba, especificado en materiales y métodos, constituiría un factor que contribuye en el grado de confiabilidad observada, entendiéndose que estas modificaciones permitirían controlar variables influyentes en la medición como: evitar la flexión de rodilla del segmento a medir durante la proyección anterior de tronco, al ser fijado por el evaluador [Figura 1: Imagen 2 (I2), Punto C (PC)] y controlar que el segmento libre no se desplace en abducción, separándose de la banca, afectando el rendimiento de la prueba. En el caso del MT Test para cuádriceps la modificación incorporada en la evaluación se consignó en el posicionamiento del brazo fijo del goniómetro [Figura 2, Imagen 6 (I6), Punto G (PG)]. Dicha condición fue establecida para evitar la influencia del área de sección transversal de muslo, priorizando en la medición la posición del segmento pierna en correlación al eje articular de rodilla.
En el fútbol, se manifestó que la flexibilidad sería una capacidad física secundaria en cuanto a rendimiento deportivo, pero de importancia en la prevención de lesiones. Sin embargo, la posibilidad de aplicar pruebas diagnósticas preventivas en esta materia implica seleccionar alternativas que no afecten, por ejemplo, la planificación fisicotécnica del equipo profesional a cargo en cuanto tiempo, costos y recursos. En este sentido, este tipo de pruebas requiere: habilidades mínimas por parte del evaluado, una administración sencilla, poco equipamiento, bajo costo y eficiencia en evaluaciones a gran escala en breves periodos de tiempo. Estas características permitirán una mayor utilización científica y clínica en el área fisicodeportiva (Ayala & Sainz de Baranda, 2011b; Ayala, Sainz de Baranda, De Ste Croix, & Santoja, 2011; Borras, Comella, & Cirera, 2007; Kawano, Ambar, Olivera, Boer, & Cardoso, 2010; López, Sainz de Baranda, Yuste, & Rodríguez, 2008; Mayorga, Merino, & Viciana, 2014).
El Modified Thomas Test (MT Test) para flexibilidad de cuádriceps y el Modified Back-Saber Sit-andReach Test (MBS test) para flexibilidad de isquiotibiales presentaron una confiabilidad alta en jugadores masculinos del área formativa de un club profesional de fútbol, al aplicarse durante tres temporadas consecutivas.
La confiabilidad establecida en el estudio, más la validez que presenta el MT Test y el MBS Test, junto a las características en cuanto a costo, recursos, aplicación y volumen de población a medir en cortos periodos de tiempo, posiciona estas pruebas como alternativas adecuadas para aplicarse en el área formativa de clubes profesionales de fútbol en el diagnóstico preventivo de lesiones musculares deportivas.
Conflicto de intereses: Las autorías no han comunicado ningún conflicto de intereses.
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