Reseñas
![]() | . Universidad de Tijuana. 2017. Tijuana. Coedición de CLACSO, Universidad de Guadalajara, Asociación Latinoamericana de Sociología |
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Recepción: 27 Septiembre 2018
Aprobación: 30 Octubre 2018
Hegemonía y democracia en disputa. Trump y la geopolítica del neoconservadurismo
No obstante que ha pasado algún tiempo después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, que fueron ganadas por Donald Trump, en noviembre de 2016, esta obra resulta mas que oportuna en un momento en el que es sumamente necesario analizar las transformaciones del escenario electoral en diversos continentes, respecto de los debates en curso sobre la democracia liberal, el auge de los nacionalismos y el cuestionamiento del populismo, como corriente político ideológica frecuentemente asociada con el (neo)conservadurismo. Además es imprescindible discurrir sobre las tendencias del gobierno norteamericano en su proyección global hegemónica, ahora reformulada como un nacionalismo neoproteccionista patriarcal, xenófobo, racista, fundado sobre la supremacía blanca y la orientación evangélica del electorado, implicado en las consignas gubernamentales de “Hacer Grande América Otra Vez” (Make America Great Again) y “Primero América (America First).
EI libro presenta una reflexión sobre las tensiones creativas y destructivas entre hegemonía, democracia y la geopolítica del conservadurismo, haciendo énfasis en los posibles impactos e implicaciones de la política exterior del nuevo gobierno estadounidense para el presente y futuro de América Latina y el Caribe. Las discusiones que se proponen giran en torno a la evolución reciente de la sociología latinoamericana en su dialogo con las ciencias sociales y sus propuestas teóricas y metodológicas desde el pensamiento critico, como lo muestra la introducción que hacen Gandázgui y Preciado, como compiladores del libro; el papel particular de la sociología política, en relación con las agendas del cambio social que siguen marcando las investigaciones sociales latinoamericanas; y la interpretación del cambio y retroceso social que significan las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos.
Dentro de cada capítulo, se discute respecto de la lucha por la hegemonía -como ideología, en el sentido de la dirección moral e intelectual del mundo, pero también como matriz de poder-, respecto del debate sobre el imaginario democrático y sus potencialidades o reservas frente a la transformación social y, del rol agresivo, aparentemente “exitoso”, de la ola conservadora dentro de la Unión Americana, así como su impacto en alianzas con otras fuerzas conservadoras en otros países del continente americano, de Europa y Asia, tanto como dentro del ascenso neoconservador en nuestra región latinoamericana y caribeña.
Uno de los ejes articuladores del libro es el análisis de las relaciones de la Potencia del Norte como líder hegemónico, con Latinoamérica, ante lo cual se señala la necesidad de revisar la evolución y la transformación de las relaciones entre América latina y EEUU, dominantes en el ultimo siglo, en términos de hegemonía. ¿Se esta debilitando esa relación debido a la perdida de hegemonía de EEUU? ¿Las elecciones de 2016 en el país del norte que llevaron a la Casa Blanca al presidente Donald Trump representan un cambio y en que dirección? En esta lógica se sitúan varios trabajos en esta obra, cuyos autores-as ensayan respuestas pertinentes a esos cuestionamientos. Se analiza y critica la idea, generalmente atribuida a Latinoamérica por el Departamento de Estado, como un subcontinente subyugado por “una cultura política y un orden sociopolítico esencialmente autoritarios, tradicionales, elitistas, patrimoniales, católicos, estratificados, jerárquicos y corporativistas”, argumentando que también se puede observar en las elecciones presidenciales recientes en Estados Unidos, donde se constatan las falacias de la teoría de la modernización cultural destinada a los países “atrasados”.
EI triunfo de Donald Trump, expresa la dominación de un bloque hegemónico nacionalista, populista, conservador y racista, cuyo triunfo aun no sabemos que tan coyuntural es, lo cual se muestra en el capítulo de Jaime Preciado, sobre la mercantilización del sistema democrático estadounidense, el totalitarismo invertido que reproduce el autoritarismo bajo el formato de una democracia dirigida y los riesgos acentuados por la elección de Trump, respecto del fascismo societal. Internamente, con Hillary Clinton, perdió un bloque hegemónico liberal corporativo globalizado, que ya contenía esa orientación autoritaria. Pero, quienes defienden esta tendencia del ideario democrático liberal se están reagrupando. EI programa electoral de Trump y sus primeros meses de gobierno, dejan ver que su lucha por la hegemonía neoconservadora nacionalista y neoproteccionista, está lejos de ganar adeptos entre los cuales se estructure una coalición política internacional. Por una parte, los cuestionamientos a los arreglos institucionales, o “Nuevo Orden Mundial”, representados por la hegemonía liberal corporativa globalizada, que se formularon desde la posguerra, mantienen su dominancia, pero por otra parte, hay una activa geopolítica conservadora que tiene resonancias en todas las democracias pretendidamente liberales.
Los autores del libro se proponen rebasar las interpretaciones -aunque en la sociología política y las ciencias sociales anglosajonas predominan las narrativas descriptivas- de la relación entre proceso electoral y cambio social, en razón de la amplitud y profundidad de cuestionamientos que trae consigo la elección presidencial en la potencia mundial hegemónica. EI fascismo societal, el autoritarismo, el totalitarismo invertido del mercado y la democracia “dirigida”. realmente existentes y previos a noviembre de 2016, dentro de la estructura del régimen político estadounidense, toman rasgos dramáticos en nuestra época actual. EI neoconservadurismo trumpiano y sus manifestaciones de extrema derecha en diversas partes del mundo, coexiste con el social liberalismo y con la decadente socialdemocracia. Se trata de una competencia de matices en la reproducción de la acumulación capitalista. EI imaginario progresista de izquierda no acaba de desprenderse de sus herencias desarrollistas y el debate político prefigura populismos antagónicos: autoritario-progresista que, para bien, debaten dónde reside la soberanía popular y la autonomía del sujeto y sus referencias colectivas comunitarias.
EI titulo del libro refleja el argumento central de los trabajos que lo componen así como la postura de las y los autores. La estructura otorga a la obra en su conjunto de mayor claridad, congruencia e ilación. La fundamentación teórica orienta de manera adecuada y lógica al lector. La obra, en su conjunto y los trabajos individuales que la componen, presenta la más estricta precisión conceptual, rigor argumentativo y exposición suficientemente completa de los temas tratados. Existe un alto nivel de congruencia y fluidez entre los trabajos que la componen. EI libro es original y actual en términos de la problemática y la información en la que se apoya. La coyuntura y experiencia internacional de los últimos años ha dejado muchas interrogantes y pocas respuestas, se dificulta la comprensión de sucesos como el BREXIT, la nueva modalidad de golpes de Estado, como el caso de Brasil, aunado al avance de gobiernos de derecha en la región latinoamericana, para finalmente cerrar con las tensiones políticas que han logrado permear a nivel internacional las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Se puede avanzar en la comprensión de lo anterior si se generan reflexiones multidisciplinares, pero donde los aportes sociológicos sean parte directriz para lograr una mejor comprensión de estos fenómenos, que están permeando en el debate sobre la democracia, las relaciones entre Estado y sociedad, la hegemonía unipolar de Estados Unidos y el ascenso del neoconservadurismo en el mundo. Esta obra ofrece un análisis rico y critico sobre estos complejos fenómenos globales.
La obra presenta claridad, concisión, congruencia desde el prefacio que hace Nora Garita, y la introducción, hasta el Epílogo, transitando por cada uno de los nueve trabajos que componen el libro, existe una ilación y fluidez de los argumentos que permiten un panorama critico y consistente de la geopolítica del neoconservadurismo posterior al triunfo de Donald Trump para la presidencia de Estados Unidos y sus repercusiones para el contexto global. En suma, el libro ofrece una perspectiva de análisis critica, pertinente y actualizada, como se puede constatar en cada uno de sus capítulos.
Para Marco A. Gandasegui Hijo, su capítulo “Trump en el laberinto geopolítico global”, afirma que la nueva figura presidencial ha dominado los titulares mediáticos y, al mismo tiempo, las agendas políticas en todo el mundo, como ninguno de sus predecesores. Igualmente, se analiza su propuesta gubernamental que rompe, aunque sólo sea en parte, con un proyecto político de ‘Orden Mundial’, ya establecido hace 50 años. Gracias al atribulado ascenso de Trump dentro del Partido Republicano y su triunfo electoral sobre el Partido Demócrata a fines de 2016, se muestra que este gobierno tiene alcances que van mucho más allá de lo que los medios informativos nos dan a entender. Para este fin, Gandásegui examina las propuestas de Henry Kissinger y Zbigniew Brzezinski en torno a los retos que enfrenta EEUU en el siglo XXI. También destaca la contra propuesta del sociólogo Immanuel Wallerstein, como crítica a la modernidad/colonialidad del Sistema Mundo Moderno. Al final de su trabajo, aborda el futuro de las relaciones entre Panamá y EEUU, en la ‘era Trump’.
Jaime Antonio Preciado Coronado, analiza la relación entre democracia y elecciones, en su capítulo: “Entre el desacuerdo y el fascismo societal invertido. Elecciones e imaginario democrático en Estados Unidos”. El interés despertado por el proceso electoral estadounidense se relaciona con las dificultades, alcances y potencialidades que enfrenta el imaginario democrático como aspiración legítima en el mundo. Una aspiración cuyas fuentes de legitimidad sin embargo, son contrapuestas; unas, provienen del ideario liberal, otras abrazan tesis conservadoras, mientras que otras más se apegan a la socialdemocracia, u otras que cuestionan la vigencia de los paradigmas liberales y conservadores, como opuestas al ideario socialista democrático. El enfoque de Trump, nacionalista, proteccionista, nativista, patriarcal y conservador, no cuestiona los principios democráticos, sino que se vale de ellos para impulsar un gobierno que reclama su legitimidad desde las urnas.
El capítulo: “Estados Unidos en su contexto político-ideológico, crisis y transición a la luz electoral de 2016”, de Jorge Hernández Martínez, estudia la personalidad de Donald Trump y cómo las proyecciones de su gobierno estimulan interpretaciones, interrogantes e hipótesis. No pocos trabajos han intentado ya dar cuenta de las causas que propiciaron su victoria en las elecciones de 2016, por lo que este trabajo considera que las secuelas de las sucesivas crisis económicas que se han ido acumulando en las últimas décadas, en la sociedad norteamericana, han ido acompañadas de cambios en el tejido social y de indicios de crisis políticas, que se manifiestan sobre todo en el sistema bipartidista y en el terreno ideológico. El “fenómeno Trump” es, justamente, una expresión de esa crisis, como lo fue en su momento, en otras circunstancias, la emergencia de Obama como el candidato presidencial triunfante en los comicios de 2008.
Luis Fernando Ayerbe, aporta el capítulo “De Clinton a Trump: orden internacional y liderazgo estadounidense”. Señala cómo la polarización que pautó la transición presidencial estadounidense, hizo destacar el debate político e intelectual desde la perspectiva de un cambio estructural en curso, cuyos alcances van más allá de las fronteras nacionales. El fenómeno Donald Trump, inicialmente subestimado como expresión del voluntarismo del empresario narcisista y con discurso anti-establishment, estuvo movido menos por convicción que por oportunismo. Ese discurso termina imponiéndose como catalizador de malestar entre amplios sectores del electorado, que fueron golpeados en sus condiciones de vida en las últimas décadas. Se hace un retrospectivo histórico de las administraciones de Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama, y cómo esto inspira el slogan trumpiano America First. Este trabajo, identifica continuidades y cambios relevantes que repercuten en la posición de Estados Unidos en el mundo.
En su capítulo “Efecto Anti-Trump: el triunfo de la ideología hegemónica”, Silvina M. Romero, observa que la prensa hegemónica desató toda su artillería en contra del magnate: se pasó de la ridiculización de Trump –que predominó durante la campaña– a considerarlo como una de las peores amenazas a la democracia estadounidense. Pasado poco más de un mes de gobierno, en medio de las persistentes críticas de la prensa, de la sociedad civil y de parte de la esfera política formal al nuevo gobierno, parte del poder mediático se alinea con Trump y su equipo. La demanda del “orden institucional” en Venezuela formó parte de la agenda electoral y de gobierno. El “efecto Trump”, deja ver que algunos gobiernos de América Latina, que estaban alineados a EEUU durante el gobierno de Obama, ahora defienden a ultranza los Tratados de Libre Comercio (TLCs), dando por sentado que son “el camino correcto”, desestimando así los resultados que han tenido en las economías atadas a ellos como México y Colombia.
Ofelia Pérez Cruz, ofrece su capítulo: “Fundamentalismos y prosperidad: Trump y su ‘Make America Great Again’”, un análisis que fundamenta sobre varios autores anglosajones quienes ven cómo la religión toma una fuerza política insospechada. Particularmente con el resurgimiento del fundamentalismo y de nuevos cultos inspirados en los principios protestantes ortodoxos en una variedad importante temática, producida en Estados Unidos por prominentes pastores y académicos de iglesias episcopales, presbiterianas, metodistas, entre otras denominaciones. El pilar básico de lo que desde entonces se acuñó como fundamentalismo, o como integrismo, da sentido a la elección de Trump y los postulados nacionalistas y conservadores arraigados en el fundamentalismo religioso.
“Fracturas de la sociedad moderna en crisis global: ¿Hacia un desarrollo humano y ecológico sustentable?”, es un capítulo contextual que ofrece Jorge Rojas Hernández, en el que se ofrece una visión sobre los tiempos de crisis globales y de transformaciones profundas –como la económica, política, ambiental, social y climática–, que son necesarias de examinar y repensar para reconfigurar el futuro. Los modernos racionalistas prometieron utopías no cumplidas. Pero las crisis no sólo muestran el incremento de los problemas socioambientales –la nueva pobreza y el deterioro acelerado de la naturaleza–, sino que al mismo tiempo muestra nuevas señales de cambio, movimientos plurales de la sociedad que despierta en conciencia y subjetividades, que anuncian nuevos sueños y esperanzas de cambiar el rumbo hacia lo humano con sentido de género, étnico y con un sello sustentable, que es imborrable. En el proceso electoral estadounidense, se confrontan esas diversas visiones de la crisis y su manejo político.
Luis Suárez Salazar, analiza: “Las políticas hacía América Latina y el Caribe del gobierno temporal de Donald Trump, una aproximación a sus primeros 155 días”. En otros trabajos, Suárez anticipaba que, al menos hasta las elecciones intermedias de noviembre del 2018, la administración Trump le daría continuidad a la mayor parte de los objetivos estratégicos, generales y, en algunos casos, específicos que guiaron la política del Smart Power que, durante las dos presidencias de Barack Obama (2009-2017), había desplegado la poderosa maquinaria de la política exterior, de defensa y seguridad de los Estados Unidos, así como sus aparatos económicos e ideológico-culturales contra las naciones, los pueblos y algunos gobiernos de América Latina y el Caribe. Suárez, prevé que en sus interrelaciones con los gobiernos de los 33 Estados nacionales o plurinacionales del sur político del continente americano, la actual administración republicana le dará un mayor despliegue a las herramientas del llamado hard power (incluidas las negociaciones desde posiciones de fuerza) que las que tuvieron durante los ocho años del gobierno de Barack Obama.
También en torno de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina, Leandro Morgenfeld, aporta su análisis sobre el caso argentino, en: “Macri, de Obama a Trump Argentina-Estados Unidos y su impacto en las relaciones interamericanas”. Desde su llegada al gobierno en 2015, el presidente argentino Mauricio Macri, impulsó una nueva política exterior, que subordinó su agenda a la del gobierno Obama y rápidamente al de Trump. Macri argumentó que así atraería inversiones, facilitaría el crédito externo a tasas más bajas y ampliaría las exportaciones. Sin embargo, la lluvia de inversiones no llegó, las tasas para tomar créditos no disminuyen y la balanza comercial empeoró. Con Trump en la Casa Blanca, se profundizó el contexto externo negativo y se muestra el fracaso de la estrategia aperturista ensayada por el gobierno argentino, situación que reconocen hasta los impulsores de la inserción internacional neoliberal.
El libro cierra con un Epílogo de Martha Nélida Ruiz Uribe: “Elecciones en Estados Unidos: Hiperlógica, mayorías silenciosas y desencanto político”, que resalta la vinculación entre proceso electoral y diferenciación sociopolítica. Los citadinos demócratas liberales, dejaron fuera de su visión los círculos de relaciones cada vez más cerrados en las diferentes subculturas, llamadas en el pasado tribus urbanas. Una hiperlógica que los partidos políticos tampoco pudieron ver -inmersos en su estadounidocentrismo. Martha Nélida concluye su capítulo, señalando: “Y ahí estaba, la mitad del país, cansada de su invisibilidad, de ser el personaje de la broma que representa al país bárbaro, cristiano evangélico, racista, armado hasta los dientes, incestuoso e ignorante viviendo en el pasado. Los olvidados, los sin voz. Atrapados en la intolerancia liberal de lo políticamente correcto.” El ‘orden’ como premisa constitutiva de la modernidad, “ha servido para conformar una sociedad hasta hace poco enfocada en el trabajo, el esfuerzo y el progreso, orientada por metas y objetivos concretos, una sociedad crédula que actúa de buena fe, en cuyos cimientos se encuentran el puritanismo más arraigado con su ética protestante, y esa arrogancia ingenua de ‘pueblo elegido’”.
Estamos ante un libro que ofrece, en síntesis, una buena variedad de temas entrelazados que puede contribuir a reflexiones dignas de ser retomadas y profundizadas por trabajos posteriores. No sin sobresaltos ni sorpresas, la lucha por la hegemonía al interior de Estados Unidos, el debate por el orden mundial y la geopolítica conservadora, siguen desafiando al imaginario democrático en el mundo, sin que deje de haber pugnas y configuraciones sociopolíticas encontradas, confrontadas, que no pueden ya reproducir la hegemonía sin apercibirse que emergen otros poderes contrahegemónicos que entran a la disputa por el poder bajo otros parámetros.