Resumen: La sociedad como sistema social, no refiere a una jerarquía institucional, sino a funciones diferencia- das entre cada sistema que la componen, así, la función de la religión en la época contemporánea –y en particular para el caso del contexto mexicano–, se desarrolla en una dicotomía y una posibilidad de elección, entre religioso y no-religioso. Esta partiría de una generación de individuos con una visión diferente del mundo, configurada a partir de la modernidad; y por ende, transformándose la función religiosa, trayendo consigo nuevas formas de expresar la religiosidad, así como un desapego a la misma. A lo anterior, el presente texto ofrece una observación a este fenómeno de desapego y nuevas inter- pretaciones de lo religioso desde la perspectiva de la teoría general de sistemas sociales, la cual traza una reflexión alterna a las ofrecidas por otros modelos teóricos clásicos y, de ese modo, responder a la complejidad del tema en cuestión.
Palabras clave: religión, sistemas sociales, no-religioso, distinción.
Abstract: The society as a social system does not refer to an institutional hierarchy, but to differentiated func- tions between its constituent systems, hence, the function of religion in contemporary times, as in the Mexican context, is developed in a dichotomy and a possibility to choose between religious and non-religious. It must be known that it all started with generation of individuals with a different vision of the world molded by modernity; consequently, the religious function was transformed, bringing new ways of religious expression, as well as religious withdrawal. With regards to what has been previously mentioned, this text explores the phenomenon of withdrawal and the new interpretations of what reli- gion is from the general theory of social systems’ point of view, which depicts an alternative reflection to the ones offered by the other traditional theoretical models, thereby acknowledging the complexity of this topic.
Keywords: religion, social systems, non-religious, distinction.
Artículos científicos
Observación al sistema religioso: distinción religioso/ no-religioso en la época contemporánea
Recepción: 23 Octubre 2014
Aprobación: 15 Diciembre 2014
El presente escrito tiene como objeto exponer una forma de observación de los fenómenos religiosos y con ello, invitar a la reflexión de cómo la teoría general de sistemas sociales (TGSS) podría abordarlos, siendo este trabajo un ejercicio reflexivo, el cual busca exponer parte de las herramientas de la arquitectura teórica luhmanniana y su aplicación en el análisis funcional de la religión para la época actual, esto, además, tomando como referencia algunos datos empíricos, que si bien no buscan proponer una generalidad, sí ilustran y fundamentan el marco teórico aquí desarrollado, pues la perspec- tiva del actor social, la cual se integra al trabajo por medio de datos estadísti-
cos, así como la óptica subjetiva1, permiten la posibilidad de ver, a través del
sujeto, el fenómeno a tratar.
De esta manera la investigación se centra en tres apartados. El prime- ro denominado consideraciones teóricas, expone el modelo teórico –que para el caso es la TGSS– con el cual es analizado el problema de investigación; el segundo expone el contexto sociocultural, integrando ideas de otros autores para entender el porqué del acontecer social y cultural; finalmente la última parte se denomina observación sociocultural, donde los datos empíricos son expuestos y analizados, generando el contraste y la complementariedad en- tre teoría y la lógica empírica, concluyendo con el apartado de conclusiones, donde se cierra la idea desarrollada durante todo el trabajo.
La sociedad, desde la perspectiva de la Teoría de Sistemas Sociales de Niklas Luhmann debe ser considerada un sistema omniabarcador, es decir, dentro del sistema social llamado sociedad hay otros subsistemas que la componen, por ejemplo: el derecho, la economía, el arte, la ciencia, la educación, la religión, etcétera. En otras palabras, la religión será considerada desde el presente enfoque como un sistema.
Con el riesgo que conlleva reducir un concepto a sólo unas caracte- rísticas, lo que aquí se busca es explorar algunas partes del concepto sistema que son fundamentales para dar a conocer el tema y desarrollarlo de mane- ra más fluida, por ende, se explican particularmente cuatro características esenciales de un sistema: autopoiesis, comunicación, función, y medio de co-
Importar_tabla5265c64616
1 Esto se expone por medio de las respuestas en cuestionarios de preguntas abiertas y por medio de una entrevista semi-estructurada. Cabría hacer mención, que tanto los datos estadísticos como la percepción de las personas permite una interpretación a través del sujeto, donde su perspectiva fundamenta la teoría, generándose un proceso dialógico entre observador y observado, proceso que busca la reflexión y que acerca al fenómeno en cuestión; por tanto, lo que aquí se busca no es una generalización cultural, más bien ver el fenómeno religioso a través de las personas y reflexionar mediante el marco teórico aquí empleado.
municación simbólicamente generalizado. El primero es retomado desde la biología, siendo una de las características de un sistema social. Autopoiesis refiere a un sistema que se genera y reproduce por sí mismo, es decir es un sistema clausurado operacionalmente, como menciona a continuación Ni- klas Luhmann:
El concepto de autopoiesis trae consigo, necesariamente, el dificultoso y frecuen- temente malinterpretado concepto de sistema operativamente cerrado. Referido como está a la producción, es evidente que no puede significar aislamiento causal, ni autarquía, ni solipsismo cognitivo, como sus contradictores frecuentemente han supuesto. Este concepto es más bien una consecuencia forzosa del hecho trivial (conceptualmente tautológico) de que ningún sistema puede operar fuera de sus límites. (1998: 55).
De manera más explícita, podemos agregar que “todo sistema funcio- nal puede desarrollar sólo su función propia. Ningún sistema puede irrumpir en otro, ni siquiera en caso de urgencia o con el pretexto de ayudar en su integración” (Luhmann y de Giorgi en Torres, 2006: 35). Así, la autopoiesis, lleva consigo una clausura operativa.
En esta misma óptica, cada sistema que compone a la sociedad –in- cluyendo al sistema religioso– es autorreferente.
La autorreferencia expresa el fenómeno de que el sistema se refiere a sí mismo en cada una de sus operaciones, esto es, el objeto intencional al que tiende su operar es él mismo, ya sea en sus elementos, en sus procesos o el sistema como un todo. De esta manera, los sistemas autorreferenciales pueden observar la realidad y rela- cionarse con el entorno, únicamente a través del autocontacto. Cuando se orienta al entorno, el sistema no reacciona a algo que viene directamente de ese entorno, sino a algo que él mismo ha construido2 (Rendón, 1999: 55).
De tal forma, podemos entender cómo diferentes prácticas (ritos) de alguna organización religiosa chocan con la lógica de un sistema jurídico o ético, pues la religión opera bajo su propia lógica: autónoma e independien- te, el mundo se ve sólo a través de los ojos del sistema.
El siguiente elemento a analizar desde esta arquitectura teórica, es la comunicación, la cual compone a la sociedad y no los sujetos como tal, –esto parte de algo que denomina el sociólogo alemán como obstáculos epistemo-
Importar_tabla5265c64616
2 De esta forma agrega el autor “podemos decir que el mundo se ve sólo a través de los ojos del sistema, lo que nos lleva a un tipo de constructivismo: el mundo como tal para el sistema no existe (o por lo menos no se puede tener contacto directo con él), sino que es un mundo construido por el sistema: ‘las estructuras del sistema son las únicas que pueden determinar lo que existe y es posible” (Rendón, 1999: 55).
lógicos3–. Cuando se habla de comunicación en el esquema luhmanniano: seleccionarla, darla a conocer y comprenderla, es algo que se genera en los sis- temas psíquicos y los sistemas sociales.4 Que en el caso de la religión, se ve de manifiesto con la comunicación religiosa, la cual se materializa con los ri- tos, pues estos pueden comunicar a la sociedad (ritos de pasaje por ejemplo) o bien comunican –y no comunican a la vez– a un mundo externo al terrenal.
Otra de las características que componen a un sistema es que cuentan con una función específica, esta lo va a diferenciar de otros subsistemas, generando así una sociedad contemporánea diferenciada funcionalmente. Contrario a la tradición funcionalista clásica, dicha función no refiere nin- guna estabilidad ni equilibrio ni tampoco es estática, de hecho la función de un sistema puede cambiar (y seguramente lo hará). Es así, que “en una sociedad funcionalmente diferenciada la integración corre por cuenta de la especialización y la diferenciación entre partes mutuamente necesarias, y no por la supremacía de un orden social que centraliza sus operaciones” (Torres, 2006: 35).
Por otra parte, un sistema es capaz de generar medios de comunica- ción simbólicamente generalizados –o bien, medios simbólicos–, los cuales logran aumentar las posibilidades de aceptar una comunicación.
Los medios de comunicación simbólicamente generalizados ofrecen un nexo no- vedoso de condicionamiento y motivación. Hacen que la comunicación —en su ámbito respectivo, por ejemplo en la economía monetaria, o en el uso del poder de los cargos políticos— se sintonice a condiciones tales que elevan las expectativas de aceptación aun en el caso de tratarse de comunicaciones “incomodas” (Luh- mann, 2007: 156).
Ejemplos de estos medios es el caso del dinero (sistema económico), del poder (sistema político) y la verdad científica (sistema de la ciencia), ya que, en la medida en que alguien requiere un servicio en el sistema eco- nómico, el usar un billete hace que aumenten las posibilidades de que se acepte lo que se pide, de igual forma con la verdad científica, la cual no
Importar_tabla5265c64616
3 Ver en Niklas Luhmann, 1998.
4 Como ejemplo tomemos al sistema religioso, el cual busca dar a conocer la palabra de dios, este debe seleccionar la información que va a dar a conocer, digamos los evangelios, después debe buscar una forma de darla a conocer, por ejemplo la biblia y posteriormente los que reciban dicha comunicación la van a comprender, o más bien interpretar. Esto no debe pensarse como algo perfecto, v.g. pues cuando los nuevos grupos religiosos leen la biblia, el texto es comprendido de diversas formas. Cabe agregar que “sólo con ayuda del concepto de comunicación puede concebirse un sistema social como sistema autopoiético; es decir, como un sistema consistente sólo de elementos (a saber, comunicaciones) que él mismo produce y reproduce a través del entrelazamiento de estos elementos precisamente (esto es, por medio de comunica- ciones)” (Luhmann, 1998: 57).
funciona como medio de otros sistemas, sino sólo el de la ciencia.5 Por tanto, “la reducción a selección externa documenta que el médium de la verdad no tolera opiniones distintas” (Luhmann, 2007: 264). Por ello, los sistemas se diferencian, así como sus medios, y cada uno cumple una función distinta, que es incompatible con los otros subsistemas de manera directa. Para el caso de la religión su medio simbólico –como se verá más adelante– es la fe.
Finalmente, el último concepto que se retoma del enfoque sistémico aquí desarrollado, es el de la distinción inclusión/exclusión.
La diferencia entre inclusión y exclusión se refiere al modo en el cual una socie- dad permite a los individuos ser personas y por lo tanto participar en la comunica- ción. Las personas permiten atribuir las responsabilidades de las comunicaciones (emisiones) y localizar las posibilidades de comprensión: en este sentido las per- sonas no son sistemas, como lo son las conciencias y los cuerpos, sino artefactos comunicativos. Identifican contextos individuales de los que se esperan posibi- lidades limitadas de comportamiento y a cada individuo le queda la alternativa entre confirmar dichas expectativas o sorprender la comunicación con iniciativas inesperadas (Luhmann, 1994: 1).
Puesto que, “para que exista la inclusión, dentro de una forma, debe haber exclusión, aquello que queda al exterior de la forma. [Así que, desde esta lógica] el único súper-código que acepta la diferenciación funcional, que acepta la modernidad, es el de inclusión/exclusión” (Carballo, 2012: 151). Para el caso de la religión, cualquier elemento social que no participe en la comunicación religiosa queda excluida de esta.