Fotografía etnográfica
Recepción: 21 Agosto 2019
Aprobación: 07 Mayo 2020
Testimonios fotográficos de la pandemia por COVID-19
En el momento en el que cada uno asumió de golpe que una pandemia estaba entre nosotros, un hecho que parecía sacado de una película que veríamos para entretenernos, nos llenó de preguntas y nos puso a temblar. El conteo de cifras diarias que numera la pérdida de múltiples vidas humanas dejó de ser una reali- dad única de los países con problemas de extrema violencia. En poco tiempo en- tendimos que el COVID-19 lo cambiaría todo. Nos tocaría sin importar la ubica- ción. Esta enfermedad no discrimina, no es xenófoba, ni clasista. Se volvió parte de una nueva realidad, se globalizó, nos conectó, nos deprimió o nos despertó.
Con sociedades que tienen ideologías polarizadas y arrastradas por inte- reses político-económicos construidos sobre la desigualdad, ya veníamos bom- bardeados por información que mostraba una nueva causa para apoyar cada día y, con esto, mucha confusión sobre soluciones posibles. Entonces, ¿qué nos queda para esta realidad en tiempos de coronavirus? He aquí una pausa que nos obliga a mirar nuevamente dónde estamos parados, sobre todo cuando las brechas de los que tenemos acceso a la información y los que no se agigantan.
Nuestras sociabilidades se vieron afectadas. Es ahora cuando no debemos silenciarnos, sino dar lugar a nuestros relatos, en vez de perseguir los viejos cli- chés o genéricos que nos dicen “esto soy”; abrir la puerta a conocer las diversida- des, a los otros, a los lejanos que quizá siempre estuvieron cerca y no lo notamos. El relato íntimo de cada uno puede describir un hecho universal que ahora se hace más latente. Todos estamos en tiempos dolorosos, de necesidad y esperanza. Estos relatos, sin importar la técnica o el formato, nos permiten alzar la voz como una necesidad obligada por y para nosotros.Porque tenemos algo que decir en medio de estas mareas de información que desbordan, que ahogan, los relatos que nos describen deben ser contados y ahora, más que nunca, es tiempo de estar receptivos y analizar nuestro entorno.
Es así como diecisiete personas, desde estudiantes de preparatoria hasta investi- gadores doctorados en ciencias sociales de diversas geografías, a través de imá- genes tomadas con dispositivos celulares o cámaras fotográficas, cuentan sus realidades y nos invitan a salir de nuestra burbuja. Vemos puntos de encuentro que nos hacen reflexionar sobre la condición humana, entre ellos la soledad, la intimidad, el trabajo, el entretenimiento, las pasiones, la cultura, las desigualda- des, la fe y la tradición.Los tiempos de coronavirus nos transforman de manera acelerada. Al re- tratar la coyuntura desde lo íntimo y lo cercano, abrimos una puerta para generar nuevos lazos de comunicación entre los que comparten identidades o sentimien- tos. Darnos a conocer sin permitir las infrarrepresentaciones, el neocolonialismo cultural, los clichés y las imágenes viciadas de nosotros y nuestras comunidades, podría ser una herramienta clave en favor de los cambios que necesitamos y del conocimiento profundo de nuestras colectividades. Estas fotografías muestran subjetividades, momentos, presencias, ausencias y testimonios vivos de resilien- cia y vulnerabilidades que testifican los resultados del ayer en carne viva. Y po- nen sobre la mesa aspectos de lo que formará nuestro nuevo presente, el punto desde el cual podemos partir. ֍
Roma Vaquero Díaz. Universidad Nacional de las Artes, Argentina
Habitar la incertidumbre (díptico)Encontré la luz, encontré la piel y encontré la casa. Permanecer, hacer y escuchar el silencio. Sostener la incertidumbre desde el pequeño monoambiente donde me sumerjo, me viajo, me soy imágenes y el espacio se vuelve gigante, profundo, y mi cuerpo mojado, escurridizo, rebota por las paredes como pez fuera del agua.
Yllich Escamilla Santiago. Universidad para el Bienestar Benito Juárez
Paseo pandémico por la CDMX
Fase 1 Organillero buscando el pan,
Fase 2.Custodiando Palacio Nacional
, Fase 3.Los olvidados,
Marlene Guadalupe Hernández Robles. Escuela preparatoria regional Tlajomulco de Zúñiga (México).
Si sales, cumple con los cuidados necesarios.
Pronto saldremos de esta, si tú cuidas, tú nos cuidas a los demás.
Angélica Rodríguez Abad
Profesora de Tiempo Completo, Facultad de Ciencias para el Desarrollo Huma- no, Universidad Autónoma de Tlaxcala (México)Mujeres mayores haciendo frente a la pandemia y la proveeduría de sus hogaresEsta fotografía fue tomada en un mercado municipal de Morelos, México. Doña Anita, menciona que pese a las sugerencias que el gobierno estatal y municipal han expresado para que las personas mayores se queden en casa, ella manifiesta que su vida cotidiana está enmarcada en el trabajo informal, con la venta de po- llo. Es la manera de mantenerse activa y con ingresos económicos para los gastos en su hogar. Ha tomado algunas recomendaciones como el uso del cubre bocas y gel antibacterial, para evitar el contagio y contagiar a los demás.
Alejandra Trejo Poo. Universidad Autónoma Metropolitana (México)
Paseo de la Reforma vacío. Ciudad de México(Imagen 3) Paseo de la Reforma en viernes. Ésta es una de las principales aveni- das de la Ciudad de México en cuanto a su concentración económica, su abun- dante aglomeración de coches y sus visitas turísticas. Esta perspectiva no se ha- bía visto en una tarde casual hasta ahora que se ha establecido la consigna de “quédate en casa”.
Cartografía de la contingencia #QuédateEnCasa es ClasistaDecenas de cientos de hombres y mujeres de todas las edades debemos salir día con día, a pesar de las medidas sanitarias oficiales, para conseguir lo mínimo necesario para sobrevivir al capitalismo que ya de por sí era nocivo para la vida y que ahora en esta fase de “nueva normalidad” vigilada, se proyecta muchísimo más salvaje, más abusivo, más inhumano y ahora al militarizar a todo el país, muchísimo más amenazante en desapariciones y muertes.Esta ha sido la normalidad para nosotras y nosotros las y los invisibles, no desde ahora sino desde siempre. Pero aquí estamos...
Brenda Vivian Rico Ríos. Universidad Iberoamericana
Adultos mayores y trabajo: Invisibles para SusanaA una cuadra del mercado de San Pedro de los Pinos en la CDMX, esta pareja trabaja tocando melodías. A pesar de ser vulnerables ante el Covid-19, no pueden quedarse en casa puesto que necesitan trabajar para tener lo suficiente para el día.
José Miguel Hinojosa Andrade. Instituto Los Leones, Maipú, Chile
Cuarentena en casa de mi novia... no me quiero ir, ya no extraño al que era antes.
Guillem Compte Nunes
Doctor en ciencia social con especialidad en sociología por El Colegio de Mé- xico, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)Reunión de zapatos. Puerta de un departamento en la Ciudad de México. Separa el hogar, recinto familiar, de la calle, espacio viral. En ella cabalga desenfrenadamente esa indeseable e invisible criatura, segando miles de vi- das a su paso. Los zapatos se quedan afuera; acaso estén infectados. Ésta y otras medidas –forzadas– configuran la nueva y peligrosa normalidad. Nótese el sesgo de géneroNota al ratoncito. También el ratoncito (de los dientes) debe dejar sus zapatos afuera: el niño/a le escribió una amable nota, pegándola a pie de puerta. Re- cibirá su visita, sí, pero sin correr riesgos. La imaginación infantil se adapta a la brutal realidad.Importar lista2
María del Rosario Narváez Jiménez Universidad Autónoma del Estado de Morelos
Pareja de ancianos en farmacia. Casares (Málaga-España). Fase 1 de la deses- calada.Señoras comprando en la carnicería del mercado municipal. Casares (Mála- ga-España). Fase 1 de la desescalada.Vecinos conversando en la calle. Casares (Málaga-España). Fase 1 de la desescalada.Importar lista3Las fotos han sido tomadas en Casares, un pequeño pueblo de la provincia de Málaga, en la Comunidad autónoma de Andalucía (España). Se realizaron a mediados de mayo, con la entrada en vigor de la fase 1 de la desescalada, después de casi dos meses de confinamiento. Las imágenes muestran personas en dife- rentes espacios (farmacia, mercado, peluquería y calle) y las medidas estableci- das por la pandemia del covid-19. La presencia de mascarillas es la tónica, pero también se hayan presentes otros elementos como la distancia de seguridad y las mamparas de protección.El plan de desescalada consta de 4 fases (de la 0 a la 3) consecutivas, pero no uniformes a nivel estatal ya que las ciudades y provincias avanzan en función de sus circunstancias. La fase 1 supuso la apertura de algunos establecimientos como las peluquerías, pero las medidas de seguridad, entre ellas el uso de masca- rillas, seguían siendo obligatorias.
José Manuel Moreno Carvallo
Doctorante en Antropología Social, Université de Picardie Jules Verne, Amiens, (Francia)Desechos del virus humanoLa serie de fotografías que se presentan muestran el lado incomprensible del ser humano. Hace algunas semanas de haberse iniciado el des-confinamiento en Francia, después de ocho semanas de cuarentena (17 de marzo-11 de mayo), comenzaron a aparecer en las calles de Amiens restos de guantes y máscaras. Estos objetos, que han servido como medidas para prevenir la propagación del nuevo Coronavirus SARS-CoV-2, ahora se han vuelto un material de desecho. Es por ello que la transformación del valor de uso de estos objetos implica cues- tionamientos sobre el riesgo sanitario y ambiental que pueden llegar a producir. En las imágenes tomadas entre el 25 de mayo y el 3 de junio se aprecian guantes y máscaras alrededor de cigarros, botellas de plástico, corcholatas y materiales orgánicos como ramas, hojas y plantas. Al mirar estas escenas, sugiero al lector preguntarse: ¿qué tipo de virus es el que realmente está amenazando al mundo?
Ana Laura Vázquez Martínez
Candidata a Doctora en Estudios Mesoamericanos, UNAM Ayudando venceremosEl pepenador y su hijo. El Señor Joel Olmos del Corral es pepenador, origi- nario de San Pedro Xalostoc, Estado de México. A raíz de pandemia perdió su trabajo en la colonia La Palma, por lo que ahora solo se dedica a pepenar, principalmente plástico, su hijo es su ayudante.Tragafuegos y limpia-parabrisas. Ellos son un equipo de trabajo, cada que cambia el semáforo en rojo actúan de la siguiente manera: unos hacen su pre- sentación con fuego, mientras los otros limpian los carros, al final se reparten el dinero. Su trabajo se ha visto afectado por la poca circulación de autos debido a la pandemia, pero no han dejado de laborar ya que es su único sus- tento. Ellos están ubicados en el cruce de Avenida México y Avenida Central, Ecatepec, Estado de México.Leonor y su hija. Leonor, madre soltera vive de la venta de dulces y otros oficios. Por las tardes sale a ofrecer con su canasta una variedad de dulces, ya que sus ingresos han disminuido. Su hija es su fiel compañera, pero también ayuda a la venta.Poncho Juárez. El Señor Poncho Juárez trabaja en el cruce de Avenida Méxi- co y Avenida Central, Ecatepec Estado de México y es el único sustento de su familia. Se dedica a la venta de paletas de caramelo, chicles y cigarros. Tiene miedo al coronavirus por eso usa manga larga, cubreboca, guantes y además una gorra como indican en los “noticieros”-afirma-, pero no pude dejar de laborar.Importar lista4Las secuelas de la pandemia por Covid-19 no solo ha traído consigo desabasto, incertidumbre, enfermedad y numerosos decesos, también hemos observado en va- rios países, y no podría faltar en México diversas organizaciones civiles, familiares, estudiantiles, entre otras, heterogéneas formas de ayudar a los grupos vulnerables como una respuesta inmediata para auxiliar al más afectado ante los efectos de la pandemia para cubrir las necesidades más básicas como ropa y alimento.Siguiendo este tipo de iniciativas, alumnos del Doctorado en Urbanismo en la UNAM donaron despensas a sectores vulnerables al sur de la Ciudad de México. Inspirados por este acto, dieciocho personas decidimos hacer la réplica (en la tercera fase de la pandemia) en Ecatepec Estado de México, en particular, en las colonias: Río de Luz, Jardines de Santa Clara y Ciudad Azteca. El plan de trabajo fue el siguiente:Importar imagenBeneficiar a oficios en la calle (grupos vulnerables) y que ante la situa- ción de la pandemia (Covid-19) no podían quedarse en casa y tenían que seguir laborando. Se recaudó $6,700 que se dividió en 18 despensas. Cada despensa pesó 25 kilos. Los puntos de entrega fueron cinco: 1) cruce de Boulevard de los Aztecas y la R1; 2) Avenida R1; 3) cruce Avenida México y Avenida Central; 4) Boulevard de los Teocallis; 5) Boulevard de los Aztecas. Las personas que aportaron a la recaudación, armado de despensas y re- partición fueron: Alicia Juárez, Nancy Barroso, Wendolin López; Alma Vázquez; Laurentina Martínez; Tania Escobar; Susana Escobar; Rocío Martínez; Isabel Martínez; Ruth García; Liliana Ramírez; Diana Gonzá- lez; Octavio Becerril; Edlyn; Maru Fuentes; Lucía Espinoza, Nelly Salas; Diana Martínez; Ana Vázquez.Importar lista5Coordinación y autoría del plan de trabajo en Ecatepec, Estado de México: Ana Laura Vázquez Martínez.De todas las fotografías se obtuvo permiso para fotografiarlos, ya que al pro- porcionarles las despensas se explicó que se haría un registro etnográfico, ellos aceptaron con gusto y posaron para la fotografía y en algún momento aceptaron hacer uso de su imagen. Por eso proporcionaron nombres, oficios y una parte de su historia.
Juan Carlos Hernández Arreygue
Facultad de Psicología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de HidalgoEn medio de la pandemia se llevó a cabo la Procesión del Silencio en la ciu- dad de Morelia. Lo que años anteriores implicaría la congregación de miles de feligreses, en tiempos de cuarentena sólo se pueden concentrar escasas 20 personas devotas, que con guantes, mascarillas y caretas coronan a la Virgen de Mater Dolorosa y la acompañan en su recorrido.Madres, padres y familiares de niños y adolescentes con cáncer salen a las avenidas de Morelia para exigir a las autoridades, encargarse de suministrar al Hospital Infantil con los medicamentos necesarios para que sus hijas e hi- jos puedan seguir con sus tratamientos oncológicos sin interrupciones. Como ellas mismas expresan gritando “el cáncer no está en cuarentena”.Aficionados del equipo Monarcas Morelia se congregan en el centro de la ciudad de Morelia para protestar por el descontento que hay con el reciente rumor de la compra de su equipo para llevárselo al estado Mazatlán a pesar de ser una de las semanas en las que se ha vivido el mayor número de contagios por Covid-19 en México. Para los hinchas, que el equipo se vaya “duele más que el coronavirus”.Importar lista6
Erick Hernández Preparatoria UNAM
Cuarentena en soledadDonde retrato la mirada personal y el desarrollo Social de la CDMX durante los primeros 20 días de la pandemia, una vez instaurada la Jornada Nacional de la Sana Distancia.
Alexis Carmona (La Habana, Cuba) Máster en Estudios Interdisciplinarios de Historia de América Latina, el Caribe y Cuba.
1. Trabajador voluntario de la Universidad de La Habana listo para entrar a la Zona Roja.2 y 3. Grupo de voluntarios de la Universidad de La Habana en la Zona Roja.Grupo de apoyo integrado por voluntarios y personal médico quienes, tras haber terminado su servicio, dieron negativo al examen PCR en su período de cuarentena obligatoria.Importar lista7
Lorenzo Salomón Cárdenas
Universidad Autónoma de Sinaloa (México)El presente trabajo tiene como objetivo mostrar los actores y acciones en torno a la atención a personas en condición migratoria en el comedor comunitario San Francisco de Asís para Migrantes, ubicado en la ciudad de Mazatlán, Sinaloa, durante el periodo de la fase 2 de la contingencia sanitaria ocasionada por la pan- demia por COVID-19. Se emplea la fotografía etnografía para retratar y relatar las preocupaciones que han surgido desde los espacios de la ayuda humanitaria y las incertidumbres del migrar.Incertidumbres. Preocupaciones sobre el apoyo a migrantes en México du- rante el periodo de la pandemia. Fotografía del 17 de abril del 2020.Nuevas medidas para la ayuda humanitaria. Fotografía del 02 de abril del 2020.Importar lista8