Carta Editorial
Diez años construyendo desde la frugalidad
Ten years building from frugality
Han pasado diez años desde que iniciamos esta revista, y, “a pesar de todas las adversidades”, seguimos vigentes y activos. Algunas de las metas propuestas para el año pasado las hemos cumplido; las que no, las mantenemos como tareas pen- dientes para el futuro inmediato.
Han pasado diez años desde que iniciamos esta revista, y, “a pesar de todas las adversidades”, seguimos vigentes y activos. Algunas de las metas propuestas para el año pasado las hemos cumplido; las que no, las mantenemos como tareas pen- dientes para el futuro inmediato.
Cuando digo “a pesar de todas las adversidades”, me refiero a las priva- ciones y la austeridad que hemos enfrentado todos estos años, desafíos que no han sido suficientes ni tan poderosos como para detener esta experiencia editorial. Cada nuevo número que publicamos es para nosotros un logro inmenso, celebrado con la misma emoción que sentimos con el primero.
Las dificultades de las que hablo se refieren a los recursos materiales y humanos que idealmente serían necesarios para la realización de una revista: personal técnico, tecnología, programas, espacio físico, integrar el presupuesto institucional y, sobre todo, contar con recursos financieros. Estos son elementos fundamentales para trabajar con plenitud, pero, aun en su ausencia, hemos logrado salir adelante. Esta capacidad de subsistir se ha transformado en nuestro modo de ser. Es evidente que, con más recursos, nuestra postura sería diferente, quizás más optimista, pero hemos aprendido a encontrar fuerza en nuestras limitaciones.
Nuestra fórmula de trabajo, vigente durante estos diez años, combina recursos endógenos y esfuerzo voluntario. Este modelo, aunque imperfecto, ha sido exitoso. Algunos colegas de otras latitudes desconfían del llamado “trabajo romantizado” —ese que se hace con amor, dedicación, sudor y de forma gra- tuita—, pero nosotros somos una prueba de que, en ocasiones, ese motor emocio- nal es suficiente para impulsar proyectos como el nuestro.
Sabemos que todo sería más sencillo con abundancia de recursos, pero el modelo de trabajo al que nos aferramos refleja nuestro modo de vida, y estamos
satisfechos de ello. Podrán acusarnos de “tercermundistas”, conformistas o de habernos acostumbrado a la cultura de la escasez. Sin embargo, preferimos con- siderarnos frugales, conscientes de nuestra realidad y de nuestras posibilidades y “de hacer lo mejor con lo que tenemos”. Esa ha sido nuestra filosofía de trabajo y la que nos ha permitido llegar hasta el punto actual. La frugalidad, como estilo de vida, nos ha enseñado que se puede hacer mucho con poco. Por ello, sabemos que en un mundo donde mediante el consumo conspicuo se busca impresionar y distinguirse de los demás —como predijo Thorstein Veblen hace más de un siglo—, nuestra experiencia demuestra que no es necesario seguir esa lógica. La frugalidad, lejos de ser una carencia, es una fortaleza que impulsa nuestra creati- vidad y nuestra resistencia.
En el último año, nos hemos enfrentado a un número significativo de casos de malas prácticas editoriales, superando lo que habíamos experimentado en años anteriores. No sabemos con certeza si esto se debe a nuestra mayor rigidez y exigencia al momento de dictaminar los manuscritos o si, por el contrario, estas prácticas se han normalizado hasta convertirse en algo habitual. Los problemas no solo incluyen errores de redacción y ortografía, sino faltas graves como el plagio, el autoplagio y las llamadas autorías de regalo.
Ante esta situación, nos vimos en la necesidad de ajustar y actualizar las normas editoriales de la revista. Aunque la revisión de las normas siempre ha sido una tarea constante, en esta ocasión se trata de una medida de urgencia. Entre los puntos que hemos reforzado con mayor rigor están los relacionados con las autorías de regalo y el autoplagio.
Nos resulta preocupante que se haya vuelto habitual incluir como autores a perso- nas que no han tenido una participación real en la elaboración de los manuscritos, simplemente por compromisos, lealtades personales o amistades. En este sentido, nos pronunciamos enfáticamente sobre dos aspectos clave: el primero, es definir quién es el autor. Por ello, señalamos lo siguiente:
Reconocemos que algunos artículos pueden ser producto del trabajo colaborativo entre dos o más autores. En estos casos, cada autor debe haber contribuido de manera signi- ficativa al manuscrito, ya sea en la redacción, conceptualización o planificación de sus secciones. Solicitamos que, en el ‘Formato de Preaviso’, se especifiquen claramente las responsabilidades de cada autor. (Ver Normas editoriales de la revista).
En ese sentido, entendemos por autor a quien:
1) Concibe y diseña el artículo académico (incluye la metodología y marco teórico).
2) Obtiene y analiza la información (bibliográfica, hemerográfica, docu- mental, de archivo y/o de campo) del artículo.
3) Redacta el manuscrito (borrador y final).
4) Es responsable del contenido. (COPE).1
El segundo aspecto se refiere a lo que hemos denominado “disparidad académica”. La cual trata de aquellos casos en los que existen diferencias significativas entre los niveles de formación o experiencia de los autores y coautores. Por ejemplo, las colaboraciones entre doctores/as y alumnos/as suelen reflejar dinámicas de autoridad y desigualdad, propias de las relaciones verticales que predominan en la academia mexicana.
En este contexto, nos resulta sospechoso que, en un artículo elaborado por un estudiante, su profesor, asesor de tesis o, incluso, los sinodales, figuren como coautores, o como autores principales. Desde nuestra perspectiva, esto no es ético ni justo, ya que generalmente estas colaboraciones no se realizan bajo condiciones de igualdad en la planificación, decisión y ejecución de los proyectos. Es por esta razón, que anticipamos a los autores que no aceptaremos trabajos que incurran en estas prácticas.
La implementación de estas medidas ha generado respuestas variadas. En algunos casos, los coautores señalados como “de regalo” han reconocido la situa- ción y se han retirado del manuscrito, permitiendo que este continúe el proceso editorial. Sin embargo, también hemos encontrado casos en los que los autores prefieren retirar el artículo para enviarlo a revistas más permisivas con este tipo de prácticas.
A pesar de la aparente rigidez de nuestra postura y las acciones que hemos asumido, consideramos que este es un tema que requiere una discusión más amplia y una visión conjunta por parte de las revistas, especialmente aquellas que publi- can artículos en las áreas de ciencias sociales y humanidades. Somos conscientes de que, en disciplinas como las ciencias exactas o las biológicas, las autorías múltiples suelen estar justificadas y son aceptadas desde una perspectiva dife- rente, acorde con la naturaleza del trabajo colaborativo en laboratorios o equipos interdisciplinarios. Sin embargo, esta lógica no se aplica de la misma manera en campos como la antropología social, por ejemplo, donde las dinámicas de investi- gación y escritura suelen ser más individuales y no se caracterizan por estructuras
1 Para ampliar estos puntos se sugiere consultar la guía titulad “Cómo manejar disputas de autoría: una guía para nuevos investigadores (COPE-autores-directrices)”. En https://publicatio- nethics.org/
Diez años construyendo desde la frugalidad
de trabajo colectivo equiparables. Por ello, resulta fundamental que las revistas en ciencias sociales y humanidades analicen estas diferencias contextuales y pro- muevan prácticas editoriales éticas y coherentes con las particularidades de cada disciplina.
A partir de este número, cada artículo publicado en la revista contará con un código alfanumérico único, conocido como DOI (Digital Object Identifier). Este identificador garantiza que los artículos, u otros objetos digitales, tengan una referencia permanente. Diseñado tanto para usuarios humanos como para siste- mas automatizados, el DOI permite “identificar cosas de forma única y acceder a ellas de manera confiable. Te permite saber qué tienes, dónde está y también permite que otros lo rastreen. Es procesable y ayuda a encontrar lo que necesitas” (Fuente: DOI.org).
El uso de este identificador en nuestra revista fue posible después de un proceso prolongado de gestiones ante las autoridades de la universidad. Inicial- mente, existía resistencia debido a que ya había dos revistas institucionales que contaban con DOIs y se consideraba innecesario adquirir una nueva membresía. Nuestra propuesta se centró en que lo más adecuado era registrar todas las publi- caciones de la universidad bajo un único código y una membresía centralizada, lo que no solo facilitaría su implementación, sino que también representaría un ahorro significativo para la institución.
Este logro fue posible gracias al apoyo, entendimiento y profesionalismo de los colegas de la Dirección General de Desarrollo Académico, Coordinación de Bibliotecas, y del equipo de UADY HUB: a la Arq. Ligia del Rosario Ancona Mar- tínez, Aarón E. May Palma y Luis Vicente Gómez Ontiveros, quienes gestionaron las autorizaciones necesarias ante las autoridades y resolvieron los problemas técnicos relacionados con la implementación. A ellos extendemos nuestro agrade- cimiento, ya que su trabajo ha permitido que nuestra revista dé un paso importante hacia la mejora en la visibilidad y la accesibilidad de nuestros contenidos.
Un cambio significativo para la revista ha sido la adopción de un nuevo dominio, que ahora incluye las siglas de nuestra institución.
Es el siguiente: https://revistaantropica.uady.mx
Este elemento no solo refuerza nuestra identidad institucional, sino que también representa un avance estratégico. Con este cambio, dejamos de incurrir
en los costos asociados al dominio anterior, lo cual es especialmente relevante ante la escasez de recursos económicos y nuestro compromiso de evitar gastos duplicados o innecesarios.
El nuevo dominio también nos posibilita contar con el respaldo técnico de los colegas de cómputo y del equipo de UADY HUB, quienes están disponibles para atender cualquier emergencia que pueda surgir. Este apoyo constante nos proporciona confianza y tranquilidad, elementos fundamentales para garantizar la estabilidad y funcionalidad de una revista académica.
Además, este cambio marca un giro institucional y destaca la importancia que las revistas académicas tienen dentro de la universidad, como instrumentos clave para la difusión y divulgación de contenidos científicos. Es una evidencia del compromiso de la Universidad Autónoma de Yucatán con la sociedad y con la comunidad científica. Nuestra revista, al ofrecer un espacio de publicación a investigadores y académicos de diversas instituciones, tanto nacionales como internacionales, refuerza su papel como puente entre el conocimiento y la socie- dad. Este avance reafirma nuestra misión de promover la ciencia y contribuir al diálogo académico en un contexto global.
El número actual de la revista, como cada uno de los que hemos publicado, tiene su particularidad. Ya hemos mencionado una de ellas: la inusual cantidad de trabajos rechazados. Sin embargo, existe otro aspecto, de carácter positivo, que merece ser destacado. Este número incluye un dossier dedicado a la obra y vida del lin- güista, epigrafista, etnólogo y mayista soviético y ruso Yuri Knórosov, un aporte invaluable para los estudiosos de la cultura maya.
Este dossier fue posible gracias a la colaboración de los colegas del Cen- tro de Estudios Mesoamericanos Yuri Knórosov y de la Universidad Estatal de Humanidades de Rusia (RGGU). Es por ello que extendemos un agradecimiento especial a la Dra. Galina Ershova por confiar en nuestra revista como plataforma para compartir este trabajo. También extendemos nuestro agradecimiento a Adrián Maldonado Repetto, quien estuvo atento y acompañó cada etapa de las labores necesarias para la publicación.
En afán de lograr una mayor divulgación, hemos dado nuestro aval para que los colegas de ambas instituciones promocionen y publiquen en formato impreso este dossier. Además, y por la trascendencia del mismo, consideramos presentar esta edición en nuestra facultad, con la presencia de autoridades de ambas instituciones, como un reconocimiento al esfuerzo conjunto y la relevancia de este trabajo para la comunidad académica. Estamos seguros de que este número
será una valiosa contribución al estudio y la divulgación de la cultura maya, y, lo más relevante, consolidando nuestra revista como un espacio de encuentro y colaboración internacional.
Por último, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a la Dra. Rocío Cortés Campos, directora de nuestra facultad, por el invaluable apoyo y confianza que nos ha brindado. Su disposición y compromiso nos han permitido contar con todas las facilidades técnicas y humanas necesarias para llevar a cabo este proyecto de manera exitosa. Su respaldo ha sido fundamental para que nuestra labor continúe avanzando con solidez y entusiasmo.
Atentamente. Gabriel Angelotti Pasteur
Mérida (Yucatán), 22 de diciembre de 2024. ֍