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El índice de desarrollo humano para el Valle del Cauca en el Siglo XXI: 2005-2018*
Álvaro Pío Gómez Olaya; Leonardo Solarte Pazos; Juan Manuel Candelo Viáfara
Álvaro Pío Gómez Olaya; Leonardo Solarte Pazos; Juan Manuel Candelo Viáfara
El índice de desarrollo humano para el Valle del Cauca en el Siglo XXI: 2005-2018*
The Human Development Index for the Valle del Cauca, Colombia in XXI Century: 2005-2018
Equidad y Desarrollo, núm. 41, e1450, 2023
Universidad de La Salle
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Resumen: Este artículo estima dos versiones del índice de desarrollo humano (IDH) para el departamento del Valle del Cauca en Colombia durante el período 2005-2018. Tomando como punto de partida las dimensiones planteadas por el PNUD (una vida buena y saludable, conocimiento y un nivel de vida decente), se calculan un IDH convencional y un IDH alternativo, los cuales se diferencian en que el segundo utiliza la variable Población Económicamente Activa en vez de la variable PIB per cápita, para medir la dimensión de una vida decente. Adicionalmente, se comparan los dos índices de desarrollo humano estimados frente al IDH del Global Data Lab. Como resultados fundamentales se constata que las tres mediciones indican de forma sistemática que el Valle del Cauca ha incrementado sus niveles de desarrollo humano entre los años 2005-2018.

JEL classification:E24, J24, O15

Palabras clave: Índice de desarrollo humano (IDH), desarrollo económico, desarrollo humano, Valle del Cauca.

Abstract: This article estimates two alternative versions of the Human Development Index (HDI) for the department of Valle del Cauca in Colombia during the period 2005-2018, using the dimensions proposed by the UNDP (a long healthy life, being knowledgeable, and have a decent standard of living). In a first place, the conventional HDI using the GDP per capita variable. Second, an alternative HDI using the Economically active population variable, to measure the decent standard of living dimension. In addition, a comparation between the results of these two indices and the Global Data Lab index result, is done. We found these three indices show an increasing level of human development, in the Valle del Cauca Department in the 2005-2018 period.

Keywords: Human development index, HDI, Economic development, Human development, Valle del Cauca.

Carátula del artículo

Artículos de investigación

El índice de desarrollo humano para el Valle del Cauca en el Siglo XXI: 2005-2018*

The Human Development Index for the Valle del Cauca, Colombia in XXI Century: 2005-2018

Álvaro Pío Gómez Olaya
Universidad del Valle, Colombia
Leonardo Solarte Pazos
Universidad del Valle, Colombia
Juan Manuel Candelo Viáfara
Universidad del Valle, Colombia
Equidad y Desarrollo, núm. 41, e1450, 2023
Universidad de La Salle

Recepción: 19 Mayo 2022

Aprobación: 31 Octubre 2022

Publicación: 01 Abril 2023

1. Introducción

El desarrollo humano no se limita a la evaluación de los niveles de ingreso y del crecimiento económico. Algunas investigaciones sobre este tema (Dervis & Klugman, 2011) sugieren una baja correlación entre el crecimiento económico y las mejoras en salud y educación (cuando menos, en el mediano plazo). La medición del desarrollo humano implica la inclusión de variables adicionales a los indicadores relacionados con el crecimiento económico como el Producto Interno Bruto (PIB), que permitan evaluar otras dimensiones del desarrollo relacionadas con el bienestar humano (Stiglitz et al., 2009). El IDH puede ser útil para evaluar la evolución del desarrollo humano bajo esta perspectiva y permite focalizar las opciones de política, orientándolas hacia aquellas dimensiones que promuevan cambios en variables complementarias al crecimiento económico.

Desde su implementación en 1990, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) se ha transformado en un instrumento significativo que permite analizar el desarrollo de los individuos de una sociedad. Divulgado anualmente por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el IDH desempeña múltiples funciones para académicos y formuladores de políticas, dado que permite identificar el estado de patrones, tendencias ​​y condiciones actuales de los países. Además, busca entender la dinámica del desarrollo humano, porque el crecimiento económico debe estar centrado en las personas (Dervis & Klugman, 2011). El IDH se creó para enfatizar que las personas y sus capacidades deben ser el criterio final para evaluar el desarrollo de un país. El IDH también se puede utilizar para cuestionar las opciones de política nacional, preguntando cómo dos países con el mismo nivel de ingreso nacional bruto (INB) per cápita pueden presentar diferencias en su desarrollo humano (PNUD, 2018).

La economía colombiana no es ajena a estos procesos y, como lo indica el IDH del año 2016, alcanzó un valor medio de 0,747. Pero a nivel departamental se puede encontrar grandes diferencias, de hecho, la evidencia empírica muestra que las regiones que contienen a las capitales más importantes del país presentan un mejor índice que las regiones con economías menos desarrolladas (PNUD, 2018). En esa línea, autores como Candelo (2018) afirma que la estructura económica del Valle del Cauca es diferente a la estructura económica del país, ya que el departamento es comercial, financiero e industrial y la economía colombiana tiene un alto componente minero energético.

Por tanto, los elementos que componen al sector productor del Valle del Cauca difieren del resto del país, principalmente porque el peso de las manufacturas sobre el PIB de la región es aproximadamente del 42 %, mientras que el de Antioquia es del 32 % y el promedio nacional es del 28 %. En esa medida, se debe relatar que la dinámica económica de la región se relaciona positivamente con el PIB de Colombia en un 0,8, valor similar a la capital colombiana, Bogotá (0,85), y superior al departamento de Antioquia (0,65), (Otero, 2014).

El Valle del Cauca cuenta con indicadores como el PIB y el IMAE, los cuales son variables que permiten medir las variaciones de los ciclos económicos y la acumulación de capital. La particularidad de estos datos es que presentan dificultades a la hora de medir el bienestar humano. Por tanto, herramientas como el índice de desarrollo humano (IDH) se han desarrollado con el fin de medir el bienestar social, puesto que la concentración de medidas económicas para el aumento del capital no generalmente transmite un bienestar a toda la sociedad. En esa misma línea, se debe aclarar que la verdadera riqueza de una nación se halla en sus habitantes (PNUD, 1990).

A partir del surgimiento de las teorías del desarrollo humano, se ha construido la consigna de que una nación presenta un mayor bienestar cuando la sociedad tiene acceso a oportunidades que permitan alcanzar una vida creativa, agradable y prolongada, dejando a un lado los conceptos de crecimiento económico, para enfocarse en el desarrollo de la vida humana (Sen, 1998).

En el caso del departamento del Valle del Cauca (Colombia) se cuenta con una medición del IDH regional realizada por el Global Data Lab del Institute for Management Research (Smits y Permanyer, 2019), la cual contiene información para el período 1990-2018, basada en la interpolación y extrapolación de datos, lo cual permite contar con un horizonte de tiempo de unas tres décadas.

El objetivo de este artículo es presentar dos aproximaciones del IDH para el departamento del Valle del Cauca, basadas en el uso de variables históricas reportadas por fuentes de datos locales y nacionales. Una, tradicional, usando las variables empleadas por el PNUD (2009): Esperanza de vida, tasa de alfabetización, cobertura educativa y PIB per cápita. De igual manera se presenta una aproximación alternativa, basada en la propuesta de Franco-Arias et al. (2019), quienes sustituyen la variable PIB per cápita, por la proporción de la población económicamente activa (PEA) respecto a la población total; los cálculos cubren el período de tiempo 2000-2018.

Igualmente se comparan los resultados obtenidos en este trabajo frente a la medición del Global Data Lab (mencionada anteriormente). Esta comparación es pertinente porque permite determinar la posible discrepancia entre los niveles de desarrollo encontrados a través de índices que usan datos proyectados (Global Data Lab) frente a los niveles de desarrollo basados en índices que se calculan con datos históricos.

El aporte de esta investigación recae en generar información de desarrollo humano para el departamento del Valle del Cauca, basada en los indicadores reportados por las oficinas de estadísticas nacionales y departamentales, lo que permite hacer cálculos con las distintas estadísticas disponibles y no realizar interpolaciones y extrapolaciones de información.

2. Revisión de literatura
2.1 Bases teóricas

Kevane (1997) menciona que el concepto de seguridad humana se debe basar en la dignidad no en las armas de guerra. “De tal manera que una solución para la vida digna consiste en un humanismo donde las personas se den cuenta de que solo pueden sobrevivir juntos o no sobrevivir en absoluto” (Haq & Jolly, 2008). De esta manera, se ha tratado de plantear qué es el desarrollo humano, Sen (1988) menciona que dicho concepto es problemático de definir y cada momento que se avance en cálculos, se refinará la definición. De acuerdo con lo anterior, el PNUD (1990) establece que el desarrollo humano es un proceso que permite la ampliación de las oportunidades del ser humano, donde los elementos esenciales son tener una vida prolongada, poder adquirir conocimiento y tener un ingreso que permita vivir una vida decente.

A pesar de que las doctrinas del desarrollo humano indican que el crecimiento del individuo debe estar enmarcado en un conjunto de aspectos sociales, culturales y humanos, es necesario entender que existe una fuerte relación con el crecimiento económico. Marrugo-Arnedo (2013) explica que el desarrollo humano y el crecimiento económico presentan un vínculo y, además, define a este último como el aumento del Producto interno bruto (PIB) de un país para un periodo determinado de tiempo.

Las ideas del desarrollo humano surgieron como una herramienta para producir un proceso expansivo y de progreso en cualquier país, a través del incremento de la renta per cápita. Sin embargo, con el paso de los años, la concepción del desarrollo humano ha llegado a involucrar ámbitos políticos, sociales, culturales, ambientales y económicos, que en su conjunto buscan disminuir las brechas sociales y mejorar el bienestar (Ray, 1998).

2.2 Estimaciones regionales del IDH

En Estados Unidos, The Measure of America presenta clasificaciones de desarrollo humano para los estados, distritos y grupos étnicos, a partir del IDH. Las observaciones han evidenciado diferencias marcadas entre estados, de forma que existen regiones con 30 años de atraso en su desarrollo humano. Por lo tanto, este indicador se convierte en una herramienta que los gobiernos deben apropiar para desarrollar políticas de planificación y asignación de los recursos, que permitan aumentar la inversión en capital humano y reducir las brechas sociales (Measure of America, 2015). En la misma línea Uguccioni et al. (2017) estimaron el Índice de Desarrollo Humano (IDH) para las provincias y territorios canadienses durante el período 2000-2015. Los hallazgos hacen referencia a que el puntaje más alto de HDI en 2015 entre las provincias y territorios pertenece a Alberta y Ontario, que estarían empatados en el quinto lugar en el ranking internacional.

De igual manera Hartanto et al. (2019) calculan el IDH para la provincia de Java en Indonesia, aseverando que el IDH en los últimos 5 años mostró una tendencia creciente llegando a niveles buenos y moderados. De la misma forma Susanto & Udjianto (2019) analizaron la difusión del capital humano en la Región Especial de Yogyakarta y Java Central. Para esta investigación se usó el análisis de regresión espacial que incluye elementos de derrame de capital humano estimados por el software Geoda. Los resultados mostraron que hubo una expansión del capital humano en la Región Especial de Yogyakarta y Java Central. El valor del coeficiente Lambda, en el Modelo de error espacial (SEM), que asciende a 0,5074 indica que el puntaje del Índice de Desarrollo Humano (IDH) de ciudad tendrá una influencia de 0,5074 multiplicado por el valor del IDH de la ciudad vecina.

Para el desarrollo regional, en Argentina, los Ministerios de Desarrollo Social, Salud y Educación han estado utilizando un Índice de Desarrollo Humano Extendido, que incluye medidas cuantitativas de mortalidad infantil, desempleo y calidad educativa, para informar el diseño de políticas y la asignación de recursos. En Brasil, existe un Atlas de Desarrollo Humano que ha sido ampliamente utilizado como herramienta de política. En Chile el Ministerio de Planeación incluye el IDH en el índice de priorización utilizado para asignar fondos. Mientras que en México, un IDH ajustado por las desigualdades influye en la asignación del gasto público a nivel estatal (Dervis & Klugman, 2011).

En Venezuela Roa & Vanegas (2018) desarrollan el cálculo y representación cartográfica de la distribución del Índice de Desarrollo Humano (IDH) del año 2013 en el estado Trujillo, generando una aproximación del IDH territorial y su distribución cartográfica en el estado, lo que permitió el debate social y la agenda política del sector público local. De igual manera Suárez (2004) analizó los IDH locales en diferentes provincias de Cuba. En esa misma línea, Thapa (1995) estima y analiza 75 provincias de Nepal, planteando que existe una gran disparidad en el desarrollo humano entre los distritos, por lo cual se pudo concluir qué distritos particulares están rezagados en el desarrollo humano en relación con otros distritos del país.

2.3 Cálculos para Colombia

Colombia ha experimentado una notable mejoría en su índice de desarrollo humano. PNUD (2019) reporta que el IDH nacional tuvo un incremento del 26,9 % entre los años 1990 y 2018, pasando de 0,600 a 0,761. Infortunadamente, la dinámica de desarrollo a escala regional presenta grandes disparidades entre los departamentos que componen la nación: la evidencia muestra que las regiones en las que se encuentran las ciudades más importantes del país presentan los mejores índices de desarrollo (PNUD, 2018). Por lo tanto, es pertinente tener un conocimiento actualizado de los niveles de desarrollo departamentales y de su evolución en el tiempo.

A nivel colombiano, existen diferentes investigaciones que han profundizado en la implementación del IDH tanto a nivel país como departamental. El Departamento Nacional de Planeación (DNP, 1998) estimó el IDH para Colombia en el periodo 1985-1995, bajo la metodología del PNUD (1990), y encontró que entre los años 1985 y 1994, el índice presentó un crecimiento positivo de 0,695 a 0,858. Sin embargo, concluyeron que el índice en la zona rural es menor al promedio nacional, lo que se resume en un rezago en términos de vivienda, educación, ingresos y agua potable. Por otro lado, el PNUD (2003) analizó la evaluación del desarrollo humano bajo el conflicto armado nacional, donde se observó una fuerte disminución de las matrículas, como consecuencia al desplazamiento forzado, las muertes de estudiantes, profesores y la destrucción de las escuelas.

Igualmente, Yepes (1992) analizó el IDH de 24 departamentos de Colombia y concluyó que Bogotá (0,82), el Valle del Cauca (0,781) y Quindío (0,766) tuvieron los mayores índices de desarrollo humano. Mientras que Chocó (0,501), Córdoba (0,581) y Caquetá (0,59) fueron los departamentos con IDH más bajo. Fresneda & Ortiz (1994) presentan el IDH para Colombia desagregado por departamentos, zona urbana, zona rural y género. El resultado más relevante, indica una diferencia significativa y persistente entre el IDH de las zonas urbana y rural, de tal manera que las zonas rurales presentaron rezagos con respecto a las ciudades capitales. PNUD (1998) determinó, a nivel regional, que Amazonas, Caquetá, Vichada, Cauca, Chocó, Guajira, Magdalena, Cesar y Norte de Santander obtuvieron un IDH menor a 0,57 en más de la mitad de sus municipios. En cambio, departamentos como el Valle del Cauca y Cundinamarca tienen un IDH superior a 0,64 en más de la mitad de sus municipios.

Ramírez et al. (2015) estiman dos Índices de Desarrollo Humano ajustados para Colombia en trece departamentos para el periodo comprendido entre 2002 y 2010, para ello utilizan la metodología planteada por el PNUD y entre sus resultados identificaron que la informalidad impacta negativamente el desarrollo humano. Igualmente, Garizado-Román et al. (2019) estiman el Índice de Desarrollo Humano para los departamentos de Valle del Cauca, Chocó y Nariño y 178 municipios de dichos departamentos, donde encontraron que los municipios agroindustriales son los que más desarrollo humano tenían.

2.4 Aproximaciones alternativas del IDH

Para la estimación del IDH se han diseñado diversas alternativas. Sudhir & Sen (1994) plantean un ajuste a la medición de los ingresos empleando el coeficiente de Gini, con el fin de que el indicador capte el funcionamiento de la política social y sus efectos en el bienestar de las personas. Sen (2000) identifica factores culturales y sociales que generan una distribución inequitativa del desarrollo humano, por lo cual incorporan variables en la estimación que permitan incluir la desigualdad.

Pol (2011) estima un IDH para dos países de Latinoamérica (México y Argentina) con el fin de identificar la desigualdad. El autor introduce nuevas variables como la tasa de mortalidad infantil entre 0 y 4 años para el componente de salud. De igual manera Salas-Bourgoin (2014) desarrolla un índice ajustado donde incluye variables para incluir en la medición las libertades políticas y el empleo no vulnerable, y lo aplica a varios países.

Prados de la Escosura (2014) presenta una estimación del IDH para Latinoamérica y en el componente de educación usa como variable única el nivel de alfabetización. Bértola et al. (2010) desarrollan el IDH para Argentina, Brasil, Uruguay, Alemania, Francia, Reino Unido y Estados Unidos, omitiendo la transformación del PIB per cápita en logaritmos.

Franco-Arias et al. (2019) estiman un IDH alternativo que puede ser utilizado en economías en desarrollo con mercados laborales con altas tasas de desempleo e informalidad, en donde el uso del Producto Interno Bruto generar una sobre estimación de las verdaderas condiciones que reflejan una vida digna, por lo cual sustituirla proporción de la población económicamente activa (PEA) puede matizar este sesgo, ya que identificar la proporción de la población que es activa permite acercarse al porcentaje de la población que concentra los ingresos laborales.

3. Metodología

La metodología utilizada para calcular el IDH convencional del departamento del Valle del Cauca sigue el método y las variables propuestos por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD (2019). En esa línea, el IDH es una medida resumida del logro ponderado en las dimensiones clave del desarrollo. Matemáticamente está representado por la media geométrica de los índices normalizados para cada una de las siguientes tres dimensiones: una vida larga y saludable, el acceso al conocimiento y el nivel de vida decente.

La primera dimensión, una vida larga y saludable, se mide a través de la esperanza de vida. El nivel de conocimiento se calcula a través de indicadores tales como los años promedio de educación entre la población adulta y el acceso al aprendizaje y al conocimiento. La dimensión del nivel de vida decente se calcula a través del indicador ingreso nacional bruto per cápita.

Vale recalcar que la metodología del PNUD (2019) recomienda el empleo en la dimensión de conocimiento de las variables años promedio de educación y la esperanza educativa, las cuales no están disponibles en los reportes de fuentes locales, regionales o nacionales, por tanto, optamos por la utilización de las variables cobertura educativa y tasa de alfabetización, sugeridas en PNUD (2009). Dichas variables solo cuentan con reportes relativamente recientes (desde el 2004 en el caso de la cobertura educativa) y (desde el 2003 para la variable tasa de alfabetización la cual se interpoló hasta el año 2000), limitando seriamente las posibilidades de construir indicadores que se remitan a periodos anteriores al año 2000. En síntesis, el índice está compuesto por tres dimensiones descritas como:

  • Una vida larga y saludable, medida a través del indicador esperanza de vida.

  • Conocimiento, medida a través de los indicadores de cobertura en educación y conocimiento en función del nivel de alfabetismo y la cobertura educativa.

  • Nivel de vida decente, medida a partir del indicador PIB per cápita.

Específicamente, es posible construir tres índices, denominados índice de una vida larga y saludable, índice de conocimiento e índice de nivel de vida decente; para la dimensión de una vida larga y saludable se toma como referencia la esperanza de vida de los habitantes de la población a estudiar. La metodología basa su indicador en una esperanza de vida mínima de 25 años y una máxima de 85 años, como se describe en la ecuación [1]:

Í n d c e   d e   v i d a   l a r g a   y   s a l u d a b l e   (   I V S ) =   E v - 25 85 - 25 [1]

La segunda dimensión, correspondiente a conocimiento, toma como fuente de información la cobertura bruta de educación y el nivel de alfabetismo, donde se calcula un indicador para cada variable y luego se ponderan para construir un índice que está expresado en la ecuación [4]. La ecuación [2] describe la manera como halla el indicador de cobertura bruta de educación, donde 𝐼𝐶𝐵 representa la cobertura bruta de la población y 100 es el total de la cobertura posible.

I n d i c a d o r   d e   c o b e r t u r a   ( I C B ) = C B - 0 100 - 0

Por su parte, la ecuación [3], expresa la tasa de alfabetismo de la población adulta, donde 𝑇𝑎𝑙𝑓𝑎, es la tasa de alfabetismo de los adultos y 100 es el total de alfabetismo posible en una población.

I n d i c a d o r   d e   a l f a b e t i s m o   ( a l f a ) =   T a l f a - 0 100 - 0

Finalmente, la ecuación [4] muestra la manera como se ponderan las ecuaciones [2] y [3] para hallar el índice de conocimiento que representa la segunda dimensión, denominada conocimiento.

í n d i c e   c o n o c i m i e n t o   I C M = 1 3 I C B +   2 3 a l f a

Donde las fracciones expresan el peso que tiene cada uno de los indicadores en el índice.

La tercera dimensión, nivel de vida decente, está asociada al ingreso promedio de un individuo en una población determinada. Para ello se toma el PIB per cápita en dólares de la población bajo estudio frente a un ingreso de referencia internacional, $70.000 dólares per cápita, y se aplica el logaritmo de los ingresos a cada uno de ellos, como se expresa en la ecuación [5].

Í n d i c e   d e   v i d a   d e c e n t e   (   I V D ) = log ( p i b p ) - l o g ( 100 ) l o g ( 70000 ) - l o g ( 100 )

Donde pibp es el PIB per cápita de la población. La siguiente tabla resume los límites establecidos para cada indicador.

Tabla 1
Límites indicador

Fuente: construcción propia con base en Informe del Desarrollo Humano 2015 y 2009.

Para calcular el IDH se pondera una media geométrica:

I D H = ( I V S * I C M * I V D ) 1 / 3

Para calcular un IDH alternativo, siguiendo a Franco-Arias et al. (2019), se utiliza la proporción de la población económicamente activa (PEA) como proxy de la actividad económica, dado que este indicador permite captar cómo los ingresos laborales se distribuyen entre todos los habitantes, identificando en qué proporción de la población se distribuye la renta salarial. El índice de actividad económica se calcula de la siguiente manera:

í n d i c e   d e   u n a   v i d a   d e c e n t e   (   I V D ) =   P E A i P T i

Donde PEAi es la población económicamente activa de la población i y PTi es la población total de la población i.

4. Estimaciones del Índice de Desarrollo Humano para el Valle del Cauca
4.1 El IDH convencional
4.1.1 Datos y series históricas

La estimación del IDH convencional se basa en los datos históricos reportados por fuentes nacionales y regionales para el periodo 2005-2018. La selección de este período de tiempo se debe a que corresponde con la disponibilidad de datos para cada una de las variables. Como se observa en la tabla 2, la mayor restricción se encuentra en la variable cobertura educativa, la cual está reportada solo a partir de 2005. A continuación, en la tabla 2 se detallan las fuentes de datos, su disponibilidad y restricciones.

Tabla 2
Disponibilidad de datos

Fuente: elaboración propia.

La variable esperanza de vida al nacer, desde el año 1985, es reportada por el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística). En el caso de las variables de educación; los niveles de alfabetización están disponibles para el periodo 2003-2018, reportados por El Anuario estadístico del Valle del Cauca, y la cobertura educativa del departamento se encuentra reportada para el periodo 2005-2018 por el Ministerio de Educación Nacional. En el caso del PIB del Valle del Cauca, es posible contar con una serie que se remonta al año 1960 (reportada por el Banco de la República y el DANE). La tasa de cambio se obtuvo de la base de datos del Banco Federal de San Louis (FRED data) reportada desde el año 1960. El coeficiente de paridad del poder de adquisitivo se obtuvo del Banco Mundial.

La tabla 3, describe la evolución de las variables necesarias para calcular el IDH. Referente a la esperanza de vida, los datos muestran un crecimiento de este indicador desde el periodo 2000-2018 pasando de 71,7 a 75,67 años. Lo que muestra una tendencia creciente y un aumento general cercano a los 4 años (3,97 años).

Los datos que muestran la tabla 3, permiten observar que el alfabetismo ha tenido una tendencia creciente desde 2003, pasando del 94 al 96 por ciento, a diferencia de la cobertura educativa que pasó del 99,99 por ciento (en el año 2005) al 90 por ciento en (el año 2018). Por último, se puede observar que el PIB per cápita del Valle del Cauca, ha tenido una tendencia creciente, pasando de 9627 dólares en el año 2000 a 15036 dólares en el año 2018.

Tabla 3
Datos de variables para la construcción del IDH

Fuente: elaboración propia.

4.1.2 Estimación del IDH convencional

La tabla 4 muestra la estimación de los índices de una vida larga y saludable, conocimiento y vida decente, los cuales componen el IDH. El índice de una vida larga y saludable tiene una tendencia creciente pasando de 0,81 al inicio del periodo a 0,96 al final del periodo de análisis. El índice de conocimiento del 2005 al 2010 tuvo una tendencia creciente con algunas oscilaciones negativas, y desde el 2010 experimentó un deterioro sostenido hasta el 2018. Por último, el índice de vida decente tuvo una tendencia creciente desde el 2005 hasta el 2013, con una disminución en el año 2014 a partir del cual crece hasta 0,83.

Tabla 4
Estimación de los índices de una vida larga y saludable, conocimiento y vida digna

Fuente: elaboración propia.

En la tabla 5 y la figura 1 se presentan los resultados del IDH para el Valle del Cauca.

Tabla 5
IDH convencional para el Valle del Cauca, periodo 2005-2017

Inicialmente los resultados muestran una mejora acumulada en los niveles de desarrollo humano del departamento, pasando de 0,81 en el año 2005 a 0,84 en el año 2018. El comportamiento del IDH convencional revela dos periodos tendenciales; en primer lugar, un aumento sostenido entre los años 2005 y 2013, dentro de los cuales encuentra su punto máximo con un valor de 0,858. En segundo lugar, un deterioro sostenido en el periodo 2014-2018, lo que implica que el nivel de desarrollo humano del 2018 es similar al del departamento en el año 2011.


Figura 1
IDH convencional para Valle del Cauca, periodo 2005-2018
Fuente: elaboración propia

4.2 Estimación del IDH alternativo

En la tabla 6 y la figura 2 se muestra el comportamiento del índice de una vida decente construido con el indicador PEA en el periodo 2005-2018. Inicialmente, en el 2005, el índice parte con un valor de 0,51 %, a partir del cual tuvo un descenso entre los años 2005 y 2008, mostrando su punto mínimo de 0,49 % en la crisis hipotecaria del 2008; después de este periodo, este índice ha tenido una tendencia positiva hasta el año 2015 alcanzando su punto máximo con un valor de 0,54 %. A partir de ahí presenta un cambio de tendencia hasta el año 2018. Como punto relevante, se observa que este índice, con la PEA como proxy de la dimensión de una vida decente, presenta mayores fluctuaciones que el índice estimado con el PIB.

Tabla 6
Índice PEA

Fuente: elaboración propia con datos obtenidos del DANE.


Figura 2
Índice PEA
Fuente: elaboración propia con datos obtenidos del DANE

Por otro lado, la tabla 7 y la figura 3 muestran los resultados del IDH alternativo. El IDH alternativo parte de un valor de 0,74 en el 2005 y termina con un valor de 0,75 en el año 2018; lo que muestra una leve mejora acumulada en el nivel de desarrollo humano del Valle del Cauca. Los resultados muestran que el IDH tuvo su punto mínimo de 0,73 en el año 2007 y un punto máximo de 0,764 en el año 2013. Igualmente, la tendencia decreciente que tiene el IDH desde el 2013 hasta el 2018 se debe a una disminución en el índice de conocimiento del Valle del Cauca, producto de una disminución en la cobertura educativa.

Tabla 7
Estimación del IDH alternativo

Fuente: elaboración propia.


Figura 3
IDH alternativo
Fuente: elaboración propia

4.3 Comparación entre el IDH convencional y el IDH alternativo

La figura 4 permite comparar las estimaciones del IDH convencional y el IDH alternativo. Inicialmente, se observa que el IDH convencional refleja mayores niveles de desarrollo que el IDH alternativo a lo largo de todo el periodo de tiempo; mientras el IDH convencional inicia con un valor de 0,816, el IDH alternativo lo hace con un valor de 0,74; el punto máximo del IDH convencional (0,858) supera al del IDH alternativo (0,75). Al final del periodo la diferencia entre los dos es de 0,09 puntos.


Figura 4
IDH convencional vs IDH alternativo
Fuente: elaboración propia

Se constata que el IDH departamental muestra un desempeño menor cuando se utiliza la proporción de la PEA en su cálculo, sustituyendo la variable PIB per cápita. Esto podría explicarse por cuanto esta variable refleja la participación de la fuerza laboral en el mercado de trabajo y tiene una relación más directa que el PIB per cápita con las posibilidades de la fuerza laboral para incrementar ingresos y consumo a nivel familiar.

4.4 Análisis comparativo: estimaciones históricas del IDH para el Valle del Cauca vs el IDH del Global Data Lab

En la parte final de este trabajo, realizamos una comparación del IDH Convencional y el IDH alternativo, estimados con base en series históricas (reportadas por fuentes regionales y nacionales), frente al IDH departamental para el Valle del Cauca, reportado por el Global Data Lab del Institute for Management Research y estimado por Smits y Permanyer (2019), quienes desarrollan una base de datos de IDH de nivel subnacional, la cual contiene información del IDH del Valle del Cauca para el período 1990-2018.

Esta comparación es pertinente dado que la metodología de la Global data Lab está basada en la interpolación y extrapolación de valores históricos reportados por las fuentes, lo cual contrasta con la metodología que hemos aplicado hasta el momento, basada totalmente en datos históricos.

La figura 5 permite observar el IDH estimado por el Global Data Lab frente a los dos IDH estimados en este trabajo. De especial relevancia es la comparación entre los años 2005 a 2018, la cual pone en evidencia que, en términos generales, el IDH del Global Data Lab muestra niveles de desarrollo humano menores que el IDH convencional para todo el período de análisis y frente al IDH alternativo hasta el año 2013. Además, el IDH del Global Data Lab guarda mayor semejanza frente al IDH alternativo que frente al convencional. Respecto de la tendencia del desarrollo humano, el IDH del Global Data Lab muestra una tendencia creciente y sostenida a lo largo de todo el período analizado, contrastando con los dos IDH aquí presentados en los que se refleja una tendencia decreciente en el desarrollo humano departamental a partir del año 2013.


Figura 5
IDH convencional, IDH alternativo e IDH Global data Lab
Fuente: elaboración propia

Si tenemos en cuenta los criterios empleados por el PNUD (ver tabla 8) para clasificar los niveles de desarrollo humano de los territorios encontramos que, según el índice del Global Data Lab, en el período 2005-2018, el Valle del Cauca debería ser clasificado como un departamento con nivel de desarrollo alto, lo cual coincide con los resultados del IDH alternativo. Sin embargo, existe discrepancia frente a los resultados del IDH convencional que lo sitúan como una región de nivel de desarrollo muy alto.

Tabla 8
Clasificación niveles de desarrollo según IDH

Fuente: PNUD, 2019.

Los resultados anteriores son acordes a lo encontrado por autores como Ramírez et al. (2015) y Garizado-Román et al. (2019), puesto que estos plantean que los departamentos más industrializados y con menor nivel de informalidad tienen un mayor nivel de desarrollo humano. Esto es respaldado con cifras dadas por el DANE (2021) que muestran que el departamento es la tercera económica departamental y aporta aproximadamente un 10 % al PIB nacional. Lo anterior muestra que el fortalecimiento de la industria puede ser fuente de desarrollo, lo que permitiría mejorar condiciones para el desarrollo humano, tal como lo plantea Ortiz & Uribe (2012).

4.5 Análisis comparativo: estimaciones históricas del IDH para el Valle del Cauca vs IDH para Colombia

La figura 6 muestra los IDH estimados, adicionalmente se incluye este índice para Colombia. Se puede identificar que el Valle del Cauca tiene un mayor desarrollo humano que Colombia en la mayoría de los periodos de tiempo. El IDH convencional y el estimado por Global Data Lab siempre son mayores que el índice para Colombia, por otro lado, el IDH alternativo para el Valle es menor que el IDH para Colombia solo en los años 2017 y 2018. Lo anterior reafirma que el Valle del Cauca tiene un desarrollo humano mayor que el colombiano con al menos 2 de los 3 índices para todos los periodos, lo cual puede ser debido a su estructura económica y social.


Figura 6
IDH convencional, IDH alternativo, IDH Global data Lab, IDH para Colombia
Fuente: elaboración propia

5. Conclusiones

Este artículo estima el Índice de desarrollo Humano (IDH) para el Valle del Cauca en el período 2005-2018, tomando como punto de partida la metodología planteada por el PNUD (2019), en la cual se analiza el desarrollo a través de tres dimensiones (una vida larga y saludable, conocimiento y nivel de vida decente). Para ello, se calculan dos versiones del IDH regional. En primer lugar, una aproximación convencional usando las variables tradicionalmente empleadas por el PNUD (2009): esperanza de vida, tasa de alfabetización, cobertura educativa y PIB per cápita. En segundo lugar, una aproximación alternativa, siguiendo la propuesta de Franco-Arias et al. (2019) quienes sustituyen la variable PIB per cápita por la proporción de la población económicamente activa (PEA).

Los resultados muestran que el IDH convencional refleja mayores niveles de desarrollo humano que el IDH alternativo en el período 2005-2018. Se constata que el IDH departamental muestra un desempeño menor cuando se utiliza la proporción de la PEA en su cálculo, sustituyendo la variable PIB per cápita. Esto se relaciona posiblemente con el hecho de que la proporción de la PEA refleja la participación de la fuerza laboral en el mercado de trabajo y, por lo tanto, tiene una relación más directa que el PIB per cápita con las posibilidades que los trabajadores tiene de incrementar sus ingresos y su consumo.

Además, se presenta un análisis comparativo del IDH convencional y alternativo calculados, frente al IDH del Global Data Lab. En este caso, al evaluar la situación utilizando los criterios empleados por el PNUD para clasificar los niveles de desarrollo humano de los territorios, el Valle del Cauca se ubica en un Nivel de desarrollo “Alto” con los resultados del IDH del Global Data Lab y del IDH alternativo calculado. Sin embargo, según los resultados del IDH convencional calculado, el departamento estaría ubicado en un nivel de desarrollo “Muy Alto”.

Las estimaciones y comparaciones realizadas en este artículo reflejan la importancia de la selección de las variables para evaluar el desarrollo humano. En particular, se hace evidente que las estimaciones son sensibles al uso de variables en educación e ingresos, arrojando resultados que pueden representar diferencias apreciables de la situación del departamento del Valle del Cauca. Estas diferencias en los resultados de la evaluación pueden tener implicaciones en el diseño de políticas públicas y en la asignación de recursos.

Otro aspecto que surge tiene que ver con la diferencia obtenida entre los IDH (convencional y alternativo) calculados con respecto al IDH del Global Data Lab, que indica el efecto que tiene el uso de variable históricas en reemplazo de variables proyectadas estadísticamente. Las estimaciones aquí obtenidas muestran que el desarrollo humano del departamento experimenta un declive a partir del año 2013, asociado a un deterioro del índice de conocimiento (cobertura en educación); lo cual contrasta con los resultados del IDH del Global Data Lab, según los cuales tanto el índice de conocimiento como el IDH, a partir del 2013, crecen de manera sostenida (en vez de deteriorarse). De acuerdo con lo anterior, las tres mediciones indican que el Valle del Cauca ha incrementado sus niveles de desarrollo humano entre los años 2005-2018.

Estos resultados permiten identificar que el departamento del Valle del Cauca tiene al menos un desarrollo de vida alto, lo que implica que en términos generales el Valle del Cauca avanza en brindarle niveles de longevidad, educación e ingresos a sus habitantes en el periodo de tiempo analizado, esto, acorde a lo planteado por el PNUD (1990). Así mismo, si comparamos el Valle del Cauca con Colombia, el departamento tiene un mayor desarrollo humano.

Las limitaciones de esta investigación están relacionadas con la disponibilidad de los datos para hacer cálculos similares para los diferentes departamentos de Colombia, como también con la no utilización de metodologías econométricas sofisticadas que permitirían captar el desarrollo humano. Futuras líneas de investigación pueden estar relacionadas con la utilización de métodos econométricos para la estimación del desarrollo humano en el departamento, como podrían ser los factores dinámicos. De igual manera, se podría calcular el desarrollo humano para todos los departamentos de Colombia con estas metodologías e identificar cuáles son las diferencias estructurales entre ellos con el fin de realizar propuestas de políticas públicas.

Material suplementario
Referencias
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Notas
Notas
* Este artículo fue financiado por el instituto de prospectiva e innovación y gestión del conocimiento de la Universidad del Valle.
Cómo citar este artículo:
Gómez-Olaya, Á. P., Solarte-Pazos, L., & Candelo-Viáfara, J. M. (2023). El índice de desarrollo humano para el Valle del Cauca en el Siglo XXI: 2005-2018. Equidad y Desarrollo, (41), e1450. https://doi.org/10.19052/eq.vol1.iss41.2
Tabla 1
Límites indicador

Fuente: construcción propia con base en Informe del Desarrollo Humano 2015 y 2009.
Tabla 2
Disponibilidad de datos

Fuente: elaboración propia.
Tabla 3
Datos de variables para la construcción del IDH

Fuente: elaboración propia.
Tabla 4
Estimación de los índices de una vida larga y saludable, conocimiento y vida digna

Fuente: elaboración propia.
Tabla 5
IDH convencional para el Valle del Cauca, periodo 2005-2017


Figura 1
IDH convencional para Valle del Cauca, periodo 2005-2018
Fuente: elaboración propia
Tabla 6
Índice PEA

Fuente: elaboración propia con datos obtenidos del DANE.

Figura 2
Índice PEA
Fuente: elaboración propia con datos obtenidos del DANE
Tabla 7
Estimación del IDH alternativo

Fuente: elaboración propia.

Figura 3
IDH alternativo
Fuente: elaboración propia

Figura 4
IDH convencional vs IDH alternativo
Fuente: elaboración propia

Figura 5
IDH convencional, IDH alternativo e IDH Global data Lab
Fuente: elaboración propia
Tabla 8
Clasificación niveles de desarrollo según IDH

Fuente: PNUD, 2019.

Figura 6
IDH convencional, IDH alternativo, IDH Global data Lab, IDH para Colombia
Fuente: elaboración propia
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